miércoles, 9 de julio de 2014

Un compendio del cristianismo



Aquí les dejo un video sobre C.S. Lewis que es, en muchos sentidos, un compendio de lo que a lo largo de estos años hemos queridos transmitir todos los que escribimos en este blog.
Por cierto, el descubrimiento y el subtitulado se lo debemos a nuestro incansable amigo Jack Tollers.

14 comentarios:

  1. Primero que nada: gracias a Tollers una vez más.

    Muy bueno lo de este pastor.

    Diré lo que me sucede con Lewis, a ver si alguien lo comparte o es que yo no lo entendí, o qué:

    Me gustan mucho sus libros literarios, particularmente las tres novelas. Y las Cartas del Diablo y el libro sobre el dolor y parte de Sorprendido por la Alegría.
    El resto la verdad que no, o muy poco.
    Y no porque se meta en religión en un lenguaje simple, sino porque dice cosas que sé desde los 15 años... estos ensayos sobre el Cristianismo no me atraparon nunca. Tal vez, entre los que menos me gustaron esté Mero Cristianismo.
    Lo mismo me ha sucedido con La Abolición del Hombre. Es tan cierto pero elemental, que posiblemente me hubiese interesado leerlo antes de haber conocido muchas otras obras sobre este tema. Tal vez lo leí tarde.

    Con Lewis me pasa lo que a Tolkien. No me termina de parecer que sin ser su materia haya hablado tanto sobre Cristianismo.

    Lo que sí creo de Lewis es que fue un hombre bueno. Y que tuvo una gran penetración psicológica que desarrolló partiendo desde el Cristianismo. Penetración que hace que entre un mar de obviedades salten chispazos geniales, como ese que cuenta el orador casi al final sobre cuando nos salimos del acto de alabanza para pensarnos alabando... y ya no alabamos ; y no solo ya no alabamos, sino que comienza algo contrario (¡es genial!, ¡nunca les pasó!, ¡chau contemplación!). Esto explica porqué es tan difícil explicar qué es contemplar. No se puede, porque al pensarlo para decirlo, lo arruinaste. Solo es dado apenas un acercamiento mostrativo.

    Supongo que Lewis debe haber hecho grandes esfuerzos por entender y explicar estas verdades psicológicas que podía ver en otros y en él mismo; a fe mía con mucho provecho.

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  2. Estimado Simkin,

    Quizás la gracia de saber todas esas cosas a la tierna de edad de quince años sea justamente, como Ud. dice, el motivo de su poco gusto para con las obras de Jack Lewis. Después de todo, y parafraseándolo, él entro al cristianismo pateando la puerta (y diría yo, citándome a mí mismo) entró medio mal, yo que se. La suerte de no ser un ateo, un agnóstico o un protestante posiblemente sea el factor determinante; Jack, por el contrario, tuvo que remar en dulce de leche o, para peores, en una crema a base de toffee bien fea.

    Me da algo de calor el autobombo, pero si se pega una vuelta por mi blog (En Tren a Bella Vista), podrá encontrar dos o tres posteos en lo que justamente algo se ha dicho al respecto (no tanto mis pobres escrititos sino los comentarios son los que tienen valía).

    El Viajante

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  3. Estimado Simkin,

    Quizás la gracia de saber todas esas cosas a la tierna de edad de quince años sea justamente, como Ud. dice, el motivo de su poco gusto para con las obras de Jack Lewis. Después de todo, y parafraseándolo, él entro al cristianismo pateando la puerta (y diría yo, citándome a mí mismo) entró medio mal, yo que se. La suerte de no ser un ateo, un agnóstico o un protestante posiblemente sea el factor determinante; Jack, por el contrario, tuvo que remar en dulce de leche o, para peores, en una crema a base de toffee bien fea.

    Me da algo de calor el autobombo, pero si se pega una vuelta por mi blog (En Tren a Bella Vista), podrá encontrar dos o tres posteos en lo que justamente algo se ha dicho al respecto (no tanto mis pobres escrititos sino los comentarios son los que tienen valía).

    El Viajante

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  4. Disiento con ambos, che, Simkin y El Viajante.

    Mi vieja me leyó las Crónicas de Narnia cuando yo tenía algo así como ocho años. Y luego recién empecé a leerlo por mi cuenta a eso de los veinte.

    Como Piper, lo leí casi todo (no el O'Hell, sin embargo, que todavía no lo he leído).

    Y luego lo releí. Y luego empecé a hablar con amigos que habían quedado tan (o más) fascinados que yo. Todo Lewis. Y luego lo volví a leer, así, durante más de cuarenta años.

    Tuvo una influencia sobre mí que no sabría cómo explicar. Pero Piper no lo hace nada mal: cuando iba subtitulando esto (un trabajo chancho que te obliga a repasar una y otra vez cada frase) pensaba y volvía a pensar que lo que le pasó a él, me pasó a mí, Lewis nos había seducido a pesar de importantes diferencias.

