por Aldo Maria Valli
La cúpula de San Pedro en Roma y la cúpula del Capitolio en Washington aparentemente no tienen mucho en común. La primera es una obra maestra de Miguel Ángel del siglo XVI, colocada sobre la tumba del príncipe de los apóstoles. La segunda es una obra de estilo neoclásico del siglo XIX que completa un proyecto de origen masónico. En nuestros días, sin embargo, las dos cúpulas están, en cierto sentido, unidas por lo que sucede debajo de ellas.
En este mundo tenemos muy pocas certezas, pero hasta hace poco teníamos al menos un par de ellas: "Una vez que un Papa muere, se hace otro" (Morto un Papa se ne fa un altro) y que en América la disputa entre demócratas y republicanos (aparte algunos golpes bajos inevitables y algunos contratiempo en el andar) se llevaba a cabo de manera civilizada y la democracia funcionaba.
Certezas que esfumaron.
"Una vez que un Papa muere, se hace otro" ya no vale mas. Para hacer otro, el Papa puede incluso no haber muerto. Y el otro, al menos para algunos, puede que ni siquiera sea Papa o sea aceptado como tal. Quizás por haber "robado" la elección con la ayuda de cardenales reunidos en un club mafioso. La presencia de dos papas introdujo en el vértice de la Iglesia un elemento de duplicidad y confusión que abre aún más las puertas al relativismo y a una visión completamente humana de la Iglesia, relegando en un rincón su fundamento divino solo en Pedro.
¿Y en Estados Unidos?
Si había algo que nos gustaba y que envidiábamos a los estadounidenses era el fair play, Carter estrechando la mano de Reagan, el respeto mutuo entre opositores políticos unidos por valores fundamentales, ese cierto understatement. Y también la precisión de un mecanismo que, dentro de los tiempos establecidos, aseguraba la sucesión sin demasiadas sacudidas. Pero este mecanismo se averió. El dispositivo electoral demostró ser todo menos que seguro y transparente. El país está desgarrado y dividido. También aquí la duda ha penetrado profundamente, haciendo fracasar las convicciones del pasado. Y también aquí hay quien piensa que la última elección fue robada.
Tanto debajo de la primera cúpula como debajo de la segunda ya no hay nada estable. La sensación generalizada es que bajo las dos cúpulas ahora puede suceder cualquier cosa y que ambas han perdido su sacralidad. Si en San Pedro el Papa, rodeado de monseñores y cardenales, puede rendir homenaje a un ídolo pagano, los pasillos del Congreso americano pueden transformarse en un jolgorio de personas incitadas por un hombre con los cuernos.
Johan Huizinga, en su La crisis de la civilización, escribe que si realmente queremos poner un obstáculo al avance de la barbarie, antes que nada debemos darnos cuenta de hasta dónde ha avanzado ya el proceso de disolución que nos amenaza, pero bajo las dos cúpulas esta conciencia parece pertenecer a unos pocos.
Lo que está sucediendo bajo las dos cúpulas realmente tiene el sabor del fin de una civilización. Las piedras siguen ahí y resisten al desafío del tiempo. Son los hombres debajo de las piedras los que no pueden soportar.
A pesar de las cuidadosas restauraciones (como las que se están realizando en San Pedro), en las dos cúpulas hay grietas y lesiones muy dramáticas. Metafórico, pero evidente para quien no quiera cerrar los ojos.
Traducción: Valentina Lazzari
Fuente: Duc in altum
Cualquier parecido con "Las dos torres" del Señor de los anillos NO ES mera coincidencia.
ResponderEliminarEn su despedida al dejar el poder, Donald Trump sentenció: ¡Volveremos!
ResponderEliminar¿Por qué lo dijo? ¿Habrá pensado en Mac Arthur?
