jueves, 9 de junio de 2016

Ajustes

Lo decía Platón y lo repetía Clemente de Alejandría: la palabra escrita se presta a la mala interpretación o a que sea leída por quienes no tienen la preparación o la voluntad de entenderla. Algo de eso pasa con los blogs, o al menos con este. Muchas veces los lectores interpretan lo que quieren o lo que pueden porque el texto no es claro en su redacción, o porque no tienen algún conocimiento previo necesario o porque no tienen ganas de entenderlo bien. Y algo de eso ha ocurrido con el último post; ya Walter Kurtz, Pensador y Martín Ellingham, en sus comentarios, se encargaron de aclarar varias cosas. Aquí intentaré ajustar algunas otras.
En el post original yo agregué algo que no aparece en la propuesta de Senior, y me parece apropiado que no aparezca (y por tanto, yo no debería haberlo agregado). El autor habla de retirarse a los suburbios de las ciudades. No hace referencia a pequeños pueblos abandonados. Esta última posibilidad, a la que sería bastante fácil de acceder en España por ejemplo, puede provocar que esa comunidad termine siendo un grupo de menonitas católicos. Los suburbios, en cambio, están relativamente integrados a las ciudades, y Chesterton decía de ellos: “Los suburbios son habitualmente conocidos por ser prosaicos. Es una cuestión de gustos. A mí particularmente me resultan excitantes” (“Introduction”, Literary London). 
Pero todo pasa, una vez más, por la prudencia, es de decir, por aplicar las virtudes a la decidicón sobre el caso concreto. En la actualidad, los suburbios de las ciudades se han extendido a más de cien kilómetros de su centro geográfico. En un país serio, donde los medios de transportes funcionan correctamente, -como sucedía en Argentina cuando los ferrocarriles estaban administrados por los británicos-, no sería problemático retirarse a un suburbio que, en alguna época fue una pequeña aldea y conserva varios de sus rasgos, y viajar cotidianamente a la ciudad para trabajar. Londres está habitado durante el día por decenas de miles de commuters, es decir, personas que viven en “suburbios” ubicados a 50 o a 150 km. del centro de la ciudad, pero al que llegan en una hora, a bordo de trenes puntuales, seguros, limpios y libres de chusma. No es el caso de Buenos Aires. Para tomar el ejemplo que se ha discutido en los últimos comentarios, tengo amigos que viven y vivían en La Reja, pero viajar diariamente a la capital era un suplicio que les consumía cuatro horas, mientras en su ausencia dejaban a la mujer y los hijos a merced de peligrosos delincuentes que cada dos por tres les daban un susto. En ese caso la prudencia de algunos indicó que no era la opción adecuada. 
Puede ser distinto en ciudades del interior del país. En Mendoza, por ejemplo, la montaña está a 20 minutos por autopista del centro de la ciudad, y allí es fácil conseguir terrenos amplios, con vistas atractivas y a precios razonables. Quizás esa opción sería prudente considerarla: familias jóvenes que comienzan la construcción de sus casas en la misma zona o barrio en el que se les garantice no solamente la amistad de sus vecinos (que podrán reunirse tomar un whisky cuando terminó la jornadas y las mujeres a tomar el té por las tardes), sino también el necesario contacto con la naturaleza (tierra, agua, árboles, animales domésticos y alimañas, viento y lluvia) para los hijos. 
Pero vayamos más al fondo y dejemos lo prudencial para cada uno. Es verdad lo que dice un comentarista: el cristianismo fue, en sus orígenes, un fenómenos urbano. Los cristianos vivían en ciudades, en medio de paganos y con un gobierno hostil. ¿Por qué vamos nosotros entonces a escaparnos? ¿No será que se nos llama vivir en las ciudades para convertir a los paganos como hicieron los primeros seguidores del Evangelio? 
Pero hay que hacer distinciones. En primer término, las ciudades de la antigüedad no eran ciudades modernas, comenzando por el número de habitantes. Las ciudades más grandes de los primeros siglos cristianos eran Roma, Alejandría y Antioquía. Llegaban apenas a los 400.000 habitantes. Las ciudades modernas tienen diez o veinte veces más. Es un dato que cuenta. 
