lunes, 22 de junio de 2020

Trump, un cuervo blanco

El año 2020 es un año raro. Estamos rodeados de rarezas que  se tornan desconcertantes y nos confunden. A veces nos alegramos por lo que nos parece ver entre la niebla; y a veces nos desanimamos. Pareciera que nos hemos adentrado un poco más en esa “tierra de sombras” que nos hablaba Tolkien y que dio origen al nombre de este blog.

En el artículo anterior comentamos la rareza de un arzobispo pronunciándose públicamente contra el concilio Vaticano II. La pandemia ha convertido a las ciudades y al mundo en paisajes raros e impensados hace apenas unos meses. El asesinato por parte de la policía de un ciudadano americano de raza negra —hecho bastante frecuente en Estados Unidos—, ha producido extrañamente una reacción en cadena en buena parte del mundo que ha terminado con la decapitación de estatuas de Cristobal Colón. Todo muy raro.

Hay un denominador común que se repite incansablemente en todos los medios de comunicación y que repiten incansablemente políticos y gente seria de toda laya. Me refiero al ataque permanente a Donald Trump y, en menor medida, a otros gobiernos tildados de “populistas”, vocablo resignificado y que sirve para embolsar allí a todos los indeseables.

Y aquí es necesario ser asépticos y armarnos de rigor y honestidad intelectual: más allá de los cuestionamientos o incluso rechazo que muchos podemos tener hacia Estados Unidos, hacia el pavo del Día de Acción de Gracias y hacia las hamburguesas, lo cierto es que el presidente Trump está siendo atacado por los enemigos del orden cristiano, incluido el papa Francisco. 

Sería una inferencia lógica ilegítima concluir con la identificación de Trump con el cristianismo, pero sería también ilegítimo e intelectualmente deshonesto arrumbarlo con los enemigos, aduciendo que es parte de lo mismo. Los hechos demuestran que no lo es, y una buena enumeración de las razones las da Mons. Viganò en la carta que le dirigió hace algunos días.

No se trata de convertir a Trump en un príncipe cristiano; sería fácil enumerar todos los motivos por los que ciertamente no lo es. Sin embargo, sería fácil también encontrar que esos mismos motivos engalanaron a muchas figuras de la historia a las que tenemos por príncipes cristianos, y sabemos perdonárselo. Podríamos citar infinidad de ejemplos, pero me ciño a uno. Carlomagno fue uno de los grandes hombres que más hizo por el establecimiento de la cristiandad. Es una figura fascinante y la estudié durante varios años. De él cuenta su biógrafo y amigo Eginhardo: “… se casó con la hija de Desiderio, rey de los longobardos, y al cabo de un año la repudió sin que se sepa bien el motivo exacto. Entonces tomó en matrimonio a Hildegarda, con la que tuvo tres hijos […]. Tuvo también otras tres hijas […], las dos primeras de su esposa Fastrada […] y ls tercera de cierta concubina cuyo nombre no me viene ahora a la memoria. [Tras la muerte de su tercera esposa Liutgarda] tuvo cuatro concubinas…” (Vida de Carlomagno c. 18, Gredos, Madrid, 1999, 82-83). Advierto que no estoy diciendo que Trump es el nuevo Carlomagno; ni siquiera los estoy comparando. Estoy apelando a la honestidad intelectual y a la justicia. Trump es adúltero, frívolo y mundano como lo fueron muchos de nuestros príncipes cristianos.

Insisto: no afirmo que Trump sea una príncipe cristiano; digo que Trump es el único gobernante actual (podríamos añadir a Andrzej Duda de Polonia) que defiende pública y activamente principios cristianos.

Hace un par de meses, el semanario The Economist, propiedad de la familia Rothschild, publicó un artículo en el que se afirmaba que Trump es, para el Nuevo Orden Mundial, un peligro mayor que el terrorismo, el jihadismo, el comunismo chino o la hostilidad norcoreana (pueden leer una síntesis y reflexión sobre el artículo aquí). Es sintomático: los adalides del establecimiento del Nuevo Orden Mundial dirigen su fuerzas contra Trump, en el año en que éste puede renovar su presidencia. ¿Se tratará solamente de una guerra entre malos y super-malos? Es una posibilidad, pero también hay otra, y es que Trump sea una suerte de “cuervo blanco”, un cuervo raro que podría liderar un movimiento de restauración de algunos valores desechados por la sociedad actual. Y al respecto hay varios datos pequeños pero significativos. Por ejemplo, la semana pasada Trump anunció que retiraría de Alemania diez mil soldados de la guarnición de treinta y cinco mil que USA tiene apostados en ese país desde fines de la Segunda Guerra Mundial. A los alemanes no solamente les molestó esta medida de desprecio (las fuerzas americanas en Europa son parte de la garantía de defensa de la Otan) sino sobre todo, que esos soldados serán probablemente destinados a Polonia, “un país ideológicamente cercano a Trump”, según acusa la Deutsche Welle. 

La semana pasada, Francesco Agnoli publicó en el blog de Marco Tosatti un análisis muy interesante que sintetizo a continuación:

En 1991, George Bush, presidente republicano, desató la primera Guerra del Golfo contra Saddam Hussein. Al hacerlo, hablaba de un “Nuevo Orden Mundial” que estaba emergiendo, liderado por Estados Unidos como potencia hegemónica. Sólo la iglesia católica tomó partido contra esta guerra, denunciando, además de las víctimas, la desestabilización del mundo islámico.

Como sabemos, las guerras del golfo no lograron su objetivo, más bien todo lo contrario. Estados Unidos reveló su incapacidad para doblegar y controlar a Irak. Se empantanaron en Medio Oriente y generaron lo contrario de lo que se esperaba de ellos: después de las dos guerras el “Nuevo Orden Mundial” se alejaba.

