Unos verdaderos e impresentables esperpentos, miembr@s ilustres del progreaquelarre neomodernista, vejestorios estériles y avinagrados, despojos de ser humano que ni siquiera clasifican para tristes figuras del tren fantasma del antiguo Italpark.
A los lectores afectados de grave misoginia al estilo de Armando Paredes, les invito a interiorizarse de los innumerables abusos de poder y sexuales que ocurren en el seno de la institución eclesial y tienen como victimas a estos “vejestorios estériles”, o no tanto, que han entregado mal o bien su vida a Dios,
El libro de Martel debería haber incluido un capítulo dedicado a este tema ya que está íntimamente vinculado a cierta cultura gay de closet
Toca rezar por las buenas jóvenes que, aún deseando intentar la vida religiosa, no pueden hacerlo, en Hispanoamérica, porque todas las congregaciones en las que les sería geográficamente posible intentarlo están más o menos así.
Creo que son "dominicas"...de serlo creo que el perro que sale en el escudo de santo Domingo debería orinarles el hábito (si es que los usan) así gastarían su tiempo en santa limpieza y no en estás tonteras...
Me he estado preguntando acerca de qué modo estas monjas harán paro. ¿No harán caso a la campana que las llama a las 6 de la mañana y se levantarán a las 10? No rezarán laudes ni vísperas? ¿No irán a misa hoy, o no le prepararán los ornamentos al cura que la celebra? Dejarán de atender a los enfermos o a los ancianos? Y es una buena sugerencia la micción del perro dominicano.
En una parte dice que como signo exterior de un tendencia homosexual en seminaristas se debería considerar "If he were to have an exclusive and ostentatious friendship with a man". Esto me recuerda a cuando se habló en el blog de las amistades particulares. ¿Qué opinan ustedes?
No son dominicas, son los dominicos de España quienes lo han difundido. La primera, Pepa Torres es de las Apostólicas del Corazón de Jesús, en realidad Damas Apostólicas del Corazón de Jesús, pero se saltan lo de Damas. Lo harán porque les suena a rancio, pero hacen bien, pues no son lo son. Damas sugiere nobleza y eso aquí es imposible encontrar. El resto son de varias congregaciones, una de ellas, Mercedes Navarro, dice que es biblista. Las concentraciones, mal que nos pese han sido masivas y se nota que los Soros del mundo andan por ahí dopando este aquelarre histérico y sobreactuado. El mundo está muy mal, muchos miembros de la Iglesia andan a la zaga deste inficionado mundo. Pero Cristo es Rey. Ha vencido al mundo y nos invita a acompañarle. ¿Qué estará pensando de sus hijas la fundadora de las Damas Apostólicas? Exacto, precisamente eso.
Güenas y santas Apreciado D Guander Quizás son estas las monjas que prefiere el notorio inquilino de Santa Marta. No puedo dejar de recordar el agravio gratuito del Papa Argento frente a una reliquia de la Santa Doctora de Avila. De cualquier manera, no me podrá negar que todas ellas exteriorizan una carencia común... Con el aprecio de siempre Puestero del Oeste
Al anónimo chicanero de las 8:35 y al (¿otro?) anónimo chicanero de las 17:27 (que no se refiere directamente a mi comentario, pero que hace una chicana barata y fácil en la misma línea) les sugiero que fijen una cita con una gran mujer: Bárbara Celarent, prima lejana de Disamis. En ningún momento he expresado misoginia alguna: toda la carga de tamaña acusación corre de la parte del chicanero, que con su resentimiento bien podría reclamar un puesto en el aquelarre de tod@s. Por lo que a mí respecta, el anónimo ni siquiera puede vislumbrar a la distancia la fuerza de mis denuncias sobre el abuso de poder en distintos ámbitos eclesiales, hechas en la sede y en el modo correspondientes. Ahora bien, del abuso de poder, que siempre e invariablemente está mal y que siempre e invariablemente hay que procurar erradicar, pueden ser, y son, víctimas tanto varones como mujeres. Así que la soflama antieclesial de corte feminista, no tiene lugar alguno bajo esta precisa perspectiva. La esterilidad que menciono en mi comentario se refiere sobre