por Eck
Un Obispo estaba enseñando el Catecismo a los chicos para la confirmación; y les dijo:
“Los cristianos deben respetar y venerar a las autoridades constituidas.”
Y un chico dijo: “¡Qué lindo es ese crucifijo de oro que tienes colgado al cuello!”
Obispo:”¿Qué dices?”
Chico: “Nada. ¿Quién lo mató al pobre Jesús?“
Las autoridades constituidas mataron al pobre Jesús.
P. Leonardo Castellani, Psicología Humana, c. VI, "El Carácter".
Introducción
Que al Padre Eterno no le va mucho eso de la política lo podemos ver en un pasaje bíblico muy poco leído, aún menos recordado y muchísimo menos meditado. Fue en tiempos del profeta Samuel cuando al veleidoso pueblo de Israel le dio por ser como las demás naciones en vez de vivir en el gozoso desgobierno de Dios. Como un niño envidioso, quiso jugar a los reyes y principitos por no ser menos que los egipcios, asirios e hititas y exigió tener un monarca con trono, corona y queridas incluidas. Todo el juego completo. Como a cabezones no les gana nadie a los judíos —bien lo sabe el Señor—, Éste les castigó con su arma más temible: darles lo que deseaban y de la manera en que lo anhelaban. “¿Así que quereis rey? Pues bien, lo vais a tener”, les dijo pero antes les reportó de lo que les venía encima, incluida la undécima plaga, el fisco, que el que avisa no es traidor y sarna con gusto no pica:
Samuel refirió al pueblo que le había pedido un rey, todas las palabras del Señor, y dijo: “Éste será el derecho, del rey que va a reinar sobre vosotros: Tomará a vuestros hijos, y los empleará para sus carros, y como jinetes suyos para que corran delante de su carroza. (…) Y de entre vuestras hijas sacará perfumistas, cocineras y panaderas. Tomará lo mejor de vuestros campos, vuestras viñas y vuestros olivares y los dará a sus servidores. Diezmará vuestras sementeras y vuestras viñas, para hacer regalos a sus cortesanos y servidores. Tomará también vuestros siervos y vuestras siervas, y los escogidos de entre vuestros jóvenes, y vuestros asnos, y los empleará para sus trabajos. Diezmará asimismo vuestros rebaños, y vosotros seréis siervos suyos. Entonces clamaréis a causa de vuestro rey que os habéis escogido: pero en aquel día el Señor no os responderá.”. Samuel I, 8, 10-18.
Y, claro, les ocurrió como en la fábula esópica de las Ranas que pedían rey.
El Hijo de tal Padre no pudo ser menos cuando vino a la tierra. Tanto que casi empezó tropezándose con ella en el comienzo de su misión pública como se puede comprobar en los Evangelios. No en balde tuvo que salir por pañales al exilio gracias a la saña del rey Herodes....
Cristo y la política
Una de las pocas veces que dijo la verdad el Padre de la Mentira fue cuando se presentó por sorpresa, como un molesto vendedor a domicilio, al Hijo del Hombre, allá en los andurriales yermos de Jericó. Acostumbrado como estaba a políticos que vendían sus almas por una concejalía mediocre de un poblachón de tercera, con este pez gordísimo y con influencias ante el Altísimo había que lucirse, pensó, para pescarle en sus redes. Y claro, lo hizo a lo grande, con un cebo formidable, una campaña digna de la ONU, con sus gobiernos, ministerios, agencias y miles de sinecuras, subvenciones y mamandurrias por repartir entre amigos, familiares y pelotas. Le subió a la cima de un monte y con la mejor sonrisa de un anuncio de dentistas y ojitos pillos de mercader le mostró toda la gloria de los reinos de la tierra a cambio de una nonada: un rodillazo ante él. ¿Quién se resistiría a este chollo?¿Qué corazón endurecido no se ablandaría ante esta bicoca? Acaso, ¿no hubiésemos caído los demás a la primera?. ¿No era este un hombre, un hijo de Adán como el resto?
