Estoy seguro de que muchos de los que reunimos en torno a este blog hemos sido educados en un catolicismo militante. Esto implica entender la vida cristiana como una continua y permanente lucha: contra las pasiones y contra los enemigos de Dios y de su Iglesia. Y este cristianismo militante, a fuerza de hábitos, se entreteje de tal modo en nuestro ser cristianos que termina siendo una segunda naturaleza. Es decir, no podemos entender nuestra vida cristiana más que como un combate.
El libro de Job dice: “Militia est vita hominis super terram”, y la enseñanza de los apóstoles y de los Padres son recurrentes en la imagen de la lucha. No por nada a los Padres del Desierto, fundadores de la espiritualidad cristiana, se los llama Padres népticos, porque otorgan un puesto central en la vida espiritual a la népsis, es decir, la vigilancia con respecto a los enemigos —pensamientos malvados— que rodean el alma. Y utilizan un término militar, pues népsis se refiere a la actitud del vigía que, encaramado en lo alto de un atalaya, otea el horizonte en busca de enemigos.
Este modo de entender y vivir la fe, sin embargo, tiene sus riesgos. Uno de ellos es entender el cristianismo exclusivamente como una lucha, y si esto sucede, quedarán fuera prontamente la oración, la lectura de las Escrituras, la visita a los enfermos y muchas obras de misericordia más. En pocas palabras, se caerá en un activismo ramplón, que entusiasma y enardece pero que no se sostiene más que en la emoción y en esa fantasía militar en la que se vive. Y así vemos a tantos adultos que, a pesar de sus años, siguen jugando a los soldaditos como cuando eran adolescentes.
El otro riesgo, y es en el que quiero detenerme un instante, es que el cristianismo termina siendo marcado por el enemigo de turno. Es decir, adquiere más importancia ese enemigo de la fe que la fe misma. El propio cristianismo se vive en función del enemigo. Recuerdo vivamente una situación que a la distancia parece cómica: en septiembre de 1989 era yo un jovencito siempre dispuesto a batir enemigos. Estaba en misa que celebraba un sacerdote que pasaba por ser un agudo analista de las batallas a las que debíamos enfrentarnos. Y ese día anunció en el sermón que, según sus cálculos, el comunismo soviético avanzaba a razón de 40 km. por hora. Era cuestión de tiempo para que llegara a Argentina. Había que estar preparados para la lucha. Todos sabemos que dos meses después caía el Muro de Berlín y, con él, la era soviética. El problema para este cura y para muchos otros como él no fue la profecía fallida, sino que de repente se quedaron sin enemigo. Toda su formación, todo su apostolado y todas sus fuerzas habían estado durante décadas orientadas a combatir el comunismo materializado en la Unión Soviética. Caída ésta, su cristianismo quedó enclenque y tuvo que pasar un buen tiempo hasta que pudieron rearmarse y comenzar un nuevo y necesario plan de batalla contra el marxismo cultural.
Durante las décadas de los ’80 y los ’90, en los ambientes eclesiásticos conservadores de Argentina, la militancia era también contra el progresismo religioso. Y así, los centros de formación sacerdotal conservadores, como los seminarios de Paraná, San Rafael y San Luis, estaban vertebrados como una lucha contra los progresistas. A la sotana, algunos latines soltados aquí y allá y una educación filosófica y teológica elemental barnizada de tomismo, se le agregaba la militancia anti-progresista que era, con mucho, la que lógicamente más entusiasmaba a los jóvenes que generosamente se formaban en esos seminarios. Y esta formación tenía además un aditamento fundamental: la “devoción” y sumisión total al Sumo Pontífice. Ambos ingredientes maridaban a la perfección: “luchamos contra el progresismo porque esa es la lucha del Papa. Él es nuestro adalid en la guerra contra aquellos que desvirtúan las verdades de la fe y de la moral”. Eran tiempos wojtilianos, y con Juan Pablo II la militancia conservadora tenía definido claramente su rol y su jefe.
El problema surgió para estos jóvenes que ya no lo son, y mucho menos para quienes fueron sus formadores que hoy son más que septuagenarios y que peinan abundantes canas, cuando se les desarmó la ecuación, es decir, cuando el papado abrazó el progresismo. Durante los primeros años del pontificado de Francisco, la cosa aún podía enmascararse pour la galerie, no fuera que los fieles se confundieran y quedarán sin enemigo claro. Pero los años pasaron y hoy ya nadie puede engañarse: Francisco encarna y proclama sin tapujos las doctrinas progresistas que ellos mismos atacaban con bríos hace algunas décadas. Y el obediencialismo al Romano Pontífice les impide cualquier tipo de maniobra: no pueden atacar abiertamente al progresismo porque estarían atacando al Papa. En breve, se quedaron sin enemigo. ¿Cómo pueden dar entonces sentido a su catolicismo militante?
Es entretenido, y patético, observarlos. Los conservadores más avezados en las técnicas camaleónicas, como el Opus Dei, han pasado por todos los colores del arco iris a fin de mimetizarse con los nuevos aires. De poco les sirvió, pues fueron decapitados por Bergoglio. Otros, sencillamente cambiaron de bando en medio de la batalla: basta ver lo que ocurrió durante la pandemia con la comunión en la boca, y cómo muchos otrora paladines de la ortodoxia de la fe, rápidamente aceptaron las imposiciones episcopales. Hay un lamentable sermón que circuló por las redes en esos tiempos en el que el sacerdote, líder del conservadurismo argentino, se dedica a alabar durante veinte minutos la costumbre católica de comulgar en la boca pero que terminaba diciendo que había que obedecer y comulgar en la mano.
