Lo que se viene
Si despejamos la posibilidad de que los signos que estamos viendo sean un anticipo de la Segunda Venida de Nuestro Señor, podemos aventurar algunos pronósticos sobre el futuro.
1. Las declaraciones de Viganò no podrán quedar sin respuesta. Francisco pudo no responder las dubia de los cuatro cardenales porque ellos estaban totalmente desacreditados por la prensa y nunca tuvieron apoyo por parte del colegio episcopal. Además, pedían respuestas sobre un tema -la comunión a los recasados- con el que la mayoría de los católicos, y la totalidad del mundo, estaba de acuerdo. ¿Qué necesidad tenía de responder? Pero ahora el caso es distinto porque está presionado por todas partes para que de una respuesta, y lo único que se le ocurrió hacer hasta ahora -convocar a una reunión a los presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo… ¡para febrero de 2019!- parece más bien un chiste. Y estamos asistiendo a una confrontación seria: ya no es solamente Mons. Chaput, arzobispo de Filadelfia y con marcado liderazgo entre los obispos americanos el que pidió la suspensión del sínodo sobre los jóvenes que comenzó ayer, sino que el delegado del episcopado holandés a ese evento, Mons. Mutsaerts, anunció que no concurrirá porque no se ha hecho nada con respecto a los abusos y encubrimientos de abusos cometidos precisamente contra jóvenes. Y se suma a todo esto la presión de la prensa internacional más relevante, como artículos en el Der Spiegel o en The New York Times.
Toda esta situación ha puesto a Bergoglio muy nervioso, y se le nota, por ejemplo en las homilías diarias en Santa Marta, algunas de las cuales hemos comentado. Un blog muy conocido llegó a preguntarse si no era hora de medicarlo. Es un hombre mayor y estos disgustos no son gratuitos. Pregúntenle al Dr. Ryke Hammer. No me extrañaría que sus días en la tierra estén agotándose. Pero eso no es solución, porque sin una intervención divina muy directa, quien lo suceda en la cátedra de Pedro será igual o peor, aunque seguramente con menos vulgaridad y chabacanería, lo cual lo hará todavía más peligroso. No hay, o al menos yo no veo, en el colegio cardenalicio una figura elegible que pueda corregir el desastre al que nos llevaron los últimos pontificados. “El cardenal Burke”, dirá alguno. Lo cierto es que a este buen cardenal sus colegas no lo elegirían ni aunque se les apareciese en el mismísimo Espíritu Santo en persona.
En conclusión, yo no veo una solución católica al conflicto por la sencilla razón que no hay líderes a la vista para llevarla a cabo, y en una organización jerárquica como es la Iglesia, el liderazgo es imprescindible, más allá de las iniciativas privadas que puedan aparecer ocasionalmente.
2. Una de las primeras consecuencias de esta crisis, y que ya estamos viendo, será la masiva pérdida de fieles. Son muchísimos ya, y serán muchos más -aquellos cuya fe no crecía en terreno fértil- los que abandonarán las prácticas religiosas y la vida sacramental, por escasa que esta fuera. La Iglesia quedará diezmada y esto implica también una disminución drástica en las limosnas. La iglesia católica, en muchas zonas del mundo, comenzará a transitar una durísima crisis económica: le resultará muy difícil o imposible mantener sus estructuras. Y no me refiero a las moneditas que los fieles depositan dominicalmente en el cepillo sino en los grandes donativos de empresas o instituciones que dejarán de ingresar. Ya un grupo muy importante de empresarios católicos americanos anunció que suspenderá sus donaciones anuales.
3. Este achicamiento en número y recursos será consecuente a la disminución de la presencia de la iglesia en el ámbito público. Si hasta ahora gozaba de predicamento y era más o menos respetada, ya no lo será más. Los católicos, y en especial los sacerdotes, terminarán siendo parias, es decir, descastados, expulsados de la sociedad, leprosos del siglo XXI, ocasión de escarnios y ataques. Y nadie los defenderá porque los pastores, es decir, los obispos, se acomodarán en su mayoría a las nuevas circunstancias.
