(A vueltas con Visión religiosa de la crisis actual)
En efecto, se trata de un artículo de Castellani que no tiene desperdicio y que dio lugar a que Tito Mihura expusiera su visión religiosa de la crisis actual y su inteligencia de aquel artículo. En efecto, señala que allí Castellani apunta al tema de
lo que hay que hacer o no hacer, en qué consiste ese “trabajar como si el mundo hubiera de durar siempre” [para agregar a renglón seguido] La dicotomía que pone Castellani es la misma que pone en el “Sermón del Polvo”.
Sin embargo, una atenta lectura de aquel famoso sermón revela que allí la dicotomía está puesta entre “parusíacos” y “anti-parusíacos” (en cuanto a lo que hay que hacer y no hacer, eso está tratado nerviosamente en otro artículo incluido en esta misma edición de Cristo ¿vuelve o no vuelve? y que se llama, precisamente, ¿Qué tenemos que hacer?).
Y no, en mi post anterior y aquí nuevamente, propongo que, a los efectos de esta conversación, demos de mano con la división entre parusíacos y anti-parusíacos (un asunto que Castellani instaló entre nosotros de una vez y para siempre) y que, a estos últimos—los progresistas triunfantes que dominan l’air tu temps—los dejemos momentáneamente de lado: esta es una conversación entre “parusíacos” y los de afuera son de palo; despejado eso, podemos limitarnos al bando de los “parusíacos” y distinguir entre ellos, como lo hace el propio Castellani.
Para máxima claridad, pongámosle nombre a las dos diferentes facciones. De una parte, podríamos designar a una facción con el nombre de los perseverantes, los que Castellani aprueba y que se destacan por su hypomoné (véase mi traducción de un sesudo artículo sobre esta palabrita aquí). Son los que siguen a Cristo, es el bando de los cristianos que siguen a
todos los profetas; como buenos médicos, huelen la muerte, pero siguen medicando.
Siguen medicando. Ahora, claro, el problema no es con esos; en este artículo confronta con el otro bando, con los que aquí llamaremos constantes: son los que caen en el error de los de Tesalónica, y, dice Castellani humorísticamente—porque Castellani siempre trata bien a los del bando equivocado—todo por culpa de San Pablo.
Predicó tan fuerte en Tesalónica acerca del Misterio de Iniquidad, ya en vigencia entonces […] describiéndolo con tan inminentes rasgos, que los tesalonicenses decidieron no trabajar más, dado que el Fin del Mundo se [les] venía encima.
Entonces el impetuoso Tarcense les escribe de nuevo corrigiéndolos: el Fin del Mundo vendrá, según lo atestado por Cristo, pero la hora y el día exacto no lo sabemos; no puede ser ahora de inmediato, pues vemos que todavía se yergue El-Que-Ataja, y, en consecuencia, trabajen todos, y el que no trabaja, que no coma.
(Una idea que recogió Fray Rabieta en uno de sus sermones: Katejeando).
Ahora, volviendo a la andanada de Tito, quien, un poco en broma, supongo, califica como “dogmática” la necesidad de no dogmatizar en materia opinable (in dubiis libertas): el caso es que me trae a la memoria un pasaje de La esfera y la cruz del gran Chesterton; recordarán que MacIan, el católico, y Turnbull, el ateo, quieren batirse a duelo y que no lo consiguen por razón de enemigos comunes que les impiden pelearse. Finalmente logran refugiarse en una cabaña y cuando iban a reiniciar la lid, se oyen tres sonoros golpes en la puerta. El texto del Gordo, no tiene desperdicio:
En el acto Turnbull levantó la vista, contemplando en silencio el ceñudo y largo rostro de MacIan que mantenía la boca firmemente cerrada.
“¿Quién diablos será?”, preguntó, Turnbull.
“Sabe Dios”, dijo el otro, “podría ser Dios.”
Otra vez resonó un golpe de una madera contra la puerta […] Una mirada salvaje cruzó los ojos de MacIan mientras se ponía en pie, un tanto inestablemente, mientras con la mano agarraba una de las espadas. “Comencemos con el duelo de inmediato” gritó, “es el fin del mundo”.
“Exageras, MacIan”, dijo Turnbull, “es sólo alguno con ganas de embromar. Permítame abrir la puerta”.
Y no, tenía razón Turnbull, quien golpeaba no era Dios.
Y no, todavía no era el fin del mundo.
