domingo, 27 de febrero de 2011

Borrachera


Mientras trato de conseguir el libro recién aparecido de Roberto De Mattei, Concilio Vaticano II. Una storia mai scritta, me puse a leer, y releer en algunos casos, los cuatro tomos de José Luis Martín Descalzo Un periodista en el Concilio, que tienen la virtud de narrar periodísticamente y sin tapujos por la inmediatez de los hechos, lo que iba sucediendo durante ese funesto acontecimiento de la Iglesia.

Aquí comento algunas conclusiones, todas ellas discutibles por cierto, pero ese es el objetivo del blog:

1. El autor del libro es toda una revelación. José Luis Martín Descalzo fue un cura español, de pluma fácil y agradable. Siendo adolescente leí uno de sus primeros libros, que encontré en la insondable biblioteca de mi abuelo, junto a las obras completas de Theilard de Chardin, titulado Un cura se confiesa. Es un buen libro, y cuenta las impresiones del autor mientras era seminarista. Pensamiento clásico de cualquier católico español de los años ´50. Apenas cuatro o cinco años después, el P. Descalzo prácticamente reniega de muchas de las cosas afirmadas en ese librito de juventud embotado como está con las novedades del Concilio. Más allá de que el cura haya sido medio corto de entendederas, lo cual es fácil de comprobar, es una buena muestra de la borrachera del momento. Algún lector español del blog quizás pueda ilustrarnos un poco más sobre el P. Martín Descalzo (no confundir con el homónimo argentino).

2. Los cardenales que más daño hicieron fueron: Frings (alemán), Leger (canadiense), Alfrink (holandés), Doepfner (alemán), Koenig (austríaco), Meyer (estadounidense), Suenens (belga), Silva Henríquez (chileno), Lercaro (italiano) y otros. Exceptuando los dos primeros, el resto fueron creados cardenales por el Juan XXIII.

3. No hay duda que algo había que hacer. La cosa venía mal y era necesario repensar muchos aspectos de la Iglesia. Había que salir de la Iglesia de la Contrareforma –como se decía en los ambientes conciliares-, dejar de ser una iglesia anti-protestante y volver a ser la Iglesia de Cristo. Por ejemplo, el Santo Oficio debía dejar de ser la oficina de persecución y de sospecha universal tal como era desde hacía siglos y, necesariamente, el cardenal Ottaviani debía ser alejado del puesto de prefecto, por más simpático que nos caiga el gordo transteverino debido a su supuesta autoría del “Examen crítico al Novis Ordo” (Es sabido que Ottaviani es autor sólo de la carta de presentación de ese librito escrito por Guérard de Lauriers, y si su nombre apareció juntos al del cardenal Bacci fue por una “operación” que los tradicionalistas realizaron a través de la princesa Pallavicini, como bien lo afirmó el mismo damnificado en la explicación que se vio obligado a publicar). Pero fue insensato acometer tamaña reforma llamando a un concilio de 2500 obispos. Como algunos dicen, en los ´50 existían importantes focos de incendio desperdigados en algunos países europeos y en Estados Unidos. El Concilio los junto todos en Roma y, entonces, el incendio fue incontrolable. Fue un catastrófico error de cálculo y de oportunidad política. Un error, en definitiva, imperdonable para quien tiene la responsabilidad de gobierno.

4. ¿Qué pensar de Juan XXIII? Era un buen hombre; quizás un santito; hasta me animaría decir que bastante tradicional, pero pasmosamente ingenuo, es decir, limitado. Una persona que debería haber continuado su función de visitador apostólico de los búlgaros o de obispo de alguna diócesis rural italiana, pero nunca papa. La jugarreta de la Secretaría de Estado al nombrarlo nuncio en París terminó vistiéndolo de blanco. Como dice un amigo, el Pastor et nauta de Malaquías, de tan gordo que era, terminó hundiendo a la góndola de la Iglesia.

5. Resulta francamente difícil de creer el ambiente de optimismo que se vivía. Copio algunos párrafos del P. Martín Descalzo escritos durante la tercera sesión del Concilio (1964):

“Juan XXIII dijo que el Concilio sería una nueva primavera de la Iglesia. Pues bien: aquí tenemos ya la primera golondrina: la reforma litúrgica. Tras ella vendrán los almendros florecidos del esquema ecuménico, los frutos de la colegialidad y tal vez de la unidad de los cristianos. Buen verano se le acerca a la Iglesia,…”.

“Contamos ya con una innegable realidad: el movimiento ecuménico no se detendrá ya nunca, día a día, semana a semana, el clima gira, cambia. Y cambia en Roma, en Constantinopla, en Londres, en todos los rincones del planeta”.

¿Es posible pensar que gente grande y formada en teología pudiera tener esta actitud tan estúpida e insensata? ¿Cómo podían estar tan seguros que el ventarrón de cambio que corría era el Espíritu Santo y no algún otro spiritus? Más que las rendijas, le habían abierto las puertas de par en par sin preguntarle siquiera el nombre.

