jueves, 11 de julio de 2024

El cardenal Pietro Parolin y el programa del futuro Juan XXIV

 


La Iglesia de hoy, al igual que las sociedades liberales que la han llevado a su paso, se encuentra en un gran vacío, al haber borrado el rigor de su dogma y de su moral. Pero parece que no hay vuelta atrás. Los sucesores de Francisco sólo podrán ser guardianes de su legado, a saber, el Concilio “completado” con Amoris leatitia y Traditionis custodes. Salvo un replanteamiento radical, que sin duda se producirá tarde o temprano, el sucesor de Francisco será necesariamente un bergogliano. Pero puede ser un bergogliano liberal, como el cardenal Aveline, arzobispo de Marsella, o un bergogliano riguroso. Este debería ser el caso del hombre al que ya se está apodando... Juan XXIV.


Un infiltrado progresista

Bergoglianamente riguroso es el adjetivo que podría aplicarse al cardenal Pietro Parolin, 69 años, Secretario de Estado hoy, mañana... Porque todo el mundo en Roma sabe que la segunda figura más importante de la Iglesia está en campaña. Todo el mundo, incluido el Papa, que no duda en burlarse de él un tanto molesto.

Para que nadie ignorara cómo veía el futuro, hace tres meses, el 24 de abril, el Secretario de Estado pronunció una conferencia en el antiguo Colegio Romano, hoy Ministerio de Cultura de Italia, con motivo de la presentación de un libro de un experto vaticanista de la televisión italiana, Ignazio Ingrao, Cinque domande che agitano la Chiesa, “Cinco preguntas que agitan a la Iglesia”. La sala estaba abarrotada, con la presencia de numerosos prelados de alto nivel, entre ellos el anciano cardenal Re, cardenal decano, que fue uno de los grandes electores de Francisco, pero que desde entonces se ha sentido más que decepcionado por su estilo de gobierno; el ministro de Cultura, por supuesto; prefectos de dicasterios; embajadores ante la Santa Sede; y periodistas atentos a las reacciones de los ilustres oyentes tanto como a las palabras del orador.

Fue a la quinta pregunta del libro, “¿Qué será de las reformas emprendidas por el Papa Francisco?”, a la que el cardenal había elegido, como por casualidad, dar su respuesta. Aunque le cuesta desprenderse de su lenguaje eclesiástico más bien pesado, sus palabras, que incluían las palabras “discernimiento”, “paciencia” y “el largo recorrido” que se bebió el cardenal-decano, lanzaron un mensaje muy claro: “No habrá marcha atrás”. Porque cuando el progreso es deseado por el Papa, guiado por el Espíritu Santo, se produce un efecto trinquete.

Esta es la piedra angular del proyecto del hombre que muchos ya ven como el Papa Parolin: la garantía de que no habrá vuelta, ni siquiera en los márgenes, al estado postconciliar de Benedicto XVI. A fortiori a un estado ante-conciliar. Esto es tanto más seguro cuanto que el estilo de gobierno del hombre que se ve a sí mismo como califa en lugar del actual califa, mucho más tranquilo que el del Papa Bergoglio, evitará el riesgo de crisis.

Natural del Véneto, Parolin entró en la diplomacia vaticana cuando el cardenal Casaroli, el hombre de la Ostpolitik, era Secretario de Estado y Achille Silvestrini, durante décadas el líder de la Roma liberal, era Secretario para las Relaciones con los Estados (Ministro de Asuntos Exteriores). Bajo la dirección de Silvestrini, que se convirtió en su mentor, Parolin adquirió rápidamente un gran conocimiento de las altas esferas de la Curia, así como de las cancillerías de todo el mundo.

Después de varias nunciaturas, regresó a Roma en 1992, cuando el cardenal Sodano era Secretario de Estado, como Subsecretario para las Relaciones con los Estados bajo Jean-Louis Tauran, que había sucedido a Silvestrini como Secretario para las Relaciones con los Estados. Pero cuando el cardenal Bertone sustituyó al cardenal Sodano como Secretario de Estado de Benedicto XVI en 2009, envió a Parolin a la más difícil de todas las nunciaturas, la de la Venezuela de Chávez.

Un exilio que no se prolongó. En agosto de 2013, Jorge Bergoglio, ahora Papa, fue convencido por los cardenales Silvestrini y Tauran para que llamara de nuevo a Roma a este experimentado diplomático de tendencia liberal... para sustituir al cardenal Bertone.


