La situación la venimos arrastrando desde hace décadas pero cada vez se hace más acuciante. ¿Cómo es posible que en la Iglesia hayamos llegado al nivel en el que nos encontramos? ¿Cómo es posible que con frecuencia casi semanal se destapen escándalos en los que están involucrados sacerdotes y obispos, relacionados con el abuso sexual, en la gran mayoría de los casos con personas de su mismo sexo? Aunque sea un tema que lo hemos tratado ya varias veces en el blog, es necesario volver sobre él y discutir algunos puntos.
1. No estamos hablando por supuesto de caídas ocasionales. Todos somos hijos de Adán y el pecado original nos afecta a todos. Por lo que cualquiera puede tener caídas, aún cuando sea sacerdote u obispo. Ver la cosa de otro modo sería adquirir una postura farisaica.
Pero hay un elemento a tener en cuenta. Santo Tomás enseña que los obispos deben estar en “estado de perfección”. Es decir, no deberían tener siquiera caídas ocasionales. La teología moral francisquista, en cambio, dice que ese es el ideal y que la cosa consiste en caminar hacia ese ideal, aunque no se lo posea en acto en el día mismo de la consagración episcopal. Que cada cristiano elija la opción que más le convenza.
2. Hay una cuestión de antropología básica. Quien dice: “Hoy voy a refocilarme con mi chofer”, u “Hoy voy a manosear a un par de seminaristas”, u “Hoy me voy a desnudar con algunos jovencitos”, no tiene caídas ocasionales; tiene hábitos arraigados, y muy arraigados, contrarios a la virtud de la castidad. Es decir, no es casto. Y quien no tiene la virtud de la castidad, entendida como continencia perfecta, fuertemente arraigada, no puede ser sacerdote de rito romano, y tampoco obispo en ninguno de los ritos de la Iglesia católica. Un sacerdote o un obispo tiene que procurar estar a la altura de su ministerio, y si no lo está, rechazar el nombramiento y, si ya lo aceptó y ve que no alcanza esa altura, irse. Pongamos un ejemplo: soy medio chicato y me designan chofer de la seguridad presidencial: debería rechazar el nombramiento. Supongamos que me dicen que el presidente me quiere así como soy, que poco a poco lograré mejorar la visión, que estamos en camino de ver, etc.. Entonces debo procurar ver lo mejor posible o comprarme unos anteojos. Pero si mi visión no mejora, debo renunciar porque, conmigo al volante, morirán todos los que van en el coche. Y no vengan con que estas son posturas rígidas, que por tolerar posturas fláccidas, desde Juan Pablo II a esta parte, así nos ha ido.
3. Si un sacerdote u obispo procede de esa manera, según los ejemplos —reales—, que mencioné en el punto anterior, resulta claro que su vida está planificada sobre la hipocresía y la mentira. Si planea con anticipación de días o meses, el modo de ganar la confianza de algunos muchachitos para abusar de ellos, o ahorra para unas vacaciones nudistas, ese consagrado vive en estado permanente de pecado mortal, y aún así, celebra y recibe los sacramentos, cometiendo diariamente sacrilegios espantosos. Y frente a esto no hay muchas opciones: o es un esquizofrénico, o perdió la fe católica fabricándose una fe propia con todas las flaccideces y acomodamientos que le convienen, o es un cínico que simplemente dejó de creer y se sirve de los bienes, y de los jóvenes, que le provee la Iglesia para llevar una vida cómoda.
4. Este tipo de personajes, en los últimos tiempos, se han convertido en plaga dentro de la Iglesia. No es necesario mencionar aquí los casos que todos conocemos. Contentemonos con recordar al obispo Gustavo Zanchetta, abusador de seminaristas (¿regresó de Roma o continúa prófugo y protegido por Bergoglio?) o el ex- sacerdote Christian Gramlich, abusador de menores. ¿Cómo ha sido posible que los tales hayan llegado a la ordenación sacerdotal y, aún más, a la consagración episcopal? Muy sencillo: porque muchos que los rodeaban callaron e, incluso, encubrieron. Si, como hemos dicho, un obispo abusador lo es porque posee hábitos o vicios de ese tipo, lo más probable es que los tuviera también mientras era sacerdote. Y no resulta creíble que nadie supiera nada de sus conductas depravadas (esa situación es privilegio sólo del cardenal Kevin Farrell, que vivió durante décadas en la misma casa de McCarrick, y nunca vio nada…), y los que sabían no hablaron.
5. Es ineludible afirmar lo evidente: aquí hay un último culpable, y ese es el Papa Francisco, que es quien elige a los obispos. Muchos dirán que hay miles de obispos en el mundo y siempre se le puede pasar alguno. Pues para eso están los nuncios, para hacer una prolija labor de investigación de los candidatos. Y si no la hacen con el cuidado necesario, deberían ser expulsados.
Sin embargo, se sabe que para Argentina, a los obispos los elige directamente Bergoglio, sin intervención alguna de la nunciatura, ni consejo de la Conferencia Episcopal ni del clero. Mons. Carlos Domínguez, por ejemplo, fue provincial de su orden, los agustinos recoletos, con sede en Buenos Aires, y allí conoció al cardenal Bergoglio, y le cayó simpático. Y el pontífice, en algún momento de 2019, se acordó de él y decidió hacerlo obispo. Este es el modo en el cual se maneja el Santo Padre: su criterio de elección es su capricho. Los resultados están a la vista; los escándalos explotan a montones. Recordemos nomás lo ocurrido hace pocos meses con Mons. Mestre en La Plata, y con la sede de Mar del Plata.
6. Algunos sacerdotes, a los que caritativamente calificaré de ingenuos porque el epíteto que les corresponde es otro, opinan que estos casos deben ocultarse, y por dos motivos: el dolor de las víctimas de los abusadores y el bien de la Iglesia. Sacarlos a luz es signo evidente —dicen— de poco amor a la Iglesia. Son argumentos que atrasan 40 años; quizás en el juanpablismo podían esgrimirse; ahora ya no se puede porque los resultados de esa política los seguimos sufriendo.
7. El dolor de las víctimas es real y merece el mayor respeto y discreción. Sin embargo, cualquier persona más o menos informada sabe que una de las condiciones fundamentales para paliar ese dolor y curar esas heridas, es que el culpable sea juzgado y castigado. Y sabemos que los jerarcas de la Iglesia tienden indefectiblemente al encubrimiento en estos casos; sabrán ellos por qué lo hacen. Por tanto, es función de los seglares, a partir de información fidedigna y de fuentes cruzadas, sacar a la luz los escándalos procurando siempre proteger a las víctimas. Es el único modo —e insisto—, el único modo de forzar a los obispos a que castiguen a los culpables. Y, nuevamente, hay una riada de casos para mencionar. Apelo al último: el del ex-sacerdote Ariel Principi. Si no hubiese sido por la presión de los medios, su castigo por abusar de menores habría sido poco más que una mera reprimenda.
