Lo evidente no puede ser negado porque aparece a la vista, y a nuestra tele-vista aparece la tragedia que se está viviendo en Italia y España, la que es confirmada por los amigos que muchos tenemos viviendo allí. Sin embargo, este rasgo de sensatez no puede llevarnos a caer en insensateces.
Poco importa si el virus salió de una sopa de murciélago o del laboratorio del siempre malvado Profesor Neurus. Lo cierto es que estamos frente a un formidable experimento de disciplina social. Una nueva Triple Entente conformada por gobiernos, científicos y medios de comunicación, y caldeada por las redes sociales, ha logrado en cuestión de días sumir a la totalidad de la población mundial en un estado de terror, quizás peor al que instaló Stalin en la Unión Soviética. En Argentina, la inmensa mayoría de ciudades y pueblos no tienen ningún infectado con coronavirus, y el bichito más cercano se encuentra a trescientos kilómetros de distancia. Sin embargo, sus pobladores no pueden salir ni a la vereda de sus casas, y no solamente porque arriesgan a que la policía los encarcele o multe, sino porque están aterrorizados y en sus fantasías más o menos consentidas, el virus se desplaza en una pesada e invisible nube que cuelga sobre sus casas. Es insensato.
Me comentaba un amigo español que la experiencia de caminar en pleno día por las calles de la ciudad donde vive es similar a introducirse en una película distópica; y yo añado que también en las novelas que varias veces leímos con cierto placer, como la de Benson o la de Orwell. Lo que nos parecía una situación tan lejana e improbable que nosotros no veríamos, si es que alguna vez ocurría, está sucediendo en estos momentos. Lo importante es que no se trata solamente de ficciones literarias: detrás hay profecías reveladas, y sería insensato actuar como hombres del mundo y desoírlas.
Ciertamente, cuando el coronavirus se disuelva, viviremos un nuevo mundo en el que buena parte de lo que conocíamos habrá cambiado. No es cuestión de negar el famoso reseteo porque sea aventado por algunos enardecidos. Hace años ya que cualquiera que se pusiera a pensar con sentido común se daba cuenta que era necesario que la cantidad sideral de dinero que se movía en el mundo sin respaldo en cosas reales, y que enriquecía a unos cuantos, provocara en algún momento una explosión. Y es lo que estamos viendo: una explosión controlada que volverá el contador a cero. Veremos qué tipo de medidas políticas conllevará esta nueva situación, pero sería insensato pensar que la plaga es solamente una tormenta que, una vez que pase, volverá a reinar la calma.
Una de las mayores insensateces es la de la Iglesia, muy bien ilustrada con la fotografía del imbécil que prefiere celebrar versus selfiem que versus Deum. El Papa en la última semana ha concedido entrevistas a dos de los programas más ateos y anticristianos de España, diciendo cosas tan insustanciales que los episodios ni siquiera fueron mencionados en los medios masivos. Esa es la realidad. La Iglesia perdió todo protagonismo; aquella que en otras situaciones similares lideró la lucha contra las pestes, ahora se encuentra acurrucada, temblorosa e ignorada por el mundo. No sólo ya no tenemos abnegadas religiosas atendiendo a los enfermos en los hospitales, sino que aún muchos sacerdotes proponen insólitas maniobras para evitar acercarse a los centros de atención de enfermos por temor al contagio.
¿Debemos asombrarnos de la imbecilidad de nuestros obispos y sacerdotes? Era lo previsible. El proceso iniciado por Juan XXIII (curiosamente nacido en Bérgamo) y por Pablo VI (curiosamente nacido en Brescia), y viralizado por Juan Pablo II no podía terminar de otra manera. Esta crisis planetaria podría haber sido la oportunidad para que la Iglesia retomara el rol y la posición que había perdido hace muchas décadas, o siglos, pero es imposible. No hay con qué. Y aunque los ejemplos son innecesarios, veamos este breve video de tres imbéciles que superan con creces a Moe, Larry y Curly, o leamos el curriculum del último obispo que nombró el papa Francisco para Argentina el jueves pasado: un fraile capuchino cuyo máximo grado académico —una modesta licenciatura en teología—, fue obtenido con un tesis titulada: “‘Dónde estoy busco mi tierra’. Un acercamiento teológico pastoral a la experiencia de la migración paraguaya en el barrio Rivadavia del Partido de Merlo, Provincia de Buenos Aires (1970-2017)”. Con semejantes estólidos en los puestos de dirección de la Iglesia, no sería de extrañar que, una vez pasada la crisis, asistamos también a una profunda reconfiguración de la misma.
Pero es necesario también mirar hacia dentro, hacia los que nos consideramos parte del profetizado pequeño rebaño. Y lo primero es reconocer nuestras propias miopías e insensateces. Vivíamos en un tiempo bonancible aunque creíamos estar atravesando una feroz tormenta. Declamábamos caminar en un valle de lágrimas pero, en realidad, paseábamos por un sendero rodeados de flores y sonrisas. ¿Oración? Sí, un poco y a las apuradas, convencidos que nuestras actividades apostólicas la suplían. ¿Penitencia? Escasa o inexistente. No era cuestión de ayunar porque se pasaba hambre, y no era cuestión de suspender el habitual asado de los viernes con los amigos porque era signo de jansenismo. Soñábamos con recrear la Edad Media cristiana pero, sin saberlo, aspirábamos a una Edad Media con aire acondicionado, como decía Senior. ¡Si somos incapaces de aceptar la muerte de los ancianos, que es la cosa más natural del mundo! Y aquí no es solamente la insensatez de curas que suben a las redes videos en los que lloran porque el coronavirus mató a una buena catequista que tenía… 80 años. Aunque suene duro, el famoso microbio está matando mayoritariamente a la gente que hace años debería estar muerta, y sigue viva por los artilugios de la medicina moderna. No me parecen mal esos avances; todos hacemos uso de ellos, pero asombra la reacción que tienen muchos sacerdotes y muchos fieles de los buenos, frente a la muerte. Los seres humanos nos morimos, y mientras más viejos somos, mayores son las chances de una muerte cercana. Pero los cristianos sabemos que, como decía el evangelio de ayer, somos hijos de la libre y no de la esclava, y estamos convencidos que vivimos en una pasajera ciudad terrenal y aspiramos a llegar a la Jerusalén celestial, para lo cual hay que atravesar el doloroso umbral de la muerte. Pero ahora caemos en la cuenta que estas verdades no eran más que declamaciones, y nos desesperamos, nos amargamos y explotamos en emotividades porque mueren quinientos ancianos por día, y por la posibilidad que entre ellos haya gente cercana, o nosotros mismos. Si hay que morir, se muere. Y esto no significa andar buscando irresponsablemente la muerte, sino simplemente aceptar lo dispuesto por la Divina Providencia.
No sé si nuestra vida climatizada se terminó. Lo que sí resulta claro es que el coronavirus nos ha dado un buen remezón, que le viene muy bien al mundo y, sobre todo, nos viene muy bien a nosotros.