Un hombre abierto

No hay que olvidar nunca que el Vaticano está en Italia. Aunque la diplomacia papal cultiva tradicionalmente una “neutralidad”, es decir, un cierto repliegue sobre el atlantismo italiano, este último ha sido sin embargo ampliamente compartido por la Santa Sede desde Pío XII y aún más desde Juan Pablo II. En este sentido, el antiamericanismo del papa Francisco restablece un equilibrio más tradicional, como hemos visto, por ejemplo, en las exploraciones diplomáticas por la paz en Ucrania, para las que encargó al cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.

Parolin parece en general —excepto por su política hacia China— más pro-estadounidense. Pero desde luego no trumpiano. Mucho se ha hablado de su presencia en la conferencia de 2018 del Grupo Bilderberg, que se celebró en Turín. Este grupo está formado por un centenar de personas cooptadas entre personalidades influyentes de la diplomacia, los negocios, la política y los medios de comunicación, y hoy se ve a sí mismo como un eficaz relevo de las ideologías globalistas. En la reunión, a la que asistió la Secretaria de Estado, se analizó el “preocupante” auge del populismo.

Del mismo modo, el 5 de abril de 2019, Pietro Parolin mantuvo una larga reunión con medio centenar de abogados, jueces y políticos, que representaban a la flor y nata de los activistas LGTB y pedían la despenalización de la homosexualidad. Fue una recepción de gran poder simbólico, durante la cual el Secretario de Estado les dijo que la Iglesia condena “toda violencia contra las personas”.

Pero además está el asunto del pacto con China, perseguidor del catolicismo y enemigo mayor de Estados Unidos. El acuerdo, cuyo contenido no se ha hecho público, se firmó en 2018 por dos años, se prorrogó dos veces en 2020 y 2022, y pronto volverá a prorrogarse tras un coloquio organizado el pasado mayo en Roma sobre las relaciones de Roma con China con monseñor Joseph Shen Bin, obispo “patriótico” de Shanghái, y Zheng Xiaojun, presidente de la Sociedad Religiosa China, organismo encargado de vigilar de cerca las actividades de las religiones para que no se aparten de las leyes del país.

El acuerdo Parolin permite a las autoridades chinas nombrar a los obispos que serán investidos por Roma. Dicho claramente, el pacto en cuestión concede a los comunistas, que siguen persiguiendo a la Iglesia, el derecho a nombrar obispos. Algunos, como el obispo Joseph Shen Bin, fueron nombrados unilateralmente por Pekín y confirmados por Roma a toda prisa. En virtud de este acuerdo, los siete obispos “ oficiales” nombrados se reintegraron a la comunión romana, dos de los cuales casualmente estaban casados. Además, los obispos clandestinos, que no habían sido aprobados por las autoridades comunistas, fueron excluidos del gobierno de las diócesis. Esto provocó críticas indignadas, especialmente del cardenal Zen, que acusó a Pietro Parolin, de ser “hombre de poca fe”, de “vender la Iglesia católica al gobierno comunista” y pidió la dimisión del responsable de esta “increíble traición”. Pero también el cardenal Müller, en su libro En buena fe. El catolicismo y su futuro, dijo: “No se puede pactar con el diablo”.

Pero, ¿es realmente cierto que este acuerdo con China es un gran hándicap que impide a Parolin aparecer con sotana blanca en el balcón de San Pedro? ¿O, por el contrario, puede explicarse al Sacro Colegio como una ventaja para la Santa Sede en la remodelación de los equilibrios mundiales?


Las otras cartas de un programa de reorientación

Otra paradoja: el hecho de que se haya vuelto menos cercano al Papa podría convertirse en una ventaja para Pietro Parolin cuando haya que cubrir la sucesión de Francisco, y seguramente habrá una reacción contra el despotismo bajo el que gimen la Curia y los cardenales. El cardenal Parolin se encontró directamente afectado por la revelación, en 2019, de una operación sospechosa realizada por la Secretaría de Estado en 2012: la inversión de casi 200 millones de euros en un lujoso edificio londinense sujeto a hipoteca. El inmueble había sido adquirido a un precio muy sobrevalorado con fondos captados por el Óbolo de San Pedro, y luego vendido con fuertes pérdidas. Se trataba de una situación relativamente clásica, en la que clérigos que se creían expertos financieros resultaron ser extremadamente ingenuos. La principal responsabilidad recayó en el primer colaborador de Pietro Parolin, Angelo Becciu, por ese entonces Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, que tuvo que dimitir de su cargo, perdió todos los derechos asociados al cardenalato y fue llevado ante los tribunales vaticanos junto con otros altos funcionarios romanos. Estas acusaciones de malversación de fondos o de imprudencia temeraria hicieron que, a finales de 2020, la Secretaría de Estado fuera despojada de sus activos y de su enorme cartera de inversiones por el Papa. Hasta tal punto que la Secretaría de Estado, para pagar a su personal diplomático, tuvo que desprenderse de algunas de sus joyas familiares: las nunciaturas de París y Viena, para empezar, debían ser vendidas (Filippo di Giacomo, “La diplomazia vaticana deve fare cassa”, La Repubblica, 28 de junio de 2024).

