viernes, 31 de marzo de 2023

Mons. Héctor Aguer: la obsesión antilitúrgica

 


He celebrado mi primera misa el 26 de noviembre de 1972. Lo hice empleando el rito entonces vigente, que era el creado por Pablo VI; autor: el masón Annibale Bugnini. En castellano, por supuesto; sobrevivían en latín las oraciones secretas del celebrante. Nunca se me ocurrió recurrir a la "Misa de siempre"; la que rezábamos en el Seminario todos los años de mi formación, con la novedad que era —en la capilla del filosofado, diariamente— "versus populum". Nunca se me ocurrió recurrir —contrariando la prohibición canónica, pacíficamente aceptada— al viejo formulario. Ni siquiera después que Benedicto XVI lo aceptara como forma extraordinaria del Rito Romano mediante su "motu proprio" Summorum Pontificum. A pesar de mis estudios teológicos y litúrgicos, que me daban lucidez para el olvidado ritual, ningún reparo ideológico, ni nostalgias se me impusieron; la costumbre se estacionó y quizá por pereza no me atreví a contrariarla juzgando críticamente la novedad que siguió al Vaticano II, durante el cual no hubo innovaciones litúrgicas. Hoy día puedo pensar que Pablo VI pudo haber realizado algunas modificaciones para actualizar la "Misa de las edades", la cual tenía vigencia desde hacía siglos, y no inventar una nueva misa. Fríamente mensuro el "atrevimiento", un alarde inesperado para muchos de progresismo; muchos siglos fueron desechados, arrojados en el torbellino de los cambios.

He apelado a esta historia para destacar que soy libre: yo sigo celebrando la misa de Pablo VI. Esta posición eclesial me permite calibrar el daño realizado por el motu proprio Traditionis custodes, reforzado todavía recientemente por un "rescripto". Roma tendría que preguntarse por qué cada vez más sacerdotes y laicos —estos sobre todo— se inclinan con veneración por el antiguo rito. La obsesión antilitúrgica es la ideología que se torna canónicamente tiranía. A pesar de que efectivamente la prohibición del Misal de Juan XXIII no es tenida en cuenta por los jóvenes, que aspiran a un culto que responda a la verdad de la fe: culto de Dios, no del hombre. Porque Roma sigue aferrada al die anthropologische Wende, de Karl Rahner.

En la última década, además, ha entrado a jugar la tradición alitúrgica de la Compañía de Jesús. El desplazamiento de la liturgia da lugar a la imposición de hecho y de palabra, de un moralismo relativista.

Las innovaciones antilitúrgicas se han sucedido sin interrupción desde la promulgación de la "nueva misa". Este comienzo señaló un cambio innecesario. Podía haberse cumplido el propósito de renovación del Concilio Vaticano II con leves modificaciones del Rito Romano, o mejor dicho con corrección de las alteraciones producidas en la historia, continuando la obra de Pío XII, que fue un verdadero renovador. El propósito conciliar se llamaba significativamente instauratio, restauración. Crudas disidencias se produjeron a partir de los años 70, ante la impavidez de Roma. Benedicto XVI, por medio de su motu proprio Summorum Pontificum, habilitó la Forma Extraordinaria del Rito Romano; fue una solución salomónica que podía satisfacer las aspiraciones de sacerdotes y fieles apegados a la Tradición, y a la vez dar razón de las objeciones dirigidas contra la Misa promulgada por Pablo VI. Este arbitrio de prudencia y de sensibilidad pastoral permitía esperar una paz estable, con la vuelta a la obediencia de numerosas comunidades que vivían en situación de conflicto con Roma. Es verdad que las disidencias contra el Vaticano II iban mucho más allá del orden litúrgico, y se extendían al campo doctrinal y jurídico - pastoral. El magisterio litúrgico del Papa alemán retomaba la teología de la liturgia desarrollada por el Cardenal Ratzinger, que seguía las huellas de Romano Guardini y Klaus Gamber.

