[Recibí un comentario firmado por Mons. Víctor Manuel Fernández. Resulta imposible saber si, efectivamente, quien lo firma es quien dice ser, pero todo hace suponer que sí lo es. Además, el comentario es respetuoso y tiene sentido. Aquí lo reproduzco y respondo]
Disculpe, Sr. Wanderer. Conozco su nombre real que usted no indica pero le llamaré cono usted se presenta. Usted afirma que yo digo textualmente que se puede comulgar sin estar en gracia de Dios, lo cual es ciertamente una herejía. Pero usted sabe bien que no es eso lo que yo dije textualmente, y se puede confirmar viendo el video. Eso se llama falso testimonio pero parece que no forma parte de su moral. Usted puede interpretar mis dichos como quiera y criticarme como justo. Pero sabe que es deshonesto decir que yo afirme textualmente algo que yo nunca dije ni diría. Por consiguiente debería plantearse en su conciencia si no está en el grave deber de retractarse.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Arzobispo de La Plata
Respuesta:
Estimado Mons. Fernández,
Deseo agradecer, en primer lugar, su mensaje. Más allá de las profundas diferencias que tengo con respecto a muchas de sus opiniones, es un gesto que realmente valoro.
Usted me recrimina, y creo que con toda razón si fuera cierto, que yo escribí que usted habría dicho textualmente que se puede comulgar sin estar en gracia de Dios, lo cual es ciertamente una herejía. El caso es, monseñor, que yo nunca hice tal afirmación. En el colegio primario me enseñaron que todas las citas textuales deben colocarse entre comillas. Entonces, cuando en mi artículo yo hago referencia a dichos textuales suyos, éstos van siempre entrecomillados. Y en este caso son tres: “sin darse cuenta”, “terrible” y “la Iglesia se equivocó terriblemente”. Admito que esta última expresión no la dijo usted tal cual, pero es el sentido de sus palabras: es “terrible” lo que pasó, dice usted. ¿Qué es lo que pasó? Que la Iglesia desarrolló “una filosofía y una moral” clasificatoria y rotulatoria de las personas. Y concluye: “Gracias a Dios el papa Francisco nos ayuda a liberarnos de estos esquemas”. Se entiende entonces que esos esquemas —la filosofía y la moral clasificatoria que había desarrollado la Iglesia durante siglos— son equivocaciones, o errores “terribles”, de los que el papa Francisco nos libera.
De este modo, monseñor, debo rechazar la acusación que usted me hace. Por otro lado, yo sé que no soy un hombre dotado de una inteligencia particularmente aguda; sin embargo, también sé que no soy un idiota que escribiría una mentira, o un “falso testimonio” como usted muy bien indica, debajo de la prueba que sacaría a la luz tal mentira, y la prueba es el video publicado el día anterior y enlazado a la entrada en cuestión. Yo no estoy reportando algo que oí y los lectores son confundidos ingenuamente por mí interpretación. Estoy comentado un video que los lectores tienen a un click de sus dedos y en el que pueden corroborar lo que digo y sacar sus propias conclusiones.
Pero el núcleo de la cuestión, más allá de los entrecomillados, es que yo considero que usted efectivamente pronunció una herejía desde su cátedra. Y lo hizo estableciendo las premisas para que cualquier persona medianamente formada en la fe y capaz de elaborar un silogismo pueda llegar a esa conclusión. Usted dice que a la Iglesia le sucedió algo “terrible” —término que tiene una valencia claramente negativa— durante muchos siglos porque rotulaba a las personas y disponía que “este puede comulgar, este no puede comulgar” (1:10). Y tiene razón porque esas clasificaciones existieron y existen. Pero, ¿cuándo establece la Iglesia que alguien no puede comulgar? El catecismo nos dice que son tres casos: cuando está en pecado mortal, cuando no sabe a quien va a recibir o cuando no ha guardado el ayuno eucarístico de una hora, suponiendo siempre que la persona es un católico bautizado. Estos, y sólo estos tres, son los casos por los cuales la Iglesia impide que alguien se acerque a recibir la eucaristía. De los dos últimos, estimo que se hablará solamente en las clases de catecismo de los ambientes tradicionalistas. Por el contexto de toda su homilía —que también enlacé en el artículo— puede deducirse que usted se refiere al primer caso. Simplificando, usted dice que fue algo “terrible” que la Iglesia “clasificara” a las personas por su “aspecto, capacidades u orientación sexual” o por otras razones, impidiéndoles comulgar (es textual sólo lo que está entre comillas; el resto es la deducción que hace cualquier persona que escuchó su sermón, y que hago yo). Y usted, monseñor, sabe que la Iglesia nunca consideró que el aspecto, las capacidades o la orientación sexual fuera un motivo de negar la comunión; lo era y lo es, en tanto y cuanto, en este último caso, esa persona no viva castamente y, consecuentemente, estaría en pecado mortal, es decir, el primer requisito de los señalados más arriba.