8. El argumento de buscar el bien de la Iglesia resulta nuevamente de una tierna ingenuidad propia de una viejecita del siglo XIX. Cuando a partir de los ’70 los casos de escándalos y abusos sexuales comenzaron a estallar en la Iglesia, la práctica fue ocultar todo, desentenderse de las víctimas y trasladar al culpable a otra diócesis. Esta política, hay que decirlo, es la que siguió a rajatabla Juan Pablo II. El prestigio de la Iglesia estaba por encima de la justicia. Y así se logró que los abusadores dejaran un tendal de víctimas, confiados en la omertá que los protegía. El único modo de curar esta enorme infección que padece el cuerpo de la Iglesia, y que amenaza con convertirse en septicemia, es exponer el pus y eliminarlo. Los casos de abusos, aunque sean terriblemente dolorosos no solamente para las víctimas y sus familias, sino para todos los católicos que se toman su vida de fe en serio, deben ser sacados a la luz —preservando, insisto, la identidad de las víctimas—, los culpables juzgados y severamente castigados. Los cancilleres diocesanos y demás sacerdotes con responsabilidad que intentan convencer a los abusados de que, por amor a la Iglesia, callen, en realidad están condenándolos a no sanar jamás, están impidiendo que se haga justicia (parece que a esta virtud no la tienen muy en cuenta los curiales) y están provocando que la infección continúe corroyendo las entrañas mismas de la Iglesia.
En la Edad Media, se recurría en estos casos al ritual de execración de obispos. Era una ceremonia solemne utilizada para la deposición de un obispo caído en herejía, cisma o graves delitos, como el abuso sexual. Generalmente incluía los siguientes pasos:
1. Juicio eclesiástico: Antes de la ceremonia pública, se realizaba un juicio canónico en el que se examinaban las acusaciones. Si el obispo era hallado culpable, se procedía a su condena formal.
2. Despojo de los ornamentos episcopales: Durante la ceremonia, el obispo era llevado ante un concilio o sínodo y se le despojaba de sus insignias episcopales (mitra, báculo, anillo, capa pluvial, etc.). Este gesto simbolizaba su pérdida de autoridad espiritual.
3. Pronunciación de la maldición o anatema: Se leía en voz alta la sentencia de excomunión o deposición, a menudo en forma de una fórmula ritual que invocaba la condena divina.
4. Extinción simbólica de su dignidad: En algunos casos, se apagaban cirios o lámparas, simbolizando que el obispo era expulsado de la luz de la Iglesia. Se podía arrojar su anillo episcopal al suelo y pisotearlo, mostrando la ruptura de su unión con la Iglesia.
5. Expulsión de la Iglesia: El obispo condenado era formalmente expulsado del lugar sagrado. A veces, los asistentes sacudían el polvo de sus pies en señal de desprecio y ruptura total.
6. Entrega a la autoridad secular (si correspondía): En los casos más graves, el obispo podía ser entregado al poder civil, lo que en la práctica significaba el riesgo de prisión o ejecución.
No hay esperanza alguna de que en el misericordioso pontificado de Francisco este ritual sea restaurado. Por eso mismo, exigimos tolerancia cero para todos aquellos ministros del culto cuyo delito canónico haya sido probado. Bala y plomo eclesiales, es decir, expulsión del estado clerical y, si hay contumacia, excomunión.
Suscribo el artículo. Terminemos con la demagogia clerical de la misericordia, los "procesos" y toda esa jerigonza progre y estúpida. Son bestias disfrazadas de ministros. Vergüenza debería darles!!!
ResponderEliminarExcelente análisis, puso en letras lo que hubiera querido decir. Si bien coincido en los peligros del ocultamiento, tambien me da cierto resquemor que estos temas se ventilen (muchas veces sin mayores explicaciones), de forma abierta en redes sociales, al alcance de gente incauta, poco instruída, cuando no enemigos de la Iglesia. Sin embargo, coincido en que la unica forma de purificar un ambiente viciado es abrir las ventanas. Y s'e positivamente que no hay otra forma de empujar a actuar a las jerarquis. Qué triste época nos toca vivir!!
ResponderEliminarYa mis hijos me preguntaron si la condición para ocupar cargos en la Iglesia es ser abusador. Es difícil que no se escandalicen. Pero...si no se hace justicia, peor. Y para que haya justicia,debe salir a la luz el delito, lamentablemente.
ResponderEliminar¿Que cómo llegan a sacerdotes u obispos? Porque la anti iglesia es la que manda hoy en día. Ocupan los altos cargos y designan a sus secuaces. Y la cobardía, más la confusión de "los buenos", sigue apoyando esa anti iglesia(con tiempo y dinero) "porque hay que estar en comunión con el Papa y los obispos"... aunque ellos no estén en comunión con Cristo.
Que quede algo claro. Los abusos sexuales no son exclusividad de los progresistas.
ResponderEliminarLefevbrist priest in France charged with raping 27 pre-teens:
https://international.la-croix.com/news/religion/lefevbrist-priest-in-france-charged-with-raping-27-pre-teens/17849
Report charges cover-up of sexual abuse by traditionalist society:
https://cruxnow.com/global-church/2017/04/report-charges-cover-traditionalist-society
Como explicar eso de uno de los fundadores de la FSSPX.
Eliminarhttps://fr.wikipedia.org/wiki/Marie-Dominique_Philippe
Y eso que vuelve a salir ahora porque el Primer Ministro actual de Francia tenia sus hijos en esa escuela .
https://www.rtl.fr/actu/justice-faits-divers/affaire-betharram-le-temoignage-glacant-d-anciens-eleves-7900473060
Por supuesto, seguro pasa ahí en ambientes tradis también. Y hay que estar muy atentos y no ser ingenuos con eso. Pero no es promovido desde los seminarios ni por la jerarquía!!! En cambio, pensemos en lo que hizo el obispo Colombo hace unas semanas en Mendoza. Creo que la diferencia es abismal.
EliminarCon respecto al P. Philippe, lo tratamos en este blog hace cuatro años: https://caminante-wanderer.blogspot.com/2021/04/la-traicion-de-los-padres.html
EliminarNo me consta que pueda ser considerado "fundador" de la FSSPX. Entiendo que estuvo en las primeras reuniones que si hicieron en Friburgo, pero él no se unió a la fundación de Mons. Lefebvre sino que fundó la suya propia: la Comunidad de San Juan, conocidos como los "petit gris", típico instituto neocon.
Pero más allá del caso concreto de Philippe y de su hermano, el pecado original afecta a todos: hombres y mujeres, jóvenes y viejos, tradicionalistas y progresistas. No entiendo la sorpresa de que hayan casos de abuso sexual con sacerdotes o comunidades tradicionalistas; como si ellos no fueran también hijos de Adán.
Wanderer: es que cuando usted dice cosas como "Este es el modo en el cual se maneja el Santo Padre: su criterio de elección es su capricho. Los resultados están a la vista; los escándalos explotan a montones"; está dando a entender una relación causal entre la elección caprichosa de parte del Papa y los escándalos subsiguientes de parte del episcopado y del clero en general. Sin embargo, sabemos que el Papa no corta ni pincha en grupos como la FSSPX. Y sin embargo, allí también encontramos situaciones escandalosas.
EliminarDesde el momento en que la jerarquia los encubre, y no se los extirpa, es que son montones. Un obispo abusador defiende y encubre a sacerdotes abusadores. No es que los hace abusadores
EliminarAnonimo de las 12:04 : Wanderer reconoce que hay situaciones escandalosas en todos los ámbitos. El problema es cuando se nombra a un sucesor de los apóstoles, una responsabilidad tremenda, es una elección que no puede tomarse a la ligera.
EliminarNo seamos ingenuos, ningun obispo es nombrado con 24 años de edad. Cuando son elegidos, ya tienen detrás un historial de vida sacerdotal difícil de ocultar.
Wanderer, usted mismo lo dice en el artículo.
ResponderEliminarEs el cinismo.
Hoy vivimos en la era del cinismo (y del narcisismo, que a fin de cuentas va parejo).
La sobreabundancia de las injusticias, y la hipocresía social del siglo pasado, parieron en este siglo el cinismo más alevoso de la historia, cinismo que ni con mucho es propiedad exclusiva de progres.