Chasco, su chasco fue inmenso cuando no dio su voto a su propuesta, no era tan cándido para elegir a semejante candidato como dueño de su ser. Y en vez de entablar un diálogo constructivo entre entes transigentes y tolerantes para encontrar puntos en común en las que las dos partes llegasen a un acuerdo satisfactorio para ambos partícipes, por ejemplo, dejarlo en medio rodillazo, Nuestro Señor con formas periclitadas botó la urna con una frasecilla poco democrática mentando a una autoridad, no elegida además. Como con la expulsión del Templo de los mercachifles y banqueros y la denuncia de la hipocresía santulona a los fariseos, la política no le ha perdonado hasta hoy a Cristo la soberana patada en el trasero que le dio en sus idolillos más queridos.
Actúo como lo que era, el gran Anarja, en su doble vertiente de esta palabreja griega. No tenia ni principio ni fin al ser Dios, pero tampoco reconocía a las potestades terrestres ni a sus principios políticos de legitimidad: poder, gloria y dinero, ni los acataba sino que los motejaba de ídolos mortales y falsos frente al Dios vivo y verdadero, único Señor. Frente al príncipe de este mundo y su poder sobre los reinos actuaba como un anarquista y un revolucionario (re-volvere, volver a antes de la Caída), el único que lo es verdaderamente porque los demás son sólo reaccionarios que intentan volver a las cadenas y la servidumbre del Pecado Original, la arjé de nuestro mundo. Y lo que no aceptamos en nuestra vida privada, humana, lo admiramos cuando se viste con el mando del Poder.
Cristo condenado por los tres regímenes políticos.
Contaba S. Agustín un cuentecillo sobre Alejandro Magno y un pirata. Capturado este último y llevado a la presencia del gran macedón, éste le preguntó: “¿Qué te parece tener el mar sometido al pillaje?” Con la arrogante libertad que le daba el tener la razón le contestó: “Lo mismo que a ti el tener el mundo entero. Sólo que a mí, como trabajo con una ruin galera, me llaman bandido, mientras que a ti, que lo haces con toda una flota, te llaman rey”. (De Civitate Dei, IV, 8). Y se preguntaba el santo “Sin la justicia, ¿qué serían en realidad los reinos sino bandas de ladrones?, ¿y qué son las bandas de ladrones sino pequeños reinos?” Pues bien, ¿qué hicieron con la Justicia cuando estuvo en la tierra sino condenarla a muerte tras un juicio? Y lo hicieron todos los regímenes y todas las clases sociales para que no quedara duda de que nuestra salvación no procede de aquí, y que contra Dios y sus leyes no se puede edificar nada sino el infierno por muchos bellos motivos y deseos que se aleguen con hermosa y floreada retórica. Ante el Anarca, todas las mascaras se caen.
Cristo condenado por la aristocracia
El sanedrín judío estaba formado por toda la aristocracia reconocida por los mortales: el Saber (los escribas), la Ley (los fariseos), el Sacerdocio (los levitas), la Sangre (los saduceos) y el Dinero (los mercaderes). Todos a la gresca por la predominancia sobre el pueblo, pero llega el Otro y rápidamente se ponen de acuerdo en lo que hoy llaman consenso de las fuerzas políticas para asesinarlo. Pusieron el seso y la ley para justificarlo en nombre del bien común, usaron el sacerdocio para cazarlo y, finalmente como venganza de la expulsión del Templo, utilizaron el dinero como arma definitiva del crimen al comprar a Judas el Traidor. En vez de salvar a la Nación y al Templo de los soldados romanos como decían pretender, los llamaron al matar al Único que mostraba el camino de la Paz. La aristocracia se había convertido en oligarquía y condenó al más noble, sabio, legal y rico de los hombres.
Cristo condenado por la democracia
Tras la entrada triunfal en la Ciudad Santa en medio de palmas y vítores pareciera que Cristo tenía el amor y la protección del pueblo pero fue una vana esperanza para los discípulos, que ya se veían ministros en sus poltronas repartiendo carguitos a sus paisanos. Las turbas se inclinaron rápidamente por Barrabás, terrorista y asesino, llevadas por la influencia de la oligarquía, por el nacionalismo del pueblo elegido y por la mano fuerte del insurrecto. Cuarenta años más tarde no tendrían motivos de queja cuando su soberano aclamado, el Cesar, aplastó sus rebeliones con un mar de sangre que cayó sobre ellos y sus hijos, la sangre del inocente inmolado que vino a salvarles del desastre de sus ambiciones pero que no fue escuchado y no conocieron el día en que fueron visitados. La democracia se había convertido en oclocracia y condenó al más trabajador, humilde y defensor de los pobres de los hombres.