todo a la carencia de vocaciones que ha caracterizado de manera inconfundible a todo el movimiento pseudoteológico, pseudoespiritual y pseudocatólico que, hundiendo sus raíces en la nouvelle theologie, en el neomodernismo solapado anterior al CVII y en el neomodernismo abiertamente profesado posterior al CVII, se ha plegado a los dictámenes mundanos de lo políticamente correcto. El resto de las expresiones descriptivas están directamente ligadas a las raíces que acabo de mencionar. La virfobía o, mejor y más precisamente, la misoviria, en su doble significado de odio a la virtud y odio al varón, es muy mala consejera. Lamentablemente, es el principio inspirador de los juicios prácticos y de la cosmovisión dominante de amplios segmentos del mundo actual, a la que se muestran obedecer estas “religiosas”. Por supuesto, la medida de “protesta” a la que dichas “religiosas” adhieren es masivamente aplaudida por los dictadores del relativismo y está llamada a gozar de la aprobación complaciente del mundo, puesto que este tipo de “protesta” constituye, paradójicamente, una figura más, entre las tantas, de lo políticamente correcto. Pero, en realidad, para defender la dignidad de la mujer no hace falta, bajo ningún respecto, subirse al caballo del corporativo histerismo colectivizado autovictimizante, expresión clara y definida estrategia del neomarxismo cultural que, aún hoy, procura instrumentalizar las buenas intenciones de personas superficiales e incautas, cuyo magisterio, es decir, cuya fuente de criterio, de luz y de orientación, no está ya constituido por la enseñanza de la Iglesia ni por su tradición bimilenaria, sino por los medios de comunicación y los sanateros de última hora. Gracias, Wanderer, por permitirme el tan extenso comentario.
Lo de las monjas pavotas no es nada en comparación con el comunicado de la Conferencia Episcopal: http://www.episcopado.org/contenidos.php?id=1945&tipo=unica
Para Alberto que pregunta que hay que hacer con tantas muertes: Yo diría que evangelizar al mundo y volver a la Tradición, con el respeto y amor a lo Sagrado y a la liturgia.
Solo así el hombre tiene paz y amor a Dios y al prójimo. Y así no habrá más muertes por violencia. Pero estamos así desde Caín y Abel.
Y estas monjas pavotas, ridículas e impresentables,, que empiecen por usar el hábito y dejen de ver tanta televisión y recen mucho más. Que verguenza de monjas !!! Por favor !!
Yo por mi parte, opción San Benito, irme lejos lejos de tanta basura ! Dios quiera que sea pronto, no aguanto tanta decadencia sin hacer nada, sólo me lleno de mucho pesar.
Monjas??? Y el hábito que las identificaba donde quedó? Ahí tenemos la decadencia cada vez más baja del Vaticano II y el nefasto papado de Bergoglio que es la frutilla de ese postre
Cristo coronado de espinas (Albrecht Bouts, “Maestro de la Asunción de la Virgen”)
Nunca se nos dijo en los Evangelios que Jesús riera, pero a menudo oímos que Él lloraba. Él lloró en la tumba de Lázaro, una imagen de un alma muerta en pecado; y lloró sobre Jerusalén, la ciudad ingrata y endurecida; y en otras ocasiones lágrimas cayeron de los ojos de nuestro divino Maestro. ¿Por qué estas lágrimas fluyeron, y qué fue de ellas? Escuchemos a Jesús:
“En la tierra, cuando pensaba en Mi inefable unión con el Padre Eterno por el cual soy Uno con Él, Mi humanidad no pudo refrenarse de llorar. También cada vez que pensaba en el inmenso amor que Me había movido desde el seno del Padre para unirme con la naturaleza humana, Mi humanidad desmayaba al llanto”. Entonces Matilde preguntó: “¿Y dónde están esas lágrimas que el amor te hizo derramar?”. Él respondió: “Están un lugar especial en Mi Corazón, ellas son un amado tesoro, guardadas en un lugar escogido y secreto”. Ella replicó: “Tú me has dicho una vez que estas lágrimas de amor desaparecieron en Tu Corazón como en un horno”. Nuestro Señor repuso: “Eso es verdad, porque en el horno de Mi Corazón ellas desaparecieron como gotas de agua lanzadas al fuego. pero ellas no están consumidas, ellas permanecen en lo profundo de Mi Corazón”.
