Buenos Aires, miércoles 9 de marzo de 2022.
Avanza implacable el progresismo que impone la Santa Sede, sin importarle que hace víctimas a hombres de Dios, cuya acción lleva a florecer la Iglesia. El obispo de Arecibo, Puerto Rico, Monseñor Daniel Fernández Torres, ha sido depuesto de su diócesis por defender la objeción de conciencia, ante la ridícula “obligación moral” de vacunarse, impuesta por la Santa Sede.
La Iglesia actual ya no se ocupa ni de Dios, ni del mandato de Cristo de evangelizar, sino solamente de imponer “nuevos paradigmas”, y de adherir a los principios de un Nuevo Orden Mundial, ajeno a la ley natural, y a la revelación cristiana. El caso de Mons. Fernández Torres es un ejemplo clarísimo de cómo la Iglesia marcha al revés de lo que debe ser su misión. No importa si la diócesis de Arecibo florecía en vocaciones, y el ejercicio pleno de lo que ha de ser la misión de la Iglesia. Un falso concepto de “sinodalidad” obliga a los buenos obispos a plegarse a los disparates que deciden las conferencias episcopales, o los grupúsculos oficialistas que adhieren a las nuevas posiciones de Roma.
Hace un par de años fui invitado por Mons. Daniel a predicar los Ejercicios Espirituales al clero de la diócesis. Pude, entonces, comprobar cómo florece una Iglesia particular cuando su obispo es un hombre de Dios, fiel a la gran Tradición eclesial. Pero eso a Roma no le interesa. Como nunca, la centralidad romana es impuesta en nombre de la “unidad”. Estas posiciones nos hacen añorar la libertad que los grandes Papas sostenían, apoyando al episcopado que se empeñaba en el crecimiento de la Iglesia, y en la evangelización de los que aún estaban afuera de ella.
Por medio de estas líneas, deseo asegurar a Mons. Fernández Torres, a su vicario general, y al clero de esa querida diócesis, mi cercanía espiritual, y mi oración. Rezo, también, para que esta medida injusta, y draconiana, no lleve a la destrucción de tantas iniciativas verdaderamente católicas que allí surgieron y se desarrollaron. Quiera Dios que los demás obispos de Puerto Rico adviertan que se debe obedecer a Dios antes que a los hombres (Hch 5, 29), aunque estos hombres vivan en el Vaticano.
+ Héctor Aguer
Arzobispo emérito de La Plata
No diga que "eso a Roma no interesa", porque no es verdad.
ResponderEliminarMás exacto sería decir:
"Eso a Bergoglio no le interesa"
Bergoglio tiene una ideología política que insiste en imponer a los demás utilizando la Cátedra de San Pedro y sus matones s.j.
Que tenga suerte o no es visa de Dios y de nuestras oraciones; pero esa ideología no tiene nada que ver con Roma y sí con Argentina.
Seamos más precisos al hablar y pensar.
No señor; Roma está bien dicho. Aguer no se equivoca.
Eliminar"Roma perderá la fe y será la sede del Anticristo", anunció la Virgen en La Salette.
No dice "Argentina tal y tal", sino Roma.
Monseñor Aguer siempre, como buen argentino que es, ha sido notablemente preciso al pensar primero, y hablar después.
Un argentino (medio desalmado...)
Bergoglio está repitiendo el estilo que usó cuando fue Provincial SJ. Varias veces expresó autocrítica sobre ese período, pero su personalidad lo vence. Es el verticalismo y personalismo que tanto les gusta a muchos conservadores cuando el que lo ejerce es del palo, tanta reacción provoca cuando se ejerce en contra. Es bueno que nos demos cuenta que eso es malo en sí mismo. JB no aguanta cerca a nadie que le advierta esto. Sólo se detiene ante los más fuertes, como los obispos alemanes.
ResponderEliminarComo decía Gracián, lo bueno, si breve, dos veces bueno.