O bien, intentan marear la perdiz. Me dio pena escuchar la reflexión del P. Santiago Martín de la semana pasada. Hasta ahora, había sido durísimo y de claridad meridiana en su posición contra el sínodo alemán y todo intento de democratizar a la Iglesia. Pero bastó con que fuera el Papa quien dispusiera que en el próximo sínodo de los obispos participarán con voz y voto setenta laicos, para que cambiara subrepticiamente de postura y afirme que está todo muy bien, pues éste se trata de un sínodo con obispos y no de un sínodo de los obispos, y que, en todo caso, la situación sería grave si las disposiciones del sínodo fueran vinculantes, pero dado que son apenas sugerencias para el magisterio pontificio, todo sigue tan bien como antes. Frente a la autoridad del pontífice, todos bajan humildemente (¿o indignamente?) la cabeza.
Pero una de las actitudes más curiosas e indignantes, la ha tenido buena parte del clero conservador de la diócesis de San Rafael. Allí, al verse efectivamente sin enemigos y sin poder concebir la fe sin alguien a quien combatir, eligieron como adversarios a los tradicionalistas, que son allí unos pocos sacerdotes que hasta hace poco eran sus amigos y un puñado de fieles que eran de sus rebaños. Ahora ya no lo son más. Se han lanzado a una campaña en la que sobrepasan sobradamente a los progresistas en su rechazo y críticas a la misa tradicional. Es este el modo que han encontrado para volver a maridar sus amores: el combate y el Papa, y dar sentido a su cristianismo. (A fines del año pasado había dedicado un post a esta misma situación).
Nunca más actual que ahora Chesterton que, en su libro Por qué soy católico, advertía que “Un conservador es un progresista que camina más despacio hacia los mismos objetivos”. O bien, “Un conservador admite los errores pero no está dispuesto a corregirlos”, y todavía “Un conservador tiene una misión clara: impedir la tradición”.
Excelente post Don Wanderer!!!
ResponderEliminarGASTÓN: El final de este proceso tan bien descrito en el artículo es que la Verdad acaba siendo sustituida por la autoridad. ¡Y qué autoridad! Aunque entiendo que los grandes teólogos como Belarmino o Melchor Cano estudiaron la hipótesis del Papa hereje en la práctica todo distanciamiento a pronunciamientos pontificios tan descabellados como los actos interreligiosos de Asís estaba tan mal visto que al final el Papa ha quedado convertido en un jefe de secta al que hay que seguir ciegamente aunque diga lo contrario de toda la enseñanza anterior
ResponderEliminarEstimado Gastón, haría una matización, creo que importante. No se trata de contraponer autoridad a Verdad. La autoridad es una atribución o cualidad, y la Verdad es un sujeto. Creo que sería más exacto contraponer la autoridad de la Verdad a la autoridad de la jerarquía (o de los superiores jerárquicos). Obviamente, la primera es superior a la segunda porque, como muy bien dijo Nuestro Señor, no tendríamos poder si no nos viniera de lo alto. Ahí está la clave del discernimiento.
Eliminar<<<>> Qué genio!!!
ResponderEliminarComo decía Castellani: un genio es alguien que ve lo que otros no ven.
Bueno, no sé por qué se cortó mi comentario, pero cuando digo lo de genio, me refería a Chesterton.
EliminarGracias por su artículo. Estoy de acuerdo con la reflexión sobre el combate. La importancia de volver a pensar teológicamente la dimensión de "milicia" de la vida espiritual y de volver a "nombrar" los enemigos de la fe Católica. Y al mismo tiempo, señalar los peligros de una postura que absolutiza el combate. Cuando la Fe tiene identidad y sentido solo con un enemigo enfrente.
ResponderEliminarPero me sorprende la superficialidad con la que se trata el análisis de los supuestos "conservadores", y la saña con la que se habla de "buena parte del clero de San Rafael". Se dan sentencias y axiomas gratuitos sin ningún sustento. Es como leer un discurso "ideológico", lleno de generalizaciónes y falta de argumentos.
Hay un discurso desquiciado, sin centro ni raíz, que no logra leer en lo profundo, que se queda en lo inmediato, en lo fenomenológico, y no logra penetrar en la hondura de temas tan densos e importantes, cómo lo es hablar de la Iglesia, del clero, de la vida Cristina, en definitiva, hablar del "Misterio del Cuerpo de Cristo"
No se puede uno referir a tan altos temas con un análisis tan trivial y una mirada parcial.
No quiero ser grosero. Lo respeto mucho y lo considero una persona inteligente. Pero discrepo con este tipo de análisis "hueros" y estériles.
Creo que el artículo no logro trascender la piel del debate y del problema. La cuestión es Teológica y Sobrenatural. No de "rótulos". Es necesario tratar de llegar al núcleo esencial del tema. Solo desde esa médula podemos dar algo de luz a este mundo tan confuso.
Es necesario atravesar los pesados abrigos de la apariencia y de los rótulos, para encontrar el Núcleo Luminoso de la Verdad Evangélica, de la Tradición viva, del Depósito de la Fe; ese "Tesoro" que llevamos en vasijas de barro... Y acceder así en el inmenso mundo de Dios.