Jack Tollers
Me permito, a fin de proveer una lectura corta pero clarificadora como ninguna, recordar el artículo de Lewis "La última noche del mundo", traído en "El perdón y otros ensayos cristianos".
ResponderEliminarMiss. Bulstrode
Tenían razón ambos, MacIan y Turnbull.
ResponderEliminarEra y no era el fin del mundo.
Castellani lo dice bien en sus conferencias sobre la Parusía (las que están grabadas y subidas a J3WTYUBE).
El primer artículo de Tollers cita a Newman :” Las señales de Su Venida no son tan claras como para dispensarnos de intentar discernirlas, “
ResponderEliminarClaro, y estaba en lo cierto.....era 1835.
Estamos en 2020 , han pasado algunas cositas, y están pasando otras.
Newman diría otra cosa hoy.
Ya decía bastante en los cuatro sermones , pero hoy diría más.
Ahora , en este artículo de J.T, estamos con San Pablo.
San Pablo dijo lo que dijo a los de Tesalonica (2,2) en el siglo I.
Les dijo :”TAN SOLO conque sea quitado de en medio el que ahora le retiene...” ( insisto : tan solo )
De nuevo : Nos diría ahora eso ?
Está el obstáculo ?
Newman y otros dicen que era el orden Romano, y lo prolongaba hasta su siglo con buenos argumentos hasta entonces.
Dos cuestiones :
Realmente era el orden Romano a lo que se refería San Pablo ?...en el siglo I ?
Muchos otros se refieren a otro obstáculo , pero aunque Newman tuviera razón entonces, diría que sigue ese resto de “orden Romano “ ...ahora ?
San Pablo, en la primera , les reconforta, para que no estuvieran tristes respecto de los muertos (1Tes,4,13) en el Señor repitiéndoles lo de I Corintios 15.
Finalmente , San Pablo no les escribió para corregirse porque pensaban que se les venía encima el fin del mundo, sino el día del Señor,
Castellani , errado o no, era milenista , como lo eran los padres de los primeros siglos , de modo , que al citarlo exclusivamente por el “fin del mundo”, no se le cita acertadamente, ni tampoco a San Pablo, que no uso esa expresión sino “Su venida , el día del Señor”
Ya que estamos , Los Ángeles les dijeron a los apóstoles : el les ha sido quitado “ Volverá de la misma manera”,
Nada de “fin del mundo “
Volviendo al texto del artículo :
“ Entonces el impetuoso Tarcense les escribe de nuevo corrigiéndolos: el Fin del Mundo vendrá, según lo atestado por Cristo, pero la hora y el día exacto no lo sabemos; no puede ser ahora de inmediato, pues vemos que todavía se yergue El-Que-Ataja, y, en consecuencia, trabajen todos, y el que no trabaja, que no coma.”
No se encuentra en San Pablo : “El fin del mundo ....”, tampoco en los sermones parusiacos de Cristo.
Imitemos a Cristo , hablemos de su venida, como el lo hizo, que EL no dijo “el día y la hora del fin del mundo solo lo sabe el Padre”
La expresión fin del mundo , confunde, aunque haya fin del mundo.
Con una sola excepción , no está en la Biblia, ni una sola vez.
Sola una sola vez en algunas traducciones (Mt 28, 20), pero en la de Straubinger , NINGUNA VEZ ( dice hasta la consumación del siglo en Mt 28,30)
Finalmente , respecto a :
“ en este artículo confronta con el otro bando, con los que aquí llamaremos constantes: son los que caen en el error de los de Tesalónica, ”
Los de Tesalonica “cayeron en el error” , porque se olvidaron del obstáculo....que estaba en el siglo I, y siguió estando...
Endilgarles ese error a los “ constantes” (feas las etiquetas , los bandos, se puede poner mejor “aquellos que..”) no es adecuado.
Estamos en el siglo XXI, y Cristo, San Pablo, no hablaban al cuete dando las señales de su venida,
Porque según la lógica del artículo , dentro de 1 millón de años debemos evitar caer en error de los Tesalonicenses.
No vaya a ser que estemos en el bando de los “constantes”.
Excelente anónimo!! Muchas gracias. Y además se olvidan que Castellani siempre enseñó que a medida que se acerca el cumplimiento de una profecía, es más clara para ser vista.