En 2016 ocurrió lo inesperado: la batalla por la presidencia de Estados Unidos parecía ser una vez más entre demócratas y republicanos, es decir, entre dos caras de la misma moneda. Pero apareció Donald Trump, quien primero ganó las internas, y luego derrotó a Hillary Clinton, la punta de lanza del sueño mundialista. Los primeros que no podían creer este triunfo fueron los mismos republicanos (como Bush o Romney).


Trump tiene muchos pecados a los ojos del “estado profundo”, democrático y republicano: en primer lugar ha puesto fin a las guerras interminables, a la lucha contra el eje del mal desatado por Bush y la consiguiente réplica terrorista del extremismo islámico. 

Trump sigue siendo un estadounidense, con el patriotismo algo nacionalista que nos molesta, pero ha comprendido que el sueño de un mundo dominado por los EE.UU. ya no se puede perseguir, y que en todo caso no son las guerras las que lo generan. Donald prefiere tratar de mantener la supremacía económica, con guerras aduaneras, guerras económicas, pero no más millones de muertes.

Esta visión antiglobalista y antiintervencionista de Trump es, para los defensores del Nuevo Orden Mundial, completamente errónea. Ellos necesitan a Estados Unidos e Inglaterra para unificar el mundo, pero ni a Trump ni Boris Johnson les interesa esa agenda.

Por lo tanto, hay que derrotar a Trump para reabrir al expansionismo militar americano y para ajustar cuentas con la Rusia de Putin, que ha vuelto a ser una superpotencia, al menos desde el punto de vista geopolítico.

Fracasada la acusación de apoyo ruso a Trump, había que buscar otra cosa. Y así, a pesar de que afroamericanos muertos por la policía ha habido, y en abundancia, bajo presidencias pasadas, incluida la de Obama, la muerte de Floyd se ha convertido en culpa de Trump.

El “Nuevo Orden Mundial” está, en este momento, por muchas razones, bastante lejos. Hay muchos obstáculos fuera (China y Rusia, por ejemplo, no son tan fáciles de dominar), pero el problema está, en primer lugar, dentro: Donald Trump y Boris Johnson están ocupados en otros asuntos. ¡Debemos eliminarlos para empezar de nuevo con el proceso interrumpido!

Trump ha sido el Presidente que no se limitó a las declaraciones pro-vida: no sólo se expuso públicamente al participar de la marcha por la vida, sino que nombró a jueces pro-vida y se metió en una lucha muy dura con la empresa multinacional de abortos Planned Parenthood.

Se trata de un presidente que, sin estar libre de defectos, obviamente, ha elegido estar a favor de la vida en todos los sentidos. Cuatro años de presidencia sin una verdadera guerra es una novedad que los católicos, incluido el Papa Francisco, deberían notar.


Hasta aquí la síntesis en que se relatan hechos. La defensa de valores tradicionales como la vida, como la existencia de Dios, como la necesidad de la oración y la finalización de guerras injustas, la ha hecho Donald Trump. Mal que nos pese, no ha venido de los presidentes católicos de la América española. Quizás sea momento de abrir los ojos, dejar de lado las ideologías y aceptar la realidad.

57 comentarios:

  1. Yo creo que Donald Trump bien puede ser un Ciro de Persia.
    Un elegido de Dios (que no significa que sea un santo ni mucho menos) para guiar la Historia según su Providencia.
    Por lo pronto, veremos.
    A este post suyo, suscribo enteramente.

    ResponderEliminar
  2. Hay muchos adjetivos para calificar a Trump. Por su carácter, por su trayectoria, por el papel que representa en su país y en el mundo... Pero uno que le cabe por excelencia y en primer lugar: Trump es providencial.

    ResponderEliminar
  3. Análogamente Constantino dejó mucho que desear en su vida privada, mandó ejecutar a su mujer y a su hijo, dilató el bautismo toda su vida, politiqueó con la religion, etc. Y es Constantino.

    ResponderEliminar
  4. Me tocó estar un tiempo en US y me quedé sorprendido de la catolicidad de muchos americanos. Nos dejan chiquitos a los sudamericanos. Gente muy comprometida, formada en serio. Intuyo que Trump no ha salido de un repollo.

    ResponderEliminar
  5. Por cierto, Trump no es Carlomagno, ni siquiera Constantino o Teodosio. Yo también lo veo más como un Ciro el Grande, un pagano de alma que por designio providencial favorece a los cristianos, sin distinción de denominaciones.

    Políticamente el sujeto es un nudo de contradicciones: ha sido demócrata y republicano en varios periodos, e incluso estuvo un tiempo con el Reform Party de Perot. En un primer momento lo vi como una versión yanqui de Macri o Piñera, pero a esta altura no se puede negar que el ha optado por un populismo de derecha en un sentido amplio, abarcando a los libertarios, conservadores, defensores de las armas o del homsechooling, etc., aunque obviamente tampoco puede ignorar del todo al bloque neocon, lo que puede explicar ciertas actitudes erráticas en su política exterior.

    Como dijo el Wanderer, ya es hora que los cristianos nos saquemos la ideología de encima: dejemos de pensar que Dios tiene el deber de enviarnos un San Luis de Francia o que la única opción política admisible para los católicos es un remake del franquismo. Dios nos da las señales y auxilios que el estima convenientes y es cosa nuestra tomarlo o no.

    Por lo demás, sigue teniendo mucho de premoderno -o al menos pre revolución francesa- las ideas anglosajonas de derecho judicial, autogobierno local y defensa propia.

    ResponderEliminar
  6. Nada impide a Dios aprovechar circunstancias o hechos políticos, como los que se le atribuyen Trump en este post, para seguir dirigiendo la historia según Su Providencia. Una vez aclarado eso (que vale para cualquier gobernante) corresponde dejarlo de lado.
    El pasaje evangélico de Mateo 12,30 resuelve el problema: "El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama."
    Entonces más allá de lo que dice el refrán -Dios escribe derecho en renglones torcidos- hay que preguntarse si Trump verdaderamente está CON Nuestro Señor.