Incluso su incierto estado de salud —Parolin ha sido tratado de un cáncer— le honra: compensaría su corta edad (69 años) a los cardenales electores que quieren limitar los riesgos de sus elecciones buscando papas para reinados cortos. La edad del cardenal Bergoglio fue uno de los argumentos esgrimidos por sus partidarios durante el cónclave de 2013....

A Pietro Parolin le gusta darse aires de moderación. Mientras que acogió de buena gana “apertura” moral del pontificado Bergogliano haciendo que el elogio del Papa a los obispos argentinos por su interpretación ultraliberal de Amoris leatitia se incluyera en el Acta Apostolicae Sedis como “auténtico magisterio” el 7 de junio de 2017 (para decirlo claramente: la interpretación más liberal de AL es oficialmente la correcta), fue, por el contrario, extremadamente cauto al dar su aprobación sólo a regañadientes a Fiducia supplicans, un documento altamente divisivo que permite la bendición de parejas homosexuales. El 12 de enero de 2024, en la ocasión extrañamente elegida de una conferencia celebrada ante científicos en la Accademia dei Lincei de Roma, incluso dio un paso atrás con respecto al documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe: “Este documento ha provocado reacciones muy fuertes; esto significa que se ha tocado un punto muy delicado y sensible; será necesaria una investigación más profunda”.

Comparado con los cardenales más progresistas, Tagle, antiguo arzobispo de Manila y Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, y el jesuita Hollerich, arzobispo de Luxemburgo, Parolin representa un cierto retorno al centro. Se ha dicho que, en el Sínodo sobre la Sinodalidad del pasado mes de octubre, intervino para “defender la doctrina”, aunque no se reveló el contenido preciso de su intervención, pero el tema era que la doctrina debe situarse en el centro de la sinodalidad, es decir, que la sinodalidad no debe hacer estallar la institución. También sabemos que, sin cerrarse ninguna puerta, quiere distanciarse del sinsentido de la vía sinodal alemana. Porque este “realista· sabe que la transacción entre progreso y conservación es el gran medio por el que la Iglesia postconciliar ha durado y puede seguir durando.


El escollo de la misa tradicional

Pero hay un punto en el que Parolin no quiere transigir, y es el de la liturgia tradicional, a diferencia de los liberales bergoglianos que mencionábamos al principio, que piensan que se le puede dar cierta libertad para controlarla mejor.

Como Secretario de Estado, el cardenal Parolin desempeñó un papel clave en la redacción de la carta apostólica Traditionis custodes de 2021. Como se recordará, el primer acto fue la encuesta a los obispos del mundo organizada por la Congregación para la Doctrina de la Fe el 7 de marzo de 2020, con el objetivo de hacer balance de la aplicación de Summorum Pontificum. Los resultados podrían interpretarse ciertamente como una aprobación de Summorum Pontificum, pero lo que estaba previsto era su derogación. En las reuniones de la Congregación en las que se discutió el asunto, hubo oradores muy hostiles al usus antiquior, como el cardenal Stella, entonces prefecto de la Congregación para el Clero, el muy virulento cardenal Ouellet, que era prefecto de la Congregación para los Obispos, y el cardenal Versaldi, entonces prefecto de la Congregación para la Educación Católica (encargada de los seminarios). Pero el cardenal Parolin se mostró especialmente decidido, y en una de estas sesiones se dice que dijo, jugando con el apelativo de la Misa tridentina como la Misa de todos los tiempos: “¡Hay que acabar con esta Misa de todos los tiempos!”.