Cristo condenado por la monarquía
Desde hace varios siglos se recita la frase con la que dicen que Felipe II recibió al virrey Mendoza tras sus largos años en América: “Podéis iros a vuestra casa, porque yo os envié a servir reyes, no a matarlos”. Lo mismo pudo decir Tiberio a un Pilatos que por interés, cobardía y conveniencia condenó a un inocente por razón de gobernante; que, para que no se le rebelase la masa y no le acusasen de poco celo en defensa de su amo, mandó matar a un rey reconocido por él mismo. Ya pudo lavarse las manos y justificarse ante sí mismo, pero nada puede limpiar la frase con que despidió a Cristo: Irás a la Cruz. La monarquía se había convertido en tiranía y condeno al más regio, al hijo de reyes y señor de señores entre gritos de: No tenemos más rey que el Cesar. Entonces se apareció la sombra alargada de Samuel y el rey Cesar cumplió de sobra la amenaza del profeta.
Conclusión
Desde hace un par de siglos hemos centrado las críticas en atacar algunos regímenes políticos, cosa que está bien para eliminar la idolatría, pero no hemos visto que todos mataron a Cristo y mucho menos ese adelanto del Anticristo que es el Estado Moderno, el dios en la tierra. A lo largo de todas las edades sigue resonando la frase del Enemigo: Seréis como dioses. La ambición de poder es la raíz del Pecado Original y afecta a ese territorio tan cercano a la labor de Dios como es el gobierno de los hombres. En la condena a Cristo todos los regímenes políticos se condenaron a sí mismos y destrozaron su legitimación por erigirse en señores del bien y el mal cuando el poder es un cargo y una carga por el bien de los otros, un servicio como demostró el Mesías al lavar los pies a sus discípulos, sello del amor divino que quiere lo mejor para lo que ama y confirmado con su muerte y muerte de cruz.
Que Dios lo bendiga. Un escrito claro y profundo que nos ubica a los Cristianos, a veces confundidos. Esperamos la venida del Señor!
ResponderEliminarSantiago, el peregrino errante.
Muy importante y necesario escrito.
ResponderEliminarAporto un link de un artículo largo y en inglés, que habla en principio sobre la IA, pero deja aquí y allá muy buenas nociones sobre el asunto tratado aquí: relaciona el Estado Moderno con Caín, vamos, en una digresión más que valiosa sobre cómo se dieron las cosas desde el Pecado Original.
No sé por qué no salió el link, aquí va..
Eliminarhttps://epimethean.substack.com/p/paul-kingsnorth-was-correct
Todo enlace tiene vida propia...😊
Eliminar¡Cuánta razón tiene Eck!
ResponderEliminarEs cierto que el hombre es un ser gregario y como tal necesita de un gobierno que satisfaga sus necesidades y vele por el bien común, pero el gobernante debe ser prudente y gobernar no según los caprichos de los hombres sino según la ley de Dios.
Fue por eso que cuando el Señor le dijo a Salomón: "Pídeme lo que quieras y te lo daré", el rey pidió sabiduria y ciencia para gobernar a su pueblo según esa ley de Dios.
Y fue por eso también que cuando los fariseos buscando tentar a Jesús le preguntaron si era legítimo pagar tributo al César, El les respondió: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".
Ese mandato de Jesús recién se pudo cumplir en tiempos de la Cristiandad, cuando en lo más alto de sus coronas los reyes cristianos lucían una cruz para simbolizar que por encima de su poder y autoridad estaba el Poder y la Autoridad de Dios.
Todo eso se derrumbó ante el odio visceral de la Revolución Francesa que vino a separar a la Iglesia del Estado sentando así las bases de la moderna democracia que entronizó al hombre como rey de la creación y que en los albores de este siglo XXI prepara el advenimiento inminente del Anticristo con el aborto, la eutanasia, la homosexualidad, el feminismo y la satánica ideología de género.