    Juan Pablo

    ResponderEliminar
  7. Comparto el comentario del Anónimo de las 12:55, aunque nunca he estado en Yanquilandia.
    Pero hay algo cierto: el mayor y mejor esfuerzo de restauración, al menos litúrgica (pero no sólo) tiene en USA su pilar más sólido.

    ResponderEliminar
  8. Le faltó Viktor Orban en Hungría, incluso diría más que el de Polonia.

    ResponderEliminar
  9. Estimado Wanderer, me gustó mucho esta publicación. Vivo en USA, y a veces me cuesta sintetizar conclusiones sobre qué está pasando. Gracias por su análisis.

    ResponderEliminar
  10. "El asesinato por parte de la policía de un ciudadano americano de raza negra —hecho bastante frecuente en Estados Unidos.."
    Incorrecto. El año pasado la policía mató sólo a nueve (9) negros en situaciones donde estaban desarmados.
    Los que matan a los negros son otros negros. Sólo el fin de semana pasado en Chicago murieron al menos 22 negros, a manos de otros negros. El fin de semana anterior fueron 24. Black Lives Matter no dijo nada...
    Es todo un montaje.

    ResponderEliminar
  11. Totalmente de acuerdo. Cuando derrotó a Hilary, mi pensamiento fue: "el Anticristo ha sido detenido"; inesperado por todos, pero ha sido detenido. Y en estos 4 años su valiente trayectoria pro-vida y pro-orden natural confirma que es un instrumento de Dios en este momento totalmente crítico de la Historia.

    ResponderEliminar
  12. Wanderer: ¿tan malo le parece el pavo del Día de Acción de Gracias? ¿tiene algún significado negativo dicha celebración? Siempre me pareció pintoresca.

    ResponderEliminar
  13. A mi no me parece mal y no creo que tenga significado alguno. Pero es el estereotipo del americanismo, que a muchos le molesta.

    ResponderEliminar
  14. Me recuerda la lectura que Mihura Seeber hace del Nazismo como defensor de los valores Cristianos. No doctrinalmente pero si en los echos... Con Trump quizá este pasando algo parecido, sin ser un apologeta cristiano, en los echos concretos está siendo un defensor de occidente...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dos veces no se pudo haber comido la "h"

      Eliminar
  15. Podría ser Trump el Obstáculo del que habla el Apocalipsis? o nos quedamos con que es Benedicto? o ninguno de los dos?
    Con respecto al Día de Acción de Gracias, es malísimo. Porque, a mi humilde opinión, creo que el Estado tomó atribuciones que sólo le competen a la Iglesia.
    Belisario Ortiz

    ResponderEliminar
  16. SR WANDERER

    Tengo en la memoria la imagen de ALBERTITE, presidente, recibido en el Vaticano, donde se le permitio' profanar la EUCARISTIA,(hay fotos muy demostrativas al respecto.Ningun Obispo dijo nada de sus impedimentos.
    Para regresar despues a su pais a implementar la ley del Aborto igualitario y gratuito y
    que se demoro' su aprobacion, por la pandemia,fueron sus palabras hace unos pocos dias ,a sus feligreses o feligresas.Le pondran ley del ABORTA como lenguaje inclusivo?
    No recuerdo sobre que juro'su mandato esta persona ?
    Lo dejaran llegar a Trump ?
    Loa orcos estan sueltos.Y tambie los ostrogodos,cosacos ,gurkas etc

    ResponderEliminar
  17. Para el asustadizo de hs. 16:27 El único problema es lo que ya advirtió el tío Ludwig Feuerbach: "El hombre es lo que come" (Der Mensch ist was er isst).

    ResponderEliminar
  18. Tengo una sospecha respecto del "americanismo". Sospecho que no existe ni existió.
    Se lo debemos al Denzinger y no mucho más. Es como el "Puntanismo", el Lefevenezuelismo o el benedictinismogonzalezcatanense. Una pizca, una microcuestión local, circunstancia e insignificante pero, consagrado en su existencia gracias al Denzinger; ahí está,en las mentes de los que lo leímos y dijimos, cual Fernández, ¡Pucha!.

    No sé. Digo.

    El Séptimo Rey Mago

    ResponderEliminar
  19. No cabe duda que Trump es una piedra en el zapato para el Nuevo Orden Mundial, un enemigo al que hay que eliminar porque se opone al aborto y la ideología de género que la ONU y los gobiernos de las grandes potencias quieren imponer por la fuerza a las naciones endeudadas del tercer mundo.
    Por eso que la Iglesia debería reparar en la figura de Trump porque defiende al cristianismo mejor que cualquier presidente cristiano, lo veo medio difícil.
    Por ser un enemigo de Trump el Papa Francisco es un socio ideal del Nuevo Orden Mundial, por eso para las próximas elecciones de noviembre en EE.UU. Francisco apoya decididamente a Joe Biden, el candidato demócrata gran defensor del aborto.
    Francisco ha dicho que está en contra del aborto, eso es cierto, pero no debemos poner la oreja en lo que dice sino observar lo que hace.
    Una vez Néstor Kirchner reunió a los empresarios que estaban preocupados por su discurso económico de izquierda y les dijo: ustedes no se fijen en lo que digo, fíjense en lo que hago.
    Del igual modo, los católicos no deberíamos fijarnos en lo que el Papa dice sino en lo que hace, así que si dice que está contra el aborto pero apoya a Biden contra Trump, es evidente que está a favor del aborto por más que de pico diga lo contrario.

    ResponderEliminar
  20. Si investigan sobre el padre de Trump comprenderán mas todo esto que esta pasando

    ResponderEliminar
  21. Trump junto con Jhonson en Inglaterra encarnan la identidad cultural de sus respectivos paises, de la misma manera que esta sucediendo en Polonia, Hungria, Croacia (a la cabeza de los paises que antes fueran oprimidos por la URSS), de hecho la misma Rusia esta tambien encaminandose por ese camino (que la gilada crea que hay rispideces entre Putin y Trump no quiere decir necesariamente que sean ciertos).