Estimado amigo: le agradezco su comentario. Con respecto a las críticas que hace al artículo, creo que es necesario tener en cuenta que se trata justamente de un "artículo" en un blog y no estudio monográfico. Y, además, de un blog que tiene casi 17 años de existencia y en el cual hemos tratado abundantemente el tema de los conservadores. No puede pretender que cada que escribo una entrada repita las caracterizaciones que hemos hecho a los largo de estos años.
EliminarEn cuanto a la "saña" contra el clero sanrafaelino, no encuentro donde está. Simplemente, hay un relato de hechos objetivos, fácilmente comprobables para cualquiera que los desee. Si de saña se trata, creo que más bien corresponde al grupo de sacerdotes de esa diócesis que se han empeñado en desacreditar a sacerdotes y fieles que prefieren el rito romano tradicional.
Estimado Anónimo:
EliminarLuego de leerlo hablar sobre "Misterio del Cuerpo de Cristo", "cuestión Teológica y Sobrenatural", "Núcleo Luminoso de la Verdad Evangélica", etc., pensé, y esperé, que nos diera aunque fuera una pista de a qué se refiere concretamente. Pero nada.
No es la primera vez que me pasa esto: recuerdo hablar con conservadores y que salieran con estas mismas palabras, como un mantra que impide el "discurso desquiciado, sin centro ni raíz, que no logra leer en lo profundo, que se queda en lo inmediato, en lo fenomenológico, y no logra penetrar en la hondura de temas tan densos e importantes"... ¿cuál es entonces el discurso con centro y raíz, que sí lee en "lo profundo", que va más allá de "lo inmediato", que alcanza lo metafísico, que penetra "la hondura de temas tan densos e importantes"?
Anímese y denos una muestra de un tal discurso.
O quedará usted como un macaneador vulgar que usa palabras rimbombantes para esconder su ignorancia y/o cobardía de enfrentar la cruda realidad.
Gracias Wanderer y Andreas por responder a mi comentario.
EliminarSimplemente señalo tres cosas. En primer lugar creo que hay un error al rotular San Rafael como "conservador". Creo que se toma el todo por la parte y se concluye de manera errada y poco realista. Creo que se habla desde una experiencia parcial del clero de San Rafael. Tal vez se habla pensando en cierta época, en ciertos personajes, o desde ciertas heridas.
En segundo lugar, identificar el ser "verdaderamente tradicional", con "preferir el Vetus Ordo", creo que es un grave error. Denunciar problemas y concepciones eclesiológicas peligrosas (cosa que se da en cualquier grupo católico) dentro de algunos grupos de Misa Tradicional no te convierte en "conservador" ¿o si?... Ni tampoco te convierte en un persecutor de la Misa Tridentina y menos aún de la "Tradición".
Por último. Me llama la atención lo rápido que fui rotulado como "conservador" por Andraes (disculpe que no lo escriba en griego). Simplemente me atreví a discrepar y comentar un artículo de este blog, y ya fui sentenciado. ¿No le parece un poco simplista?
1- Proponga usted entonces cómo ha de rotularse San Rafael, aceptando la odiosa necesidad de poner rótulos para entendernos rápidamente, cayendo obviamente en generalizaciones, pero, espero, no sin base real.
Eliminar2- No se ve por ningún lugar eso que dice usted, ni en Wanderer ni en mí mismo. Por otra parte, no es simplemente "Denunciar problemas y concepciones eclesiológicas peligrosas (cosa que se da en cualquier grupo católico) dentro de algunos grupos de Misa Tradicional", sino los argumentos y la postura ideológica desde donde parte la denuncia, y si esos "problemas y concepciones eclesiológicas peligrosas" son tales en la realidad o lo son sólo en la mente -conservadora- de quienes denuncian.
3- Cite usted el pasaje donde lo sentencio y rotulo como "conservador".
PD: sigo esperando que responda de alguna manera a mi comentario, sin irse por la tangente.
Gracias Andreas!
Eliminar1- no acepto la "odiosa necesidad de poner rótulos para entendernos rápidamente". Menos en estos temas tan complejos que necesitan tantas distinciones.
2- no creo que sea necesario entrar en detalles con la situación sanrafaelina... No vamos a entrar en casuística. Lo que sí digo es que no toda restricción (o advertencia) para con algunos curas "tradicionales" o ciertas "comunidades" de misa tradicional, brotan de un esquemas idiologicos o conservadores.
3- Es cierto. No me sentencia de manera explícita. Le pido disculpas.
Pero... Se lee entrelíneas cuando compara directamente mí comentario con el de sus conocidos conservadores. Se deja claramente entender...
Con respecto a su pedido no me toca a mí dar discursos. No soy el dueño del blog. Tampoco creo que esté medio sea el mejor. Gracias
"Tampoco creo que esté medio sea el mejor".
EliminarHombre, para terminar en eso, mejor ni hubiera empezado.
Se tomó tantos días y no respondió la cuestión principal.
No pretenderá que alguien lo tome en serio, ¿verdad?
Canonizar en vida al Fundador. Qué locura. Cuantas vidas arruinadas. Qué tristeza.
ResponderEliminarRichard
Sí, es una reflexión que parece muy acertada.
ResponderEliminarDe todos modos, referente al ojo clínico del pater, hay que reconocer que eso era general, porque recuerdo haber leído algo muy parecido del lider del partido laborista británico (socialistas), que por las fechas tenía que ser el galés Neil Kinnock.
