Cuando se celebró, hace algunas semanas, el absurdo Día internacional de la mujer, en varias ciudad argentinas se abrieron las puertas de los aquelarres infernales. De modo particular, en San Miguel de Tucumán, quienes caminaban por las calles, asistieron atónitos a lo que los periodistas calificaron como una “perfomance artística” pero que no fue más que una horrorosa blasfemia: una mujer, caracterizada como la Santísima Virgen, cometiendo un sangriento aborto frente a la catedral tucumana.
El arzobispo de Tucumán, Mons. Alfredo Zecca emitió inmediatamente un claro comunicado de repudio. Otros prelados, en cambio, tuvieron otra indignante y vergonzosa reacción que ya todos podemos imaginar. Y me refiero de modo particular a la declaración de Mons. Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco. Era un obispo que prometía mucho. Estando en Mendoza, fue un claro defensor de la misa latina y mostraba simpatías hacia el pensamiento tradicional. Todo fue así hasta que llegó Francisco, y Mons. Buenanueva volcó irremediablemente. Ya habíamos dado cuenta el año pasado del paso en falso cometido por el prelado en Roma cuando, pretendiendo desplegar su voluminosa sapiencia frente al Papa, fue completamente ninguneado por Bergoglio. Pero parece que no ceja en su empeño de mostrarse servil a las líneas romanas en espera, seguramente, de alguna promoción que lo saque de la insignificante sede en la que se asienta Su Corpulencia Reverendísima.
Les dejo aquí una reflexión que circula en la web y viene muy al caso.
Sobre las mejillas ajenas
Legendario es aquello de que hay gente que gusta hacer limosna pero con plata ajena. Ser generoso, pero no con los bienes de uno, sino con los del vecino. Ayudar a los pobres pero metiendo la mano no en el propio bolsillo sino en el bolsillo de otro. Esto, por suerte, está refutado y ampliamente aceptado que se trata de una ramplona falacia que no resiste el menor análisis.
Ahora, lo interesante es ver cómo “funciona” esto mismo respecto a otros asuntos.
Pues lo que vale para el bolsillo (para la generosidad) vale también para cualquier otra virtud. Por ejemplo, el gallardo propósito de no reclamar lo que otro injustamente me quita: si se trata de mí mismo, bienvenida la bienaventuranza; pero no aplica a terceros: ¡al contrario!, sería una falta por omisión que no colaborara a que se les devuelva a los vulnerables lo que les fuera injustamente quitado. Lo mismo valdría decir de la persecución: si es a mí, bendita sea; pero si es a terceros, no tiene asidero gritarle cínicamente desde el balcón: bienaventurado tú, cristiano de Siria, perseguido y llevado injustamente a la tortura y muerte.
Lo mismo: gallardo es no defenderse ante agravios o calumnias proferidas a uno; cobarde y felón, en cambio, si uno no es capaz de defender a un amigo (o incluso un enemigo) injustamente difamado.
Y pienso más puntual y específicamente todo esto respecto a lo de “poner la otra mejilla”. Porque me preocupan los Peter Pan que quieren hacerse la gran bienaventuranza con mejillas ajenas. Y eso no está bien. No está nada bien.
Y sabe más a cobardía que a mala teología. O a ambas, en todo caso.
Cuando A MÍ me pegan en una, ahí he de poner la otra. Pero si un muchacho va con su novia por la vereda y un degenerado pasa y le toca el traste: ay de aquel, ay de aquel joven que con engolada voz le dijera a su prometida: amada mía, paloma mía, Cristo se dejó matar por nuestros pecados, déjate tú toquetear y serás salva. Si te toca una nalga, déjate tocar también la otra.
Ay de aquel joven que no fuera capaz de darle una buena tunda al degenerado maleante.