4. ¿Cuáles serán esas nuevas circunstancias? Nada novedoso. No más que un sinceramiento. Y esto me parece que es lo más grave. La iglesia -y me refiero a la estructura institucional-, desde la aperturas de puertas, ventanas y claraboyas que trajo el Vaticano II se ha convertido en una enorme ONG. ¿Alguien puede pensar que McCarrick, Maccarone y la enorme cantidad de obispos y sacerdotes abusadores y predadores sexuales tenían fe? De los obispos argentinos que conocemos, ¿cuántos tienen verdadera fe católica? Y si la tenían, ¿qué tipo de fe? Y por fe me refiero a la “fe de nuestros padres”, a la fe de San Juan Crisóstomo, de San Atanasio, de San Agustín, de Santo Tomás y de Santa Teresa. Si alguno de estos padres y maestros, o cualquiera de tantos otros, viniera hoy a la tierra, ¿reconocería en el discurso de estos pastores la fe católica? Claro que no. Y lo mismo puede decirse de buena parte de los sacerdotes, formados en sociología, técnicas grupales y de acompañamiento para convertirse en “agentes de pastoral”. Los misioneros de hoy, ¿están repartidos por el mundo para llevar el evangelio? Su función es más bien promover socialmente a los postergados, enseñándoles a lavarse y a comer saludablemente, pero con escasas y livianas referencias a las verdades de nuestra fe. Quien asiste a la homilía de una misa cualquiera, en una parroquia cualquiera y de un país cualquiera, tiene altas probabilidades de que lo que allí escucha, sea discursos sociológicos, alejados de la fe católica. ¿Y los colegios católicos? ¿Son católicos? No más de un diez por ciento de ellos lo será; el resto, en el mejor de los casos, imparten una aguada “educación en la fe”, matizada con guitarras y visitas a barrios marginales, porque en eso consiste para ellos el ser católicos: ser alegres, hermanos entre nosotros y solidarios con los pobres.
Sé que estoy diciendo obviedades. Todo esto significa que la iglesia se ha convertido en una enorme organización de caridad, necesaria para la convivencia democrática de la humanidad. Y es por ese motivo que a los poderes de este mundo les interesa conservarla: les resulta necesaria por su estructura capilar para ejercer el control de las masas, pero necesitaba desacralizarla y aggiornarla. Y lo hizo. Solo es cuestión de esperar el sinceramiento; de que la iglesia en cuanto estructura se saque la máscara y se muestre tal como es hoy: una auxiliar -quizás la más importante-, de las Naciones Unidas, junto a Amnesty International y la Cruz Roja entre otras. La Iglesia verdadera, la esposa del Cordero, a la que pertenecen los elegidos, quedará silenciada, reducida a una expresión mínima, y subsistirá en el secreto de los corazones y en pequeños grupos más o menos dispersos.
Es por ese motivo que los escándalos de abuso por parte del clero y el pésimo manejo de la situación que ha hecho el papa Francisco, ha sido ideal para el mundo: tiene a la iglesia debilitada y sometida, fácilmente controlable y en escasas condiciones de negociación. Y ya sabemos cuáles serán las condiciones que se exigirán: acelerar y terminar el aggiornamento, es decir, vaciarla de la fe, del dogma y de la moral, y reducirla a una mera institución asistencial.
Stanno tutti bene… Eso es lo que nos venían diciendo desde hace décadas. Los perfumados aires primaverales habían llegado; la Iglesia, “experta en humanidad”, comenzaba a vivir una nueva era de esplendor… Y desde hace décadas también muchos decíamos que había que cuidar a don Matteo Scuro porque padecía demencia senil: veía lo que no existía. Ahora, de un porrazo, todos los católicos nos hemos dado cuenta que Stanno tutti male; peggio ancora, sono cuasi morti.
Excelente... excelente... (la verdad, por mucho que duela, siempre hace bien).
ResponderEliminarExcelente.