Un lamentable retroceso se produjo con el motu proprio Traditionis custodes, que eliminó la Forma Extraordinaria del Rito Romano, e impuso fuertes condicionamientos para conceder el uso de la "Misa de los siglos". Desde esta perspectiva se puede apreciar la gravedad de las disposiciones de Pablo VI, que iniciaron una etapa nueva en todos los ámbitos de la vida eclesial, y dieron cabida en el posconcilio a errores y mutilaciones peores que los sostenidos por el modernismo de principios del siglo XX, condenado por San Pío X. La línea abierta por ese motu proprio ha sido recientemente ratificada y agravada por el "rescripto" que impone a los obispos la obligación de obtener el placet pontificio antes de autorizar el uso de la "Misa de todas las edades". Esta imposición inverosímil da al traste con la tan alardeada "sinodalidad"; la autoridad de los obispos ha sido recortada en un campo esencial de su munus como Sucesores de los Apóstoles. Es de temer que esta pertinacia antilitúrgica suscite nuevamente actitudes contrarias a la "unidad" que Roma dice profesar. De la misma fuente procede —me parece— la ilusión de una reforma, que habría sido solicitada por el cónclave que lo eligió al Papa. La Compañía fue siempre un factor de reubicación de la Iglesia en la sociedad, en competencia con la masonería. El Vaticano está lleno de masones, y el Pontífice trata de usarlos. Me resulta admirable, sorprendente, la complacencia del Papa en su década de gobierno, y la ficción de atribuir los éxitos a los colaboradores. Un problema crónico de la Compañía ha sido el de la humildad.

El aliturgicismo incluye la devastación de lo que en la liturgia del Rito Romano procede de la Tradición. La obsesión antilitúrgica, que ya he apuntado, llega al extremo de boicotear la sinodalidad. Un obispo, para poder autorizar a un sacerdote celebrar con el Misal de Juan XXIII –-es decir, la “Misa de los siglos”— necesita pedir permiso a Roma. Tal es el tenor del reciente rescriptum: una verdadera tiranía pontificia que inhabilita a los sucesores de los apóstoles para cumplir su ministerio en un asunto tan fundamental. Esta orientación incluye dejar que impunemente se ejerza la devastación del Rito Romano. Nuevamente mencionaré que esta libertad contradice lo que prescribe el Concilio, en la Constitución sobre la liturgia Sacrosanctum Concilium, a saber: que nadie, aunque sea sacerdote cambie, añade o quite por iniciativa suya en los ritos litúrgicos. La libertad de devastación va unida a la persecución a los tradicionalistas.

Una contradicción flagrante: se persigue a los tradicionalistas, pero se consiente la integración en el Rito Romano de ritmos percusivos y danzantes, y la adopción de ritos paganos, hindúes, budistas, según los principios del NWO o Nuevo Orden Mundial, en competencia con la masonería. En las visitas a diversas naciones se acepta introducir en la liturgia ritos tribales de la cultura ancestral de los pueblos visitados. Así la deformación del culto divino roza la idolatría. Esta actitud se repite en muchos países, como una perversión del diálogo interreligioso. En 2019 el Papa firmó en Abu Dhabi el Documento sobre la Hermandad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común, en el cual se dice: “El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son una sabia voluntad divina, por la que Dios creó a los seres humanos. Esta Sabiduría divina es el origen del que deriva el derecho a la libertad de creencia y la libertad de ser diferente”. Dios Creador sería entonces el autor del politeísmo. Esta afirmación equivale a renunciar a la misión esencial y originaria de la Iglesia, como está expresamente recogida en el Evangelio: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda criatura. El que crea y se bautice se salvará, pero el que no crea se condenará” (Mc 16, 15-16). Tal renuncia sólo puede verse como una apostasía. La misma actitud se encuentra en 2020, en la aceptación de la propuesta de una jornada de oración y ayuno de todas las religiones el 14 de mayo. El Pontífice se refirió a la aceptación de la propuesta: “He aceptado la propuesta del Alto Comité para la Fraternidad Humana con el fin de que el próximo 14 de mayo los creyentes de todas las religiones se unan espiritualmente en una jornada de oración y ayuno y de obras de caridad”. Resulta evidente que la Iglesia desconoce su original misión de anunciar el Evangelio de la salvación y se suma al concierto politeísta mundial, participando así, como una de las religiones en el NWO, el New World Order, propugnado por la masonería. Esto no sería posible si el Vaticano no estuviera ya entonces infiltrado por la masonería universal. El contraste con la doctrina y la praxis seculares de la Iglesia no podría marcarse más claramente. Desde esta perspectiva se entiende la incorporación a la liturgia de los ritos paganos. También se explica la persecución a los tradicionalistas, que con su negativa obstaculizan la plena inserción en el NWO; así la Iglesia se encamina al reino del Anticristo. La confusión de los creyentes es la consecuencia; se trata del mysterium iniquitatis desplegado por el diablo.