El Sagrado Corazón de Jesús es por tanto la fuente de las lágrimas que Él derramó mientras estuvo aquí en la tierra, y el misterioso reservorio donde las recibe y las guarda incluso ahora en el Cielo.
Mons. Baudry exclama: “Jesús, oh Jesús amantísimo, ¡cuánto he suplicado de Tu Corazón el secreto de esas lágrimas que derramaste en la tierra! ¿No he llorado lo suficiente para merecer que se diga el valor de estas lágrimas? Dulces como el rocío del Cielo y amargas como las aguas del océano, las lágrimas son igualmente un signo de alegría o de tristeza, y porque ambos son sentimientos que vienen del corazón, se sigue que las lágrimas son las palabras del corazón, la manifestación exterior de lo que siente interiormente” (Mons. Charles Théodore Baudry. Le Cœur de Jésus, pensées chrétiennes, pág. 434)
El amor de Jesús por Su Padre, el amor de Jesús por los hombres, fue entonces la causa de Sus lágrimas, lágrimas de alegría por la gloria que Él estaba por procurar para Su Padre y la salvación que traería al mundo por Su sacrificio, lágrimas de tristeza por cuenta de los insultos continuamente ofrecidos a este Padre bienamado y por la ingratitud de la cual la humanidad era culpable. Las lágrimas de Jesús fueron reunidas y están guardadas en Su Corazón. No obstante las ardientes llamas de las cuales ese Corazón es el asiento, ellas no están consumidas. Acerquémonos al precioso tesoro que las contiene. En algún lugar encontraremos una lágrima derramada por nosotros mismos, pero llevemos la nuestra propia para que ellas puedan ser santificadas, incluso aquellas que derramamos por razones frívolas. “Debes decirle a la persona por la cual oraste, dijo un día Nuestro Señor a Santa Matilde, que no debería llorar mucho, pero si no puede, que ayude haciendo que una sus lágrimas a las mías, lamentando que ella no las derramara por los pecadores o por amor. Entonces las ofreceré al Padre, unido a Mí, cuando ella me pida que lo haga”. Nuestro Señor continuó: “Dile de Mi parte, que ella debería suplicarme en Mi bondad que cambie la naturaleza de sus lágrimas, como si ellas hubieran sido derramadas por amor o devoción, o de contrición por sus pecados”.
The Love of the Sacred Heart (El Amor del Sagrado Corazón), tomo III (Santa Matilde), cap. VI: Las lágrimas de Nuestro Señor. Londres, Burns Oates & Washbourne Ltd. 1922, págs. 20-22.
en serio sois monjas?????
ResponderEliminarUnos verdaderos e impresentables esperpentos, miembr@s ilustres del progreaquelarre neomodernista, vejestorios estériles y avinagrados, despojos de ser humano que ni siquiera clasifican para tristes figuras del tren fantasma del antiguo Italpark.
ResponderEliminarArmando Paredes
En el arte de la auto-parodia, el progresismo se supera día a día.
ResponderEliminarSurero.
Ojo che, se mueren millones de mujeres al año en todo el mundo. Algo hay que hacer!
ResponderEliminarAlberto
Si esas son monjas yo soy Moria Casán.
ResponderEliminarA los lectores afectados de grave misoginia al estilo de Armando Paredes, les invito a interiorizarse de los innumerables abusos de poder y sexuales que ocurren en el seno de la institución eclesial y tienen como victimas a estos “vejestorios estériles”, o no tanto, que han entregado mal o bien su vida a Dios,
ResponderEliminarEl libro de Martel debería haber incluido un capítulo dedicado a este tema ya que está íntimamente vinculado a cierta cultura gay de closet
Toca rezar por las buenas jóvenes que, aún deseando intentar la vida religiosa, no pueden hacerlo, en Hispanoamérica, porque todas las congregaciones en las que les sería geográficamente posible intentarlo están más o menos así.