Pero escarbemos todavía un poco más. Éstas, u otras más pequeñas, eran ciudades humanas, y no solamente por sus dimensiones. Uno de los problemas de nuestras ciudades contemporáneas es que dejaron de ser humanas porque se convirtieron es espacios privilegiados de alienación, es decir, de extrañación de la realidad. El hombre que vivía en Lutetia durante el Imperio Romano y en París durante la Edad Media y hasta principios del siglo XX, más allá de la cantidad de habitantes, escuchaba ruidos humanos (ladridos, cascos de caballos y ruedas de carros por la calle, voces y gritos de vecinos y transeúntes, ráfagas de viento, la música que salía de una flauta o de un organillo), olía olores humanos (algunos agradables, como el pan recién horneado y las flores en primavera, y otros no tanto, como el que despedían las alcantarillas a cielo abierto), tocaba objetos humanos (tejidos de algodón y no de poliester, madera de roble y no aglomerado o melamina, utensilios de peltre o latón y no de plástico); se iba a dormir poco después que caía el sol y se levantaba cuando clareaba porque vivían de acuerdo a los ciclos naturales y, para divertirse, iba a la taberna a tomar cerveza con sus amigos, nadaba en el Sena en el verano y, en el invierno, si daba la ocasión, arrojaba bolas de nieve. El hombre de hoy se reúne en restaurantes que preparan “cocina molecular” (espuma de remolacha con esterificaciones de papas, y de postre caviar de melón, por ejemplo) mientras beben aguas saborizadas, nadan en piscinas cubiertas en pleno invierno y, si no nieva, igualmente pueden esquiar en montañas cubiertas con nieve artificial. 
Esta es la maldad del mundo y de las ciudades contemporáneas contra las que los cristianos antiguos y medievales no tuvieron que lidiar. El contacto con la realidad, es decir, con la creación de Dios, sana. El contacto con la realidad ficticia que ha creado la tecnología contemporánea, enferma el cuerpo, la psique y el espíritu.
Por eso, la propuesta no es desertar de las ciudades como un cobarde que huye, sino evadirse de un medio enfermo y que enferma. Y así como aquel que lee una novela, que reza el oficio o que mira una película se evade temporalmente de lo inmediato para después regresar a él, así la propuesta de Senior es evadirse de lo patológico (y satánico), lo cual no significa desertar sino buscar lo que más le acomoda a cada uno para su salvación y la de los suyos. 
Finalmente, hay un punto que se repite cada vez que aparece esta discusión: la ciudades de los primeros cristianos eran paganas y las nuestras, en cambios, son pos-cristianas. Y más allá que sea un lugar común, es profundamente cierto. San Pablo, en su Carta a los Romanos (10, 20), trae a colación un texto del profeta Isaías al que refiere a los gentiles: “Fui hallado por quienes no me buscaban, me manifesté a quienes no preguntaban por mí”. Los paganos de los primeros siglos se toparon por el Verbo sin proponérselo y sin buscarlo, y lo aceptaron, y posibilitaron el surgimiento de la Cristiandad. Los paganos de hoy, que poseían la Verdad, la rechazaron. “El Logos vino a los suyos, y los suyos no lo recibieron”. La maldad del mundo contemporáneo es sólo comparable a la maldad del pueblo judío que rechazó y crucificó a su Señor. Aquellos, los gentiles de la época paulina, habían nacido en un mundo dominado por los arcontes del Malo y esclavizados a sus fuerzas. Los nuevos gentiles, habiendo nacido libres, prefirieron volver a las cadenas de la esclavitud de la muerte. Casi como el imperdonable pecado contra el Espíritu Santo. Vieron la luz, y no solamente la rechazaron sino que se entregaron al Enemigo (un comentarista dejó el enlace a la ceremonia de inauguración del túnel de San Gotardo, en Suiza. Es realmente escalofriante: adoración liza y llana a Satanás).
Vuelvo a una imagen que he repetido más de una vez: estamos en medio de un naufragio, el buque escoró y en cualquier momento termina de hundirse. Cada uno, entonces, se salva como puede: en un bote salvavidas, en una cubierta de auto o agarrado a una tabla de flota. Lo importante es salvarse y no dejarse tragar por el piélago. 

