miércoles, 9 de junio de 2021

Roque Raúl Aragón

 

por Jack Tollers

Lo conocí hacia fines del siglo pasado, en el año 1973, yo con apenas 18 años de edad, él rondando los 50 y pico. Eduardo Allegri y yo queríamos ingresar a la Guardia de San Miguel que él había fundado con Fray Mario Pinto O.P. dos años antes. Nosotros, los de la Guardia, a diferencia de otros, le decíamos Raúl, no Roque Raúl como otros lo conocían. Nos reuníamos todos los martes en lo del recién casado Ricardito Curutchet, calle Azcuénaga, de la entonces llamada Capital Federal, cerca de la Facultad de Medicina. Seríamos una docena, más o menos, incluyendo al cura, Jorge Ferro, Cristián Coronado, Jorge Martínez, Vicente Massot, Alejandro Ferrero, Guillermo Romero, los mellizos José y Juan Mikalonis y alguno más que ahora se me escapa. A veces aparecían Juan Curutchet, el hermano de Ricardo, y mi primo, Jorge Randle. Con el tiempo se agregaron unos cuantos más, señaladamente Guillermo “el Gaucho” Martínez y Hernán González Cazón. La Regla de la Guardia incluía un ayuno todo ese día, por lo que comíamos después de medianoche. También incluía el pago mensual de un diezmo, que originalmente iba destinado a pagar los remedios del P. Castellani. Y así también sabíamos cuán pobre era Raúl.

Raúl no era el que más hablaba, pero le gustaba conversar y como verá quién oiga las grabaciones que aquí presento, sabía hacerlo. A veces creo que le dio esa impronta particular a la Guardia de San Miguel, digo, este gusto muy particular por la buena conversación, porque si algo queda de todo eso, medio siglo después, no será mucho más, ni mucho menos, que eso (y todo esto que cuento fue siglos antes de que apareciera Buela para embromarnos con su catolicismo, ¿qué diré yo?, islámico, a cuestas). 

Pero Raúl era la encarnación de aquello que le decía Vocos Lezcano a Lucas Padilla (y con él y varios camaradas más, también nosotros gastamos noches en “El Tropezón” el restaurante de la Avda. Callao de la otrora Ciudad de Buenos Aires):

Mientras la noche aliente las pasiones
y "El Tropezón" estalle de alegría,
hablemos, Lucas, de filosofía,
gastemos todas las preocupaciones.

Tú que las tienes, trae las razones:
-"Dijo Platón, Santo Tomás decía..."-,
pero tráelas antes de que el día
vuelva a los ojos y a los corazones.

Después, después, cuando la luz se instale,
la hora, el mundo y la melancolía,
nos harán ver que la razón no vale.

Pero entretanto no haya sucedido
y el mozo traiga el último pedido,
hablemos, Lucas, de filosofía. 

A mí me encantó él porque me tomaba en serio. A los jóvenes de esa edad les gusta (o les gustaba, yo ya no sé cómo es ahora) que se los tome muy en serio. Había habido adultos que simulaban escucharme y todo eso, pero yo me sabía que no era verdad, que no importaba mucho qué pensaba o qué decía yo, más que nada porque era chico. En cambio, con Raúl Aragón, no podía dudarlo—otro tanto me pasó de muy chico con Juan Carlos Montiel; años después con el P. Meinvielle, Carlos Alberto Sacheri y Aníbal D’Angelo Rodríguez, pero eran la excepción—gente atenta a lo que a uno le pasaba, a lo que uno decía o incluso, sentía. Una vez, le conté a Raúl que tenía un cierto entuerto amoroso: me citó a tomar el té a la confitería “Fragata” sobre la Avda. Corrientes de la Buenos Aires de entonces para conversar en privado sobre el asunto. Se lo tomaba muy en serio. Me tomaba en serio. Hablamos de amor, de las mujeres, qué sé yo… 

Ya lo dijimos, pero se puede repetir: era pobre, pero le daba mucha importancia a la plata. Una vez me pidió prestado unos pocos pesos para viajar a La Plata y cuando no quise que me los devolviese, me retó, porque representaba, decía él, horas de sudor de un obrero en una fábrica, o de una empleada doméstica planchando por unos pocos pesos. Cómo no, el dinero era cosa importante. Y él vestía invariablemente ropa vieja, zapatos desgastados, corbatas finitas de colores oscuros, en invierno con un poncho de vicuña sobre los hombros, un poco al modo de los viejos políticos radicales. Su padre lo había sido, había sido intendente de San Miguel de Tucumán, y por lo que cuenta en estas grabaciones, también había sido todo un personaje. A Raúl le gustaba la política, la del grupo FORJA primero, la del nacionalismo católico, después. Le gustaba por los defectos: aquello de quedarse hasta que las velan no ardan discutiendo sobre rimas y juegos de niños, sobre tangos e historia argentina, sobre la cantidad de ángeles que cabrían o no en la cabeza de un alfiler; tomando ginebra, fumando negros, riéndose mucho, de todos, de todo, con mucho gusto. Había leído mucho, más que nada en castellano pero también alguna cosa en italiano y francés y era tomista: sabía más filosofía de lo que parecía, porque le gustaba esconder su erudición hablando siempre claramente, didácticamente, con cordial condescendencia por la inteligencia de los demás. Sabía mucha poesía, como lo demuestra espléndidamente en su libro sobre “La poesía religiosa en la Argentina” y él mismo, todo él, era más que nada, un poeta. Y su vida toda, una especie de… poesía.

