lunes, 1 de julio de 2024

Sobre cismas y rumores de cismas

Goya, El tío Paquete, museo Thyssen-Bornsemisza

 

Y oiréis de guerras y rumores de guerras;…

Mt. 24,6.



Una de las evidencias más indiscutibles —como de hecho son todas las evidencias—, del fracaso estrepitoso del pontificado del Papa Francisco, es la pasmosas situación de estrés y división a la que ha llevado a la Iglesia. Pocas veces en la historia de la iglesia romana se han suscitado tantos cismas más o menos expuestos, y más o menos encubiertos. En las últimas semanas hemos tenido la exposición de uno de ellos, claro, abierto y diminuto: el de las clarisas de Belorado, al que la prensa, incluso la más conservadora, y los mismos obispos le han dado una relevancia que no tiene. Creo que todos estaremos de acuerdo que, en última instancia, se trata de unas pobres monjas desorientadas y engatusadas, y los responsables no son ellas sino quienes han llevado a la Iglesia a tales niveles de confusión.

Otro caso que también surgió en los últimos días es el juicio y posterior excomunión que quieren ejecutar contra Mons. Carlo María Viganò. Personalmente lamento que Mons. Viganò, que podría haber sido un referente de peso y con liderazgo para los sectores de la resistencia al bergoglianismo, haya entrado hace ya algunos años en una deriva discursiva que cuesta comprender en una persona de su capacidad e inteligencia. En mi opinión, malogró la oportunidad que se abrió no sólo para él sino también para toda la Iglesia luego de su valiente denuncia de 2018. Sin embargo, constituirlo en cabeza de un grupo cismático, convocarlo al Santo Oficio de la Inquisición y amenazarlo con la excomunión es una torpeza que sólo puede ser cometida por personajes incapaces como el cardenal Tucho Fernández. Se trata de una reacción que quizás no puede ser calificada de desproporcionada, como sí lo es el caso de las clarisas, pero ciertamente muestra la ineptitud táctica, y de toda índole, que sufre el pornógrafo cardenal prefecto.

    Otro de los cismas que se avizoran es el de la FSSPX, que era “cismática”, después entró en una suerte de limbo con el levantamiento de las excomuniones y ahora no sabemos qué es o en qué se convertirá, aunque todos estaremos de acuerdo en que es católica. Desde hace un tiempo viene preparando a sus fieles para un próximo anuncio de nuevas consagraciones episcopales. Se comenta que el superior general de la Fraternidad, P. Davide Pagliariani,  hace un tiempo tuvo una entrevista con el Papa Francisco a quien le planteó el caso, y el pontífice le habría respondido que hicieran lo que les parezca mejor. Tendrían, entonces, una suerte de visto bueno tácito y, probablemente, si las ordenaciones se dieran, en Roma se harían los distraídos. No me parece probable que volvieron a la carga con excomuniones a los nuevos obispos y consagrantes. Y esto por varios motivos, entre otros, porque todos sabemos las inexplicables simpatías de Bergoglio hacia la FSSPX y porque, además, han demostrado que con las primeras consagraciones de manos de Mons. Lefebvre hace ya cuarenta años, hicieron lo que dijeron: asegurar los sacramentos celebrados según el rito tradicional. Salvo el incidente con Mons. Williamson, que manejaron muy bien, a la Fraternidad nunca se le ocurrió andar ordenando obispillos, ni creando jurisdicciones ni haciendo el tipo de disparates típicos que suelen hacer muchos personajes que entran en esa variante. Sin embargo, aún en el caso que no se produjera una nueva declaración de excomunión, las hipotéticas nuevas ordenaciones profundizarían y consolidarían el “cisma lefebvrista”, para espanto de los conservadores.