La conclusión a estas premisas que usted tan claramente estableció en su homilía es prístina: esta “filosofía y esta moral” que “durante siglos y siglos” desarrolló la Iglesia era algo “terrible”, es decir, que infundía terror; era malo. Ellas establecían que algunas personas no pudieran comulgar. ¿Quiénes eran estas personas? Los que estaban en pecado mortal. Pero ahora “el papa Francisco nos ayuda a liberarnos de esos esquemas” y, por lo tanto, las personas que están en pecado mortal o, lo que es lo mismo, que no están en gracia de Dios, pueden comulgar. Esta es, monseñor, la conclusión a la que llega cualquier persona que haya escuchado su homilía. Y esta conclusión es una herejía, como usted bien dice en el mensaje que me envió. Y recurro verbatim a las últimas palabras de ese mismo mensaje: “Por consiguiente debería plantearse en su conciencia si no está en el grave deber de retractarse”.
Querido Wanderer, en Infovaticana publicaron algo atribuido a usted, en lo cual no se corresponde con lo de este blog, podría aclarar ésa situación? Porque dudo que haya sido usted en cuanto que aquí usted sigue señalando la herejia de Tucho, lo cuál es perfecto y conveniente, de la cual debe arrepentirse publicamente y anametizar esos errores. Más en la nota de infovaticana no se dice mucho de eso, sino simplemente como que usted se equivocó y e tucho no dijo herejia alguna
ResponderEliminarEstimado, no sé a qué publicación de InfoVaticana se refiere. En cualquier caso, no tengo nada que decir con respecto a lo que ellos publiquen.
ResponderEliminarEs herejía, aunque la disfrace con sus manipulaciones peronistas de forma. El mismo truco de siempre implantado por Bergoglio y que siguen sus acólitos, para así poder afirmar después de provocado el escándalo que nunca dijo tal cosa sino que sus palabras eran otras, pero como bien dice wanderer cualquiera con un mínimo de inteligencia puede atar cabos. Eso sí, de retractarse de sus herejías nada de nada. La falsa Iglesia sigue con su demolición controlada mientras se esfuerza por expulsar a los auténticos católicos, aunque solo sea por agotamiento ante tanta depravación.
ResponderEliminartal parece que el trucho fernández resulto ser fan de wanderer. que cosas, no?
ResponderEliminarTucho y el Papa son expertos en eso: elaboran un esquema donde no dicen nada explícitamente herético pero del cual se sigue algo malo (o herético).
ResponderEliminarCaminan e invitan a caminar por sinuosas cornisas donde en definitiva lo que nosotros pensemos (que Tucho es un mal pastor) es casi anecdótico, porque aquí hay almas que están siendo invitadas a comer su propia condenación tal cual lo dice Jesús en la montaña y explica San Pablo con lujo de detalles.
Mons. Fernandez, lo que necesitamos es que implemente iniciativas pastorales específicamente orientadas a personas homoexuales o del "colectivo LGBT" que quieran dejar su vida desordenada y querer vivir y morir (porque la muerte es ganancia) como apóstoles de Cristo.
Basta de tirar mierda a la historia de la Iglesia, a los (supuestos) fariseos tradis, etc. Lo que necesitamos es una pastoral real y concreta iluminada por la belleza de la castidad en el amor de la fe en Jesús, cristianos comprometidos que se olviden de su orientación o condición y que aspiren ardorosamente a la santidad.
No más vericuetos o matices sobre los sacramentos, queremos pastores que ayuden a vivir en profundidad la amistad con Cristo en unión con la Iglesia. Lo demás es propaganda.
Amén
EliminarA lo mejor con Francisco estamos ante un nuevo San Gregorio Magno, que sacó a Trajano del infierno, y somos muy necios para verlo. Dejáte e' joder...
ResponderEliminarMuy estimado Don Wanderer: Calzó usted bien la espuela y la aplicó donde y como debía, con acierto; por eso se duele el jamelgo y respinga. Pero resolvamos en positivo y con caridad: Usted corrigió fraternamente al que erró ... y este no reconoce su yerro. Oremus ergo pro conversione eius, aunque parece ser de dura cerviz y contumaz. Salutem!
ResponderEliminarWanderer, caminante, homo viator, son calificativos de raigambre bíblica, patrística y existencialista. Valen para todos los hombres. Tomar conciencia de ello y hacerlo propio ayuda al realismo de la humildad. En cambio, en pleno siglo XXI (!!) hacerse llamar "monseñor", nada menos que "mi señor"!!, y "sucesor de los apóstoles" es para revisarlo y tal vez requerir atención profesional, puede ayudar.