ResponderEliminarDe igual modo, la breve respuesta de Monseñor Aguer sobre la inaceptable destitución de Monseñor Fernández, Obispo de Arecibo, desnuda de manera contundente el plan satánico que han urdido en Roma contra la Iglesia buscando imponer "nuevos paradigmas y adherir a los principios de un Nuevo Orden Mundial ajeno a la ley natural y la revelación cristiana".
En otros medios que también publican esta desgraciada noticia, he leído comentarios llenos de impotencia de algunos fieles de la Diócesis de Arecibo que reaccionan indignados por la destitución de su Obispo.
No sería extraño que con esta sanción inicua tal vez hayan querido matar dos pájaros de un tiro, porque Monseñor Fernández también se opone a la homosexualidad y la ideología de género, dos perversiones que en Roma no son pocos los que defienden y hasta practican en las sombras de la clandestinidad.
La septicemia que se ha desparramado por el cuerpo de la Iglesia no tiene vuelta atrás, esto ya no se arregla con aspirinas.
Todo indica que estamos a las puertas de un acontecimiento extraordinario -nunca antes visto- que sacudirá a la Iglesia y al mundo con la fuerza de un supervolcán.
Que Dios tenga piedad de nosotros.
Comparto su comentario, aunque me parece un poco ingenuo que crea que "en Roma no son pocos los que defienden y hasta practican en las sombras de la clandestinidad", porque hace tiempo que dejaron de practicarla clandestinamente, y en cuanto a defenderla, tienen a su mejor valedor público en el Papa, que podrá merecer el título de "defensor putii"... . Saludos. Hilbert
EliminarTiene razón Hilbert, en Roma ya son unos cuantos los que salieron del closet, por eso los que piensan que no hay motivos para alarmarse tanto dado que esta tormenta que desató Bergoglio finalmente pasará porque siempre que llovió paró, lo van a lamentar mucho, si prestaran atención, comprenderían que las palabras de Monseñor Aguer encierran un oscuro presagio.
EliminarEn efecto, cuando nos advierte que la Iglesia actual busca imponer nuevos paradigmas y adherir al Nuevo Orden Mundial ajeno a la ley natural y la revelación cristiana, nos está diciendo que algo terrible está por ocurrir. El sabe por qué lo dice, y la razón es muy sencilla, no hay nadie ni en la Iglesia ni en el mundo que conozca a Bergoglio mejor que Monseñor Aguer.
Me hubiera gustado ser mosquito para escuchar lo que Francisco y Aguer hablaron en Roma las pocas veces que se vieron, eso explicaría muy bien esto que dice ahora.
Más vale que prestemos atención a eso, estamos advertidos.
Creo que para entender a Monseñor Aguer hay que ver el último video del Padre Santiago Martín: "salvar el papado", lo que dice es terrible viniendo de un sacerdote que mide tanto sus palabras y que siempre busca justificar al bergoglio en sus análisis.
EliminarEstimado anónimo de las 7:36
EliminarEl Padre Santiago Martín es un excelente cura y mejor orador, he visto ese video donde alerta sobre los peligros que se ciernen sobre el papado, pero sus tiros son siempre por elevación, nunca apunta directamente al blanco, en eso es muy diplomático. La prueba está en que al referirse a la injusta destitución del Obispo de Arecibo dice que seguramente el Papa "estuvo mal asesorado", con lo cual lo excusa de la barbaridad que firmó y carga toda la responsabilidad en su grupo de asesores. Una forma muy elegante de quedar bien con Dios y con el diablo.
No obstante, el crédito sigue abierto, el día que el P. Martín se anime a llamar las cosas por su nombre puede llegar a ser Gardel. Por eso como enseñaba Perón -maestro de Bergoglio- para conocer a un cojo hay que verlo caminar...
Este modo de proceder de Francisco desdeña no solo la dignidad de las personas la institucionalidad con sus procedimientos y procesos, sino también la sacramentalidad del sacerdocio. Trata a los curas y obispos como empleados de una gran transnacional norteamericana o china. El cuento que le hicieron al portorriqueño (si renuncia lo nombraremos después en otra parte) es el mismo que le hicieron a Martínez de San Luis, a Mollaghan, etc.... Mons. Daniel Torres fue más prevenido no renunció.