Lo que pasa es que nadie se dio cuenta que el comunismo era un bluff mantenido en pie en el interior por una dictadura feroz y en el exterior por la propaganda y la envidia de clase.
Y como no recordamos el pasado, nos recuerda el madrileño Santayana, "estamos condenados a repetirlo".
Por cierto, que el economista Tomas Sowell recuerda en un video de youtube cómo el desarrollo soviético se debió a ayuda occidental, no precisamente por el desarrollo de la filosofía comunista.
No ha habido un regimen político peor para el obrero, porque siendo los medios de producción propiedad del Estado, los inevitables conflictos que siempre habrá son ahora un ataque a la comunidad y se castigan como tal; por eso la huelga, derecho laboral básico, estaba prohibida y castigada en el código penal soviético como delito de sedición.
Por cierto, que no todos estuvieron ciegos o se cegaron a voluntad:
El joven Gorbachov, miembro de la delegación oficial soviética a una feria agrícola en Canadá, de repente se da cuenta con otros camaradas de que las promesas milenaristas comunistas no se habían cumplido en absoluto y que occidente estaba mucho más desarrollado que sovietistán, el paraíso del proletario esclavo.
Bueno, pues ahora, que volvemos a las andadas, tenemos que vérnoslas con el marxismo sexual de György Lukács (sí, otro Jorge; ¡Señor, qué cruz!)
Me pregunto si no sería conveniente mandar al porteño a alguna feria agrícola canadiense, cuanto más lejos, mejor; a ver si aprende algo ("prodesse et delectare" decían entonces)
Es curioso, porque este artículo me ha recordado algo que leí hace años en el blog New Liturgical Movement (es uno de los blogs que aparecen en esta página):
ResponderEliminarfecha: Monday, October 22, 2018
título: the Psychology of Difficulty: Time for a New Youth Strategy.
En él, Peter Kwasnewski hace una comparación de los videos de presentación de seminarios para posibles vocaciones del seminario ruso ortodoxo de la Santa Trinidad (Jordanville, Nueva York), el seminario católico del Beato Juan Pablo II (archidiócesis de Washington D.C.) y del noviciado de los Santos Ángeles, de la Sociedad de San Pio X (Winona, Minnesota)
y desde luego abre los ojos.
el video del seminario ortodoxo tiene una versión más larga: https://youtu.be/AEjmowfa56U
La conclusión es que depende de lo que ofrezcas, eso es lo que te encuentras.
Es evidente que el tipo de religión llamada "happy clappy" no funciona, es rechazada por los fieles y está destruyendo la Iglesia Católica (como antes ha destruido las iglesias protestantes, porque ahí es donde se origina esa falsa teología)
Don Wander, comparto lo que dice sobre el Padre Santiago Martín. Es una pena que defendiendo tan bien la sana doctrina apele a los acertados cambios que hicieron grandes santos del pasado para justificar lo injustificable como es sumar 70 laicos de ambos sexos al Sínodo de Obispos sabiendo que Francisco, que no es ni tonto ni perezoso, los elegirá cuidadosamente para que sean de su mismo corral a fin de asegurar la aprobación de reformas heréticas que la Iglesia siempre condenó.
ResponderEliminarSi lo que hace ahora lo hiciera por cobardía, no hay duda que al final terminaría con Francisco; pero si condena al sínodo alemán y denuncia por herejes a la mayoría de los obispos alemanes, todo indica que cuando llegue el cisma que ya considera inevitable no tendría más remedio que elegir entre dos bandos: de un lado Francisco, los alemanes y tantos otros obispos herejes que vagan por el mundo y del otro lado los pocos pero buenos obispos que todavía quedan.
Si como yo supongo finalmente se unirá a los que defienden la sana doctrina porque piensa como ellos, ¿por qué entonces no lo grita ya si sabe que tarde o temprano ese día llegará y no tendrá más remedio que alejarse de Francisco?
¿Será que no lo quiere hacer ahora en soledad porque le parece más honroso hacerlo cuando llegue el cisma junto a los pocos pero buenos que aún quedan? Es posible, pero lo veo medio inútil porque sería como alargar una agonía dolorosa que ya no tiene remedio. Parece que habrá que esperar un poco para verlo.
Fuenteovejuna
Estimado Fuenteovejuna. Comparto su opinión. Tengo la impresión del que el padre Martín, pero no solo él, sino muchos, muchos más que conozco o veo en redes, no se atreven a dar el paso, y sólo están esperando el momento de hacer esa elección que todos sabemos que será inevitable. Es cómo si estuviéramos viviendo en cámara lenta.
EliminarUn conocido mío, hace muchos años, me decía: "mira, tarde o temprano todos nos veremos obligados a elegir ese bando que ahora no está bien visto elegir". Esto aplica en todos los sentidos y "preferencias". Cada vez habrá menos gente "en medio" y más gente a la izquierda o a la derecha, es cuestión de esperar. Aún así no deja de ser triste cuando menos la falta de atrevimiento.
Si el "camino sinodal alemán", fuera por ejemplo español y no alemán, ¿el discurso del p. Santiago hubiera sido igual de claro los últimos meses? Los obispos españoles no se atreven a tanto (todavía), pero ¿el p. Santiago, los combatiría con la misma claridad con la que se habla de obispos alemanes que nunca le oirán?.
Aclaro que yo respeto mucho al padre Santiago, y estoy consciente de que como laico yo no tengo nada que perder, al contrario de él.