Era católico preconciliar, detestaba a los progres, a los “pasteleros” como entonces le decíamos a los curas de campera y moto, a las monjas de vestidos cortos y malos modales, a Teilhard de Chardin y al Catecismo Holandés. Era especialmente refractario a la liturgia posconciliar, objetaba todas y cada una de las reformas de Paulo VI, despreciaba el lenguaje del Concilio Vaticano II y se negaba a aceptar las sucesivas estupideces de los curas tercermundistas. Era antiliberal y anticomunista y el peronismo (al que conoció bien) le parecía una porquería. 

Pero para mí, entonces como ahora, Raúl, era mucho más que eso: todo eso lo dábamos por descontado, que nosotros pensábamos (y pensamos todavía) igual. Él se destacaba por su amor por la Argentina, a la que conocía profundamente, especialmente su lengua, su poesía, su música, sus gestas y su comida, sus danzas y sus vestidos. Era mestizo y su rostro exhibía, como decía don Atahualpa, el “color del páis” (no es errata, que la tilde está bien puesta). Lo de su amor por la Argentina era algo que se le notaba en cada sílaba, en cada tranquila cadencia de su hablar tucumano, como se oye con entera nitidez en su conferencia sobre Castellani que también hemos “colgado” en esta página, en su notable entusiasmo por el revisionismo histórico, en su preferencia por San Martín, por Rosas, por José Hernández y por Lugones.

No pudimos vernos mucho, sobre todo cuando se volvió a sus pagos tucumanos. Pero tuvimos algunos encuentros memorables en Bella Vista, oportunidades en las que pudimos despacharnos a gusto durante morosos días veraniegos, a mediados de los años ’80 (creo). En cualquier caso, me quedaron grabadas en el alma cosas que me dijo en la veintena de veces en que pudimos vernos y conversar… sobre el universo mundo y tutti quanti.

Falleció hace casi quince años, pero si no fuera cursi decirlo, vive en mí, de una manera que no sabría explicar—y por aquello de que es mersa y porque estoy viejo, aquí ni siquiera lo intentaré.

Pero don Wanderer, créame una cosa, vale la pena detenerse a escuchar a este maestro

Por eso nos tomamos el trabajo de poner estas grabaciones al alcance de sus lectores, no vaya a ser que se les pegue un poco ese especial acento tucumano, no sea que se les pegue un poco de ese aragonismo, con sus pausas y silencios, con su tranquila sabiduría a cuestas.

No sea que les pase lo que a nosotros…

[El reportaje puede escucharse desde la página Et voilà, haciendo click aquí].

49 comentarios:

  1. Qué hermosa semblanza nos presenta Jack Tollers de Aragón. Me encantó. Entre tantas virtudes que cuenta del tucumano hay una que me conmovió sobremanera, dice que le importaba mucho el dinero porque era pobre, tanto, que una vez le pidió prestado unos pesos para viajar a La Plata.
    Creo que esa anécdota lo pinta de cuerpo entero porque está relacionada con otro dato que, si bien puede pasar desapercibido porque Tollers lo cita al pasar, me parece que es fundamental porque nos permite llegar a una conclusión inédita. Y es que Aragón era hijo de un exintendente de San Miguel de Tucumán.
    ¿Alguien conoce hoy a un intendente pobre? Si existe alguno debe ser una mosca blanca. La política es una carrera muy rentable y todos los que entran en ella terminan ricos. Los ejemplos abundan y es mejor no citar nombres para no aburrir.
    Tollers dice que en 1973 Aragón tendría unos 50 años, así que si hacemos la cuenta debe haber nacido en los años '20 del siglo pasado. Eran tiempos dorados de una Argentina pujante que prometía competir con EE.UU. y Europa.
    Debe haber sido en esos tiempos cuando el padre de Aragón fue intendente de la ciudad de Tucumán.
    Y aquí el detalle fundamental, si 50 años después su hijo era un hombre riquísimo espiritualmente pero tan pobre en lo material que a veces se veía obligado a pedir prestado para viajar, no hay duda que la virtud de la honradez -hoy en extinción en el país y especialmente en la política- la heredó de su padre intendente, quien a pesar de poder robar y hacerse rico para asegurar sus caprichos y los de su hijo como hacen todos o casi todos, supo administrar con uñas limpias el presupuesto de los tucumanos.
    ¡Qué envidia de aquellos grandes hombres! ¡Qué lejos estamos hoy de todo eso! ¡Qué lejos de aquella Argentina pujante y de gran futuro entre las naciones del mundo!
    Cuando Tollers dice que Aragón "vive en mi de una manera que no sabría explicar", creo que la explicación está en el inconsciente entre aquello que fue y ya no es, comparado con esta desastrosa realidad que hoy nos toca padecer. Y cuanto más nos hundamos en el barro de la corrupción moral y material cada vez se irá agigantando más esa imagen que de Aragón guarda don Tollers.
    Por lo menos así lo veo yo, como diría Guillermo Nimo...