ResponderEliminarDon Wander: lo felicito por su notable coraje y valentía para poner los puntos sobre las ies en materia tan delicada. Y bien sabemos qué duro ha sido para quienes a lo largo de la historia de la Iglesia se atrevieron a hacer lo mismo, como sucedió, por ejemplo con San Atanasio. Pero, esto no ha de sorprender. De hecho, lo hicieron con el mismo Jesucristo. Y, por lo que parece también lo seguirán haciendo. Mas, nada de esto nos debe hacer perder de vista la necesidad de combatir el pecado allí donde éste se halle. "Antes morir que pecar" decía Santo Domingo Savio. Porque el hecho de que se debe amar al pecador, no da pie a que también se ame su pecado. Estas son peleas que están por encima de las fuerzas humanas, y por eso, ruego a Dios todos los días por la conversión de los pecadores. ¡Y qué duda cabe de que eso mismo es lo que Dios manda y por lo que toda la Iglesia suplica! ¡Dios salve a la Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!
ResponderEliminarEstos modernistas sí que son "terribles". Lo único que falta es que ahora Monseñor se sienta ofendido. Ja, ja, ja!!! No lo puedo creer!!! El mundo del revés!!! Dígame Monseñor: qué opina de "Amoris Laetitia"? Y menciono este documento herético por decir uno sólo de los producidos por el Papa durante su catastrófico pontificado. Uno solo de los heréticos, por supuesto. Seguro que lo apoya calurosamente. Seguro que ordenó todo en su Tribunal para responder a tan magnos y preclaros dictados. Seguro que en su Seminario no se estudia ninguna herejía? Ja!!! No me haga reír. A los laicos nos toman por estúpidos. No nos gobiernan pastores. Nos gobiernan políticos. Hablan como políticos. Piensan como políticos. Mienten como políticos. Y algunos, como ese famoso obispillo que se fugó a Méjico con su amante casada, roban como políticos. Y nos están hundiendo como nos están hundiendo todos los políticos.
ResponderEliminarA monseñor Tucho se le atribuye gran parte de Amris Laetitia, ¿qué pa va a decir si es su obra? "como diría un correntino!."
EliminarEs característico del apóstata enseñar herejías y después negar que las dijo. Es el caso del amigo Tucho, enseña que la Iglesia se pasó siglos clasificando a los fieles: este puede comulgar, este no; a este se puede perdonar, a este no. Eso es terrible, dice. ¡Menos mal que llegó Francisco para acabar con esa falsa iglesia!
ResponderEliminar¿Está diciendo Tucho que hasta que llegó Francisco la Iglesia nunca predicó la Palabra de Dios como Dios manda? Sí, lo está diciendo.
¿Está diciendo Tucho que la Iglesia tuvo que esperar a Francisco para predicar la Palabra de Dios como Dios manda? Sí, lo está diciendo.
¿No es una terrible herejía lo que enseña Tucho? Sí, lo es, pero él lo niega, no cree que la Iglesia que Cristo fundó en cabeza de Pedro sea la que existió durante 2.000 años, cree que la verdadera Iglesia de Cristo es la de Francisco, una iglesia joven que recién cumplió 10 años.
¿No es eso una terrible herejía? Sí, lo es, pero Tucho lo niega, niega todo, es una máquina de negar la verdad y de enseñar la mentira.
¡Entonces Tucho es un apóstata! Claro, lo es, aunque él lo va a seguir negando igual que los obispos alemanes y tantos otros apóstatas que celebran esta falsa iglesia de Francisco.
Monseñor Fernández, vaya poniendo las barbas en remojo, el día menos pensado tendrá que rendir cuentas, la Justicia de Dios es muy severa. Y el infierno existe por más que usted crea que no, o que está vacío. No quisiera estar en su lugar, para nada, se lo digo sinceramente.
Fuenteovejuna
Apreciado Fuenteovejuna,
EliminarNo se puede ser más claro e incisivo. Ojalá que Mons. Fernández, si es él realmente quien se ha quejado, tome nota y se abra con humildad a la conversión, estamos en el tiempo más propicio.
Gracias y un saludo
Pau
Este inicio: "Disculpe, Sr. Wanderer. Conozco su nombre real que usted no indica pero le llamaré cono usted se presenta.", me ruecuerda a la amenaza de Anibal Fernández a Nik recordandole que conocía el colegio a donde asistían sus hijas menores de edad. Concuerdo con Terzio, "Calzó usted bien la espuela y la aplicó donde y como debía, con acierto; por eso se duele el jamelgo y respinga".
ResponderEliminarQué malos tiempos estos para los argentinos apellidados Fernández. Ya tenemos 4, a cuál peor.
EliminarPara su consuelo queda Enzo Fernandez que jugo muy bien el mundial.
EliminarQue pedazo de sinverguenza resulta el obispo. Abogado de perversos y degenerados y sodomitas.
