lunes, 19 de diciembre de 2022

Estrategia y testimonio



 

Hace algunos meses publiqué una reseña del libro de Yves Chiron sobre la historia de los tradicionalistas. Y una de las conclusiones que sacaba era la siguiente: “Al finalizar la lectura del libro, me ha quedado una cuasi certeza: si las cosas se hubieran hecho de otro modo, si la reacción tradicionalista hubiese actuado de un modo más orgánico y empleando medios sensatos de negociación, el motu proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI lo podríamos haber tenido durante el pontificado de Pablo VI, y la Iglesia y nosotros mismos nos habríamos ahorrado muchos sufrimientos y sinsabores. Y no es una fantasía. Algo por el estilo consiguió el cardenal Heenan para Inglaterra en 1971”. Y es así. La reacción de los católicos tradicionales a la reforma litúrgica promovida por Pablo VI fue espasmódica y resultó en un estrepitoso fracaso, y la causa de ello es sencilla: no hubo estrategia, y se hizo lo que se pudo y a los ponchazos.

Pero esos años abundaron de otro factor: el testimonio. Los católicos, como reacción natural a lo que estaban viendo —la destrucción de su liturgia, de su fe [recordemos el catecismo francés y el catecismo holandés] y hasta de sus iglesias— salieron a testimoniar su desconcierto manifestándose públicamente de muy diversos modos, sobre todo los franceses que llevaban el liderazgo. Eran reacciones emocionales, “del corazón”, que estaban destinadas a diluirse en el tiempo, a fracasar en su propósito y probablemente a empeorar las cosas.

Sin embargo, la pregunta que surge es si podemos prescindir de los testimonios y de las manifestaciones del corazón y, por el contrario, debemos ajustarnos exclusivamente a ejecutar las estrategias diseñadas por un grupo pequeño de personas que definen qué, cómo y cuándo deben actuar los católicos fieles a la tradición litúrgica de la iglesia. Sería una reacción estrictamente racional; el triunfo de la razón sobre el corazón.

Pero, ¿podemos prescindir totalmente de la emoción o del testimonio a fin de conseguir el objetivo? Cuando apenas fue publicada Traditionis custodes la reacción natural fue testimoniar y fuimos testigos de varias iniciativas de ese tipo, desde la toma del campanario de una iglesia en Vienne, hasta misas celebradas en el atrio, frente a las puertas cerradas del templo por orden del obispo. Y la reacción más espectacular y celebrada al desvarío del pontificado francisquista fue cuando, en 2019, Alexander Tschugguel arrojó al Tiber el ídolo amazónico de la Pachamama que estaba recibiendo culto en una iglesia de la vía de la Conciliazione. A nadie se le escapa, ni siquiera al protagonista, que ese gesto no iba a tener ningún efecto en el desarrollo del sínodo sobre la Amazonía que se estaba realizando; y de hecho no lo tuvo: pocos días después, la Pachamama era llevada solemnemente en procesión por el mismísimo Vaticano. ¿Por qué lo hizo entonces? Porque era un testimonio exigido y necesario. 

¿Testimonio necesario? ¿Existe tal cosa? ¿No es más conveniente apostar exclusivamente a la estrategia, a las negociaciones secretas y a mover influencias? No cabe duda que esto hay que hacerlo; siempre se hizo y es uno de los modos de astucia a la que nos llama el evangelio. Pero, ¿hay que prescindir completamente del testimonio o, más bien, hay que darle su lugar en la lucha, aunque a veces, y por inadvertencia, entorpezca las maniobras?

El ejemplo del modo en que actuaron los cristianos en momentos de persecución como los que vivimos en la actualidad por parte de los mismos jerarcas eclesiásticos, es iluminador. Cuando a comienzos del siglo III, en una ciudad cercana a Cartago, encarcelaron a un grupo de catecúmenos, entre los que se encontraban Perpetua y Felicitas, su catequista, Sáturo, que se encontraba en otra ciudad, regresó y se unió al grupo, consiguiendo luego todos ellos la palma del martirio. Pero, ¿no habría sido estratégicamente más productivo que Sáturo no se entregara? La causa cristiana no ganaba nada y, en cambio, perdía un gran predicador. Es esto lo que habría pensado el estratega, pero habríamos perdido su testimonio.