    Huntingtton reconoce como estados lideres entre de lo que el llama la civilizacion Occidental a USA y el UK, lo mismo sucede con la Rusia con respecto a la civilizacion Ortodoxa (el usa civilizacion para referirse a la cultura, de hecho su segundo libro sobre el tema corrige el error).

    Con la caida del comunismo, Occidente creyo en el fin de la historia (Fukuyama) se equivocaron de cabo a rabo, y dejaron que el germen del neo marxismo, que estaba latente, se apoderada de occidente (en especial la europa occidental asi como la civilizacion latinoamericana).

    Despues de 28 años de ese error, USA, UK, Rusia y cía, han empezado un camino en defensa su identidad cultural. La siguen los paises del viejo bloque sovietico.

    El enemigo es claro, dentro de las mismas fronteras el Neo Marxismo cultural (y sus grupos radicales), fuera de las fronteras el Islam y la China Roja.

    Las guerras de septima generacion, que son las que estan en acto, no se pelean ya con ejercitos, barcos y aviones (estos tienen que existir, para no ser usados) sino que se pelean en la mente de la gente.

    Europa Occidental que ya en perdio su identidad cultural, y cayo en manos del Islam y por otro lado, a nivel global, aparece otra civilizacion (cultura) que disputa el poder global por primera vez en su historia, China.

    Todo esto en un mundo "liquido" (segun Bauman) en donde las generaciones actuales, y venideras no solo no saben quienes son y de donde vienen, sino que ademas no saben donde estan y mucho menos adonde van.

    En todo ese escenario, aparece la derecha neo conservadora de Trump, Jhonson, Putin, Polonia, Vox en España, etc.

    Es la batalla del siglo XXI, tengo 44 años, creo que voy a tener vida, si Dios quiere, para ver como termina.

    Benigno





    ResponderEliminar
  22. Personalmente creo que Trump arrasará la presidencial. La Deep America es todo lo contrario al Deep State masón, satánico y demócrata (liberal). No obstante Biden afirma que ganará cómodamente (viejo ya gagá y seriamente cuestionado por pedófilo) pero que si perdiera harían lo que sea para derribar a Trump. Donald ya le contestó a Sleepy Joe, pero sabe que desde ayer en Tulsa su vida está en juego. Y tal vez un intento de secesión.
    Se juega mucho mas que el Salón Oval, tal vez se juegue el mismo Occidente y la Iglesia.

    El Ignoto

    ResponderEliminar
  23. Don Wanderer, link a un sitio de discusión ortodoxo, en el que sus animadores apoyan a Trump:
    https://www.monomakhos.com/does-this-arena-look-empty-to-you/

    Para su información, gracias

    ResponderEliminar
  24. Interesante análisis Wander.

    Pero entonces ¿dónde queda su cooperación con el sionismo por medio de su yerno Jared Kushner? ¿Los sionistas apuestan a todos los números? ¿O de repente el sionismo se opone al Nuevo orden Mundial? ¿O simplemente las personas somos incoherentes, y por su hija rompe un tanto su línea ideológica en asuntos que tocan a Israel?

    Por otra parte, históricamente los republicanos siempre fueron antiimperialistas, y más centrados en la vigilancia fanática de las libertades civiles y la propiedad de la clase media (el american way of life, el sagrado "americanismo" del que alguno se ríe) que en aventuras imperialistas que sólo beneficiaban a la plutocracia financiera y mercantil, más propia de los demócratas (a los cuales también votaban los proletarios porque les prometían coberturas públicas).

    ResponderEliminar
  25. El americanismo, primacía del hacer sobre el ser, del obrar sobre el contemplar, si no me equivoco.
    Bergoglio es americanista, según refleja su diario devenir...

    ResponderEliminar
  26. nachet: Sí, los juríos apuestas a todos los números... que tienen posibilidades de ganar. Repase los grupos que había en tiempos de Nuestro Señor, y verá que esa política es vieja. Siempre ganarán, hasta el día en que Babilonia se hunda en el mar.

    ResponderEliminar
  27. A MANERA DE "DESCARGO", POR HABER PUBLICADO VARIAS COSAS SOBRE TRUMP
    (Del muro de "Facebook" de ... SRC, del 7 de junio.-)

    Conozco, por haberlo estudiado, el fenómeno histórico-político norteamericano y su sentido. Y siempre lo he valorado muy, muy negativamente.
    Ahora bien: no hay ser ideológico. Trump es un outsider (el propio Bush lo ha dejado en claro). No es un típico presidente norteamericano. Y hoy, ante la terrible marejada globalista, él se muestra como un formidable obstáculo. El principal y casi único. Ha hecho de "patriotas contra globalistas" su lema, con fundamentaciones en discursos ante la ONU (o sea, actos de Estado) que, desde un punto de vista teórico, se puede suscribir desde la tradición sin agregarle ni una coma, y sin quitarles nada (no habla allí de "libertad", ni de "democracia", ni de "derechos humanos").
    Y acompaña ese lema con medidas efectivas pro-vida, anti-ONU, pro- trabajo y producción (de los norteamericanos, of course: es patriota), anti-censura de las redes globales (en manos de enemigos), pro-culto (frente a la complicidad de tantos jerarcas -con Bergoglio a la cabeza-); con más el hecho de casi no haber actuado militarmente en Oriente Medio, como se estaba haciendo de modo criminal desde los '90. Y un buen etcétera, casi siempre positivo.
    A eso se le suma el haber sido desde el comienzo la bête noire de todos los enemigos del orden natural, de las patrias y de Dios.

    ResponderEliminar
  28. Estimado Nachet, también he pensado varias veces el apoyo incondicional de Trump al estado de Israel.
    Siempre me ha simpatizado la causa palestina y he rechazado la causa israelita, y todo debido más bien a una cuestión ideológica. Los palestinos, como la mayoría de los árabes de esa zona, son musulmanes y políticamente inclinados a la izquierda, no sé si por conveniencia o convicción. Israel, nos guste o no, es un tapón en el Meditarráneo para el expansionismo musulmán. Si no fuera por Israel, es probable que ya los árabes hubiesen terminado de invadir Europa, no sólo a través de la inmigración, sino por una invasión liza y llana.
    Estimo que el apoyo de USA y del Brasil de Bolsonara a Israel, además de otras muchas razones, puede tener que ver con frenar la invasión musulmana.

