Hay una anécdota que trae Omar Bello en su libro —la primera biografía del Papa Francisco escrita después de su elección—, que yo más de una vez he citado en este blog, y hoy lo haré nuevamente, porque es sumamente reveladora de la mentalidad y conducta del Sumo Pontífice. Escribe el periodista:
— ¡Hay que echarlo ya! —reclamó Bergoglio levantando lo voz. Las paredes temblaron. —¡Ni un día más puede estar acá este tipo. ¿Entendieron?
Se refería a un empleado de la Curia que, según se dice comúnmente, se le había metido entre ceja y ceja.
— Me lo echa enseguida. ¿Entendido?
[…]
Ya echado, el empleado en cuestión pidió una audiencia con el cardenal y la concedió rápido, sin hacer preguntas.
— Pero yo no sabía nada, hijo. Me sorprendés… —aseguró el actual Papa cuando el “echado “ le narró sus cuitas.
— ¿Por qué te echaron? ¿Quién fue?
El hombre salió de las oficinas cardenalicias sin trabajo pero con un auto cero kilómetro de regalo, creyendo que Francisco era un santo empujado por circunstancias ajenas a su control, dominado por una caterva de asistentes maliciosos. La historia de ese despido es repetida hasta por los encargados de seguridad de la Curia porteña. (El verdadero rostro de Francisco, Noticias, Buenos Aires, 2013, pp. 36-37)
Es el famoso “¡Qué te hicieron!” que tantas veces ha sido usado en el palacio arzobispal porteño y en Santa Marta. Un treta gastada y conocida, pero que todavía parece útil vistas las circunstancias. Y me refiero a lo ocurrido la semana pasada con la carta enviada por la Congregación del Clero al cardenal Mario Poli y, posteriormente, con la nota aparecida en La Nación, que pasó desapercibida pero que, según nuestra hermenéutica, confirma la maniobra bergogliana.
Los términos de la la carta recibida por el cardenal arzobispo de Buenos Aires fueron durísimos, casi desusados para los modales romanos. El prefecto le decía, por ejemplo: “También quiero subrayar de manera especial que, en vísperas de los setenta y cinco años de edad de Su Eminencia, se limite a realizar únicamente aquellas transacciones económicas que en la actualidad resulten estrictamente necesarias”. Una amonestación humillante. Y este hecho documentado periodísticamente, y no sabemos los términos de lo que no salió a luz, dispara algunas preguntas.
En primer lugar, ¿quién filtró la carta a la prensa? Ciertamente, no fueron las víctimas de la reprimenda. No quedan si no, los enemigos de las víctimas, aquellos que se regocijan por el hecho, sea por el puro placer de la venganza, sea por la pura ambición de poder. Por otro lado, las filtraciones de este tipo son también una maniobra típica del Bergoglio. Y ejemplos sobran, y por poner sólo uno, todos recordarán en Argentina su actitud silenciosa y prescindente durante los días previos a la discusión en el Congreso de la ley de matrimonio homosexual, y la carta que él mismo envío a las carmelitas pidiéndoles que rezarán porque el demonio estaba haciendo de las suyas en el país. La carta, misteriosamente, se filtró de los claustros teresianos y apareció en la prensa. Los católicos ingenuos quedaron tranquilos de que el cardenal estaba en contra de la ley pero, en los hechos, prohibió cualquier tipo de iniciativa o movilización de las instituciones arquidiocesanas y él se mantuvo en silencio.
La segunda pregunta tiene que ver con la carta misma. Concedamos lo que efectivamente hay que conceder: en la curia porteña no funcionaban dos órganos de control que debían, entre otras funciones, involucrarse en el manejo de las finanzas y los bienes del arzobispado. Se hicieron movimientos que no fueron auditados y, probablemente, no fueron del todo limpios, aunque no se haya probado ningún tipo de ilícito. Hay que decir que no es una práctica desacostumbrada en el ámbito de la Iglesia y mucho menos en Buenos Aires. Operaciones oscuras de este tipo se hicieron durante la gestión de Bergoglio, tal como documentamos en este blog (aquí). Resulta extraño, entonces, que desde Roma se envíe una “visita fraterna” por este hecho que, más allá de su opacidad, no es infrecuente. Sería interesante saber cuántas visitas fraternas de este tipo se realizan a los miles de diócesis del mundo, y gestionada, además, por la Congregación del Clero. No conozco el funcionamiento de la curia romana, pero no parece que tales tipos de trámites fraternos sean competencia de ese dicasterio.