Pero todo será inútil, así como Eck bien cita a Samuel cuando les advirtió a los judíos que Dios les daría como castigo el rey que soñaban para ser iguales a los paganos, así también hoy Dios castigará a este mundo cruel que con soberbia democrática pisotea la santa ley de Dios.
Y la misma suerte correrá también la falsa iglesia de Francisco que para agradar a los hombres se arrodilla ante el mundo olvidándose de Dios.
Sí Fuenteovejuna, Dios nos dio otro castigo que se cree mesías y esta vez... gracias a su voto y al de todos los católicos mistongos, como diría Castellani.
EliminarEstimado anónimo de las 8:16
EliminarNo sé si entiendo bien lo que me quiere decir. ¿Podría aclarármelo un poquito?
Anónimo de las 8:16
EliminarTal vez porque soy medio tonto no había caído en la cuenta, pero ahora lo entendí bien. Aquí va mi respuesta:
Sin duda Ud. es uno de esos que no votó a Milei porque gracias a Dios no es un católico mistongo como yo. Qué bueno sería que Castellani estuviera con nosotros para decirnos quienes son los mistongos que perjudican a la Iglesia y quienes los que la defienden.
Yo ya expliqué con lujo de detalles por qué voté a Milei. Sin embargo, parece que Ud. es uno de los que se acuerdan que lo voté pero no se acuerdan que también expliqué por qué lo voté.
No estaría mal entonces que Ud. hiciera lo mismo y pusiera las cartas sobre la mesa para explicarme por qué no votarlo era lo mejor.
Le cuento que todos los días escucho las estupendas homilías del P. Santiago Martín sobre la sana doctrina que la Iglesia enseñó desde siempre. Hace un par de días hablaba justamente de lo que los católicos mistongos debemos hacer a la hora de votar, y si bien nos advertía que votar el mal menor nunca es recomendable, tenemos que entender que en una situación límite siempre debemos optar por el "bien posible" dado que el sistema no nos permite otra cosa.
Dicho esto y gracias a los católicos mistongos como yo, hoy vemos que en solo cuatro meses de gobierno los zurdos empezaron a tomar Rivotril todos los días para no treparse a las paredes al ver que en el museo del horror que las Madres de Plaza de Mayo montaron en la ESMA Milei les metió el Museo de las Malvinas y puso al frente al Coronel Vilgré Lamadrid. Y no sólo eso, también les suspendió el pago de indemnizaciones multimillonarias a los terroristas de los '70 al descubrir un vagón de estafas avaladas por los gobiernos K cómplices de Montoneros.
Y hay más, porque en los cuarteles ahora se rinde homenaje a los veteranos de Malvinas acusados de delitos de lesa humanidad que no tengan sentencia firme.
A su vez, Cristina Kirchner está bajo fuego en Comodoro Py por sus múltiples delitos de corrupción; se eliminó el lenguaje inclusivo en todas las dependencias del Estado; la guerra contra el aborto y la ESI están en carpeta y no sé cuántas cosas más que ahora me olvido.
Claro que si no fuera por los católicos mistongos como yo, culpa de los católicos piolas como Ud. además de no tener nada de eso seguiríamos padeciendo a los zurdos K que por odio a la Iglesia apoyan a Francisco al darse cuenta que la está destruyendo.
Así que si ahora entendió la diferencia entre el desgraciado mal menor y el recomendable bien posible, en una de esas en las elecciones de 2025 se hace socio del Club de los Mistongos y nos ayuda a terminar con esta pesadilla de zurdos K que hace 20 años nos atormentan a toda hora como diablos del infierno.
Se lo dejo para pensar.
Touché
EliminarFuenteovejuna, clarisimo!! Igual que Usted pienso.
EliminarY lo que debe pasar es que el anonimo "catolico piola", debe ser Kirchnerista y debe estar desesperado ya que Milei, aun con sus defectos, les esta cerrando todos los kioscos y esta acabando con su relato.
Y encima esto esta impactando en la juventud, adonde han perdido muchisimos votantes y ya no saben que hacer.
Ojala, que como Usted señala, vayan contra el aborto y la agenda de la Esi, el feminismo y los pervertidos de la lgtb.