ResponderEliminarQue tiempos dificiles para ser creyente, somos ovejas sin pastor.
tìpico siervo del demonio, primero te amenaza con que sabe tu nombre, como diciendote, si quiero divulgo quién sos, una clara amenaza a tu persona, segundo, te habla como hablaba la serpiente en el árbol, una cantidad de palabrerío para confundir, que no dijo lo que dijo, que se interpretó mal, etc, etc todo mentira,
ResponderEliminarél dijo claramente que etiquetar personas está mal y que ahora vienen él y el pontifice francisco a revisar las cosas para que todos comulguen en pecado mortal,
tal es lo que se deduce también, si vamos al caso, del documento papal amoris laeticia en donde se dice en capítulo 8 que pueden comulgar todos los adulteros rejuntados y vueltos a rejuntar,
es decir, que según éste señor tucho, hay determinados pecados que deben obviarse, los de la carne claramente y que todo ese conjunto de gente que los tenga, no deberían tener ningún problema en acceder a la santa comunión, porque sí, porque ahora la iglesia es "sinodal" y coso y entrega el "caramelito" de la eucaristía al que quiera acercarse de buena voluntad,
también con ese criterio revisionista se podría dar también la comunión a todos los asaltadores de bancos, por ejemplo, porqué no tendrían derecho los ladrones de bancos a que se les entregue la comunión, ? porqué excluirlos? si la nueva iglesia sinodal de pancho no quiere excluir a nadie de su tienda,
si un adultero vá y comulga con su mujer espúria y sus hijos bastardos, si un señor disfrazado con ropas de señorita se autopercibe mujer y está orgulloso de serlo, puede ir y comulgar como si nada, pués , vale, un día vendrán todos los ladrones de bancos, o de lo que sea exigiendo con el mismo derecho que tienen todos esos pecadores, para acceder a la santa comunión, total, "no hay que excluir a nadie" no?, así estamos,
insisto, tucho te habló con el típico lenguaje ambiguo y confuso que utiliza siempre el demonio,
claramente le sirve al ángel caído y NO a Dios
en fín, Dios todo lo vé desde arriba
saludos, y recemos porque se termine de una vez toda ésta pesadilla del modernismo dentro de la Iglesia,
Querido wandeder, soy un simple pecador y laico que quizás no sea el más docto y pulcro en la doctrina y las enseñanzas cristianas, pero le exhorto a seguir como va, a seguir proclamando la verdad y no quedarse callado ante esta ola de modernismo y falsa misericordia que vive la iglesia, monseñor ojalá me leyera, el que verdaderamente tiene que analizarse es usted querido tucho, usted querida excelencia por esos sermones "tan ortodoxos " que usted proclama.
ResponderEliminarEstamos con Don Wanderer
ResponderEliminarEstamos ante una aceleración de la Revolución en la Iglesia (leer declaraciones del Papa en https://www.europapress.es/sociedad/noticia-papa-no-descarta-revisar-celibato-sacerdotal-dice-veces-puede-llevar-machismo-20230310144626.html). Su estrategia es doctrina VS. pastoral, Fe en tensión con la Caridad. Cuando la nueva moral, impulsada por la cultura actual, el Papa y sus amigos, haya ganado el sentido común del católico medio, no habrá necesidad de cambios magisteriales porque la doctrina habrá caído en desuso. Como dirían los marxistas, la praxis primero y después la teoría. Siento vértigo! Dios no lo permita.
ResponderEliminarEstimado Wanderer, su lógica es incontestable al concluir que la consecuencia de lo que dice el Monseñor, es que "las personas que están en pecado mortal o, lo que es lo mismo, que no están en gracia de Dios, pueden comulgar", pero ya sabemos lo poco que vale la vieja lógica aristotélica para el mundo de la "posverdad". De todos modos, la discusión siguiente sería el "discernimiento" de cuándo las personas están en pecado mortal. Y ahí viene a cuento lo que el bloguero de Infocatólica, luego de comentar la homilía (https://www.infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/2303080856-itenemos-la-misma-religion#more43685) le responde a un comentarista:
ResponderEliminar"A mi juicio, no es que crea (el Monseñor) de verdad que se puede comulgar en pecado grave. Es más bien que no cree que los pecados graves que le gustan al mundo sean realmente pecados graves y esta es su forma de desactivar la doctrina católica al respecto. A un mafioso no le dejaría comulgar, a un adúltero o a una pareja del mismo sexo, sí. Como algunos han dicho más arriba, es meramente un intento más de caerle bien al mundo siendo lo menos católicos posibles. Es, en definitiva, la herejía más popular de nuestra época y la que nos está matando."
Don Wanderer: no siempre coincido con todas sus opiniones, aunque en sustancia si. Pero esta respuesta suya es para sacarse el sombrero. Respeto y testimonio fiel ha dado y ha manifestado el sentido correcto de la obediencia, que no se doblega en cuestiones de Fe.