Cuando a fines del siglo XVIII, Charette, Cathelineau y varios más se levantan en armas contra la República francesa en La Vendée, ningún estratega medianamente sensato habría apostado a que tal movimiento le ganaría al ejército revolucionario. Y, agarrándose la cabeza, habrían despotricado contra los revoltosos e irresponsables que les arruinaban sus maniobras antes los diputados de la Asamblea Legislativa que, eventualmente, les podrían haber aliviado la situación. Sin embargo, la epopeya de La Vandée, aunque no consiguió lo que se proponía y fue un completo fracaso en el plano militar, constituye un testimonio que ha inspirado a decenas de miles de católicos en la defensa de la fe. Y los ejemplos podrían multiplicarse.

Ciertamente que necesitamos una elite particularmente dotada que diseñe las estrategias para lograr el objetivo que nos hemos propuesto, y que es la libertad para celebrar la liturgia católica según el rito tradicional, pero necesitamos también testimonios que muestren no tanto al mundo, sino a los nuestros, que la causa por la que luchamos merece no solamente la entrega de la razón sino también del corazón.


Corolario: En este caso, creo que el corolario tiene más importancia que el artículo. ¿Por qué el tradicionalismo (utilizo este término que no es el mejor, pero no encuentro otro) no puede ni debe tener una estrategia común? Porque, para que eso sucediera, debería tener un comando unificado, y tener un comando unificado implicaría que el tradicionalismo fuese una institución, como el Opus Dei, o un movimiento, como la Renovación Carismática. Y no es ninguna de las dos cosas, y no debe serlo. Dentro de él hay instituciones, como son los institutos religiosos tales como Cristo Rey, Buen Pastor y otros, e incluso la FSSPX, y cada uno de ellos tiene ciertamente su estrategia, y está muy bien. Pero el tradicionalismo es mucho más que ellos. 

Encerrar al tradicionalismo en una suerte de movimiento que respondiera a mandos más o menos unificados con el fin de acordar estrategias comunes, por más eficaces que pudieran revelarse, sería condenarlo a ser uno más, entre otros, de los “carismas” que enriquecen la iglesia; un “camino” más para alabar a Dios; una “jaula” más en el zoológico eclesial. Es así como consideran muchos al tradicionalismo: un grupo de personas un poco raras que tienen una “sensibilidad” especial. Y todos sabemos que no se trata de eso. 

Por eso, y sin negar la necesidad de la estrategia, el testimonio debe existir, aun cuando en ocasiones colisione con los movimientos que los estrategas han pensado. 

38 comentarios:

  1. GASTÓN: Excelente artículo que le agradezco "de corazón". Sólo me pregunto si no existiría la posibilidad de una Via Media, o sea, que cierta persona o grupo coordinara, al menos en parte, las iniciativas en este sentido. Y aunque testimonios hay muchos quizá el del grupo de fieles de Costa Rica rezando de rodillas a la puerta de la Nunciatura sea de los más conmovedores. Y puede que a la vez de los más expresivos de por qué una Iglesia cuyos jerarcas tratan así a sus mejores hijos no puede estar sino en crisis y decadencia

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    1. Esa vía media, a mi entender, es la que existe actualmente.

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    2. ¿Se puede identificar con la práctica de un rito litúrgico y toda la espiritualidad y mística que eso implica,por el solo hecho de participar de el,"a los mejores hijos"?
      ¿No es un poco mucho,dejar afuera de los "mejores hijos" a los cristianos que han dado su vida y practican otros ritos,con su espiritualidad y mística...incluso el "Rito Vaticano",como suele definirlo Don Wander?
      Y el último clavo de mi ataúd...
      ¿El evangelio está atado a la expresión milenaria de un rito?
      De a uno por favor...

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    3. GASTÓN: Se pregunta RUSO BLANCO: "¿No es un poco mucho,dejar afuera de los "mejores hijos" a los cristianos que han dado su vida y practican otros ritos,con su espiritualidad y mística..." RUSO BLANCO ¿quién ha dejado afuera a nadie? Que la adhesión a la Liturgia tradicional Y TODO EL ESTILO DE VIDA QUE CONLLEVA permita razonablemente calificar a los adherentes a ella de "mejores hijos" no significa en modo alguno que sean LOS ÚNICOS MEJORES HIJOS. Ruso blanco tiene Vd problemas de comprensión lectora, se hace Vd un lio.