Mucho más grave, aunque de otro signo, es el cisma de la iglesia alemana. Ellos no han proclamado la invalidez de la elección de Bergoglio ni tampoco la vacancia de la sede apostólica a partir de Juan XXIII. Ellos simplemente ignoran a la sede apostólica, a la Tradición y al magisterio de la Iglesia. Mucho más astutos, y mucho más ricos, no necesitan hacer ninguna declaración de guerra. Simplemente, siguen en lo suyo, recorriendo sus caminos sinodales. Quién sí debería actuar en este caso, con mucha firmeza y claridad, o al menos con la firmeza y claridad con la que se actuó con Mons. Viganò y que el arzobispo de Burgos aplicó a las monjas de Belorado, es el cardenal Fernández, que para eso está: defender la doctrina de la fe. Y sin embargo, él y su valedor callan y dejan hacer. La mayor parte de la iglesia alemana está, de hecho, en cisma, y lo está en connivencia con la sede apostólica. El viernes pasado, luego de una reunión conjunta, afirmaron que «Se comparte el deseo y el compromiso de fortalecer la sinodalidad en la vida de la Iglesia, con miras a una evangelización más eficaz». Un caso rarísimo, ser cismático con la anuencia del Papa, es sólo posible en un pontificado jesuítico como el de Francisco: la voluntad está por encima aún del principio de no contradicción. 

¿Qué ocurriría si, tal como se amenaza desde hace algunos días, el Vaticano lanza un nuevo documento autorizando la misa tradicional sola y exclusivamente a los sacerdotes de los institutos ex-Ecclesia Dei? Creo que sería la ocasión, probablemente buscada, de visibilizar un cisma que ya existe en los hechos. No soy adivino para decir qué ocurriría en el ámbito  de la política eclesial. En Hispanoamérica no ocurriría nada, porque en nuestras tierras, lamentablemente, casi la única que ha defendido la tradición litúrgica romana es la FSSPX, con la excepción de algunas pocas casas de institutos ED y valientes sacerdotes diocesanos. En todo caso, lo que veríamos es que muchos de estos sacerdotes se apartarían con o sin la anuencia de sus ordinarios de las actividades pastorales de la diócesis, pasando a vivir en sus propias casas y mantenidos por sus propios fieles. Eso ya está sucediendo desde hace varios años en Argentina y el fenómeno podría extenderse.

Otra sería la situación en Europa y Estados Unidos, donde los fieles y sacerdotes de misa tradicional son mucho más numerosos y poderosos. No habría un levantamiento episcopal como el sucedido luego de Fiducia supplicans, pero probablemente habría un levantamiento más o menos visible de fieles y sacerdotes. Los modernistas que se han asentado en Roma cometerían un error gravísimo si tomaran la decisión con la que amenazan. Es verdad que para sus planes, lo mejor es que la masa tumoral de los tradicionalistas sea finalmente extirpada de la Iglesia: la experiencia les ha enseñado el poder metastásico que tiene es enorme. Pero, justamente, es allí donde deberían darse cuenta que es tarde ya para pretender tal ablación. En mi opinión, la mayor parte de los fieles que desde hace años que asisten a misa tradicional, resistirán cualquier tipo de mandato despótico del poder romano. 

Los motivos de la resistencia los conocemos todos y sobre ellos se han escritos infinidad de páginas desde los ’60 a esta parte. Resumámoslo: lo que siempre fue santo, no puede desaparecer; el Papa no es dueño de la Tradición; es sólo su custodio y, por tanto, no puede abrogar ni prohibir los libros litúrgicos con los que la Iglesia celebró el culto durante más de mil quinientos años. Es decir, el Papa no puede prohibir la Tradición. Fin. Y si ilegítimamente pretende hacerlo, resistiremos. Pero todos sabemos que el litúrgico, si sucediera, no sería el único motivo de visibilización del cisma oculto que ya existe. Aunque no siempre seamos capaces de decirlo, y no sea prudente hacerlo, todos sabemos que en el fondo es una cuestión de fe: el Papa Francisco mantiene una adhesión al menos ambigua hacia la fe de los apóstoles, y muchos de sus obispos más cercanos la han abandonado. Y si aún no lo han hecho expresamente, lo hacen cotidianamente en los hechos. Se relativizó el sacramento del matrimonio con Amoris letitiae, se relativizó la salvación universal en Jesucristo con el documento de Abu Dhabi, se cayó en la repugnancia de bendecir la sodomía, contradiciendo no solamente el magisterio inmemorial de la Iglesia sino la misma palabra de Dios y se pretende refundar una novedosa "iglesia sinodal", alejada de cualquier concepción tradicional. 