"Esta crisis planetaria podría haber sido la oportunidad para que la Iglesia retomara el rol y la posición que había perdido hace muchas décadas, o siglos, pero es imposible".
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo. la Iglesia no debe buscar un protagonismo mundano, esa no es su misión. Sí tiene ese protagonismo, bendito sea Dios, pero no debe buscarlo de por sí. Su misión es salvar a las almas, aunque en ello pase desapercibida. Los santos no buscaban el protagonismo, sino que cumplían con la voluntad de Dios y quizá, accidentalmente, lo tenían.
Que buena seguidilla de post querido Wanderer.
ResponderEliminarMe uno a la perplejidad que ha llamado la atención a Allegri, a usted en este post, al médico anónimo y al profesor Antonio Caponetto.
Uno no puede dejar de estremecerse ante un signo de los tiempos, como es la proscripción del culto público, sea por la causa que fuere.
Pero hay otro signo de los tiempos, y es el de la confusión y arrebañamiento. Cómo puede ser que ir a la ferretería a comprar tornillos o la tapa del inodoro esté permitido y visitar al Santísimo no??? Y cómo puede ser que los católicos sumisamente acaten el protocolo que así lo dispone??? (empezando por los prelados).
Esoty diciendo que hay que violar la cuarentena? No, no lo sé, ni me interesa el casuismo.
Lo que digo es que acá hay dos claros signos de los tiempos; y como borregos salimos a abastecernos de alcohol en gel, ni bien la bestia asoma la pezuña a la vuelta de la esquina (como dijo y enseñó un querido amigo).
In Domino adveniente!
Bulgarov.-
Wanderer: este sábado me confesé con un curita de la Prelatura y, previo al sacramento, me pidió reflexionar un tanto sobre lo que pasaba, haciéndome hincapié sobre el posible bien que Dios pueda provocar con ocasión de esta desgracia planetaria. En particular veía una esperanza en que los cristianos aprendiéramos a desprendernos de tantas cosas innecesarias y perjudiciales, y que algo bueno en nuestras sociedades pudiera surgir.
ResponderEliminarY no deja de tener razón. Nos hemos acostumbrado a un mundo de seguridades falsas, a depender de redes, apps, paginas web, streamings, todo con cargo a la tarjeta, y nos hemos esclavizado con metas: cargos, sueldos, un matrimonio ideal y un entorno social respetable. Y como nos aferramos a eso como si fuera lo esencial en la vida, resulta que al final no conseguimos nada de eso y al contrario, corremos el riesgo de hundirnos en vicios que sirven de droga a la frustración: gula, pereza, parrandas, etc.
Estos días he seguido dándole vuelta al tema. Me ha servido de consuelo confiar en que Dios está pidiendo algo extraordinario de nosotros y que sabrá corresponder este sacrificio, que es mucho menor al que han llevado miles de cristianos en el mundo. ¿Queríamos ser parte de la historia de la Salvación? ¿Queríamos ser confesores de la fe? Pues llegó la hora de serlo de verdad en nuestra vida diaria. Si a muchos no les agrada la “santificación del trabajo” opusina, hablemos, como enseñó siempre la Iglesia, de ser santos cumpliendo nuestro deber de estado.
Estoy más de acuerdo con el acento de este post, que con el anterior. Ambos miran la misma realidad, pero creo que este es más sensato en cuanto a lo que debe ser nuestra actitud.
ResponderEliminarAnónimo 12:00: no sé de dónde saca usted la idea que yo estoy sugiriendo un protagonismo mundano. Me refiero, y creo que resulta obvia, a volver a tener la centralidad que supo tener en la vida espiritual de los fieles, y a que sus pastores les enseñaran la Verdad y a cómo lavarse las manos.
ResponderEliminarMorir por un infarto , cancer, accidente vascular cerebral,sepsis etc o en forma natural no tiene ni punto de comparacion al pasar a mejor vida en insuficiencia respiratoria que es peor que morir ahorcado.
ResponderEliminarLa agonia es atroz como la de Nuestro S.Jesucristo en la Santa Cruz
Pobres nuestros ancianos aislados de su flia y abandonados en un camastro o en el piso
y quizas lo peor SIN SACRAMEnTOS
Por supuesto que todos vamos a morir pero esperemos que no en forma tan cruel como en Africa ,Italia o España
Se nota que no ha conocido a nadie que agonizara y muriera con cáncer
EliminarNada puede compararse con la Pasión de Cristo, su cuerpo fue perfecto, su biología perfecta, por esa sensibilidad, no puede igualar el dolor.
EliminarUn artículo excelente!
ResponderEliminarCorto y conciso sobre como la parca puede aterrar al mundo moderno e incluso al cristiano tan metido en la tierra que ya no mira el cielo.
¿Tendrá algo que ver qué ya las oraciones del Misal hablen más de amar las cosas de la tierra a despreciarlas? ¿O hablen del Bonachón Padre del Cielo y no de aplacar la ira de Dios?
No lo sé, solo se que San José es patrono de la buena muerte, el nos asista.
En YouTube se puede ver la entrevista que se le hizo en Tucumán al inmunòlogo dr Alfredo Miroli (consejos del dr.A.M) muy claro y didàctico. Pone al virus en su lugar justo
ResponderEliminarIndependientemente de los estragos en la salud física que pueda provocar todo esto, me preocupan más bien las consecuencias que se puedan seguir de está suerte de "prisión domiciliaria" a la que todos estamos sometidos,a saber: Miseria, locura, violencia intra familiar y de modo particular: exciva INTROMISIÓN del Estado y demás entidades en la vida personal de los indiviuos.
ResponderEliminarSin duda que "No hay mal que por bien no venga" como decía mi abuela y que de este mal se puedan sacar muchos bienes como crecer en la intimidad con Dios por ejemplo, pero al menos por mi pago las cosas se están poniendo cada vez más "pesadas": Prohibición de ingresar al pueblo sin domicilio en el lugar, horarios restrictivos para abastecerse, policía patrullando por las calles, demorando personas y e incautando rodados, entre otras... Quién me asegura que cuando "pasé" esto de la peste todo vuelva a la normalidad?
Wanderer,
ResponderEliminarCuando vi el currículum del obispo nuevo y su "tesis" no supe si reir o llorar. Me pasó lo mismo que ud. Ya ni siquiera añoro a los progres inteligentes: añoro los campesinos con sentido común.
Excelente Wanderer....al fin un pocobde sensatez
ResponderEliminarLuego de esta calma mundial, agárrate catalina. el capitalismo rugirà con mayor energía.
ResponderEliminarEstoy en desacuerdo con que esto es orwelliano. Esto es antiquísimo y una de las pocas cosas que justifican la existencia del Estado.
ResponderEliminarEl Estado no está para lo cotidiano a lo que estamos acostumbrados, el Estado nació para asegurar la supervivencia de la nación/tribu en situaciones extremas como hambrunas, peste y guerras.