Justo hoy acabo de leer en Infovaticana sobre el sacerdote italiano suspendido a divinis por criticar Amoris Letitia en un libro, y negarse a retractarse. El libro, que no tiene desperdicio, se puede leer en español (y otros 6 idiomas) aquí https://www.tradimentodellasanadottrina.it/es/libro/ . Su obispo invocó el canon 1371.
se filtro de la nunciatura gallega que el p. Santiago Martín recibió una "telefonada" del hombre vestido de blanco.
EliminarEstimado Wanderer, muchas gracias por la entrada, gran análisis.
ResponderEliminarTiro una hipótesis para ver qué les parece: una de las tantas razones posibles de esa forma de entender sesgadamente la vida cristiana como combate sería la invocación del héroe como arquetipo cristiano.
En el ambiente católico más conservador se suele poner la siguiente triada: el santo, el mártir y el héroe. Incluso el héroe y el santo van a identificarse en el mártir. El dato no es menor porque tiende a equipararse los tres arquetipos. En mis años mozos yo creía que San Martín, Belgrano, Güemes, el sargento Cabral etc., estaban ubicados en esa tríada y eran paradigmas de vida cristiana plena porque “Militia est vita hominis super terram”. Claro, el paso de los años, las lecturas sensatas (no los manuales nacionalistas) me fueron mostrando otra cosa muy distinta. Sin embargo, la triada continúa teniendo plena vigencia en ese ambiente y se continúa educando a los muchachitos en esa visión.
No hay ningún problema en tener héroes y santos. Pero héroes y santos de verdad no superhéroes de tv. Las únicas personas que tienen problemas con los héroes y santos son los mediocres y los envidiosos. No son capaces de reconocer una virtud o un liderazgo en nadie.
EliminarComentario militante si los hay...
EliminarOooops.... Otro envenenado por la lectura "carlista" y marxistoide; y van ya chiquicientos... Se ve que los héroes, los santos y los mártires no son para esta pobre gente. Prefieren el modesto burócrata mediocre y envidioso; les resulta más congenial o andá a saber... Aquí tenemos un poco de cada uno, héroes,santos y mártires para cada gusto; pero esta gente los rechaza. Les pongo un ejemplo. Ayer me parece fue el aniversario del asesinato de Argentino del Valle Larrabure. Se dá en él una mezcla muy argentina de héroe, santo y mártir; pero en estas páginas no cupo una línea para su recuerdo. Me lo imagino como un santo poco ameno para los conservas. Hace dos semanas la Congregación para la causa de los Santos dió el "nihil obstat" para el avance de su canonización. Este santo incómodo a más no poder parece que va a encontrar su nicho en los altares; más por voluntad de Dios que de los hombres. Quizá dentro de150 años los conservadores "carlistas" comiencen a escribir libros en contra dle Siervo de Dios, donde "... las lecturas sensatas (no los manuales nacionalistas) fueron mostrando otra cosa muy distinta,,,,"
EliminarNo, estimado W., hay gente que no aprende más....
Más comentario militante...dos botones de muestra de lo que denuncia el W.
EliminarAhh buehhh... Si los cristianos no podemos tener ya héroes y santos, estamos fritos.
EliminarMi nieto de 16 años me dijo que el Papa y los curas de su colegio "están del tomate". LA BRECHA DE LA IGLESIA CON LOS JÓVENES ES UN ABISMO
ResponderEliminar¿"Del tomate"?...¿Pero que edad tiene su nieto?
EliminarEn la tecla! Muy buena entrada!
ResponderEliminarSiempre me llamó la atención como los conservadores ( progresistas de tránsito lento) son mucho más hostiles con los tradicionalistas y/o la misa tradicional que los mismísimos progresistas! Y, ahí está..quizás esto que usted apunta sea la respuesta; aunque creo que hay más aún.
Gracias por la entrada.
A.G.
Son mas hostiles porque se disputan la misma clientela, no le de mas vueltas
Eliminar"En pocas palabras, se caerá en un activismo ramplón, que entusiasma y enardece pero que no se sostiene más que en la emoción y en esa fantasía militar en la que se vive. Y así vemos a tantos adultos que, a pesar de sus años, siguen jugando a los soldaditos como cuando eran adolescentes." ¿Por que será Wanderer que sus palabras me recuerdan a una obra de la Iglesia fundada por un fraile dominico fallecido el año pasado de la cual formé parte en mis años mozos y de la cual logré salirme? Saludos
ResponderEliminarLa he conocido. Esa fantasía militar se extinguió hace mucho. Probablemente cuando pactaron no seguir en modo combate y licuarse para poder continuar con el negocio de la educación
EliminarEstimado, no pudo haberlo dicho de mejor manera. ¿Ahora ese pactar y licuarse para concentrarse en los colegios y su universidad, tiene que ver con una probable "misericordiada" desde adentro de la Iglesia o con un apriete del Estado?
EliminarRecientemente tuve la mala idea de hacer un postgrado en FASTA del que tuve que salir corriendo asqueado por lo que me hacían leer. Era contradecir a Fósbery en cada una de sus páginas. Rápidamente se adaptaron al "negocio" de la educación ésos.
EliminarIgnoro lo de san Rafael pero andar en diatribas cuyo fondo tiene mucho de pueblo chico infierno grande es triste. Hay que unirse. Suscribo del artículo aquello de la absolutizacion del combate y los riesgos. Se termina fabricando una religión de la guerra permanente y se transforma en esencial cuestiones que no lo son. Se pierde el eje.