6. La mayoría estaba convencida de que el cambio que se avecinaba era un cambio radical. Era una nueva forma de ser cristianos. Es decir, eran conscientes de la brutalidad del cambio, y lo aceptaron, y era motivo de gozo Escribe Martín Descalzo:

“Y me parece ver a la Iglesia como una colegiala o como una niña de primera comunión aprendiendo sus lecciones del nuevo catecismo, del nuevo modo de ser cristiano hoy”.

“¿Cómo es posible que las ideas estén progresando a este ritmo casi vertiginoso en el rapidísimo curso de dos años? El clima ha cambiado: de la contrareforma hemos pasado al diálogo; del racionalismo de texto escolar hemos ido a un mundo vital y personalista”. El problema, don José Luis, es que, efectivamente, abandonaron ese mundo estático y cristalizado pero se arrojaron a otro gelatinoso y sin substento.

“Si algunos de los temas que se tratan no llegan a estar a punto para el Vaticano II, lo estarán para el Vaticano III. Y lo proclamarán 3000 obispos que aún no han nacido”. Me recuerda a la decisión de los papas post-vaticano de llamarse Juan Pablo…

7. Estaban todos convencidos de que la unidad con los “hermanos separados” sería cuestión de muy pocos años y que ellos, prácticamente, eran lo mismo que nosotros: daba lo mismo ser luterano que católico. Luego de la votación sobre el ecumenismo, escribe: “¿Qué sacerdote se hubiera atrevido a afirmar todo esto en un púlpito hace un par de años? Hoy era aprobado por 2051 votos contra 57”.

8. Afirmaba un sacerdote francés: “Nos extrañamos de que haya tan pocos asistentes a las misas de los domingos. Más bien habría que admirarse de que vengan tantos cuando la inmensa mayoría no entiende latín”. Pobre ilusos.

9. Una perlita. Ya en esa época había que desconfiar de la sensatez de la teología polaca. Dijo el cardenal Wyszynski en una de las sesiones: “Los obispos polacos hemos pedido al Papa la definición dogmática de la maternidad de María sobre todos los católicos”.

10. Otra perlita: Desde aquí podrán bajar la significativa carta pastoral que escribiera a sus feligreses milaneses el cardenal Montini a inicios del Concilio y las insensatas expectativas que se habían puesto en ese acontecimiento.

11. Otra perlita más: En este vínculo podrán acceder a una serie de ocho videos de Youtube sobre el tema. Se trata de una muy buena y completa documental de la Rai Tre con filmaciones de época.

12. Y la última perlita de hoy: un lector me manda este vínculo para bajar un libro más que interesante: la "Guía del Antiguo y el Nuevo Testamento", escrita por Eugenio Zolli, el rabino de Roma convertido a la Iglesia católica en tiempos de Pío XII.

54 comentarios:

  1. Detalle:

    Minuto 2:47 a 2:53 del capítulo 1/8sobre el Concilio Vaticano II.

    Entrada de Pío XII y puesta de rodillas de San Josemaría y grupo de numerarios.

    ResponderEliminar
  2. Segundo Detalle

    Minuto 1:29 del 2/8.

    Habla Raimundo Panikker, sacerdote del Opus Dei expulsado por Escrivá del Opus Dei (envidia de Escrivá, pues Panikker era un cerebro superior a todos y su personalidad hacía que la "gente fuera hacia él, no hacia la Obra") hablando sobre las relaciones entre las religiones. Sobre Panikker puede verse algo bastante completo en

    http://www.filosofia.org/ave/001/a067.htm

    Perteneció a la segunda camada de sacerdotes ordenados en el Opus Dei. Camada que no se recuerda internamente en el Opus Dei por la presencia de este sacerdotes dimitido.

    En una de las mas mayores canalladas de Escrivá se cuenta que fue a pedirle a Pablo VI la reducción al estado laical de Panikker por sus herejías e indisciplina, a lo que el Papa le respondió que los problema de Panikker eran con el Opus Dei no con la Iglesia, la que lo tenía en estima por sus investigaciones en las relaciones entre las religiones.

    ResponderEliminar
  3. Si quiere otra perlita se aconsejo que lea las declaraciones del unico perito conciliar de la Orden Carmelita de la Antigua Observancia, me parece que era el Prior General (el P. Xiberta que partcipo en la preparacion ya estaba muy enfermo). Muy inocente y trasparente cuenta como muchas cosas que el concilio aprobo pocos anos antes todos (la mayoria) las consideraban de dudosa ortodoxia (el olviido del latin en la liturgia, la libertad religiosa...). El mismo parece el primer asombrado. Pero el pobre se conformaba, dando a entender que seguramente era el quien se equivocaba.

    ResponderEliminar
  4. Don W. saliendo un poco de tema ,pero en realidad es el mismo, no leyó la homilía del nuncio Adriano Bernardini en la apertura de la asamblea de la OMP,la publico aica y la leí en un blog amigo , saludos indec ledíhttp://wwwcaballerosdemaria.blogspot.com/2011/02/homilia-del-nuncio-apotolico-mons.htmla 22 de Febrero,

    ResponderEliminar
  5. Le interesa el libro de De Mattei?, yo se lo puedo conseguir... y con dedicatoria del autor, si quiere.
    Bruno de Roma

    ResponderEliminar
  6. Una cosa pequeña:

    a mi me pareció más peligroso el optimismo del inmediato post-Concilio que el del Concilio mismo, como ud muy bien apunta en el nº 5.