EliminarHola, amigos. A raíz de estos artículos sobre la Segunda Venida, se me ocurrió consultar a un amigo doctorado en exégesis en Jerusalén "si Cristo ha de venir de nuevo", a lo cual me responde que NO... que eso creyeron los primeros cristianos al ver el fracaso estrepitoso del Mesías que habría de salvarlos, instaurando el Reino de Dios y su justicia, tan esperado y proclamado por Juan el Bautista. Ante tanta frustración, habrían diferido la salvación para los tiempos futuros, que algunos como San Pablo concibieron inminentes.
ResponderEliminarPor supuesto, habría mucho que decir acerca de esta exposición de tono psicologista. Pero yo insistí con algo más, preguntando: "y cómo, entonces, la Segunda Venida es cosa que rezamos en el Credo?". A lo cual me responde que hay muchas cosas que no son dogmas y que deben ser cambiadas. Lo cual me alarmó aún más, pues mi amigo sostiene que al puro mensaje de Jesús se le han ido adhiriendo cosas a lo largo de los siglos, de las cuales ahora la Iglesia trata de despegarse.
Yo me paso horas y horas polemizando con mi amigo, a quien quiero por considerarlo una buena persona, pero imbuída de todas las doctrinas modernistas... aunque él hace grandes esfuerzos por explicarme su fe tan distinta de la mía, y mucho más de la fe de mis abuelos. Las cosas están evolucionando de un modo fatal: la Virgen ya no es virgen, los milagros no existieron (y mucho menos la resurrección de Lazaro), Jesús nunca esperó una muerte en cruz, la salvación no es obra de la sangre sino del amor, del Padre no procede ningun mal ni castigo sino sólo bien, Jesús no fundó ninguna Iglesia ni instituyó ningun sacerdocio... tampoco resucitó al tercer día sino inmediatamente después de la muerte, aunque en otra dimensión, y su cuerpo se pudrió en una fosa común, de modo que no hubo Ascensión propiamente dicha sino Exaltación o Glorificación, que no es lo mismo... y mucho menos la Virgen está con su cuerpo mortal en el cielo.... pues todas estas cosas deben ser correctamente interpretadas según la exégesis moderna, que es adulta y no ingenua como antes (así dicen ahora).
En los diversos blogs de internet se trata muy poco la cuestión exegética, y me animo a decir que es por falta de conocimiento del tema. Yo he leído bastante, y tengo como válidas muchas de sus conclusiones. Tengo 65 años y no tengo ahora la misma fe que a los 25, pues siempre he tratado de comprender (hasta donde se puede) ese oscuro misterio de la Salvación. Hoy los curas ya ni creen en el pecado de Adán y culpan a San Agustín del desarrollo de esa doctrina. Hoy la Iglesia está revalorizando la Reforma de Lutero y yo, que me escandalizaba antaño del archi-hereje, hoy creo que no estaba tan equivocado. ¿Será que todo es relativo o que profundizamos en el conocimiento y se aplaca la pasion que nubla los ojos ?
Confieso que estuve muy cerca de los lefes hace 40 años, pero mi busqueda actual pasa por otras coordenadas. Arribando a los 70 creo que seré un agnóstico como Borges que dijo: busca por el agrado de buscar, no por el de encontrar. El mundo es tan extraño que hasta la Trinidad es posible. También fui gran lector de Catellani, de Benson, de Chesterton, de Belloc, de Garrigou Lagrange y de Gilson.... pero todo es tan distinto ahora! Confieso, en definitiva, que las cosas no son blancas o negras como pretenden algunos con mirada simplista. La realidad desborda nuestra percepción, que no puede formularse con 24 tesis tomistas y mucho menos con el Denzinger. Hay que aprender a escuchar al otro.... en mi caso, a mi amigo modernista AAV, que tiene fundadas razones a veces. Por lo menos, así lo veo yo.
Los sigo leyendo, pues este blog es muy interesante en muchos aspectos, aunque a veces no tanto...jaja
.
Recemos por su doctorado amigo que tan mal le ha sentado el estudio.
EliminarRezaré por ud para que Dios le dé la gracia de la Fe. La "curiositas" es mala y en vez de luz trae oscuridad.
EliminarLo dela hypomone no tiene desperdicio: para imprimir y leer despacio, con hypomone.
ResponderEliminarAnónimo de 8 de diciembre de 2020, 9:37;
ResponderEliminar¿y qué prueba irrefutable tiene usted -o su amigo modernista AAV- de que el tal Jesús de Galilea realmente haya existido, y que no sea todo una invención de una secta de judíos fanáticos?.
Sobre la Segunda Venida no soy un especialista ni mucho menos, pero me parece interesante la exposición de algunos teóricos como Alberto Villasana y Mauricio Ozaeta, quienes utilizan como herramienta de sus estudios las 70 semanas de años del profeta Daniel, que en realidad son 490 años.