Lo único novedoso es descubrir que esas situaciones extremas todavía son posibles. Creo que muchos el año pasado habrían apostado a que nunca iban a tener que protegerse de una peste a través de una cuarentena. Para muchos ancianos debe ser la primera vez que viven algo así.
Todo es muy reciente. Hacer pronósticos es muy difícil. Quizá en unos meses, o un par de años, se vean los efectos reales (y quizá las causas) de esto. Por cierto, esto no es un colapso controlado. El derrumbe de los mercados es inédito, al menos desde el 29. Nadie sabe qué va a pasar cuando se aclare el humo.
ResponderEliminarG.
No se si ya lo ha visto
ResponderEliminarUn test de corona virus...
https://www.argentina.gob.ar/coronavirus/app
Cediendo un montón de información al gobierno.
Aunque lo que sigue encaja mejor en la pasada entrega "Sensatez" me parece interesante proponerlo aquí. Se refiere al excelente artículo de Guy Sorman en el ABC de hoy. Su título es "Xi Jinping, culpable" y el párrafo que puede interesarnos en este blog es el siguiente:
ResponderEliminar"Los chinos saben qué es la democracia; el ganador del premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo murió para defenderla. Los chinos saben qué es Dios: varios millones son cristianos o musulmanes y el resto es secretamente fiel a las antiguas religiones de China, el budismo y el taoísmo. Por último, atrevámonos a decirlo y actuemos en consecuencia: nos aterra la idea de que el Vaticano reconozca al régimen de Pekín. Sería un pacto con el diablo."
Saludos
Respecto a mi anterior comentario, me parece oportuno señalar que Guy Sorman no es cristiano, es judio.
ResponderEliminarLlorar la muerte de otras personas (independientemente de la edad que tengan) es normal y es humano. El problema es que la virtualidad no nos permite quizás darnos cuenta de que son más que números. La estadística de mortalidad puede ser 0.00001% y Ud. y todos se aliviarán, hasta que Ud. o uno de sus seres queridos sea ese 0.00001%. Y ni siquiera es el caso, es mucho más. Falta más corazón y más compasión y menos razón...
ResponderEliminarPor otra parte, es previsible que la crisis económica que esto traerá ocasionará muchísimos problemas al mundo entero, ya está ocurriendo.
Que buena parte del mundo esté sumido en el terror es lo más previsible y normal. Nos creemos con mucho coraje hasta que llega el momento de la prueba y nos damos cuenta de que somos débiles. Y lamentablemente sólo puede dar fe quien haya pasado por ese momento.
Es hora de la penitencia tan pedida en Fátima, es hora de llorar y orar por la salvación de las almas.
«Vacíame, Señor, de mí mismo, para llenarme de Ti», clamaba un santo de la antigüedad.
QUienes estábamos atentos a los signos, silenciados por conspirativistas, sabíamos que algo de esto iba a suceder. No el modo en que se dio, pero si los objetivos buscados. Y no por ser profetas ni mucho menos. Simplemente por confiar en la sabiduría de nuestros maestros, y por seguir una linea de pensamiento logica. En estos últimos tiempos, tiempos de ultimidades, hemos sido testigos de un quiebre en el modo de pensar de quienes se mantenían alertas frente a los acontecimientos parusíacos. No se si por cansancio o por desesperación, o simplemente por snobismo intelectual, no sea que se nos tilde de conspiranoicos. Todavía queda algún rezagado, que frente a la evidencia (la realidad supera la conspiración), intenta salvar su estantería (ej el Pésimo Rey Mago).
ResponderEliminarMas allá de esta "peste" en particular, virtual como todo lo que nos rodea, ha quedado evidenciada la absoluta imbecilidad y pasividad del hombre "común". Como bien sostiene Allegri en su post.
Alguno se pregunta que va a quedar despues de todo esto. Creo, que siguiendo un pensamiento lógico, se puede conjeturar algo, sin necesidad de caer en divagaciones.
El mundialismo y la globalización se van a mantener y hasta fortalecer, pero esta vez encabezados por Oriente. Hace rato ya que el poder financiero y económico se está mudando de Occidente a Oriente. Y esto ni un Trump puede evitarlo. Es más, Trump es el payaso indicado para que USA sea borrada del mapa. Es capaz de cualquier cosa para frenar la inevitable decadencia política y económica de USA. La venganza de China "comunista" (coronavirus incluido) contra Occidente va a ser terrible. Y empiezo a pensar si no será ella la "cabeza herida de muerte" de la que habla San Juan. Tendrán que perdonarme que traiga a colación las profecías, pero es que como decía Leon Bloy "cuando quiero saber las ultimas noticias leo el Apocalipsis"....(continuará, me canse).
Estimado Wanderer: a mí también me gustó más esta entrada que la anterior. Muchas gracias por sus agudas reflexiones. También me gustó el comentario de mi amigo Bulgarov.
ResponderEliminarLa cosa está fulera -no sé cuánto por no soy médico y no veo muchos medios-, pero de lo que yo estoy en contra es de:
. Que se haga demasiada alaraca por el regio virus; y de que en esta cuaresma singular nos esté ocupando el sentido y las conversaciones familiares.
. Que el miedo a la muerte y a las consecuencias materiales de este desastre domeñe a quienes se precian de vivir cristianamente.
. Los que cuidan el cuerpo más que el alma. Y huyen de la muerte en vez de prepararse para ella.
. Esta jerarquía eclesiástica que pidió hasta el hartazgo salir a las periferias y no olvidarse de los desvalidos y ahora está encerrada en sus templos obedeciendo cuántas medidas les impongan. Una ONG cobarde, ni más ni menos.
. Y, por último, estoy en contra de los chistes fáciles y estúpidos que corren por doquier, en este tiempo luminoso de ayuno y oración.
Bueno, si no freno me dirán "contreras". Pero ud. me entiende, ¿no?
Suerte que en la mar no nos llega nada de todo esto... igual que el hombre que vive desprendido de las cosas.
Mi abrazo imaginario,
Capitán Dalroy.-
El artículo de Sorman en ABC citado por Eduardo:
ResponderEliminarhttps://pbs.twimg.com/media/ETv2htFWAAc2bwu?format=jpg&name=large
Y este de M. Noya: China es culpable
https://www.libertaddigital.com/opinion/mario-noya/china-es-culpable-coronavirus-li-wenliang-wuhan-covid-19-virus-chino-90292
Julio:
ResponderEliminarCreo que un médico matizaría, afortunadamente, su comentario respecto al modo en que mueren los afectados por el corona virus (o por una neumonia), pero yo no lo soy,
Respecto a comparar tal sufrimiento con el atroz sufrimiento de Jesucristo en la cruz, acepte que considere tal afirmación un tanto frivola. Tengo para mí que Dios se toma las cosas muy en serio y es poco amigo de las medias tintas. Y tengo para mí también, por ello, que el sufrimiento de Jesucristo en la cruz debió superar al de cualquiera de los hombres por los que entregó su vida.