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    4. Si,si.Debe ser eso.
      Respuesta esclarecedora al primer interrogante.
      Gracias

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    5. Mmmm Gastón...yo diría que el Ruso ha comprendido bien. Es lo que se entiende. "Los mejores hijos"...(El mejor en algo será aquel que se distingue del resto por su calidad y excelencia, no habrá de ninguna manera otro semejante o que lo iguale, puesto en comparación.) Si su expresión hubiera Sido: Uno de los mejores hijos......( Sería distinto)

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  2. Muy buen articulo, como tantas veces, Don Wanderer. Hace pensar. Y las respuestas posibles son muchas.
    Lo que pienso, sinceramente es que lo que esta en juego, no es solamente el tradicionalismo, sino la desaparicion de la Iglesia Catolica Apostolica Romana. El asunto es de mucha profundidad.
    Y por otra parte, como no iba a tirar el muñeco de la "Pacha Mama" al Tiber.
    Es logico.
    Tambien Nuestro Señor saco carpiendo a los mercaderes del templo, con sus idolos y todas sus porquerias.
    Yo creo que lo que esta en juego es mas aun que el tradicionalismo, es muy profundo, han atacado al centro del corazon de la fe.
    Y van por todo, una especie de religion mundial, en la que vale el aborto, la degeneracion en todas sus formas y una contraposicion al plan de Dios en todos los ordenes posibles, eliminando la verdadera fe de la faz de la tierra.

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    1. "Las Puertas del Infierno no Prevalecerán", "Yo estaré con Uds hasta el fin del mundo", (y otras citas de la Escritura q no me vienen a la mente). La Iglesia no va a desaparecer, aunque gran parte de la Jerarquía defeccione.

      Siga creyendo, no se vaya de la Iglesia.

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    2. Gracias por sus palabras. A quien iria sino a los brazos del Señor Jesus?. Rezo y rezo para que Dios nos de fuerza y nos ayude a mantener la luz de la fe. Un gran saludo rn Cristo.

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  3. Estimado Wanderer: si bien es importante lo que ud señala, creo que el problema es en realidad de Phronema, de Mentalidad.
    El Tradicionalismo que varios hemos conocido ha sido poco más que la cobertura religiosa de una ideología. Si nos fijamos, la bandera principal de la FSSPX y otros grupos por muchos años no fue tanto por la Liturgia, sino su interpretación del “Reinado social de Cristo” y sus consecuencias políticas, una reconstrucción ex post y algo idealizada y del antiguo régimen. Es cosa de revisar las publicaciones oficiales y oficiosas del tradicionalismo de los 80 y 90.
    Así, la “defensa de la Tradición Católica” se mimetizó en Europa con los grupos legitimistas y en América Latina con ciertos movimientos de tercera posición. Ello chochaba con el relato de que “solo transmitimos lo que recibimos” ¿acaso todos los católicos fieles de España eran carlistas en 1962? ¿acaso el fiel católico chileno de 1962 debía ser corporativista? Cierto que esa carga ideológica ha amainado en los últimos años, al menos en los sacerdotes, pero las energías y años perdidos en batallas de memorabilia política pasan la cuenta.

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    1. Estimado Palamita, no estoy de acuerdo con su opinión. Reconozco que es la opinión común que se mantuvo durante muchos años, pero considero que es falsa y prejuiciosa.
      Para el caso del tradicionalismo francés, por ejemplo, Chiron dedica el largo primer capítulo de su libro a desbaratarla, y mostrar con hechos y documentos que el movimiento tradicionalista no tuvo relación alguna con posturas políticas, más allá que muchos de sus fieles estuvieran adheridos a una u otra postura.
      En Argentina, durante los '70 es posible que varios tradicionalistas fueran peronistas, pero no puede decirse de ningún modo que el tradicionalismo litúrgico fuera peronista o nacionalista.