Por otro lado, todos saben que nada que tenga que ver con la iglesia argentina se mueve en Roma sin la autorización expresa del Papa Francisco. No es creíble en lo más mínimo que una carta de ese tenor, firmada por el máximo responsable de un organismo vaticano y dirigida al cardenal arzobispo de Buenos Aires, haya sido expedida sin el conocimiento y expresa autorización del pontífice romano. Se trata, como vemos, de una táctica calcada a la empleada hace más de una década en la curia porteña con el empleado indeseado: ordena a sus subordinados que lo echen, o que le den una fuerte reprimenda; luego él recibe a la víctima, y le expresa condolido su desconcierto: “¡Qué te hicieron Marito!”. La víctima se va feliz por el consuelo papal, y los medios adictos y fieles ingenuos vuelven a pensar en el bondadoso pontífice y en los malvados curiales, romanos o porteños, que tanto mal le hacen a la Iglesia.
El periodista de Vedia que da la noticia del respaldo pontificio a Poli escribe:
La reunión fue “muy cálida”, confirmaron fuentes confiables. Y el Papa habría percibido cierto cansancio en el cardenal primado por la situación que enfrenta como responsable de la arquidiócesis, tras el fuerte impacto que causaron las observaciones de la auditoría de la Congregación para el Clero. Pero prevalecería la intención de que Poli permanezca en sus funciones, al menos hasta fin de año.
El párrafo es muy revelador. ¿Quién es la “fuente confiable” capaz de relatarle a un periodista no sólo la calidez de una reunión a solas sino también la “percepción de cansancio” que tuvo el Sumo Pontífice? En todo caso, alguno de sus secretarios podría haber sospechado la calidez o frialdad del encuentro cuando hizo ingresar o salir al cardenal Poli del despacho pontificio, pero conocer las “percepciones” papales es cosa más compleja, a no ser que se trate, claro, de un secretario con poderes preternaturales. Resulta claro, a mi entender, que las “fuentes confiables” de Mariano de Vedia son algunos de los adláteres de Francisco a los que él mismo le encomienda la misión de divulgar lo que sirve a sus estrategias.
Y más importante aún es el contenido de esa percepción: “El pobre Poli está muy cansado”, habrá dicho el misericordioso pontífice. “Lo relevaremos del peso de su cargo apenas cumpla los 75 años o, incluso, y en un exceso de misericordia, un poco antes, en pocos días quizás, todo sea para no mortificarlo”.
En fin, política de baja estofa y matufias que los argentinos conocemos sobradamente. Estos son los frutos de un pontificado entregado imprudentemente por los cardenales a un personaje marginal y mediocre que está conduciendo a la Iglesia a crisis impensadas en todos los ámbitos (no viene mal leer este artículo sobre los desaguisados del Papa Francisco en el caso de la guerra ruso-ucraniana).
A mí todo esto me suena a lo siguiente y coincido con muchos que ya se pronunciaron: se ha montado una operación contra Poli para justificar su renuncia pero no porque a Francisco le moleste su presencia sino porque quiere tener atada esa sede con Fernández o quien sea pero de su línea.
ResponderEliminar¿Cuántos Polis han sufrido la misericorditis bergo-liante en perjuicio de la Iglesia Católica y a mayor gloria del Tirano?
ResponderEliminarExcelente artículo.Tambien hay que mencionar que el Cardenal nunca se comportó como una marioneta,y esto fue generando en el ánimo romano una fuerte inquina,un sentimiento de"fui traicionado".