ResponderEliminarAnonimo 11:35, Misoginia? por favooooor
ResponderEliminarHe ahi la cuestión: si le han entregado su vida a Dios mal? o bien?
Creo que son "dominicas"...de serlo creo que el perro que sale en el escudo de santo Domingo debería orinarles el hábito (si es que los usan) así gastarían su tiempo en santa limpieza y no en estás tonteras...
ResponderEliminarMe he estado preguntando acerca de qué modo estas monjas harán paro. ¿No harán caso a la campana que las llama a las 6 de la mañana y se levantarán a las 10? No rezarán laudes ni vísperas? ¿No irán a misa hoy, o no le prepararán los ornamentos al cura que la celebra? Dejarán de atender a los enfermos o a los ancianos?
ResponderEliminarY es una buena sugerencia la micción del perro dominicano.
Habrán ido a gritar a la plaza
EliminarJeje...no es por nada pero están viejas para estas estupideces. Parece que los años no siempre traen sabiduría😁
ResponderEliminarMe da vergüenza.
ResponderEliminarEl Nevado
Interesante entrevista a Mons. Schneider
ResponderEliminarhttps://www.lifesitenews.com/news/bishop-schneider-extracts-clarification-on-diversity-of-religions-from-pope-francis-brands-abuse-summit-a-failure
En una parte dice que como signo exterior de un tendencia homosexual en seminaristas se debería considerar "If he were to have an exclusive and ostentatious friendship with a man". Esto me recuerda a cuando se habló en el blog de las amistades particulares. ¿Qué opinan ustedes?
Espero que no termine tarde la huelga, pues deben regresar al convento a preparar hostias y planchar los ornamentos al capellán!
ResponderEliminarun poco de sonrisas para un dia que en realidad es triste, gracias! abrazosbuhos.
ResponderEliminarNo son dominicas, son los dominicos de España quienes lo han difundido. La primera, Pepa Torres es de las Apostólicas del Corazón de Jesús, en realidad Damas Apostólicas del Corazón de Jesús, pero se saltan lo de Damas. Lo harán porque les suena a rancio, pero hacen bien, pues no son lo son. Damas sugiere nobleza y eso aquí es imposible encontrar. El resto son de varias congregaciones, una de ellas, Mercedes Navarro, dice que es biblista. Las concentraciones, mal que nos pese han sido masivas y se nota que los Soros del mundo andan por ahí dopando este aquelarre histérico y sobreactuado. El mundo está muy mal, muchos miembros de la Iglesia andan a la zaga deste inficionado mundo. Pero Cristo es Rey. Ha vencido al mundo y nos invita a acompañarle. ¿Qué estará pensando de sus hijas la fundadora de las Damas Apostólicas? Exacto, precisamente eso.
ResponderEliminarAnonimo del 8 de marzo de 2019, 17:27 no sea perejil por favor! Tienen que volver al aguantadero a pintar iconos del che Guevara y San Camilo Torres.
ResponderEliminarGüenas y santas
ResponderEliminarApreciado D Guander
Quizás son estas las monjas que prefiere el notorio inquilino de Santa Marta. No puedo dejar de recordar el agravio gratuito del Papa Argento frente a una reliquia de la Santa Doctora de Avila.
De cualquier manera, no me podrá negar que todas ellas exteriorizan una carencia común...
Con el aprecio de siempre
Puestero del Oeste
Al anónimo chicanero de las 8:35 y al (¿otro?) anónimo chicanero de las 17:27 (que no se refiere directamente a mi comentario, pero que hace una chicana barata y fácil en la misma línea) les sugiero que fijen una cita con una gran mujer: Bárbara Celarent, prima lejana de Disamis.
ResponderEliminarEn ningún momento he expresado misoginia alguna: toda la carga de tamaña acusación corre de la parte del chicanero, que con su resentimiento bien podría reclamar un puesto en el aquelarre de tod@s.