ResponderEliminarDe todas formas creo que aunque entrecomillara la redacción pudo haber hecho parecer que su glosa era atribuída al obispo. Por eso algunos nos confundimos al leerlo, pero no deja de ser un detalle. Agarrarse de esto para acusar de falso testimonio, no da a lugar de ninguna manera, porque las palabras mismas del señor Obispo son escandalosas y la glosa que usted ha hecho es exacta y no se ve posible otra interpretación. Procediendo siempre rectamente, y no con torcedura, porque si uno quiere torcer las cosas se puede siempre "salvar" cualquier frase, y nosotros no somos de esos, porque nos gusta la verdad y vivimos de ella.
¿Piensan en verdad los obispos que van tras el espíritu del mundo, porque muchos están pronunciandose así, que pueden engañar a Dios y a los sencillos mínimamente formados con el juego de siempre de no pronunciar explícitamente la herejía sino escondiéndola implícitamente y de moverse en la ambiguedad? Es decir, para el señor Obispo decir explicitamente la herejía es una barbaridad, pero quedarse a la puerta de pronunciarla con toda explicitud eso estaría bien, ¿quién no ve la contradicción? ¿quién no ve que eso no tiene nada que ver con la Fé católica? Y ojo, no hay pecado en nosotros en esto. Porque a las autoridades, y mas a un obispo, se las respeta siempre, con todo honor, pero en materia de Fe y moral, y sólo en ellas, es legítimo, antes bien es un deber, corregir al superior, según la Suma de teología de Santo Tomás.
¡Retráctese por el amor de Dios, que dio su vida para darle a usted la vida eterna! Retráctese y limpie su mente y su corazón porque puede estar en estado de condenación, y como dice San Agustín, Dios asegura el perdón si hay arrepentimiento pero no asegura el día de mañana.
Alabo poder vivir en este tiempo en que ha llegado Felsenburg con mitra !! Cuántos siglos en el error ! Cuántas generaciones y generaciones extraviadas y haciendo extraviar!! Qué maravilla escuchar esta nueva CATEGORIZACION entre categorizadores y no-categorizadores !! Entre poseedores de la nueva Luz y los siglos de papas, santos, predicadores, catequistas, confesores, laicos .... TODOS EQUIVOCADOS . Ha llegado el nuevo apóstol a nosotros . Mi señor Tucho: ya te vas a quedar prendido de la brocha
ResponderEliminarNo asumamos que el comentario es de Mons. Fernández, el propio Wanderer dice "Resulta imposible saber si, efectivamente, quien lo firma es quien dice ser, pero todo hace suponer que sí lo es. Además, el comentario es respetuoso y tiene sentido". Recojo esto último de que "tiene sentido", porque en efecto, si Mons. Fernández o quien quiera, hubiera querido hacer una defensa de sus dichos, lo cierto es que la esgrimida hubiera sido la única posible, aunque resulte improcedente como bien demostró Wanderer. Eso es lo que importa y lo único que consta. Se le imputa el haber dicho una herejía o como mínimo una gravísima heterodoxia (constituya o no formalmente herejía) y la única defensa posible es decir, "yo no cometí herejía formal", pero lo cierto es que no se puede, porque no hay manera de, sostener la ortodoxia del sermón. A ese punto hemos llegado. Un comentarista señaló muy bien cómo el mecanismo Bergogliano consiste en asomarse al abismo de la herejía (llevando a las ovejas al riesgo cierto de caer en él) sin pronunciarla formalmente. Es la filosofía que admite la posibilidad de estar "medio embarazada" que se opone al principio de no contradicción y con ello a la del Evangelio del Si Si - No No.
ResponderEliminarHilbert
Está enojado "su excelencia" por qué se le dijo lo que es y anda recorriendo los perfiles de Facebook con una solapada amenaza de "demandar" a quienes le recriminaron su herejia. Siempre la misma táctica ellos que son la "iglesia del diálogo" cuando les señalan los errores echan mano a los tribunales civiles para amedrentar a sus detractores. No son capaces de defender con el cuero lo que impiamente vomitan por la boca. Saludos
ResponderEliminarPues va a tener que demandar a medio planeta pues las críticas le llueven de todas partes
Eliminar¿Por qué se molesta Fernández en contestar a Wanderer? Para aclarar un tema doctrinal? No. Simplemente es una defensa de su imagen pública en un blog que tiene bastantes visitas (me salen 150K por mes aprox.) ¿Qué pasaría si las ideas de blogs como este se extendieran entre los laicos, sobre todo entre los laicos que ponen plata? Lo que hace la jerarquía, hace muchos años ya, es tratar de mantener la imagen pública al precio que sea para sostener el tinglado, que la gente no se vaya, y seguir disfrutando de lo que se puede conseguir con una posición de privilegio. Ese es todo el misterio detrás del Concilio VII, el aggiornamiento, el novus ordo, las JMJ, los viajes, las periferias y todos los inventos doctrinales. Pero el proceso de degradación se ha acelerado enormemente desde la irrupción de internet, todas las vergüenzas y las incoherencias están a la vista. Ahora se vendieron al NOM y sus inventos para vivir bajo su sombra pero pronto no le van a servir de nada a nadie.
