domingo, 7 de marzo de 2021

Tomando mate con Lutero

 

Hace algunos días se conoció un adelanto del libro del médico y periodista argentino Nelson Castro titulado La salud de los Papas y editado por Sudamericana. Aparece allí parte de la entrevista que le concedió Francisco y en la que habla de sus problemas de salud. Se leen textos como los siguientes: “Francisco habló también de sus neurosis, a las que describió como una mezcla de ansiedad y de tristeza, y afirmó que “hay que cebarles mate” y “acariciarlas también”, ya que “son compañeras de la personas durante toda su vida”. O bien: “Es muy importante poder saber dónde chillan los huesos. Dónde están y cuáles son nuestros males espirituales. Con el tiempo, uno va conociendo sus neurosis”.


Estas afirmaciones causaron escozor en muchos sectores católicos: ¿qué era esto de “cebarle mate a las neurosis”? Lo cierto es que, más allá del lenguaje tosco y populachero del Papa, lo que dice está muy bien y tiene sentido cristiano. Debemos aprender a convivir con nuestras enfermedades, físicas o psíquicas, porque forman parte de la finitud propia del hombre caído. Un cristiano que quiere seguir a su Maestro sabe que tiene que cargar su cruz cada día y caminar detrás de Él. En todo caso, deberá poner los medios necesarios para limitar esas enfermedades a fin de que le permitan cumplir sus deberes de estado, pero sabiendo que algunas de ellas lo acompañarán a lo largo de toda su vida. El diabético sabe que debe privarse de los dulces y tener a mano la insulina; el hipertenso debe evitar la sal y no olvidar los inhibidores de la angiotensina; el ansioso debe aprender técnicas de control conductual y en ocasiones deberá recurrir a las benzodiasepinas. Encuentro, entonces, muy sensatas las palabras del Papa Francisco aunque no me guste su modo de expresión, más propio de Mamerto Menapache que de un Romano Pontífice.

En los mismos días, Rizzoli publicó en Italia otro libro pontificio: Sobre los vicios y las virtudes, surgido de una entrevista que le realizara al Papa el p. Marco Pozza, capellán de la cárcel de Padua. El título es, claro, una copia de los specula principis que aparecieron en el Alto Medioevo aunque, como era previsible, de una calidad notablemente inferior. Es interesante ver las reacciones de burla abierta que ha tenido el escrito en algunos medios italianos. “Banalidades”, es lo menos que le dicen. En los adelantos del libro aparecidos en el Corriere della sera se lee la siguiente afirmación del Santo Padre: “Hay personas virtuosas y hay personas viciosas, pero la mayor parte son una mezcla de virtudes y vicios. Algunos son buenos en una virtud pero tiene alguna debilidad. Porque todos somos vulnerables. Y debemos tomar en serio esta vulnerabilidad existencial. Es importante saberlo, como guía de nuestro camino y de nuestra vida”. No podemos sino estar de acuerdo con los periodistas italianos: banalidades que podrían ser dichas por el almacenero de la esquina. 

Pero me interesa hacer notar que encontramos aquí una escalada del argumento anterior. O dicho de otro modo, una aplicación de las recetas utilizadas para enfrentar las enfermedades al caso de las virtudes y de los pecados. Es como si Bergoglio hubiese dicho: “A los vicios [o pecados, que viene siendo lo mismo] hay que cebarles mate y acariciarlos también, porque nos van a acompañar a lo largo de nuestra vida”. Yo veo acá una extrapolación muy peligrosa. En primer lugar, porque las enfermedades no son pecados, aunque algunas de ellas, como las psiquiátricas, puedan ser dispositivas al pecado. Y en segundo lugar, porque aunque todos somos pecadores y “hasta el justo peca siete veces al día” (Prov. 24,16), lo cierto es que Nuestro Señor nos manda que estemos en permanente tensión a fin de evitar el pecado. “Sed sobrios y estad atentos” (1 Pe. 5,8), nos advierte San Pedro, y la prédica de toda la Iglesia ha sido constante en su rechazo al pecado y en la exigencia irrenunciable de tender a su superación. Se nos pide tensión permanente a la santidad, y esto implica atención constante a fin de evitar el pecado. Al pecado no se le puede cebar mate; hay que expulsarlo a patadas.  