Para él, como para el nuncio en Francia Celestino Migliore, de quien se rumorea que podría convertirse en Secretario de Estado del Papa Parolin (véase nuestra Carta 1059 del 27 de junio de 2024, Paz litúrgica Francia), el eje de Traditionis custodes es esencial para salvaguardar el Vaticano II. Puede resumirse así: sólo hay una lex orandi que corresponde a la única lex credendi, la del Vaticano II. Son posibles algunas tolerancias provisionales y limitadas, pero en ningún caso una libertad paralela y concurrente. Más que cualquier otra reforma conciliar, la reforma litúrgica es irreversible.

La lógica de esta intransigencia es básicamente el deseo de empujar a los partidarios de la liturgia antigua, y especialmente a los sacerdotes que se dedican a ella, a los márgenes y, en última instancia, hacia el cisma: “¡Que se vayan!”. Este rigorismo ideológico no tiene en cuenta la creciente importancia relativa de esta liturgia, sobre todo por su fecundidad vocacional. De hecho, en las Iglesias occidentales, la liturgia tradicional es cada vez más visible. Sin embargo, la determinación de lo que constituye un cisma —como era bien sabido en la antigüedad— también tiene providencialmente algo de relativo, donde acabamos descubriendo que el excomulgante es en realidad el verdadero excomulgado. En el gran vacío doctrinal que es hoy la Iglesia docente, la Iglesia que debería enseñar, es ciertamente explosivo chocar frontalmente con la Misa de antaño, que representa la doctrina de antaño.


Fuente: Paix Liturgique


46 comentarios:

  1. Estimado Wanderer: en la versión francesa del texto hay un juego de palabras en la frase sobre el fin de la misa tridentina.
    La traducción del final de esa frase sería: jugando con el apelativo "misa de siempre" de la misa tridentina: "tenemos que poner fin a esa misa para siempre"
    Supongo que la frase original de Parolin habrá sido en italiano utilizando alguna palabra similar
    Más allá de eso, el panorama con Parolin, si llegara a ser Papa, es desolador. No sólo para la misa tridentina, sino para toda la Iglesia.
    Esperemos que se cumpla aquello de que el que entra Papa al cónclave, sale cardenal

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    1. Raúl Galofre (COL)
      O, que sea el Pedro Romano...

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  2. Muchas gracias, don Wanderer. Qué estupendo es su blog y cuánto bien hace: tanto con sus escritos propios como cuando publica los de otros. Al acabar de leer el de hoy, me he enredado en el nombre del medio donde apareció originalmente: Paix Liturgique, que por supuesto evoca un tiempo pasado pero reciente y añorado por todos nosotros: la Pax Benedictina. Es natural que recordemos con cariño y agradecimiento el pontificado de aquel papa exquisito, espiritual, magnánimo, que nos quería y nos defendió. Pero la paz litúrgica que impulsó Benedicto con el Summorum Pontificum, ¿era una paz verdadera? (Es decir: duradera, sostenible). La forma abrupta en que terminó el experimento, con la llegada de este papa despótico e impío, nos dejó la impresión de que una horda de bárbaros habían asaltado Roma y destruían sus nobles edificios. Pero si no hubiera caído sobre nosotros la plaga de Bergoglio, ¿habrían podido convivir pacíficamente los dos ritos? Yo me temo que la paz no era posible. Ese documento perverso pergeñado por Parolin, Traditionis custodes, pese a su maldad y falsedad, encierra empero una verdad profunda que el post de hoy resalta con acierto: el Vetus y el Novus Ordo son dos ritos irreconciliables, porque cada uno corresponde a una lex credendi, a una fe distinta. No profesamos la misma religión. La cohabitación de ambos en la Iglesia es —como el birritualismo en la esfera personal— algo insostenible a la larga. «No se puede servir a dos señores», dice el verdadero Señor. O como decía cierto cura carlista argentino, no se puede tener en casa a la mujer legítima y a la ramera: hay que expulsar a Agar.

    Los chicos de Paix Liturgique hablan de dos opciones para el próximo cónclave: un bergogliano riguroso, que sería Parolin, o un bergogliano «liberal» (tolerante con lo tradicional). Este perfil no lo lo concretan en un nombre, pero se entiende que piensan en Zuppi. Hagamos entonces la elucubración de que en alas del lobby de Sant' Egidio subiera al solio pontificio el inclusivo y camaleónico Zuppi, que podría asumir el camaleónico nombre de Juan Pablo III. Zuppi quiere una Iglesia en la que quepamos «todos, todos todos»: hasta los tradis. Liberalizaría la liturgia tradicional. Pero entonces, ¿qué pasaría? ¿Cómo reaccionaría el stablishment eclesiástico? ¿En qué acabaría todo? Pues eso.