ResponderEliminarEs redondamente cierto que lo único que le importa a los jerarcas actuales es mantener la imagen pública.
EliminarYo mismo fui rechazado del Seminario literalmente por eso, palabras textuales de mi entonces Arzobispo (ex-Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina).
¿Paranaense?
EliminarSantafesino.
EliminarMe da vergüenza ajena y asco leer el billetito del Tucho. Se podría esperar un inicio así (Mirá q sé quien sos...) de un mafioso, de un criminal, de un verme. Qué bajeza!!! Y para colmo, como otros que aparecieron comentando su "Tristezas romanas", demuestra una deficiente comprensión lectora. Sí hasta da para responderle: "Andá pa'llá, bobo!".
ResponderEliminarFelicitaciones, D. WANDER x su impecable retruco. Y gracias x su testimonio de fe.
Si es Tucho o no, no importa. Bien contestado don Wanderer. Cómo decía mi abuela: dile a Juan para que entienda Pedro.
ResponderEliminarDon Wanderer: ¿cómo era eso de que en el Concilio se dijo lo que se tenía que decir para que, leído a la letra, fuera irreprensible, pero se pudiera interpretar según los postulados modernistas? Pues eso.
ResponderEliminarCómo ha dicho don Terzio, bien clavada está la espuela, pero no enmienda. Gracias.
Como dijo el comentarista Jorge, lo único que les interesa es no quedar expuestos y mal parados públicamente.
ResponderEliminarBuena respuesta, Wanderer ! Dios lo bendiga
Ojo, no hay que dormirse. Tucho marca muchos avances, pero el peligro es García Cuerva. Igual o más hereje que Tucho. Un compadrito de San Isidro, devenido en villero y bendecidor de Florencia de la V, y de cuanto aberrante dé vueltas por ahí.
ResponderEliminarEs el interventor de Miles Christi.
¿Por qué Bergoglio se niega a venir a España?
ResponderEliminarhttps://infovaticana.com/2023/03/13/santo-padre-por-que-no-quiere-venir-a-espana-por-que-no-quiere-a-espana/
Para Monseñor Fernández.
ResponderEliminar«Carta abierta a los cristianos de Occidente».
Josef Zvěřina
1970
«Hermanos, vosotros tenéis la presunción de que vais a ser útiles al Reino de Dios si asumís lo más posible el saeculum, su vida, sus palabras, sus slogans, su manera de pensar. Pero reflexionad, os lo ruego, en lo que significa aceptar este planteamiento. ¿No significa quizá que lentamente os habéis perdido en él? Por desgracia parece que es exactamente lo que estáis haciendo. Cada vez resulta más difícil descubriros y distinguiros dentro de vuestro extraño mundo. Probablemente todavía os reconozcamos porque en este proceso vais lentos, por el hecho de que os asimiláis al mundo, despacio o de prisa, pero siempre con retraso. Os agradecemos muchas cosas, es más, casi todo, pero en algo tenemos que diferenciarnos de vosotros. Tenemos muchas razones para admiraros, y por eso podemos y debemos dirigiros esta amonestación: ‘No os conforméis a este mundo, sino transformaos con la renovación de vuestra mente, para que sepáis distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto’ (Rom 12,2).
¡No os conforméis! Mè syskematízesthe! Qué bien muestra esta palabra su raíz verbal perenne: esquema. Para decirlo brevemente, todo esquema es vacuo, todo modelo exterior. Debemos aspirar a algo más, el apóstol nos lo impone: ‘cambiar nuestro modo de pensar en una forma nueva’. Metamorfoûsthe tê anakainósei toû noós! ¡Qué expresiva y plástica es la lengua griega de Pablo! Frente al schêma, o morphé —forma permanente— está la metamorphé, el cambio de la criatura. No es un cambio siguiendo un modelo cualquiera, que además casi siempre está fuera de moda, sino que supone una novedad plena con toda su riqueza (anakainósei). No cambia el vocabulario, sino su significado (noûs). Por tanto, no contestación, desacralización, secularización porque esto es siempre poco frente a la anakaindésis cristiana. Reflexionad sobre estas palabras y os abandonará vuestra ingenua admiración por la revolución, el maoísmo, la violencia (de la que además no sois capaces). Vuestro entusiasmo crítico y profético ya ha dado buenos frutos y nosotros, en esto, no os podemos condenar indiscriminadamente. Solo nos damos cuenta, y os decimos con sinceridad, que tenemos en mayor estima la pregunta calmada y discriminante de Pablo: ‘Examinaos a vosotros mismos para ver si estáis en la fe, probaos a vosotros mismos. ¿O acaso ni siquiera conocéis que en vosotros está Jesucristo?’ (2 Cor 13,5).