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    2. En la Argentina, la primera vez que vino mons. M. Lefebvre, allá por 1972, su visita fue un fracaso, porque la organizó la TFP y, siguiendo su costumbre, no abrió el juego a naides... Volvió en 1977 de la mano de muchos nacionalistas NO PERONISTAS, católicos "integristas", como nos llamaban entonces, que pudieron exhibir a monseñor una amplísima adhesión de todo tipo. El padre Castellani uno de ellos. Yo tuve una amable discusión con Santiago de Estrada (padre de Sago. Manuel, aún vivo) a raiz de esto, pues era por entonces decano de la facultad de Derecho de la UCA donde yo cursaba mis últimas (e ilusas...) materias y algunos pretendíamos llevar a monseñor Marcel a la UCA. Pero me parece que Derisi "bajó línea" en contra, pero de esto no estoy seguro, El colegio San Pablo y la gente de Etcheverry Boneo, en contra en bloque (con algunas fisuras como las que molestaban a Paulo VI por otros motivos); muchos curas sueltos, a favor. ¿Ideología unitaria...? No diría. Muchos éramos nacionalistas -aún lo somos la mayoría de los vivos- pero difundimos ESTE Tradicionalismo por aquí en general, si bien teníamos nuestros propios "tradis" (ya dije: "integristas") dando vueltas por aquí, pero sin una cohesión religiosa o política notable.
      Peronistas recuerdo pocos, porque por aquellos años todavía no eran bien vistos en la religión católica, porque o eran tercermundistas o esa mezcla simbiótica de liberalismo, marxismo y oportunismo que es el peronismo ("corazón a la izquierda, bolsillo a la derecha"), con más de ésto o de aquéllo según gustos; precursores de los progres, digamos.
      Estimado Palamita, le advierto que tiene ud. una confusión importante; algunas cosas que dice son ciertas y otras disparates. De lo primero, que el catolicismo es marcadamente corporativista, porque así lo definió de León XIII a Pío XI; de lo segundo, que el "tradicionalismo" (que le reitero, no existía con ese nombre en aquellos años 70) fuese o tuviese una ideología de tipo político. Sí una adhesión a lo que se llamaría la "doctrina social de la Iglesia", tal cual se puede encontrar en la clásica obra de Carmelo Palumbo "Cuestiones de Doctrina Social", pero no más allá de eso. Monárquicos éramos poquísimos, pero los había; la mayor parte, republicanos.
      Espero que estos recuerdos deshilvanados lo ayuden, y lo ayuden también a Y. Chiron, cuya obra no me convence mucho que digamos.
      El Memorioso Funes...

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    3. Estimado Memorioso Funes.
      Según tengo entendido, el p. Castellani tuvo una entrevista con Mons. Lefebvre, o al revés, monseñor con el padre.
      Como sea, parece que no hubo pleno entendimiento entre ambos, las razones de eso las deben saber poquísimas personas, si acaso alguna, pues Castellani no las declaró públicamente ni mencionó jamás a la FSSPX.
      Tal vez quien tiene acceso a los diarios de Castellani lo sepa, pero no lo ha dicho, y no lo dirá nunca, creo.

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    4. Apreciado Andreas: Imagínese al pobre Castellani, ya viejito y apaleado por "lajerarquía" en toda regla, sumarse de cualquier forma que fuese al neoresistente monseñor francés que se presentaba -como en efecto era- como ex arzobispo de Dákar (eso de "emérito" vino después), acostumbrado a los vaivenes de las misiones y a todo tipo de trajines que el pobre ex jesuita no quería volver a vivir, y menos con su hiperetesia a flor de piel...
      Yo sé que se encontraron, pero no sé qué pasó después. En privado Castellani jamás habló -al menos a mí- ni mal ni muy bien de monseñor Lefebvre, pero el cura era reservadísimo con esas cosas y no las hablaba ni siquiera en presencia de pocos amigos, que era cuando su expansión era más notable.
      Más quéso no le puedo decir. Un sacerdote de San Rafael, o que ahora vive allí, tiene los diarios del padre. No sé si querrá abrir las páginas de estos años...
      Desmemoriado Funes

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    5. Estimado Dememoriado Funes. Yo no conocí a Castellani, y tampoco he leído los diarios. Sin embargo, me huelo que la cuasi indiferencia por Mons. Lefebvre y su lucha se debía a que Castellani jamás le interesó, como buen jesuita que era, la liturgia. Para él, mientras la eucaristía quedara confeccionada y el sagrario pudiera estar siempre ocupado, era suficiente. La lucha de Lefebvre era en primer término por la liturgia.

