Hace algunas semanas comenté en varias entradas un artículo llamado La gran pérdida, de un autor alemán que firma con el pseudónimo de Vigilius. El texto era brillante y escalofriante. Y allí mismo yo decía que no estaba de acuerdo en un punto con su autor porque, como he dicho desde el fatídico 13 de marzo de 2013, creo que Bergoglio es un malandra que se encaramó a la sede de Pedro en virtud de sus habilidades jesuíticas. Y afirmaba también que a un europeo, y mucho más si es alemán, le resulta imposible comprender al tipo del porteño pícaro. En otras palabras, no conciben la existencia del Viejo Vizcacha más allá del Martín Fierro.
Y Vigilius me ha respondido en un largo estudio sobre la teología de Bergoglio en el sitio Einsprüche, que también fue publicado en inglés en Rorate Coeli. Esa es su tesis: Bergoglio tiene una teología detrás, que es mucho más peligrosa y grave de lo que se piensa.
Agradezco, entonces, a Vigilius el enorme pero brillante trabajo, más allá de que sea una refutación a mi hipótesis, lo cual es un detalle secundario. Aquí lo importante es caer en la cuenta de la profundidad del abismo al que Bergoglio, con la ayuda de Juan Pablo II y, también de Benedicto XVI, ha arrojado a la Iglesia.
Estimado Wanderer,
Ha sido un honor que haya respondido a mi artículo “La gran pérdida” y lo haya presentado a los lectores de su blog. Aunque coincidimos en nuestros puntos de vista teológicos, usted ha subrayado que no comparte mi postura de que Francisco sea un estratega. Lo cito textualmente:
Hace un par de meses apareció en el sitio alemán Katholisches.info un artículo brillante y, a la vez, estremecedor. Se titula «La gran pérdida o el pontificado de Jorge Bergoglio». Por cierto, no estoy de acuerdo con la tesis central que sostiene su autor —firma, por razones obvias, con el pseudónimo de Vigilius— según la cual Bergoglio actuaría de acuerdo a un plan perfectamente orquestado y pensado, concorde con la agenda globalista mundial. Como hemos dicho muchas veces en este blog, yo creo que Bergoglio no es más que un pícaro jesuita porteño poseedor de una ambición infinita y enfermiza de poder; toda su vida se orientó a un sólo fin: acumular el poder por el poder mismo, por la concupiscencia misma del poder, sin ningún objetivo más que el placer que le provoca su ejercicio.
A continuación, me gustaría intentar una vez más hacer plausible mi posición contraria a la de Usted. Lo hago porque considero que este debate es muy importante. Se trata de mucho más que la valoración psicológica y moral de la personalidad de Jorge Bergoglio. Creo que es una tentación que emana del propio pontificado reconstruirlo meramente en el paradigma de un gángster que no tiene otra cosa en mente que satisfacer sus deseos inmediatos. Esto, creo, nos cegaría ante la amenaza real que supone el poder bergogliano.
Pero esta amenaza también tiene un efecto positivo, a saber, revelador y catártico. Y es precisamente esto lo que me lleva directamente al centro de mi teoría sobre Bergoglio. Porque aunque Jorge Bergoglio es un ideólogo, no inventa su ideología, sino que representa —y esto continuamente— posiciones que son el producto de un desarrollo teológico que ha plagado a la Iglesia durante mucho tiempo. La verdadera esencia de este desarrollo teológico se revela en él precisamente porque es grotesco intelectualmente, de escasa complejidad y crudo en sus acciones. Muchos representantes de esta línea de desarrollo teológico estarían ciertamente horrorizados de que se les asociara con Bergoglio, pero el arte del pensamiento consiste precisamente en identificar posibles puntos en común, que son incluso los aspectos más importantes, por debajo de las diferencias que siempre existen. Creo que Jorge Bergoglio es el brutal apocalipsis de la línea de desarrollo interna del movimiento en cuestión. Sólo por esto vale la pena, pero también es inevitable, reflexionar sobre él. El desafío teológico que emerge y se intensifica con él permanecerá con nosotros incluso después de su muerte.