Saludos
Recomiendo este artículo de Ron Paul: http://www.ronpaulinstitute.org/archives/featured-articles/2020/march/16/the-coronavirus-hoax/#.XnhArptV7zs.twitter
ResponderEliminarSaludos.
Rodion
PD: Me parece prematuro afirmar que estamos entrando en uno de esos escenarios distópicos. O que el sistema económico será reseteado ahora. El ataque del 9/11 me pareció claramente un acelerador de la historia. Esto, por ahora, es un virus. Si se logra mayor disciplina social, se debe a los medios tecnológicos como las redes. Esos mismos que usamos para leer buenas cosas como este blog. Siempre las pestes generaron éxodos y aislamientos. Y recuerdo lo que siempre dice Wanderer, no es necesario ir a Misa todos los días, ni comulgar a diario, por muy bueno que sea. Miles de santos acreditan que Dios no precisa de ello para santificar las almas. Todos conocemos grupos que hacen alarde de prácticas piadosas diarias, y viven en un voluntarismo craso y generador de enfermedades mentales. Mucho podemos hacer para pedirle a Dios permanecer con él, y que exigen una pureza de intención mucho más acendrada que cumplir con ritos que puedn ser meramente externos. Siempre fue así. No nos hagamos los distraidos.
Estimado Wanderer, muy buenos sus últimos artículos. Con ocasión de la pandemia, Mons. Martínez de San Luis ha dado un decreto en el cual, entre otras cosas, abre la posibilidad a la comunión en la mano en esa provincia, única en la cual esto no estaba permitido. Me encantaría oír su opinión al respecto, aunque claro, ahora hay otras prioridades.
ResponderEliminarSaludos.
Con profundo dolor afirmo que también caldeada por la Iglesia Católica desde su jerarquía.
ResponderEliminarUn amigo sacerdote -de los buenos- me autoriza a publicar el comentario que me hizo en referencia al presente post:
ResponderEliminar"...¡Gracias, P.!! Siempre me pasa lo mismo con ese autor: hay muchas cosas en que coincido plenamente, y otras muchas cosas en que discrepo plenamente.
Desde ya, hay una reacción exagerada que esconde el miedo al sufrimiento y a la muerte, muy poco cristiano. Pero, por otra parte, pienso que es razonable tomar medidas para evitar que se propague más. Los ejemplos de insensateces que pone (la foto de ese sacerdote con un montón de "fotos" de fieles), evidentemente son eso (insensateces). Pero no sé si la Iglesia está acurrucada y temblorosa. Acá también me parece importante tener en cuenta que el peligro no es solo el contagio del sacerdote (de esto no habría que tener miedo: estamos para dar la vida), sino sobre todo de propagar el virus a muchas otras personas. No sé, es una cuestión difícil..."
Animales de compañía por j.m. de
ResponderEliminarPrada. Muy buen articulo.
Estimado Wanderer, no coincido del todo con la forma en que se toma la muerte de los ancianos.
ResponderEliminarClaro que están más cerca de la muerte que los jóvenes y claro que si hay que morir se muere. Sin embargo, no es joda la forma en que mueren: asfixiados, lejos de los seres queridos, aislados, etc. No es para caer en los sentimentalismos a los que refiere, pero tampoco es cuestión de racionalismo descarnados. Hay que aceptar la muerte de los viejos, pero no pueden negar que es terrible que se mueran así.
Pasamos un primer domingo sin misa. No puedo dejar de remontarme a la Iglesia Primitiva, la de las persecuciones romanas, donde los cristianos se refugiaban bajo tierra como topos para celebrar o no dejar de celebrar la Misa. Mandato de Jesuscristo. Ahora tenemos los hermosos templos a disposición pero por orden de "aborto" Fernández, están todos cerrados sin celebración pública de misa, sin los sacramentos. Creo que los obispos podrían haberla peleado un poquito. No sé. Las iglesias tampoco se llenan tanto. Y se acerca Semana Santa ¿qué pasará? Sería increíble no poder asistir.
ResponderEliminarEl único dato TRASCENDENTE es contemplar como la Onu via su Oms, tiene sujeta a Roma
ResponderEliminarComo pocas veces antes... completamente de acuerdo con cada letra de este post. Gracias Wanderer.
ResponderEliminarDel caso 1 al 100.000 el virus tardó 65 dias. De pasar de 100,000 a 200.000 llevó 11 días. Y de 200000 a 300.000 solo 4 días. Potenciaciòn se llama eso.
ResponderEliminarPues a causa del maldito virus en España el gobierno socialista y comunista ha concentrado en sus manos la dirección del poder judicial y del legislativo. Esta panda de psicópatas no ha desaprovechado la oportunidad para dar un paso hacia la dictadura.
ResponderEliminarEso sí, la jerarquía, muda como una figura de hielo, salvo para decir cursiladas.
La Iglesia no está dormida, muchos sacerdotes se han despertado a raíz de esto que está sucediendo. No sabemos ni podemos juzgar sus corazones, pero hay muchos que están transmitiendo la Santa Misa con gran asistencia de los fieles, algo que no pasaba antes de la pandemia. Muchos están tratando de estar cerca de sus fieles en la medida de sus posibilidades y cada cual reacciona como puede y con lo que tiene.
ResponderEliminarEn Italia y en España hay muchos sacerdotes arriesgando la vida, capellanes de hospitales y otros que se acercan (en la medida en que les permiten) para acercar la Eucaristía y el consuelo a los enfermos, otros que son médicos se han ofrecido para ayudar... Hay más de 50 sacerdotes que murieron en Italia ya, hay varias monjas que han muerto, hay varios conventos de clausura con monjas enfermas... Hay miles de ejemplos buenos, pero no sé por qué siempre tenemos la costumbre de buscar lo malo y resaltarlo, estamos un poco miopes...
Siempre habrá buenos y malos ejemplos, pero también depende de quién mira y de qué es lo que elige ver.
Estimado Wanderer:
ResponderEliminarMe queda la duda de si esto que dice usted
"En Argentina, la inmensa mayoría de ciudades y pueblos no tienen ningún infectado con coronavirus, y el bichito más cercano se encuentra a trescientos kilómetros de distancia"
es realmente así. Con un Malbrán colapsado es claro que lo de los 200 y pico contagiados es un dato irrisorio.
Por lo demás, me gustó el estilo de su escrito. Duro, pero sin bravuconadas.
El Profesor de Worms
20:56
ResponderEliminarMueren aislados por la locura de la cuarentena.
Asfixiados dudo. Hoy además de respiradores hay morfina para evitar eso y otros medios.
Hay muchos soldados de Cristo que sólo quieren ser "uniformados" pero en una oficina. Quieren un martirio glorioso y no se banca 38º de fiebre.