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  3. “Salvo un replanteamiento radical, que sin duda se producirá tarde o temprano, el sucesor de Francisco será necesariamente un bergogliano. Pero puede ser un bergogliano liberal, como el cardenal Aveline, arzobispo de Marsella, o un bergogliano riguroso. Este debería ser el caso del hombre al que ya se está apodando... Juan XXIV”.
    ¡Vaya!, la seguridad con que el autor del presente post se refiere al futuro sucesor del actual Papa Francisco me sorprende. No porque le falte a esta argumentación una cierta lógica, pues es fácil pensar que un papa que ya lleva más de diez años en el cargo de Jefe de la Iglesia y, consecuentemente, nombrando cardenales a trochemoche a quienes él mismo entienda como más afines a su propio pensamiento, y, al mismo tiempo, acallando a quienes, en nombre de la fidelidad al Depósito de la fe, hayan osado enfrentarlo, sea sucedido por un cardenal consecuente con su pensamiento. No obstante, debe tenerse en cuenta que, a lo largo de su actual reinado el Papa Francisco ha sentado tal número de “novedades”, que, a más de cuatro cardenales les harán pensar respecto del grado de falta de prudencia que puede tener el elegir a un sucesor que comulgue con el disruptivo espíritu eclesial del actual pontífice.
    En efecto, el actual pontífice, ya ha dado sobradas pruebas de su intención de romper con la tradición de la Iglesia: cuando: desde luego, los cambios más llamativos estuvieron dado por sus actitudes comenzando por el claro desprecio de la celebración de la Misa con arreglo al “Vetus ordo” o Misa Tridentina, la cual es actualmente expresamente perseguida y difamada desde la misma sede petrina; hay también una clara confusión respecto de las condiciones en que se debe distribuir y recibir el sacramento eucarístico, lo que pone en crisis también a los sacramentos de reconciliación y del mismo orden sagrado; una desordenada valoración del espíritu ecuménico, que pone a las demás confesiones a la misma altura de la que, por derecho divino le conviene sólo a la Iglesia Católica, con lo cual parece quitar a la Iglesia, la de ser él único camino de unión con Dios y salvación de los hombres, y, por lo mismo, a identificar al Dios revelado como Santísima Trinidad con fundamentos ajenos a los de la Iglesia Católica; el claro desprecio que se hace de quienes hacen expresa profesión de la fe fiel al íntegro Depósito de la fe, haciéndolo objeto de uina continua manipulación por parte de quienes deben ser sus más respetuosos y fieles guardianes; el sacrílego valor que se le ha dado a tradiciones ajenas a las de la Iglesia como lo es el culto pagano a la “Pachamama”. El claro desprecio que se hace a la transmisión de la fe católica a todos los pueblos del mundo, compartiendo templos y celebraciones con representantes de otras religiones que no comulgan en una misma fe. La abusiva costumbre de cuestionar permanentemente puntos doctrinales sobre los cuales la Iglesia ya se ha expedido con clara firmeza. La desleal actitud de someter el tratamiento de las cuestiones más delicadas –como celibato sacerdotal, ordenación de mujeres, aceptación de derechos LGTB, y otras de parecido tenor- por quienes, como los laicos, o representantes de otras iglesias, no tienen autoridad para ello. El abandono que se ha hecho de los obispos fieles a Roma, para privilegiar los derechos de obispos que ha sido nombrados por el herético dedo del PC Chino.
    Sin necesidad de agotar los discutibles beneficios que nos ha traído la infortunada gestión del actual Papa, me pregunto, ¿habrá algún cardenal elector, que, a la vista de tales “novedades” querrá pasar a la historia como continuador de su destructora acción de gobierno de la que hoy es víctima la Iglesia Católica?
    ¡Señor, ten piedad de nosotros! ¡Alabado sea Jesucristo!

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    1. Totalmente de acuerdo con su conclusión sobre el actual Pontífice:"la infortunada gestión del actual Papa"...
      Jugando a tirar la piedra y esconder la mano; un gran responsable de la desafección actual hacia la iglesia, que no hacia la fe, gracias a Dios.
      Alabado sea Jesucristo!

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  4. Ya sabrá que en el cónclave, "QUIEN ENTRA PAPA SALE CARDENAL" (Deo Gratias!)