   La fotografía de la situación de la Iglesia presentada rápidamente en este artículo es muy rara: la Sede Romana, que en épocas de crisis siempre defendía la doctrina católica frente a los cismáticos, está ahora con quienes niegan la doctrina católica, y ella misma la pone en duda. Los “cismáticos” actuales, en cambio, insisten y afirman la enseñanza tradicional mientras son ridiculizados, desplazados y perseguidos por los obispos mientras el custodio de la fe apostólica, el sucesor del apóstol Pedro, permanece en una actitud hacia ellos que, en el mejor de los casos, podría definirse como ambigua. 

“Y oiréis de guerras y de rumores de guerras; pero no os turbéis, porque es menester que todo esto acontezca; mas aún no es el fin”. (Mt. 24, 6).

37 comentarios:

  1. GASTÓN: Aparte otras consideraciones son fuertes con el débil (monjas de clausura de Belorado) y débiles -o cómplices- con el fuerte (obispos alemanes)

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  2. El episodio de Belorado es lo que describe el post, unas pobres monjas al garete buscando con los pocos medios que tienen algo de católico. Cayeron en manos de esos chantas.
    Ahora están buscando pista con Viganò.

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    1. Hubieran ido con la FSSPX si querían conservar su monasterio, estoy seguro que Fellay pedía un par de donaciones a sus fieles en EEUU y se lo compraban el monasterio al arzobispo de Burgos en un santiamen. En vez de buscar al cosplayer de Rojas.

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    2. Totalmente de acuerdo, pero cayeron en manos del Obispo cosplayer y el sacerdote barman que les dijeron puras pavadas. Y ahora buscan auxilio en Viganò, quien tampoco creo que tenga el modo de ayudarlas.

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  3. "...la mayor parte de los fieles que desde hace años que asisten a misa tradicional, resistirán cualquier tipo de mandato despótico del poder romano."

    Los fieles, quizá, pero los sacerdotes y sobre todo, los obispos, no van a resistir. Obedecerán para no buscarse problemas, como suele ser habitual.

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  4. En cuanto a que el rito romano tradicional pertenezca a la Tradición, la Tradición con mayúsculas es la que se remonta a la época de los apóstoles. Algunos estudiosos afirman que el Canon Romano es de Tradición Apostólica, pero el rito en su conjunto tardó siglos en configurarse. Y Roma siempre podrá contestar que el Canon Romano no se va a abolir porque subsiste en el Novus Ordo con el nombre de Plegaria Eucarística I.

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  5. No creo que haya cismas jurídicos, pues es muy probable que todos vayan a poder tener cabida en la Iglesia. Nadie va a abandonar la “casa común”. La dirección de la Iglesia es seguir avanzando en la normalización del inevitable pluralismo interno. De hecho, desde hace años el pluralismo ya está en parte institucionalizado, a través de las comunidades de base para los progresistas, los movimientos laicales para los conservadores y los institutos tradicionales para los tradicionalistas. Cada uno tiene sus peculiaridades litúrgicas, sus propios sacerdotes, sus centros de formación, su orientación eclesial (y política), sus preferencias doctrinales y pastorales y sus medios de comunicación. La gran mayoría de católicos no se identifican con ningún sector, aunque puedan ser más o menos conservadores o liberales en asuntos doctrinales y morales, y viven su fe en sus parroquias al margen de las controversias internas y los grupos establecidos.

    El caso de las exclarisas de Belorado es complejo y falta mucha información sobre los motivos y desarrollo de la rebelión: cómo y cuándo conoció la comunidad al falso obispo Pablo de Rojas, las intenciones de este estrafalario personaje, el grado de libertad con el que han actuado las exmonjas, el fin de la compra y el destino del monasterio de Orduña, el peso real de las cuestiones doctrinales, los posibles celos de la exabadesa de Belorado a sor Verónica, fundadora de la exitosa orden de Iesu Communio, y la posible negligencia en el control y vigilancia del extraño convento por parte del arzobispado.