Que a lo mejor el coronavirus nos viene muy bien a nosotros, no cabe duda. Mañana es 24 de marzo y en la calle estará el Ejército, la Gendarmería y la Policía, mientras las Madres, las Abuelas y todo el zurdaje loa estará mirando detrás de las ventanas con la ñata contra el vidrio, parafraseando al gran Discepolín. ¿Quién diria, no?
ResponderEliminarPero vayamos al punto, lo que estamos viviendo es algo extraño que el mundo jamás ha visto, la gente encerrada en sus casas y las iglesias cerradas. Y en Semana Santa todo seguirá igual, algo que la Iglesia no conoció en 2000 años de historia.
Y hay otra pregunta en el tintero, ¿esto es cosa de los hombres o es cosa de Dios? Porque nadie en su sano juicio podría negar la posiblidad de que esta peste sea un castigo del Cielo, algo que por otra parte tendríamos bien merecido.
Y la pregunta del millón, ¿cómo terminará esto? porque no creo que sea moco de pavo. ¿Volveremos a la normalidad? ¿Qué sería volver a la normalidad, el aborto, el orgullo gay, el idioma inclusivo, el alquiler de vientres, la ideología de género?
En Wall Street las acciones caen todos los días y nadie las compra porque mañana será peor. Hay peligro de que las multinacionales quiebren, ¿qué pasaría entonces? podría haber un crac económico mundial, eso traería desabastecimiento, hambre en todo el mundo y la guerra por los pocos alimentos que quedan.
No,esto no es moco de pavo, claro, algo grande está por pasar. Como San Pablo les dijo a los Gálatas: de Dios no se burla nadie...
Aplaudo . Con temor y temblor . Guarda lo que tienes
EliminarOtrosi digo:
ResponderEliminarObvio que mejor no agarrarse ninguna enfermedad, y si se puede evitar mejor.
Pero no aferrarse así a cosas pasajeras como es la salud física. Jesucristo dice en el Evangelio que había muchos leprosos en tiempos de Eliseo y sólo Naamán fue curado.
Y no creo que la lepra fuera algo lindo.
Y en tiempos de Cristo hubo más muertos que Lázaro y el hijo de la viuda de Naim.
En fin, si no se ven las cosas un poco (al menos sobrenaturalmente) es muy difícil sobrevivir.
Y se pasa al terror. Y el terror es pésimo consejero, aún para una vida meramente mundana.
Como tantas veces en la Historia, el bajo clero está muy por encima en las adversidades que el alto clero. Aunque esta vez, más bien cabría decir que una parte (grande o no, no lo sé) del bajo clero. https://www.religionenlibertad.com/personajes/552351379/Enfermeros-derrumbados-rezando-confesiones-de-medicos-y-vigilantes-la-otra-labor-del-capellan.html
ResponderEliminarComo dice Fuenteovejuna, esto no se ha visto nunca en la Iglesia. Lo que tiene que significar algo más transcendente de lo que se nos dice. Yo no soy conspiranoico, pero sí sospechanoico. Porque quienes dominan el mundo a las órdenes del Enemigo nos han dado en muchas ocasiones razones para sospechar de sucesos aparentemente fortuitos. Les encantan las operaciones de falsa bandera.
Estan diciendo que va a cambiar el mundo. ¿Como, por qué? Una cosa es que haya cambiado de hechos por la cuarentena, y otra cosa es que al final de la cuarentena las cosas no sean como antes. Más aun, ¿Por qué razón la cuarentena no se hizo a base de un calculo mundano? ¿Acaso la cuarentena no es el modo más económico de combatir la epidemia? ¿No se siguen lanzando créditos a lo loco a todo el mundo para paliar la situación financiera del párate?
ResponderEliminarDicen que la imposibilidad del Socialismo se debe a que no puede dar un contenido coordinador a sus mandatos. Esto no deja de ser verdad en materia de mercado. Quizás no haya mejor ejemplo que la cuarentena mundial para entender como el Estado altera artificialmente la vida natural. O sea, si queres comprar cigarrillos, vino o una milanesa... si necesitas el dinero día a día, sos un inconsciente que no entiende. ¿Por que no compras los víveres para 15 días?
Quédate en tu casa. ¿Y si no podes? Ahhh, quédate en tu casa.
El Estado Coordinando Todo es Totalitarismo Puro y Duro.
Pepito el pistero, ¿a Ud. alguna vez le dieron morfina? ¿sabe que aún así mucha gente siente mucho dolor igualmente y no alcanza? ¿Ha acompañado a algún agonizante alguna vez? ¿Ha estado alguna vez en una terapia intensiva? ¿Ha estado alguna vez al borde de la muerte?
ResponderEliminarHoy escuché un caso de una chica argentina de 25 años que tiene el famoso virus y escupía sangre de tanto toser porque se le rompieron los vasos del esfuerzo... sin embargo, no es de los peores casos.
Hay mucha gente que habla del sufrimiento ajeno sin haberlo pasado ni tener dimensión de lo que implica. Y es fácil teorizar como si habláramos de manzanas, pero ¡son personas!
No pasa nada, dentro de un par de meses ya habrá fármacos, hay que aguantar hasta que aclare. Después volverán todos a lo que hacían antes de la peste, como ha ocurrido siempre.
ResponderEliminarAnónimo del 23-03-20, 18:09 hs.: cuando dice:
ResponderEliminar"Mas allá de esta "peste" en particular, virtual como todo lo que nos rodea"
¿A qué se refiere con lo de "virtual"?¿Está sugiriendo que todo es un invento mediático?.
Si es así (y pido disculpas de antemano si interpreté mal), ¿se asombra de que lo ignoraran por conspiranoico?.
Anónimo del 23 de marzo de 2020, 23:15
ResponderEliminarCon todo amor por esos sacerdotes y religiosas y esperando que ya gocen de la visión del Señor: la mayoría tenían arriba de 80 años y algunos más de 90. Lo que implica que si no eran sacerdotes morían igual. Muchos estaban en hospicios para ancianos.
Hay uno muy loable del que se dice que dio su respirador para un joven padre de familia.
Pongámonos en manos del Señor, pues -como dice el salmo 123- nuestro auxilio viene de Él.
Ud dice al final: -"Lo que sí resulta claro es que el coronavirus nos ha dado un buen remezón, que le viene muy bien al mundo y, sobre todo, nos viene muy bien a nosotros"
ResponderEliminarA ud le vendrá bien.
A mí y a mi familia no: No podemos confesarnos, no podemos comulgar, no vemos a nuestro amigos o familiares, con hijos pequeños nos miran mal si bajamos a tomar 5 minutos de sol al parque... si estamos felices parecemos egoistas por los que sufren el virus, si no estamos preocupados por el virus, somos raros.
Es insano.
Yo no necesito el aislamiento o el coronavirus para valorar la Eucaristia, para valorar a mi familia que no veo, para valorar y "reencontrarme" con mis hijos, o para darme cuenta que se puede vivir con menos y ser mas austeros, o para tener más tiempo para poder rezar más.... Sólo me toca aguantar esta situación y ofrecerla.