    ResponderEliminar
  29. Muy esclarecedora está entrada Wanderer, y alentadora.

    ResponderEliminar
  30. ¡Magnífica entrada Wanderer!.
    Abrazos fraternos.

    ResponderEliminar
  31. Los trumpistas cristianos celebraron la designación del juez supuestamente conservador Gorshuk para la Corte Suprema. Hace unos días esta criatura del trumpismo mostró su verdadera índole liderando la mayoría de la Corte en un fallo groseramente pro-LGBT. En él se validaba la noción de la identidad de género autopercibida. Se trataba del empleado biológicamente hombre de una casa de servicios fúnebres que se empeñaba en vestirse de mujer, fue despedido por su empleador y le hizo juicio a este, llegando hasta la Corte Suprema. El fallo de Gorshuk le dio la razón al empleado.

    ResponderEliminar
  32. ¿Alguien recuerda quién fue el que dijo que Israel era una avanzada de Occidente en Oriente?
    Quizás no fue tal la frase, mas sí el sentido.
    Agradeceré si alguien tiene mejor memoria que yo.

    ResponderEliminar
  33. Nachet,

    No me reía del americanismo en tanto que algún tipo de forma de ser de la gente del país del norte, ni del americanismo en tanto que ser pro yankee. Me reía del peso relativo de la “herejía americanista” y de si acaso tuvo alguna relevancia (que yo digo que no) en algo. Le ha jugado una mala pasada el hacerse el banana.

    Respecto el apoyo al estado de Israel, tendré que decir que coincido con la lectura última que hace wanderer. Ah y otra cosa, esa idea anti judía y pro islamica que campea en estos mundos me da pavor.

    Anónimo de las 20:55, tiene muchos ejemplos de tipos que piensan así, desde Alain de Benoist a Olavo de Carvalho, y de Henry Kissinger a Raymond Aron a James Buchanan.

    El séptimo rey mago

    ResponderEliminar
  34. Al anónimo de las 20:55 Creo recordar que un autor ,porque no debió ser el único, fué Alberto Falcionelli, en alguno de los libros que leí en mi juventud...

    ResponderEliminar
  35. Benigno Europa Occidental cayó en manos del besacoranes.

    ResponderEliminar
  36. La doctora argentina Mariana Colombres Garmendia ((M.N. 147897)) desmiente contundentemente a los medios y el relato oficial del gobierno. Su zona de atención es San Miguel, Bella Vista y José C. Paz. Ella está denunciando a través de las redes sociales lo que muchos profesionales de la salud no se atreven a decir o que es un “secreto a voces” en los pasillos de los hospitales y clínicas: que muchos pacientes son ingresados con sospecha de Coronavirus y ni siquiera presentan síntomas compatibles. Impactante entrevista para que abran los ojos.
    https://pablomunoziturrieta.com/2020/06/19/medico-en-argentina-las-cifras-de-infectados-y-muertos-por-coronavirus-estan-infladas/

    ResponderEliminar
  37. Puede que Israel sea el muro de contención contra una posible invasión musulmana. O puede liderar esa invasión contra occidente. Nada impide que estos pueblos semíticos se unan contra el enemigo común. No se olviden que ambos pueblos siguen identificando al occidente con el cristianismo, aunque ya no queden sino restos de lo que fue la civilización cristiana. Y tanto el islam como el judaísmo guardan un odio inextinguible contra el cristianismo.

    ResponderEliminar
  38. Un comentarista ha citado a Constantino como ejemplo y referencia.
    Desde mi ignorancia,que acepto;hacer notar qué la intervención de Constantino en el cristianismo, quizás y posiblemente, haya sido lo peor que pudo ocurrirle a los planes de Jesús el Cristo sobre su Iglesia, y cuyas consecuencias se están sufriendo más ahora lo estamos viendo dos mil años después. Ser mas fieles a los CARISMAS que a los que parecen ser hombres CARISMÁTICOS y no lo son, quizás,sea la solución para qué al mundo no le ocurra lo que a la torre de Babel que parece és lo que está ocurriendo ahora: una gran crisis social también de FE,un mundo,sin espíritu.

    ResponderEliminar
  39. Anónimo de las 20.55:
    tal vez se esté refiriendo a Netanyahu, hace unos años en rueda de prensa en Berlín dijo expresamente que "Israel es una fortaleza de la civilización occidental en Oriente Medio":

    https://www.dw.com/es/netanyahu-israel-es-una-fortaleza-de-la-civilizaci%C3%B3n-occidental-en-oriente-medio/a-19052477

    Por otra parte, creo se subestima el papel que juega el "cristianismo sionista" en la llegada y sostenimiento de Trump en el poder:

    "El sionismo cristiano es parte constitutiva de la concepción teológica de la historia que para Georges Corm convierte a Occidente en una «mitideología», según defiende en su libro titulado Europa y el mito de Occidente. Dentro de esta concepción, que dota de una identidad homogénea a la civilización que tuvo su cuna en las antiguas Grecia y Roma, el Estado de Israel es un esqueje supuestamente de la modernnidad y la ilustración injertado en medio de un entorno islamofascista, la única democracia consolidada de la región según la aparente percepción de los líderes del antaño autoproclamado «mundo libre»."
    (De aquí): https://laicismo.org/trump-el-mesias-del-sionismo-cristiano-2/

    Por cierto los cristianos sionistas creen que Cristo volverá al mundo en un lugar físico, que es el de los comienzos: Jerusalén; pero para que ello pueda suceder dicho territorio debe estar en manos de gente previsible, y esos son los israelíes, que precisamente tienen una democracia "a la occidental"; a los islámicos los consideran imprevisibles y totalitarios y por tanto si están en dicho territorio serían un obstáculo para la vuelta del Mesías. De ahí que don Donald se esmerara en proclamar a Jerusalén como capital exclusiva de Israel.