43 comentarios:

  1. gracias por su aporte don Wanderer, hoy día es bálsamo al alma. Dios se lo cuente, gracias

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  2. Lo de las mujeres, sí. Es todos los días.
    Uno me decía días atrás que si por alguna razón se llegasen a caer los techos de las cocinas del barrio, no moriría nadie.
    Lo de los hombres no es diario, que no somos ingleses.
    Son una o dos comidas los fines de semana. Los whiskys de lunes a jueves me los tomo solo.

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  3. En Londres no vive ningún inglés.

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  4. Estos últimos artículos que tratan directa o indirectamente del libro de Senior me han encantado. Gracias Wanderer, un saludo desde Montevideo.

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  5. Los pueblos del interior aun tienen "los clubes". Allí todavía se toma el copetín de 19 a 20 hs, antes de cenar. Pero no es para nosotros, que algo leemos todos los días y además queremos estar con nuestros hijos y señoras (que luego de cenar van cayendo).

    Me animaría a decir que la vida social durante la semana, salvo que sea muy esporádica, atenta contra cosas más importantes.

    Y si a eso le sumamos que la vida en las afueras exige de ciertas cosas como darle de comer a los perros, la leña, etc. y que todo eso hay que hacerlo cuando se vuelve del trabajo...

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  6. En la página 98 Senior recomienda los "ghettos católicos" y en la 99 menciona la buena lucha que dan "los Amish, los Dunkards y otras sectas".

    Reducir la interpretación del libro a la ciudad interior es aceptar de Senior el 50 por ciento sin reconocerlo.

    O yo leo muy mal.

    Lo mismo me pasó con la novela de la Srta. Prim... por más que se hable de un estado del alma... la cosa se pone "geográfica" hasta la médula.

    Tal vez ciertos estados necesiten de la geografía como condición necesaria y la novela y el ensayo estén bien, o tal vez no. Eso ya no lo sé.

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  7. Excelente el ajuste
    Alex

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  8. "Los paganos de hoy, que poseían la Verdad, la rechazaron. ... Los nuevos gentiles, habiendo nacido libres, prefirieron volver a las cadenas de la esclavitud de la muerte."

    En mi familia extendida, ese podría ser el caso de la generación que nació alrededor de 1950, que fue bautizada y recibió la primera Comunión y luego dejó de practicar y de creer en su mayoría, o conservó alguna creencia difusa en algún caso. Incluso en el caso de esa generación me pregunto: ¿tuvieron realmente fe catolica o su práctica hasta los 15 años fue más bien una costumbre a seguir?

    Pero los de la generación siguiente, nacidos alrededor de 1980, directamente no han sido bautizados. Y los hijos de ellos, que están naciendo ahora, obviamente tampoco. Por lo tanto, la descripción de Wanderer no aplica.

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  9. Ligero off-topic:
    recomiendo calurosamente la lectura de este análisis de Amoris Laetitia que nos trae Sandro Magister. Es profundo, y demoledor:
    Amoris Laetitia

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  10. Atento, quizás ud. no presta la suficiente atención. Se habló de "estado del alma" pero refiriendo, más que a la experiencia de Senior, que aún existe, a San Ireneo de Arnois, que no existe aún, aunque de algún modo son la misma cosa.

    No nos disparemos ahora hacia el otro lado: un "estado del alma" no es el metro cuadrado de la alfombra budista. A la imaginación hay que darle el cauce debido, no divorciarla de la vida ni armarle un piquete. El entusiasmo no se cultiva con psicodelias, pero tampoco con piñas a los sentidos. No es difícil entender por qué ni el profesor ni la narradora quisieron ambientar sus ideas en Villa Soldati. Nadie querría.

    Alex

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  11. Twitter: campo de concentración de los off-topic.