    Andrea

    ResponderEliminar
  7. La Iglesia había sido preparada para este gran golpe, a base de autoritarismo vacío y cruel, como el ejercido sobre algunos santos varones como Castellani, J. Verdaguer o Rosmini. Los que van puestos solamente como ejemplo de una auténtica política de "domesticación". Para este ejercicio ejemplar de una (mala) autoridad, fue necesario crear una mentalidad maniquea dentro de la propia estructura de la Iglesia, tarea cumplidamente llevada a cabo desde por lo menos, mediados del siglo XIX. La abdicación de León XIII, el ralliement, frente a las prepotencias masónicas preparó los ánimos relativistas que la energía de su Santo sucesor ya no pudo contener.
    Cuando se dió el Gran Golpe, casi toda la Iglesia militante estaba anestesiada para cualquier desbarre de la autoridad a base de relativismo moral y "papolatría", esa exacerbación para badulaques del principio del Primado Petrino y de la inerrancia del Papa, y compaginada con la muy bien urdida campaña de desprestigio contra los antiguos guardianes, como el propio Pío XII, cuyas grandes encíclicas fueron expresamente contradichas -en algunos casos, al pie de la letra- por los textos conciliares. O contra los cardenales Merry del Val y Ottaviani, acusados de "pasados de moda" o de "obstáculos" a cualquier tilinguera pretensión de ocasión.
    Se llegó, incluso, a contradecir en los hechos el Concilio Vaticano Iº, por que al hacerse fuerza a favor de un nuevo Concilio universal, quedaba de facto abandonada la eficacia práctica de la infalibilidad del Papa y la consiguiente innecesidad de un Conclio, por lo cual muy coherentemente Juan XXIII abandonó prácticamente del todo el ejercicio de gobierno, especialmente en lo judicial, de la Iglesia. Amargo llanto le costaría... (sigue)

    ResponderEliminar
  8. (continuación)
    No; si se consultan autores semi-progresistas o medio modernistas de la entreguerra, como el propio Guardini o Maritain (sin ninguna mengua del altísimo valor que tiene este último en la restauración de la Metafísica) o inclusive los más inocentes, como Odo Cassel, se comprenderá que el Concilio y sus efectos fue un hechizo cuidadosamente preparado por las mentalidades más progresistas que subsistieron a la batalla dada por San Pío X.
    Por su lado, las dos guerras "ablandaron" las conciencias lo suyo, y las llenaron del hastío por lo presente y de ilusiones mundanas muy poco probables; ese mundo devastado parecía, además, acusar a la Iglesia: «No has sido fiel a tu misión: mirá en qué estado catastrófico se encuentra la humanidad», aunque fuera de toda evidencia que las dos guerras se produjeron por desoir a la Iglesia. Y no es por eso casual que los principales "reformistas" y "contestatarios" (como los llamaría el Papa que clausuró el Concilio) fueran todos provenientes de los países involucrados en la última guerra.
    Le reitero: El concilio Vaticano II no fue una sorpresa real, en el sentido de imprevisible, sino un golpe sutil y trabajosamente preparado con muchísima antelación, y cuidadosamente supervisado y ejecutado; aún, le concedo, aprovechando algunas necesidades reales de la Iglesia. No por nada los papas anteriores a Juan XXIII creyeron su deber jamás reabrir el nunca clausurado Concilio Vaticano Iº.
    Pero el triunfo del espíritu mundano de reforma, de "cambio", y el empeño en poner todas las esperanzas en la obra de los hombres -los "padres" conciliares y los "peritos", de cuyas mentes saldrían las supernovas esperadas, al modo infantil en que el cine yanki trata sobre las "reuniones de genios"- y no en Dios N. S., indican ya a las claras quién fué su principal artífice, y con cuanta soberbia se precipitó la caída.
    Ese mismo autor, cuyo humo percibiera Paulo VI pocos años después al pretender salir a recoger las flores nacidas al amparo de una anhelada primavera que era hórrido invierno...
    Esa misma soberbia estúpida o hipócrita que hoy, en medio del voraz incendio que cosume y seca la Iglesia y de la tremenda caída de las estrellas del cielo, sigue proclamando la excelencia de unos "frutos" en los cuales ya nadie cree. Y de los cuales nadie se aprovecha.
    Uno de la pandilla de Don Gato

    ResponderEliminar
  9. Ludovicus dijo,

    Lo que pasa es que en medio de una epidemia a nadie se le ocurre juntar en una sala a dos mil quinientas personas, para peor con expresa prohibición de hablar de la epidemia. Y no estoy hablando del comunismo.

    Pasó lo más obvio: se les coló el espíritu del siglo o de la década, el de "abajo de los pavimentos hay pasto" y el del "seamos realistas, exijamos lo imposible". Los muchachos que puteaban a De Gaulle (¿votarías a tu abuelo para Presidente?) sin conocer a San Luis.