No creo que sirva nisiquiera como ONG por su discurso pobrista de teologìa de la liberaciòn que crea odio entre los pobres y los ricos generando màs pobres.En Brasil ya se dieron cuenta y las elites apoyan a los evangelistas que en lugar de alabar a los pobre los empujan a mejorar su posición. La Iglesia brasileña copia los metodos de los evangelistas y crea misas carismàticas por doquier pero no cambia el discurso.
ResponderEliminarUna muy dura y acertada observación.
ResponderEliminarLa situación actual me hace pensar en la imagen de la Iglesia como barca, de la que nosotros somos, por gracia de Dios pasajeros y soldados. Pues bien, desde hace siglos la Barca venía resistiendo los embates de las olas, las flotas enemigas, los piratas, los motines, los sabotajes, los malos navegantes, contramaestres e incluso desastrosos capitanes. En las últimas décadas alguno de ellos reconoció que por alguna hendija se había colado el humo de satanás (claro que omitió decir que el fuego se prendió desde adentro…) y uno reciente, poco antes de serlo, reconoció que la barca hacía agua por todos lados, y que su casco era perforado desde su interior.
ResponderEliminarAhora bien, aprovechando la debilidad de la tropa marinera, que sobre todo en sus cuadros superiores parece haberse pasado a las filas del enemigo, éste intenta un nuevo asalto y todo parece indicar que, humanamente, asistimos a la rendición de las banderas, el desarme de la nave y su precipitado naufragio. ¿es esto posible? ¿Acaso no le aseguró Nuestro Señor que no se hundiría?
Pareciera que la barca, tal como la conocimos, ha llegado o está llegando a su fin. Pero eso no quita que en su implosión, no podamos seguir aferrados a una tabla, y que de sus despojos, no se pueda rescatar una balsa, sobre la que navegar en el mar de este mundo, seguros de que está hecha de una madera imposible de hundir, porque una sola astilla del madero de la Cruz, empapada como está de la sangre del Cordero, basta para sacar a flote a todo el pasaje. Una pequeña grey de marinos que vamos errando por el mar de este mundo pero que conservamos en las promesas de Cristo un astrolabio con el que leer en la estrella matutina la ruta de nuestro derrotero prefijado, mirando siempre expectantes al oriente, de donde vendrá nuestra salvación.
Eldo Gor
Magnífico comentario. Gracias.
EliminarComparto plenamente la perdida del sentido de lo Sagrado.La preocupación por sanar las aflicciones de los Hombres pareciera en general ser mayor al de la búsqueda de la Salvación del Alma.
ResponderEliminarParece que los signos son cada vez más claros:
ResponderEliminarhttp://blog.messainlatino.it/2018/10/s-messa-di-apertura-del-sinodo-ferule.html
«Pero cuando veáis la abominación de la desolación erigida donde no debe (el que lea, que entienda), entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes;» (Mc 13,14)
Y el cardenal Scola, que tuvo más votos inicialmente que Bergoglio? No se si es solución, pero es culto y firme en doctrina.
ResponderEliminarTerrible, real, pero cada uno de nosotros es responsable de los propios actos y de la transmisión de la verdadera doctrina a hijos, hermanos, parientes, amigos , seres cercanos, será que llegado el momomento deberemos ser más activos y dependenderá de nosotros la Misión de acercar a los hombres al Señor, y si quedan sacerdotes que administren válidamente los sacramentos , aunque sean pocos, ahi está Jesucristo Nuestro señor y su iglesia. A lo que voy es que por más corrupta que esté la Iglesia, en su estructura, siempre prevalecerá alli donde haya Fe
ResponderEliminarMe acuerdo hace cinco años escuchando una entrevista con el padre Malachi Martin, y el decía que no quedaria ni rastro de la antigüa estructura romana. Quedarian unas cuantas comunidades tradicionales nada más. Esto lo dijo en 1992. Parece que todos nos convencimos de que todo iba bien y ahora...no tenemos derecho a sorprendernos del tamaño de la podredumbre.