Alguien podría aducir que la extrapolación señalada es una ocurrencia mía. Sin embargo, creo que no es así. Más aún, creo que los mates y las caricias están en la base de la teología de Bergoglio. Veamos un pasaje de Amoris letitiae:

303. A partir del reconocimiento del peso de los condicionamientos concretos, podemos agregar que la conciencia de las personas debe ser mejor incorporada en la praxis de la Iglesia en algunas situaciones que no realizan objetivamente nuestra concepción del matrimonio. […] Pero esa conciencia puede reconocer no sólo que una situación no responde objetivamente a la propuesta general del Evangelio. También puede reconocer con sinceridad y honestidad aquello que, por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo.

Tomar mate con lo vicios desemboca irremediablemente en la permisión de las situaciones permanentes de pecado. Traduciendo el párrafo citado, el cristiano que vive en adulterio debe “acariciar” no solamente a su adúltera sino también a su adulterio, al “reconocer que es la única respuesta que puede ofrecer a Dios”. Más aún, debe tener la “seguridad moral” que es eso lo que Dios quiere de él, y seguir en paz tomando mate, y comulgado los domingos en misa. 

Muchas cosas podríamos decir sobre esta teología que perfilan los documentos pontificios. En primer lugar, una confusión desastrosa entre el plano natural (la enfermedad) y lo sobrenatural (el pecado y la gracia). Un artículo muy interesante aparecido en Infocatólica analiza una de las aristas de esta situación en Amoris letitiae, puesto que la exhortación apostólica termina afirmando la posibilidad de poseer la virtud de la caridad sin el estado de gracia. Esto es producto de una fenomenal confusión entre el amor natural, que está caído, y la caridad teologal, y entre ellos hay un verdadero abismo, el salto de la gracia sobrenatural. Pero Francisco confunde, o niega, tal distinción o tal abismo. Es difícil no ver en este condumio teológico la mano de Henri de Lubac y sus malabares entre lo natural y lo sobrenatural. Lo naturaleza, según el jesuita francés, ya estaría transida de sobrenaturalidad o, mejor aún, lo sobrenatural sería casi ocioso porque lo natural bastaría. Y como en el natural humano hay “mezcla de virtudes y vicios” imposibles de erradicar, Dios en definitiva me salva tal como mi natural es, así de machucado y oscuro como lo encontramos en el hombre concreto. 

En segundo lugar, se percibe una especie de freudismo teológico. Para Freud, la psique se cura cuando se consigue encauzarla nuevamente, es decir, cuando los motivos inconscientes, que provocan la neurosis, se convierten en conscientes. Este paso —de lo inconsciente a la conciencia — tiene una función catártica y sanadora. Y por eso el psicoanálisis permite al hombre liberarse de la libertad, le dice que no es responsable de sus propias acciones y de sus desviaciones morales, y que no existe libre elección, porque es el inconsciente el que lo hace todo. Así, se trata de una coartada y un alivio; el hombre ya se siente justificado no del pecado sino de no haber pecado. Freud tiende así a una “moral sin pecado”, en cuanto da una explicación patológica del mal moral.