No podemos imitar al mundo precisamente porque debemos juzgarlo, no con orgullo y superioridad, sino con amor, como el Padre ha amado el mundo (Jn 3,16) y por ello ha pronunciado sobre él su juicio. No phroneîn —pensar— y, como conclusión, hyperphroneîn —especular—, sino sophroneîn—pensar con sabiduría— (cf. Rom 12,3). Ser sabios de modo que podamos discernir cuáles son los signos de la voluntad y del tiempo de Dios. No lo que es el imperativo del momento, sino lo bueno, lo honesto, lo perfecto.
Escribimos como gente inculta a vosotros que sois cultos, como débiles a vosotros, fuertes, como miserables a vosotros que sois más miserables todavía. Y esto es un poco necio porque ciertamente hay entre vosotros hombres y mujeres excelentes. Pero justamente porque hay alguno, es necesario escribir neciamente, como nos ha enseñado el apóstol Pablo cuando retomó las palabras de Cristo, al decir que el Padre ha escondido esta sabiduría a los sabios y entendidos».
Wanderer, ¿por qué no se juntan con Tucho para arreglar sus diferencias o, en todo caso, aclararlas?
ResponderEliminar¿Es imposible esperar, a partir de este intercambio, que pudiese existir un dialogo abierto y franco con un obispo paladín del progresismo? Sin twitter ni blog de por medio.
Francamente me sorprendió tanto que le escribiera un comentario como el que reconociera la existencia de herejias, incluso en un tema donde son habituales los atropellos o la vista gorda.
Otorgándole el beneficio de la duda en la interpretación a sus palabras y en sus intenciones, ¿no es posible considerar a estas como signo de buena voluntad y una mayor cercanía de la que se podía presuponer inicialmente?
Uno está tan acostumbrado a la indiferencia o al ninguneo, que una acusación pública por difamación casi parece una caricia.
Por otro lado, ¿no es acaso una reacción natural y justa, defenderse públicamente cuando se cree que ha sido acusado falsa y públicamente?
¿Hay algo que se pueda perder por intentarlo?
En todo caso, confío que usted sabrá mejor que yo como responder estas dudas que me generó todo este asunto.
Le mando un saludo y le agradezco por su blog,
Pablo
Pablo: a usted le parece que con sus acciones Tucho busca la verdad?
EliminarNo se olvide que -al menos en los papeles- Tucho es un obispo católico. Eso da por supuesto que conoce los contenidos de la fe.
Tucho hará y dirá lo que se le cante, como hizo hasta ahora. Y verá lo que le convenga a sus intereses. Hasta ahora -en la lucha por el poder- mal no le fue.
Lo que uno ve es que Tucho no declara explícitamente algo erróneo, sino que lo afirma implícitamente a través de opiniones. Imagínese si Wanderer tuviera que ponerse a rebatir la disciplina sacramental de 1970 años de evidencia. Y lo mismo Tucho podría irse por cualquier tangente. Tucho nunca se bancaría un debate sistemático simplemente porque no es un estudioso (a pesar de que fue rector de la UCA, con un título de arzobispo de fantasía....). Solamente se dedica a a hacer comentarios despectivos sin precisar fechas ni contenidos. Es un auténtico progre.
Eliminar« 12 de abril 1820 - Tuve todavía una visión sobre la gran tribulación, bien en nuestra tierra, bien en países alejados. Me pareció ver que se exigía del clero una concesión que no podía hacer. Vi muchos ancianos sacerdotes y algunos viejos franciscanos que ya no portaban el hábito de su orden y sobre todo un eclesiástico muy anciano, llorar muy amargamente. Vi también algunos jóvenes llorar con ellos. Vi a otros, entre los cuales todos los tibios, que se prestaban gustosos a lo que se les demandaba.
ResponderEliminarVi a los viejos que habían permanecido fieles someterse a la defensa con una gran aflicción y cerrar sus iglesias. Vi a muchos otros, gentes piadosas, paisanos y burgueses acercarse a ellos, era como si se dividieran en dos partes, una buena y una mala».
«12 de noviembre 1820 [...] llegué a la gran ciudad (Roma). Vi allí de nuevo la gran y singular iglesia que se estaba construyendo; no había nada de santo en ella [...] No puedo encontrar palabras para describir la acción terrible, siniestra, mortífera, de esta [nueva] iglesia. Todo verdor se marchitaba, los árboles morían, los jardines perdían su aderezo. Vi, como se puede ver en una visión, las tinieblas producir su efecto a una gran distancia».