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    1. el problema es que los progres ya están muy viejos y por ende no tienen futuro alguno, solo hay que ver la edad promedio de sus representantes mas destacados para darse cuenta de ello. a lo que hay que añadir que a los jóvenes no les interesa en lo mas mínimo una teología absolutamente desfasada de los 60 y 70 que tanto defienden los progres. por cierto, el pluralismo internó es absolutamente inviable, ya que no pueden coexistir la ortodoxia con la herejía, y por eso tarde que temprano eso implosionara.

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    2. A la parte 2 de su comentario (a partir del "por cierto..."): pareciera ser lo que viene ocurriendo desde el CV II... O desde San Pio X para acá... así que no se cuan seguras son las implosiones, explosiones, cismas en plena forma, etc...

      Juancho.

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  6. Monaguillo Sinodal1 de julio de 2024, 13:41

    No es al azar o pura coincidencia lo que pasó en Belorado y con Viganó (aclaro, no expreso defensa a ninguno de los dos casos): la "mano dura" -totalmente desconocida, o casi nunca aplicada en la actualidad modernista- se hace presente, como bien describe Wanderer, con las pobres monjas engatusadas, bajo la pena de excomunión... Después, oh coincidencia!, notificación-amenaza de declarar cismático y excomulgar a Viganó [¡¿Desde cuándo tanta ortodoxia y preocupación por la recta doctrina de la Iglesia?!]. Al poco tiempo salen los rumores del documento de prohibición definitiva de la Santa Misa Tradicional.

    Los hechos precedentes [Belorado-Viganó] no tienen para nada la intención de salvaguardar la salud y ortodoxia de la Iglesia, dado que fue culpa de la misma jerarquía que estos hechos se produjeran; tienen intenciones ocultas, subjetivas...
    Creo yo, que estas acciones fueron, sobre todo, como una "advertencia" del poder despótico que hay en Roma, y una "amenaza" para quienes, después del documento de prohibición, no quieran sujetarse a tal, y seguir resistiendo en la defensa y celebración de la Misa Tradicional.

    Con respecto a la FSSPX, creo que es fácil de interpretar la supuesta postura del Pontífice (no es la primera vez que lo hace, ni creo que la última): hablar de palabra, para transmitir confianza y aprobación, pero no ensuciarse las manos. Luego cuando se obra consecuentemente con lo que dijo, oídos sordos y castigo. Desde 2013 venimos viendo el modus-operandi de Bergoglio.

    «Aunque los católicos fieles a la Tradición se reduzcan a un puñado, ellos son la verdadera Iglesia de Jesucristo» (San Atanasio)

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  7. https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/intrigas-vaticanas-un-exalto-funcionario-clama-justicia-y-denuncia-que-el-papa-fue-enganado-nid01072024/

    Éramos pocos...

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  8. Si Jorge Bergoglio no reprende con dureza a los prelados alemanes, es porque está con ellos.
    Son su avanzadilla.

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  9. Francisco y Tucho Fernández aborrecen la misa tradicional y es más que probable que estén trabajando día y noche sin descanso para darle forma a ese oscuro decreto que entre gallos y medianoche la prohiba definitivamente.
    Su mayor deseo es ser reconocidos por el mundo como arquitectos de una nueva iglesia abierta y comprensiva que busca dejar atrás la intolerancia de principios que en otros tiempos eran innegociables, dado que ahora los católicos queremos vivir en armonía y amistad con todas las religiones y sectas y hasta con los ateos y escépticos que siempre miraron a la Iglesia con desconfianza.
    Pero si antes dimos motivos para que nos miren de reojo, ahora queremos demostrar que después de una etapa de discernimiento llegamos a la conclusión de que lo único que nos puede unir es el amor.
    Por eso la idea fija del Papa y su fiel cancerbero es borrar la vieja imagen de que el pecado nos puede llevar a la perdición. Es hora de convencernos y convencer que si uno no mata ni roba tiene todo el derecho de dormir tranquilo sabiendo que la misericordia de Dios es infinita.
    No en vano Francisco dijo hace poco que él no sabe si alguno se condena, a mi personalmente me gustaría que el infierno esté vacío, remató. Y el mundo aplaudió con ganas.
    No cabe duda que la Iglesia vive una crisis terminal en medio de un pontificado para el olvido pues está en manos de dos mediocres, Francisco y su Prefecto de Doctrina de la Fe. Un piloto y un copiloto emborrachados de soberbia que en una noche tormentosa maniobran torpemente el timón de la Nave hacia los riscos donde se estrellará sin remedio.
    El cisma se acerca a toda máquina, cuánto falta nadie lo sabe como tampoco sabemos si será motivo de alegría o tristeza. Digo esto porque lo que sí sabemos es que para que la Iglesia resucite gloriosa, primero debe morir crucificada. Es mejor entonces apurar esta copa amarga; ahora estamos subiendo al Calvario, falta poco, después todo será renovado como nunca antes...