Y es esto lo que hoy más caracteriza al antiguo "occidente cristiano", porque, vaciadas hace tiempo las fórmulas de la Fe, y llenadas de naturalismo (como decía Castellani hace 50 años), ahora cada uno es dios para sí y no tiene otra moral que el propio disfrute, camuflado o barnizado con cualquier discurso, poco importa... es el macaneo absoluto.
Tal vez sea éste el verdadero "espíritu de la modernidad" del cual estamos todos contagiados, aunque ciertamente algunos intentamos (Deo adiuvante) luchar contra él.
En el caso de España se puentea al Nuncio, excelente, y los obispos son los que recomiendan los amigos de Su Santidad (pp.Arana. antes, y Rollon, ahora de los jesuitas y los prelados amigos, Omella y Cobo, cardenales, y Satue, obispo.
ResponderEliminarEntiendo las precauciones para preservar la fe del rebaño, pero ya vemos adónde nos ha llevado la política de ocultamiento...Como dijo el Papa San Gregorio: "Si la verdad es causa de escándalo, es mejor dejar producir el escándalo que ocultar la verdad".
ResponderEliminarEn mi opinión, las victimas de abuso sexual por parte del clero deben primero consultar un abogado y luego hacer denuncia ante la policía. Está demostrado que ir directamente a las autoridades eclesiales, en la mayoría de los casos en todo el mundo, no da resultado. Esta metodología ha dado algo de resultado en otros países.
ResponderEliminarSi hay algo que los obispos odian son las malas notician en los medios de comunicación. ¿Puede la denuncia pública causar escándalo y dolor a los feligreses católicos? Seguro que sí. Pero hay que recordar que “La luz es el mejor desinfectante.” Ocultar/tapar no resuelve nada y a la larga la verdad siempre sale a la luz.
¡Señor, la barca se esta hundiendo y tu duermes!
Señor apiádate de nosotros…
El iter de las denuncias y los procesos canónicos eclesiásticos depende totalmente de las filias y fobias de los que reciben y tramitan los casos. En la actualidad hablar de un "derecho" canónico es un abuso del lenguaje. Lamentablemente, ocurrió lo siguiente. Después que el Concilio Vaticano II ordenó la revisión del CIC y se produjo un tiempo de anomia, se promulgó el nuevo CIC en 1983. Se pensaba que comenzaba una nueva etapa, en la que la Iglesia tendría un orden objetivo en su regulación interna. No fue así. Apenas promulgado el CIC, el Opus Dei que tuvo gran influencia en su redacción, logró unas Constituciones opuestas al nuevo CIC porque no lograron imponer para sí y en exclusividad la figura que ellos querían. De todos modos, el Opus ocupó en el mundo gran parte de los cargos judiciales en las curias locales y en la Santa Sede, para ello disponían de personal con grado académico. Pero llevaron una mentalidad de sometimiento a la voluntad del obispo o del papa. Así fueron abriendo grietas en la aplicación del CIC, contrariando expresos cánones (v. gr. prescripción, competencia de jurisdicción, derecho de defensa, valoración de la prueba, etc..). El papa Benedicto produjo un gran caos; queriendo resolver problemas enredó peor todo y empoderó gente sin conocimiento. La llegada de Francisco llevó al infinito el absolutismo papal en estos y otros temas. Hoy no existe en el seno de la Iglesia ninguna seguridad jurídica. Los mismos hechos pueden ser juzgados de maneras distintas, en sedes distintas y con procedimientos distintos. Todo depende de la voluntad del soberano : el obispo y el papa. No hay división de poderes en la Iglesia ni canon que resista a la voluntad del que manda. Obviamente, el perjudicado es el pueblo raso y los clérigos rasos.
EliminarInteresante lo del Anónimo 12:34, y es necesario decirlo, porque no es un asunto sin importancia, la influencia del Opus (iu)dei en este tipo de cambios.
EliminarSe ha hablado de la "infiltración vaticana" del Opus, y así se entiende bastante de lo que pasa incluso hoy, cuando el Opus ha caído en desgracia (aparentemente).
Pero, con su presencia o no, la difusión de una mentalidad sectaria y politiquera existe, y parasita la Fe y la Caridad que son la verdadera esencia de la Iglesia.
"Hay olor a cónclave" (E. Feinmann)
ResponderEliminarQue este sea el tiempo de la purificación, nada deseo más que eso, para q la Iglesia vuelva a brillar a resplandecer como lo qués, la novia del Cordero. Recemos mucho!
ResponderEliminarEste blog es muy optimista , piensa que cambiando personas y sistemas se resuelve la evangelización.
ResponderEliminar.
Como cristiano primitivo que ha participado en varios sinodos les digo : no se cuestionan los fundamentos de existencia institucional, son todos parches circunstancias con una constante histórica: el delito.
Justamente en el artículo citan Ariel Principi de la diocesis de Rio Cuarto en la provincia de Córdoba, aquí en la diocesis se comenta que hoy día y desde ya hace un par de meses está radicado en la Ciudad Eterna y protegido por el cardenal Victor -tucho- Fernadez amigo personal de Príncipi desde 1980, ya que fue compañero durante todo su seminario en Ntra. Sra. de Loreto en Córdoba.
ResponderEliminarTambién lo que se sabe es que la casa paterna y la de su única tía (soltera) desde Octubre del pasado año están en venta en la ciudad de Laboulaye Cba. y tanto su tia como su madre fueron puesta de un geriátrico de Rio IV.
Muy atinada la distinción entre una caída ocasional y una frecuencia de faltas originada en una personalidad ya constituida. Al respecto, los libros eróticos de Tucho esconden la morbosa curiosidad que lleva al autor a ocuparse de esos temas con el artilugio literario de que se originan en consultas de jóvenes cristianos. Vale como ficción literaria, pues no es creíble que chicos argentos del s. XX anduvieran haciendo esas introspecciones de sus encuentros sexuales en términos místicos. Es muy distinto que algunos místicos buscaran metáforas eróticas para sus experiencias espirituales. El camino no es igual de subida que de bajada. No parece que ni Tucho ni sus imaginarios contertulios hubieran tenido las experiencias místicas que les sirvieran de comparación. Más bien parece que el autor de esos libros tuviera una curiosidad desatada por llenar en soledad su imaginación con descripciones de experiencias, ambas: la sexual en pareja y la unión mística del alma, que le eran muy muy ajenas.
ResponderEliminarAcá el elefante en el bazar es la homosexualidad. Raras veces hay pedófilos o efebófilos de mujeres, en la abrumadora mayoría de los casos son hombres que abusan de hombres. Con la política de tolerancia infinita a la homosexualidad, es imposible que no haya abusos. Pero decirlo es herejía contra la corrección política.
ResponderEliminarEn Francés , la palabra " pederaste " y en Español " pederasta " era sinonimo de " homosexual " .
EliminarAhora significa " pedofilo".
Es interesante como la RAE cambio el significado .
Exacto Ludovicus, invertidos los quiere el diablo.
EliminarHola
ResponderEliminarPuedo coincidir en muchas cosas
Pero me encantaría conocer tu nombre y apellido
Soy Oscar Bourlot
DNI 12.372.822
No te escondas en el anonimato.
Tu nombre es Caminante?
Tu apellido es Wanderer?
Si te sientes con derecho a acusar, dale al acusado, saber a quien dirigirse para que tenga el derecho de defenderse.
Así dice el derecho Romano, el derecho canónico y el derecho civil argentino
Estimado P. Bourlot, me alegra saber que coincide en muchas cosas con el escrito.
EliminarCon respecto al anonimato, es un tema que discutimos hasta el hartazgo en este blog hace varios años y no voy a volver al mismo. Usted puede buscarlo en e archivo del blog.