A otros y a Ud, les vendrá bien, pues me alegro.
Anónimo 1:54: Es edificante para todos nosotros que usted no necesite de las pruebas que Dios envía para progresar en la virtud, y le baste para esa tarea con aquellas que usted mismo elige aplicarse.
ResponderEliminarAnónimo 21:04, Fuenteovejuna y Falstaff: Me parece que se están arrogando un protagonismo que no tienen y una importancia exagerada.
ResponderEliminarLos primeros cristianos o los cristianos que vivieron en persecuciones no podían ir a misa porque el gobierno había cerrados sus iglesias o lugares de culto debido al odio a la fe. En este caso, es para evitar la extensión de los contagios. Eran épocas de persecuciones contra la fe, y no como la nuestra, que la única persecución que hay es contra un microbio. No nos demos tanta importancia.
¿De dónde sacan, por otro lado, que esto no ocurrió nunca en la Iglesia? Un repaso por cualquier manual de historia les mostrará que ocurrió muchísimas veces. ¿O ustedes creen que durante la batalla de las Ardenas, o del Somme, había misas en los pueblitos de los alrededores como cualquier época del año? Y como este, podrían ponerse infinidad de ejemplos.
Que podamos descubrir en lo que está ocurriendo signos sobrenaturales, no significa que nos consideremos parte del grupo de los elegidos que testimoniarán la fe en los últimos tiempos.
Estimado W: alguna vez leí que lo contrario al amor no es el odio, sino la indiferencia. Poner a la Fe por debajo de una ferretería o almacén es ningunearla, es ser indiferente. De ahí la gravedad de la cuestión. Es lo de Burke en su artículo, no se puede reducir a la Fe a un espectáculo de cine. La subversión de la jerarquía de bienes es de los últimos tiempos.
EliminarIn Domino!
Al comentario de Wanderer de las 9:49, agrego que estamos quejándonos por un domingo sin misa cuando los kakure kirishitan japoneses, los recusantes ingleses y tantísimos otros pasaron siglos sin poder ir a misa porque los sacerdotes (si los había) y ellos eran boleta.
ResponderEliminarPor ahora esto no es nada de nada. Si al menos sirve para poder contemplar el valor infinito de la Santa Misa... pero dudo que saquemos demasiadas enseñanzas.
Estoy de acuerdo con varios de los comentarios con respecto a que muchos sacerdotes, quizás la mayoría, a diferencia de la jerarquía se están comportando de un modo ejemplar. Pero no son todos. Hay muchos otros -espero que no sea la mayoría- que están asustado y como gazapos en su conejeras.
ResponderEliminarEs verdad que en Italia han muerto mas de sesenta sacerdotes por coronavirus. Pero también han muerto más de cinco mil personas por el mismo virus, y han muerto carteros y policías que se contagiaron porque estaban cumpliendo con su deber.
Y también es verdad que hay conventos con todas las religiosas infectadas, como es verdad que hay geriátricos con todos sus residentes infectados. Y en la actualidad, un convento de monjas o de frailes es bastante parecido a un geriátrico. La cuestión es que las monjas no se infectaron por ser monjas, sino porque alguien llevó el virus al convento.
Quitémonos importancia.
Estimado Wanderer, estimo que no es necesario llegar al insulto o al desprecio para ponderar las posiciones propias. El juicio temerario todavía es pecado. Sea mortal o venial según el caso no deja de ser pecado. No hace falta llamar imbécil a este sacerdote, quizá está haciendo lo mejor que sabe y seguramente en toda su formación ni siquiera le han suscitado la reflexión de lo que significa celebrar versus populum o versus Deum y desde niño ha visto celebrar así, y estoy seguro que sabe del valor de la misa aunque físicamente no asistan fieles, pero considero que en su candidez ha hecho lo mejor que sabe y que simplemente se trata de un gesto de comunión con sus fieles, no busquemos nada más. A mi me parece algo monjil, cándido, e incluso estúpido, pero eso no hace que el que lo realice sea un imbécil. Creo que no tenemos que perder las formas que pueden a ser fondo cuando se trata de caridad cristiana. Perdiendo las formas no reforzamos más nuestros argumentos, todo lo contrario, los hacemos más débiles.
ResponderEliminarSuelo decirle que soy sacerdote neocón por necesidad. Y lo es en el sentido que nací en 1963. Seguramente aún me bautizaron "com il faut", y quizá de niño asistí a la misa celebrada según el rito romano tradicional, pero no tengo recuerdos de esto. El ambiente en el que ser desarrolló mi fe por familia y por amistades era en mi provincia el que entonces calificaban como tradicionales. Con muchísimas dificultades pude vivir la fe así, porque en la mayoría de los ambientes entonces se inclinaban por lo progre. Me costó escuchar la llamada del Señor al sacerdocio, al fin la escuché. La formación que recibí fue en extremo deficiente y no fue la peor ni mucho menos. Pero entonces, con lo recibido, ni me planteaba cosas como lo que significaba celebrar ante el pueblo o hacia Oriente. Es cierto que siempre me resultó enojoso escuchar a los sacerdotes mayores decir que cuando se ordenaron celebraban de culo al pueblo y hacerlo con burla y desprecio, pues entendía que algo que se ha hecho tantos siglos en la Iglesia había que tratarlo como mínimo con respeto. Gracias a las redes fui valorando lo que significa la tradición, especialmente a través de Benedicto XVI y de lo que significó su motu propio sobre la liberación de la liturgia tradicional. A pesar de eso todavía no he podido acudir a ninguna celebración según el llamado ahora rito extraordinario. En mi diócesis sería algo exótico y quizá ahora haya algún fiel disperso que asistiría y que han llegado a la tradición por diversos modos, o han venido de fuera, o a través de testimonio recibidos de fuera, y por las redes, pero no por lo que se vive en la diócesis. Sería difícil una celebración decente del rito extraordinario en mi diócesis, pues el conocimiento de latín es casi nulo, por desgracia. Por eso les ruego que no sean duros en sus juicios, especialmente los personales, porque creo que pueden impedir que haya gente que se acerque a la tradición. A mi lo que más me cuesta es la actitud no sé si llamar fanática o qué de muchos que se llaman tradicionalistas, pero que en muchas cosas, si rascamos viven con una actitud poco tradicional, si es que la tradición la hemos de acercar a los Santos Padres y a los grandes de la Edad Media. Invito a que lean las entradas del P. Iraburu en Infocatólica a cerca de este asunto, creo que no se trata de un peligroso modernista. En el Corazón de Cristo.
Estimado P. Kusi...: Imbécil no es un insulto; es el modo de calificar al que se comporta con poca inteligencia, que es lo que hace este cura celebrando cara a las selfies de sus fieles. Y esta imbecilidad va mucho más allá de ser tradicionalista, neocon o progresista. Es una cuestión de natural.