En la II Guerra Mundial, cuando los japoneses lo obligaron a retirarse de Filipinas, el viejo General también había dicho: ¡Volveremos! Y cumplió, no sólo volvió para derrotar a los japoneses y recuperar Filipinas, también fue Comandante General de las tropas acontonadas en Japón.
Igual que Mac Arthur, ahora Trump también se va derrotado y promete recuperar el poder.
¿Por qué Clarín, La Nación y Página12, que en la Argentina son enemigos entre sí, se unen para celebrar la derrota de Trump junto a toda la prensa mundial?
Eso que nadie se pregunta es lo que nos debemos preguntar, porque no estamos sólo ante una elección de rutina que marcó el triunfo de Biden y la derrota de Trump, estamos ante un escenario donde por primera vez se posicionan los protagonistas de la Batalla Final de la Historia, esa que será la batalla entre los poderosos que desde las sombras trabajan sin descanso por imponer el Nuevo Orden Mundial o Great Reset -como le llaman ahora- ese Gran Reinicio que barra con los gobiernos nacionales de todos los países e imponga un solo Gobierno Mundial con una sola economía y una sola moneda mundial, algo que más allá de la promesa del paraíso en la tierra será en realidad una dictadura mundial socialista, atea y materialista, un mundo sin Dios y sin Patrias nacionales.
Lo curioso es que ese engendro del infierno es impulsado por los liberales más ricos del mundo, como es el caso de Jeff Bezos, dueño de Amazon y del diario The Washington Post, uno de los hombres más ricos del mundo y tenaz enemigo de Trump.
Y con Bezos están todos los más ricos del mundo, las multinacionales, la prensa mundial y los políticos como Biden, Obama, Clinton, Bush, los jefes de gobierno de Europa, la ONU, la UE, la OMS, el FMI, el Banco Mundial y hasta el colectivo LGTB y el movimiento feminista mundial, que son todos los Frankenstein que están atrás del aborto, la eutanasia, la transexualidad, la ideología de género y la Educación Sexual Integral para los niños aún en contra de la voluntad de los padres.
Y como no podía ser de otra manera, en estos últimos cuatro años también el Papa Francisco fue un gran enemigo de Trump, ese mismo Papa que ahora le dio la bienvenida a Biden para trabajar juntos por un mundo mejor.
Pero si Trump fue derrotado con fraude, ¿algún día lo sabremos? Difícil que el chancho chifle, porque si para conocer las últimas noticias no tenemos más remedio que informarnos a través de esa misma prensa que apoyó desde el vamos la campaña y el triunfo de Biden, es evidente que la verdad de lo que pasó siempre quedará oculta para nosotros.
No hay duda que Aldo María Valli tiene mucha razón cuando dice que las dos cúpulas del Vaticano y del Capitolio de EE.UU. nunca tuvieron mucho que ver. Pero si ahora la cosa cambia poque Dios o el destino disponen lo contrario, cuando Trump se despide diciendo ¡Volveremos!, lo que debemos leer entre líneas es que nos está avisando que se avecina la batalla más grande de todos los tiempos, esa que será la Batalla Final entre los que estamos con Dios y los que están en contra de Dios.
Y una última cosa: si Dios nos plantó en este tiempo, ¿no será porque además de testigos nos quiere protagonistas?
Más vale que lo decidamos pronto porque ya lo tenemos encima...
Fuenteovejuna: ¿usted verdaderamente cree que el sionista liberal de Trump lucha por el reinado de Nuestro Señor?
EliminarEl hecho de que sea menos repugnante que Biden no lo convierte necesariamente en alguien que está del lado de Dios. Por lo menos yo no me fiaría de un magnate como Trump para liderar la batalla final.
Julio F.
Trump no es ningún santo, pero comparado con Biden, Kamala y Pelosi, sería algo así como un angelito comparado con unas viboras.
EliminarNo olvidemos que un salvaje como el emperador Constantino, fue el instrumento de Dios para traer la paz para el cristianismo en el imperio.