Análogamente, el Papa Francisco afirma la necesidad de conocer profundamente esa situación de pecado —el adulterio, en el caso de Amoris letitae—, a lo que llama “discernimiento”. Y una vez discernido, el cristiano se dará cuenta que su naturaleza, por una razón o por otra, es tal, con tales vicios y virtudes, y que lo mejor que puede ofrecer a Dios es esto o aquello. Se superó el trauma; el pecado dejó de ser pecado, y todos felices y con la conciencia tranquila. Y esta particular teología, que no es propia de Bergoglio sino que campea en la Iglesia desde hace décadas, se aplica a múltiples circunstancias. Está detrás, por ejemplo, de todas las referencias equívocas a las relaciones homosexuales. No sólo su frase de “¿Quién soy yo para juzgar?”, sino la audiencia que la concedió a un/a trans español/a con su novia; o cuando recibió en la nunciatura de Washington a su amigo Yayo Grassi y su novio, con besos y algarabías.  “Tu naturaleza —dice el Francisco con sus gestos— está irremediablemente herida. Conócete, acéptala, y haz lo mejor que puedas con ella. Dá a Dios lo máximo que puedas en esta circunstancia concreta. Si eres homosexual y por tu naturaleza caída no puedes llevar una vida de celibato, lleva una vida de fidelidad hacia una sola persona. Si es eso lo máximo que puedes dar, y lo sabrás luego del proceso de discernimiento [o de conocimiento a través del psicoanálisis, diría Freud], es eso entonces lo que Dios te pide”. Así como el enfermo debe conformarse con su diabetes y evitar los dulces, así el homosexual o el irremediablemente infiel, debe conformarse con su condición y evitar la promiscuidad. 

Esta teología del Papa Francisco no es nueva. Tiene más de cinco siglos, y un nombre muy definido: luteranismo. 


42 comentarios:

  1. Muy buen comentario! Eso veo que está pasando en muchos católicos desde hace tiempo. Ahora, Bergoglio les da el argumento. Y... sí, es el argumento de Lutero: el hombre no puede vencer al pecado, sólo basta la fe.

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  2. Tal cual. Recordemos que en el sínodo previo a los Amores de Leticia no fueron pocos los obispos que sostuvieron la tesis de que los mandamientos son sólo para algunos escogidos y no para la gran mayoría de la gente. Para la gente común constituirían una especie de tortura psicológica, siendo --según los obispos del sínodo-- imposibles de cumplir.

    Más allá del error antropológico, creo que hay una herejía cristológica de base resucitada por muchos teólogos del s. XX, aquélla según la cual el Hijo de Dios, nacido de la Virgen, se hizo en todo semejante a nosotros, *incluso* en el pecado (lo que explican de mil maneras distintas). Al final del día, niegan la divinidad de Cristo.

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  3. Che, Doc, ¿No sería la doctrina Zaffaroni aplicada a la religión católica?

    Sebastián M. S.

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  4. "...Hay que pecar y pecar mucho!..."

    Martin Lutero

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  5. Magnífica radiografía la suya, don Wander. Así como a través de la justificación por la sola fe Lutero descubrió que Dios perdona los pecados de los hombres, Francisco descubrió que Dios también nos abre las puertas del Cielo si a pesar de convivir con nuestros vicios uno pone lo mejor de sí tratando de ser buena persona.
    Al respecto encuentro dos ejemplos claros:
    1) Es sabido que el entonces Cardenal Bergoglio y el rabino Abraham Skorka solían reunirse a tomar mate tanto en la Arquidiócesis de Buenos Aires como en la sinagoga de Belgrano. Y en medio de esa cebada de amargos con bizcochitos Fantoche le sacaban punta al lápiz arreglando los problemas del mundo.
    Así fue que después de la elección de Bergoglio como nuevo papa, más de una vez Skorka reveló que los dos estaban plenamente de acuerdo sobre el tema de la homosexualidad: no aceptaban el matrimonio pero sí la unión homosexual.
    ¿Por qué Dios vería con malos ojos que dos hombres o dos mujeres se amaran si se respetaban y se prometían ser fieles toda la vida? Después de todo, ellos también tienen derecho a ser felices como cualquiera. ¿Por qué no?
    2) El 4 de febrero Francisco se reunió en Abu Dhabi con el imán sunnita Ahmed al Tayeb de El Cairo y con Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, para ratificar el documento sobre la fraternidad humana universal que dos años antes había firmado en Egipto con el líder musulmán. Y hace pocas horas hizo lo propio en Irak con el líder chiita Ali Sistani.
    Por lo tanto, la nueva teología de Bergoglio demuestra a las claras que la caridad cristiana sobrenatural ha sido relegada a segundo término por la fraternidad humana natural.
    Y si alguna vez Cristo dijo "la paz os dejo, mi paz os doy, no como el mundo la da os la doy yo" (Juan 14,27), ahora nos desayunamos que para Bergoglio la paz de los hombres está primero. De ahí sus esfuerzos coronados por su encíclica "Fratelli Tutti".
    Cristo ya no es el único Camino que nos lleva al Padre, ahora el Padre nos recibe a todos, tanto a los que estamos con Cristo como a los que no están con Cristo, y aún hasta a los que odian a Cristo.
    La doctrina de la justificación por la sola fe de Lutero ahora vino a ser la doctrina de la fraternidad humana universal, el amor entre los hombres, la paz del mundo por sobre la paz de Cristo, la panacea que traerá al mundo la felicidad perdida, esa que Rousseau también vio en el buen salvaje de la edad de oro.
    Bergoglio está convencido y apuesta todos los boletos a eso. Es la Biblia junto al calefón que Discépolo tan bien nos mostró en Cambalache. Y hacia allá vamos a toda máquina y sin escalas en paradas intermedias. El choque será brutal.