Por lo demás, estamos de acuerdo en que Jorge Bergoglio es una criatura vulgar y viciosa que representa una molestia intelectual, moral, espiritual y estética para los fieles (referencia). Y somos igualmente unánimes en nuestro juicio sobre la compañía de sus servidores, que incluye figuras tan ilustres como el místico del orgasmo Tucho, a quien usted aprecia particularmente y que ahora ha sido inmortalizado al óleo, Roche, Hollerich, los McCarrick boys, los padres SJ James Martin y Spadaro, Marko Ivan Rupnik y el gran Austen Ivereigh. Estos personajes, debo admitirlo, me recuerdan inevitablemente a los “Nazgûl” de El Señor de los Anillos de Tolkien, que cabalgan monstruos apestosos y pululan alrededor del trono del Señor Oscuro. Lo agradable, sin embargo, es la perspectiva: acabarán igual que los Espectros del Anillo en la epopeya de Tolkien.
El problema de la justificación
Antes de pasar a mi propia tesis, quisiera abordar brevemente dos dificultades con las que, me parece, tiene que lidiar su afirmación de que Bergoglio no tiene un plan alimentado ideológicamente y no es más que un jesuita pícaro porteño con una sed infinita de poder. Por un lado, esta posición se ve confundida por la experiencia común de que los seres humanos de carne y hueso son seres complejos con una considerable propensión a la incoherencia. Quizá forme parte de la idea del pícaro que estos sólo persigan fines egocéntricos inmediatos. Pero la gente no suele representar las ideas sin nublarlas a la vez. Así que es bastante concebible que los pícaros, incluso los pícaros jesuitas, también tengan convicciones sustantivas y objetivos políticos que no son idénticos a la preocupación por sus fines egocéntricos inmediatos.
En segundo lugar, la tesis del poder adolece del hecho de que la argumentación se vuelve circular. Lo que se quiere demostrar a partir de los fenómenos, a saber, que Bergoglio no se ocupa de otra cosa que de aumentar su poder, siempre se presupone para concluir a partir de los actos correspondientemente interpretados que Bergoglio no se ocupa de otra cosa que de aumentar su poder. Aquí es donde se esconde la arbitrariedad de los juicios. Si Francisco se comportara de manera completamente diferente en ciertos casos, por ejemplo, la tesis del poder absoluto podría seguir diciendo que sólo está imponiendo una moderación táctica para mantener su poder. Por cierto, la gente de izquierda opera de una manera estructuralmente similar con respecto a la autoridad docente de la Iglesia: todo se declara como una mera expresión de la voluntad al poder del clero masculino. Si el clero se comporta sumisamente, esto también se puede ver como una astuta maniobra engañosa de la misma voluntad de poder. El filósofo francés Jean-Claude Michéa llamó irónicamente esto un “procedimiento fácil de usar”. Porque quien entiende todo como un juego de poder siempre tiene la razón. No hay posibilidad de refutación, porque incluso el intento de refutación se interpreta a su vez como expresión de la sed de poder.
Sin embargo, la circularidad en la argumentación no significa necesariamente que la afirmación sea realmente falsa. Simplemente esta no es demostrable y adolece de un carácter especulativo. Esto también es aplicable a la explicación que remonta las acciones de Bergoglio al peronismo entendido como una forma sin escrúpulos ni principios de adquirir y mantener el poder por el puro poder. El equivalente alemán sería el “merkelianismo”. En este sistema de coordenadas, Francisco podría comportarse de cualquier manera posible, y siempre podría interpretarse como una expresión del peronismo. Puede serlo o tal vez no. Es tan irrefutable como indemostrable.
Por esta razón, soy partidario de adoptar un enfoque diferente para dilucidar el fenómeno. Para ello, debemos fijarnos primero en lo que dice Francisco, y debemos ver si lo dice de pasada o si estas afirmaciones se repiten, es decir, si forman una serie. Además, hay que analizar cómo se pueden situar estas afirmaciones en el contexto de otras afirmaciones. Y si estas afirmaciones se repiten y tienen un papel destacado en la estructura de las demás articulaciones, hay que ver si existen correlaciones demostrables entre estas afirmaciones y las acciones políticas. No se puede descartar a priori que haya varias series destacadas de declaraciones que sean contradictorias entre sí. Sin embargo, la experiencia demuestra que esto rara vez ocurre, ya que presupone un defecto intelectual o psiquiátrico considerable. Y si se hubiera identificado esa serie prominente de afirmaciones que determina el contexto general, se habría encontrado la clave hermenéutica con la que también podrían reconocerse como tales los posibles hilos laterales existentes. Estos hilos laterales podrían ser compatibles o incluso correlativos con el motivo principal o quizá explicarse por cálculo político, falta de perspicacia, demencia o debilidades de carácter.