Por lo que a mí respecta, el anónimo ni siquiera puede vislumbrar a la distancia la fuerza de mis denuncias sobre el abuso de poder en distintos ámbitos eclesiales, hechas en la sede y en el modo correspondientes. Ahora bien, del abuso de poder, que siempre e invariablemente está mal y que siempre e invariablemente hay que procurar erradicar, pueden ser, y son, víctimas tanto varones como mujeres. Así que la soflama antieclesial de corte feminista, no tiene lugar alguno bajo esta precisa perspectiva.
La esterilidad que menciono en mi comentario se refiere sobre todo a la carencia de vocaciones que ha caracterizado de manera inconfundible a todo el movimiento pseudoteológico, pseudoespiritual y pseudocatólico que, hundiendo sus raíces en la nouvelle theologie, en el neomodernismo solapado anterior al CVII y en el neomodernismo abiertamente profesado posterior al CVII, se ha plegado a los dictámenes mundanos de lo políticamente correcto. El resto de las expresiones descriptivas están directamente ligadas a las raíces que acabo de mencionar.
La virfobía o, mejor y más precisamente, la misoviria, en su doble significado de odio a la virtud y odio al varón, es muy mala consejera. Lamentablemente, es el principio inspirador de los juicios prácticos y de la cosmovisión dominante de amplios segmentos del mundo actual, a la que se muestran obedecer estas “religiosas”. Por supuesto, la medida de “protesta” a la que dichas “religiosas” adhieren es masivamente aplaudida por los dictadores del relativismo y está llamada a gozar de la aprobación complaciente del mundo, puesto que este tipo de “protesta” constituye, paradójicamente, una figura más, entre las tantas, de lo políticamente correcto. Pero, en realidad, para defender la dignidad de la mujer no hace falta, bajo ningún respecto, subirse al caballo del corporativo histerismo colectivizado autovictimizante, expresión clara y definida estrategia del neomarxismo cultural que, aún hoy, procura instrumentalizar las buenas intenciones de personas superficiales e incautas, cuyo magisterio, es decir, cuya fuente de criterio, de luz y de orientación, no está ya constituido por la enseñanza de la Iglesia ni por su tradición bimilenaria, sino por los medios de comunicación y los sanateros de última hora.
Gracias, Wanderer, por permitirme el tan extenso comentario.
Lo de las monjas pavotas no es nada en comparación con el comunicado de la Conferencia Episcopal: http://www.episcopado.org/contenidos.php?id=1945&tipo=unica
ResponderEliminarPara Alberto que pregunta que hay que hacer con tantas muertes:
ResponderEliminarYo diría que evangelizar al mundo y volver a la Tradición, con el respeto y amor a lo Sagrado y a la liturgia.
Solo así el hombre tiene paz y amor a Dios y al prójimo. Y así no habrá más muertes por violencia. Pero estamos así desde Caín y Abel.
Y estas monjas pavotas, ridículas e impresentables,, que empiecen por usar el hábito y dejen de ver tanta televisión y recen mucho más. Que verguenza de monjas !!! Por favor !!
Yo por mi parte, opción San Benito, irme lejos lejos de tanta basura !
Dios quiera que sea pronto, no aguanto tanta decadencia sin hacer nada, sólo me lleno de mucho pesar.
Monjas??? Y el hábito que las identificaba donde quedó? Ahí tenemos la decadencia cada vez más baja del Vaticano II y el nefasto papado de Bergoglio que es la frutilla de ese postre
ResponderEliminarSanta María. ¡Qué vergüenza dan! Cuánta sandez.
ResponderEliminarMonjas????
ResponderEliminarAdonde??