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  6. Este falso pontífice bebe el mate de su propia condenación. Cada palabra que sale de su impúdica boca deberá tragársela como veneno ardiente al llegar al tártaro.

    Que Dios se apiade de su pobre alma y proteja a aquellos que escuchan sus putridas blasfemias y mentiras.

    En tanto, espero que al menos el juicio de terrenal de la historia pueda demostrar lo mamarracho, delirante, blasfemo, hereje, cutre, demente y pobre de mente fue Jorge Mario Bergoglio.

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  7. Ni el gordo Lutero se merecía esto.
    Qué lo parió! (Mendieta)

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  8. Al anónimo de las 12.32. si podría explayarse un poco más acerca de cuál es su pensamiento sobre el actual pontificado.

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  9. Wanderer, parece que alguien en Roma leyó su post:
    El Papa: “Me acusan de herejía, pero hay riesgos que hay que tomar”: https://www.larazon.es/sociedad/20210308/k6of2fvhevfivee6sysq57lpme.html

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  10. Anonimo de las 12:22: comparto plenamente.
    Anonimo de las 15:01: me arranco una carcajada.
    Fuenteovejuna -quienquiera que sea- sus comentarios son el complemento indispensable de los excelentes articulos de Don Wander.
    Don Wander: pocas veces comento, pero cada dia entro a ver si ya subio algo. Gracias.
    (A todos: disculpas, no encuentro las tildes).

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    1. Al margen del cavernicola obispo de Roma, los comentarios de Fuenteovejuna son muy buenos. Sdos. P.

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  11. A mi me parece que JB queria levantar su imagen usando al periodista. Y respondio las pavadas de siempre. No se olviden que tiene toda una imagen construida y debe sincronizar dichos y relato. Es interesante escuchar a los ex empleados de la curia. Que conocen bastante bien al "cardenal".

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  12. Nunca dudé del protestantismo de Bergoglio. En Buenos Aires él se hincó para recibir el bautismo en el espíritu de manos de un pastor de ese credo. Los gestos hablan por sí mismos.
    Hilbert

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  13. Perdón por la obscenidad de la cita, pero aquí está la foto: https://www.revistacriterio.com.ar/bloginst_new/2017/12/11/el-camino-del-ecumenismo-en-la-argentina/#prettyPhoto

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  14. La naturaleza caída del hombre le hace vulnerable al pecado. Por eso necesita la gracia, porque por sí mismo no es capaz de persistir en el bien. Eso es teología cristiana básica.