Por otro lado, le recuerdo que yo no acuso a nadie. El que debe acusar, en el sistema penal, es el fiscal.
Lo único que hago es hacer público un hecho, y solamente las generalidades del mismo, que me consta fehacientemente, y como le consta a estas alturas a mucha gente. Y, tal como explico en el post, lo hago porque es el modo en que, en conciencia, puedo contribuir a erradicar la plaga de sacerdotes y obispos abusadores que llenan la Iglesia. Caso contrario, y como ha sucedido infinidad de veces, todo será tapado y seguiremos como estamos.
P Oscar, con casi 45 Años de consagrado , vos mejor que nadie conoce del tema. Acá acusamos el pecado y el pecador (perverso ), defendemos y acompañamos a las victimas. Vos mejor que nadie conoce del tema, como todo consagrado con mas de 40 años de vida eclesial te topaste con esta lacra de gente.
EliminarNo te acuso de nada solo te recuerdo que no podes ser un perro mudo. Los laicos ya no aguantamos mas a los degenerados y perversos violadores. Ahora en caso de no estar de acuerdo con el anonimato te recuerdo que sos libre de no ingresar mas al Blog. No píerdas la mira en lo esencial , las victimas y los encubridores. Reza por mi y no te calientes tanto.
En Xto
Javier ( memento )
Querido padre Oscar, qué bueno saber que está en buena salud como para leer blogs y enojarse un rato. Mucho me apena que no se enoje tanto con estas cosas y sí con el blog. No por las mismas razones del blog, sino por otras, ocultaré mi nombre y mi apellido. Lo unico que puedo decirle es que nos conocimos en Tucumán, y usted era muy allegado a miembros generosos de mi familia.
EliminarDudo mucho que no haya conocido casos muy similares en Tucumán, pues yo mi mismo, con un amigo, ambos a los 19 años, fuimos invitados a colaborar musicalmente en la consagración de una iglesia. El párroco, joven, de sotana y faja. Terminado el festejo nos invitó a su casa a tomar una copa.Cuando nos mostraba las instalaciones nos contaba que había varias salas y habitaciones porque había jóvenes que iban allí a estudiar. El calor era sofocante, estabamos lejos, y el cura muy amable nos invitó a quedarnos en una de las habitaciones por si queríamos evitar el peligro de la noche y partir por la mañana; se despidió cortesmente y mi amigo y yo nos quedamos charlando tranquilamente en la cocina pensando si era buena idea quedarnos. No tuvimos mucho tiempo de debate cuando el señor párroco se apareció en la cocina en paños menores y nos dijo "En mi habitación hay aire acondicionado, si quieren dormir ahí no hay problema, uno tira un colchón y yo me ubico de un lado de mi cama de dos plazas". Nuestro temor a los ladrones se disipó tan rápidamente como nuestra idea de quedarnos allí.
Es bastante injusto afirmar que Juan Pablo II toleró "posturas flácidas" o que siguió a "rajatabla" "ocultar todo". Fue durante el pontificado de Juan Pablo II que se modificó el código de derecho canónico en estos temas, reforma que en su implementación fue liderada por el entonces cardenal Ratzinger. Esa reforma permitió avanzar enormemente en la lucha contra esta peste. Los cambios en la Iglesia -y en ninguna institución- se hacen de un día para otro, tardan, chocan contra intereses creados, contra el propio infierno. Juan Pablo II inició el combate que Ud. está reclamando -reclamo que yo comparto-. Por eso, involucrar en esto a Juan Pablo II no es ni cierto, ni justo.
ResponderEliminar"Los cambios en la Iglesia -y en ninguna institución- se hacen de un día para otro"
EliminarPues, vea, los cambios litúrgicos se hicieron casi casi "de un día para otro".
Y no se ve que las modificaciones del CIC de Juan Pablo II hayan sido más que papel mojado, toda vez que la realidad es que fue en su pontificado donde proliferaron estos casos y la actitud general fue siempre el encubrimiento.
No se pueden comparar cambios liturgicos con cambios procesales por determinados delitos. Creer que los cambios liturgicos de hicieron de un día para el otro es una enorme burrada. Mucho antes del CVII se venían preparando esos cambios. Y no es cierto que en el pontificado de JOPII proliferaron estos casos. Esos casos se venían elaborando desde mucho antes del pontificado de Juan PAblo II, y empezaron a saltar en esa epoca. Van en aumento desde que no se aplican las normas canónicas, tanto para reprimir como para los nombramientos.
EliminarEsteban, si me permite, voy a citar cuestiones de abusos y fechas o tiempos.
EliminarLoa padres Kentenich, Maciel y Philippe (MD yT) fueron procesados y recibieron prohibición de ejercer cargos de gobierno en tiempos de Pío XII y fueron rehabilitados en tiempos de Pablo VI. Todo esto antes de Juan Pablo II.
Juan Pablo II estuvo muy pegado a Maciel. Recién se inició algún proceso a Maciel con la muerte de Juan Pablo II.
Supongo que Juan Pablo II tenía en mente lo que dice 1Cor. 6, 1: "¿Se atreve alguno de vosotros, si tiene pleito con otro, a acudir a juicio ante los inicuos, y no ante los santos?". Pero lo cierto es que el gobierno de la Iglesia no quiso, no supo o no pudo resolver este problema.
Perdón, pero la investigación contra Maciel se inició durante el pontificado de JPII y terminó con Benedicto XVI, solo porque JPII murió antes que se termine. Cuando JPII asumió como papa, Kentenich estaba muerto, no había nada que hacer. Con Phillipe hace referencia al teologo dominico Maria Dominique Phillippe? Según tengo entendido murió en 2006 y recién en 2013 la congregación que fundó aceptó un montón de abusos, no entiendo que tiene que ver JPII con eso.
EliminarEsteban, le dije que iba a señalar abusos y fechas o tiempos. Señalé casos concretos de sanciones de tiempos de Pío XII que luego fueron desoídas.
EliminarLa investigación contra Maciel comenzó y terminó con condena en tiempos de Pío XII. Luego se lo rehabilitó.
Sobre Kentenich, lo que ya le referí.
Sobre Philippe: los 2 padres Philippe (Thomas y Marie-Dominique) fueron sancionados en tiempos de Pío XII, pero luego se los rehabilitó. En el caso de Thomas por cuestiones sexuales y en el caso de Marie-Dominque al menos por encubridor de esas acciones. Muchos años después salió a la luz lo de los hermanos de San Juan.
En los 3 casos, de haber respetado las sanciones de los tiempos de Pío XII (ciertamente no era el Papa en persona que se habrá ocupado de eso) se habrían evitado grandísimos males.
Sobre Maciel y Juan Pablo II. En 1997 hubo una carta pública de varios ex miembros de los Legionarios de Cristo denunciando lo mismo de siempre. Ese mismo año murió la Madre Teresa de Calcuta.
https://dims.apnews.com/dims4/default/41b5496/2147483647/strip/true/crop/2001x1333+0+25/resize/980x653!/format/webp/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fassets.apnews.com%2F%5B-%2F30%2F%2C%2044%2C%20-47%2C%20122%2C%20-118%2C%2095%2C%20-30%2C%20-27%2C%2039%2C%20-49%2C%20-36%2C%2019%2C%2088%2C%20-88%2C%20-27%2C%2033%2C%2010%2C%202%2C%20-30%2C%2021%2C%20112%2C%2096%2C%20-34%2C%20-102%2C%20106%2C%20-64%2C%20-64%2C%20-10%5D%2F03b245a799e249199c5e49930c088800
Esa foto es de 2004.