    Fuenteovejuna

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    1. Aragón nació el 23 de abril de 1928. Su padre, de su mismo nombre, fue intendente de Tucumán, diputado provincial e interventor de una comuna rural en sus comienzos como político. Murió pobre y en la familia decían que era "porque se dedicó a la política", como se dice de los músicos. Tuvo un hermano, Juan Manuel y cinco hermanas, Noemí, Sonia, María Susana, Silvia y Marta. Sólo su hermano fue nacionalista igual que él, ingeniero civil y funcionario (ministro) del gobierno de Santiago del Estero del 70 al 73, también murió pobre. Sus hijos no siguieron la tradición, es decir, no son nacionalistas, pero en esto siguen la tradición de no ser como su padre, pues Roque Raúl Aragón tampoco fue radical como lo había sido su padre. Y su padre tampoco fue unitario como lo fuera Eufemiano Aragón, su abuelo. Dejó un entrañable recuerdo entre sus sobrinos, a algunos de los cuales bien aconsejó cuando tuvieron problemas familiares. Generoso en su pobreza, a no de sus sobrinos le regaló las Vidas Paralelas de Plutarco, sólo porque le escribió una carta diciéndole que no sabía qué leer. Se casó con Lucrecia Urquiza y fue estrictamente fiel y amoroso con ella durante toda su vida, aunque sin estridencias ni vanas caricias públicas. Era dueño de una manera antigua de ser, con la mujer y los hijos nunca se tutearon ni se permitió ese trato con sobrinos nueras, yernos y cuñados. Pero a pesar de eso, sonaba cariñoso cuando trataba a la gente de usted, sin decirle jamás esa palabra "usted". Sus, a veces curiosas observaciones sobre la vida, la muerte, la amistad, el cariño, el amor, el periodismo, perduran en quienes hablaron con él. Su libro sobre José Hernández, escrito en colaboración con Jorge Calvetti, es una joyita inolvidable y esclarecedora. Salute

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  2. Todo bien con Santo Tomás, pero, ¿Es requisito ser tomista para ser un buen católico? ¿Antes de Santo Tomás el único santo fue Aristóteles (o en su defecto Maimónides, aristotelista)? Los padres fueron Platónicos, y en general la Iglesia siempre lo fue, y curiosamente junto con el aristotelismo fue avanzando un humanismo y racionalismo cada vez más ateo dentro de la iglesia. ¿No podría haber algún error en la visión del aquinate? ¿Quizá su planteo antioriental algo nos tenga para decir?

    UCA sigue afirmando ser tomista y es un desastre. Conozco varios recibidos de teología -tomista, la única que se puede estudiar fuera de la anselmiana- y afirman que pueden ser ateos pero excelentes teólogos. Les planteo que sin unión con el objeto de su estudio, siempre van a tener una comprensión limitada o errada (como el diablo, en ese sentido un gran "teólogo", pero que ignora aquello que solo se aprende mediante la unión con Dios).

    No se, me parece que algo anduvo mal con aristóteles y el cristianismo. Si no les gusta, los dejo seguir con sus planteos filosóficos, pero les aseguro que así no van a salvar sus almas. Es más, puede ser que el diablo se sume y no se den cuenta (si su planteo es aceptable en términos aristotélico-tomistas, van a considerarlo).

    Plotino

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    1. Estimado Plotino (sic), el Sr. Tollers hace una semblanza de un amigo suyo, que por lo que veo muchos aprecian aquí. Al pasar, dice que leía mucho, y que era tomista. De allí Ud. concluye que está diciendo que para ser buen católico hay que ser tomista. No, mi amigo, para ser buen católico no hay que ser tomista, pero sí hace falta ser bueno. Deje que un amigo recuerde a otro, que eso es bueno y ayuda a "salvar el alma".
      Agregaría que para ser buen filósofo, o al menos opinar de historia de la filosofía, hay que saberla. ¿Seriamente está diciendo que Sto. Tomás no era platónico? ¿¡antioriental!? Salga de los manuales de secundaria.

      G.

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    2. En efecto, muchos estudios sobre santo Tomás recientes destacan su veta agustiniana y platónica y la profunda influencia sobre el Aquinate de los Padres de la Iglesia. La visión de un santo Tomás racionalista y aristotélico en esta puro ha quedado sepultada en el pasado. Cierto neotomismo de manual o cierta escolástica decadente no es fiel al espíritu del Doctor Angélico. Señor Plotino (sic): se puede ser buen católico y al mismo tiempo seguir cualquier filosofía compatible con la fe católica. Hay un pluralismo filosófico compatible con la fe católica. La Aeterni Patris de León XIII alaba la filosofía tomista no es dogma de fe. El catolicismo vivió XIII siglos sin el Aquinate.