    Todos pecamos, menos Cristo, naturalmente. Se peca por debilidad, se peca por error de juicio o se peca con plena conciencia. A veces es nuestra concupiscencia y otras veces son las trampas que nos pone el maligno. No importa lo que se peque, puesto que Dios nos ofrece el perdón si hay arrepentimiento, dolor de los pecados, reparación del daño causado y propósito de enmienda. esa es la maravilla de la misericordia de Dios, que no nos trata según merecen nuestras faltas.

    Pero el vicio es otra cosa de mayor gravedad. El vicio es el hábito del pecado, del mismo modo que la virtud es el hábito de bien. El vicio implica que ya no se trata de una caída puntual, a cuyo riesgo todos estamos sometidos, sino que hay un asentimiento o justificación (a veces monstruosamente bien construida) de la vida en el pecado.

    Todos podemos hacer el bien o el mal, el acto bueno o el pecado, pero quien tiene vicios está emplazándose a la condenación en el tribunal de Dios, puesto que el vicio supone un rechazo de Dios en al menos un aspecto de la moral (normalmente en varios). Más aún, dudo sinceramente que quien tiene un vicio tenga una fe verdadera. Un vicio amerita una conversión de corazón urgente, una confesión imperativa y una enmienda muy profunda. Por eso, el ánimo del hereje Lutero a pecar fuertemente con la excusa de la fe es blasfemo, y es un desafío a Dios: no se puede ofender a Dios y a la vez afirmar que se cree y confía plenamente en Él.

    Esta es otra de las confusiones mortales para la salud del alma a las que nos tiene acostumbrados este pontífice. Normalmente en entrevistas cutres, pero a veces también sobre el papel en documentos oficiales que, nos guste o no, pasan por magisterio ordinario, y que causan grave problema de conciencia a cualquier fiel para considerar si este papa y este papado son realmente legítimos.

    Por cierto, Francisco da entrevistas a cualquier periodista, por garrulo e indocumentado que sea, y recibe a cualquier folclórico marica o comunista, pero los cuatro cardenales (dos de ellos esperemos que ya gozando de la visión beatífica) siguen esperando contestación a sus dudas expresadas hace un montón de años.

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  15. Anónimo 17:21,

    Ésa es la doctrina de su (del Papa) sobrino jesuita "teólogo": "hacer teología es caminar por la cornisa de la herejía".

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  16. El paseador de perros9 de marzo de 2021, 10:49

    En su momento en un mail dirigido a los obispos argentinos más cercanos a Benedicto XVI, el entonces cardenal Bergoglio decía que esa foto en la que aparecía siendo bendecido por hermanos separados y agregaba “herejes -entre nos-“ era falsa y había sido difundida para desprestigiarlo.
    Luego -ya siendo Papa- citaba ese evento diciendo que siempre había sido ecuménico.
    Cosas de mentirosos. Ambas afirmaciones son falsas.

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  17. De todo esto tiene la culpa alguien, y no es Lutero -a quien Bergoglio no ha leído ni en alemán ni en latín-, ¿quién ordenó sacerdote a don Jorge?
    En la Iglesia de nuestros días casi todo es falso, las afirmaciones por supuesto, las negaciones, incluso el silencio es falso, queda la verdad cuestionada por sus defensores; supongo que podremos sobrellevarlo, incluso reponernos de tanta incertidumbre y dubidumbre.

    Me han contado que Bergoglio ha estado en Babilonia anteayer, ¿es eso cierto?

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  18. https://www.churchmilitant.com/news/article/fsspx-deu-a-um-pedofilo-acesso-a-criancas

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  19. Lutero al menos sostenía que era necesaria la fe explícita en Cristo para salvarse. El que pisotea el ministerio petrino sostiene que da igual la fe que profeses.

    El Lutero más hereje era más católico que el actual Obispo de Roma. Así están las cosas.