ResponderEliminarAunque es muy fácil hablar desde fuera, me ha llamado la atención que los obispos "misericordiados", que han sido un número importante en el mundo, aceptaran renunciar y no comportarse como este otro esperando que lo echen. Si así hubiera ocurrido el Papa tendría en su haber una buena lista de perseguidos sin causa justificada. Con la renuncia, él nada tiene formalmente que ver y nada tiene que explicar.
EliminarSiempre me impresionó la valentía de esos obispos que esperan a retirarse y ser eméritos para hablar sin tapujos.
ResponderEliminarMuy bien Mons.Aguer! Con la valentía y claridad de siempre!
EliminarEl ruso blanco
Sí, como los generales liberales que, una vez retirados, hablaban como nacionalistas...
EliminarTollers: mal de muchos, consuelo de tontos...
EliminarSe le ocurre algún ejemplo don J.Tollers ?
EliminarDe mortuis nil nisi bonum.
EliminarDe acuerdo Don J Tollers, bien respondida mi pregunta. Gracias
EliminarA mí lo que me indigna de este caso es que esto puede implicar sin motivo y por arbitrariedad papal la caída de otros obispos "molestos" como Mons. Rey obispo de Frejus-Toulon, Mons. Guimaraes obispo de Formosa, Mons. Haas arzobispo de Vaduz, Mons. Reig obispo de Alcalá, Mons. Jedrazewski arzobispo de Cracovia, Mons. Strickland obispo de Tyler o Mons. Jofré obispo de Villa María por poner algunos ejemplos.
ResponderEliminarEstimado, yo no los listaría a todos juntos...quizás pudiéramos estar simplificando a algunos su trabajo
EliminarA Jofré habría que sacarle pronto es un miserable!
EliminarNo contaría a monseñor Samuel Jofre entre esos obispos. Él acaba de misericordiar al párroco del pueblo de Noetinger por celebrar el rito tradicional y no querer volver al novus Ordo. Para más información
Eliminarhttps://katholisches.info/2022/01/17/erstes-opfer-von-traditionis-custodes-in-argentinien/
Anónimo de las 15:16: a pesar de los errores me va usted a negar que Jofré es de lo más potable del episcopado argentino actual? Quiere usted que Francisco le eche?
EliminarSi nos ponemos tan estrictos como usted tambien Fernández Torres habrá maltratado a algún sacerdote de su diócesis o habrá cometido errores, merecía que lo echen?
EliminarAplaudo al anónimo de las 9:38. Resulta que ahora, cuando sus puestos no corren peligro, denuncian y critican.Obispillos de profesión.
ResponderEliminarGASTÓN: Pues el de las 9:38 y Vd no conocen a este arzobispo que siempre -también cuando estaba en activo- se ha distinguido por su valentía y claridad. Infórmense antes de opinar sin fundamento.
EliminarRoma podrá proponer, pero quien realmente dispone es Dios... Recemos y veamos qué pasa...
ResponderEliminarFinalmente , las divisiones estan el el "tradicionalismo " .
ResponderEliminarY del lado progre,....todo bien gracias .
No jodan los pluscumaperfectos. Ya les va a caer Zanchetta de obispo. Está sin tareas
ResponderEliminarEn el blog de la diócesis de Arecibo, el obispo misericordiado a pachamamazos recuerda que:
ResponderEliminar..."Lamento mucho que en la Iglesia donde se predica tanto la misericordia, en la práctica algunos carezcan de un mínimo sentido de la justicia. A mí no se me ha hecho ningún proceso, ni se me ha acusado formalmente de nada y sencillamente un día el Delegado Apostólico me comunica verbalmente que de Roma se me pedía la renuncia. Se sustituye ahora a un sucesor de los apóstoles sin emprender ni siquiera lo que sería un proceso canónico deberoso para destituir a un párroco"
Y continúa:
"Se me informó que no había cometido ningún delito pero que supuestamente “no había sido obediente al Papa ni había tenido la suficiente comunión con mis hermanos obispos de Puerto Rico”."