ResponderEliminarUn conservador ...es alguien que está en común unión con Roma?
ResponderEliminarMuchas gracias x su artículo, D. Wander. Arroja alguna luz sobre ciertas defecciones que parecerían imposibles y, sin embargo, suceden. Mucho más a menudo entre clérigos y religiosos/as q entre laicos, lamentablemente; entre ellos, la papolatría es peor. Han caído estrellas.
ResponderEliminarLa Fraternidad San Pio X consagró ayer en Kansas su templo más grande en todo el mundo. 42 millones de dólares en donaciones en 5 años. ¡Qué tiempos!
ResponderEliminarEso de que enpezo todo con Francisco es mentira. Hicieron una idealización de JPII y BXVI, puede ser. O no quisieron ver.
ResponderEliminarPero seamos honestos: Francisco no es el cuco. Había monstruos mucho antes.
Buenas Don W. Que las batallas las impone el enemigo de la Iglesia es cierto pero no es un fenomeno actual. Desde la nefasta reforma protestante la Iglesia militante ha estado continuamente en un proceso defensivo...la contrareforma imbuidó la forma militante hasta la actualidad. Pero el esquema se complica cuando el enemigo es casero, interno, proximo. Si a eso sumamos el evento plandemia y sus restricciones de indole clerical da curiosos y variados resultados, pero que tienen el singular disvalor de la INCOHERENCIA. Y es lo que se ve por estos lares, aquellos que luchaban contra el progresismo, por miedo a las sanciones canonicas mas que por obediencia realizaron actos que hasta hace un rato criticaban, aborrecian, desaprobaban de los progres. Los mismos en vez de realizar un acto de humildad suprema y aceptar que no tuvieron el temple, la valentia o fortaleza ante tal situacion, atacan a aquellos que si tuvieron la caridad y la Fe necesaria para no abandonar sus principos. Incoherencia y soberbia
ResponderEliminarEl P. Martin desarrolla muy bien la lógica neoconservadora del juanpablismo: hay que defender lo "esencial". En lo demás hay que adaptarse al mundo. Craso error, en el mundo real los accidentes manifiestan y modifican la sustancia.
ResponderEliminarGASTÓN: ¡Pues claro! La substancia se conoce por los accidentes. Sospecho que ese pretendido argumento de no molestarse por "accidentes" es una huida del combate, un búsqueda de comodidad.
EliminarD. Wanderer, muy de acuerdo sobre lo que dice del P. Santiago Martín. El cambio que ha dado, es digno de estudio, es decir, estudio de las característica que tienen los camaleones para cambiar de color. El comentario que hago va con todo respeto, pero conozco lo suficiente la situación como para decirle que en algunos ambientes de Madrid, al P. Santiago Martin se le conoce como el "cangrejo", es decir, un paso adelante y tres hacia atrás. Mis cordiales saludos para usted.
ResponderEliminarCarl Shmitt escribió la siguiente entrada en su diario el 1 de agosto de 1948:
ResponderEliminar“No fue Robespierre quien destruyó la corona del monarca, sino Metternich. Todo lo que queda ahora es auto destrucción, suicidio. La restauración es un método específico de lidiar con y de destruir lo que se está restaurando. ¿Por qué? Porque es auto destrucción. Así que no tengamos restauración de ningún tipo, ya sea de la Iglesia o del estado, de la monarquía o de la democracia, del trono o del altar, o las formas anteriores de la libertad y la autoridad. "Traemos orden. Se derrumba. Restauramos el orden y nosotros mismos colapsamos”” (Octava Elegía de Duino).
Elon Musk
Es muy acertado el análisis y lo comparto. Sin embargo, quisiera dejar por escrito que a veces también hay una actitud que se puede dar en ambientes tradicionales: como la de acomodarse al sillón, al debate intelectual y a compartir un buen whisky... No niego que sean legítimos y válidos esos pequeños placeres pero existe una actitud acomodaticia de mirar todo a vuelo de águila, comprobar la dificultad de la lucha actual y de que solo Dios puede arreglar esta situación. Por ende, no se puede hacer nada más que rezar el rosario y resistir con nuestras ideas en nuestros ambientes...
ResponderEliminarEstimado, respecto a la situación en SAN RAFAEL, no es tan simple como la plantea.
ResponderEliminarMás que atacar al Vetus Ordo, que muchos conocemos, valoramos y del que participamos hace años, el conflicto se da con los sacerdotes o con algunos laicos.
Algunos sacerdotes que, con excusa de cuidar a sus familiares enfermos, o pedir un año sabático (desconocida práctica en la historia de la Iglesia, salvo para los monjes giróvagos) "hacen la suya", es decir, mantener una cierta relación con sus obispos para tener mutual, licencias o algún dinerito, pero apostólicamente ser sus propios superiores... La crisis de la Iglesia es evidente, pero hay que morir "adentro" a manos del fariseismo, como Castellani o Meinvielle, o ser relegados 40 años como Alfredo Sáenz S.J.
Ocultar bajo la Misa Tradicional otros problemas, confunde y no muestra el verdadero nivel del conflicto.
Bajo el título "soy perseguido" se oculta a los ojos de los laicos (no a los de los curas que se conocen las pulgas) otros motivos, como el descontento por no recibir el destino que se quería, o por no haber sido convocado a ser formador en el difunto seminario, por ejemplo, o que el obispo no sepa que hacer con el cura porque donde ha estado hubo problemas (no por tradicional sino por sus miserias).