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    3. A pesar de descender de un Emperador Romano de Oriente, dedicó un hermoso texto contra los cristianos orientales ("Suma Contra Gentes") y sí, fue bien aristoteliano. Su escolástica fue rupturista con la tradición de los Padres, introduciendo un foco desproporcionado en la razón. Perdida la confianza en la guía del Espíritu Santo, había que construir un esqueleto bien sólido de ideas para sostener la creencia. Lamentable.

      Con eso no digo que Don Raul no haya tenido Caridad, aunque pudiese haber llegado a tener grandes diferencias con alguien de su formación, pero cuando uno expone una semblanza personal con referencias teológicas siempre existe el margen para que prevalezca esto último. Imaginese una reseña sobre un gran amigo de cierto jesuita argentino que ahora gestiona una residencia clerical en Roma, dificilmente quede en la anécdota personal, y rápidamente pase a una temática más eclesial-teológica.

      Mis respetos a Don Raul, Dios lo bendiga y lo tenga en Su Gloria!

      Plotino

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    4. Plotino, me parece que usted se quedó con la lectura de Santo Tomás que hace la neoescolástica más decadente. Si conoce la tradición de los Padres, cosa que descuento, léalo en esa clave, que las más acertada porque el Aquinate escribe en esa tradición, y verá su grandeza.

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    5. Señor Plotino, su visión de santo Tomás no tiene mucho apoyo en los estudios más serios sobre el Aquinate, como los de Cornelio Fabro o Etienne Gilson o, entre nosotros, Ignacio Andereggen. La fe católica no le fuerza a ser tomista, pero debería informarse mejor para no desfigurar el pensamiento de un Doctor de la Iglesia que el Código de Derecho Canónico de 1917 proponía como guía segura para la enseñanza de la filosofía y la teología (Can. 1366. §2. Philosophiae rationalis ac theologiae studia et alumnorum in his disciplinis institutionem professores omnino pertractent ad Angelici Doctoris rationem, doctrinam et principia, eaque sancte teneant.)

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    6. Tan antioriental y tan antipatrístico era que cuando él y sus acompañante vieron sobre un altozano la París de San Luis dijo que daría París y toda su gloria por un libro de sermones de S. Juan Crisóstomo.
      Se equivoca Plotino, la gran ruptura la protagonizan los nominalistas y los escotistas, luego mixturada con un tomismo decadente por Suarez en contra de los verdaderos tomistas y augustinistas (como el olvidado Gabriel Vazquez SJ) para acabar de rematar el tema.
      Otra casa que hay que decir es que el platonismo también tiene sus peligros como bien vio el propio S. Agustín, el verdadero sucesor del fundador de la Academia, y que le hizo ir más allá de Platón, descubrir continentes nuevos y transcender para evitarlos. ¿No fue de origen platónico, un platonismo loco y misticoide contra el que lucharon Plotino y Porfirio, el gnosticismo que llega hasta hoy (modernismo) como la cizaña de la parabola? Los errores de buena fe del gran Orígenes tienes el mismo principio.
      ¿Qué es la obra de Sto Tomás? Es el mejor homenaje, no el único, hecho al "en arjé en ho logos " de S. Juan Evangelista. Dios, la Verdad y el Logos, es fundamento de todo lo creado pues se hizo por ÉL y para Él (colos. 1: 16). La razón y la fe como instrumentos para descubrir la Verdad proceden del Espiritu Santo. ¿No fue acaso S. Pedro quien dijo que diéramos razones de nuestra esperanza, S. Pablo no estalla en indignación contra los paganos por que estos no veían a Dios en su creación y las leyes divinas en sus corazones y la Sabiduría no afirma que el mundo se creó con medida, razón y número y lo dejo a nuestra disputa? Sto. Tomás determinó los límites de la razón, su dignidad y la puso en su verdadero lugar frente a racionalistas como S. Anselmo o Pedro Abelardo o fideistas o voluntaristas. ¿No dijo Dios que le diéramos culto en espiritu y en verdad? Pues eso hizo con sus obras.
      Tenemos tan pocas luces en este mundo caído y más en este momento que es hora de dejar de lado parcialidades y acoger cualquier verdad, venga de donde venga aunque sean de Epicuro o Voltaire. Hasta los grandes heresiarcas deben ser llamados para que por sus errores descubran la verdad.

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    7. Cuando hay que apelar a los títulos y honores de un autor para defenderlo... quiere decir que es todo lo que hay. Difícil hacer razonar a un "tradicionalista de asado con cuero y vino fino tinto". Lo que le sigue es la condena o el insulto. Que el último apague la luz!