No es comparable. Trump ha demostrado ya sobradamente que no tenía ningún plan (ni probablemente era o es consciente de necesitarlo), tiene ciertas ideas buenas y cierta valentía primaria no informada por la prudencia para sacarlas adelante. Y tiene talento de hombre de negocios. Pero carece de la sabiduría del gobernante y la realidad es que Trump no ha supuesto ninguna amenaza para el Deep state/nwo/élites, sino que lo han usado como un chivo expiatorio de forma muy eficaz (sin darse cuenta el y creo que aún no se ha dado cuenta).
EliminarSi, yo lo hubiera votado sin duda pero ya esta. Ya no es que no fuera un emperador católico (obvio), es que no tenía madera de emperador, siquiera de emperador pagano que termina siendo herramienta de Dios
Dos imperios que se caen a pedazos por su corrupción y sus crímenes, ojalá se derrumben pronto.
ResponderEliminarGracias al Wanderer, a Valli y a la traductora. Y también a Fuenteovejuna por su estupendo comentario. Probablemente, como él dice, Trump pensaría en Mac Arthur cuando se despidió con un «¡Volveremos!», pero a nosotros nos trae a la memoria el «¡Volveré!» de Don Carlos VII al salir de España en 1876. Y este a su vez se remitía, como tipo de todo rey cristiano, al Rey de reyes cuyo regreso esperamos. Cristo (que, en feliz expresión de Castellani, es «volvedor») nos dice de diversas maneras, pero con insistencia creciente: «Venio cito, et merces mea mecum».
ResponderEliminarVeni, Domine Jesu!
Sursum corda!
Desearía poder encontrar a mi compatriota el Palamita (Lefe Estepario). Por si alguien me puede proporcionar su contacto, se lo agradecería mucho.
ResponderEliminarpalamitacatolico@gmail.com
EliminarEstimado Julio F.
ResponderEliminarNo sé si Trump es sionista o no, en todo caso de lo que estoy seguro es que es mucho menos sionista que Francisco y mucho más católico que él.
Y si para restaurar los valores cristianos hasta el Padre Sáenz le juega todos los boletos a Putin, ¿por qué yo no podría esperar que Trump también arrime unos porotos para el triunfo de tan loable fin?
Hoy todas las cartas están cambiadas, así que no debería sorprendernos que un protestante y un ortodoxo puedan ayudarnos mucho más que Bergoglio y los apóstatas que a control remoto manejan la Iglesia desde Roma.
Por lo menos hasta que aparezca el Gran Caudillo del río Tajo del que tanto nos habló el ermitaño Bug de Milhas.
No se olvide que Cristo vino a curar a los enfermos, no a los sanos como usted...
Estimado Fuenteovejuna: lejos estoy de ser sano. Y aprovecho su ironía para pedirle a usted que rece por mí, ya que al parecer no comete mis errores.
EliminarPor otro lado, comparto la opinión de Merlo el Carnicero. Lamentarse por el hecho de que no se respete la constitución y la democracia, es a su vez muy lamentable.
Se equivoca el autor en su análisis al comparar a la Santa Iglesia Católica con el perverso sistema democrático moderno.
Julio F.
Esto de acuerdo con Julio F. y con el autor de la nota en cuanto a la cúpula del Vaticano. Ahora... la otra cúpula... se puede habar de sacralidad de esa cúpula? Hay una contradicción allí, si bien reconoce el orígen masónico, luego encomia una cierta "institucionalidad" que se habría roto.
ResponderEliminarMás bien habría que decir que se volvió a romper, porque nunca estuvo sana.
En esto termina la democracia liberal en contubernio con el marxismo cultural.
Poner a Carter y a Reagan como ejemplos paralelos de la sucesión papal es razonar fuera del tarro.
Ese paralelo se perdió con el fin de la monarquía.
Merlo, el Carnicero.