ResponderEliminarY ya sabemos que en ese catecismo un precepto fundamental es:"al enemigo ni justicia".
Paso a recordar tres hechos conocidos.
1.Poli no firmo la carta de adhesión a Amoris Leatitia,que todos los obispo de la Región Buenos Aires hicieron,marcando la interpretación más leciva a la doctrina católica.
2.Poli desplazo a Mons.Sucunza de su estratégico oficio económico en contra del parecer explícito de Roma.
3.Poli nombró al Padre Martín Bracht como reemplazante de Sucunza en ese oficio;no pudiendo ignorar que el "buen hijo de buena familia",hombre cabal,varón y sacerdote "católico " y eficacisimo administrador,habia siempre expresado lo que pensaba de Bergoglio,incluso cara a cara.
Bueno,que sirva para marcar un derrotero que viene de muy atrás.
Mientras tanto siempre,siempre rogando por nuestro dulce Jesús en la tierra!
Y encima Poli fue y concelebró en la misa por los 30 años de obispo de Aguer en el Pilar
EliminarLos métodos de Francisco son los típicos de un italiano politiquero eclesiástico. Los obispos argentinos están cagados de miedo. Por eso los mensajes de adhesión en cada reunión de la CEA. Típica relación el tirano: éste necesita la adulación permanente y los dominados se la dan .
ResponderEliminarAsombrosa personalidad la de Bergoglio, me pregunto si creerá en Dios.
ResponderEliminarCualquier católico sabe que un día deberá enfrentar el Juicio Final y que de eso depende la vida eterna en el Cielo o en el infierno.
Que Bergoglio un día tenga que prestar declaración indagatoria acusado por el diablo de haber echado a muchos como a Poli o aquel pobre empleado de la Curia que a lo mejor tenía mujer e hijos que mantener, es algo que hace dudar de su fe porque se trata de pecados graves con pasaporte al infierno que, sin embargo, a él parece que no le impide dormir.
Hace un tiempo, hablando de Tucho Fernández, arriesgué en un comentario que Bergoglio no sólo lo quería como Arzobispo de Bs. As. y Cardenal, que también lo hubiera querido como su sucesor, algo que por desgracia no depende de él.
Recuerdo que a usted, don Wander, eso le pareció no sé si una exageración o un chiste, porque me respondió textual: "se lo publico porque usted es un amigo de la casa".
Ahora que Poli tuvo que ir a Roma a dar explicaciones de un pecado grave que tal vez no cometió, la pregunta del millón sería ¿por qué Bergoglio lo quiere echar? O mejor dicho, ¿para quién quiere la vacante? ¿en quién está pensando?
Si Bergoglio pusiera en lugar de Poli a otro que no sea Tucho, no tendré más remedio que aceptar que mi pálpito era equivocado, pero si nombrara a Tucho y encima lo creara Cardenal, no sé qué pensará usted, pero de mi parte no dudaría ni un instante que si pudiera extorsionar al Colegio de Cardenales para que lo elijan como su sucesor, con todo gusto lo haría. Total, este Papa cuervo y peronista se hizo un dios a su medida y los dos se llevan de maravillas.
Hablando de Tucho, qué horror la foto que sacan en Specola. Y ese será nuestro cardenal primado????
EliminarLos que barren el piso en las reuniones de la CEA dicen que no se cae ni una gota de tetosterona. Parece que es condición para el nombramiento
ResponderEliminarPues es criterio más general, para todos los clérigos.
EliminarPor ejemplo, en la diócesis donde vivo (Arquidiócesis de Santa Fe), parece que si los candidatos no son "nenes de mamá" no son aptos.
Todo este circo no me convence nada; Poli siempre ha sido hombre de Bergoglio, de cuya mano llegó al episcopado y fue escalando un peldaño tras otros. Ahora Bergoglio dice que lo quiere defender porque "es una víctima"... Pero Poli no dice ni mú, ni siquiera para defender a su sacerdote Martín Bracht quien, como último orejón del tarro, es el que está pagando el pato más duro. Mal el cardenal, dejar que caiga así un inocente.