Ahora creo que un motivo principal puede identificarse en el actual pontificado. Se trata de la “fraternidad natural universal más allá de las tradiciones religiosas secundarias” que he descrito. Este motivo no es otra cosa que el proyecto de privar a la fe católica de su centro preciso de definición. Y esto es así porque persigue la deconstrucción de la teología de la nueva creación sobrenatural y de la Iglesia como cuerpo místico de Cristo en una idea teológica precisa y determinada de la creación. Para aclarar este proceso, intentaré primero describir el contenido auténtico de la fe católica y luego esbozaré el motivo básico del movimiento de resistencia que surgió contra ella, del cual también surgió el “pícaro jesuita porteño”.
Como diría un viejo amigo mío: “se non è vero è ben trovato”, esto es, algo así como decir, si no es cierto está bien pensado. Y lo cierto es que la desarmonía entre lo que yo había recibido en mi escasa formación doctrinal racional, con lo que todos los días escuchaba decir al Papa Bergoglio, me iba convenciendo paulatina e incesantemente en que no podía ser casual. Por cierto, ya eran muchos los que me avisaban de eso, pero no entendía cómo esto podía eso ser posible.Y, de pronto, aquí me encuentro, a través de Wanderer, con un tal Virgilius, quien señala que esto responde a un plan perfectamente orquestado por nuestro mismo sumo pontífice, quien con su célebre “todos, todos, todos”, no parece tener otro propósito que el de borrar las diferencias entre el orden natural y el sobrenatural, en exclusivo perjuicio del sobrenatural, con el objetivo de hacer desaparecer el mismo mensaje del Evangelio, con el consecuente efecto, de hacer desaparecer la doctrina de la Iglesia y la Iglesia misma. ¿La razón? Porque todo lo que distingue al católico del resto de los hombres, lo separa del mundo, y, como ahora se concibe que “todos somos hijos de Dios” sin que esto suponga actividad alguna de nuestra parte, entonces, paradójicamente, los que se distinguen por seguir los pasos de Cristo, por eso mismo se separan de los demás hombres, quienes son ahora los que marcan el camino de la salvación. Con lo cual, todo parece indicar que se trataría de una salvación meramente humana y de carácter puramente inmanente, de la cual, los que todavía pretenden permanecer fieles a la tradición de la Iglesia, al Depósito de la fe, estarían absolutamente impedidos de acceder a ella.
ResponderEliminar¡Señor protege a tu Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!
Continuación del comentario anterior.
ResponderEliminarSin ánimo de agotarlos ni de eximir de una lectura atenta del texto completo de Virgilius, veamos algunos “botones de muestra” de lo enseñado por Virgilius:
“Todos pertenecen a Cristo en cuanto a su ser y, por lo tanto, forman siempre ya la única Iglesia universal, de la que forman parte tanto los que están iluminados sobre sí mismos como los que aún no lo están”. “No importa qué camino específico tomes. Hay sólo un camino que nunca debes tomar, porque es el que conduce a la perdición: el camino de los indietristi , es decir, nuestro camino específicamente e irreductiblemente católico”. Confunde la Iglesia en potencia con la Iglesia en acto, para terminar, en lugar de ordenar la Iglesia en potencia a la Iglesia en acto, negando el valor de la Iglesia en acto. Con lo cual, al tiempo que se cierra a la misión universal de la Iglesia, niega derechamente el valor de la Iglesia misma.
“Lo que hace Jorge Bergoglio: reducir el discurso cristiano a unas pocas afirmaciones simples sobre la teología de la creación y, de este modo, reducir la cristología a una mera jesusología en la que el Jesús de la ternura hace visible lo que ya es cierto de todos modos, es decir, que “todos, todos, todos” son siempre aceptados incondicionalmente por Dios”. De donde se sigue que el mandato del hágase tu voluntad”, supone ya no el sometimiento de la voluntad humana a la voluntad de Dios sino precisamente lo inverso.