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  20. “A los vicios [o pecados, que viene siendo lo mismo] hay que cebarles mate y acariciarlos también, porque nos van a acompañar a lo largo de nuestra vida”
    Eso es moneda corriente en la clerecía hoy en día. Recuerdo una confesión con un gordo ceboso, vestido con una polera, que terminó siendo el superior de los franciscanos en Chile. Me dijo que uno debía hacer un análisis serio y maduro de aquellas conductas que uno observa como muy repetitivas y entender que forman parte de uno y aceptarlas como parte de uno. Se parece bastante a lo de Francisco.

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  21. limón y Luis Fernando, no entendieron nada... existe el lutero histórico (el fraile agustino que sucumbió a la crisis intelectual-religiosa de su tiempo) y el "lutero de la fe" que es piedra libre para cualquier herejía en el mundo Católico.

    A veces pienso que el modernismo Católico arrastró no solo al Catolicismo, sino hasta a los judíos y musulmanes, e inclusive a los paganos budistas, que también tienen su versión "ecuménica". Hasta el infierno debe estar discutiendo el "escándalo de compartir".

    Spalatin

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  22. Censurando eh, wanderer. No te gusta que te hagan la contra.

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  23. Severino, no se agrande. Usted no me llevó la contra; usted parloteó, sin argumentar. Dijo:

    "No se de qué se molestan ustedes. Al fin y al cabo todos somos protestantes salvo ustedes, es decir, la misa a la que asistimos y la liturgia celebrada por nuestros pastores está protestantizada, las catequesis que recibimos también, la formación también es protestante. Salvo ustedes, claro; ustedes son puros y perfectos".

    Eso no es llevar la contra ni oponer razones. Es simplemente lanzar frases sin fundamentar ninguna de ellas.

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    1. No sé inquiete don Wanderer, como dice el adagio: "a confesión de parte relevo de prueba". Son protestantes, no hay duda.
      Hilbert

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  24. Claro Hilbert. El único católico eres tú. Luego a algunos os duele que no se os acepte en la Iglesia. No queréis estar en ella y llamáis a todo quisque protestante, modernista, hereje... y después os quejais de que os insultan. Vosotros.

    "Aún a riesgo de que no se me publique dejo este comentario si no molesta a Wanderer".

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  25. Don Severino, usted habla del "tradicionalismo". Pues vaya a ellos, sean quienes sean, con esos reproches. Yo soy católico a secas.
    En segundo lugar, usted escribe: "Usted en su artículo argumenta que la teología de Francisco es luterana". Y tiene razón. El problema es que usted pretende refutar mi argumentación diciendo que para mi "TODO" es protestante. Y ya se dará cuenta que eso no refuta nada. Eso es un pataleta de niño enfurruñado. Muéstreme que mi argumentación sobre el carácter luterano del aspecto de la teología de Bergoglio que se discute en el blog es errónea, y después seguimos hablando.

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  26. Severino, Severino, ya se lo dije en el post anterior, haga un esfuercito!!

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  27. Todos somos luteranos -

    Eso se manifiesta en nuestros desacuerdos ...con TODO.

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  28. Porqué siguen asombrándose de Giorgio si él mismo lee de rodillas la teología de Kasper?.
    El Ignoto Río

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  29. Decir que Bergoglio tiene fe herética, es como decir que Ménem era un liberal austríaco o Néstor Kirchner un socialista.
    Son praxis sin ideología que se adaptan al espíritu de la época.

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  30. Excelente. Cebar mate a su mala conciencia. El secreto de Bergoglio… un hombre verdaderamente moderno. Lutero y Maquiavelo lo apadrinan.

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  31. "Son praxis sin ideología que se adaptan al espíritu de la época."