    ¿Y el Espíritu Santo? Bueno, no es un deus ex machina, esto no es magia: si convoco un Concilio al cuete, no fijo objetivos claros, no pretendo definir dogmas ni condenar errores, ni siquiera reformar en serio los establos de Augías de cuatrocientos años de Contrarreforma, ¿qué pretendo? ¿que baje el Espíritu Santo a decirme qué hacer? ¿Tirarme desde el pináculo del Templo para que vengan los ángeles y me lleven en brazos? No tentaras al Señor tu Dios.

    ResponderEliminar
  10. Ludovicus dijo,

    Y hay un pasaje evangélico que siempre me chocó (el Evangelio es así, lo que más te choca es lo que a la larga más te ilumina): cuando dos hermanos van a verlo al Señor para que soluciones un problema sucesorio. Y El, la Justicia Eterna, al que no le hubiera costado nada dar sentencia justísima, contesta "¿Quién me ha constituído juez entre vosotros?"

    Una lección magistral para los que pretenden meterse en el lío y que después Dios te saque las papas del fuego.

    ResponderEliminar
  11. Para anonimo de 8:20

    Ud da como si el Padre Castellani , fuera una victima del concilio .

    Pero el P. Castellani fue “ castigado “ en 1949 , mucho tiempo antes del concilio , el Papa era Pio XII ,…… y fue “ rehabilitado “ en 1966 por Pablo VI , Papa post conciliar ( para no decir progre ).

    Necesitó que alguien aclare el panorama sobre el Padre Castellani ……. . Gracias .

    ResponderEliminar
  12. Wanderer le recomiendo un artículo que el Card.Ratzinger escribió en 1995 en un congreso sobre Pablo VI en el que habla de optimismo pre-conciliar y la realidad post-conciliar.
    Por otra parte, creo que hay que tener cuidado con una lectura exageradamente histórica (o historicista). Por ese lado Calcedonia fue solo un intento de arreglo entre partes opuestas para lograr la paz en el Imperio y los dogmas cristológicos son todos una aporía.

    ResponderEliminar
  13. A veces leyendo a los críticos del Concilio Vaticano II pareciera que antes de 1962 la Iglesia vivía una época de esplendor. Me parece que habia tierra fértil para que crezcan los desastres postconciliares, de lo contrario hubieran muerto inmediatamente. Pero no. Existía una enfermedad, según diría el P. Castellani la misma enfermedad de siempre: el fariseísmo. Que a esta enfermedad se le dió como remedio el veneno modernista, estamos de acuerdo. Fue peor el remedio que la enfermedad. Pero había una enfermedad. No me creo la leyenda rosa preconciliar.

    El descreído

    ResponderEliminar
  14. Descreído: Abundando en lo que Ud. dice, viene al caso la famosa expresión de Bouyer: "La liturgia, ante del concilio, era un cadáver momificado; después del concilio, fue ese mismo cadáver en estado de putrefacción".

    ResponderEliminar
  15. Que caripelas las de la foto!

    ResponderEliminar
  16. SP5, la niña bonita2 de marzo de 2011, 17:52

    Eso es chamullo de Bouyer.
    La liturgia anterior al Concilio, en tanto que tradicional, se mantuvo secular y serenamente inmodificada salvo en pequeños detalles.
    El mismo concepto de tradición no tolera el cambio abrupto y tiende a preservar la sabiduría y legado milenarios (esto no es conservadurismo, es tradición).

    Para ver detalles de la niña que apenas han ido cambiándola desde sus primeros días, ver aquí:

    http://www.taunusclubargentina.com.ar

    ResponderEliminar
  17. Estimado Wanderer: cito al P. Castellani en el año 1963: "Se ha acabado la Contrarreforma, las órdenes religiosas excelsas que ella suscitó parecen no tener ya razón especial de ser, la modalidad barroca del cristianismo del Seiscientos conserva sólo sus partes caducas, que no son sino estorbos, habiéndose desgastado su contenido positivo; ... No se trata de renegar de la herencia española; al contrario, se trata de salvar o reencontrar lo que ella tenía de positivo, expeliendo la parte muerta que ahora la abruma. Y para salvarla, no se trata de saltar hacia adelante, como ese actual progresismo o liberalismo clerical -al cual intentan adscribir incluso al actual Pontífice- sino más bien retroceder a las fuentes sin abandonar los elementos temporales de la realidad histórica moderna -no modernista- que es lo que parece estar propugnando el anciano cardenal Ottaviani" (sigue)
    Hernandarias

    ResponderEliminar
  18. (Continúa)
    "En suma, hay que crear o por lo menos fundar, como insistentemente reclama Disandro. No hay que obstinarse en guardar, conservar o defender "la sacralidad de nuestras gloriosas instituciones triunfantes en la última prodigiosas jornada cívica" ... Esos son montones de ripios, montañas de escombros y bandadas de fantasmas verbales. Que los muertos entierren a sus muertos".
    Hasta ahí la cita.

    Hernandarias.

    ResponderEliminar
  19. Wanderer, qué querés que te diga. Prefiero los chamullos de Bouyer a las explicaciones de la Niña Bonita.
    El pibe feo.

    ResponderEliminar
  20. SP5, no quema aceite3 de marzo de 2011, 7:51

    Sí, Hernandarias; pero hago notar una diferencia en este punto entre Disandro y Castellani:

    Disandro consideró al barroco mal parido, de entrada.
    Castellani no. Él aceptaba "la modalidad barroca del cristianismo del Seiscientos", al menos para el Seiscientos. Nunca renegó de su jesuitismo.