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    6. Apreciado dueño de casa: No sé si lo de Castellani era indiferencia o prudencia, de verdad no lo sé. Si Ud. hubiera visto celebrar Misa al cura... No diría que no le interesaba la Liturgia; más bien, que no estaba en desacuerdo con una reforma (más o menos como la que hizo Juan XXIII) para quitar alguna morralla agregada en el siglo XIX y algo del XX; pero decididamente nunca celebró el "novus" tal cual está escrito. Pero... ¿Quién lo iba a retar? Era inútil. El viejito Funes

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  4. Grande Wanderer! Se me viene a la mente Castellani, un Testigo, uno q dió Testimonio.

    Si mal no entiendo, es la función del Profeta ser Testigo.

    Disculpe los lugares comunes.

    Juancho.

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  5. Difícil que el chancho chifle...Me refiero a que haya un monocomando. Para fsspx todos los que no son de ellos, son dudosos. Y eso se lo transmiten a sus jóvenes. Por lo menos aquí en Argentina.

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    1. En desacuerdo con Ud., Ayante; no transmite eso la FSSPX. Y todavía más: si lo transmitiera, a pocos les importaría, porque creo que todavía existe suficiente sentido común como para no adoptar ninguna forma jurídica de cualquier clase que fuera, ni tener ninguna estructura visible. La Tradición es un movimiento espiritual de retorno a las fuentes católicas, que es principalmente religioso en efecto, pero no únicamente, aunque esto último lo ha descubierto hace muy poco tiempo. Abarca lo cultural, lo político, lo social, lo familiar... no podía ser de otro modo. Y por supuesto, respetando las preferencias individuales y grupales, como corresponde a la Tradición, que no es acartonamiento ni "combo indestructible" -siguiendo las inclinaciones diz que intelectuales modernas- sino un movimiento del espíritu hacia Dios y hacia aquellas raíces que Él ha puesto al mundo.

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  6. Excelente artículo. A fin de cuentas, somos seguidores del Crucificado que podía haber llamado a doce legiones de ángeles para no ser clavado en la Cruz.

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  7. Estimados: En mi experiencia personal como feligrés de la FSSPX, a partir de las consagraciones episcopales de 1988, la que fue marginada de todos los núcleos TLM fue la FSSPX ya que los que adhirieron a Ecclesia Dei fueron recibidos en diócesis y se les fueron dando parroquias y hasta en Roma la hermosa iglesia de San Luis de los inmigrantes. Cuando desde Photopost de la pagina newliturgicalmovementpl, piden fotos de las fiestas lutúrgicas importantes, yo las envié innumerables veces y siempre me contestaron que sólo aceptaban a las de Ecclesia Dei y que no insistiera porque nunca las publicarían.
    Cuando hablan de creatividad de unos pocos desde el Panteon es porque no han tenido nunca idea del ostracismo que han sufrido los feligreses de la FSSPX donde desde hace 40 años debimos tener centros de Misa en lugares dispares hasta poder edificar nuestros Templos, sin que nadie nos los cediera.
    Hoy que por causa del efecto Francesco, jovenes que se han acercado a la FSSPX, encuentran una obra consolidada con Capillas, colegios, centros de Misa, etc. pero a los mayores que nos rechazaron tanto tiempo les cuesta, a pesar de las puertas abiertas a todos.
    No ha sido la FSSPX la que rechaza sino que fue la marginada desde el principio.
    Y no nos cansaremos de agradecer a Mons Lefebvre su entrega a la Santa Iglesia.

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    1. Llegue a la fsspx en mi adolescencia durante el papado de Benedicto xvi, y lo que más me chocó fue lo cerradas que eran las familias, la tremenda desconfianza que me tenían, eso ya no lo veo en sus hijos ahora que han formado familias, la verdad que cuando uno llega a la fraternidad sin conocer su historia, sobretodo su historia local no entiende lo que ocurre dentro, ahora con los años entiendo más la situación y porque eran así, estoy muy agradecida por todo lo que me ha ayudado a tomar buenas decisiones en la vida ir a la fsspx.