Si A MÍ me escupen en la cara, y soy templado y fuerte, y recuerdo con fervor que mi Señor fue escupido, bien hago en soportar el salivazo recordando mis muchos pecados. Pero si voy por la calle con mi madre y un maleante la escupe en la cara… ay de mí, ay de mí si desenrollo las bienaventuranzas y le explico a mi pobre madre que se lo aguante, que más padeció Cristo por ella, prometiéndole al escupidor plegarias en favor de su conversión, al son de un feble: yo te perdono, pues no sabes lo que haces… mientras Mamá intenta limpiarse con su pañuelo la cara. Más me valdría no haber nacido que ser un hijo así. Pues a las madres se las defiende con uñas y dientes. Aun a riesgo de morir en la contienda.
Será que vivo con el vivísimo recuerdo de niño (tendría 7 u 8 años), en que mi padre, de viajar mucho, con el taxi esperando en la puerta para irse al aeropuerto, ya con el sobretodo y guantes puesto, solía ponerse en cuclillas delante de mí y decirme con voz muy seria y solemne: quedás a cargo de tu madre y tus hermanos: ¡cuidalos! Y yo cabeceaba, a dos mejillas, un sí tan rotundo como convencido.
La vida por ellos.
El Señor, como el Siervo Sufriente, avanzó como oveja al matadero, manso, mudo y entregado. Pues se trataba de su propia Vida, la que ofrecía libérrima y señorialmente. Pero justamente, ¡qué contraste!, ese mismo Agnus Dei se torna León de Judá, una fiera incontenible, cuando de la Casa de su Padre se trata. Ahí no hay mudez, ni mansedumbre: ahí hay desatada ira, pues se trata de la defensa del preciado Bien ajeno, pues se trata del Padre.
Sólo Cristo, la Víctima, podía defender la oreja de Malco. Como que los discípulos no podían hacer otra cosa que atinar a defender a su Maestro.
Gallardo fue Pedro en cortarla y gallardo Cristo, en reponerla.
Entreguemos con hidalguía nuestra segunda mejilla cuando nuestra primera fuera ultrajada. Sin medias tintas ni hermenéuticas amaneradas y ambiguas.
Y con igual hidalguía, defendamos ambas mejillas, cuando de las ajenas se trate. También en esto, con las tintas bien cargadas
Que eso, y no otra cosa, es ser un hombre bien nacido y un cristiano cabal.
La vida por ellos.
Bellísimas palabras del Sr. Athonita. Y, claro, uno no puede menos que compartir. Si le tocan el traste a mi señora, claro que doy una tunda. Si escupen a mi mamá, claro que lo mato al degenerado. Eso es fácil. Pero vamos a lo difícil: si blasfeman en Tucumán, qué hago? Si escupen diariamente sobre la Patria en la persona de sus niños vejados y asesinados, qué hago? Si todo lo católico es motivo de burla y persecución, si la educación lleva 70 años en manos subversivas, si la familia está hecha pedazos, si la homosexualización campea a sus anchas...que hago??? Poemas? Discursos a lo Demóstenes? O doy la vida? Pregunto porque aquí hace 30 años que nadie da la vida por nada trascendente. Todos, muchos, sabemos lo que hay que hacer. Sabemos que, como Pedro, hay que cortar orejas. Pero lo único que hacemos es lo de los carteles en el camino: indicamos la dirección pero nos quedamos siempre en el mismo lugar.
ResponderEliminarNo se ha dado cuenta de que muchos de los presos de hace más de treinta años han dado la vida? UD y yo quizá no. Para nuestra vergüenza
EliminarExcelente, excelente artículo.
ResponderEliminarY también se podría aducir aquella gallarda frase que aunaba el ofrecimiento propio y la defensa de los débiles: «si ergo me quæritis sinite hos abire».
Grandísima reflexión que viene muy al caso de tantos problemas del mundo. Empezando por la de la inmigración indiscriminada que nos quieren imponer. Que fácil es disponer de la casa ajena y de la seguridad de los demás cuando queremos quedar muy bien. La entrega personal es muy virtuosa, pero jugar con la seguridad de los demás no es cristiano. Tenemos que defender la seguridad de todos los que dependen de nosotros y protegerlos. Eso sí es cristiano.