ResponderEliminarEldo Gor muy lindo su comentario
ResponderEliminarExcelentes reflexiones don Wanderer. Sobre todo me quedé pensando en eso de que Francisco podría ver afectada su salud en caso de que no haya podido asimilar del todo el golpe de la denuncia de Viganó.
ResponderEliminarEn ese caso, se me ocurrió que el cisma tan temido que hace rato revolotea sobre la Iglesia sin que nadie se anime a provocar, bien podría llegar de la manera más inesperada en caso de que Francisco renuncie o muera.
En efecto, como bien dice Usted, lo más probable es que un futuro cónclave nunca elegiría a un Cardenal como Burke, genio y figura de lo peor que les podría pasar a los conjurados de San Galo.
¿Pero qué podría ocurrir si alegando una votación irregular los cardenales que votaran en minoría a otro candidato no aceptaran al que cosechó más votos? Y yendo un poco más lejos, si ese entuerto de ningún modo tuviera arreglo, ¿no estaríamos ante el terrible cisma que nunca nadie hubiera imaginado?
Yo le tengo fe a la reacción de muchos obispos americanos (ya van como 80) que se han pronunciado en términos favorables a una investigación seria en línea con la denuncia de Viganó. Ver sitio abajo con extractos de los comentarios.
ResponderEliminarhttps://churchtransparency.com/
Hace 420 años, San José de Calazans empezaba a poner en práctica su lema de Piedad y Letras. Que consistía en SACAR a los chicos de la calle, enseñarles ciencia y formarlos en la religión de Jesucristo.
ResponderEliminarO sea, en vez de una ONG propia de los futuros impíos y ateos, una formidable herramienta de evangelización con promoción social real.
Fueron muchísimos los niños de clases bajas que pudieron crecer en la fe y en la vida material gracias a su labor tesonera e infatigable. Que superó envidias, obstáculos, incomprensiones, traidores y discípulos falsos y degenerados.
Eran otros tiempos. Y eran otros hombres. Hoy estamos con masones disfrazados de píos de la religión de la irreligión.
Con cobardes apóstatas que no tienen ni la valentía ni el decoro de confesar su pérdida o falta de fe.
Pero podrán engañar y engañarse, a los tontos y aún a si mismos. Pero jamás podrán burlarse de Dios sin sufrir las consecuencias.
Todo llega. No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague.
Perry Masón
Sin duda muy interesante. Pero Jesucristo, ni en el peor de su momento, recluído en el cenáculo, dejó a sus asustados discípulos con la angustia de la muerte. Les dejó la esperanza y la Eucaristía....
ResponderEliminarUna cosa es abrir los ojos, decir la Verdad, limpiar y enmendar, otra es mirar a Dios y tener confianza. La Iglesia es esposa de Cristo. ¿Acaso la va a abandonar? Tengamos fe, esperanza y alegría. Y trasmitamos fe, esperanza y alegría.
El que realmente entró en la Iglesia por Cristo, no se va a salir por culpa de los hombres.
Leì la intervención de Chaput. Podría ser la alterrática a Burke.