    ¿No sería fabuloso?

    Martin Luther Armstrong, soñador de mundos maravillosos

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  12. Estimado Atento: Me parece que a Senior hay que leerlo entero. Si usted leyó "La oscuridad de Egipto", está claro que es una propuesta espiritual en primer lugar, o al menos así lo entendí.
    De hecho Senior vivió en una zona suburbana pero no en un ghetto católico.

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  13. Totalmente de acuerdo. La clave está en habernos igualado a aquellos judíos del tiempo de Jesucristo que, conocedores de las profecías, rechazaron al Mesías y buscaron su muerte.
    No querer ver esta similitud es o bien hipocresía, o estupidez o una ceguera enorme.
    La necesaria fuga de un panorama tan opuesto a la Verdad, al Camino y la Vida se debe realizar, y se realiza, cuando se tiene que vivir como si uno fuera un extraterrestre recién llegado que observa conductas extrañas y opuestas a todo lo que nos enseñaron.
    La única respuesta es de carácter personal y exige una gran disposición a tener que pasar por situaciones de burla y de ridículo. Es que hay que ser un extraterrestre para rechazar al mundo y seguir al Rey, cuyo Reino no es de este mundo.
    Mientras tanto, resistir a los medios de comunicación y a los patrones de conducta que nos propone la mayoría y la normalidad del común, es la actitud a seguir.
    Nos guste o no, Dios nos creó de la nada en este tiempo y en este lugar. Por algo lo habrá hecho. Y nos habrá otorgado los talentos que Él creyó necesarios. La respuesta, al igual que la pelota, está en nuestro campo.
    Descriptivo Dell'Vasural

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  14. Alex y Kurtz.

    Emtonces es las dos cosas.
    Sería más o menos así: para alcanzar el estado del alma deseada, debido a que no somos ángeles, atendamos a la geografía y a las juntas con afines.

    No me parece mal el mix. En principio suena correcto desde los puntos de vista natural y sobrenatural.

    Aunque con lo del ghetto se zarpó y con lo del suburbio o pueblo estuvo mejor. A veces a uno se le va la pluma. No pasa nada. El libro de todos modos tiene momentos luminosos y personalmente lo encuentro recomendable.

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  15. Soportar situaciones de burla y de ridículo?

    Vamos, querido Descriptivo, solo a lo grave considerémoslo tal, que de lo contrario se forman hábitos jorobados que nos llevan a visiones tremendistas de pequeñas cosas y luego la realidad se aprehende desfigurada. Después, como se ha visto, se hace difícil quitarse esos lastres y la tendencia a ver gris oscuro o negro se generaliza sobre todo lo que se nos pone delante. Ánimo.

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  16. Como decía Louis Salleron, "la modernidad nos ha separado de la realidad mediante una delgada capa de asfalto."

    J.T.

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  17. Wanderer, suscribo 100%, sobre todo en la ultima parte. Lo de quedarse para evangelizar es un argumento que busca justificar nuestra falta de coraje y aburguesamiento....y es inprudente.
    Los paganos pueden ser evangelizados....los apostatas no!! Como estan las cosas, y como esta uno, lo mas probable es que el que termine "desevangelizado" sea uno.
    Sabemos que Jesucristo es el Señor de la Historia y que la Historia del Crsitianismo es de alguna manera parabolica (en el tiempo al menos)....si arranco en las Catacumbas creo que terminara en las Catacumbas. Habra que pensar cuales son las Catacmubas de hoy.

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  18. Atento, como siempre, son las dos cosas.

    Es mejor una vida cercana a la naturaleza, donde además haya sacramentos bien administrados, amigos y una escuela afín y todo esto cerca?

    Obviamente sí. Hay que ser muy tonto para negar su conveniencia, siempre que se tenga presente que la vida social es un medio, la vida interior un fin y Dios el Fin.

    Pero en la gran urbe se puede alcanzar el Fin?

    Sí, también.

    Y se pueden educar niños en Capital Federal?

    Es más difícil, pero también. Pero otras cosas son más fáciles.

    Siempre son las dos cosas. Por eso no hay recetas.