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  10. Bergoglio se lleva bien con la FSSPX porque para mandar a los tradicionalistas a una isla primero debe existir esa isla, y esa isla se llama FSSPX. Y, en mi opinión, es bueno para los tradicionalistas irse a esa isla "Si en una ciudad os persiguen id a otra...". No hay nada bueno ya en la "Iglesia Conciliar". Las monjas de Belorado se equivocaron en creerle al personaje Rojas, pero no se equivocan en lo que dicen de la "Iglesia Conciliar". Me parece que la doctrina católica tiene pocas probabilidades de sobrevivir en la "Iglesia Conciliar", cuanto menos vocaciones tengan y menos influencia social tengan, mas van a ponerse al servicio de NOM.

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    1. La suya es una mirada puramente humana

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    2. Estimado, esa es la única mirada que podemos tener. Que yo sepa, ninguno de los lectores del blog es Dios para tener una mirada divina.

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  11. Noto un problema con la aventura que está pensando la FSSPX: la consagración episcopal sin mandato pontificio acarrea excomunión latae sententiae, de manera tal que o bien el Papa autoriza expresamente a que se realicen las consagraciones o consagrantes y consagrados sufrirán canónicamente la pena en forma automática. Es sabido que, invocando estado de necesidad, a muchos en la FSSPX les importa un belín esas sanciones; pero, de todas formas, es un tema a tener en cuenta. Ya existe la anomalía de un grupo de sacerdotes y fieles sin reconocimiento canónico cuyos matrimonios y confesiones Roma considera lícitas (círculo cuadrado). ¿Habrá una nueva anomalía canónica con excomulgados pero no tanto?

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    1. ¿Le cabe alguna duda? ¿Desde cuándo a Bergoglio le importa el derecho canónico?

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    2. Copio el comentario de un JC Parfu en el Forum Catholique a propósito de las eventuales consagraciones episcopales de la FSPXX, que me parece que contiene elementos interesantes sobre la historia del mandato pontificio en el caso de las consagraciones episcopales.

      «1) En los primeros mil años del cristianismo, era perfectamente posible consagrar obispos sin mandato papal. Incluso se recomendaba, porque si ciertas comunidades cristianas hubieran tenido que esperar este mandato, simplemente habrían desaparecido.

      Muy a menudo, el Papa, al dirigirse a un determinado obispo, se contentaba con reconocer, implícitamente y a posteriori, no sólo la validez sino también la licitud de las consagraciones episcopales.

      Sólo después del cisma ortodoxo, y en vista de la mejora de las comunicaciones, el Papa decidió que un sacerdote ya no podía ser consagrado obispo sin su autorización explícita y a priori.


      2) El mandato pontificio no es, pues, de institución divina, aunque el poder de jurisdicción, que permite al Papa instituir este mandato, sea a su vez de institución divina: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella".

      Al no ser una institución divina, es posible prescindir de este mandato en "estado de necesidad", caso reconocido por la Iglesia en determinadas situaciones o circunstancias muy concretas. (...)

      3) Fue el Papa Nicolás II (1058 - 1061), papa francés elegido en Siena por los cardenales y no cardenal él mismo, quien prohibió el nombramiento de obispos sin autorización papal.