El documento de Abu Dhabi implica la apostasía de la fe católica para adherir —como ya he escrito— al NWO. No hay compatibilidad entre éste y la fe cristiana; la confusión en la que se arroja a los creyentes no puede ser mayor. Este contraste asoma en cada intervención del Pontífice, lo cual prueba que así entiende la misión de la Iglesia, y así es comprendida su tarea de gobierno. Un ejemplo clarísimo se encuentra en la carta que le dirigieron los políticos argentinos con ocasión del décimo aniversario del pontificado: “Queremos manifestar nuestra admiración por tu obra en favor de la Humanidad (así, con mayúscula en el original), en particular de las personas excluidas y pueblos pobres, tu firme defensa de la paz mundial y tu permanente promoción de una Ecología integral (la mayúscula en el original), que permita escuchar el grito de la Madre Tierra y del Ser humano (lenguaje politeísta y masónico) frente a las situaciones destructivas que atentan contra los pueblos y la naturaleza”. En este contexto se explica la pasión antilitúrgica contra la “Misa de siempre”, en la que brilla con claridad la fe verdadera y la coherencia con la voluntad de Jesucristo y la misión tradicional de la Iglesia.

Se insinúa ahora una nueva comprensión de la sinodalidad: si un obispo quiere autorizar a un sacerdote a celebrar la “Misa de siempre”, ¡debe pedir permiso a Roma! La obsesión ya no tiene fronteras.-

 

+ Héctor Aguer

Arzobispo emérito de La Plata. 

Buenos aires, jueves 30 de marzo de 2023.


27 comentarios:

  1. No es muy correcto, y con todo el respeto que se merece monseñor Aguer, luego de leer esto lo que mi conclusión es: se la jugó el Pocho!

    ResponderEliminar
  2. El 100% de las veces que me reclaman 'no adherir al concilio Vaticano II' les digo ¿Leiste el concilio? Respuesta 'no'. Luego en su cara le leo lo que dice Sacrosanctum Concilium. '¿Dónde está la Schola Cantorum de tu diócesis?' - no tenemos.

    ¿Pues entonces quién es el que está en contra del concilio Vaticano?

    No son hipócritas: son ignorantes. No saben lo que quieren, no conocen la fe, no conocen la herejía, no captan nada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hace algún tiempo le demostré a un buen cura, que el Novus Ordo, contradecía en varios aspectos la constitución Sacrosantum Concilium. Sorprendido, no daba crédito, su repuesta fue, "no puede ser, el Papa sabe más que tu", y se quedó tan ancho. Han renunciado a leer y a pensar.

      Eliminar
    2. "No sé qué es, pero lo quiero romper". Es imposible respetar a alguien con esa mentalidad de nene de 4 años.

      Especialmente en los pobres desgraciados que cayeron en puestos de poder dentro de la Iglesia (o sea, viven rodeados de lacayos y adulones que los enceguecen aún más).

      ¿Hay algún progre que ansíe la destrucción de la Iglesia? Sí, pocos. La mayoría de los destructores "no saben lo que hacen", persigue gratuitamente sin saber a quién ni por qué. Obedecen, tal como dices, ciegamente a una autoridad superior. No tienen capacidad para razonar.