Benigno
DE LAS LÁGRIMAS DE NUESTRO SEÑOR
ResponderEliminarCristo coronado de espinas (Albrecht Bouts, “Maestro de la Asunción de la Virgen”)
Nunca se nos dijo en los Evangelios que Jesús riera, pero a menudo oímos que Él lloraba. Él lloró en la tumba de Lázaro, una imagen de un alma muerta en pecado; y lloró sobre Jerusalén, la ciudad ingrata y endurecida; y en otras ocasiones lágrimas cayeron de los ojos de nuestro divino Maestro. ¿Por qué estas lágrimas fluyeron, y qué fue de ellas? Escuchemos a Jesús:
“En la tierra, cuando pensaba en Mi inefable unión con el Padre Eterno por el cual soy Uno con Él, Mi humanidad no pudo refrenarse de llorar. También cada vez que pensaba en el inmenso amor que Me había movido desde el seno del Padre para unirme con la naturaleza humana, Mi humanidad desmayaba al llanto”. Entonces Matilde preguntó: “¿Y dónde están esas lágrimas que el amor te hizo derramar?”. Él respondió: “Están un lugar especial en Mi Corazón, ellas son un amado tesoro, guardadas en un lugar escogido y secreto”. Ella replicó: “Tú me has dicho una vez que estas lágrimas de amor desaparecieron en Tu Corazón como en un horno”. Nuestro Señor repuso: “Eso es verdad, porque en el horno de Mi Corazón ellas desaparecieron como gotas de agua lanzadas al fuego. pero ellas no están consumidas, ellas permanecen en lo profundo de Mi Corazón”.
El Sagrado Corazón de Jesús es por tanto la fuente de las lágrimas que Él derramó mientras estuvo aquí en la tierra, y el misterioso reservorio donde las recibe y las guarda incluso ahora en el Cielo.
Mons. Baudry exclama: “Jesús, oh Jesús amantísimo, ¡cuánto he suplicado de Tu Corazón el secreto de esas lágrimas que derramaste en la tierra! ¿No he llorado lo suficiente para merecer que se diga el valor de estas lágrimas? Dulces como el rocío del Cielo y amargas como las aguas del océano, las lágrimas son igualmente un signo de alegría o de tristeza, y porque ambos son sentimientos que vienen del corazón, se sigue que las lágrimas son las palabras del corazón, la manifestación exterior de lo que siente interiormente” (Mons. Charles Théodore Baudry. Le Cœur de Jésus, pensées chrétiennes, pág. 434)
El amor de Jesús por Su Padre, el amor de Jesús por los hombres, fue entonces la causa de Sus lágrimas, lágrimas de alegría por la gloria que Él estaba por procurar para Su Padre y la salvación que traería al mundo por Su sacrificio, lágrimas de tristeza por cuenta de los insultos continuamente ofrecidos a este Padre bienamado y por la ingratitud de la cual la humanidad era culpable. Las lágrimas de Jesús fueron reunidas y están guardadas en Su Corazón. No obstante las ardientes llamas de las cuales ese Corazón es el asiento, ellas no están consumidas. Acerquémonos al precioso tesoro que las contiene. En algún lugar encontraremos una lágrima derramada por nosotros mismos, pero llevemos la nuestra propia para que ellas puedan ser santificadas, incluso aquellas que derramamos por razones frívolas. “Debes decirle a la persona por la cual oraste, dijo un día Nuestro Señor a Santa Matilde, que no debería llorar mucho, pero si no puede, que ayude haciendo que una sus lágrimas a las mías, lamentando que ella no las derramara por los pecadores o por amor. Entonces las ofreceré al Padre, unido a Mí, cuando ella me pida que lo haga”. Nuestro Señor continuó: “Dile de Mi parte, que ella debería suplicarme en Mi bondad que cambie la naturaleza de sus lágrimas, como si ellas hubieran sido derramadas por amor o devoción, o de contrición por sus pecados”.
The Love of the Sacred Heart (El Amor del Sagrado Corazón), tomo III (Santa Matilde), cap. VI: Las lágrimas de Nuestro Señor. Londres, Burns Oates & Washbourne Ltd. 1922, págs. 20-22.
https://caballerodelainmaculada.blogspot.com/2019/03/de-las-lagrimas-de-nuestro-senor.html
monseñor Boudry esos eran verdaderos monseñores
Coronel: ¡Un horror ese comunicado de la CEA!
ResponderEliminarEsas monjas son el colmo del ñoqui. Viven sin ningun tipo de exigencia ni habito, y encima quieren hacer paro.
ResponderEliminarA la hoguera!
Torquemásdá