      Plotino

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    8. A Ginés de Sepúlveda le llenaba de asombro el que algunos de los más reputados comentaristas de Aristóteles de su tiempo tuvieran tan pocas luces en griego. Yo he conocido a una ciega que quería desprestigiar a Annibale Carracci, dice ella que salta a la vista que fue un pintor mediocre; mucho antes de que nadie contradijera a la invidente se sentenció aquello de que CAECVS NON IVDICAT DE COLORIBVS. La prudencia siempre ha sido una virtud, y prudente es que los ciegos no juzguen de colores.

      Me alegra mucho que sean Bergoglio y sus cardenales los que expliquen al pueblo si el tomismo va a ser lo que era o será lo que le gustaba a McCarrick. Saludos.

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    9. Querido Plotino ¿Quién le condena o insulta? Sencillamente hemos expuesto el por qué creemos que no hace justicia al Aquinate. Yo soy el primero en defender la grandeza y verdad contenidas en el divino Platon y a los neoplatónicos. Más aún cuando todos los grandes padres de la Iglesia se basan en ellos para revelar la Verdad. Qué podemos decir de un filósofo que tuvo intuiciones de la Sma Trinidad en la divinidad y que previó la crucifixión del justo por los pecados de los hombres. En la contemplación natural de la verdades no se puede ir más lejos en este mundo.
      Pero si hay verdad en el Peripatético (y la hay y mucha) se debe ir a recogerla purgándola de sus errores. El ángel de la escuelas lo hizo, siguiendo precisamente el ejemplo y la enseñanza del primer padre neoplátonico de la Iglesa: S. Justino Martir.
      Ahora bien es para mi incomprensible que, teniendo tanta luz Sto Tomás, se la niegue usted a sí mismo. Claro que puede ser católico y santo sin ser tomista o , incluso, yendo contra su sistema (hasta cátedras y órdenes había antes para ello) pero es renunciar a una gran riqueza. También se puede s S. Juan de la Cruz y Sta Teresa (Belloc lo hizo) pero es empobrecerse sin motivo. Nada más.

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  3. Muy linda la nota y el recuerdo a don Roque Raúl. Yo también lo conocí siendo yo una muchacha de unos 20 año, en la UNCuyo. El era Secretario Académico y nos dieron los mejores años de nuestra vida universitaria.
    Más de una vez pasó a comer a casa y, con mis padres y mis hermanos tuvimos la suerte de reírnos con sus anécdotas y ocurrencias. De más grande tuve noticias de él por correspondencia. Estaba enfermo...pero no dejó de decirme cosas lindas y manifestar su recuerdo cargado de cariño, como el mío. Siempre he esperado juntarme con su edición del Martín Fierro, sin duda la mejor de todas.

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    1. Elena, Roque Raúl tenía escritas unas ¡500! notas al Martín Fierro (la versión más profusamente anotada, no pasa de la centena), pero nadie se lo quería publicar por lo caro... No sé yo quién las tendrá ahora, tal vea algún hijo, qué sé yo, un verdadero tesoro que habría que rescatar. Y si nadie lo hace, ya sabemos por qué nos pasan las cosas que nos pasan.

      Una vez le pregunté de dónde había sacado tanto saber para hacer esas notas y me miró sonriendo: "No sé... anduve mucho por el campo, en Tucumán, en la Pcia. de Buenos Aires, preguntando..."

      Roque Raúl preguntando "por ahí" y naides para publicar eso.

      A mí me dijo Félix Luna que vio la colección completa de los escritos de Facundo Quiroga (creo que en un museo de La Rioja) y que le pidió plata a Menem para publicar eso. "Pero no, me dijo que sí, pero no largó ni un mango. Es que a Menem no le importaba la Argentina".

      ¿Y a quién la importa, se puede saber?

      Tiene razón Bolsonaro, parece, la Argentina es un barco que se hunde.

      J. T.

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    2. En disco 2 lado B, se acuerda de Ud. Elena, acabo de escucharlo.

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  4. Se agradece mucho la publicación. Hoy día, es notorio como en Argentina se ha dado una especie de corte generacional entre los católicos mayores y los más jóvenes. Por ejemplo, se nota en la falta de católicos serios metidos en política, lo mismo en los expositores de los congresos y demases, que normalmente son los mismos dos o tres viejos venerables.
    Por mi parte, este señor Aragón me era totalmente desconocido, lo mismo buena parte de los personajes sobre quien se lo entrevista. Celebro esta iniciativa, que nos permitirá a los que queremos amar a la Argentina, conocerla un poco más.

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    1. Muy interesante lo que menciona sobre ese "corte generacional"....me hace preguntar (en parte se la respuesta, conozco a muchos...) qué es de la vida de los hijos de los miembros de la Guardia de San Miguel? En fin...signo de los tiempos que nos tocan...

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    2. Anónimo de las 13:32, me parece que se le pasó la referencia a Buela...

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    3. Lo del corte generacional, o la situación de la Iglesia en los 80/90 va la actualidad es todo un enorme tema.

      Recuerdo las parroquias de mí diócesis, Lomas de Zamora, repletas de gente en Misa en los 80/90. Los viacrucis del viernes santo, la catequesis familiar, los movimientos de cursillos de cristiandad, Jornadas de vida cristiana, Camino. Etc .. etc ...