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  5. un bergogliano puro y duro como sucesor de bergoglio seria la muerte definitiva de la iglesia catolica. solo imaginar al trucho fernandez como papa, todo seria arrasado en un abrir y cerrar de ojos, y lo que es peor, no quedaría piedra sobre piedra. the end!

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    1. Yo me imagino al tucho Fernández volviendo a Argentina ni bien termina el cónclave, ese solo tiene carrera eclesiástica porque le sirve de escritor fantasma al Tirano de blanco en Roma, el cual no tiene mucho más tiempo en este siglo

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  6. GASTÓN: No veo nunca o casi que se hable de un aspecto a mi modesto juicio decisivo y es que en realidad no quieren tampoco la misa nueva desde el momento que no la defienden (no lo han hecho desde el principio) ya que cada uno la celebra como le da la gana. ¿No es importante destacar que estos funcionarios eclesiásticos querer, lo que se dice querer, no quieren ninguna misa realmente definida y quieren realmente lo que hay que es la completa anarquía litúrgica?

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  7. Anónimo 13:48. No siempre, no siempre... y no podemos saber si esta vez va a ser así.

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  8. ¿Irreversible? NADA ES IRREVERSIBLE PARA DIOS...Estos tipejos, Bergoglio y sus muchachos, parece que nada se han leído del Diluvio, ni de Sodoma y Gomorra ...o de la Resurrección...Ya les tengo lástima...¡¡ Qué terrible despertar tendrán el día que se mueran !!

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    1. La reforma litúrgica es irreversible porque el daño ya esta hecho, ahora hay que reconstruir.

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    2. Para DIOS !! NADA es irreversible ... Absolutamente nada...

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  9. Todas las suposiciones antedichas son posibles, salvo una: NUNCA, JAMÁS, NEVER EVER los cardenales volverán a elegir un candidato argentino, después de la tortura que ha significado el estilo despótico del actual pontífice. Así que de una sola cosa podemos estar seguros: Tucho nunca será papa.

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    1. Otro argentino es muy difícil. Los argentinos y, en general, los latinoamericanos están muy impregnados de un populismo al que son muy poco afines el resto de continentes. Quizás la excepción sean los chilenos y uruguayos, más próximos a los europeos. Creo que la geopolítica eclesial continental va a jugar un papel muy relevante en el próximo cónclave, además de la tendencia eclesial. Puede que incluso se vote por continentes. Es posible que haya bloqueos y tengan que buscar un candidato de consenso, quizás poco conocido. El próximo papa será progresista o conservador, pero no creo que sea bergogliano. Bergoglio es un producto típicamente argentino, difícil de repetir.

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    2. Nunca un "porteño" con más precisión, hay argentinos decentes y quizás en el futuro (si hay) cardenales argentinos decentes. Pero si, nunca más Papa argentino

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  10. Humanamente hablando la suerte está echada...solo El Esposo puede salvar a la Iglesia...yo no tengo esperanza alguna en que el sucesor de PP Fco vaya a enderezar la nave, todo será peor...Dios nos agarre confesados...el daño está hecho y de qué forma... la causa de fondo es la ambigüedad de los documentos conciliares...cualquier Pontífice futuro puede poner el freno a la debacle pero solo reducirá la velocidad de la caída...los tradis "en comunión" aceptarán todo, cómo hasta ahora haciendo o callando todo lo que venga de Roma, con tal de que les dejen sus puntillas, latines, capas magnas e incienso...es tiempo de huir a los montes...

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  11. Afortunadamente, ya a nadie le obligan a adorar a falsos dioses so pena de ser comido por leones en el Coliseo. Si estos señores nos quieren hacer adorar a la ONU, el NOM, el grupo Bildelberg, Davos, OMS, Obama, Jinping, el Loby arcoiris, etc., nosotros podemos retirarles nuestra presencia, nuestros fondos, usar el control remoto y cambiar de canal, bloquear el contacto en whatsapp etc. Ahora, si me voy a tragar todo eso porque todavía tengo cerca un curita que es mas o menos bueno y el domingo me da mis sacramentos sin los cuales no puedo dormir tranquilo pues bueno, estoy colaborando pasivamente con la deriva que lleva este Titanic.

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  12. ¿Y si el sucesor de Bergoglio fuera alguien que nadie espera o algún desconocido? Eso sucedió en 1978.