    Jamás me habría animado a dar clases de Catequesis o Religión o Teología o yo qué sé, si no hubiese sido por él (durante un año me di el lujo de darlas en inglés, para la carrera de Traductorado del Salvador, hasta que me echaron, dorados años de Bergoglio).

    Pero le debo mucho, muchísimo más que eso. Los Cuatro Amores, sin ir más lejos... han salvado un romance en mi vida que desembocó en 38 años de casado y no sé yo si no se le debe a ese librito ciertas amistades de casi 40.

    Me parece también que él fue el que me obligó a pensar la Religión con entera libertad, enseñándome sutilmente a no dejarme enredar en Puritania ni en el país de Nice.

    Me acentuó el odio a la modernidad, el gusto por los Antiguos, el desprecio por la Psicobabble y el amor por la poesía... inglesa.

    Me condujo a Tolkien, que es, como se sabe, un país entero. Me ratificó en antiguos amores que ya tenía, como Chesterton y Belloc. Me despertó amores impensados que aparecieron luego, como Newman, como Knox.

    Pero quizás su influencia más decisiva ha sido lo que señala Simkin, tan cándidamente, tan acertadamente: el tipo se muestra bueno; y lo leés y te da por querer ser bueno como él.

    Así de fácil.

    Así de difícil.

    (Y este Piper, parece bueno también, qué quieren que les diga).

    J. T.

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  5. El encuentro con los autores que menciona Tollers, esos y muchos más, al menos yo se los debo a Castellani; salvo con Tolkien, que se lo debo a Tollers.

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  6. Blogger Jack Tollers dijo...

    "Jamás me habría animado a dar clases de Catequesis o Religión o Teología o yo qué sé, si no hubiese sido por él (durante un año me di el lujo de darlas en inglés, para la carrera de Traductorado del Salvador, hasta que me echaron, dorados años de Bergoglio)."

    Cómo, a Usted tambien lo expulsaron del Salvador???

    Si esto sigue así, podemos hacer un Club!

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  7. Están comentando libros de Lewis mejores y peores y se olvidan del peor: El regreso del peregrino.


    El de Los cuatro amores es bueno (todo o casi todo). Pero como dice Simkin, tiene más que ver con la penetración psicológica de temas en los que antes no conocíamos que se la haya practicado, que otra cosa.

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  8. Muchachos, una apostilla. OHEL es un libro fabuloso, para leer despacio. Algo así como el Enthusiasm. de Ronny. Aun con su pizca de anglicanismo y todo. Vale la pena. Para llevarlo en un viaje largo es ideal.

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  9. Es que si coincidimos Tollers!
    La cosa es así: yo escribí mi comentario a las apuradas y mal y usted (como de costumbre), lo hizo bien.

    El Viajante

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  10. Creo que entre lo que más nos gusta a todos de Lewis está el capítulo IV "Amistad", de sus Cuatro Amores.

    Confieso que algunas veces, aprovechando que mi mujer quiere a Lewis tanto o más que a Lefebvre, traicioné la siempre buena voluntad del autor y aproveché de su hoy considerada "machista" visión del hombre y la mujer para buscar pelea o sacar tajada.

    Y aunque uno tenga muchos viejos y buenos amigos, aveces -es mi caso- se cae en la cuenta que ella es nuestra mejor amiga.

    Todo un problema para editores y armadores de libros, porque terminan jugando tanto para el IV como en el capítulo V. Con el pasar de los años, si sabe sonreír, es inevitable.

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  11. Una apostilla: el OHEL es un libro fabuloso. Para leer despacio, como el Enthusiasm de Ronny. Aun con alguna anglicanada. Es ideal para un viaje largo. Vale la pena, de veras.

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  12. Terminé de ver el video (frase que, en sí, es algo redundante)y no se si me gustó o no.
    Quizás me gustó porque el pastor es un excelente orador o porque el tema (Jack Lewis) es importante.
    Quizás no me gustó porque el tipo es un grasa y porque obvió (y si, es un pastor norteamericano de teología puritano-racionalista, un Walt Whitman clerical) cuestiones centrales del pensamiento de Jack.
    Yo que se.

    El Viajante.

    PD: Entendió, eso si, lo fundamental.

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  13. Menos que El regreso del peregrino, me gustaron El gran divorcio y Mientras no tengamos rostro.

    En la trilogía, los ensayos y Narnia hay mejores y peores, pero son obras en general buenas.

    The Critic.

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  14. El Oxford History of English Literature, que dice El Anónimo Normando un librazo...¡Es un librazo!

    El problema, creo yo, cuando la gente "del palo" aborda a Lewis no es lo que encuentra (y si gusta o no) sino lo que pretendía encontrar previo a la lectura de sus obras.

    O se quiere la Tierra Media o se quiere a San Luis María Grignon de Montfort y la verdad...en Lewis hay Lewis.

    El Viajante

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