jueves, 11 de abril de 2013

Claroscuro



"Este es un mundo de conflicto y vicisitudes en medio del conflicto. La Iglesia es siempre militante; algunas veces gana, a veces pierde; y más a menudo gana y pierde a la vez en diferentes partes de su territorio. ¿Qué es la historia eclesiástica sino el registro de la siempre dudosa fortuna de la batalla, aunque su resultado no es dudoso? Apenas cantamos en Te Deum cuando tenemos que volvernos a nuestros Misereres; apenas estamos en paz cuando nos encontramos en persecución; apenas obtenemos un triunfo cuando nos viene un escándalo. En verdad, progresamos por medio de contramarchas; nuestras aflicciones son nuestras consolaciones; perdemos a Esteban para ganar a Pablo, y Matías reemplaza al traidor Judas".

Cardenal John H. Newman 

4 comentarios:

  1. Ya nadie, excepto los "elendili" Católicos -los tradicionalistas- cantan el Te Deum.

    Elrond

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  2. Lean lo que publico Jorge Asis en jorgeasisdigital.com acerca de la Iglesia

    Escalofriantes coincidencias con lo que dicen blogs catolicos.

    Juancho.

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  3. Los tradicionalistas están tan preocupados por sus propios pensamientos y sentimientos de pesimismo que no son capaces de apreciar las palabras del Papa Francisco. ¿Qué enseña este pontífice? En el mundillo tradicionalista no debe saberlo nadie porque están todavía dándole vueltas a sus rarezas. Mientras, la gente normal, o si lo prefieren vulgar,aquella que posiblemente querría la vuelta de la liturgia antigua pero que vive su vida sin más, sin demasiada teoría, da gracias porque el Papa les habla directamente a ellos, y porque dice cosas netas y nucleares del mensaje cristiano. Los tradis lo más que harán será perdonarle la vida, admitirlo como Papa -que remedio- mientras se tapan la nariz. Ya llegarán tiempos mejores, ¿no?

    Mientras, el Papa desastrado y poco elegante, a lo suyo. Por ejemplo, llama la atención, tal como recuerda Sandro Magister, que aún no haya dicho nada de la libertad religiosa, salvo tangencialmente palabras como las que pego abajo en las que viene a decir que no cabe negociación, ni cercenar la fe por un cierto margen que nos deja el poder temporal:

    "La fe no se negocia. Esta tentación ha existido siempre en la historia del pueblo de Dios: cortar un pedazo a la fe, aunque no sea mucho. Pero la fe es así, tal como la decimos en el Credo. Es necesario superar la tentación de hacer lo que hacen todos, no ser tan, tan rígidos, porque precisamente desde allí empieza un camino que acaba en la apostasía. De hecho, cuando empezamos a trocear la fe, a negociar la fe, a venderla al mejor postor, empezamos el camino de la apostasía, de la no fidelidad al Señor".

    Me alegra que este Papa hasta ahora haya ignorado la manida libertad religiosa. Los Apóstoles no la predicaban, sólo anunciaban a Cristo y si hacía falta, daban la vida por Él. ¿Cuántos Papas llevábamos que se refugiaban pertinazmente en este concepto, como si fuera la panacea para convivir con una sociedad y poder político anticristiano?

    Pero éso no importa al tradicionalismo, que se dedica a pensar y repensar qué hacen con este hombre, como si de sus tan tradicionales pensamientos y deseos dependiera la Iglesia.

    No se preocupen, la vida sigue para el Papa y el común de los mortales.

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  4. ¿Y ahora? ¿Vas a defender, querido Wanderer, la destrucción del Pontificado en manos de Pancho?

    Reforma de la Curia gritabamos...y pancho nos metió este exocet...

    A comerla

    El Chafirete

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