Bien por Merlo, dijo lo que había que decir. Trump, en el mejor de los casos, era una anomalía en Cartago. Roma fué la civilización. EE.UU es la anti-civilización.
EliminarHilbert.
@Anonimo 18:28. En su campaña electoral, Trump, prometió proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y así lo hizo. No fueron palabras al viento, prometió y cumplió, no solo en esto fue fiel a lo que dijo, sino en todas sus promesas; no obstante los ataques, personales y satánicos, del los demócratas. Por no hablar del salario de Presidente -$400.000- lo donò siempre y declaró las asociaciones que las recibieron (trabajó por $1,00 al año. Aguardamos con ansias saber a quién va a donar su salario Joke Biden). No es un politico y menos mal, porque como ud habrá ya notado, Beijing Biden o Joseph Stealing (politico que hace 4 décadas está en el gobierno), en sus primeras horas sentado en la silla del poder que usurpò al pueblo estadounidense, firmo 17 decretos para favorecer a China y a sus perros domesticados. Le recuerdo que China utiliza, declaradamente, los derechos humanos como papel higiénico.
ResponderEliminarSi para ud no es evidente que el católico Dementia Biden está contra la vida (y de esto hay pruebas), por lo menos tenga la decencia de no tirar estiércol sobre Trump, que la vida la defendió con todas sus garras (y de esto hay pruebas).
Valentina
Estimada Valentina: el decálogo católico impone cumplir con todos sus mandamientos para guardar la voluntad de Dios. Es un error generalizado en nuestra época reducir el catolicismo a la lucha contra el aborto. No hay que olvidar que además del 5to mandamiento, existen otros 9 que Dios nos manda cumplir. Pretender que Trump es un paladín del catolicismo por oponerse al aborto, es hacer un reduccionismo espantoso de la doctrina católica. Por ejemplo: en Argentina, la campaña "Salvemos las 2 vidas" proponía métodos anticonceptivos y educación sexual integral (sí, literalmente promovían esto) para combatir el aborto. Un católico que verdaderamente entienda lo que está en juego, no puede apoyar estas campañas que van contra las leyes de Dios.
EliminarY por último,-dejando de lado obviedades- no tiene nada de malo utilizar los derechos humanos como papel higiénico, no sirven para mucho más.
Julio F.
El católico "pensador" de hoy no se sale de los motes superinflados de los análisis sobre las ideologías.
ResponderEliminarEl origen masónico de estados unidos? Perfecto, que decimos del devenir masónico de la Argentina, sumado a la hipocresía y democratismo a ultranza de sus últimos 100 años de historia?
Lo mismo puede decirse de la monarquía con el "monarcometro". Es una institución humana y punto, que podemos decir de las monarquías absolutas entonces? de los monarcas débiles y manipulados por sus secretarios? De la institución que justifica el exceso y el defecto por el solo hecho de estar "ungido"?
Qué análisis bajo esos conceptos hacemos de los prelados que son indignos de su investidura, si su "origen" es lo mas católico que puede haber (un sacramento instituido por Dios)
Tales ideas solo fecundan desconfianzas estériles, inacción constante y lo mas importante: ingenuidad extrema que nos ha valido la cantidad de abusos con los que convivimos hoy en dia.
ResponderEliminar"En pocos días Biden va a cancelar la “Política de Ciudad de México” que quitaba todo financiamiento americano a actividades relacionadas con el aborto y vuelve el financiamiento para Planned Parenthood.
Debo recordar que en el lugar donde estaba el busto de Churchill, Biden puso una foto del Papa y que cuando avisa que se vienen estas medidas agrega que es un católico practicante"
la fuente
https://twitter.com/virtuck
Olvida la triste cúpula de Santa Sofía en Constantinopla? Las otras dos están siguiendo su derrotero. Siempre esa misma pasión por el suicidio como civilización.
ResponderEliminarSebastián M. S.