ResponderEliminarEn cuanto al P. Iraburu... es ese mismo que en épocas de Juan Pablo II alertaba a sus lectores de los "filolefebristas", en referencia a quienes abogaban por la misa tradicional; el mismo que luego del motu proprio se tuvo que tragar todos sus argumentos y el mismo que ahora no sabe qué hacer con Bergoglio como Papa.
En otra situación, estimado Wanderer, me hubiera parecido muy duro su respuesta al P. Kusiwakcha. Son tiempos duros; y más que lo van a ser. Leí a D. Eulogio, en Hispanidad -me parece muy en la línea de Usted-, que: Las profecías, no son para predecir, sino para convertir.
ResponderEliminarMe ha removido la segunda parte de su artículo: "Pero es necesario también mirar hacia dentro...". Y es que Nuestro Señor, hablaba así; por no decir en el A.T..
Recemos, para que el Buen padre Iraburu, se ilumine y nos siga iluminando; al igual que el P. Aberasturi, P. Javier Olivera, y tantos otros... (También a D. PacoPepe, al que le pareció bien el curita de marras, y hasta De Prada -que entre col y col, suele meter lechuga... "prefiero fruta"; como diría Dª Mª Virginia).
Gracias, por mantener la antorcha encendida.
¿Pueden pasarme ese artículo del que hablan, el de Allegri, por favor?
ResponderEliminarSon ya varios los posts y comentarios en que se trata de conspiranoicos a los que expresan su desconfianza a las autoridades, sean nacionales o internacionales.
ResponderEliminar“Pandemia” decretó la OMS, y todos, incluso nosotros acatamos sin chistar en nombre de la sensatez. Pero la OMS, ¿no es acaso la misma que promueve el control de la natalidad, el aborto y la eutanasia en todo el mundo? ¿no es la que, por poner un ejemplo, propone como medida casi única y principal contra el avance del SIDA el uso del preservativo? Y eso, ¿no es combatir el fuego con nafta? ¿Qué confianza podemos tener en la OMS, la ONU y sus ejércitos de cagatintas globales? ¿por qué habrían de querer cuidar el estado de salud de los ancianos o velar por la recuperación de los enfermos quienes no ocultan su intención de matar a mansalva, aunque sea con delantal y barbijo?
Desconfiar de ellos y de quienes los financian, ¿es ser conspiranoico? Si desconfiar de la cuarentena decretada globalmente por estos auténticos genocidas globales y sus compinches es paranoia, permítaseme ser paranoico.
Que tanto las otrora potencias Europeas, como los Chinos, Rusos y Estadounidenses son capaces de cualquier cosa en la guerra por la hegemonía global no hace falta ser paranoico para creerlo. Nos basta remitirnos a lo que hicieron en Irak, hace no mucho, inventando un inexistente arsenal de armas químicas para arrasar un país por entero. Si fueron capaces de eso, o de lo que están haciendo en Siria, como escenario de sus rencillas de poder, imaginémonos de qué serán capaces sus patrones, mucho más malos que ellos, por ejemplo Bill Gates, o George Soros o Jeffrey Sachs.
Es tan avanzado el estado de descomposición que ya no ocultan sus fines, sino que los llaman intereses filantrópicos y los declaran abiertamente a los cuatro vientos. ¿hace falta que me extienda en citas?
Entonces, pretender aplicar el mote de conspiranoia a la constatación del misterio de iniquidad que está operando a plena luz del día, no sé, para mí deja un gusto a mundanidad, y a aire de falsa superioridad, y parece más un modo de no entrar en tema, sea porque no se lo domina o porque no se tiene interés en él. Y si no lo domina ni le interesa, entonces más que descalificar, guarde respetuoso silencio.
Que los conspiranoicos veamos la realidad exterior tal cual es, no significa que seamos negligentes con las realidades interiores. Por otro lado, no tengo duda de que para el mundo, para los "anticristos", es muy importante la supresión virtual de las misas. Si ud. cree que pensar que ese es uno de los fines de la cuarentena es creerse el ombligo del mundo, entonces es porque está pensando un poquito como el mundo.
Sandra, el artículo fue publicado en este blog la semana pasada.
ResponderEliminarWanderer, en Italia las Hermanas de San Camilo administran 5 hospitales, 3 de ellos están afectados a atender enfermos de CO-VID, por lo tanto también están arriesgando su vida como otros tantos. En su caso, es parte de su voto de cuidar a los enfermos aún a costa de su vida, pero esta situación les permite ponerse a prueba y lo hacen con valor, con amor y oración. Las hermanas que hicieron un voto de clausura, deben respetarlo, pero eso no quita su mérito por no estar haciendo algo que a los ojos del mundo sea "productivo". La vida dedicada a la oración, al silencio, a ser invisibles a los ojos del mundo, vale mucho.
ResponderEliminarEl resaltar que dentro de la Iglesia hay muchos haciendo su parte, en la medida de las posibilidades, es simplemente porque en este artículo se resaltan otros ejemplos, que de todos modos coincido en que no podemos juzgar. Sé de sacerdotes que se están espabilando con esta situación y mucho bien está trayendo.
Dios no hace nada ni permite nada que no sea para la salvación de las almas.
Coincido en que es momento de mirar hacia adentro, de hacer un buen examen de conciencia, de escuchar qué es lo que Dios nos pide a cada uno en este momento y dejar de mirar hacia los demás... Por algo Dios nos tiene a todos bastante confinados, ¿eso no nos dice nada?
Recemos por todos, por el triunfo del Inmaculado Corazón de María que, no sabemos cuándo será, pero cada día es uno menos, cada día estamos más cerca.
A Wanderer, no juzgue las intenciones tan a la ligera. No busco protagonismo alguno, más sabiendo que pertenezco a una muy mediocre generación de cristianos. Cuando se dice que ésto no ha pasado antes se refiere a tiempos de paz y sin la prohibición de las autoridades, ni necesidad real de suspender la Misa pública.
ResponderEliminarNo sé cómo se deduce de eso considerarse protagonista de nada.
Estimado, en ningún momento pensé ni quise decir que usted buscara protagonismo. A lo que me refería es que solemos tener, y yo el primero, una tendencia a colocarnos en el centro de la historia y a convencernos de que estamos atravesando momentos proféticos similares a los atravesaron, por ejemplo, los primeros cristianos.
ResponderEliminarY me parece sano tratar de matar enseguida esa tendencia. En primer lugar, por humildad, y en último lugar porque no es cierto. Hasta el momento, nadie nos está persiguiendo por ser cristianos, ni estamos perdiendo nuestras familias o nuestros bienes. Por el momento, estamos mucho mejor de lo que estuvieron tantos hermanos que nos precedieron en el camino de la fe.