Juan Pablo II, tardó menos en investigar y beatificar (2003) a la Madre Teresa de Calcuta que en investigar a Marcial Maciel.
Tenemos además todos los escándalos de Estados Unidos al respecto.
Sin embargo, insisto en que Juan Pablo II tenía presente las palabras de San Pablo y temía exponer a los sacerdotes ante el escarnio público y quería proteger -equivocadamente- la imagen de la Iglesia.
Como dato de color señalo la siguiente anécdota:
El 9 de mayo de 1993 Juan Pablo II visitó Agrigento (Sicilia) y gritó contra la Mafia: "convertíos, un día vendrá el juicio de Dios". Los mafiosos comentaron que mejor el Papa mire a la Mafia que tiene en el Vaticano.
En septiembre de 2018 Francisco quiso imitar el gesto de Juan Pablo II y dijo: "No se puede creer en Dios y ser mafioso". La cúpula de la Mafia ni se molestó en contestar el mensaje. Al menos a Juan Pablo II lo tenían en consideración.
Esteban, ¿y por qué no se pueden comparar los cambios litúrgicos con los "cambios procesales"? Porque no ha dado ninguna razón, sólo lo afirma.
EliminarY yo no dije que fueron hecho literalmente de un día para otro, pero aunque no desconozco la génesis "remota", por ejemplo en la Semana Santa de Pío XII, no se puede discutir que la imposición del Novus Ordo fue realizada de manera completamente apresurada e inorgánica, comparándola con otras reformas litúrgicas en la historia de la Iglesia.
No sé qué interés tiene usted en "salvar" a Juan Pablo II, pero la realidad está ahí y es dura: durante su pontificado se encubrió cantidad de casos de esos, igual que cantidad de herejes, y el optimismo injustificado del Papa no ayudaba ciertamente a tomar las cosas en serio. ¿Cuántos malos Obispos fueron nombrados bajo Juan Pablo II?
Mejor pregunte cuántos buenos obispos fueron nombrados bajo Juan Pablo II, son más fáciles de contar.
EliminarSe hace un poco largo contestar todo lo contestable. Veamos.
EliminarSegún lo que supuestamente sale de los archivos vaticanos que el papa Francisco permitió estudiar, no hubo ninguna condena -en tiempos de Pio XII- contra Maciel. Nada se puede decir contra Pio XII porque se murió antes de que la investigación termine. Sí se podría cuestionar a los que no la siguieron.
En cuanto a Kentennich, del decreto del Vaticano que ordena su apartamiento no dice nada de abusos y los motivos alegados eran sus planteos contra la jerarquía de la Iglesia. Estuvo más de 10 años en esta situación en la que no hubo ningún proceso ni condena en su contra por abusos. Con la apertura de la documentación que dispuso el papa Francisco, sí se encontraron referencias a abusos en algunos informes, que los miembros de ese movimiento niegan.
El padre Marie Dominique Philippe no fue condenado en épocas de Pio XII.
En cuanto a Maciel, me remito a lo que ya dije: las investigaciones se iniciaron con Juan Pablo II y terminaron en la condena bajo el pontificado de Benedicto XVI, por la sencilla razón de que Juan Pablo II se había muerto. Debo agregar que hubo investigaciones anteriores -durante el pontificado de Juan Pablo II- que no avanzaron, evidentemente Maciel se manejaba con astucia.
No sé qué tiene que verla beatificación de la madre Teresa de Calcuta con este tema. Son cuestiones absolutamente diferentes e incomparables sus procedimientos y demás..
En cuanto a los abusos de EEUU, que se iniciaron en la década del 50, tuvieron una época de ocultamiento y arreglo secreto y luego se los encaró como correspondía -muy fácil es hablar con el diario del lunes-. Y quién fue el que comenzó a poner las cosas en claro? El cardenal Bernardin, arzobispo de Chicago. Nombrado por Juan Pablo II.
Los cambios litúrgicos que se hicieron en la Iglesia no fueron de un día para el otro. Se venían elaborando desde muchos años antes del Vaticano II. Aparecida la oportunidad se llevaron a cabo. Qué hubo cosas misteriosas?. Creo que sí, pero los que llevaron adelante esta reforma sabían perfectamente hacia dónde iban desde unos cuantos años antes del CVII. No puedo escribir más de esto porque el mensaje tendría varios tomos. Lo que me pregunto, es que si la mayoría de la jerarquía que participó del Concilio estaba en contra de esos cambios, por qué no hizo nada.? Vaya uno a saber, lo que sí, esa inactividad no es achacable al CVII.
Los cambios litúrgicos son más fáciles de llevar a cabo porque sale un decreto y se aplican. Por ejemplo el todos y el muchos en la consagración, se ordena que debe decirse así o asá y al día siguiente empezamos -con las desobediencias típicas de la condición humana, que no justifico-. Los “cambios procesales” y también en el derecho de fondo, el estrictamente penal, son más difíciles. Por ejemplo, hay que adecuar las calificaciones que se aplican en expedientes en curso, hay que respetar garantías de los acusados -¿se pueden aplicar las nuevas figuras a hechos cometidos con anterioridad a la reforma?, la defensa, ¿no va a cuestionar eso?, ¿se pueden aplicar penas más severas que las que estaban vigentes en el momento de cometerse el hecho? ¿El defensor no va a cuestionar esto?, y muchas cuestiones más que se deben resolver. Simplemente por eso, ya es mucho más difícil. Son campos distintos, no digo que las reformas litúrgicas sean sencillas, pero las procesales y penales son un verdadero lío porque se aplican en un conflicto generalmente muy complicado. Este tema da para mucho más, pero aquí paro.
Por último, no quiero “salvar” a Juan Pablo II, se salva solo, lo que me inquieta es la afirmación de cosas que no son ciertas. Por supuesto no juzgo la intención de quien las escribe ni tampoco me considero infalible. Doy así por terminada mi participación en los comentarios de este artículo.
No es cierto que las investigaciones sobre Maciel se iniciaron en época de Juan Pablo II y se terminaron con Benedicto XVI. No es cierto, Ratzinger que era responsable de la CDF, no la abrió porque según dijo, "Maciel era amigo del Papa", o vaya a saber de quién más. De hecho cuando un periodista alemán le preguntó por el tema reaccionó pegándole suavemente en la mano, enojado. Recién Benedicto aprovechó la muerte de Juan Pablo II para abrir la causa, mandar dos enviados a Méjico a recabar testimonios y fulminarlo a Maciel con la retirada de la vida pública y la vida de oración y penitencia (bastante lavadita la sanción, todo hay que decirlo). En cuanto a la investigación incoada en época de Pío XII que efectivamente lo sancionaba, se aprovechó de la Sede Vacante en 1958 para dejarla en agua de borrajas. Pero en los archivos está y así se ha difundido después de 2008.
EliminarPor cierto, no afirmo de ningún modo que Juan Pablo II supiera qué clase de monstruo era Maciel. Pero objetivamente y como decía Truman, "the buck stops here".
EliminarLa expresión, referida a los denunciantes mejicanos por Monseñor Talavera, que planteó el asunto Maciel a Ratzinger a fines del siglo XX, fue que Maciel era una persona querida por el Papa y que había hecho mucho bien a la Iglesia. No sabemos qué sabía Juan Pablo II.
EliminarEsteban,
Eliminarque las sanciones se conozcan luego de muchos años no implica que no existieran. Ciertamente esas sanciones no fueron publicadas en su momento pero sea la Santa Sede que las respectivas instituciones las conocían.