    Este tema lo desarrolló Disandro en varios libros, fundamentalmente en la Argentina Bolcheviche, donde dice que ya la Conquista fue mal parida. Y si bien luego de esta obra se le tiraron encima los hispanófilos, por lo que en su bellísma obra posterior (Tres Poetas Españoles) sigue con las críticas al barroco pero agrega un Prólogo para Hispanistas (o Epílogo, no recuerdo ahora) donde reivindica lo bueno y pide que se tire lo malo, no convence. No se desdice.

    En cambio, Castellani, le hubiese hecho un monumento a la gesta en América contada al estilo Vicente Sierra.

    Al margen y para una tesis doctoral que aun no existe: siempre me llamó la atención la relación entre el barroco y lo bolchevique, entre lo desespiritualizante y el materialismo (comunista o capitalista), entre la Ciudad de Dios y el piso moderno, del resultado actual de nuestras patrias y la Conquista. Como si no se le pudiese achacar a Hernandarias (el otro) ni a Carlos V el liberalismo de los últimos 200 años, pero sí la siembra de la semilla.
    No afirmo nada, solo digo que amerita una tesis hecha por gente seria, no por mí, que soy piloto de pruebas y doble de riesgo.

    ResponderEliminar
  21. Nuevo gobierno de Sancho, Parte I.

    -Pregunté por teléfono a la Catedral a qué hora empezaba la misa. Me dijeron a las veintitrés. A las veintitrés comenzaban ¡los oficios! -dijo el Gobernador con rabia-. A las veinticuatro no habían acabao las litanías . Yo dije: Si este chico puede aguantar, yo tamién puedo aguantar. Pero el chico estaba sentao y yo plante seco.
    -¿No estaba el sitial para el Gobernador? -objetó el Capellán.
    -Me fui de civil para oservar a mi fiel populacho. Estaba la iglesia llena. Cada momento pasaba una vieja gorda a los pechazos, que no se sabía hacia padonde iba; tengo el costao todo entumido y una me reventó un callo. Yo estaba de plante con un pie torcido metido en un hoyo. A las dos horas comenzó la misa. Yo dije: si ya aguanté hasta ahora, puedo aguantar hasta la Comunión, que estoy en ayuna. Era misa cantada. Cantaron el quierelección , cantaron el gloria ensalvasti dedo , cantaron el Evangelio, y entonces se da vuelta el cura, que yo lo conozco, un galleguito que cuando comienza a hablar no para, y dijo: «Amadoss hermanoss; la ssecuenzia de la missa, dize...» y yo dije: «Pa tu agüela...» y salí a los piques, que no sé cómo salí; me hice en mi casa una buena taza de camomila, me hizo mal, me marié, y no he dormido un cuerno.

    ResponderEliminar
  22. Nuevo Gobierno de Sancho, Parte II.

    Rieron los Cortesanos de la imitación que hizo Sancho del sermón gallego, y el Capellán dijo: «No les permito...».
    -Ni todos los curas del mundo -prosiguió Sancho- me van a agarrar en otra, si no es el Santo Padre de Roma, que hace poco me mandó la orden de Caballero Mayor de San Simón el Simple, que andamos con él de tú a tú y como chanchos en el barrio ... Yo no he nacido para ver ceremonias, que no me hacen ningún efeuto , como tampoco a mi fiel populacho; yo he nacido para inventar ceremonias, que para eso Dios me dio inventiva. La comunión de codos, sudores y olores con el fiel pueblo de Cristo ya no es para mí, porque tengo sesenta años y no estoy obligado al ayuno.
    -Lo que pasa es que su Vuecencia desde que comenzó a estudiar inglés se ha vuelto medio protestante. Dios lo libre y guarde, por más Gobernador que sea, de inventar ceremonias nuevas que no estén en el ritual. Ésa es la cosa más descomulgada que se puede hacer.
    -¿Y para qué sirven las viejas?
    -No blasfememos -dijo el Capellán General-. Por si no lo sabe, que debía saberlo, sirven para imprimir en la memoria de los fieles los misterios de la Pasión de Cristo.
    -Mi populacho fiel no conoce esos misterios -dijo Sancho-, no entiende los latines, no alcanza a oírlos tan siquiera, se aburre, se cansa los pies, se ríe viendo al sacristán que se le prendió fuego toda la caña y no la podía apagar, se irrita, piensa en cosas malas, y se vuelve a su casa a las dos de la mañana.
    -Habiendo cumplido con la Iglesia.

    ResponderEliminar
  23. Off topic: vean esto, que es muy interesante ejemplo de la posición llamada acá "neocon".

    Y retoma argumentos de varios comentaristas.

    Juancho.

    ResponderEliminar
  24. el link es

    http://religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=14141

    Juancho

    ResponderEliminar
  25. El Nuevo Gobierno de Sancho, Parte III

    -La religión se está perdiendo en mis reinos -dijo Sancho-. Cuando yo recuerdo lo que hacíamos en Argamasilla de la Mancha, mi pueblo...

    -Por lo menos han hecho penitencia -dijo el otro.