    Armando B. A. Taholas

    ResponderEliminar
  40. Trump es el Gorbachov del imperio yanqui. En Rusia no recatan esa verdad. Trump es el encargado por Putin de desmontar los Estados Unidos y sumirlos en una guerra civil. De momento está haciendo bien su papel. Es el gran enterrador. Y será también será el gran enterrador de la derecha.

    ResponderEliminar
  41. Estados Unidos es un país que se jacta de su libertad "the land of the free", pero nunca me pareció muy verdadero fronteras adentro. Siempre ha sido un país muy propenso a entusiasmos colectivos cuasireligiosos acompañados de histeria de masas y pánicos morales en los que se exige que toda la población se someta de forma unánime a la voluntad de ese movimiento.
    Un ejemplo de eso fue cuando en la década del 30 se convirtieron en el único país no musulmán del mundo en prohibir el alcohol. Ejemplos más cercanos de menor o mayor intensidad serían el Macartismo (ahora parece menos malo que hace unas décadas, McCarthy tenía razón en muchas cosas), o lo que sucedió después de 9/11 cuando decidieron invadir Iraq justificándose en evidencia falsa.

    En este momento está sucediendo en Estados Unidos que personas pierden su trabajo porque compañeros de trabajo los denuncian por "tweets" que escribieron en 2012 o 2013 cuando la moda social era más tolerante del humor mordaz o negro, y que ahora aparecen como enunciados intolerables para el pensamiento políticamente correcto, también están perdiendo el trabajo personas que no escribieron nada que viole la norma políticamente correcta, pero que siguen a personas que no son políticamente correctas. Leer a esas personas alcanza. La turba interpreta al silencio como complicidad, no como inocencia, y exigen que te arrodilles y pidas perdón por ser blanco.
    Es una versión moderna de las cazas de bruja de Salem, tal vez una herencia del puritanismo que fundó ese país. Ahora le dicen Cancel Culture.
    Existe terror a perder el trabajo por decir algo incorrecto (lo correcto cambia velozmente también). No existe separación entre vida pública y privada.
    Del mismo modo en que el congreso estadounidense votó a favor de la guerra de Iraq, aunque sabían que no tenía armas de destrucción masiva (si Hans Blix, las Dixie Chicks, y todos los demás páises del mundo lo sabían, ellos también) por temor a parecer como traidores poco patrióticos ante una turba que sólo pensaba en desquitarse rompiendo algún país, así hoy en día aceptan cualquier directiva del movimiento por temor a parecer racistas y perder su trabajo. No se puede discutir ni una coma del Black lives matter.

    Lo que pasa en EEUU es muy peligroso porque todo lo que sucede ahí se termina esparciendo por todo el planeta a través de los medios, tanto clásicos como series de TV o películas, como los nuevos como Twitter.
    Ya vimos algo así hace poco en la Facultad de Derecho de la UBA cuando le impidieron hablar al exministro de seguridad de Bolsonaro que metió preso a Lula da Silva siendo juez.
    Volosin, la jurista que impulsó el boycott a Sergio Moro, es Doctora en derecho de Yale y joven, forma parte de esa cultura.
    Con eso alcanza para preferir que gane Trump. Se viene un grado de opresión ideológica muy grande desde la izquierda al resto de la sociedad.

    ResponderEliminar
  42. Estimado séptimo rey mago:

    No sé que es "hacerse el banana". El americanismo es la variante gringa del liberalismo católico, caracterizada, probablemente, por la fanática defensa de los derechos civiles y la libertad (mal entendida) religiosa, o sea la indiferencia estatal a la religión y la libertad absoluta de culto. Un nacionalismo liberal católico estilo yanqui. ¿No tuvo importancia? Tal vez como corriente propiamente dicha, no llegara más allá de la condena papal de León XIII, pero despojada de sus aspectos más radicales, es evidente que subsiste en la Iglesia peregrina en EEUU: por ejemplo, hablarle a un católico yanqui de la confesionalidad católica del estado le resulta incomprensible.

    ResponderEliminar
  43. Estimados Wanderer y Âνδρέας 1/2:

    Tal vez por vivir en la península y heredar el conocimento (y prevención) sobre el islam que acá llevamos en los genes, me aparto muy mucho de la interpretación sobre el papel de Israel. Lo de centinela de occidente que contiene a las hordas bárbaras musulmanas es, precisamente, lo que el sionismo desea vender.

    Israel es la plasmación de un nacionalismo laico, que emplea al judaísmo como forma de unificar a su pueblo, pero al que importa más la neolengua hebrea que la Torá. Uno puede vivir perfectamente en Israel siendo ateo, pero no sin saber hebreo. Es una ideología completamente liberal, basada en la deificación de la soberanía nacional representada en el parlamento. Es, pues la avanzadilla del liberalismo democrático (burgués que diría Marx) en Oriente Próximo, en absoluto avanzadilla de nada que pudiesemos llamar "occidente cristiano" cultural o moral en algún modo.

    Israel es criatura de EEUU, primeramente como plasmación ideológica del sionismo, un movimiento que halló su mayor apoyo en aquel país, y secundariamente como aliado preferencial en un área de interés geoestratégico y económico para la potencia yanqui: muy cerca hay petróleo, gas y un bonito canal por el que puedes ir en barco desde Nueva York o Londres a la India y China sin dar la vuelta a África.
    En cuanto a la relación con los países árabes del entorno (bueno, y turcos, e iranios), Israel es la mejor solución a los problemas que ella misma crea. Algo que quizá no se vea con claridad desde América es que el mundo musulmán (y el árabe, que no es lo mismo) está de forma intrínseca, y desde sus mismos comienzos en el siglo VII, minado por la discordia y la desunión. La pluralidad de sectas, nacionalidades y reivalidades dinásticas garantizan que sea extraordinariamente difícil que se presente unido para ser una amenaza para "occidente". Únicamente los sultanes otomanos llegaron a conseguirlo en tiempos modernos, y sus súbditos árabes, por celos étnicos, y pese a compartir religión, fueron los primeros que acudieron a cortarles el pescuezo e independizarse en cuanto tuvieron oportunidad.