¿Desde cuando un cristiano tiene que obedecer al Papa -el que sea- si no habla ex cathedra en materias de fe o moral?
¿A caso los luteranos, calvinistas y anglicanos van a permitir alguna vez este tipo de dictadura?
Bergoglio es un ser malo y vengativo con ínfulas de tirano. Nada que ver ni con Cristo, ni con Pedro, ni con los Papas que le han precedido en el solio.
Ni siquiera los Papas del renacimiento se han comportado así.
Ningún católico y ningún ciudadano puede permitir por la salvación de su alma y el bien de su pais obedecer a ciegas a tiranos o a tiranos pachamameros.
Y mientras tanto este narcisista compulsivo sigue protegiendo con uñas y dientes a obispos homosexuales o a jesuitas que promueven abiertamente la sodomia.
No es de extrañar pues que haya pedido perdón por la evangelización de América. Seguramente creerá también que hubiera sido mejor que la hubieran evangelizado protestantes o musulmanes.
Monseñor Jofré es OD. No va a hacer nada que le cueste la cabeza. Siguen a rajatabla el magisterio del papa. Si no, pregúntenle sl sacerdote que echaron por criticar al Papa. Esperemos que no deban ordenar mujeres o dar la comunión a homosexuales. En cuanto sl Padre Martin es excelente pero tiene el mismo tipo que OD, que escuché siempre de ellos: el Papa está mal asesorado.
ResponderEliminarParece tener una pésima opinión de Mons. Jofré. Yo no tengo tan mala opinión pero estamos en una época compleja en la que algunos no saben valorar lo bueno que hay en la Iglesia.
EliminarEstimado Anónimo12 de marzo de 2022, 16:48
ResponderEliminarEl problema de la obediencia es un poco más complicado
No defiendo a Aguer, pero criticar desde el anonimato de internet es muy fácil. Lo difícil es gobernar una arquidiócesis sin ser misericordeado y manteniendo más o menos la sana doctrina.
ResponderEliminarDe todas maneras, ese no es el tema del post. Y además, la verdad es verdad aunque la diga el demonio.
Don Wander:
ResponderEliminar“La Iglesia actual ya no se ocupa ni de Dios, ni del mandato de Cristo de evangelizar, sino solamente de imponer ¡nuevos paradigmas’, de adherir a los principios de un Nuevo Orden Mundial, ajeno a la ley natural, y a la revelación cristiana. El caso de Mons. Fernández Torres es un ejemplo clarísimo de cómo la Iglesia marcha al revés de lo que debe ser su misión. No importa si la diócesis de Arecibo florecía en vocaciones, y el ejercicio pleno de lo que ha de ser la misión de la Iglesia. Un falso concepto de ‘sinodalidad’ obliga a los buenos obispos a plegarse a los disparates que deciden las conferencias episcopales, o los gropúsculos oficialistas que adhieren a las nuevas posiciones de Roma” (Mons. Héctor Aguer).
Hé aquí un claro ejemplo de cómo el concepto disciplinario de “obediencia” está siendo mal comprendido por quienes hoy están ejerciendo el gobierno de la Iglesia. Terminan confundiendo la voluntad de Dios, con la de los hombres. La prueba se halla en que Monseñor Fernández Torres, que lo supo advertir a tiempo, procedió a desobedecer el mandato de los hombres, porque no dejó de tener claro cuál debía ser el mandato de Dios. Pero, al hacerlo, como ocurrió ya a tantos otros, pagó el caro precio de su inapelable destitución de su sede episcopal. “Os echarán mano y os perseguirán entregándoos a las sinagogas y a las cárceles llevándoos antes reyes y gobernadores por causa de mi nombre” (Lc 21, 12).
¡Dios proteja a la Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!