Puede que eso enderece un poco las cabecitas locas de algunos curas y obispos que defienden a la ideologia de genero y a todos esos grupejos.
Lo principal es un cambio cultural, porque han instalado muchisimas mentiras que viemen replicando hace años y tienen muy confundida a la gente.
Santiago, el peregrino errante.
El Estado NO tiene como mision satisfacer las necesidades de los ciudadanos en sentido general sino solamente unas muy especificas: justicia, seguridad y defensa. Y justicia sin incluir la "justicia social" en el sentido que hoy tiene usualmente de redistribucion del ingreso. Afirmar que el Estado tiene como mision la redistribucion del ingreso y/o de la riqueza invalida la parabola de Lazaro y el rico, porque en ese caso el que tendria que acabar en el infierno seria el gobernante de ese lugar, por no haber cumplido su mision de tomar bienes del rico y ayudar con ellos a Lazaro. Quien sostiene que el Estado tiene como mision la redistribucion del ingreso afirma impliciatamente que el la tiene mas clara que Cristo. Y esto esta avalado por siglos de historia del cristianismo. La ayuda a los pobres fue hasta mediados del siglo XIX realizada por iniciativa privada, incluyendo la de la Iglesia. Por ejemplo en Venecia por las Scuole Grande.
EliminarAlgo parecido pero con conclusiones heterodoxos sostuvo hace unos años Jesús Huerta de Soto. Esto es mucho mejor. Eso sí: sin poder politico limitado por Cortes distintas al poder, procuradores dotados de mandato imperativo, y respeto por la tradición y la ley natural y divina, todo se corrompe. Eso pasó con el Estado ideologicamente moderno: Bodin, Maquiavelo y Hobbes.
ResponderEliminarel único poder político bueno fueron las monarquías católicas en europa durante la edad media, en las que el rey ungido por el pontifice de turno recibía su poder desde lo Alto comprometiendose a gobernar con el evangelio en la mano,
ResponderEliminarluego éste sistema político de Dios fué aguillotinado como se vió más tarde con la revolución francesa,
y las demoniocracias liberales de hoy son hijas de esa revolución
Bueno, exactamente lo que pasa en el Antiguo Régimen es que los reyes, que tienen siempre que cuidar su prestigio ante el pueblo, porque su razón de ser es la protección de la Iglesia y de sus súbditos, no son libres.
EliminarEstán sometidos a Dios y saben que responden ante Él personalmente de lo que hacen y dejan de hacer, porque creían en la vida después de la muerte y en el juicio final.
(a parte de estar limitados por la costumbre y las libertades de las poblaciones )
Con la Revolución francesa y los demás regímenes inspirados por ella, los POLÍTICOS y sus amos secretos, especialmente los ricos, con un golpe de Estado echan al Rey para gobernar en su egoísta beneficio de clase (sobre el resto de la población )
Y para enriquecerse aún más y controlar a la Iglesia, los políticos y sus amos, ahora que tienen el poder del Estado, en nombre de la libertad, la igualdad, la fraternidad, el progreso, la ciencia y el libre pensamiento... hacen exactamente lo que los protestantes habían hecho 2 siglos antes: robar a la Iglesia los bienes que financian su misión y garantizan su independencia (las falsamente llamadas "desamortizaciones")
(bueno, no sólo a la Iglesia, sino a los hospitales, colegios y universidades, tierras comunales de los ayuntamientos, las del Estado y las tierras propiedad de los indios )
Porque el problema con una Iglesia independiente, como ya observaron los políticos protestantes, es que te señala públicamente cuando dice que robar al pobre y oprimir al débil es un pecado que va contra la Ley de Dios.
Es decir, el protestantismo y el republicanismo son excusas ideológicas para concentrar el poder en el político y en quien a través de él gobierna realmente (las élites económicas).
El truco es hablar en nombre de la "nación".
Y como "encarna" la nación, la codicia de estos políticos no está limitada ni por nada ni por nadie.
Que excelente articulo . Como disfruto con sus inteligentes, cultas y bien expuestas sus ideas . Me encanta leer todos sus post y le felicito de corazón porque no hay muchos autores tan preclaros y de nivel con usted, querido y admirado Wanderer
ResponderEliminarUna rectificación .