ResponderEliminarEsa profecía arranca desde el regreso de los judíos a Israel -luego del cautiverio en Babilonia- hasta el nacimiento del Mesías, lo que demandó exactamente 69 semanas, o bien 483 años.
Pero de la última semana Daniel no dejó ninguna pista para saber cuándo ocurrirá.
Ese es el dilema mayor, porque la semana 70 son los siete años del Anticristo divididos en dos partes de tres años y medio cada una, y que precederá a la Segunda Venida de Cristo.
Hablando sobre la restauración de Israel, el profeta Ezequiel dijo que en los últimos días Yave volverá a reunir en Jerusalén a los judíos dispersos por el mundo, por lo cual Villasana y Ozaeta creen que eso se refiere a la refundación del Estado de Israel, cuya independencia se declaró el 14 de mayo de 1948.
Lo dicho concidiría con la profecía cumplida de Jesús cuando dijo que los judíos "...serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será hollada por los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de las naciones" (Lucas 21:24).
Está claro que esa profrecía se cumplió en la Guerra de los Seis Días de 1967 cuando los judíos se apoderaron de la parte oriental de Jerusalén -Cisjordania- que hasta entonces había estado en poder de Jordania, con lo cual toda Jerusalén volvió a poder de los judíos después de la destrucción de la ciudad a manos del General Tito en el año 70 y la diáspora de los judíos que le siguió.
Y si Cristo dijo que cuando los judíos vuelvan a tomar el control de toda la ciudad se habrá cumplido "el tiempo de las naciones", parece decir que desde 1967 estamos jugando tiempo de descuento hasta que lo veamos venir entre las nubes del cielo.
Si esa Segunda Venida está atada a la entrada en escena del Anticristo, para fijar la semana 70 de Daniel los investigadores se apoyan en otra profecía de Cristo, cuando dijo "...no pasará esta generación hasta que todo esto suceda" (Lucas 21:32).
Y como según el Salmo 90 para los judíos una generación dura entre 70 y 80 años, si al regreso de los judíos a la tierra prometida en 1948 le sumamos 70 años nos da 2018, y si le sumamos 80 nos da 2028, plazo máximo para la Segunda Venida.
Si ese razonamiento fuera correcto, el Anticristo tendría que aparecer el año que viene, 2021, para que la semana 70 de Daniel termine en 2028.
Si todo esto fuera cierto, lo más probable es que Francisco también sea el Falso Profeta que pondrá la alfombra roja para recibir al Anticristo que vendrá como un hombre de paz a salvar lo que queda de este mundo, después de una gran guerra mundial o algo parecido.
Todo puede ser, o no, pero que señales hay por todos lados, las hay, igual que las brujas, sabemos que no existen, pero que las hay, las hay...
Anónimo de las 9:37
ResponderEliminarSu amigo es un hereje o simplemente un "historiador" ateo, si lo que dijera su amigo fuera verdad, usted estaría perdiendo el tiempo, Jesús habría sido tan sólo un pensador interesante de la antiguedad clásica como Diógenes, y no mucho más que eso.
Lo que sí es verdad es que sabemos muy poco sobre lo que ocurre después de nuestra muerte, de lo que ocurre después del juicio final, y de lo que ocurre entre nuestra muerte y el juicio, por lo menos para los que no se salven como el criminal crucificado al que Cristo le dijo que esa misma noche iba a estar en el paraíso.
Por ejémplo, el ritual de exequias cisterciense menciona al seno de Abraham, como en la parábola del Rico y Lázaro
"Dígnate colocarlo en el seno de tus patriarcas Abrahán, Isaac y Jacob"
Don Wander: sin duda, esta referencia la Segunda venida del Señor, es la clave para entender la vida cristiana, porque no deja de estar estrechamente ligada al último fin de toda existencia humana. Pues, en el ejercicio de esta espera activa de la Venida del Señor, se ponen a severa prueba todas las virtudes cristianas. Y aquí está el regalo que, generosamente, nos trae hoy don Wander, y, que le agradezco de todo corazón, esto es, la vinculación de la espera del regreso de Jesús con el ejercicio de esa preciosa virtud, muy cara a toda la tradición de la Iglesia, que se designa bajo el noble nombre de hypomoné, que denota la conjunción de la virtud de la paciencia con las virtudes de la humildad y de la firmeza y fortaleza en la fe. Por cierto, en los aciagos días de indiferencia y abandono de Dios por parte del hombre, se trata de una virtud muy difícil de alcanzar, cuando no, imposible se si se la procurase alcanzar sólo con el débil apoyo de nuestras propias fuerzas. Por ello creo que el único modo de alcanzarla, es apelando, sin dilación, a la exclusiva vía de la gracia santificante, porque implica la misma presencia de Dios en nuestras almas, que Dios no dejará de brindarnos en abundancia, si se la pedimos, insistentemente, y con temor y temblor. Porque, sólo fijando nuestra mirada en los misericordiosos ojos del Crucificado, podremos hallar las luces y fuerzas para responder, con alguna esperanza de victoria, al misterioso y duro desafío del fin de los tiempos. Es lo que Dios nos pide y espera de nosotros. ¡Alabado sea Jesucristo!