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    1. Y así nos fue. Frenó ciertas locuras, pero consolidó la reforma litúrgica y el concilio.

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    2. Es muy probable. Dada la división actual, es muy posible que se produzcan bloqueos mutuos entre los distintos sectores o “partidos” y los cardenales tengan que buscar un candidato de consenso de segunda fila, lo que no implica que sea un gran reformista que sorprenda a todos.

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    3. Miren como baja el próximo sucesor de Pedro de los Alpes...

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  13. No cabe duda que después de leer el excelente análisis de Paix Liturgique si el cónclave se reuniera mañana Parolin bien podría ser el nuevo Papa. Pero hay un viejo refrán que dice "el hombre propone y Dios dispone". Y eso es muy cierto, porque lo que podría ocurrir mañana o vaya uno a saber cuando, no depende de lo que uno supone sino de los imprevistos que podrian suceder en el medio y cambiar totalmente el escenario que imaginamos.
    Atento a eso, ¿cuántas cosas podrían pasar de aquí al cónclave si Francisco viviera uno o dos años más? ¿Alguno lo pensó?
    Supongamos que el 5 de noviembre Trump se convierte en el nuevo presidente de EE.UU., algo más que probable. El magnate ya avisó -y el que avisa no traiciona- que va a retirarle todo el apoyo de EE.UU. a Europa y la OTAN porque los miles y miles de millones de dólares que su país ya puso para ayudar a Ucrania no los piensa seguir derrochando.
    Advertido de esa amenaza, Macron ya avisó que si Rusia gana la guerra Europa quedará indefensa, por lo cual prometió mandar soldados y aviones Mirage para que Zelenski pueda atacar en territorio ruso. Ni lerdo ni perezoso, Putin le contestó que si cumple su amenaza Francia pagará las consecuencias porque entonces Rusia podrá atacar a cualquier país de la OTAN, incluso a Francia.
    ¿Tomamos conciencia de lo que eso significa? Porque antes de fin de año ese escenario dantesco podría ser la chispa que desate la III Guerra Mundial.
    Yo creo que nadie piensa en eso, todo el mundo está metido en sus cosas como si aquí no pasara nada. Más vale que lo vayan pensando porque es mucho más probable que eso pueda ocurrir antes de que muera Francisco, que todas las especulaciones que se puedan hacer sobre ese borroso cónclave que aún no se divisa en el horizonte.
    Es más, si hay guerra mundial, Putin y sus aliados pueden invadir Europa y llegar a las puertas de Roma, con lo cual podría cumplirse la profecía de Fátima (revelada por Juan Pablo II en el año 2000) y ver a Francisco huyendo del Vaticano para morir crucificado en "una cruz de alcornoque" junto a muchos de sus obispos y cardenales, tocándole a Parolin el honor de ser el primero.
    No descarto que pueda estar equivocado, pero por el giro vertiginoso que van tomando los acontecimientos no es nada improbable que antes de morir Francisco y que ese futuro cónclave pueda elegir un sucesor, seamos testigos de lo peor porque Europa está al borde del abismo. El tiempo dirá...

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    1. bergoglio no tiene vocación de mártir, lo suyo es su obsesión enfermiza por el poder. por ende esas predicciones de bergoglio crucificado son solo fantasías.

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    2. Raúl Galofre (COL)
      Porque no tiene vocación de mártir es que lo ven huyendo. Y la cruz de alcornoque, una madera hueca, balsa, tiene su chiste.

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    3. Anónimo de las 06.00
      Comparto lo que dice, no creo que Bergoglio tenga pasta para morir mártir porque es apóstata y hereje. Ocurre que eso no depende de él, por más que le huya a la muerte, si le llega la hora lo pueden matar como a cualquier pobre infeliz que lo matan para robarle las zapatillas.
      Lo que debemos tener en cuenta es otra cosa, la profecía no dice si ese Papa será bueno o malo, simplemente que huirá de una ciudad en ruinas bendiciendo a los cadáveres que vaya encontrando en su camino. Así que ese destino aciago le puede tocar tanto al pícaro Francisco como a un Papa santo.

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    4. Los miles de millones que puso EE.UU en ucrania en realidad son armas que Ucrania tendrá que pagar. Esa guerra me parece que ya terminó, se está esperando que notifiquen a Zelensky.