      Había vida en las parroquias, en una palabra.

      Que pasó en estos 30 años q se vino todo a pique, y hoy es todo eso poco más que un páramo, con alguna que otra excepción?

      Fueron Bergoglio y sus obispos?

      Que pasó?

      Juancho de Mármol.

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  5. Roque Raúl Aragón nació en San Miguel de Tucumán en abril de 1926 y se fue un 15 de julio de 2007. El "Cacique", como algunos lo llamábamos, cultivaba el arte de la conversación de un modo maravilloso y podía convertir la mesa de un café -el "Tortoni", por ejemplo, donde lo conocí-,en un salón dieciochesco. Desde luego manejaba con su soltura aparentemente cachacienta, el "Martín Fierro", como pude verse en "Genio y Figura de Martín Fierro" que le premió EUDEBA, superando a a trabajos de altísima calidad. Y así podía uno, tomando un vino y alguna empanada en "El Tucummano", un boliche desaparecido en Rodríguez Peña, aprender por qué pueden "balar los toros ("porque donde bala este toro/no bala ningún ternero" o que las "campanas e' palo" que ya no son las razones de los pobres, se relacionan con el sonido chirriante de las matracas, a que se echa mano en ciertas festividades profanas y religiosas. Cierta vez publicó en "Cabildo" un nota donde ponía de manifiesto ue los verdaderos conquistadores del Incario fueron los indios cansados de su servidumbre que encolumnaron los españoles y que los libertadores -San Martín, Bolívar, Sucre et. al.- tenían más de españoles que de nativos americanos. El agregado cultual de la embajada el Perú se quejó por carta y Ricardo Curutchet concertó una entrevista. Cuando el hombre se enfrentó con Roque, quedó estupefacto y, al parecer, en la envolvencia de su palabra, se conjetura que se le hizo la luz.

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    1. A un servidor la liberación de América le parece lo mismo que algunos concilios, una oportunidad para mostrar que cualquier degeneración es posible. Pero liberados ya como están los americanos, y no pocos africanos, no es cosa de olvidar lo que hemos sido. Y si don Simón cuyos abuelos eran de Bolibar fue americano, yo por tener abuelos que eran de Santo Tomás de Arrazua habré de ser chino. Vizcaya es así, lo mismo patria de americanos que de chinos. Si me extendiera, que no lo haré, les descubriría otras cosas asombrosas que son fruto del solar del viejo señorío; lo que no me callaré es que en Bolibar merendó Ava Gardner una memorable tarde después de bañarse en Chacharramendi, una verdadera epifanía. Creo que Ava sí era americana.

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  6. Agrego otro sucedido. Roque adolescente frecuentó el sótano de FORJA. Muchos años después, se hizo un homenaje a Arturo Jauretche y se lo invitó a participar. Riguroso como crítico, su trabajo desnudaba los méritos de Jauretche como polemista pero también la falta de sustrato donde construir permanencia. Jauretche, muy finamente, comentó: "alguna vez me voy a defender de su elogio"

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  7. Muy linda semblanza y muy atinado que se rescate una figura tan argentina en tiempos en que, viendo a su patria tan de capa cáida (y el acento está bien puesto) muchos jóvenes desencantados miran con ojos esperanzados la aventura, un tanto delirante, del carlismo pampeano.
    Hilbert

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    1. Digamos que es tan delirante la aventura nacionalista como la carlista

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    2. El nacionalismo es mersa, pero el carlismo es pintoresco.

      Kung Fu

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    3. El carlismo será pintoresco en España. En la Argentina es delirante.
      Hilbert

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    4. El "nacionalismo argentino" es una invención mersa. El nacionalismo es una idea de la modernidad. Totalmente contrario a la idea de Cristiandad. Aplicado a la Argentina o a Uruguay o a Paraguay o a Chile, etc. es un concepto infantil y risueño, por más que se haya querido "construir" —con historias románticas y "liturgias" patrióticas— esta especie de "ser nacional argentino". El carlismo en España puede tener algún sentido, como una idea dinástica y con algún contenido político tradicional. El carlismo "pampeano", en cambio, es una farsa.

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    5. No creo que lo que llaman despectivamente "carlismo pampeano" sea una farsa. Es simplemente una continuidad espiritual y doctrinal con las doctrinas fundacionales de nuestras patrias, antiguamente reinos indianos, luego estados-nación por obra y gracia de Gran Bretaña. Y es a esos subproductos del pensamiento ilustrado lo que idolatran los nacionalistas, que no distinguen patria de Estado-Nación. Esos carlistas aman a su patria concreta (Argentina) pero no idolatran al Estado-Nación. La versión farsesca del tradicionalismo (o carlismo) hispanomaericano que diseminó el Lobizón Díaz Araujo - que en paz descanse - fue una artera puñalada por la espalda a sus amigos españoles que le financiaron y promovieron varias obras.