      Las decisiones que tomó, incluida la del mandato pontificio para la consagración de obispos, se produjeron después de la ruptura con Constantinopla en 1054. El mandato no era una condición para la validez de la consagración. Simplemente lo exigía el Papa, que deseaba tener un mayor control sobre la institución que dirigía.

      4) Entre 1268 y 1271, durante la larga vacante de la Sede de Pedro, muchos sacerdotes fueron consagrados obispos sin mandato papal.

      5) En el bloque del Este, durante la Guerra Fría, y en China, en la Iglesia clandestina, muchos sacerdotes fueron consagrados obispos clandestinamente sin mandato papal.

      6) Los acuerdos firmados por el arzobispo Lefebvre y el cardenal Ratzinger en mayo de 1988 preveían el nombramiento de al menos un obispo.

      7) El arzobispo Lefebvre no era un niño que no obedecía a su padre. Como Delegado Apostólico para toda el África francófona de 1947 a 1959, fue él quien nombró y a veces consagró a los sacerdotes que debían recibir el episcopado, con la mera ratificación de Roma. Durante este periodo hubo 49.

      8) El mandato papal es puramente formal. El Papa no conoce a los sacerdotes que van a ser consagrados obispos. Estos sacerdotes son cooptados por las Conferencias Episcopales. Cuando el Papa elige él mismo a un candidato, las Conferencias Episcopales a veces se rebelan y el Papa se ve obligado a renunciar a su candidato, como ocurrió en Austria y Polonia, por diferentes motivos, durante el pontificado de Benedicto XVI. ¡Es una manera de que las Conferencias nombren sólo a compinches modernistas!



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    3. (continuación)

      9) El 29 de junio de 1958, en su carta encíclica "Ad Apostolorum Principis", sobre los peligros de la Liga Patriótica China para los cristianos chinos, Pío XII explicó que los sacerdotes chinos consagrados como obispos sin mandato papal en la Iglesia Patriótica China estaban excomulgados "ipso facto". Pero "Roma" sabe muy bien, cuando quiere, y simplemente por conveniencia política, dar marcha atrás en sus prohibiciones y a veces incluso por muy malas razones, como ocurrió recientemente. El sábado 22 de septiembre de 2018, el Vaticano firmó un acuerdo con el régimen comunista de China. En virtud de este pacto histórico, el papa Francisco reconoció a siete obispos chinos que habían sido nombrados por Pekín sin su aprobación, así como a un octavo obispo que estaba a punto de serlo.

      10) ¡Las consagraciones ortodoxas son válidas y estos obispos están a la cabeza de auténticas iglesias locales! (...)

      Y otro post del mismo comentarista: «Como vemos, un mínimo de cultura histórica nos permite relativizar muchas realidades que creíamos absolutas.
      En cuanto a la noción de jurisdicción universal, si en sí misma es de derecho divino, podría interpretarse en un sentido mucho más flexible y según el principio de subsidiariedad: un papel de arbitraje entre las diversas Iglesias autónomas, y no el actual caporalismo papal en el que los obispos son considerados como meros subprefectos de la administración vaticana, revocables y mutables a voluntad. El Rey de Inglaterra reina sobre Canadá y Australia, pero sin inmiscuirse en los asuntos internos de estos Estados. Y en el plano estrictamente sacramental, el obispo de Roma no es más que cualquier otro obispo del mundo.

      Hay que ir aún más lejos y cuestionar el modo de nombramiento de los obispos. Me parece anormal que Roma nombre directamente a obispos de diócesis que a veces están en la otra punta del mundo. En sí, el obispo de cada diócesis podría ser elegido por el capítulo canónico, antes de que la elección sea aprobada por Roma. Este es ya el caso de algunas Iglesias orientales, por ejemplo.»

      Aunque hoy en día, los capítulos ya prácticamente no existen, no tienen ningún poder, en el mejor de los casos, son un mero aparato honorífico. Si no me falla la memoria, este mismo blog publicó un post sobre el tema, y cómo bajo el pontificado de San Pío X habían sido "desarticulados", por así decir.