ResponderEliminarExcelente el artículo del Athonita. Cuántas omisiones han justificado aquellos cristianos (que se llaman así, bien podríamos no reconocerlos por tal) y cuántas veces han denostado a aquellos otros cristianos (cabales), cuándo ante alguna tropelía perpetrada contra la Santa Madre Iglesia salen en su defensa a capa y espada, con uñas y dientes. Alegando aquellos que "hay que saber poner la otra mejilla". Los más triste es cuando esta cobardía o falsa teología la ostentan nuestros pastores.¡Qué gran calamidad!. Propia de estos tiempos de un cristianismo ramplón, desdibujado y famélico.
ResponderEliminarGracias por esta esclarecedora reflexión.
El Mozalbete.
Mire Don Guander
ResponderEliminarEsto me hace acordar a esa costumbre estúpida ( en el mejor de los casos) de pedir perdón por cosas que hicieron otros en otro tiempo y en otro sitio lejanos.
Un verdadero insulto al sentido común que encierra una abjección moral.
En general estás miasmas son pomposamente proferidas desde una cierta posición institucional.
Desde el papelón de un diputado de Podemos por Extremadura pidiendo, en Cáceres, que la historia lo absuelva de los excesos americanos de su paisano Hernán Cortes.
O los lloriqueos de un jefe del Ejército reclamando se lo indulte de los excesos de una guerra antisubversiva en la que jamás intervino.
Cuando no un párroco de Villa Insuperable con su estola mapuche protestando las culpas de la Inquisición española.
Lo pavote sale al aire por esa rareza que, Tata Dios le dió a cada paisano y que se llama libertá, naides puede hacerse dueño la eleción de otro... Vio?
Ansi como yo, por ser bonaerense, no podría reclamar en mi persona las glorias de Don Juan Manuel.
Pero lo pérfido y ahí de seguro mete la cola Mandinga, es cuando se levanta la voz en nombre de una Institución. Iglesia, Nación, Ejército, Universidad o simplemente club de barrio Sol y Lluvia.
Y ahí, mi amigo, la invención de la culpa colectiva y perdurable es indudablemente, farisaica. Cuando los maulas del Sanedrín asumieron para si su gente, la Sangre del Gran Inocente.
De ahí entonces que esas parodias lacrimógenas del juicios de Pilatos encierran estupidez, cobardía y blasfemia
Con mis respetos
Puestero del Oeste
Bien dicho!!!
EliminarOff-topic:
ResponderEliminarayer domingo fui a oír Misa de 09:00 hs. a la Catedral de una populosa diócesis del conurbano bonaerense (primer cordón). La Misa fue oficiada por un sacerdote que cursa la octava década de su vida. El sermón venía bastante bien, hasta que lo escucho decir: "Esas personas con enfermedades terminales, que tanto sufren día a día....lo mejor es darles una inyección y mandarlas para el Cielo". Y continuó: "Me van a decir que 'el mérito del sufrimiento'... El mérito del sufrimiento es tal si el que sufre lo ve como mérito. Si no, no sirve para nada".
O sea, en una Catedral católica tengo que escuchar una defensa de la eutanasia que hoy no hace ningún partido político importante de la Argentina. A algunos miembros de nuestro clero ya no les alcanza con parecerse al mundo. Ahora quieren -directamente- parecerse a Satán.
Esto me hace acordar a esa costumbre estúpida ( en el mejor de los casos) de pedir perdón por cosas que hicieron otros en otro tiempo y en otro sitio lejanos.
ResponderEliminarPedir perdón para hacer justicia nunca le hizo mal a nadie. Todo lo contrario.