Con respecto a los Philippe intervino el futuro cardenal Paul Philippe (no era pariente) y el P. Guerard des Lauriers. Con respecto específicamente al P. Marie-Dominique Philippe tiene lo que dice Maritain en su diario en 1952: "El padre Thomas está loco, en mi opinión. El padre Marie-Dominique conoce los hechos y declara que, al ser su hermano un santo, todo está bien. Otro loco. El diablo está desatado en este asunto inaudito".
Esto viene reportado en La Croix, donde además se afirma que a Marie-Dominique "'se le reprocha haber animado a una de las víctimas de su hermano, de la que era director espiritual, a realizar prácticas sexuales con él', señala el informe del Arca. Fue condenado en 1957, pero esta sentencia permaneció secreta, camuflada en particular por el maestro de la orden dominica que lo protegía por razones doctrinales, ya que se le consideraba un eminente guardián de la ortodoxia". Se refiere al futuro Cardenal Michael Browne.
https://es.la-croix.com/actualidad/mundo/el-caso-de-jean-vanier-y-los-hermanos-philippe-una-secta-en-el-corazon-de-la-iglesia
Sobre el caso de Kentenich debo decir que el blog Settimo Cielo de Sandro Magister ya no está online. Allí venían detalladas las acciones perpetradas por el P. Kentenich y las medidas tomadas por el Santo Oficio al respecto.
En todos los casos se tomaron medidas y hubieron sanciones especialmente respecto al ministerio y la posibilidad de tener funciones de gobierno.
Lo de la Madre Teresa lo cité por un motivo muy sencillo: murió el mismo año en el que se hizo pública la carta contra Maciel que desató el escándalo públicamente. Sin embargo, la beatificación de una persona -por más buena que sea- es un hecho irrelevante en la vida de la Iglesia, la condena de alguien que ocupa funciones de poder no lo es. Además se exige que para presentar la causa de beatificación deben pasar 5 años desde la muerte del siervo de Dios. La Madre Teresa murió en 1997 y ese plazo se concluiría en 2002. Y en 2003 fue la beatificación. Solamente un año, para lo que luego tarda años: elaborar la positio, que el Dicasterio la evalúe y que examine el milagro... En fin. Era evidente que Juan Pablo II tenía interés en ello. Y así fue que en 2003 fue la ceremonia de beatificación. Sin embargo como se observa en la foto que puse en mi comentario anterior en 2004, 7 años después de la carta pública de denuncia, el Santo Padre se mostraba públicamente con Marcial Maciel.
Yo había dado por terminada mi intervención pero Ludovicus no me lo permite. La investigación de Maciel que terminó con su condena se inició en diciembre de 2004, . Juan Pablo II se murió en abril de 2005. En cuanto a paseador de perros, me remito a lo que ya escribí. Ahora sí terminé, se escriba lo que se escriba.
EliminarEn diciembre de 2004 Juan Pablo II estaba ya fuera de juego. De hecho, los testimonios sobre Maciel que tomó Scigluna se produjeron en los días de la muerte de Juan Pablo II.
EliminarLas vacaciones le sentaron muy bien. Es la primera vez que veo un texto de un conservador que valientemente no eludió el asunto. Y una cosa clave mencionada aquí es: la imagen de la Iglesia. Al tratarmos de víctimas, de familias, etc. no importa um comino el prestigio eclesial. Importa más la justicia y la reparación.
ResponderEliminarUsted ha sido bondadoso al no mencionar las numerosas comunidades de vida religiosa submergidas en problemas. Claro que tienen clérigos y su artículo habla de ello, pero tienen laicos, además. Si fuera un problema de curas diocesanos e de individuos estaríanos menos mal. Y no es el caso. Los de más cuero, si se pusieran a leer los periodistas de investigación italianos con libros dedicados a la avaricia, a la lujuria en el centro de la catolicidad ganarían más elementos de la crisis.
Se ve que es nuevo aquí. Se ha planteado innumerables veces estos asuntos, tanto que se han gastado y se tratan menos ahora por agotamiento del tema. Revise el blog.
EliminarSi sé que un prelado o sacerdote es un sodomita y se hizo público, prefiero no recibir el Cuerpo de Cristo de sus manos manchadas con el peor de todos los pecados.
ResponderEliminarMire, don Apioclaudio22: se arriesga a quedarse sin comulgar largo tiempo. El jansenismo es muy improcedente e imprudente.
EliminarSin que se me ofenda: la presencia real del Señor no sufre menoscabo por la indignidad o impiedad del ministro. Otra cosa distinta es dejarse tocar la boca por potenciales manoseadores de adolescentes. En lo personal, hace rato que por las dudas me pongo en la fila del ministro "extraordinario ". Si es mujer mejor, y mucho mejor si es vieja.
EliminarLa estupidez si que es pecado! Y dejar a Cristo esperando solo porque usted tiene asco de las manos del cura? Por favor, mire donde está su centro en la fe, porque pareciera estar muy lejos de la esencia de ser Cristiano.
EliminarHe leído comentarios estupidos pero cómo este ¡jamás!
EliminarDios sabe que no es falta de fe si no asco por las manos consagradas sucias por sus actos. No es muy difícil distinguir, pero parece fácil ver herejes x todos lados.
EliminarOtro anonimo.
Señor apioclaudio22: si va a esperar para comulgar encontrar un sacerdote que no tenga sus manos manchadas por el pecado, no va a comulgar nunca.
EliminarPor otra parte, entiendo su repulsión por la homosexualidad, pero de ahí a decir que es "el peor de todos los pecados" hay mucho de discutible. Según su lógica, un asesinato o una violación sería un pecado menos grave. No nos pasemos de rosca.
Lo primero son las víctimas, especialmente si aún son menores de edad. Lo segundo es la conversión de los victimarios... y ahí ... qué difícil... ! sobretodo cuando hay premeditación y arraigo en prácticas de abuso de menores de sacerdotes y ... ¡Obispos! Qué difícil va a ser para ellos obtener el perdón, ¿o me equivoco? Mucho peor aún que las prácticas homosexuales con mayores. Dios está siempre para perdonar pero me parece que en estos casos ... no les será tan fácil ... son demasiado escandalosos y muestran una personalidad realmente perversa y pervertida. Instrumentalizar personas, cargos y aún sacramentos para satisfacer un apetito sexual desquiciado... Casi diría que son peores de Judas ... y quizás éste -en algún sentido- tomó conciencia de su pecado ... Quienes mantienen ese tipo de conducta a lo largo de los años, pueden realmente arrepentirse? Quizás atrición, pero contrición.... uhmm. Dan asco. Solo Dios podría perdonar algo así (y el hombre solo con ayuda de Dios).
ResponderEliminarEstimado CURA RURAL, de acuerdo con usted. Y sus medidas coinciden con las que implementarían otros muchos lectores del blog. Lamentablemente, no puedo publicarlo porque me arriesgo a ser denunciado por incitación a la violencia. Ya me ocurrió, de parte justamente de un obispo...
ResponderEliminarSi en el Derecho Canónico no hay seguridad jurídica y en la Justicia Ordinaria tampoco , queda solamente el Escrache o la Justicia por Mano Propia
ResponderEliminarDon Papiro 52. Permítame disentir. Yo soy abogado, clase 1952. Con 47 años de ejercicio. Puedo decirle que en la justicia ordinaria hay bastante seguridad jurídica. El común de los casos tramita, lentamente es cierto , y se resuelve de acuerdo a derecho. Otra cosa son los peces MUY gordos, en materia penal sobre todo, aunque también en materia civil o comercial en algunos casos de jurisdicciones más chicas. Conozco el fuero canónico y eso sí que es lo más parecido al tren fantasma de nuestros tiempos. Realmente no veo en la Iglesia resortes para revertir la crisis terminal de su ordenamiento interno. Lo necesita pero no tiene ni convicción ni gente para hacerlo. Lo que me apena como hombre de derecho y católico.