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    2. Estimado señor Enrique, me ha aclarado usted una vieja duda. Siempre me pregunté por qué no aparecían nunca fotos de celebraciones o lugares de culto de la FSSPX. Realmente, es lamentable lo que le han respondido.

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  8. Lo que dice Enríque es efectivo. El desprecio que sufrieron los fieles de las FSSPX fue espantoso, paradojalmente de parte del mundo “conservador” que no quería bajo ningún punto de vista ser asociado con “los cismáticos”, y la marginación de la elite que ello suponía.

    El problema fue la reacción oficial de la FSSPX y sus teóricos: condenar no solo la colaboración con los grupos Ecclesia Dei sino incluso la participación en sus Misas bajo la acusación de “rallié”, generando en la práctica una eclesiología peligrosa en que la Iglesia se reduce a la Frater y sus grupos asociados. Arma de doble filo, pues el grupo de Williamson aplicaría a los sacerdotes de la FSSPX la misma censura, y para que hablar de las derivas sectarias de sedevacantistas y similares.

    Si la Revolución devora a sus hijos, el Tradicionalismo no se queda atrás.

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    1. GASTÓN: Yo oi una conferencia de Mons. Lefevbre donde recomendaba lo que Vd dice de inasistencia a Misas de otros grupos que la FSSPX y la argumentación en que lo apoyaba no me pareció inconsistente ni mucho menos. Han pasado algunos años y el recuerdo se ha desdibujado pero si guardo lo de que no es sólo la Misa, que es todo el ambiente el que se ve afectado por "el espíritu del concilio" e influye en los que acuden regularmente a esa capilla, por ejemplo los anuncios en la puerta de la Iglesia anunciando a actos diversos. ¡Qué diría hoy con la JMJ "en lenguaje sostenible". En fin que puede parecer exagerado pero en manera alguna desprovisto de fundamento.

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    2. Así es Gastón, coincido con Ud. No se oponían a las Misas tridentinas por ser celebradas por otros, sino por que esos otros en general estaban infestados por el Concilio y la Misa podía ser un anzuelo, un trampantojo digamos.

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    3. Me temo que la forma de razonar de Gastón y del anónimo de las 11:40 lleva inevitablemente a una de dos conclusiones: o bien las puertas del infierno han prevalecido contra la Iglesia o la Iglesia se reduce a la FSSPX. No digo que ellos piensen eso expresamente, pero sus premisas llevan antes o después a esa conclusión, aunque no lo vean. Yo, la verdad, prefiero quedarme con la fe en la Iglesia una, católica y apostólica, contra la que las puertas del infierno no prevalecerán, por muy herida y derrotada que parezca.

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    4. GASTÓN: Por supuesto que las conclusiones que BRUNO atribuye a mi "forma de razonar" son de la exclusiva responsabilidad de BRUNO y con las que no estoy en absoluto de acuerdo. Estamos en una época en que la abundancia de mártires indica cualquier cosa menos que "las puertas del infierno han prevalecido contra la Iglesia" y en el que muchos católicos tradis hemos proclamado una y otra vez que el mejor gobernante europeo es Victor Orban, que no es que no sea de la FSSPX, es que es protestante. El problema está en que BRUNO exige que en un texto, que por razón del formato de estos comentarios no puede ir mucho más allá de 8 lineas, se dé un tratamiento completo a temas complejísimos. A ver, BRUNO, que esto son simples comentarios y no una tesis doctoral. Póngase las pilas, hombre.

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    5. Eso es, tal cual lo describe Gastón: extra fsspx Nulla salus.