    -¿Más penitencia? ¡Prohíbo terminante más penitencia para mi plebe fiel! ¿No tiene bastante con esta usteridá que han inventado ¡ay! mis Ministros de Economía, Ahorro, y Desarrollo Financiero Integral?

    -Por lo menos se vuelven en paz habiendo cumplido con la Iglesia.

    -¿Y usté sabe cuántos se vuelven puteando hasta al Santísimo Sacramento?

    -¡Jesús! -clamó el Clérigo-. ¿Sería Vuesencia capaz?

    -¡Hasta yo mismo estuve a un pelo -dijo Sancho con descaro- y me costó Dios y ayuda!

    -En mi vida he visto un mal ejemplo más escandaloso y puerco que hoy -dijo el Capellán rasgándose las vestiduras, pero consiguiendo solamente desabrocharse la sotana-. ¡Un Gobernador cristiano de comunión semanal rebelándose contra la autoridad de la Santa Madre Iglesia!

    -Yo no me rebelo nada -dijo Sancho-; digo así no más por decir, lo que dicen todos para que usté lo sepa. Se está perdiendo la religión en mis reinos. Y sin religión, yo no gobierno.

    -¡Escríbale al Concilio!

    -Le toca a usté escribirle -dijo Sancho-. Por eso le dije.

    -Le voy a escribir.

    ResponderEliminar
  26. Entonces Bouyer estaría contra el Papa, porque el M.P. vuelve al cadaver momificado.

    Lógico.

    ResponderEliminar
  27. Lógico,

    El Padre Bouyer murió en 2004, tres años antes de que fuera electo al pontificado Benedicto XVI. No parece ser Ud. muy lógico.


    El Séptimo Rey Mago

    ResponderEliminar
  28. Juancho:

    Un ejemplo muy gráfico. Muy buena elección. Y la reducción de la Tradición al magisterio...

    Saludos.

    ResponderEliminar
  29. Lógico: un cadáver momificado es siempre mejor que uno en putrefacción. Lógico, no?

    ResponderEliminar
  30. SRM: BXVI fue elegido en el 2005.

    ResponderEliminar
  31. Juancho, ¡que hace usted leyendo a ese rarito!, que confieza:

    ..."nunca pude sospechar que aquellos jesuitas tradicionales de los que mamé todo en mis primeros años"...

    A confesión de parte...

    ResponderEliminar
  32. ¿Quién le enseñó lógica al lógico?

    ResponderEliminar
  33. "Lógico: un cadáver momificado es siempre mejor que uno en putrefacción. Lógico, no"

    No, decididamente no. Me quedo con la putrefacción. De allí, eventualmente, saldrá vida.

    Ludovicus

    ResponderEliminar
  34. alguien leyo "el rin desemboca en el tiber"? otra cronica del vaticano II... que les parecio?

    ResponderEliminar
  35. Anónimo de 17:00 hs.

    Cuando se habla de cadáveres putrefactos o momificados se hace referencia en ambos casos a un rechazo que no plantea una preferencia.
    Una cosa es la lógica y otro el lenguaje llano.
    Ni usted se cree la diferenciación según los grados de preferencia que plantea.

    Lógico.

    ResponderEliminar
  36. "No, decididamente no. Me quedo con la putrefacción. De allí, eventualmente, saldrá vida".

    Ah sí, mirá vos... Van cuarenta años y sigo esperando la vida o "primavera".

    Por otro lado, qué tiene usted contra el rito tradicional?
    Qué le modificaría y porqué?

    Joder con la liturgia al principio suena snob y eso queda bien, pero a la larga... a las pruebas me remito, pues por sus frutos...

    Lógico.

    ResponderEliminar
  37. Ludovicus, por primera vez no coincido con usted.
    De sus palabras colijo que está de acuerdo con Bouyer y efectivamente cree que el rito de Pío V con sus modificaciones hasta Juan XXIII (o sin ellas) está momificado.
    Y para peor, también colijo, que como además sigue a Bouyer en esto, usted preferiría el novus ordo putrefacto al gregoriano.

    Por favor, explíqueme si le entendí mal, como le adelanto me gustaría.

    M.

    ResponderEliminar
  38. Interesante:

    El Centro Simón Wiesenthal celebró la “argumentación contundente” que realizó Benedicto XVI en su nuevo libro contra “la responsabilización colectiva” de la muerte de Jesús. “Es muy oportuno en tiempos de creciente antisemitismo”, resaltaron

    “Este pronunciamiento de su Santidad es oportuno y de máxima importancia, en especial en tiempos de creciente antisemitismo”, señaló el rabino Marvin Hier, decano y fundador del Centro Simón Wiesenthal, quien ha encabezado numerosas delegaciones al Vaticano y ha mantenido audiencias con el papa Benedicto XVI y con su predecesor, el papa Juan Pablo II.

    “Como le manifesté a su Santidad durante nuestro encuentro en noviembre de 2005 en el Vaticano, antes de la declaración Nostra Aetate, los judíos solían ser despreciados y ridiculizados como un pueblo maldito. Millones de personas sufrieron a lo largo del tiempo porque no había nadie que los defendiera”.