«...la devoción al Santísimo Sacramento caería completamente en decadencia y el sacramento mismo en el olvido. -Ella decía esto aplicándolo particularmente a esa parte de la Iglesia en la que vio todas las cosas desecarse y morir ante el progreso de las luces y bajo el régimen de la libertad, de la caridad y de la tolerancia».
Anna Katharina Emmerick. Visiones completas.
Estimado Wanderer:
ResponderEliminarEs irrelevante si el "comentarista" en cuestión es Mons. Fernández o uno de sus defensores. Los argumentos de ud. valen para quien sea que sostenga semejante postura. En todo caso, a Mons. Fernández habría que recomendarle también que se dedique a tiempo completo al tema de "los besos"; se ve que el Evangelio y la custodia de la fe no son lo suyo.
El Tucho, lo mismo que su amigo y protector, es maestro de la ambigüedad, del arte de "decir sin decir". En Cuba lo llamamos "cantinfleo". Hagan el sacrificio de ver una de las innumerables entrevistas concedidas por Bergoglio, y descubrirán las similitudes con los hilarantes enredos de Cantinflas, el legendario personaje interpretado por Mario Moreno. Con la diferencia de que, en el caso del cantinflas argentino, la intención no es precisamente divertir.
ResponderEliminarEspantoso el tono amenazante en cuanto a que "conoce" la identidad de Wanderer. Propio de un mafioso, no de un sucesor de los Apóstoles.
ResponderEliminarPareciera que no hay dudas acerca de la verosimilitud de la respuesta por parte del prelado. Ello porque el nombrado llevó el asunto a su Facebook personal, e incluso pidió que AICA ventile esta cuestión. Se ve que el comentario le pegó, y bien fuerte.
ResponderEliminarDice Mons. Fernandez en su Facebook: "...De ese modo se dedican a tratarme de hereje y me declaran excomulgado. Como todos saben, yo podría demandarlos, pero estoy esperando que sean hombres y se retracten como corresponde".
Resulta sorprendente que ahora pretenda intimidar a un miembro de Pueblo de Dios mediante la amenaza de promoción de una demanda. Seguramente habrá sido un mal espíritu pasajero.
Si así no fuera y como ya sabemos que Monseñor lee este blog, resulta interesante conocer en qué consistiría el reclamo que pretende formular por medio de una demanda, y si es que el litigio lo promoverá en sede civil o eclesiástica. Todo ello debido a que lejos de retractarse, el autor de este blog le cantó valecuatro e invitó al propio Obispo a que se retractase.
Le pido a Mons. Fernández que acepte mi mediación para evitar tan absurda situación, siempre dentro de un camino de diálogo, tolerancia y sobre todo de misericordia. De ese modo la Cultura del Encuentro podrá quedar debidamente honrada.
Muy atte.
Bruno VIII
Sólo quiero citar tal cual el numeral 86 del Catecismo de la Iglesia Católica. "El Magisterio no está por encima de la palabra de Dios. Sino a su servicio, para enseñar solamente lo transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo explica fielmente; y de este único deposito de fe saca todo lo que propone como revelado por Dios para ser creído." analizando una por una las frases de este numeral del Catecismo de la Iglesia Católica, podemos concluir qué hoy por hoy, si hay momentos en que algunos obispos incluyendo al Papa Francisco, se pone por encima de la palabra de Dios y se dicen cosas que van en contravia de las tres fuentes de la Revelación como son : Las Sagradas Escrituras, La Santa Tradición y el Magisterio de la Iglesia Católica. Si, uno confronta algunas declaraciones con lo que está escrito y evidentemente se percibe una contradicción. Oremos mucho por el Papa Francisco, los obispos, los sacerdotes, los diáconos y por nosotros los laicos para que el El Espíritu Santo nos ilumine y nos ayude siempre y en todo lugar a ser Iglesia fiel a Jesucristo.
ResponderEliminarSólo quiero citar tal cual el numeral 86 del Catecismo de la Iglesia Católica. "El Magisterio no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar puramente lo transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo explica fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como revelado por Dios para ser creído" (DV 10). En algunas ocasiones, uno confronta lo que dicen algunos obispos incluyendo al Papa Francisco, con lo que está escrito en las tres fuentes de la Revelación: Sagradas Escrituras, La Santa Tradición y el Magisterio e inmediatamente se percibe la contradicción. Lo único que nos queda, es orar mucho por el Papa Francisco, los obispos, los sacerdotes, los diáconos, y nosotros los Laicos, para que el Espíritu Santo nos ilumine y en todo tiempo y lugar, seamos Iglesia fiel a Nustro Señor Jesucristo.
ResponderEliminar