Creo que todos los que escribimos acá estamos del mismo lado, todos queremos lo mejor para la Iglesia. En todo caso, sólo veo diferencias de forma que no hacen al fondo de la cuestion.
ResponderEliminarPersonalmente, estoy convencido que Aldo María Valli, autor del post, de ningún modo ha querido comparar el traspaso del mando entre Reagan y Carter con la sucesión en la Silla de Pedro, él conoce muy bien la diferencia abismal entre una cosa y la otra. Sospecho que su intención ha sido más bien advertirnos que la Iglesia y el mundo están viviendo dos crisis terminales -distintas pero paralelas- que a corto plazo tendrán un desenlace muy doloroso del que nadie podrá escapar.
Si Trump puede ser importante o no para la restauración de los valores cristianos es harina de otro costal.
Yo creo que Trump es importante y aquí hay otros que creen que no. A ellos entonces les digo lo siguiente: si la Argentina desaparece del mapa, el mundo ni se va a dar cuenta porque en el concierto internacional nosotros no cortamos ni pinchamos. Pero que desaparezca EE.UU. no entra en la cabeza de nadie, todavía son la primera potencia mundial, y si lo que se está cocinando allá termina en una guerra civil como muchos analistas internacionales sospechan, el mundo cambiará para siempre de manera trágica.
Sólo debemos pensar que si el dólar es la moneda del comercio mundial y las reservas internacionales de todos los Bancos Centrales están principalmente en dólares, ¿qué podría pasar en el mundo si como consecuencia de esa guerra civil el dólar pierde gran parte de su valor y se hunde la economía mundial? Lo peor que podríamos imaginar tal vez sea poco, porque de ahí a la III Guerra Mundial hay un paso.
En ese contexto, Trump es una pieza fundamental, porque si él y los que están con él pierden la batalla que se avecina, nos espera el Nuevo Orden Mundial y chau Iglesia Católica; mejor prepararnos para ver en Roma la entrada triunfal del Anticristo y la abominación de la desolación de la que nos habló Daniel.
Eso es lo que quiero destacar, que estamos a las puertas de la batalla decisiva que jamás han visto los siglos.
Me parece ridículo tener simpatía por Putin porque en nuestro continente es aliado de regímenes comunistas, como el de Cuba y Venezuela, y de personas afines a eso, como Evo Morales, y su señal internacional de noticias, Russiatoday, es bien izquierdista.
ResponderEliminarEs conservador sólo fronteras adentro. Además de sus múltiples asesinatos políticos. Lo de él es realpolitik, como Richelieu persiguiendo a los protestantes hugonotes fronteras adentro, y aliado con protestantes y turcos contra la España católica y el Sacro Imperio.
Trump es obviamente bastante inmoral, y debe tener varios trapos sucios (sobre cuestiones impositivas, supongo), algo que se puede deducir fácilmente por los indultos que dio, y los que no se animó a dar. Pero era muy preferible a la vanguardia del progresismo que acaba de asumir en Estados Unidos.
En Estados Unidos ahora mismo están destruyendo a la idea de ciudadanía común en occidente desde la revolución francesa, para reemplazarla con una en la que lo más importante de cada individuo es su raza, género, y orientación sexual. Ya no somos todos individuos iguales con los mismos derechos y el Estado no debe prestarle atención a nuestro color de piel o lo que hagamos en la cama, sino que el Estado nos va a racializar, meter en algún grupo, y nos va a repartir según la simpatía que le tenga a cada grupo. Por eso ahora todos quieren ser víctimas.
Un hombre blanco heterosexual pobre de los Apalaches no recibe ayuda para ir a la universidad por blanco heterosexual patriarcal, pero una persona como la nueva vicepresidenta, hija de una Bramán (la casta más alta) india y un economista jamaiquino de Ivy League, recibe ayuda por mujer, y por negra-asiática.