    Cristobal.

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  19. Me trae a la memoria la traducción de Jack Tollers de Ramuz, "Viejos en una Taberna", que no sé por qué diablos no está colgada en su página. Van un par de fragmentos:

    "Y nosotros, los de otro tiempo, dijo Joly… Te acordarás cuando salíamos para la siega. A las cuatro de la mañana. A la hora en que los pájaros tienen la boca bien abierta y el pasto está tan mojado que es como si uno caminara sobre el agua. Uno tenía su guadaña, con eso bastaba. Llevábamos la guadaña al hombro y la piedra de afilar, eso era todo. No había más que agacharse, agacharse y balancear la guadaña, así, ¿no?, de atrás para adelante. Se sentía el pasto en la punta del mango, más o menos duro, más o menos tierno, con su parte más baja blanca, allí donde sale de la tierra, y más arriba bien frondoso y bien verde, que se dejaba llevar de costado. Entonces, según la ocasión, se forzaba el golpe o se lo suavizaba, porque teníamos eso en la cabeza y porque nuestra cabeza estaba en todo tiempo prevenida e informada sobre lo que pasaba por nuestras manos: y eso subía a lo largo del mango, y luego subía a lo largo de nuestros brazos hasta las entendederas. No había más que variar los movimientos; variaban ya, por sí solos. Estos, estos se suben a sus máquinas rojas de hierro, duras e inflexibles; se instalan sobre un asiento de hierro como si fuera un sillón; se dejan llevar. No sienten nada. Hay una cosa entre ellos, interpuesta entre ellos y lo que hacen, que no es ellos. Esto es lo grave. Anda rápido, lo admito. Pero ¿de qué sirve andar más rápido si el mundo entero va más rápido? Y les ahorra penas. Sólo que tal vez hay noticia en las penas de las que uno ni se entera sin ellas. No sé, yo, no sé cómo decirlo, pero a lo mejor eso es lo que les gusta"

    "Y sus camisas, recomienza Joly, que azules, que verdes, que amarillas o rojas. Son de algodón, pero de falso algodón. Parecen de seda, pero es seda falsa. Y luego, son de mangas cortas. En mi tiempo, si uno quería, bastaba con arremangarse. Estos de ahora tienen los brazos desnudos, como si fueran mozas de café. En mi época, uno se ponía camisas de cáñamo que duraban para toda la vida. ¿Te acuerdas, Gailloud, cómo al principio no eran sino rugosas y rígidas y rojizas para empezar? No era sino a fuerza de lavados que terminaban por ponerse blancas y flexibles, pero del mismo modo, así aguantaban. No hacía falta volver al tendero cada quince días. Cada dos semanas vuelven y me dicen: “Padre, me tienes que dar veinte francos.” “¿Para qué?” “No tengo qué ponerme.” Dime si no es verdad, Gailloud."

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  20. Estimado Jack, que frase mas acertada....aunque ya no es tan delgada la capa.

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  21. Descriptivo, le serán de utilidad estás líneas de Senior:

    "El siglo XX no es el más conveniente para el triunfalismo católico... Hay muchos momentos de la historia, como en la vida, en los que la difícil virtud de la paciencia debe ser especialmente practicada con corazón alegre".

    M.P.

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  22. Ad: "La clave está en habernos igualado a aquellos judíos del tiempo de Jesucristo que, conocedores de las profecías, rechazaron al Mesías y buscaron su muerte. No querer ver esta similitud es o bien hipocresía, o estupidez o una ceguera enorme."

    Ego respondeo: estar seguros de esa similitud es presunción insensata y tal vez soberbia de conocer el estado interior de los otros. El único que sabe si alguien, ya sea un habitante de Jerusalén del siglo I o uno de Buenos Aires del siglo XXI, rechazó a Jesucristo sabiendo que era Dios es, justamente, Jesucristo. Quien no necesitó ni necesitará la opinión de nadie para juzgar rectamente a cada uno.