ResponderEliminarDespejando también la posibilidad de que los signos que estamos viviendo sean un anticipo de la Segunda Venida de Nuestro Señor, afirma Wanderer en otro posteo reciente sobre el lío “en la Iglesia es tan grande que solo Dios lo puede arreglar” Luego: “Y esto que estamos viviendo parece también el fin de la patria (si Peter Hitchens puede escribir sobre “The abolition of Britain”, imagínense nosotros, “la abolición de la Argentina)” y de ahí suceden “el fin de las naciones, el fin del occidente cristiano, el fin de todo”. Sugiero que den un paso adelante (o hacia arriba) y, si en verdad la ven tan final, abran por lo menos un FORO para discutir el contenido de vuestra serie de posteos de las últimas semanas con otros católicos, en particular de los EUA, algún país del Visegrad Group o ahora y al límite, en plena batalla política nacional, Brasil. Yo vivo en Curitiba y les puedo asegurar que vivimos lo mismo que ustedes en la Iglesia (obispos y sacerdotes debieron publicar una carta anónima de apoyo a Bolsonaro, una vergüenza si se compara con la actitud pública de casi la totalidad de las denominaciones cristianas y sus pastores). Pero en absoluto, en ab-so-lu-to esto es el fin de la patria para los brasileros y, en particular, para los católicos brasileros (y arriesgo que tampoco lo es para los polacos o los húngaros, etc, o la mayoría de los estadounidenses). La lucha del pueblo en las calles, instituciones, grandes medios, universidades, redes sociales (y en la propia Iglesia casi tomada por completa por comunistas) acá es fa-bu-lo-sa. Les dejo un LINK de un colega que sube a la red material en español de su tesis –sostiene que en Brasil hay una atípica revolución conservadora en curso: https://bolsomitoamlat.blogspot.com/ En particular sugiero uno de los videos que usa en su trabajo de campo…en cierto momento la multitud de la Av Paulista, el domingo último, rodilla en tierra y reza el Padre Nuestro
ResponderEliminarhttps://bolsomitoamlat.blogspot.com/2018/10/mil-manifestaciones-en-todo-brasil.html
…sin palabras. ¡Se repite en decenas de ciudades! Salgan un poco de la Argentina que, es cierto, agoniza por desmoralización. Pero ojo, aunque Brasil late y fuerte, acá la cosa no está en absoluta saldada. Nos encaminamos a una especie de Armagedón tropical si Bolsonaro no gana el próximo domingo. Si salimos adelante, lo primero será ir al rescate de Venezuela promete el Capitán.
Asi es y creemos en ello. la iglesia no será destruida por los hombres, Jesucristo vence todo mal, ya venció a la muerte y deja abierta la puerta para que nos salvemos nosotros, todo el mal de los hombres en este mundo ha sido redimido por El. Eso no quita que por supuesto hay que limpiar a la estructura de la Iglesia del mal, pero no dejar de tener esperanza en que subsistirá.
ResponderEliminarMinucia. Usté perdone pero en italiano, es quasi, con q. (extra, "teológico" - si admiten una voz no-religiosa - Bergoglio, para mal o bien y no es mi problema, solo trata de adecuar la iglesia a los tiempos, ante la manifiesta pérdida de creyentes. pero parece que el remedio es/será peor que la enfermedad.
ResponderEliminarHasta hace pocos días, yo tenía la esperanza de que el día en el que Francisco tuviera que presentarse ante Dios estuviera no muy lejano. Ahora espero fervientemente que tarde todo lo necesario para que sea posterior a la publicación de la investigación que han encargado sobre los cardenales ciertos laicos católicos norteamericanos. Si toda la porquería se sabe antes del próximo cónclave, poco podrán hacer las víboras.
ResponderEliminarGran Question: Hay información fehaciente sobre intervenciones sobrenaturales ante graves crisis de la Iglesia?
ResponderEliminarAL fin el señor que vive en Santa Marta se ha pronunciado sobre el caso McCarrick: su ejercicio de cinismo sólo es comparable a la osadía de tomar a todo el mundo por idiota. Y, sí, hay idiotas dentro del laicado, pero no tantos.
ResponderEliminarvieron la carta de ouellet? nunca le cantes falta envido al vaticano porque ellos siempre tienen 33 de mano.
ResponderEliminary más de 33 también!!! Francisco el primer trabajador!!! evidentemente la vemos pasar lejos...
ResponderEliminarUnos puntos ..
ResponderEliminarOuellet es nombrado por Benedicto a la cabeza de la Congregación para los obispos en junio 2010 , y Viganó es nombrado nuncio a Washington en octubre 2011.
El grandísimo error de Viganò , ha sido de utilizar Tosatti ( o viceversa ) y Infovatina , blog anti Francisco declarado para publicar su carta . Es poco diplomático para un ......diplomático.
JPB
dufour....y LEPANTO????
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