ResponderEliminarLa frase de Felipe II : " “Podéis iros a vuestra casa, porque yo os envié a servir reyes, no a matarlos”. No fue dicha al virrey Mendoza , sino al virrey Francisco de Toledo .
Ojalá todos los católicos entraran aquí para que despierten de una buena vez. Pero muchos se asemejan a los judíos a causa de su dura cerviz.
ResponderEliminar¿Cómo es posible que todo el mundo no se dé cuenta de que la democracia es algo insidioso?
Realmente, un excelente artículo.
Muchísimas gracias.
La política es el arte de gobernar, frase remanida, pero real. Nihil novum sub sole yacet. Se olvidan de la sana doctrina: Del régimen de los Príncipes de Santo Tomás de Aquino. El liberalismo nubla las mentes.
ResponderEliminarAprecio un artefacto de estilo peculiar, que es citar sin entrecomillado, al estilo de los antiguos. ¡Qué refrescante!
ResponderEliminarY el juego de palabras de arjé, la diferencia entre i príncipi e i príncipii (o principï como le gusta a algún purista)
Coincido, con la referencia a los regímenes políticos en relación a la muerte de Jesucristo. La realidad es que Jesucristo no vino a traer un sistema de gobierno para solucionar este mundo que no tiene arreglo, sino para rescatar de él a los suyos, aquellos cuyo nombre esta escrito en el libro de la vida. Reconozcamos también, que a Jesucristo lo matamos un poco todos menos la Madre.
ResponderEliminarMientras esperamos que vuelva tenemos que arreglarnos como mejor podamos con algún sistema de gobierno, cual sea ese es medio indiferente para el asunto de nuestra salvación. Conviene uno que nos permita libertad religiosa para poder cumplir los mandamientos, creo que esa es la razón del respeto a las autoridades constituidas, nosotros los respetamos porque es la mejor forma de que nos dejen ir a lo nuestro. Las autoridades a lo suyo, nosotros a lo nuestro.
Y no comparto esa idealización de la Edad Media, por algo les cayeron unos cuantos castigos de los gordos: las pestes, el islam, el gran cisma, guerras continuas, hambrunas.
Coincido con Ud. en casi todo, apreciado Eck. Simplemente quería recordar que, después del discurso repetido por el profeta Samuel acerca de la monarquía, éssta no deja de ser alabada en los Salmos, por ejemplo el salmo 45 y aquellos otros donde se promete la corona a los descendientes de David. Y se compara a la casa de Dios con un Reino y, por ende, a Dios con un rey. El Propio Hijo de Dios se manifiesta como Rey ante Pilato, anunciándole que, para ser rey, es que ha venido al mundo. Sin embargo, cuadra aclarar que la figura del rey dista años luz de cualquier prepotente gobernante demopartidocrático, pues se asimiló siempre más a un padre que a un figurón taimado y despótico.
ResponderEliminarLo felicito por la entrada.
Eck, un artículo Cum Laude el suyo.
ResponderEliminarAlgo que no hay que olvidar, se puede vivir sin "Estado" pero no se puede vivir sin leyes y jueces. Los israelitas antes de su primer rey Saúl, tenían leyes, jueces, sacerdotes. No era una situación de individualismo anárquico con "respecto irrestricto por el plan de vida del otro", tenían una cultura común que respetaban, tradiciones.
ResponderEliminarEran una sociedad tribal, dividida en clanes, con leyes, religión común, sacerdotes, código de honor común. Era una sociedad bastante parecida a algunas que todavía existen, como los pastunes de Afganistán y Pakistán.
Por lo tanto, me cuesta ver un apoyo al libertarianismo o anarquismo en ese fragmento del libro de Samuel.
No soy ni libertario ni anarquista, aunque como español me atraigan, pero el discurso de Samuel es bastante claro: es un ataque feral contra la monarquía que quería el pueblo de Israel. Los grandes pecados de Jacob fueron dos:
Eliminar-Pedir rey por envidia a los demás pueblos frente a la voluntad de Dios. Querían ser como los demás y por los mismos motivos: poder, prestigio, imperialismo, nacionalismo en vez de ser una nación santa y sacerdotal dedicada a dar culto al verdadero Dios. Seguían tropezando en el becerro de oro una y otra vez aunque ahora político.