ResponderEliminarNo sé si Bracht es crítico de Bergoglio o no, pero sí sé que Bergoglio le encargó tareas similares de asesoramiento económico en sus días de arzobispo de la castigadísima arquidiócesis porteña. Castigada por su ordinario, es claro. Pero nadie lo dice.
Ahí sale el hermano del curita a decir algunas cosas, un coronel veterano de Malvinas, y a decirle de todo a estos felones; bien por él, un hombre de honor y digno, como buen soldado. ¿Poli no tiene hermanos, o si los tiene, les da vergüenza serlo...? No se entiende. Salen eso sí, algunos curas bastante progres a defenderlo en una carta notable donde se autodenominan "hermanos" del cardenal.
Pero nadie dice lo evidente: 1) que si hubo una auditoría a una arquidiócesis primada con un cardenal al frente, la ordenó el Papa personalmente. No hay otra opción. 2) Que la auditoría la realizó un organismo que no tiene la menor competencia en la cuestión económica de las diócesis. 3) Que el supuesto "resultado" de la auditoría no fue comunicado previamente al arzobispo involucrado ni a las demás personas referidas, para que efectuaran un descargo o dieran explicaciones, antes de publicarse las conclusiones. Y4) Que la prensa está fogoneando a todo lo que da una cuestión de muy poca importancia, pues no se han detectado ni referido irregularidades graves, ni ilícitos, ni negociaciones a precio vil.
Es decir, en buen romance, todo esto es un operativo de prensa de mala muerte.
Las conjeturas dejémoslas de lado. Vamos a los datos duros.
EliminarEn su 2) dice Ud que la auditoría la realizó un organismo que no tiene la menor competencia en la cuestión económica de una Diócesis.
Si me permite, en la Congregación para el Clero se destaca "L'Ufficio Amministrativo": competente in materia di ordinamento e amministrazione dei beni ecclesiastici appartenenti alle persone giuridiche pubbliche; inoltre concede le richieste di licenza per i negozi giuridici di cui ai canoni 1292 e 1295.
Lo podría poner en castellano: «Sección III (Administrativo), es competente en materia de ordenación y administración de los bienes eclesiásticos pertenecientes a las personas jurídicas públicas; además concede las licencias para los asuntos jurídicos según los cánones 1292 y 1295 y la aprobación de las tasas y tributos; finalmente cuida todo aquello que mira a la remuneración, la previdencia por invalidez y vejez y la asistencia sanitaria del clero, etc.»
EliminarUna cosa es otorgar los reconocimientos para las licencias requeridas en los cc. 1292 y 1295 y otra, bastante distinta, es intervenir una arquidiócesis para realizar una auditoría, lo cual supone una autoridad más amplia que la de conceder los reconocimientos o autorizaciones para contratar, cuando las operaciones excediesen determinados montos. Convengamos que son cosas REALMENTE DISTINTAS. Se puede tener competencia para JUZGAR una situación cualquiera, pero la de INSPECCIONAR es una competencia completamente distinta; sobre todo, cuando se trata de inspeccionar a una autoridad de las que el código canónico llama "propia" (no vicaria), domo es la de los obispos, c. 131. Los obispos tienen autoridad económica propia y suficiente, pues los bienes de las diócesis no son de la Santa Sede, sino de la diócesis, de cada diócesis, o de las personas jurídicas de la Iglesia. Se tienen facultades ordinarias de inspección de lo que es propio, no de lo ajeno. Por regla general, claro; ahora bien, Ud. puede ser peronista o zurdo, o ambas cosas, y ponerse a inspeccionar cosas ajenas. Es comprensible, pero no es legítimo...
Así que el juez de las operaciones comerciales de una Diócesis es el propio Obispo, salvo situaciones excepcionales que, por supuesto, aquí no se han dado.
Así que, en efecto, mantendo lo dicho en mi entrada anterior, punto 2): "a auditoría la realizó un organismo que no tiene la menor competencia en la cuestión económica de las diócesis".