      Eliminar
    3. Andrés, Fred... son ignorantes e hipócritas pertinaces, las dos cosas. Ignorantes, sí, porque (lo aseguro desde adentro, y desde mucho más adentro de lo que cualquier lector puede imaginar) en los seminarios simplemente los adoctrinan con clichés y la formación intelectual es próxima a cero Kelvin. Hipócritas pertinaces porque, cuando abierta y manifiestamente se los pone, con evidencia palmaria, ante su error, persisten en él. La experiencia relatada por ambos, la he vivido en primera persona numerosas veces. El resultado ha sido siempre el mismo.

      Eliminar
  3. Llega tarde, a propósito por supuesto y ya no aporta nada.

    ResponderEliminar
  4. The "conservative" ratzingerian candidate is Cd. Mueller.

    He's the best we can hope for... not sure if he'si good enough... (probably not)...

    Maybe this whole thing must still get worse before it gets better...

    ResponderEliminar
  5. Clase magistral de Monseñor Aguer para entender el drama de la Iglesia amputada en su liturgia de la "Misa de las edades".
    La seguridad con que afirma que Roma está llena de masones es la única explicación posible para interpretar cabalmente el por qué de tantas herejías de esta falsa iglesia que ya no es la que Cristo fundó en cabeza de Pedro.
    Sir más lejos, ayer nos cayó encima como un piano de cola otra prueba dolorosa de los malos frutos de ese árbol dañino que crece vigoroso tras los muros vaticanos.
    Según un documento dado a conocer, la Iglesia condena la conquista y evangelización de América por parte de España y Portugal que a punta de espada esclavizaron a los indios y los despojaron de sus tierras.
    Es el triunfo del indigenismo marxista -sucesor de la Leyenda Negra- que declaró al 12 de octubre como el "Día del Genocidio".
    Según esta teoría, los indios americanos vivían felices en paz y armonía hasta que en 1492 llegó Colón y acabó con esa "edad de oro".
    ¿Cómo se explica entonces que Hernán Cortés pudiera derrotar al imperio azteca con tan solo 400 hombres y 100 caballos? Sencillo: porque contó con el decisivo apoyo de 80.000 indios de tribus menores desesperados por la esclavitud y los sacrificios humanos a que eran sometidos por los aztecas.
    Y lo mismo pasaba con los incas y los mayas.
    Francisco se supera a sí mismo y cada día saca de la galera un nuevo conejo envenenado que niega lo que la Iglesia enseñó durante 2.000 años.
    Y todavía falta lo peor, nos acecha el cisma y la persecución...

    Fuenteovejuna

    ResponderEliminar
  6. El cargo episcopal lo mantuvo "mudo" respecto de ciertas verdades. Ahora la jubilación le soltó la lengua. En buena hora!

    ResponderEliminar
  7. Me gustaría saber que tiene que ver la "obra en favor de la Humanidad, en particular de las personas excluidas y pueblos pobres, la firme defensa de la paz mundial y la permanente promoción de una Ecología integral, que permita escuchar el grito de la Madre Tierra y del Ser humano frente a las situaciones destructivas que atentan contra los pueblos y la naturaleza” con Cristo, con el catolicismo...e incluso con el Concilianismo.

    Quiero decir, me parece muy bien esos objetivos y que se haga algo para no destruir el planeta. Pero esa no es la misión ni de la Iglesia Católica ni del Papa, como tampoco es misión de la Iglesia Católica arreglar carros o fabricar tejidos, actividades muy útiles para la humanidad.

    El negocio de la Iglesia Católica es la difusión del Evangelio y la salvación porque para eso expresamente fue fundada por el Salvador.

    Dicho esto, quien debe ocuparse de la defensa de la Humanidad es la ONU y sus agencias, tal vez la masonería (cuando no es pura propaganda hueca), la defensa del medio ambiente ya lo hacen los convenios entre paises y los movimientos ecologistas.