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    6. Qué certero eso de "liturgias patrióticas". Sí, eso es una de las cosas en las que derrapa el nacionalismo.

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    7. Yo en algunas cuestiones procuro no entrar, algunas veces por prudencia, casi siempre por pereza. Que el nacionalismo sea una idea de la modernidad es algo complicado de comprender en lugares como Bilbao, allí fue campeón del nacionalismo don Sabino, buen carlista, gran católico, mal español y hombre que no pudo dejar preñada a su esposa. Todo sucedió porque el pobre hombre y su hermano Luís se fueron a Barcelona y allí descubrieron la modernidad, el racismo quiero decir; den gracias a quien sea de que Hitler no estuviese jamás en Barcelona y todo lo que aprendió sobre las razas fuese en las tabernas de Alemania. Siempre podremos consolarnos los españoles con el imperio lingüístico que fomentamos, y del que hacemos bien en sentir inmenso orgullo. Saludos.

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    8. Pareciera que para algunos el nacionalismo argentino es malo, y que el español es bueno. En realidad todo nacionalismo carnal es malo, eso ya lo señaló bastante bien Castellani. Yo señalo que si encima se hace nacionalismo carnal español, para más datos, con condimento dinástico en la Argentina, entonces estamos ante un desvarío con la brújula averiada. Lo demás es harina de otro costal.
      Hilbert

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    9. Lamento irme del tema del post, que es muy lindo y un placer oir a RRA. Pero no puedo dejar pasar el moco de Hilbert que confunde al mundo facha español con el tradicionalista. Nacionalista español fueron Franco y la Falange, enemigos del Carlismo.

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    10. Nacionalista español fue José de Oriol y Urigüen, fue franquista, y carlista. Sus hijos más de lo mismo. Facha fue Pilar de Careaga, muy maja, y además fue franquista, carlista y hasta ingeniero, más española que su patrona de Zaragoza. La realidad existe, claro que eso es una opinión, lo mismo no existe. Saludos.

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    11. Estimado limón, me parece que toma usted la anécdota por categoría. Que hubiese algunos carlistas que luego chaquetearan con Franco no quiere decir que el carlismo y el franquismo fuesen lo mismo. Para empezar, el franquismo no fue una ideología, sino la devoción a la autoridad de un ser humano concreto. El carlismo es catolicismo político, foral y monárquico legitimista en las Españas. Hunde sus raíces en san Isidoro o Alfonso X. El nacionalismo, como sabe cualquier estudioso, es la vertiente política del romanticismo, esa corriente ideológica y artística liberal que reaccionó contra el racionalismo cartesiano de la francesada y otros regímenes afines. La afinidad entre carlismo y nacionalismo franquista es la misma que había entre el reino de Judá, que sólo se postraba ante Yahvé, y el reino de Asiria que sólo adoraba a sus reyes.

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  8. Precioso registro, Jack. Cuénteme desde ahora mismo como ferviente aragonista. Siempre anduvo en mí la intención de grabar a uno de mis maestros (también tucumano), el padre fray Marcos González, de esos que no enseñan tanto en clases o escritos como en una parsimoniosa sobremesa después de una rica comida y mejores vinos. Y sí… también me quedaron esas conversaciones como incrustadas en alma para siempre. Hay que rescatar a éstos verdaderos maestros de prístina sabiduría. Gracias de nuevo, Jack.

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  9. Muy linda semblanza, ¡gracias!

    Siendo que algunos no saben quién fue R.R.A., les recomiendo que busquen en Revista Ens, donde hay bastante. Pongan en Google lo siguiente site:https://revistaens.blogspot.com/ aragon

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  10. Muchas gracias D Tollers
    Recuerdo haber estado dos o tres veces con Raúl Aragón y me impresionaron su señorío y parquedad provinciana y la certeza de sus opiniones...
    Con mis respetos
    Puestero del Oeste

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  11. Ha muerto -fiesta del Sagrado Corazón- un santo, sabio y prudente sacerdote de la diócesis de San Luis. Años rector del seminario, gran consejero.

    El Pbro. Lic. Miguel Ángel García. Hombre de profundo amor a la Eucaristía, que rezaba con piedad de niño.
    ¡Hasta la Gloria, pater!

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  12. Don Wander: a propósito del post "Roque Raúl Aragón"
    “Queríamos ingresar a la Guardia de San Miguel, que él había fundado con Fray Mario Pinto O.P. dos años antes”.
    ¡Qué bueno que es honrar y dar gracias a quienes han sabido dar pruebas de su grandeza y generosidad espiritual!
    No lo conocí, pero, a través de las sentidas palabras de J.T., ya puedo vislumbrar el tremendo valor de su raro testimonio de vida cristiana, y, con gozo, adhiero a su homenaje.
    Con todo, debo reconocer que sí conocí a otros, sin duda de la misma talla que la de R.R.A., que me empujaron a abrazar y a persistir en la fe que nos ha alimentado el alma, a mí y a tantos otros, a lo largo de todos nuestros días. Y, por cierto, en justicia, es hora de comenzar a agradecer a quienes, de una y otra manera, hicieron que la Argentina, por algún momento, tuviera, y no deje de seguir teniendo, un obstinado empeño de espiritualidad genuinamente cristiana.
    Honremos, entonces, a Raúl, honrando a quienes, en nuestros días, sorprendentemente conscientes de la tremenda necesidad espiritual que aflige a la Iglesia en nuestros días, siguen luchando, desde todos los frentes, por defender la integridad de la fe, tan heroicamente mantenida y legada durante tantos siglos por nuestros padres espirituales.
    Chapado a la antigua. Mis saludos a todos. ¡Alabado sea Jesucristo!