Por fin, debo recalcarle que la Congregación (ahora Dicasterio) para los Obispos, podría haber indicado al arzobispo local su obligación de mantener al día los organismos de control económico (que por cierto, ni Bergoglio los tenía en funciones siendo ordinario local), y disponer una inspección diocesana en colaboración con algún otro dicasterio, art. 79 de la Constitución Apostólica "Pastor Bonus" sobre la Curia Romana. Sobre la del Clero, dice así: "Artículo 98: La Congregación se ocupa de todo 1o que corresponde a la Santa Sede referente al ordenamiento de los bienes eclesiásticos, y especialmente a la recta administración de dichos bienes concede las necesarias aprobaciones o reconocimientos; además, procura que se provea al sustentamiento y a la seguridad social de los clérigos." Pero como Ud. ve, no tiene facultades de inspección.
Buenas tardes
Siempre tan claro y preciso "el paseador de perros".
EliminarTal vez, todo esto es sólo una movida para justificar (cuando Poli cumpla los 75 años) el por qué le acepta la renuncia a un cardenal que, al menos para el vulgo, es un hombre de Bergoglio. O sea, la intención no sería sacarlo antes de tiempo, sino al momento exacto de su cumpleaños.
ResponderEliminarEl P. Miguel Sacco, contó en una ocasión a quienes éramos sus parroquianos cercanos en esa época, que fue reprendido seriamente por Bergoglio delante de los otros curas del decanato por acoger a religiosos con hábito cuando estaban de paso por Buenos Aires. Le prohibió terminantemente traer a curas de sotana o hábito. Resulta que ya en privado Sacco le preguntó sorprendido por qué lo había retado así en público (se conocían con Bergoglio desde la secundaria). Resulta que el futuro Papa le dijo: "tranquilo Miguel, era para dejar contentos a los otros curas, vos seguí haciendo lo que quieras". Saquen la conclusión ustedes.
ResponderEliminarUna persona con doble cara.
EliminarSe creen que puede engañar.
Pero eso lo puede hacer solo una vez, como el mismo P. Miguel Sacco se habrá dado cuenta:
Cuando ves como actúa, aunque sea con los demás, intuitivamente sabes que no le puedes creer ni puedes confiar en él.
y luego ya sabes lo que dice el Pueblo sabio:
Antes se pilla a un mentiroso que a un cojo.
("antes se pilla a un Bergoglio que a un cojo")
Entonces ¿cómo una persona así, sin ética, ni palabra ni caridad puede liderar?
No puede. Nadie.
Por muchas y muy largas infulas gaste su mitra
Yo no veo que este señor sea un hombre de oración ni tenga la prudencia de un hombre de Estado, sino que se mueve arrastrado por sus apetitos según sopla el viento.
ResponderEliminarNo es ningún ejemplo a seguir.
Salvo en servir como un espejo de nuestros propios pecados y ver en él lo que nosotros hacemos a Dios y a los demás.
A mí lo que me entristece es que Poli no se levante y le diga las verdades a Bergoglio porque seamos realistas: por lo que sea le están moviendo la silla y le están dejando, en el mejor de los casos, con la complicidad de este pontífice, a la altura del betún. Su credibilidad y la de Bracht la están tirando por los suelos el de la barragana y toda esa tropa. ¿Por qué no se pone los pantalones?
ResponderEliminarWanderer, en "Messa in latino" han contestado a su última entrada sobre Francisco y la liturgia tradicional:
ResponderEliminarhttp://blog.messainlatino.it/2022/05/francesco-e-la-liturgia-risposta-the.html?m=1
Qué pobre Poli ni pollo hervido !!! Ya ni las monjas carmelitas están seguras !!!
ResponderEliminarAcá nadie es "pobre" ni víctima. Si Poli no le hubiera sido funcional a Francisco éste no lo hubiera dejado al frente de la arquidiócesis primada.
ResponderEliminar¿Trucho coadjutor con derecho a sucesión? Me parece que saldrá pronto el nombramiento esta semana ya esta en Roma y recibido por Francisco.
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