Los bobalicones del boato pontificio (que nos condujeron estúpidamente adonde y en manos de quienes estamos ahora) contemplaban repugnados los pedidos de perdón de Juan Pablo II en el año 2000. Que fueron justas reparaciones morales. Y oportunas, para el fin del milenio.
Puestero a su puesto, allá bien lejos con las alimañas.
ResponderEliminar¿ Es cobardía perdonar ..?
http://adelantelafe.com/papa-francisco-una-riqueza-quien-no-pueda-ir-misa-catolica-vaya-la-anglicana/
ResponderEliminarNo hay efecto sin causa.
Hoy la causa es abominable por lo tanto los efectos son infernales.
Alt-Right de Flores (El Barrio de la Causa)
Siempre que veo a este obispo me recuerda a San Juan Fisher por antitipo. Que grande fue este santo en la más pequeña e insignificante de las diocesis de Inglaterra y que pequeño sería aquel obispote aunque llegase a las sedes mas importantes. Aunque el Oso se vista de seda, Oso se queda.
ResponderEliminarSi ser juanpablista
ResponderEliminarCuando releí su post estuve pensando en pedir públicamente perdón por las boberías de los paraparroquiales, pero el sentido del ridículo me contuvo.
Voy a cerrar el gallinero porque me parece que se me escapó un pavo.
Puestero del Oeste
Tiene razón. El Padre Castellani decía: TENGO DOS MEJILLAS, NO TRES.
ResponderEliminarEl demonio sabe bien camelar a lerdos y dar la vuelta a todo lo biblico moral y cultural, y en ello los jesuitas de PACO1 han sido buenos EXPERTOS de la Demolición ROmana, porteñamente ya el ultimo show prosti-masonil buenista y bobón.
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ResponderEliminarPedir perdón por los ultrajes a Jesús , cometidos por otros , es muy común en la Iglesia
y en los buenos Cristianos .
Personalmente veo muy bueno que los Pontífices hicieron " pedidos de perdón " para otros .
ResponderEliminarUn sujeto apodado "oso" deviene ipso facto inhábil para la consagración episcopal. E Irregular y con dispensa cautissimo modo para la ordenación sacerdotal.
Tribunus Plebis.
Anonimo12:40: pedir perdón por algo que pasó hace siglos, me parece una imprudencia, porque muchas veces tenemos una caricatura de lo que pasó y no sabemos TODO lo que pasó.
ResponderEliminarEstá imprudencia ha llevado a auténticas aberraciones, tales como pedir perdón por la cristianización de hispanoamerica.
Off-topic: porqué no lo invitan a Gabriel Zanotti a que escriba en el Wanderer sobre la Reforma, el muchacho es un crack: http://institutoacton.org/2017/03/27/debemos-los-catolicos-festejar-los-500-anos-de-la-reforma-gabriel-zanotti/?utm_source=Base+completa&utm_campaign=92e4e7011d-EMAIL_CAMPAIGN_2017_03_27&utm_medium=email&utm_term=0_5c5be47297-92e4e7011d-90121361
ResponderEliminarFred: y también puede ser anacronismo. Que es el cáncer de la historia bien entendida
ResponderEliminar“Esto no conspira contra la paz social ni hace imposible una convivencia ciudadana de alta calidad. Pienso que, bien vividas, estas tensiones contribuyen notablemente a la buena salud de la sociedad civil,.." Que absurda declaração, ainda mais vindo de um religioso. Eu vi alguns vídeos do 8 de março aí, dias atrás, e fiquei chocada. Acho que vocês estão precisando de um exército de exorcistas. Não temos isto aqui no Brasil. Graças a Deus.
ResponderEliminarMonseñor Olivera ordinario castrense. Nos salvamos de lo peor!!!
ResponderEliminarDesde la salida de mons. Basseotto (a quien Dios perdone su torpeza y necedad, que tanto daño hizo a la familia castrense), siempre era fuerte el rumor de que tendríamos a un obispo que se destaca por su personalidad poco viril. Lo temimos siempre.