    Lo cual no obsta a estar de acuerdo con que el ambiente circundante es objetivamente opuesto a Jesucristo, y con que "resistir a los medios de comunicación y a los patrones de conducta que nos propone la mayoría y la normalidad del común, es la actitud a seguir", cambiando solamente "resistir" por "ignorar", en el sentido de hacer como si no existiesen, con desprecio. Palabra adecuada, ya que des-preciar es considerar sin valor, lo cual es el caso de todo lo que se oponga a la voluntad de Dios.

    Por si acaso, noten que el desprecio es "a los medios de comunicación y a los patrones de conducta", no a las personas. El valor de cada persona es infinito porque Jesucristo murió por ella.

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  23. En esta entrada y en la anterior se dio una reacción compresible, pero desmedida, de parte de los espíritus más urbanos. Hay algo que quedó fuera de discusión: no hay recetas.
    Pero tampoco hay charlas con don Gabino y su pandilla (salvo en una página escrita), sin el apartamiento de la gran urbe junto con un puñado de "amigos en las mismas cosas", como hubiese dicho Sócrates.

    (un amigo de la filosofía en contenido, pero también en método y espíritu)

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  24. Muy grande noticia ....


    https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-eleva-celebracion-de-santa-maria-magdalena-al-rango-de-fiesta-68897/

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  25. Anónimo de las 18:38,
    matemáticamente, la probabilidad que tiene don Gabino de reunir una pandilla de espíritus afines, es bastante más alta en la Ciudad Autónoma y sus cordones, que en Villa Paranacito.

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  26. Anónimo de 18.01: No veo dónde está la soberbia de admitir que vivimos en un tiempo de la historia que guarda similitud con la del siglo I. Soberbia es considerarse por encima de esta época concreta. En fin, como en tantos otros aspectos de la vida, nos pasamos el tiempo discutiendo minucias y tragándonos el camello. Mientras tanto cada vez la cosa se pone peor. Más allá de la segura indefectibilidad de la Iglesia hasta el fin de los tiempos. Descriptivo Dell'Vasural. Muchas gracias por el resto de las reflexiones a todos los que se tomaron la molestia de comentar mi intervención

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  27. "Soberbia es considerarse por encima de esta época concreta."

    No lo es si reconocemos que es por la bondad y el poder de Dios, Quien "levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo;"

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  28. En una estancia de Rio Negro le donaron una hectáreas a un curita francés y un grupo de familias. Están organizando una aldea de firmes convicciones y de trabajo agrícola. No pretenden ser muy numerosos. La única condición que ponen a los que quieren sumarse es estar de acuerdo en siete cosas y ser responsables en el trabajo. Yo los conocí de casualidad, porque anduve de turista patriótico: una gente de un almacén me hablaron de ellos y me fui a verlos. No tienen internet ni llega correo, de manera que el único contacto es yendo o que ellos tomen la iniciativa.

    Octavio R. B.

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  29. Gracias W.!
    Una interesante caracterización de la prosificación, tecnolatría, cuantificación de las ciencias y otras yerbas, nos la ofrece Antonio Caponnetto en uno de sus libros mejores (a mi parecer, claro): "Poesía e Historia". Donde dice, por ejemplo:

    "El lenguaje simbólico es pisoteado, las analogías se dan por periclitadas, la poesía sucumbe ante el mandato de la razón calculante, el tiempo medido es preferible a la eternidad sin tiempo, y la inspiración retrocede frente a la experimentación registrable en guarismos..."

    Suyo,
    el poeta.-

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  30. Estimado poeta...

    ¿....Que hacemos con los ingenieros , médicos , investigadores , arquitectos , trabajadores manuales ....etcétera ......?

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  31. Amigo Wanderer

    Un tema que parece que algunos han olvidado , y otros , nunca han escuchado hablar de el ... " Sociedad perfecta e imperfecta .."

    P...S...

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  32. Como antídoto para la "Muy grande noticia" del anónimo del 10 de junio de 2016, 18:53, pueden leer esto
    https://fraygerundiodetormes.wordpress.com/

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  33. Por favor , Jorge , explica lo de " antidoto " ...??