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    4. Eso si que sería una iglesia sinodal, que los capítulos nombraran los obispos y a lo sumo el Papa diera un placet. Tendríamos peores obispos? probablemente no. Pero Saruman no va a largar la manija de la sartén con la que tiene a todos de rodillas (ante él, no ante NSJC)

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    5. En 1977, Jozyf Slipyj consagró obispos sin la aprobación del papa a Iván Choma, Stepán Czmil y Lubomyr Husar, a pesar de la oposición de Pablo VI sin embargo no hubo sanciones ni castigos para él.

      En Occidente por su parte, el obispo Pierre Martin Ngô Đình Thục ("el padre de los sedevacantistas") consagro obispos a varios personajes, algunos impresentables, y simplemente pidió perdón a Pablo VI, y siguió su vida (consagrando mas obispos) como si nada ¿Por qué no se lo excomulgo? Creo yo que debido a que aun estaba vigente el Código de Derecho Canónico de 1917, y no el de 1983; si mal no recuerdo según me dijo un amigo que había leído el Código de 1917, las consagraciones episcopales sin permiso papal eran un crimen menor no punible con excomunión.
      Es el Nuevo Derecho que eleva esto a un castigo gravísimo creando toda una mitología que por décadas atajo a los católicos de irse a la FSSPX (El mito del cisma de Lefebvre).

      Si alguien tiene el Codex del 17 para darle una revisada sería util.

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    6. Efectivamente don Peter. El canon 2370 del Código del '17 dice:
      "El obispo que sin mandato apostólico consagra a otro obispo..., los obispos o, en lugar de éstos, los presbíteros asistentes, y el que recibe la consagración, quedan por el derecho mismo suspendidos hasta que la Sede Apostólica los dispense".
      Y dice el comentario: "La suspensión que impone este canon tiene el carácter de censura, es total, latae sententiae y simplemente reservada".
      Es decir, el escándalo de la "excomunión" de Lefebvre y los rasgados de vestiduras del juanpablismo no es más que una parodia.

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    7. Paseador de perros2 de julio de 2024, 19:48

      Aclaro que no soy canonista.
      Sin embargo quisiera precisar que hay una encíclica de Pío XII del 29 de junio de 1958, titulada Ad Apostolorum principis, por el cual se prescribe la pena de excomunión latae sententiae reservada en modo especialísimo a la Sede Apostólica a quienes confieran y reciban la consagración episcopal sin que haya una certeza del mandato apostólico. Dicha encíclica cita un decreto del Santo Oficio que ya prescribía la excomunión para los casos de consagración de obispos sin provisión canónica del 9 de abril de 1951.
      https://www.vatican.va/content/pius-xii/la/encyclicals/documents/hf_p-xii_enc_29061958_ad-apostolorum-principis.html
      Ese documento, pensado en torno al fenómeno de la iglesia patriótica china, reforma lo prescrito por el código del '17.
      Por ello Mons. Thuc, los palmarianos y Guerard des Lauriers entre otros recibieron la respectiva pena de excomunión.
      https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19760917_illegitimas-ordinationes_sp.html
      https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19830312_poenae-canonicae_sp.html#:~:text=El%20Excmo.,a%C3%B1o%2C%20un%20decreto%20(cf.
      Con esto quiero dejar en claro que esa pena de excomunión se pensó en una situación histórica claramente cismática como la de la iglesia patriótica china. Paradójicamente durante el pontificado de Francisco la Santa Sede llegó a un acuerdo con esa iglesia.
      En el medio está el fenómeno de Duarte Costa y las iglesias nacionales, quienes habían sido excomulgados por el delito de cisma más que por las consagraciones. De hecho ellos tenían un "manifiesto cismático".
      En lo que respecta a lo que se está comentando, esa excomunión se aplicó a Mons. Thuc (previo al código del '83) y a Mons. Lefebvre (ya con el código del '83).
      Esa norma piodocesca fue incorporada al código del '83.

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  12. Las exmonjas no fueron débiles para proclamar su separación de la Iglesia, en redes y Tv. El caso es escandaloso y merecía la actuación rápida a la vez que pastoral del Obispo de Burgos.
    Por cierto: ¿si fueran monjes y no monjas diríamos “unos pobres monjes que han sido engañados?”. No se dejen engañar: lo que hay detrás del asunto de la exclarisas excomulgadas es un asunto de dinero.