    Totalmente de acuerdo. Acá no tenemos un obispo que enseña el Libro de la Concordia en las catequesis de los miércoles o que se saltea el Canon romano en la Misa. O que resta importancia a los santos.
    Bergoglio no es un protestante sino un pragmático empapado de la "teología del pueblo" con matices de la mano dura nacionalista. No encaja ni siquiera en la forma mentis intelectual protestante del "aut-aut". En lugar de darle a cada uno lo que le corresponde, le da a cada uno lo necesario para satisfacerle con el único objetivo de salir bien parado y mantenerse donde está.
    En otras palabras, su único plan de gobierno es hacer gestos de buena voluntad con los de afuera, apuntalar adentro a los amigos y colaboradores y misericordiar a la contra. Fidelísimo al precepto peronista "A los amigos todo, a los enemigos ni justicia".

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  32. Releyendo el post y comentarios, muy interesantes y jugosos.
    Se podría conceder al menos que Bergoglio no es luterano (o lo sumo lo es de forma anónima, parafraseando a Rahner)... pero su forma tan grasa de proceder, desparpajo e inanidad, termina siendo funcional a aquellos que sí tienen planes (en su formación y praxis), de luteranizar a la Iglesia.
    Resumiendo: un boludo útil.

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    1. Si hay algo que no es, es boludo útil. Que vos no le veas importancia a su agenda personal o -- dicho al revés-- que él no le de importancia a lo que a vos te parece fundamental habla de la estrechez de miras. Tuya o de él. Pero no de ser un boludo. Ningún boludo llega a obispo, aunque cultive esa apariencia. Menos que menos de lo menos Bergoglio.

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    2. No sé cuántos obispos conocerás... o de qué época, peeeero yo los veo bastante boludones que tienen influencia y autoridad solamente en un rebaño de boludones y por inercia (que se acabará al menos en dos lustros) en algún resto de catolicidad respetuosa.
      Fuera de eso son unos 4 de copas.

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    3. Mi Amigo, JB no es precisamente un boludo, no lo subestimes.
      Es un hombre con una sed de poder y con una capacidad de hacerte escuchar lo que vos queres escuchar.
      Es un relativista, un gnostico de los primeros siglos.
      Lutero tenia mas formacion que JB.

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  33. Pues Sarah dice que hay que obedecer al Papa como camino de perfección o santidad. No aclara qué ocurre si el Papa se equivoca totalmente.

    Sarah tampoco aclara cuál es el criterio superior, siempre y en todo lugar: si la unidad siempre por encima de la verdad, a toda costa y aplastando a la verdad si conviene, o bien la unidad en la verdad, separando siempre a los que la niegan si es necesario como ultima ratio, previa la corrección fraterna.

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  34. Don Wander: Francamente, leer sus comentarios me hace descansar del fárrago de barbaridades que se leen o escuchan permanentemente. En particular cuando lo que se lee o escucha proviene de quien hoy gobierna la Iglesia Católica.
    En este caso, Vd. ha puesto el dedo en una muy lamentable frase del nº 303 de Amoris laetitia, que, entre otras cosas, pone en evidencia que la teología subyacente a dicho pasaje es más cercana a la "libre interpretación" de Lutero que a la tradición de la Iglesia:
    "También puede reconocer con sinceridad y honestidad aquello que, por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que ésa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea el ideal objetivo".
    El comentario brindado por Vd. no puede ser más claro: "Desemboca irremediablemente en la permisión de las situaciones permanentes de pecado.
    Nada más que esa frase, en tanto que pone en evidencia que, en el citado pasaje de AL se pretende imponer el absurdo de que Dios puede querer que el hombre viva en situación de pecado, vuelve a colocar todo en su lugar y me devuelve la respiración. Pues, con su comentario, me invita a entender que, a ese ultrajante atrevimiento de llamar "voluntad de Dios" a lo que, de cualquier modo que se lo considere, no deja de ser "pecado", sólo se puede responder con la frase que dan todos los santos: "Non possumus". "Dios no se muda".
    ¡Alabado sea Jesucristo!

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  35. Abiatar ...

    Hay reglas que rigen la "obediencia " . TODOS las conocemos .

    Desde el " proceso" , tenemos muy serios problemas de discernimiento con ese tema .

    LC

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