El estar en un terreno gris, hace posibles, viajecitos, apostolados especiales y otros etcéteras que, claro, son más "importantes" que atender a las viejas de la Legión de María, ir a ver enfermos a los hospitales (a lo cual, uno se negó...) O dar catecismo a los "no high society" negritos que no saben ni hacer la señal de la Cruz.
Guarda que no todo es lo que parece...
Lo dice alguien que ama la Misa Tradicional, y se indigna de verla "usada".
Pues bien.
EliminarSi alguno denuncia eso, bienvenido sea.
Pero si "mete todo en la misma bolsa", como decimos en Argentina, pues no.
Hay que distinguir.
Por supuesto que no todo lo que reluce es oro, y que muchos esconden muchas cosas bajo una capa de tradicionalismo o la que sea, pues capas hay muchas y Saruman es El Multicolor.
Pues eso para los laicos no termina de ser otra cosa que una apariencia de donatismo modero. Que buscan los laicos que piden misa tradicional? En términos generales, los sacramentos. Quien se los ofrece? El cura que muchas veces reúne las miserias que usted menciona.
EliminarA la iglesia en general no le importa ese problema, trasladarlo al laicado es no entender nada de la estructura de la misma ni de la necesidad de las almas.
Genial comentario del P. "Ildefonso de Asís" a partir de la frase de Chesterton:
ResponderEliminar“Un conservador tiene una misión clara: impedir la tradición”. Habría bastantes ejemplos al respecto pero es así de contundente. Dios nos guarde de los progres, si, pero más nos guarde y defienda de los conservadores. Para los progres, desde su ideología “poliédrica” de la verdad, los católicos tradicionales somos un sector de la Iglesia con una “sensibilidad” que debe tener su sitio, aunque sea sitio calificado de “retrógrados” o creyentes no adaptados a los tiempos. Para los conservadores, en su afán de pastelear siempre con los progres y de conseguir su “aprobación” desde la “superioridad moral” que supuestamente tienen los mismos progres, se enfrentan a la tradición como si fuera el mayor enemigo.
Por tanto debemos concluir que la dialéctica “progre/conservador” de la Iglesia es realmente una farsa de gestos formales, y poco o nada más. La tradición católica es la que sabe asumir en unidad lo antiguo y lo sanamente nuevo; al frente tenemos al progre que solo quiere asumir la novedad complaciente con el mundo, y al conservador que, sin formación y acomplejado, teme a esas novedades pero a la vez cree que si no las va aceptando, poco a poco, dejará de conservar (nunca mejor dicho) su estatus y posición en la Iglesia."
En definitiva, que no se sabe que hacer, si progresar, conservar o ir para atrás. Pero la
ResponderEliminarhumanidad ya tomó el tren de del racionalismo científico, pera los interesados en la explicación de las cosas, y del hedonismo tecnológico para los interesados en pasarla bien. Que puede ofrecer la religión? La humanidad ya no sufre, y si no sufre no se acuerda de Dios. Nos quedan la pobreza, la enfermedad y la muerte como última esperanza, aunque parece que tienen los días contados. No habrá anticristo que nos esclavice brutalmente. En cambio, la gran madre IA nos guiará amorosamente a lo largo de nuestra vida calculando la mejor probabilidad que maximize la ecuación del bien común.
Las grandes cuestiones del sentido del sufrimiento (que lo hay, y cada vez más, porque el espíritu sufre más que el cuerpo, y ahí están las crecientes cifras de suicidio en el occidente opulento), de la vida, de la muerte, de la finitud, del bien y del mal, de la verdad... siguen ahí. No importa cuanto progrese la tecnología, el ser humano se rebela ante la idea de convertirse en ovicáprido estabulado por los placeres, su alma tiene sed de más, y únicamente por medio de la sedación universal se podría frenar eso. En cuanto al racionalismo científico, nunca da respuestas últimas, sino sólo intermedias. No se trata de lo que nos pueda aportar la religión, sino de qué podemos aportar nosotros para compensar cuanto se nos ha dado y ejercer las virtudes en consecuencia.
EliminarDon Wanderer: lo sigo con gran aprecio, pero en este artículo no pude sino acordarme de otro donde hablaba de las divisiones dentro de los grupos “ortodoxos” y cómo eso nos “debilitaba” en el combate con los progres. Salir a golpear a los de San Rafael o los de la Obra, en general así como al tun tun, lo tomo como exageración y por marcar un punto. Pero creo que Ud sabe bien que los papelones de algunos del OD ahora darían vergüenza y merecerían una buena patada en donde no da el sol para san Josemaría.
ResponderEliminarComparto en que generalizar es injusto. Soy de San Rafael. Nunca escuché a un sacerdote hablar mal de la Misa Tradicional, al contrario.
EliminarY respecto al anónimo de 5 de mayo de 2023, 14:24.
Es cierto de los sacramentos, que son válidos, sea como sea el cura, pero usted dice que los fieles vamos a buscar los sacramentos, lo que es cierto, pero se olvida que no solo buscamos la Eucaristía y la Confesión.
También el Orden Sagrado es un sacramento para unirnos a Dios. Si el cura no te pone en Dios, si no que sus misas son "misa seca" no volvés más salvo que no te quede otra. El cura con vida interior real es buscado por las ovejas que quieren crecer. Se le nota su profundidad (aunque se esconda) y al otro su chatura.