    Y naturalmente no existe ninguna "Madre Tierra" (Pachamama)

    Parece que están descatolizando la Iglesia Católicas cambiando sus objetivos. Precisamente después de haber cambiado su teología y su liturgia.

    No es de extrañar que UNOS políticos argentinos, que ya tienen su religión y sus líderes religiosos, y NO de los políticos argentinos católicos, le animen en sus objetivos
    a-católicos y declaren su admiración por que lo que este porteño ha logrado en 10 años durante y que ellos no han podido hacer en 2 siglos.

    Los ingleses descubrieron "the hard way" que la única manera de destruir el mayor imperio de la época, donde no se ponía el sol, era por dentro, nunca desde fuera.

    Alguien, seguramente también "the hard way", ha descubierto que la única manera de destruir la Iglesia de Cristo era por dentro, nunca desde fuera (porque "la sangre de los mártires es semilla de cristianos").

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues precisamente hay un libro de Taylor Marshall llamado: "Infiltración: el complot para destruir la Iglesia desde dentro"

      Eliminar
    2. Interesante reflexión. 😀👍💙

      Eliminar
  8. Más vale tarde que nunca; pero la pucha que se le hizo tarde a Mons. Aguer. ¿O no fueron igual de graves que Abu Dhabi los encuentros ecuménicos de Asis de JPII y de BXVI? Por mencionar algunos nada más.
    Por otro lado, jamás voy a entender esa postura de "celebro la misa nueva pero reconozco que la de siempre es mejor". Dejando de lado que no se trata de mejor ni peor, sino de católica o no católica, ¿cómo alguien puede estar viendo todas las calamidades que trajo la misa nueva y aún así seguir celebrándola (o asistiendo a ella)?
    Enhorabuena por Monseñor, pero espero que no sea como aquellos que sólo se escandalizan por las graves consecuencias y sin embargo aceptan mansamente los principios que nos llevaron a ellas.
    Bernardo Calabrese

    ResponderEliminar
  9. Ha llegado el momento de que los cardenales que han elegido a este sujeto al trono petrino den explicaciones de qué querían obtener precisamente y por qué nos quieren tan mal.

    Respecto a los arrupistas, lo que veo es que no tienen nada que ver con la Iglesia Católica y que deben dejar de engañar a la gente con que es una orden religiosa.

    Deben reconvertirse en un partido político, en una logia, en una ONG o en todo a la vez si quieren. Pero hace mucho que que no tienen nada que ver con el catolicismo y es inmoral que sigan timando a los ingenuos.

    Los jesuitas se extinguieron hace mucho tiempo. Con la elección de Arrupe al generalato para ser más precisos.

    ResponderEliminar
  10. Mentras están a cargo de las diócesis, no hacen un pomo, los "emeritizan" y pasan a ser Godofredo de Bouillón ¡Dejate de joder...!!

    ResponderEliminar
  11. GASTÓN: Prescindiendo de otros motivos para agradecer el escrito de Mons. Aguer me limito a su afirmación rotunda de la condición masónica de Anibbale Bugnini. Doy por supuesto que Monseñor tiene las pruebas necesarias y creo que aporta un dato que yo siempre leí que no pasaba de ser una sospecha vehemente. ¿O me equivoco? Y desde luego que no sé qué más se pueda pedir razonablemente, no sólo para liberar de verdad la Misa tradicional sino para revisar a fondo la de Pablo VI, que este dato de la pertenencia a la masonería del autor de la 2ª: Annibale Bugnini. De la Misa de Pablo VI se puede decir que JAMÁS estuvo defendida sino que fue entregada a la arbitrariedad y el capricho desde el minuto 1 de su aparición y de la Tradicional lo que puede decirse es que ha sido victima de constante persecución. Hasta hoy.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El Concilio votó no cambiar la Misa de los santos. No entiendo por qué Montini desobedeció al Concilio e impuso otra liturgia que traducía una teología protestante.

      ¿Fue por pura maldad?