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  34. Estimado anónimo 8.04, le respondo:
    El asombro ante la realidad, la apertura al misterio, la contemplación de lo creado, la poesía, no son propiedad de esta o aquella profesión u oficio, es un modo de ser.
    De la misma manera en que el artes libres pueden volverse racionalistas y utilitarias; las ciencias exactas, las manualidades, etc. deben elevarse por encima de ellas mismas sobre el andamiaje de una cosmovisión auténtica. Se trata de que la tecnología no nos empañe la mirada, no imprima carácter a nuestras actividades.
    Y ya que se viene hablando de Senior, lo cito -porque lo dice mucho mejor-: “Cualquiera sea nuestra especialidad, nuestra vocación, nuestro trabajo, todos somos amantes; y mientras que sólo los expertos en cada campo deben conocer matemáticas, ciencias u otras artes, todos debemos ser poetas en el camino de la salvación.”
    Un cordial saludo,
    el poeta.-

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  35. Acá en la estancia está todo ordenado. No puedo creer lo que están padeciendo.
    Nunca me pasó.
    El Estanciero.

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  36. Todavía no lo leí ....

    http://www.lanacion.com.ar/1907503-el-mito-de-la-nacion-catolica

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  37. Bergoglio confia en la Divina Providencia ......

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  38. Respondo tambien al anonimo 8:04, vea los especialistas de los siglos pasados, antes del XIX...si bien racionalistas y bastante iluministas, sino remóntese a medievales y antiguos..

    Ciertamente muchas vidas privadas son escandalosas y para nada emplares, pero lo que nos queda de ellos, lo que marco la historia es imitable

    Pienso en Da Vinci, Hipocrates, Ciceron, Arquimedes, Galileo, Kepler, Pascal, Perignon, por citarle algunos y no santos que tambien se dedicaron a las ciencias.

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  39. Es importante recordar la doctrina distributista por la cual el cristiano puede formar ciudades con habitantes bautizados que mayoritariamente comparten la misma visión sobre los problemas actuales de inmoralidad, educación, etc.
    El mismo horror que causan hoy las ciudades posmodernas le causaban a Belloc la Inglaterra de la revolución industrial.

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  40. también los hombres pueden quedar a tomar el té y las mujeres departir amistosamente con un wisky o incluso cubalibre...

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  41. Wanderer,
    Gracias, totalmente de acuerdo. Y gracias Octavio R.B.
    No hay recetas, es cierto, el Espiritu Santo inspira en cada uno lo que es mejor para su alma.
    Y no sabemos cual es la Catacumba de hoy para cada uno, pueden no sean las mismas. O la catacumba sea la vida interior, al margen de donde vivimos.


    La inauguración del túnel, con rituales que desconciertan por lo burlon y satánico, antes se harian entre grupos chicos y en lugares secretos y cerrados. Ahora sin disimulo, a puertas abiertas para que todos enfermemos con el veneno del demonio.

    El demonio avanza y el que se queda mirando, morirá. Es como ver que viene un Tsunami y nos quedamos en la playa mirando, creyéndonos que nada nos sucederá. Los animales corren y se refugian, se cuidan.

    No huimos, ni nos encerramos, ni dejamos de alumbrar ni de Evangelizar, solo ejercemos la virtud de la prudencia, para velar como Dios nos ha pedido.


    Nuestra Madre la Santísima Virgen María vivió (en la casa de Juan) alejada de la ciudad. Porque habrá sido ?


    A cada uno le toca en oración ver donde seremos mejor instrumentos de Dios. Aca o alla, lejos o cerca, todos buscamos que nuestras obras agraden a Dios.




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  42. -Nuestra Madre la Santísima Virgen María vivió (en la casa de Juan) ....en la ciudad la más corrupta del Imperio .....

    -Vivo en el oeste Argentino , en una ciudad donde hay decenas de misas diarias , y lugares de adoración .....No me siento en catacumbas .....

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  43. Nuestra Madre la Santísima Virgen María vivió (en la casa de Juan) alejada de la ciudad. Porque habrá sido ?

    porque los ángeles la visitaban....

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