EliminarJusticia lerda = Injusticia
EliminarAnónimo de las 19.07, también soy abogado, y aunque apenas más chico, digo hace unos 25 años que en nuestra Patria no hay ningún tipo de administración de justicia, aunque a veces se encuentra con ilustres excepciones. Para el hombre común no hay justicia hace mucho. ni en la menor cuantía. Y después de la cuarentena con el "trabajo en domicilio", se acabo toda humanidad. Jueces de primera y de cámara son meros burócratas. El canónico nunca existió ... Y mucho menos en la Argentina, el que no sea de nulidades matrimoniales. Aunque por accidente pueden darse ambos casos.
EliminarPapiro 552, justicia que cojea pues eso.
EliminarSeñor anónimo, no tengo tanta experiencia como Ud., pero de todos modos hace varios años que litigo y no coincido con su apreciación sobre la seguridad jurídica. Estoy absolutamente harto de las arbitrariedades cotidianas en todas las instancias. El Poder Judicial se ha convertido en algo parecido a la lotería,sólo que más errático.
EliminarEl tema de la entrada me lleva a reiterar una convicción que la expresé aquí mismo en otra oportunidad y algunos la entendieron para el lado de los tomates. 1.- Previo al Acuerdo con la Santa Sede de 1966 el Senado de la Nación proponía una terna de candidatos a obispo. PROPONIA. Luego elegía la Iglesia, dígase el Nuncio. 2.- Los políticos no elegían cualquier cosa. En general (ut in pluribus) el senador local observaba el clero (secular y regular) y buscaba personas destacadas, con prestigio, cultura, sentido pastoral, capacidad de gobierno. Para ello también sondeaba el ambiente eclesiástico, porque no iba a proponer candidatos inaceptables o descolgados para el mundo eclesiástico. Subrayo que frecuentemente esos senadores no eran católicos practicantes, pero tenían sentido institucional, la Iglesia era respetada y consideraban un honor tener que opinar. 3.- Los resultados eran, por lejos, mejores que a partir de 1966. Mire la historia. Lo que ocurre en la actualidad no sucedía. 4.- OBVIAMENTE que no estamos en condiciones de volver a ese régimen. Pero sí de sacar una enseñanza. Hay que oxigenar el procedimiento de selección de candidatos al episcopado. Hay que salir de la endogamia, donde cada obispo nombra su mimado, su obsecuente, el que no le hace sombra o su cómplice. Con estos requisitos la escala de calidad es cada vez más descendente. 6.- No alcanza con hacer opinar a laicos clericalizados de una lista que dan los mismos obispos. Porque esta es una picardía: el Nuncio pregunta a los opinadores que sugirió el obispo proponente. La apertura tiene que ser real: superar el "ambiente". 5.- A ver si ahora se entiende.
ResponderEliminarTodo muy lindo en teoría, pero antes de 1966 se eligió, por ejemplo, a Mons. Vicente Zaspe (1961); Enrique Angelelli (1960); Antonio Quarracino (1962); Jaime de Nevares (1961); Alberto Devoto (1961); Carlos Ponce de León (1962). Así que eso de que "los políticos no elegían cualquier cosa" no es tan cierto. El episcopado argentino nunca se destacó en nada, ni antes ni después del Concilio Vaticano II.
EliminarS.E.
Que paradoja, no eran homosexuales, pero ellos prepararon el camino para darle la bienvenida a los abusadores y encubridores, tal vez algunos de esos Obispos fue bastante encubridor. No tenemos datos, asi que es un pre juicio mio.
EliminarNo eran homosexuales. Mh... de Ponce de León me permito dudarlo.
EliminarDel resto no.
Al Anonimo de hs. 17:42: chapeau !!! Lo que Usted pone sobre la mesa es central. Pero no veo que interese ni a los curas ni a los laicos "comprometidos"
ResponderEliminarEl contrato de la Iglesia Católica con el gobierno de China tiene algo positivo : caduca periódicamente la Personería Jurídica, es decir que se cierra la Iglesia.
ResponderEliminarÚltimamente y flexibilizando el acuerdo el Gobierno de China nombró obispos y en un segundo momento fueron ratificado por Roma.
Hecha la Ley hecha la Trampa .
ResponderEliminarVan a empezar a saltar casos en otras diócesis Argentinas en cualquier momento.... (Mendoza y Córdoba grandes candidatos).
ResponderEliminarMarchen más marchas ¨antifascistas¨ para defender a los que ¨viven una tensión con su identidad sexual...¨
EliminarDe acuerdo en casi todo, menos en un detalle: no existen los ex-sacerdotes. Somos sacerdotes para siempre, para gloria o escarnio eternos.
ResponderEliminarY también hay muchas denuncias falsas. Habría que hacerles juicio a los falsos abusados, por calumnias e injurias y ese tipo de cosas.
La verdad y la justicia son fundamentales.
Esto no es un problema sexual, es una cuestión de poder, del placer que les otorga el sentir poder sobre el otro que se concreta en lo sexual, pero no es que busquen los abusadores satisfacer en primer lugar sus instintos sexuales, sino el del sentirse poderosos frente al sometido....y lo digo desde mi experiencia vivida. Ahhh cuando alguien se comporta así una vez, sigue y sigue, clarito quién lo tenía? Jesús en Mateo 18, cuando se dirige a la comunidad en particular y no al mundo en general. Quien quiera oír que oiga...
ResponderEliminarYo también he pensado en eso mismo.
EliminarLlega un punto donde el abuso sexual parece teñido de otro elemento, donde, digamos, el pecado carnal parece provocado por un pecado espiritual.
Y es que los pecados carnales tienen un límite natural, la biología misma les pone freno (aunque se pueda llegar muy lejos mientras), pero los pecados espirituales, en este caso la codicia de poder (hermanada y necesitada de la codicia de dinero) no tienen límites.
No sé si habrá estudios psicológicos y sociológicos que encaren este tema de modo coherente y solvente, supongo que sí, porque no es que sea nuevo.
No me parece. La ambición de poder y la necesidad de someter al otro, incluso sexualmente, para experimentar poder se puede dar en hombres que tengan un poco más de vuelo: buscan el poder, que es inmaterial. Estos tipos -Zanchetta, Tucho, Domínguez- son lúmpenes sociales, incapaces de aspirar y desear mucho más de lo que sea la misma carne.
EliminarNo creo que se esté planteando una relación necesaria, que se dé en todos los casos.
EliminarCiertamente hay muchos que son simplemente unos corrompidos sexuales, seres rastreros cuyo horizonte no es más que la materia.
Por otro lado, la relación sexo-poder es antiquísima y no exclusiva de la sodomía. Pero es un tema que ya se va por las ramas con respecto a la publicación.
Tal vez porque no les da para alcanzar otro poder "superior" decantan en el poder de sometimiento sexual.
EliminarHace años leí el famoso informe del senado estadounidense sobre los abusos sexuales en las diócesis católicas de dicho país. La mayoría de los victimarios que aparecen son débiles mentales esclavos de la grosería del vicio. Pero efectivamente, hay otros casos donde quizá la corrupción de la carne, o de alguna otra parte de la voluntad, fué más allá, y generó perversos que experimentaban algo más allá del placer sexual, o más bien, éste había degenerado, porque unos pecados llaman a otros.
EliminarPregunta: ¿Qué se supone que estudiaron en el Seminario y, también se supone que deben creer porque es la Palabra de Nuestro Señor Jesucristo, en Mateo 18:6?