      ¿O tenía un fin -este fin-?

      Eliminar
    2. Gastón:

      Tal vez la eucaristía de Montini la hizo Bugnini (era un liturgista), pero eso no significa que la responsabilidad fuera de Bugnini, ni mucho menos.

      Fue 100% de Montini, porque él tenía un mínimo conocimiento de liturgia, porque recibió quejas de liturgistas y porque recibió el famoso informe del cardenal Ottaviani.

      No quiso hacer nada ni antes ni después, cuando los conventos y seminarios se vaciaron al momento en cuando los seminaristas y frailes se dieron cuenta de lo que este malvado les estaba metiendo por ahí.

      el que sus enchufados le hayan canonizado y hasta el día de hoy no se quiera indultar la Santa Misa de siempre indica que el desastre que ha sucedido era todo fruto de un siniestro y diabólico plan.

      Eliminar
    3. GASTÓN: Gracias por la respuesta. Recuerdo que de hecho las colecciones legislativas suelen llevar el nombre del rey que las mandó hacer aunque las hacían los juristas. Para bien o para mal se le atribuyen al soberano. O la biblia del rey Jacobo que supongo no habría traducido personalmente ni una linea de ella.

      Eliminar
    4. La certeza de que Mons. Bugnini era masón la tenemos hace poco tiempo gracias al Padre Charles Murr, quien colaboró con el Cardenal Gagnon cuando este gran prelado escribió un informe sobre la infiltración masonica en la Iglesia a pedido de Pablo VI. Es autor del libro "Asesinato en el grado 33". Hay varias entrevistas recientes en YouTube.Vale la pena verlas.

      Eliminar
  12. Es contradictorio en modo grave....está diciendo abiertamente que la misa de Paulo VI fue hecha en el "tabolino" de un masón... Y aún así la sigue celebrando???? Más allá de eso que es, insisto, grave la denuncia no deja de ser encomiable. Hago votos por qué de de una buena vez el gran paso y ya que ve dónde está la raíz del problema se vuelque de una buena vez a la Liturgia de Siempre...sin ese paso que serviría de muy buen ejemplo la denuncia es encomiable pero llevada por el viento

    ResponderEliminar
  13. El P. Charles Murr escribe en su libro "Asesinato en grado 33", como Pablo VI confío al Obispo Gagnon, un informe sobre la infiltración de la masonería en el Vaticano. Tras 3 años de trabajo, asaltos a su oficina y amenazas de muerte, el Obispo Gagnon presentó su informe; según el cual Bugnini y Baggio eran masones. Este informe nunca verá la luz, porque sería un golpe demasiado fuerte para el Vaticano, reconocer que el Novus Ordo estaría fabricado por un masón y que durante 11 años otro masón habría nombrado obispos liberales por todo el mundo. Hay cosas que nunca se sabrán. Pero los resultados están ahí. Según el mismo libro, Bugnini ya habría sido desterrado a Irán, con anterioridad a la presentación del informe, y al preguntar porque no se habían tomado medidas más duras contra Bugnini, la respuesta papal fue, "para evitar mayores escándalos".

    ResponderEliminar
  14. Muy bueno lo de Aguer, para felicitarlo. No obstante, contiene algunos errores, históricos o jurídicos. Dice: “lamentable retroceso se produjo con el motu proprio Traditionis custodes, que eliminó la Forma Extraordinaria del Rito Romano, e impuso fuertes condicionamientos para conceder el uso de la "Misa de los siglos”. Esto no es necesariamente así. La Bula de San Pío V Quo Primum témpore concede permiso, indulto y derecho excepcional a perpetuidad para la Misa codificada por él. Se habrá limitado el uso del Misal de Juan XXIII, pero el de San Pío V no se puede. “Que absolutamente nadie, por consiguiente, pueda anular esta página que expresa Nuestro permiso, Nuestra decisión, Nuestro mandamiento, Nuestro precepto, Nuestra concesión, Nuestro indulto, Nuestra declaración, Nuestro decreto y Nuestra prohibición ni ose temerariamente ir en contra de estas disposiciones. Si, sin embargo, alguien se permitiese una tal alteración, sepa que incurre en la indignación de Dios Todopoderoso y sus bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo” Más claro, imposible.
    Por eso mismo, cuando Aguer habla de “prohibición canónica” para referirse a, como él la llama, la "Misa de las Edades" en tiempos de la aparición del Novus Ordo, yerra con bulto: Primero, por que la Misa tradicional no se puede prohibir; y Segundo, por que, de hecho, jamás existió ninguna norma jurídica que la prohibiera, de modo que jamás existió dicha “prohibición canónica”, que existió solamente en la mente de muchos incautos y en las palabras mendaces de muchos jerarcas.
    Es cuanto quería aclarar.
    Alcides M. de Ibargüen