“En Bergoglio se ha producido una revolución en el modo de pensar que, en su sustancia filosófica, consiste en establecer un nuevo concepto de identidad. Este concepto comprende aquello que la concepción clásica de la identidad considera lógicamente no integrable como un momento interior de la identidad misma. En todas sus variantes, este concepto de identidad se ocupa de la licuefacción última de todas las diferencias”. De donde se sigue que lo que distingue a un neo “cristiano” de quien no lo es, es precisamente, el abandono de la fe recibida de los Apóstoles.
¡Qué lejos estoy de respirar en estas palabras, que intentan comprender el oscuro y preocupante pensamiento de Bergoglio, el alegre cántico que resonaba en los templos católicos el Domingo de Resurrección: “¡Ésta es la luz de Cristo, yo la haré brillar! ¡Brillará, brillará, brillará sin cesar! ¡Qué necesidad imperiosa hay hoy en toda la Iglesia de tomar conciencia de qué cosa es lo que hemos recibido de Cristo y de los Apóstoles para volver a él y predicarlo incansablemente por todos los rincones del mundo!
En espera de los próximos análisis de Wanderer respecto a este esencial punto doctrinal de la Iglesia católica,
¡Señor, ten piedad de nosotros! ¡Protege a tu Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!
Esperamos la segunda parte!
ResponderEliminarMe parece brillante el desarrollo de su opinión. Comparto con Vigilius la idea de que las ideas y acciones de Bergoglio no pueden explicarse por una mera obsesión por el poder. Ni tampoco con una carencia o defecto psiquiátrico. Si bien tanto una como la otra no tienen por qué excluirse de una razón mas peligrosa que es la de pretender reformar la Iglesia, y minar el sensus fidei hasta hacerlo totalmente subjetivo para poder hermanarse con cualquier ser humano tenga o carezca de la fe que sea … esa maravillosa fraternidad universal de la que siempre habla, y de la que recientemente dijo que “solo será posible avanzar hacia esta fraternidad de la mano de una buena política”. Así pues está claro que Francisco debe tener una ideología política que además cree que es la sola vía para alcanzar tal fraternidad, un objetivo que parece perseguir.
ResponderEliminarFrancisco se morirá pronto pero las ideas que ha sembrado en la Iglesia, persistirán mucho tiempo, a menos que esos obispos y cardenales se atrevan a “diagnosticar “ al Bergoglio anticatólico, por tanto al Bergoglio hereje. Es decir, y lo digo con la boca llena: al papa hereje, el papa del mundo, o el loco, el de “armen lío” .
Anhelo una vuelta a la Iglesia Católica, pero creo que muy pocos la anhelamos… La inmensa mayoría se entretienen opinando y defendiendo que Francisco es papa, y que si piensas que es hereje por las herejías que constantemente dice y que por lo tanto van en contra del magisterio bimilenario entonces eres cismático. ¿Hay que estar en comunión con un papa hereje? Hace falta ser teólogo, cura u obispo para tener la certeza cuando alguien dice una herejía tras otra? Porque a muchos se nos puede señalar de heréticos y darnos razones de ello, ante lo cual lo católico es arrepentirse y humillarse… reconocer el error. Pero alguien que no deja de sacar por su boca apestosa los peores desdenes hacia nuestra madre Iglesia y hacia nuestra Santísima y Purísima Madre la Virgen María .
Por favor corríjanme si me alejo de nuestra amada Iglesia.
Saludos en Cristo
Marta
Da gusto encontrarse con estos Post en estos tiempos oscuros...
ResponderEliminarGracias "caminante W"
Francisco tiene teología e ideología como la Luna luz: porque otros se la dan. Al Papa sólo le interesa el poder inmediato, de aquí las contradicciones: cuando los presupuestos modernista le abocan a un suicidio político, da marcha atrás o monta sucedáneos que en el fondo son humo. Si le favorece va toda vela pero sin atarse demasiado si los vientos cambian.
ResponderEliminarPero esto no significa que no produzca daño sino lo contrario, puede ser peor.
No; Bergoglio no es ningún estratega, pero eso no significa que en su equipo secreto no haya uno s.j.
ResponderEliminarSu teología es la propia de los jesuitas arrupistas de finales del siglo XX y principios del siglo XXI, que no tiene nada de católica y si y mucho de gnóstica.