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  13. Un hombre singular don Roque Raúl. Gracias a Tollers por tan íntima y viva reseña.-
    ---


    (Vocos Lescano dijo:)

    Mientras la noche aliente las pasiones
    y "El Tropezón" estalle de alegría,
    hablemos, Lucas, de filosofía,
    gastemos todas las preocupaciones.

    Tú que las tienes, trae las razones:
    -"Dijo Platón, Santo Tomás decía..."-,
    pero tráelas antes de que el día
    vuelva a los ojos y a los corazones.

    Después, después, cuando la luz se instale,
    la hora, el mundo y la melancolía,
    nos harán ver que la razón no vale.

    Pero entretanto no haya sucedido
    y el mozo traiga el último pedido,
    hablemos, Lucas, de filosofía.
    _______________

    (Yo, Capitán Dalroy -desde un par de escalones más abajo- digo:)

    Y hablemos, don Gabino, de poesía
    cuando el whisky destile esas canciones
    que aúnan al compás nuestras reuniones
    bosquejando un ritual de cortesía.

    Tu traes el saber por compañía,
    viejos libros que son como torreones
    desafiando modernas construcciones…
    la palabra es altar y es pulpería.

    La realidad se mira desde abajo,
    la humildad nos reserva un buen atajo
    para gozar del diálogo a porfía;

    mientras buscamos la unidad, la esencia,
    y el tabaco despierta una ocurrencia...
    hablemos, don Gabino, de poesía.

    Capitán Dalroy.-

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  14. «La Regla de la Guardia incluía un ayuno todo ese día, por lo que comíamos después de medianoche.»
    Impecable!

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  15. Gracias por esta magnífica y fresca semblanza! Justo hace unos días subí una reseña que mi padre, muy amigo de Roque Raúl, le hizo hace añares a uno de los mejores libros sobre san Martín que escribió Aragon. Dejo el link por si hay algún interesado:
    https://www.quenotelacuenten.org/la-politica-de-san-martin-por-octavio-sequeiros/

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  16. Excelente!
    Gracias por haberse tomado el trabajo, Tollers.

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  17. Aprovecho para preguntar a Jack Tollers y a cualquier otro lector del blog que haya interactuado en los años 70 con las personas mencionadas en el primer párrafo del artículo: hubo, entre esas personas, al menos UNA que hacia fines de 1978, cuando la Argentina se encaminaba decididamente a atacar a Chile por las islas del Beagle, sostuviese que la Argentina iba a ser un agresor injusto, que iniciar las hostilidades iba a ser objetivamente cometer un mal moral?

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  18. Don Tollers, perdonemé y sepaló: yo sé de alguien que hace muchos años quiere publicar el Martín Fierro anotado por don Roque Raúl, pero no logra hacerse con el material, y ya lo intentó por todos los caminos familiares y amicales. Saludos

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  19. Mi estimado impugnador anónimo, no lea apegado a tecnicismos, no me refiero a los nacionalismos modernos en un sentido histórico, sino en un sentido más profundo. Cambie si le place, nacionalismo por patriotismo t entenderá mi comentario. Si aún así, discrepa, la discusión es otra y no la rehuyo. Cordial saludo.
    Hilbert.

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  20. ¡Qué belleza de semblanza! Muchas gracias don Jack por esta nota tan hermosa, pletorica de añoranza por los hombres y el país que ya no está (¿o si? Quizás sigue allí y nosotros estamos ciegos o atrofiados o cansados, no sé).
    Muy buenos muchos de los comentarios, que aportaron datos y reflexiones (con la excepción de los neocarlistones, que aprovechan cualquier oportunidad para pegarle al nacionalismo...¡hagan la suya muchachos!).
    Gracias Wanderer y gracias Tollers.

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    Respuestas
    1. Hay que admitir que tal vez los carlistas no tienen la culpa. Yo introduje imprudentemente el debate, y ellos salieron a defenderse. Perdón, no pude evitarlo. La figura tan argentina de Aragón me impelió a hacerlo.
      Hilbert

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    2. Soy carlista "pampeano" como dijeron por aquí, y disfruté mucho escuchando las charlas de don Roque Raúl, un viejo argentino, y por ello hispano. Que uno tenga disenso con los nacionalistas no implica que no se le reconozca la gran valía moral e intelectual de muchos de ellos.

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