Los argentinos blancos que viven en Estados Unidos le marcan Hispanic a todo formulario que les den, por qué negarse a una ventaja gratis?
Creo que muchos que critican la "comparación" del gobierno de EEUU con el catolicismo no entendieron el punto del artículo. El autor no los iguala, solo muestra que en ambos casos hay un paralelismo en la decadencia reciente de ambas instituciones (el papado católico por un lado, la democracia liberal estadounidense por el otro).
ResponderEliminarRespecto a Trump: no es el katejon ni un paladín católico, pero con todas sus deficiencias, fallas y promesas incumplidas, fue un obstáculo grande a las élites globales anticristianas que ya están tan bien fortalecidas y desarrolladas que ya prácticamente se muestran abiertamente (hasta hace poco hablar de "nuevo orden mundial" o "gran reseteo" era cosa de conspiranoicos, hoy las élites usan sin problemas los términos y publican su agenda, por ejemplo en el Foro Económico Mundial). Lo "toleraron" (atacándolo como jamás otro presidente estadounidense lo fue) por 4 años y se aseguraron que no hubiese posibilidad de que ganara. Con Biden todo vuelve a la "normalidad" y la implementación de la agenda globalista vuelve a toda máquina. Curiosamente, Biden es nominalmente católico y como senador por bastante tiempo fue pro-vida (diferentemente de la también nominalmente católica Nancy Pelosi, abortista hace décadas). Otro "católico", junto con el papa, trabajando activamente para traer el reinado del Anticristo.
Bueno por lo menos publiquen el comentario de que la cupula no es obra solo de Buonarroti, el proyecto original es de Bramante y luego de M. A. B. la siguio Bernini.
ResponderEliminarArquitectos de la cupula de San Pedro:
ResponderEliminarBramante, Rafael Sanzio, Antonio da Sangallo el Joven, Miguel Ángel, Carlo Maderno y Gian Lorenzo Bernini
Babilonia....politica y religiosa.
ResponderEliminarSe han derribado ya los tres pilares de la Civilización: Los principios de la filosofía realista, la Fe y el Orden Romano.
ResponderEliminarLos líderes que encabezan las principales instituciones son ilegítimos y fraudulentos, en franca oposición a las leyes seculares, a las leyes de la Iglesia y a la misma Ley Divina. Son ilegítimos de origen y de ejercicio.
El orden fenicio ha derrotado el orden romano, el príncipe de este mundo estrangula el orden natural, y los malvados tienen el poder de vencer a los justos (Apc. 13-7 -http://www.curas.com.ar/Documentos/Straubinger/73%20Apocalipsis.pdf).
Gobiernan los malvados que habitan bajo aquella cúpula vaticana y prácticamente todas las cúpulas de la tierra, los que han apostatado de toda fe y de todo principio. Gobiernan en contra del Ser.
Sus actos se contraponen con los de los buenos gobernantes como se lee en Proverbios cap. 29 (http://www.curas.com.ar/Documentos/Straubinger/22%20Proverbios.pdf).
Los hechos actuales son los esperados por los cristianos de fe. Están en las profecías que atraviesan toda la Escritura; estamos viendo los signos que preceden a la segunda venida.
Querido Wanderer, la Apostasía está consumada. Está consumada en todo los ordenes de las cosas, desde la religión sincretista hasta el folclore adulterado. Se ha enfriado la caridad y hemos rechazado al Salvador Verdadero esperando la salvación de otros, somos en nuestro tiempo la “higuera maldita” de Mateo 21:18-22 (http://www.curas.com.ar/Documentos/Straubinger/47%20San%20Mateo.pdf).
Ramón I Agüero
el new york times sobre Biden
ResponderEliminardicen que es el símbolo del ascenso del cristianismo liberal
President Biden is perhaps the most religiously observant commander in chief in half a century. A different, more liberal Christianity grounds his life and his policies.
https://twitter.com/nytimes/status/1353105241986789378
nos lo van a querer vender como nuevo modelo de católico
Ya lo hicieron. Y ya compraron todos.