Hay que recordar que la Mafia de San Galo le pudo en el trono de San Pedro para revertir las reformas de Benedicto XVI y "terminar de implementar" la teología jesuítica con la escusa del Concilio (los Padres Conciliares no dijeron nada sobre esta basura jesuítica ni tampoco de cambiar la misa. Fue un golpe de Estado "progresista")
Entonces la elección de Bergoglio s.j. era la natural y necesaria.
No es de extrañar.
..."fraternidad natural universal más allá de las tradiciones religiosas secundarias"...
ResponderEliminarEso es masonismo puro y duro.
En cualquier caso a Bergoglio no le han elegido a ninguna logia o Gran Oriente (ni tampoco a ninguna mezquita, templo budista o cabal animista)
A este señor le han elegido exclusivamente para ser el jefe de la Iglesia Católica, por lo que su función es justamente esa. Tiene que olvidarse de los masones, de los musulmanes, de los budistas y de los animistas.
Por cierto que si esta diva hablase menos y rezase más, todo el mundo sería más feliz.
(y si practicase las virtudes cristianas, ¡no te digo!)
Desde sus años mozos en Buenos Aires Bergoglio siempre demostró su ambición de poder, algo que nunca estuvo al servicio de la buena doctrina sino todo lo contrario.
ResponderEliminarYa como obispo, pero mucho más como cardenal, se empezó a ver más claro que para él la Iglesia tenía una posición muy dura y hasta intolerante que la llevaba siempre al choque con el mundo, un problema que la hacía inviable pues el mundo del siglo XXI nada tiene que ver con los pueblitos de Israel donde Cristo predicó 2000 años atrás.
Para Bergoglio la idea fuerza es la fraternidad social, él cree que todas las religiones son buenas, que todas poseen un pedacito de la verdad absoluta, de modo que si comparten lo que las une y no lo que las divide, todas pueden convivir en armonía y hasta construir el paraíso en la tierra, el gran objetivo que también proponen la Agenda 2030, la masonería y el Nuevo Orden Mundial (NOM).
Si Bergoglio nunca hubiera sido Papa, la cosa hubiera quedado ahí; nuestra desgracia es que desde que se acomodó en la Silla de Pedro empezó a llevarla a la práctica para hacer realidad esa iglesia nueva que niega la que Cristo fundó en cabeza de Pedro.
Y el viento de cola del NOM le vino genial, de ahí que los viejos enemigos de Dios y de la Iglesia que actúan en las sombras y cuentan con el apoyo de la prensa mundial, acudieron en su apoyo en esa tarea de demolición.
Creo que ese macabro plan es la tesis central que con mejores argumentos busca demostrar Vigilius, algo que va mucho más allá de la simple acumulación de poder por el poder mismo.
Muchas Gracias Don Wanderer. Siempre tan acertados sus posts.
ResponderEliminarRespondiéndole a la señora Marta, es así como dice. Nuestra fidelidad es Cristo y a Su Iglesia. Si el Papa se aleja de Cristo, nuestro deber es no seguirlo, de lo contrario nos alejaríamos de Nuestra Salvación.
Ayer fui tristemente a Misa NO. Permanentemente se repite por aquí y por allá, buscar la unidad (sin alusión a La Verdad), la fraternidad universal, guiarse por el “espíritu”, vaya a saber cuál espíritu… ser “pan” para nuestro prójimo… etc…
Por doquier menciones y afirmaciones que no tienen nada de catolico. Es estremecedor darse cuenta de cómo están distorsionando la fe, la están desvirtuando día a día. Y cuánta gente que lamentablemente no ha llegado a la Tradición de la Iglesia se pierde en este torbellino de falsedad y engaño…
Aquí en Salta Capital donde vivo, si no fuera por la FSSPX, estaría desahuciada.
Se acabó la doctrina católica y la fe católica en el 99% de las Iglesias y sacerdotes. Y para qué le digo los sacramentos! Ya no hay celo por la salvación de las almas, los sacerdotes tristemente parecen todos funcionarios públicos muy cómodos con su sueldito, horas libres y descansos…
Así los avalan desde arriba.
No vayan a ser fieles, xq ahí sí que los persiguen y reprenden…
Ven Señor Jesús 🙏🏻
En Salta también hay una misa tridentina dominical celebrada por un cura diocesano. Hay que saber buscar.