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    6. AYANTE le remito a la aclaración de las 8:38 que dirigí a Bruno

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    7. Estimado Gastón, yo no le pido que explique en unas líneas cosas muy complejas, pero si lo que dice implica que o bien la promesa de Cristo no se cumple o (lo que en realidad es lo mismo) que la Iglesia ha sido sustituida por la FSSPX, entonces lo que dice es erróneo. En relación con esto se pueden tratar temas muy amplios y profundos, pero las contradicciones son simples: si lo que uno dice contradice sus propios presupuestos (que las promesas de Cristo se cumplen), entonces lo que uno dice es erróneo. Lo que dice sobre los mártires es, de nuevo, contradictorio con lo demás que decía y que implicaba que no se debe ir a las Misas que han alimentado en la fe a esos mismos mártires "conciliares", lo que resulta absurdo (ya querríamos usted y yo tener esa fe, ¿no?). Por otro lado, hasta donde puedo ver, lo de Orban no afecta en nada a la cuestión, igual que no la afecta que mi fontanero sea protestante y también sea un buen fontanero. Un saludo.

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    8. GASTÓN: Pues vuelvo a lo mismo. Son unas pocas líneas de las que Vd saca unas conclusiones enormes que van mucho más allá de mi intención. Y encima se contradice Vd desde el comienzo donde dice " yo no le pido que explique en unas líneas cosas muy complejas" y a continuación me pide que explique algo que de sencillo no tiene nada: "si lo que dice implica que o bien la promesa de Cristo no se cumple o (lo que en realidad es lo mismo) que la Iglesia ha sido sustituida por la FSSPX" Está Vd confundiendo unos modestos comentarios con una sesión académica y mientras subsista esta confusión de base me despido deseándoles felices Navidades y un próspero año nuevo en el que podamos debatir con mayo realismo.

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    9. Hombre, D. Gastón, entonces sería mejor cerrar estos comentarios, porque, por definición, los temas que se tratan son complejos. En cualquier caso, quiero asegurarle de nuevo que yo no he hablado de su intención, que supongo irreprochable, sino de lo que ha afirmado en sí mismo. El Niño divino nacido para nuestra salvación le bendiga sobreabundantemente. Un saludo.

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  9. Esto me recuerda a la situación actual de la Iglesia en China, con Roma siendo dialoguista, tratando de acordar con el Partido Comunista, y la Iglesia subterránea haciendo lo contrario.

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  10. Un aporte para estrategias y testimonio
    https://onepeterfive.com/pro-tlm-strategies-traditionis-custodes/

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    1. El artículo que Ud cita confirma lo que expresé sobre las comunidades TLM
      Escribe el Dr. Peter Kwasniewski en el punto 12:
      ...déjelo absolutamente claro: “Nunca pensamos en buscar la ayuda de la FSSPX hasta que nos arrinconaron. por sus acciones irrazonables e injustas. No somos nosotros los que os estamos haciendo daño, sino vosotros los que nos estáis haciendo daño. Dado que no hay absolutamente ningún buen caso para retirar los ritos sacramentales tradicionales de los católicos bautizados y las comunidades florecientes, está claro que, en realidad, el pastor local ha decidido dejar de alimentar a sus ovejas; y las ovejas, por lo tanto, se vuelven hacia donde pueden ser alimentadas.” (traductor google)

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  11. Ya con los comentarios casi cerrados y otro tema en candelero me atrevo a comenzar “de nuevo” en el que es el tema fundamental de este post, bien recogido al final ya dentro del Corolario.

    “Por eso, y sin negar la necesidad de la estrategia, el testimonio debe existir, aun cuando en ocasiones colisione con los movimientos que los estrategas han pensado.”

    Y así, conforme lo iba leyendo, no he tenido más remedio que depositar mi pensamiento en esta célebre frase del apóstol Santiago: «¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: “Tengo fe”, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?»

    Es claro que la fe y las obras van conjuntas, salvo en el caso del luterano –hoy, la Iglesia del Novus Ordo-, que niega la necesidad de las obras y se queda con la estrategia meramente humana, tal como d. W. nos describe perfectamente, llamando a la fe Razón y a las obras Co_razón.

    Sí, aunque pudiera parecer “algo nuevo”, en este post no se nos habla de algo distinto, sino de lo que siempre se ha dicho.

    P.D. Después de leer todos los comentarios, veo que cada persona aporta su granito de arena, desde su propia experiencia de vida, quizás alejándose un poco del tema, donde el elemento fundamental no es hablar de nuestras experiencias con la fsspx, sino hablar de la fe y la total necesidad de las obras, que son las que la afirman, sostienen y confirman la tradición. He dicho.

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