    “La declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II estableció que esta era una enseñanza falsa, y absolvió al pueblo judío como colectivo del crimen de deicidio. El nuevo libro del Papa va más allá de esta afirmación y muestra por qué la interpretación anterior no tiene sustento en los textos evangélicos”, destacó Hier.

    “Con esta declaración, su Santidad sumó su poderosa voz para contribuir a contener la corriente de odio antijudío”, dijo el rabino Abraham Cooper, decano adjunto del Centro Wiesenthal.

    “Algunos fieles responden a la autoridad. Otros quieren argumentos que los convenzan”, agregó el rabino Yitzchok Adlerstein, director de Asuntos Interconfesionales del Centro.

    “El papa Benedicto utilizó la fortaleza de su firma y el poder de su intelecto y su conocimiento de los Evangelios para exponer ante los católicos y otros cristianos la evidencia que encuentra en las escrituras para respaldar la posición de la Iglesia contra el cargo de deicidio, tal como señala Nostra Aetate”.

    ResponderEliminar
  39. Anónimo de las 20:06: yo lo leí. Me pareció muy bueno y de fácil lectura.
    Hernandarias.

    ResponderEliminar
  40. Ludovicus:

    qué le pasa?

    Bouyer no es palabra santa y en esto está totalmente equivocado. Además no queda claro que sea ese mismo cadáver.

    Qué quiere que le diga, le sale el viejo protestante que fue desde dentro.

    Ahora, ud. verdaderamente adhiere a eso?

    ResponderEliminar
  41. Sospecho que Ludivicus adhiere a que es mejor lo putrefacto a lo momificado en términos generales, pero no en lo particular y relativo a la sanación de la misa vía el putre-novus-ordo, como si de la podredumbre actual pudiera salir algo mejor que del Motu Proprio; salvo que lo haya entendido mal hasta ahora.

    En relación al resto de los comentaristas y para con Bouyer, veo que pasan 3 cosas:

    La primera, que defienden a Bouyer en lo indefendible, como ser el caso de la frase que le citó Wanderer. Así lo complican más, pues nadie se cree afirmaciones como esas.

    La segunda, que no siempre se rescata de Bouyer (de Maritain y de tantos más) lo bueno que nos han dejado.

    La tercera, que sacan de contexto al autor, ahora Bouyer. Es regla de oro, al hablar de un personaje, ponerlo en su contexto histórico. Hoy, a 40 años, somos enanos sobre hombros de gigantes que no dudamos en que la reforma litúrgica, por más que se hubiera hecho como Bouyer quería, es mala cosa. En esta descontextualización también se olvida al personaje, cuando hay que tener presente que Bouyer era un teólogo escuchado en Roma que quería reformar la liturgia que de buena fe creía momificada y que hasta eso se puso en marcha aunque salió de un modo por él no exactamente deseado. La psicología del personaje (Bouyer o quien sea) lo llevan, en circunstancias como estas, a asumir una posición que aunque equivocada daría la vida por ella (tiene quien lo escuche, tiene autoridad, tiene buena fe y es el momento). Había que ser demasiado alto para no necesitar de los hombros ajenos y ver hace más de 40 años que una reforma litúrgica de este tipo sería mala (y hay que ser demasiado enano para no verlo hoy). Unos pocos tuvieron esa altura y entre ellos no estuvo Bouyer en lo relativo a la cuestión litúrgica, pero sí en otros aspectos.

    ResponderEliminar
  42. Ludovicus dijo,

    entiendo que cuando Bouyer dice que la liturgia antes del Concilio era un cadáver momificado no se refiere ni al texto ni a las rúbricas sino al "evento" liturgia, en concreto, en existencial presencia: es decir, al mecanicismo, indolencia y absoluta incomprensión del hecho litúrgico que imperaba, con honrosas excepciones- entre otras, hèlas, el malogrado movimiento litùrgico-, en la Iglesia.

    "Este pueblo ora con el corazón y los labios, pero su corazón està muy lejos de Mí".

    Me dirán: pero igual el sacramento era válido, el sacrificio incruento se consumaba, había Misa, el texto era impecable.
    Sí, más o menos como con el Novus Ordo.
    La liturgia, como el teatro, no es un texto literario: es una actividad viva, un acto terrible de aniquilación y de adoración al que se asiste con temor y temblor. Si se pierde la traditio, si se apaga la llama, si se seca la savia, la liturgia, como hecho viviente, como realidad actuante entre los fieles, se momifica.

    En ese sentido, me place mil veces más, in concreto, una plegaria sincera a la rueda de oración del Lama.

    Caray, me parece que el obispo friki de la Fraternidad dijo hace poco algo parecido, con relación a la película de los trapenses mártires.

    Y como preferir, prefiero, el cuerpo vivo y palpitante, la savia circulando, las ramas de los fieles estirándose hacia el Sol adorado y adorable.

    ResponderEliminar
  43. lo que dice Ludovicus es lo mismo que dice Castellani en el nuevo gobierno de sancho, ya transcripto más arriba en los comentarios.

    ResponderEliminar
  44. Ludovicus, estoy de acuerdo con lo que menciona, pero eso ya se daba en las misas del rito tradicional antes del Concilio y se sigue dando ahora con las que se celebran conforme al MP.

    M.