ResponderEliminarRespuesta: Que "el que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar"
Suficiente. No más preguntas, Señor Juez
Creo que estamos dando un rodeo alrededor del problema real, que es un problema antipático para los católicos.
ResponderEliminarEn esta era, la inmensa mayoría de hombres a los que les gustan las mujeres, no están dispuestos a prescindir del sexo con mujeres. Y de la pequeña minoría de hombres dispuestos a prescindir del sexo con mujeres, la mayoría son homosexuales.
Incluso desde el bando de los católicos, la glorificación del matrimonio y las familias muy grandes con muchos hijos es mucho mayor que la exaltación de la virginidad (masculina).
La única solución real que se me ocurre es imitar a los ortodoxos, permitir que los curas de parroquia se casen (mejor dicho, ordenar hombres casados), y a los obispos sacarlos de monasterios en los que hayan estado unas décadas sin causar escándalo.
Lo que en inglés se llama "talent pool" importa. Un país chico por lo general no va a producir tantos grandes deportistas y hombres de genio como un país mucho más grande. El "talent pool" de la Iglesia Católica se ha reducido tanto, que ya no se puede ser selectivo, si se fuese selectivo, no habría suficientes hombres para todas las posiciones que la Iglesia debe cubrir.
Para un hombre que no gusta del sexo opuesto la castidad se antoja más difícil pues no se puede aplicar a sí mismo el consejo de san Pablo (1 Corintios 7:8-9. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando).
EliminarSin embargo creo firmemente que las exigencias de castidad son las mismas para todos. El hombre cristiano puede y debe cumplir con la castidad según su estado y condición. Debemos creer que Dios nos da los medios y el auxilio para cumplir sus mandamientos. Negar que es posible cumplir los mandamientos en la época moderna es precisamente lo que nos trajo al triste estado en el que estamos.
Tiene usted razón en que muchos católicos no exaltan la virtud de la castidad en el hombre. Y, especialmente en países de habla hispana, hasta hace unos años se podía ser "buen cristiano y padre de familia y tener hijos regados por todos lados". Pues yo afirmo de aquellos polvos, estos lodos. Habrá quien refute y diga que al menos ese pecado sexual no era sodomítico. Pero unos males llaman a otros. Y con el catecismo en la mano yo no puedo decirle a un homosexual practicante que un hombre que engaña a su esposa con la vecina es mejor cristiano que él.
Respecto al sacerdocio... lo mismo. Mientras la pureza se deje de lado, da igual si el cura está casado.
Qué solución más inteligente la suya. ¿También va a proponer la ordenación sacerdotal de mujeres?
EliminarNot true.
Eliminar1) my small central European country doesn't have many priestly vocations. Yet, vocations in FSSP and SSPX skyrocket.
2) today in the west, over 50% of young males never went on a date with a woman for various reasons (feminism, money, social media, porn, stress, promiscuity and mental instability of women)
3) average Novus Ordo is irreverent and effeminate. Restore Traditional Mass, restore traditional teachings, and men will fill seminaries and monasteries. We don't need to copy protestants in their liturgy and teachings (Novus Ordo and entire post-Vatican 2 period), we don't need to be submissive towards current world (hello pope Francis), and we don't as well need to copy Orthodox Christians.
Mientras la pureza se deje de lado, da igual si el cura está casado.
EliminarEstoy preocupado por su formación intelectual.
Por favor piense antes de escribir
En Xto
No es verdad.
Eliminar1) mi pequeño país centroeuropeo no tiene muchas vocaciones sacerdotales. Sin embargo, las vocaciones en la FSSP y la FSSPX se están disparando.
2) hoy en Occidente más del 50% de los hombres jóvenes nunca han tenido una cita con una mujer por diversas razones (feminismo, dinero, redes sociales, pornografía, estrés, promiscuidad e inestabilidad psicológica de las mujeres).
3) el Novus Ordo promedio es irreverente y afeminado. Restaurad la Misa tradicional, restaurad la enseñanza tradicional, y los hombres llenarán los seminarios y monasterios. No necesitamos copiar a los protestantes en su liturgia y enseñanzas (Novus Ordo y todo el período posterior al Vaticano II), no necesitamos conformarnos con el mundo contemporáneo (hola Papa Francisco) y tampoco necesitamos copiar a los cristianos ortodoxos.
Duke, diga también que de esas vocaciones que se disparan de la FSSPX (no sé de la FSSP), aproximadamente el 50% no llegan al sacerdocio, y de los que llegan, varios se terminan yendo, sea de la FSSPX a otro grupo (generalmente sedevacantista), ya sea dejando el sacerdocio (con o sin escándalo).
EliminarSobre el punto 2 estoy totalmente de acuerdo.
Sobre el punto 3, también, salvo el hecho de pensar que la restauración del Rito Romano sea una panacea que automáticamente arregle todos los problemas. Eso evidentemente no es así, pues si lo fuera, en principio nunca se habría dado el Novus Ordo ni ninguno de los demás problemas. Recordar siempre que esta crisis empezó mucho antes del CVII, cuando reinaba felizmente el Rito Romano y todas las "formas tradicionales".
Si el problema es la dificultad del celibato, tendría que haberse suprimido hace tiempo. El problema es que actualmente no se da la suficiente importancia a los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia. El progresismo ha logrado instalar que lo "evangélico" (diferenciado de lo católico) se reduce al amor al prójimo.
EliminarTenemos que revalorizar la castidad. Algo anda muy mal, si cuando un sacerdote anuncia a su feligresía que abandona el ejercicio del ministerio porque se va con una mujer, los fieles aplauden. Empiezan las alabanzas y justificaciones (encontró el amor, etc.). Esto no es así. La verdad es que quienes eligen la virginidad, son los que siguen más plenamente a Cristo.
Aclaro que no lo digo esto como sacerdote. Tengo cinco hijos. Pero no dejo de admirar a quienes los tocó la mejor parte e imitan más perfectamente a Nuestro Señor.
El Cuyano
Espero que la noticia de la internación de Francisco no haga pasar al olvido mediático y eclesiástico la lamentable noticia de Domínguez, que es más que una noticia lamentable: es un hecho detestable que se ha "metástizado" en la Iglesia. La batalla contra la homosexualidad en el clero tiene que ser cultural, -entre otras que hay que dar- y los laicos tenemos que disuadir firme y valientemente cualquier candidato de estos antes de ser ordenado sacerdote, si es que ha pasado otros filtros -accidentalmente o adrede- , aunque hayan pocas vocaciones; será algo de nuestro aporte para mejorar la decadente pastoral vocacional actual que podremos hacer para que los verdaderos llamados no hayan de ingresar al seminario y pueda surgir un clero santo. «La gracia no anula la naturaleza, sino que la perfecciona»
ResponderEliminarLa vocación sacerdotal es un llamado de Dios , un llamado personal , y eso lo sabe solamente el candidato .
EliminarEl único llamado de Dios es a la santidad
Eliminar¿Si? ¿Seguro? ¿Así es? ¿El mismo candidato discierne la veracidad de su vocación? Me parece una afirmación temeraria. Es un llamado de Dios y de la Iglesia, pero discernido también por la 'pars sanior'; de lo contrario, me justifico el derecho de ser elegido sin posibilidad de que se hagan los escrutinios colegiales, que deben hacerse al candidato a las sagradas órdenes con ocasión del pedido de las mismas.
EliminarComo caso aberrante y criminal menciono el abuso de menores sordomudos que si llego' ala Justicia ocurrida en el Provolo.Sencillamente satanicos
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