EliminarDe hecho lo que no se puede lograr es compatibilizar la fe de la Iglesia de siempre con lo que se predica hoy en día. Eso sí que es misión imposible
EliminarTodos los domingos a las 10hs, hay misa cantada en la iglesia del Buen Pastor (Cnel. Suárez 371) Salta Capital. Invita Una Voce Salta.
EliminarMuchas gracias. Si, lo sabía. Lo que al parecer no hay allí es grupo de formación en la tradición para mis hijos, lo cual me parece indispensable.
Eliminar¿Será que las cosas que Bergoglio dice son de su propia cosecha, o siempre alguien en la sombra le dice lo que debe decir?
ResponderEliminarSiendo safio, ordinario y chabacano ¿por qué fue él el elegido?
Evidentemente porque le han elegido otros zafios, ordinarios y chabacanos como él.
EliminarSi uno lee las entrevistas o los últimos libros del Cardenal Martini, líder de la Mafia de San Galo, se da cuenta de que Jorge Mario Bergoglio no es un lobo solitario, sino que está ejecutando (a su manera) un plan anterior y superior a él mismo.
ResponderEliminarSin embargo, consta que Martini no apoyó a Bergoglio en el cónclave post JPII, sino que apoyó la elección de Ratzinger. Él no podía ser Papa pues ya tenía avanzado el mal de Parkinson, tampoco juntaba los votos necesarios. Posiblemente su negativa a la candidatura de JMB se debiera a la resistencia que éste tenía en la SJ. Para el cónclave post Ratzinger ya no estaba Martini. Entonces se abrió paso el grupo de San Galo, sobre todo por la resistencia al candidato oficialista que era Scola (recordemos que, ante la fiumata bianca, sonaron las campana de Milán: que hubiera Papa no se pensaba que fuera otro que Scola..... y no fue). El peso de CL estaba en baja, en ascenso San Egidio y otros.
EliminarSí, es cierto. Probablemente Martini desconfió de que un Bergoglio timorato e imprevisible en 2005 pudiera cumplir bien la misión. Tras su muerte el 2012, a la mafia de San Galo no le quedó más remedio que seguir el plan inicial para el cónclave de 2013. De todas formas, mi comentario iba más al programa de gobierno común que tenían Martini y Bergoglio y no tanto a la forma evidentemente diferente que tendría cada uno de ejecutarlo.
EliminarAdriel
La desidentitación y la desesencialización de la Iglesia llegan a su culmen con Bergoglio. Pero esto empezó con el slogan de Juan XXIII ¨buscar lo que nos une, no lo que nos separa¨, Nostra Aetate y la teoría de los círculos concéntricos montinianos. De la diferencia específica al género próximo, de la Cristiandad a la Humanidad.
ResponderEliminarMe da la impresión de que hay dos formas de abordar el caso Bergoglio:
ResponderEliminara) las teorías personalistas: Bergoglio es un personaje menor, estrictamente guiado por su intelecto práctico sin mayor bagaje teórico, exclusivamente concentrado en ganar poder y prestigio y convertirse en el capellán del NOM. Para ello, debe homogeneizar lo más posible la Iglesia con el Mundo.
b) las teorías estructuralistas: B es un progresista que está llevando al paroxismo el programa existente in nuce en el Concilio y desarrollado, con avances y retrocesos, velis nolis, en los papados posconciliares. La diferencia es que B lo hace de buen grado porque es el papa que mejor ha asimilado la heterodoxia Rahneriana, el odio antilitúrgico Bugniniano y la moral de Haring. Que deberían parir una nueva Iglesia. reconciliada con el Mundo.
No sé, a mí a) y b) no me parecen contradictorias. Es un tema de énfasis, o quizás, en lenguaje tomista, de ¨finis agentis¨y ¨finis operae¨
* "finis operis".
EliminarBergoglio era el hombre adecuado para la tarea. Los que lo pusieron ahí ya le habrán trazado un perfil psicológico bien preciso. La grandes masas no lo verán nunca, están intoxicados por los medios, la destrucción de la Iglesia es presentada como una aggiornamiento necesario, que incluso viene a reparar las injusticias históricas de una institución medieval dedicada a oprimir al hombre.