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aunque estoy en general de acuerdo con su comentario, es necesario aclarar de nuevo que un Papa no puede obligar a sus sucesores en materia de disciplina eclesiástica, y así el Misal Romano atravesó diversas modificaciones, reformas (en el verdadero sentido de desarrollo orgánico) a través de los siglos, la última de ellas siendo la de Juan XXIII, discutible al igual que la de Pío XII (San Pío X empezó reformando el Breviario pero no le dio tiempo para el Misal).
      Es decir que el "Misal de San Pío V" no es un Misal absolutamente inmodificable.
      Obviamente el Novus Ordo no es una reforma, es un "borrón y cuenta nueva", y así los progres pudieron decir, con verdad, "hemos destruido el Rito Romano".

      Eliminar
  15. Qué Obispos pusilánimes que tenemos!!! Cuánta falta de virilidad!!! Está muy bien lo que dice Monseñor Aguer, pero se acordó ahora? Dónde estuvo estos últimos sesenta años? Alguien leyó algún "mea culpa" por algún lado? Dicen que la justicia que tarda no es justicia. Estas críticas son correctas pero, en razón de la dignidad que tiene quien las pronuncia, son totalmente extemporáneas. Y por serlo, inútiles. Es decir: no mueven ni una alfiler en el tablero institucional de la Iglesia. Monseñor Aguer hoy no corta ni pincha. Tiene tanta influencia política en la Iglesia como un jarrón chino. No existe. Tienen que hablar cuando gozan del poder de jurisdicción. Cuando pesan. Pero ahí no se la juegan, porque son una corporación (iba a decir casta) de miedosos (iba a decir hipócritas).

    ResponderEliminar
  16. Palos porque bogas, palos porque no bogas.
    Si es cierto lo que sostiene Mons. Aguer, bienvenido sea. En definitiva, es el único que viene escribiendo –y, diciendo- cosas que ninguno se atreve a sostener. Aún a riesgo de que se lo considere extemporáneo; o, a riesgo de que lo sea para incidir en el actual poder eclesial.-
    Nuestros obispos son políticos; y, en la mayoría de los casos –si no todos- políticos partidarios. Por convicción o por conveniencia, aliados del poder. Sin sotanas, conocimientos ni pelotas. Blandos con los duros y duros con los blandos. Así nos va… Así le va a la Iglesia Católica…
    Por otra parte: no todos los “emeretizados” son capaces de decir “esta boca es mía”, pese a haber pasado (o haber sido pasados) a cuarteles de invierno.
    Aclaro, a todo evento, que no conozco personalmente a Mons. Aguer; ni pretendo asumir el rol de ser su abogado defensor, cosa que no creo que necesite.-

    ResponderEliminar
  17. Llamado a la solidaridad (y a la cordura):

    Se solicita al querido Jack Tollers - lector habitual del presente "blog" - que tenga la deferencia de repetir su comentario del 11 de marzo de 2022 (14.04 hs.). El pueblo lo está pidiendo a gritos (http://caminante-wanderer.blogspot.com/2022/03/mons-hector-aguer-un-buen-obispo.html)

    Abrazo, querido Jack.-

    Juanito.

    ResponderEliminar