-Pedir un rey como los demás pueblos, no como el que quería Dios. Siguieron los modelos del mundo y no los del Eterno. No querían un rey imagen del gobierno de Dios sino a un Faraón, a un lugal babilónico un malik asirio.
Quisieron a un rey a destiempo, por los motivos equivocados y como los demás reyes en vez de esperar a Dios. En su pecado llevaron la penitencia y el Hacedor siguió con sus planes.
Samuel también es un aviso al nuevo Israel porque ¿No estamos pagando los deseos de tantos de convertir al papado y a la jerarquía en reyes y aristocratas a lo divino, copiando el modelo del mundo, en vez de mantenerse en la voluntad de Dios de servicio?
Pero Cristo dice lo de dar al César lo suyo, y trata con respeto la autoridad de Pilato, incluso, en lo posible, la del mismo Sanedrín que lo condena. S. Pablo exhorta a la sumisión al emperador, que probablemente era Nerón. Es decir que obedecer a Dios antes que a los hombres, y no arrodillarse a la idolatría del estado, pero también hay una legitimidad natural del orden constituido, aunque sea pagano o postcristiano, por el principio mismo de la epiqueia, y de la sociabilidad natural que requiere de jerarquías, como Pío XI lo enseñó en Divini illius magistri.
ResponderEliminarHay una legitimidad natural, es más, sin autoridad ni potestad política no hay sociedad pues es una condición sin la cual es imposible su constitución. La condena de Cristo rompe la idolatría de estado y de los distintos regímenes políticos (no solo el de la democracia, que es el actual sino tanto el de la monarquía como el de la aristocracia, cosa que se olvida con frecuencia) que los seres humanos nos empeñamos una y otra vez en restaurar creyendo que la salvación de la Iglesia y la Res-pública dependen de las personas y los sistemas.
EliminarOtro asunto es el del Estado Moderno y su concepción, que es anticristiano por definición. Es una restauración empeorada del estado antiguo que derrocó Cristo. El estado pagano era sagrado y divino pero sus poderes venían de los dioses, no de si mismo, estaban sujetos por la tradición e intentaban reflejar el orden natural del Cosmos. El actual quiere ser dios por si mismo y ordenar el mundo a su gusto. Pero este es un tema para otros artículos.
¿Y qué pensará el erudito Eck de la visión sobre el 'anarca' de quien un poco puso de moda el término en el siglo XX, Ernst Junger …? (quien por cierto hacia el final de su vida se convertirá al catolicismo):
ResponderEliminar" 'El paso más rudimentario hacia la libertad es liberarse de toda servidumbre política'. Ernst Jünger
Un anarca no es un anarquista. Es alguien que rescata la soberanía individual. Citando a Benjamin Tucker, pensador del siglo XIX: Si uno tiene el derecho de gobernarse a sí mismo, todo gobierno del entorno es una tiranía, es decir, aunque tiene muchas variantes, la concepción del anarca preconiza un equilibrio entre libertad y orden. El pensamiento anarca (que se opone al de anarquismo) influyó grandemente en otros pensadores, entre ellos Friedrich Nietszche. De allí lo toma y lo modifica Ernst Jünger, en su magnífica novela Eumeswill, publicada en 1977. "
(De acá): https://prodavinci.com/eumeswill-o-el-sueno-del-anarca/
Armando Lablitzkrieg.
Estupendo artículo! Muy bien escrito y muy contundente! Gracias.
ResponderEliminarHa mencionado Ud las tres formas clásicas puras de gobierno y omitido (y con razón) las impuras, corrupción de las primeras. No obstante, el mismo análisis sirve para demostrar q la corrupción era la enfermedad de las tres mencionadas. Los "aristocratas" del Sanedrin eran oligarcas. La "voz del pueblo judío " no fue un voto democrático sino el fruto de la arenga demagógica de los rabinos. Y Pilatos no obró como rey legítimo (menos aún Herodes), sino como un vasallo cobarde (y el otro, como el tirano que era).