ResponderEliminarAhora sí tendremos una religión de amor "todos, todos, todos". Una minoría la ve pero eso no es significativo para la trasformación social que se esta produciendo donde la corriente de la historia, adecuadamente dirigida por los arquitectos del NOM, terminará arrastrando y disolviendo toda oposición como una corriente de agua redondea las piedras hasta convertirlas en cantos rodados y finalmente en arena.
Para los que tenemos clara la situación es fácil, si Bergoglio, o el que pongan luego, dice para la derecha, me voy para la izquierda, si dice arriba me voy abajo.
Qué excelente artículo!! Gracias x traerlo Don Wanderer.
ResponderEliminarPuesto que somos seres mudables y polifacéticos, todos nosotros, ambas visiones de Bergoglio pueden ser verdaderas ( dos subcontrarias pueden ser simultáneamente verdaderas, pero no simultáneamente falsas). Luego, el jesuita porteño, peroncho, veleta y ambicioso (descrito magníficamente x el autor: "Jorge Bergoglio es una criatura vulgar y viciosa que representa una molestia intelectual, moral, espiritual y estética para los fieles"), también puede ser, en otro aspecto, un estratega. De hecho, los nombramientos de obispos en Argentina, la promoción de Trucho F., su presencia y apoyo a la Agenda 2030, no parecen hechos al.azar; sino bien planeados y conectados.
Ya que nos lo presenta como.un alter ego del.Corso, quiera Dios que la campaña para invadir y erradicar la liturgia tradicional y la teología católica, le salga como la de Bonaparte a Rusia.
¡Ven, Señor Jesús
Todos los papas conciliares ha obrado en base a una directriz ideológica archiconocida, la del modernismo condenado por San Pío X, cuya clave de bóveda es la doctrina de la "inmanencia vital", es decir, la divinidad subyacente en lo más recóndito del psiquismo humano. El modernismo no es otra cosa que el avatar "cristiano" de la ancestral gnosis panteísta y evolucionista que ha tomado múltiples formas a lo largo de la historia (gnosticismo, cabalismo, sufismo, catarismo, rosacrucismo, masonería, hegelianismo, teilhardismo, etc). El común denominador es el monismo panteísta y evolucionista de un "dios in fieri" -en devenir-, a través del proceso histórico, y en particular en su fase culminante, la del ser humano. El fundamento de todas las novedades conciliares es ése (libertad religiosa, ecumenismo, diálogo interreligioso, dignidad inalienable de la persona humana, rechazo de la pena de muerte, doctrina de la salvación universal, eclesiología del "subsistit in", etc.). Lo que sucede es que en el caso de Bergoglio, a este patrón ideológico perfectamente identificable y coherente se le añade su particular perfil de personalidad: ambicioso, inescrupuloso, pragmático, brutal y vulgar, lo que puede hacer que la coherencia intelectual respecto a sus predecesores se perciba menos nítidamente. Pero si uno analiza su pontificado desde la óptica del "ecumenismo" y la "interreligiosidad" (Asís V, Declaración de Abu Dabi, Casa de la Familia Abrahámica, Pachamama, Sínodo de Amazonia, Laudato Si' y su "ecolo-mundialismo" teilhardiano, etc.), con su patente indiferentismo religioso, su naturalismo y su globalismo, no cabe duda de que Bergoglio se inspira en el modernismo y busca transformar a la Iglesia desde adentro en base a esa doctrina luciferina ("seréis como dioses"), la de la unificación de la humanidad y de las "tradiciones religiosas", con el culto universal Hombre divinizado y la "fraternidad universal" del Anticristo en reemplazo de la Cristiandad...
ResponderEliminarFe de erratas: 1. "Todos los papas conciliares HAN obrado..." - 2. "(...) con el culto universal DEL Hombre divinizado y la fraternidad universal del Anticristo..."
EliminarGracias alesolap. Ha presentado usted en un solo párrafo la multiplicidad de errores y herejías que han afectado y pueden seguir afectando a la doctrina de al fe católica. Sería bueno volver a insistir sobre esto para que tomemos conciencia del peligro de que algunos de esos errores sigan haciéndose presente en nuestros días. ¡Señor, guarda a tu Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!
ResponderEliminarLe agradezco mucho su comentario. Un cordial saludo en Cristo y María.
Eliminar