Sin dudas es como usted dice Wanderer, al menos lo es si suponemos que no puede estar usando el enemigo un modo o sistema o mecanismo mucho mas sutil que la explicita y directa persecución en modo antiguo o tradicional. Podría ser tipo cheka, o NKVD... pero no, parece que el padre de todo perseguidor de la Fe también sabe cosas por experiencia. Me parece a mi.
EliminarEntonces... yo no se. No estaría tan seguro de que no estemos transitando momentos extraordinarios. Aunque coincido en aquello de que por humildad puede que sea mejor no detenernos demasiado en el asunto.
“Estamos llamados a liderar la caridad de la Iglesia en esta difícil situación que se avecina. Por eso, en mi carácter de presidente de Cáritas diocesana, llamo, exhorto y convoco a todos los voluntarios a ponerse de pie para poder acompañar las necesidades que puedan surgir” (Monseñor Ariel Torrado Mosconi, obispo de Nueve de Julio y presidente de Cáritas diocesana)
ResponderEliminarhttp://www.aica.org/43613-disponen-instalaciones-diocesanas-ante-la-emergencia-por-el-coronavirus.html
Cuarentena Universal "gratuita" segura y obligatoria.
ResponderEliminarCambiar críticas por rezos, la jerarquía eclesiástica es asi, no se ve que cambie, pero hay muchos buenos sacerdotes a pesar de ello...
ResponderEliminarSe ha endurecido con el virus la
ResponderEliminarautoridad de los estados (ejércitos y policias) y debilitado la psiquis de los ciudadanos. "Ojo con nosotros
que uds so vulnerables. Te meto un virus y se van para el otro lado" es el mensaje que manda el poder. Nadie jodió más.
Hay "solo" 2600 millones de personas en cuarentena (se sumò la India). Somos 7.000 millones...
ResponderEliminarEl diablo al menos un objetivo ha logrado con el coronavirus y es sacarnos de la cuaresma para meternos en la cuarentena.
ResponderEliminarDon Wander, dos cosas:
ResponderEliminar1) Que ahora no hay persecución a los cristianos, no es cierto. Vea si no al Estado Islámico en Medio Oriente degollando cristianos a troche y moche. Y a Boko Haram, su largo brazo que opera en Nigeria y otros países africanos donde matan sin piedad a curas, seminaristas y laicos.
¿Y qué me dice de la India, Indonesia, los terroristas en Filipinas y otros países musulmanes?
Y todo eso sin contar a China, donde la persecución a los cristianos no se toma descanso.
Por otra parte, si bien en Occidente no vemos esa persecución cruel, ¿qué me dice de las leyes del aborto, eutanasia, cambio de sexo, educación sexual integral que destruye a nuestoros hijos y nietos, algquiler de vientres, lenguaje inclusivo, ideología de género y un largúisimo etcétera LGTB? ¿Eso no es también persecución a los cristianos?
2) En cuanto a que el cierre de iglesias no es algo que nunca se vio en el mundo porque ya ocurrió muchas veces, creo que tampoco es cierto.
El ejemplo de que en la Batalla de las Ardenas hubo pueblitos donde las iglesias estuvieron cerradas, en realidad fue un hecho excepcional por la guerra, cosa que nada tiene que ver con lo que vemos hoy, donde países enteros de América y Europa cerraron sus iglesias y dejaron sin sacramentos a los fieles. Esto no se vio nunca en la historia, como tampoco nunca hubo una pandemia mundial como esta, porque la peste negra de 1350, tal vez la pandemia anterior más grande, no llegó a América y Oceanía porque aún no habían sido descubiertas.
Ahora estamos ante un hecho único en la historia, los pueblos encerrados en sus casas y las iglesias cerradas. Algo raro está pasando Don Wander, creo que estamos en vísperas de grandes acontecimientos, y no vaya a creer que lo digo porque quiero ser protagonista, no, sólo estoy haciendo un análisis lógico de la situación.
No sé si esto es cosa de los hombres o de Dios, pero aquí hay algo que no cierra, algo raro está flotando en el ambiente...
Estimado Wanderer, creo que me expliqué mal. Por supuesto que estamos mejor que los primeros cristianos o los actuales de Oriente, África o China. No pretendía decir que estemos en vísperas de la parusía o una gran prueba. Precisamente, por eso me parece tan significativa la auto humillación de la Iglesia, cuando nadie la obliga.
ResponderEliminarDa miedo tomarle cariño al hermoso silencio diurno donde solo se escuchan los pajaritos y de noche los grillos y no querer seguir viviendo en la ciudad luego de la cuarentena.
ResponderEliminarLlamativa la necesidad de “que esté todo mal” que abunda por estos lares. Probaron con ser felices?
ResponderEliminarEl Tío del Tío de Macbeth
Estimado Padre Kuchi...,
ResponderEliminarUsted dice: "A pesar de eso todavía no he podido acudir a ninguna celebración según el llamado ahora rito extraordinario. En mi diócesis sería algo exótico y quizá ahora haya algún fiel disperso que asistiría y que han llegado a la tradición por diversos modos, o han venido de fuera, o a través de testimonio recibidos de fuera, y por las redes, pero no por lo que se vive en la diócesis".
Escuche, benemérito Padre, ¿qué excusa tiene para, a esta altura del partido, y teniendo sus manos consagradas, no haber aprendido el vetus ordo, y para no celebrarlo, aunque sea en forma privada? Youtube tiene varios videos enseñando a celebrar la Misa tradicional. Su omisión es inconcebible.
Saludos,
Rodion
Aqui se esta viendo algo que Wanderer publico hace unos meses si no me equivoco, y tiene que ver con que somos cristianos con una gran carga de ideología: la mirada simplista de la realidad.
ResponderEliminarSalvando que esto es un blog y que estamos en la sección de comentarios, no deja de llamativo lo simple de muchos análisis de comentaristas que al decir de Chesterton, quieren meter la cabeza en el sombrero.
Es momento de que gracias al internet y a ciertos hechos inauditos y excepcionales que estamos viviendo, podamos profundizar en la mirada de las cosas, replantear los motes y etiquetas se le ponemos a todo, y aceptar que lo único lineal en la historia es la dirección dada por Cristo hacia su segunda venida, y no la que se nos ocurra a nosotros.
"¡Si somos incapaces de aceptar la muerte de los ancianos, que es la cosa más natural del mundo!"
ResponderEliminarPara cualquier persona de bien, la muerte de sus padres, por ancianos que sean, es un suceso muy doloroso, a veces, el más doloroso de la vida. Creo que todos los hijos que hemos tenido padres buenos desearíamos que fuesen eternos, aunque sabemos que no lo son. Para la inmensa mayoría de las creyentes, los padres son los más grandes instrumentos de la Divina Providencia para con nosotros. Su pérdida siempre es irreparable.
Hermenegildo, totalmente de acuerdo con usted. Pero todo lo que usted dice con razón no invalida que la muerte de los ancianos, incluidos nuestros padres, sea la casa más natural del mundo, aunque sea dolorosa.
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