    ResponderEliminar
  44. Estimados Wanderer y Âνδρέας 2/2:

    Bien, pues Israel, y la desposesión que a los palestinos provocó, son el catalizador ideal para todo tipo de mesías árabes (también musulmanes no árabes, aunque en menor medida) que ambicionen el poder. No existe árabe que no odie a Israel con todas sus fuerzas, de modo que cualquiera que pueda perjudicarle, levantará sus simpatías.

    A mayor abundamiento, si durante las primeras décadas fueron líderes nacionalistas árabes los que encabezaban el movimiento antisionista (demagosos corruptos, pero tolerantes con el cristianismo), desde hace 25 años son los psicópatas asesinos jihadistas salafistas los que llevan la voz cantante. Y ya hemos visto, en el malhadado estado islámico, en el norte de Nigeria, o en la Cirenáica, como se las gastan esos hijos de satanás con los cristianos: expulsión y degollina. Gracias a El Asad y Putin, se ha podido acabar con ellos en Siria. No, no son santos de altar (no quedan de esos entre los gobernantes), pero han hecho un servicio a las comundiades cristianas en Oriente próximo: salvarlas de la destrucción.

    Porque esa es la última: los más perjudicados de cada movimiento son los cristianos orientales, comunidades martiriales muy poco conocidas por los cristianos latinos, que con su perserverancia y testimonio han mantenido la fe en Cristo en las tierras donde predicó. Los árabes cristianos llegaron a ser mayoritarios en Líbano (ahora minoría aunque importante) y mantienen comunidades relevantes en Siria, Egipto, Irak. Desde que apareció Israel y sobre todo tras la primavera árabe, han sido atacados por todos: los sionistas los desprecian por árabes, los musulmanes los odian por "infieles" y aliados de occidente. Sus comunidades menguan por emigración y persecución, y muchas están a punto de desaparecer. Sólo hay que oír a los obispos locales: advierten contra Israel y contra el islamismo salafista como las dos caras de la misma moneda; los dos extremos de un eje que va a arrasar con lo que queda de cristiano en oriente y van a provocar un conflicto mundial.

    No, Israel no nos defiende de nada, sino que ella crea el problema. Sólo sirve a la causa de los sionistas y de los grandes financieros internacionales, que con la excusa de "defender la avanzadilla de occidente en oriente próximo" van a saquear aquellas tierras y a construir de paso el Gran israel para sus peones en la zona.

    Si Israel desapareciera mañana, no habría ningún tipo de "gran ofensiva musulmana" contra Occidente. Muy al contrario, es probable que cayesen en conflictos de unos contra otros, al eliminar el único elemento que les mantenía unidos.

    ResponderEliminar
  45. Estoy de acuerdo con algunos pensamientos de Wanderer sobre Trump, pero más con Nachet, a quien agradezco sus esclarecedores comentarios. Soy brasileño y voté a Bolsonaro, pero sabiendo que su apoyo incondicional a Israel es dañino al país y al cristianismo en general. Solo que, como en el caso de EEUU, la alternativa era aun peor: progresismo que impone la ideología abortista y LGBT.

    ResponderEliminar
  46. nachet: completamente de acuerdo.
    Creo que su comentario casa bien con mi idea de que Trump pueda ser más bien un Ciro de Persia. Obviamente no es un príncipe cristiano. Tampoco me parece a mí un simple agente sionista. Y desde luego no es políticamente correcto.

    ResponderEliminar
  47. En general la “Christian right” yanqui es pro Israel, por cuanto diversas denominaciones siguen creyendo en una restauración más o menos mesiánica del pueblo judío en Palestina. Yo creo que en parte se debe a la mentalidad bíblica fundamentalista partidaria de un literalismo burdo, ajeno por completo a la hermenéutica de los Santos Padres, y ojo que se puede colar en algunos protestantes convertidos de golpe al catolicismo tradicional: literalismo bíblico y tradicionalismo católico pueden ser una mezcla fatal si no se manejan bien.

    El problema con ese Christian right y su actitud teológica es que juega a favor del influjo de poderosos grupos financieros y burocráticos en cuyos puestos directivos suelen haber muchos judíos a quienes la Torá dejó de importarles hace mucho, cuando no tienen planes completamente ateos, y se sirven de la buena fe de ese protestantismo anglosajón.

    Nachet ha hecho varias precisiones importantes, pero a mi juicio la más importante es que los grandes dañados han sido las comunidades cristianas de Oriente, sean “una cum”, cismáticas o aquellas que rechazan la Cristología ortodoxa, y en ello tienen su cuota de responsabilidad tanto Israel como EEUU. Israel, que en los últimos años ha tenido una actitud de acoso hacia las comunidades que cuidan los Santos Lugares, y EEUU, por su extraña complicidad con los Saud y otras petromonarquías que por años han financiado escuelas coránicas radicales y grupos terroristas en todo el mundo.

    ResponderEliminar
  48. No creo que Trump, Putin, Bolsonaro, y tal vez Jhonson, encarnen movimientos antiNOM. Ellos contrarían y representan a una mayoría que está en contra. Pero no dejan de ser "ellos". No duran más que un tiro en la frente. Quien reemplaza a Trump si lo matan? Quien a Putin? Con sus diferencias, pasa lo mismo que con Rosas o Franco. Personalidades fuertes que logran un efecto contrarrevolucinoario, pero que se agota en ellos mismos porque no logran revertir al sistema.

    Distinto es el caso de Polonia o Hungría, creo, donde la sociedad (que sufrió durante décadas) se ha convertido.