EliminarLa catolicidad no pasa por donde han creído.
Ni por debajo de la cúpula. De ninguna cúpula.
Aunque puede permanecer allí por un tiempo, claro está.
Vanidad de vanidades, y todo vanidad.
Anónimo del 23 de enero a las 23:56. No le quepa la menor duda. Se ha desparramado por la web una foto de Joe Frauden en su escritorio de la Casa Blanca con un retrato del papa Francisco colocado sobre un mueble accesorio que contiene más fotos y otros adornos. A buen entendedor...
ResponderEliminarAnónimo de las 20:41 - Joe Frauden es un buen apodo para nosotros hispanohablantes. Los yanquis que no simpatizan con él lo llaman "Creepy Joe", por su tendencia irrefrenable a ponerse cariñoso con las mujeres que tiene cerca, inclusive menores, dejándolas en situaciones bastante incómodas (claro que no sale ninguna feminista a criticarlo).
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en líneas generales con fuentovejuna y Carlo. La comparación es acerca de ambas decadencias. Y con respecto a Trump, hay algunos que son un poco exigentes con él, pretenden que sea una mezcla de San Fernando de Castilla y San Luis de Francia, aderezado con una pizca de Carlomagno y algo de la prudencia de Oliveira, y no lo es, pobre Donaldo, y ha hecho lo que buenamente pudo, creo yo. Pero imputarle que no tomó la reserva federal, destruyó el deep state, le puso los puntos al poder internacional del dinero etc. es un poco excesivo. Yo rezo para que se convierta y pueda ser dócil a la voluntad de Dios.
ResponderEliminarSobre Estados Unidos solo diré:
ResponderEliminar"En este país excluimos a las iglesias nacionales de modo tal que todos los protestantes pudieran sentirse como en casa y por igual. También desprotestantizamos al país de modo que los católicos se sintieran más cómodos. Luego descristianizamos los Estados Unidos para que los judíos se sintiesen mejor acogidos y finalmente abolimos todo vestigio de religión para que ateos y agnósticos no se sintieran excluidos"
"La Iglesia peregrina de los siglos" de Thomas Molnar, editorial Gladius; Pagina 44.
“Este fin no es sin duda el “fin del mundo”, en el sen tido total en que algunos lo quieren entender, pero es, al menos, el fin de un mundo; y si lo que debe acabar es la civilización occidental bajo su forma actual, es com prensible que quienes se han acostumbrado a no ver nada fuera de ella, a conside rarla como “la civilización”, sin epíteto, crean fácilmente que todo acabará con ella y que, si ella llega a desaparecer, eso será verdaderamente el “fin del mundo”. Di remos pues, para llevar las cosas a sus justas proporciones, que parece desde luego
ResponderEliminarque nos aproximamos realmente al fin de un mundo, es decir, al fin de una época o de un ciclo histórico, que puede por otra parte estar en correspondencia con un ciclo cósmico, según lo que a este respecto enseñan todas las doctrinas tradicionales. Ya ha habido en el pasado muchos acontecimientos de este género y sin duda habrá otros en el porvenir; acontecimientos de importancia desigual, por lo demás, según den fin a periodos más o menos amplios y según conciernan al conjunto de la hu manidad terrestre o solamente a una u otra porción de ella, una raza o un pueblo determinado. Es de suponer, en el estado presente del mundo, que el cambio que sobrevendrá tendrá un alcance muy general, y que, cualquiera que sea la forma que revista, y que no intentamos definir, afectará más o menos a la tierra entera. En todo caso, las leyes que rigen tales acontecimientos son aplicables analógicamen te a todos los grados; también lo que se ha dicho del “fin del mundo”..
Guénon René,
La crisis del mundo moderno,
Barcelona, Ediciones Obelisco, 1982