ResponderEliminarCon respeto, si hay segunda venida, hay venida del Mesías para Israel como primera como dice Maimonides, por eso el Mesías ya vino, sino es admitir que Jesús no era el Mesías. Jesús ya vino y está Glorificado, y su enseñanza está vigente. Además donde ponen los mil años terrestres del Apocalipsis? Por algo fue el último libro del Canon y bastante Objetado que ha traído bastantes dolores de Cabeza a la predica del Evangelio, cosa que mando el Señor y no, no trabajar. Marcelo S.
ResponderEliminarDe Fuenteovejuna:
ResponderEliminar“Todo puede ser, o no, pero que señales hay por todos lados, las hay, igual que las brujas, sabemos que no existen, pero que las hay, las hay...”
Si, señales a patadas, tal cual !
Ojo , qué hay quienes dicen que no se pueden hacer estas especulaciones temporales (para que nos habrán dado señales Daniel , Cristo, San Pablo, etc, etc ?), ja !
Lo de los 70/80 años desde 1948 , en fin, parece un poco forzado pero podría ser.
Pero creo que no hay que obsesionarse con la “aparición” de Anticristo, no vaya a ser que San Agustín y Lacunza hayan acertado con el anticristo genérico.....ya aparecido, al que Bergoglio de 84 pirulos le viene haciendo la propaganda desde el principio.
La división de 7 años en dos es la difícil de ver.
La profanacion de la Basílica de San Pedro -precedida por las festicholas de drogadictos y sodomitas, en el departamento de Cocopalmiero,
El que ocupó el cardenal Ratzinger cuando era prefecto para la congregación de la Fe- con el ídolo de la Pachamama por parte de Bergoglio no es moco de pavo.
Desde entonces , se suprimieron Misas URBI et ORBI, no hubo Pascua , no va a haber casi Navidad.
Es tan Bueno Bergoglio con “los católicos”, que nos cuida del virus como la OMS y Bill Gates.
Es tan Bueno que ha dicho que los sacerdotes que se oponen tienen un comportamiento “adolescente “
Entonces , la segunda parte , los últimos tres años y medio...quizás, digo, quizás, hayan empezado hace 1 año.
La visión de Don Bosco también es útil.
Para el desconcertado anónimo de hs. 09:47. Entiendo su estado espiritual porque usted ha caído en manos del santiagueño, que tiene más de Dan Brown que de exegeta. Lo conozco de gajo y se cuáles son sus coordenadas y sus intereses intelectuales y vitales. No lo veo haciendo exégesis. Además le aclaro que no hizo su doctorado en Jerusalén, que es hueso duro. Hizo el grado de licenciatura. Después completó un doctorado en teología bíblica en una universidad española (teología bíblica no es lo mismo que amacarse con la exégesis, como lo hicimos en el Biblicum de Roma. Resumiendo, busque para su espíritu aguas frescas, aguas de Vida.
ResponderEliminarP. D. de mi parte, habiendo hecho la misma licenciatura en Jerusalén y habiendo sí terminado el doctorado en el Biblicum de Roma, le digo tres cosas. a) No veo razones para sostener la tesis a la que adhiere el padre Castellani, al menos sólidamente. b) El tono general y la mayor parte de las cosas que le dice el santiagueño son excesos irresponsables. c) Para temas serios cambie de conversador.
AJF
La segunda venida es la única esperanza de la humanidad como colectivo. Individualmente no, porque uno se puede morir antes de que ocurra perfectamente, pero el cuerpo místico de Jesús tiene que morir y resucitar, que eso es lo que ocurre con la segunda venida. Y morir ya está muriendo...
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