La división no la causa quien denuncia, sino quien obra mal.
EliminarPD: con respecto al Opus Iudei, Escribá puede dar todas las patadas que quiera a los progres de hoy, pero en su tiempo él mismo fue un rupturista, se cortó solo y siempre hizo lo que quiso, caprichoso y megalómano como era. Empezando por cambiar de confesor cuando el que tenía se opuso al nombre "Opus Dei" con las mejores razones, o ya antes cuando no quiso aceptar de ningún Obispo el encargo de una parroquia rural por pura soberbia.
Las cosas como son.
soy el anonimo del 5 de mayo de 2023, 14:24.
EliminarResumiendo el tema de san rafael, y en general la genealogía de hechos que se dan a nivel general dentro del mundo "tradicional" y la cuestión de la disposición de los curas para esto, los puntos que siempre han causado roces y problema son los siguientes:
1- horarios de la misa (siempre supeditada a la celebracion "ordinaria")
2- lugares de la celebracion (siempre supeditada al ultimo disponible)
3- el sacerdote idóneo, no dando preferencia al que se propone para el apostolado sino otras razones no explicitadas.
4- la oposición o no favorecer el crecimiento de la comunidad tradicional (teniendo sacerdotes a disposición y fieles disponibles)
5- no favorecer o impedir el crecimiento de la vida liturgica (celebración de fiestas, preceptos o sacramentos, celebraciones fuera del horario del dia domingo)
6- falta de autorizacion para la celebración de la semana santa (en san rafael la comunidad que asiste regularmente a la misa tridentina esta firme desde hace mas de 10 años).
En resumen, una comunidad que constantemente se ve impedida por la autoridad competente y el clero en general a vivir cierto ostracismo (como lo definió B. XVI, a quien nadie da pelota) por cierto miedo al "cisma" pero que constantemente ve el avance del protestantismo, la decaida de la formación catequistica en la diosesis, cierre de seminario, riñas internas, escandalosos colegios "católicos" con cero formación religiosa...etc, etc etc...ellos (la comunidad, entiendase, laicos y sacerdotes) tarde o temprano terminarán por "hacer la suya" o simplemente buscar por medios propios (tiempo, dinero, formación, esfuerzo) vivir lo que, de nuevo, trajo a colación BXVI: "vivir la fe de los padres como fue trasmitida".
Otro punto importantisimo que los "escandalizados" de que se acuse al clero o a la autoridad pasan por delante: los fieles y sacerdotes que queremos una vida liturgica distinta no caimos del cielo ni aparecimos de la noche a la mañana, nos formamos en los colegios, convivimos con las actividades parroquiales durante decadas, asisitimos a cuanto curso, charla formativa, fiesta parroquial y patronal se ha hecho. Me consta de muchos su asidua y constante actividad en las parroquias a las que pertenecían.
Me parece que si no hay un minimo de consideración por pensar "¿por que un fiel que colabora y tiene vida parroquial activa durante dos o tres décadas, deja todo eso para ir a misa a una casa, totalmente fuera de la esfera social catolica de la diosesis?" no vamos a llegar a ningun lado.
Pues sí, tienes razón como un santo.
EliminarLas injusticias "legales/canónicas" han hecho del Derecho Canónico un papel mojado en la práctica.
Por eso he dicho otras veces que la estructura temporal de la Iglesia Católica está cediendo bajo su propio peso.
El Derecho Canónico no es el Derecho Divino, no crea la realidad como éste.
El Derecho Canónico se supone que está al servicio del Derecho Divino.
entiendo lo de Escribá de no querer aceptar parroquia "RURAL" (en el entroterra catalán/aragonés). Con el tufillo "rojo" que allí se respira, hoy habría más de uno mártir. "Soldado que huye sirve para otra guerra" (primum vivere). A propósito no sé cuántos mártires tenga la "obra" actualmente.
EliminarBrillante, Wanderer! La descripción sobre todo del conservadurismo en Argentina al menos. Hay mucho tradicional que en realidad es conservador y define su vida por lo que no es parte de lo que conserva (y por lo tanto contra lo que debe luchar), que por la tradición viva. Al final somos mucho más hegelianos y kantianos de lo que estamos dispuestos a admitir. Y un poco neopelagianos....
ResponderEliminarEn mi opinión, la crítica -por parte del autor del artículo- a esa "buena parte del clero conservador de la diócesis de San Rafael" solo sería justa y válida si dicho clero predicara en contra de un grupo de sacerdotes y fieles que considera digna , bella y espiritualmente fructuosa tanto la Misa celebrada según el Rito ordinario como el extraordinario. Pero quizás esos sacerdotes y fieles criticados por esa "buena parte del clero conservador de San Rafael " están actuando de una manera distinta. Tal sería el caso, por ej., si este grupo de personas, en esa preferencia que han hecho por la forma extraordinaria del Rito (Misa tradicional) terminan por desaconsejar, o incluso más, criticar abiertamente el Novus Ordo. O diciendo que la Misa nueva, de suyo o en sí misma considerada, en nada ayuda a la vida espiritual o a la santidad de la Iglesia.
ResponderEliminarEn tal caso, esa "buena parte del clero conservador de la diócesis de San Rafael" estaría obrando correctamente, pues estaría defendiendo no al actual Papa sino a un Rito que ya tiene más de 50 años en la Iglesia y con el cual se han santificado muchas personas, incluyendo santos canonizados.