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    1. Perdón. El mío fue un artículo patriarcal.

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    2. Sí, efectivamente.
      Pero el problema está en que a Bergoglio le gusta mucho el dinero y como su comportamiento provoca rechazo en los fieles de Cristo, las limosnas al Vaticano han bajado bastante. Es decir que Bergoglio necesita plata, mucha y ahora.

      Han puesto el ojo en estos conventos semivacios gracias al maldito Concilio protestantizante y pronto han tardado para sacarle un beneficio (previa venta).

      No es la primera vez que este señor con olor a oveja se ha encontrado con la negativa del pueblo a echar a las monjas y vender el edificio para hacer un hotel de lujo (en concreto pienso en el caso italiano. En España seguro que hay más )

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    3. Disculpas aceptadas, querido Wander.

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  13. Lo de la FSSPX es cuestión de tiempo. El artículo del Superior de Francia apuntaba más bien a la virtud de la fortaleza que debemos tener y ejemplificaba al hecho futuro de una nueva consagración episcopal para afirmar la necesidad que los fieles que asisten con la frater deben de tener de esa virtud. Los obispos de la Frater tienen ya 36 años más que en 1988, Mons Tissier de Mallerais está ya muy disminuido en sus facultades físicas, y aún así sigue viajando por todo el mundo al igual que los otros obispos. El posible apoyo que pudieron haber tenido con Mons. Vitus Hounder (RIP) duro más bien poco. Y bueno, el mote de cismáticos lo tuvieron, lo tienen y lo tendrán pues a progres y neocones les viene bien estigmatizarlos para que la gente no vaya con ellos... recientemente un sacerdote "conservador" que escribe en un conocido portal español se despachó un articulo en su blog a propósito de Mons. Viganó en el cual equiparaba su "cisma" con el de Mons. Lefebvre. Dicho padrecito , al fin y al cabo vinculado al opus, repite y repite las mismas mentiras de siempre...no se podrá esperar más...

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  14. los cismas a fin de cuentas es lo menos, ya que lo verdaderamente importante es la apostasía silenciosa que esta matando a la iglesia, es decir, el abandono masivo de la iglesia por millones fieles sin precedente alguno, una sangría que no da señal alguna de parar o al menos de atenuarse.

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  15. Hace 1000 años tuvimos el cisma mas terrible y que habria que resolver la situacion con los hermanos Ortodoxos. Son hermanos y no son protestantes. Tienen la Eucaristia, los Protestantes no.
    Y no adscriben a los actuales desvios de los sodomitas y degenerados. Y tienen fe.

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    1. https://www.google.com/amp/s/infovaticana.com/2024/05/07/los-ortodoxos-ordenan-a-su-primera-diaconisa-en-zimbabue/amp/

      ¿Cómo decía?

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    2. O sea que los ortodoxos hicieron bien en salirse, porque están mejor? Puede ser, puede ser...

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    3. Es equívoco ese título de Infovaticano porque no existe una sola iglesia ortodoxa. Son varios patriarcados de los cuales el de Constantinopla tiene una cierta prelación de honor.
      Quien consagró una diaconisa es un arzobispo del patriarcado greco-ortodoxo de Alejandría (no confundir con los coptos), que tiene jurisdicción sobre toda África. Este patriarcado tiene apenas un puñado de fieles y ninguna trascendencia en el mundo ortodoxo, más allá del prestigio histórico de su sede.

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    4. pues esa «diaconisa» no seria reconocida como tal en ninguno de los patriarcados ni iglesias nacionales que conforman la iglesia ortodoxa, por ende considerarían la ordenación de dicha diaconisa ilícita e invalida.

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  16. Un buen sacerdote católico de confianza acompañando a grupos de familias pareciera ser el futuro próximo de la Iglesia. Lo vivido en la plandemia fue una premonición bastante certera del porvenir cristiano.

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    1. Sin obispos no hay iglesias. Esos sacerdotes que no dirigen a los fieles a un obispo que les confiera el sacramento de la confirmación están arruinando a las familias católicas

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