    ResponderEliminar
  45. El tema litúrgico, como otros, no es tan lineal. La "crisis" litúrgica es una denuncia muy antigua. Anterior al primer milenio y que se da tanto en occidente como en oriente, y tiene mas que ver con la decadencia de la vida cristiana que con rúbricas, textos, inciensos y cantos. Que la Reforma de Bugnini pudo acelerar el proceso y dio carta libre para realizar abusos y sacrilegios, es otra cuestión (no menor).
    Pero el volver al misal de Pío V, imitando sin más las celebraciones preconciliares, no va a solucionar el problema, como no lo solucionó en su momento.

    ResponderEliminar
  46. Que quieren que les diga. Yo, conciliar por fatalidad de la fecha de mi nacimiento, nunca había entendido una misa como la entendí yendo a la tradicional ya de grande (38). Quizás el verbo entender no sea suficiente, pero no quiero caer en sentimentalismos ni en misticismos que puedan ser malinterpretados.
    Fue (el conocer la misa tradicional)como si de pronto le quitaran todas las superficialidades innecesarias y hasta irritantes en algunos casos, y quedara desnuda frente a uno la esencia, el Sacrificio Perpetuo. Y lo demás a su lugar, filfa. Papel prescindible absoluto de los fieles en el sentido de protagonismo o participación. Me cerró y me ubicó, pero me la sacaron a la misa. Ya no se celebra más.
    Y ahí ando, renegando en mi vuelta al novus ordo, aun con un cura con todas las letras.
    Ya se, nada que ver, o si, que se yo. Por ahí le pone un poco de testimonio existencial a la cosa.

    ResponderEliminar
  47. SP5, raja la tierra5 de marzo de 2011, 10:14

    Anónimo de 20:53.
    Sepa bancarse el verano que ya termina, que me dijo un vecino (supongo que suyo), que la misa vuelve el domingo que viene, no mañana, sino el otro.

    ResponderEliminar
  48. La reforma litúrgica CREÓ textos ex novo. Además de la posición del celebrante y otras yerbas como la actuosa participatio.

    Eso no tiene justificación.

    Con respecto al drama litúrgico, eso depende de cada lugar. Cierto que la misa nueva en Fongombault o en el Opus es otra cosa.

    Lo que cita Ludovicus sobre los monjes cistercienses también, pero veamos que se refiere al modo de vivir el amor de Dios, no a cómo la liturgia debe conducirme a ello.

    Porque yo le opongo el "fenómeno Thiberville" y le muestro una parroquia "normal" que VIVE la misa tradicional.

    No forcemos las cosas por dejar al gurú Bouyer bien parado. En muchas cosas es genial, en esto me parece que no la vio. Y eso puede deberse a su pasado protestante.

    Cuidado con los silogismos de 4 términos. O hablamos de ritos y entonces no hay identidad de cadáveres (distinto el tradicional al nuevo creado justamente ex novo) o hablamos de drama litúrgico y su modo de vivirlo por parte de los fieles y entramos en una discusión distinta, porque eso depende del rito pero depende de la formación y de las buenas disposiciones y miles de otras yerbas.

    PD: no se olviden de la hermana Perla.

    ResponderEliminar
  49. Malachi Martin dijo: Coincido plenamente con el comentarista de las 20:53... Tuve la misma experiencia, y aunque intenten convencerme con el hecho de que, en realidad, no hay que comparar entre una y otra porque se trata de 2 realidades distintas y la Consagracion se produce igual, habiendo "vivido" la Misa Gregoriana no puedo tolerar ese Novus Ordo malvado en ninguno de sus componentes. Maxime cuando he visto el destrozo que han hecho con el Salterio, imperdonable... Cordiales saludos.

    ResponderEliminar
  50. Gonzalo Marchisio6 de marzo de 2011, 3:26

    Sé que no tiene nada que ver pero murió Jean Lartéguy. RIP.

    No sé si tenía fe, creo que alguna vez dijo que no.

    Peleó contra el eje y luego contra Franco.

    Sin embargo fue alguien que vivió la guerra porque escuchó los relatos de la 1ª Gerra mundial, peleeó en la 2ª y contó las guerras desde el 50 hasta el 80.

    Coraje no le faltó, aunque los nacionalistas franceses que siguen leyendo Los centuriones lo odian por traidor.

    ResponderEliminar
  51. Leyendo desde hace un tiempo el blog y sus comentaristas me gustaría saber qué diferencia hay entre lo que uds plantean y las comunidades eclesiales de base ??

    Rocas

    ResponderEliminar
  52. Rocas, díganos qué cosa son las comunidades eclesiales de base y le respondemos, que por aquí ni idea déso.

    Licurgo.

    ResponderEliminar
  53. qué extraño...
    porque a pesar de moverse por el signo contrario la actitud y el punto de llegada me resulta muy parecido.

    Rocas

    ResponderEliminar
  54. Para Gonzalo

    Yo soy Frances , de una familia Petainista , Católica , Lefebvrista, , Nacionalista , y no odio a Jean Larteguy .

    También en mi familia hubo “ resistants “ que fueron nacionalista .

    Me parece que confundes con un cierto nacionalismo colaboracionista pro nazi

    ResponderEliminar