    Y creo no equivocarme al afirmar que la diferencia entre los dos grupos es que, con sus más y sus menos, la Iglesia es fuerte en Polonia y Hungría. La sociedad es católica.

    Carlomagno, Constantino, Carlos V, etc, no dejaban de estar rodeados de santos.

    Alfonso Jesús Vivar

    ResponderEliminar
  49. Alfonso: es un buen punto el que usted hace. Pero no veo la diferencia entre, por ejemplo, Polonia y Hungría de un lado, y Rusia del otro: los tres son víctimas del comunismo, los rusos también la pasaron muy mal; de hecho, por ser el grupo étnico más numeroso, formaron también el grueso de las víctimas. Hay que rechazar el mito que los rusos fueron "perpretadores" y no sufrieron con el comunismo.
    Por otro lado, hay que tomar cuidado para no idealizar esos países y reconocer la verdadera causa principal de su relativo conservadurismo: no es una "conversión" (que ocurrió en un cierto grado, pero que está lejos de ser mayoría absoluta) ni una particular piedad de esos pueblos. La verdadera causa es que el viejo comunismo (el de Marx, Lenin, y Stalin; el del materialismo dialético y de la lucha de clases) era también bastante conservador en cuestiones sexuales, y se centraba en controlar las sociedades no tanto destruyendo valores como la familia, la fidelidad conyugal, los géneros y la concepción, sino que daba prioridad al control económico (abolición de la propiedad privada, dirigismo, planificación). Eso pone el marxismo clásico en las antípodas del izquierdismo post-moderno, surgido en Europa occidental en los 60, y que a día de hoy se encuentra diseminado por el mundo e impuesto de manera casi obligatoria, pues al último no le importa lo más mínimo las cuestiones económicas y se concentra en el reino ideológico y cultural. Eso también hace la nueva izquierda mucho más atractiva a las grandes corporaciones y al capital financiero, que no temen subvencionarla generosamente porque dejaron de ser el enemigo, que ahora es el hombre blanco heterosexual de clase trabajadora (los "deplorables", como dijo Hillary en las elecciones presidenciales de su país). Corporaciones trillonarias y magnates como Apple, Goldman Sachs, Amazon, Soros, son los queriditos de la nueva izquierda, el antiguo trabajador del "rusty belt" que hace unas décadas era parte de una pujante clase media y ahora está subempleado es el opresor. Una vez que las nuevas generaciones de Europa oriental van creciendo y familiarizándose con esas ideas, estas probablemente se irán imponiendo también en sus países con algunas décadas de retraso. En este sentido creo (quizás también peque de excesivo optimismo) que Rusia, por estar fuera de la UE y por ser considerada enemiga de los valores "occidentales" (en realidad post-modernos) tiene un poco más de chance de mantener un mayor conservadurismo. La posición de Polonia o Hungría, de defender la soberanía nacional y los valores tradicionales al mismo tiempo que se mantiene en el mismo núcleo del globalismo post-moderno (UE, OTAN) es contradictoria e insostenible. Pero el tiempo lo dirá.

    ResponderEliminar
  50. A don Alfonso Jesús Vivar: muy buena su apreciación. Don Gregorio

    ResponderEliminar
  51. Coincido con el giro que ofrecen Nachet y el Palamita. En esta derecha a lo Trump hay elementos positivos, PERO atención: el sionismo financiero ve el catolicismo como un enemigo. Que nos pueda caer empático la crítica al coqueteo zurdo de muchos de la jerarquía, incluido Francisco, no significa que dejemos de tener presente que para esos intereses todo el catolicismo es obstáculo, en todos los sentidos, incluida la doctrina social más tradicional. Es complicado, pero hay que discernir los intereses de esa derecha, que no son los de la tradición católica, y evitar tragarse los caramelos y los dólares que ofrecen en supuestas batallas comunes, porque son caramelos envenenados. Juan el Gris

    ResponderEliminar
  52. Carlo. La verdad que desconocía lo que me cuenta del "comunismo conservador" (puedo llamarlo así?) de Polonia y Hungría. Y puede que tenga razón Ud. Pero, pregunto, no ve diferencias entre ellos y la Rusia actual? Quienes gobiernan en los dos primeros son sostenidos por una sociedad, sino santa, al menos sana. Rusia por el contrario, a pesar de los intentos de Putin, es una sociedad en su mayoría corrompida. (Y en mi opinión, porque ningún Papa cumplió con la consagración exigida por la Virgen para que Dios obre el milagro).

    No veo muchas esperanzas en la "Rusia-sin-consagración". Tienen un armamento fuerte y a Putin, que no deja de ser un excelente ajedrecista (con lo que eso significa en Rusia). Pero no tienen mucho más.

    Coincido con lo que me dice al final sobre la contradicción de Hungría y Polonia / Unión Europea. Creería que tratan de "sobrevivir", y, mientras puedan aguantar lo hacen. Con qué resultado corporal, no lo sé. Pero espiritual creería que muy bueno.

    Alfonso Jesús Vivar

    ResponderEliminar
  53. https://religionlavozlibre.blogspot.com/2020/05/la-incomprendida-estrategia-de-trump.html

    ResponderEliminar
  54. Vengo de otros blogs en los que se alaba su artículo sobre Trump, y ciertamente a mí también me parece muy atinado. Quién está con nosotros, no está en contra , mientras persevere...

    A dia de hoy son muy pocos los gobernantes mundiales que de alguna manera defienden la civilización cristiana, y Trump hasta ahora, lo es.

    Recemos por él, y por esos poquísimos que se atreven a disentir del establishment que imponen los medios de comunicación y la masonería, en general. Sabemos quien les inspira...

    Le agradezco su claridad y fidelidad a Cristo.

    Un saludo cordial

    ResponderEliminar
  55. Hay que entender que hay diversas corrientes dentro del sionismo y no todas apoyan a Trump. Existe un sionismo nacionalista por un lado y por otro un sionismo cosmopolita que busca la destrucción del estado de Israel.

    ResponderEliminar