Preferíamos seguir sin obispo. Hubiera sido muy desatinado.
El nuevo designado no será el pluscuamperfecto, pero zafamos de lo temido.
Firma. El Mayor Desconcierto.
Está claro el ejemplo de Cristo al expulsar los mercaderes del Templo.
ResponderEliminarEstá claro el ejemplo del atorrante que manosea a la novia.
Lo que no está tan claro es el tema de soportar cualquier cosa, cuando se meten con uno. Me explico: Si alguien me calumnia y yo no digo no "mu", le estoy dejando el camino libre a esa persona para que siga calumniándome y, en definitiva, le estoy haciendo un mal. Quiero decir que, a mi entender, uno puede soportar las cosas que vienen de una persona que no tiene mala intención. Pero cuando hay malicia de por medio, entiendo que no se debe tolerar.
¿Alguien tiene clara la película como para ilustrarme al respecto?
Agradecido desde ya,
El Unknown.
Otro tema: pedir perdón por las cosas que "hizo la Iglesia" es un error. La Iglesia es una sociedad perfecta en sí misma. No puede "equivocarse".
ResponderEliminarOtra cosa son los miembros individuales de la Iglesia, que pueden haber hecho las peores maldades (o no, eso hay que verlo). Pero en ese caso, el que tendría que pedir perdón es el propio interesado, y no un miembro de la Iglesia en su nombre (me refiero al interesado), y mucho menos pedir perdón en nombre de "la Iglesia".
Esto de asignarle a la Iglesia las culpas de sus miembros sólo sirve para hacerle el caldo gordo a los enemigos. No seamos giles.
El Unknown.
El primer Ministro de Luxemburgo recibido en el Vaticano junto a SU “MARIDO”
ResponderEliminarhttp://adelantelafe.com/primer-ministro-luxemburgo-recibido-vaticano-junto-marido/
Estimado Wanderer, creo que pronto VA A SER OBLIGATORIO.
Adelante la SENTINA.
ResponderEliminarSi pido perdón para algo que otro cometió , no es porque soy culpable , yo pido perdón , si soy moralmente ( o civilmente ) responsable del " culpable " .
¿Qué hace moralmente responsable a un Papa actual por la culpa de, por ejemplo, los abusos de un sacerdote, o de una maldad cometida por un cura del siglo XVII (por tirar un número)?
EliminarPregunto honestamente, no cuestiono su respuesta.
El Unknown
Adhiero al My. Desconcierto.
ResponderEliminarFuera de la familia militar monseñor Basseotto es inmerecidamente elogiado. También adentro por falta de análisis.
Lo cierto es que nos perjudicó con su imprudencia y falta de humildad para reconocer su error. Lo rodearon y le hicieron creer que era una antorcha en la oscuridad. Todavía sigue esa mistificación.
Nos dejó en las peores confusiones y neblinas. Casi perdemos la asistencia religiosa en las fuerzas armadas.
Me alegro que se salga de ese pantano, adonde nos había llevado un conductor sin inteligencia.
FBG. (RE)
Señores Mayor Desconcierto y FBG
ResponderEliminarTengan en cuenta que el Obispo Olivera fue del mismísimo riñón del Obispo Laguna
De delicados modales y raros antecedentes junto a la Columna Norte en los setenta.
De aquellos polvos estos lodos...
No crean que han salido del pantano...Ni mucho menos. Lo verán en poco tiempo
General Mente
En esa misma línea deben saber que siendo Little Lake ( o Laguna) hombre de Alfonsín, su entonces secretario Olivera era el nexo con la afamada Coordinadora. En ella militaban ( el verbo suena excesivo) alguno de quienes hoy fungen de asesores funcionarios del Agrónomo Martínez que sabe tanto de Defensa como yo ustedes de cosmetologia. Intuyen como vino el alumbramiento de la criatura?
ResponderEliminarAtentamente
General Mente