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    5. Anónimo de las 12:00
      La guerra empezó hace dos años y medio, en ese tiempo Biden ya aprobó más de cien mil millones de dólares de ayuda a Ucrania. ¿Cómo los va a devolver Zelenski? Nunca los va a devolver. Y eso sin contar los muchos miles de millones de euros que también le entregó Europa en armas y pertrechos. Imposible que Zelenski los pueda devolver, todos saben que esa montaña de dinero no vuelve más.
      En cuanto a que Zelenski está esperando que lo notifiquen, supongo que se refiere a la derrota que ya no podrá evitar. Si es así, comparto su opinión, si Putin inició esta guerra es porque sabía que nunca la podría perder. De ahí la desesperación de Macron de enviar a Ucrania soldados y los Mirage de última generación para impedir la victoria rusa. Si con eso no alcanza, la única alternativa que queda son las armas nucleares, no hay otra. Y todo indica que hacia eso vamos porque Zelenski no podrá aguantar mucho tiempo más el asedio de Putin. Por eso la guerra no terminaría con la caída de Ucrania; al contrario, será el principio de lo peor que está por venir. Ya lo dijo Benedicto XVI bien clarito: "la profecía de Fátima todavía no se cumplió...".

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    6. La guerra en Ucrania termino.Aunque las batallas continuen.Sobre Ucrania se inicio un proceso de partición entre el occidente y Rusia.El Dniepper va a ser la frontera política de lo que hoy es no sólo una frontera natural sino sobre todo social,entre la mayoría eslava rusa y la mayoría eslava ucraniana,cada una en una margen distinta del gran río.
      Con la división de la Iglesia ortodoxa ucraniana en tres partes,sólo quedan como referentes la ortodoxia rusa y la comunidad católica greco oriental.
      De la mano de San Serafín y San Josafat va a volver la paz a las estepas de Ucrania.

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    7. Europa se esta suicidando hace rato. Ya la extincion no se puede frenar. No tienen hijos, la mayoria son gente narcisista, abundan las drogas, la sodomia y la perversa agebda lgtb, el crimen de los niños por nacer, y por supuesto la falta absoluta de fe en Dios.
      Todo eso es mucho mas grave que Putin. Trump va a acabar con la guerra y Europa no tiene como seguir sin Estados Unidos.

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    8. Si, me refería a que a Zelensky no le queda mas remedio que reconocer la perdida de territorios. Putin no va a seguir porque sabe que no va a ganar, ni lo van a apoyar los brics si hace el loco. La profecía de Fátima ya se cumplió, Rusia ya esparció sus errores por el mundo que no es otra cosa que el socialismo totalitario que impregna todo incluidas las supuestas democracias. La tercera parte del secreto publicada no me inspira mucha confianza, o quizás habría que hacer una interpretación espiritual de ella.

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    9. Anónimo de las 0:22
      La profecía de Fátima no se cumplió, es cierto que Rusia ya esparció sus errores por el mundo, pero falta su conversión, el Triunfo del Inmaculado Corazón de María y después algún tiempo de paz. Todo esto no está en la tercera parte del Secreto, está en la segunda que Lucía escribió en 1944 y se conoce desde los tiempos de Pío XII. Juan Pablo II dijo que la tercera parte es la que él publicó en el año 2000, aunque para algunos exégetas sólo publicó la primera. La parte que no se habría publicado hablaría de la apostasía de la Iglesia y de dos Papas enfrentados. ¿Será lo que ya vimos con Francisco y los diez años que convivió con Benedicto XVI? Vaya uno a saber... Porque eso de dos Papas en Roma es algo nunca se vio.
      Ahora estamos en medio del río, después de pasar por la puerta angosta lo mejor está por venir.

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    10. «Putin no va a seguir porque sabe que no va a ganar»;
      los hechos puros y duros demuestran que putin esta ganando la guerra, dentro de 6 a 12 meses el frente ucraniano colapsara completamente y por ende putin mismo decidirá que hacer con ucrania, ya sea anexionársela por completo o desmembrarla en varios pedazos.

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    11. Hoy balearon a Trump. La izquierda intenta eliminarlo porque sabe que esta contra la agenda 2030 y que va a terminar con la guerra. La horrible guerra propiciada por Biden el "catolico" abortista amigo del servidor de Satanas que hoy usurpa el Trono de San Pedro.

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    12. Exactamente, Putin es menos malo que la UE con su agenda progre. La Otan quizo ponerle bases en la puerta a Putin, lo provocaron porque la guerra es negocio y quieren expandirse ideologicamente a Rusia, anexarla con Hollywood y la mafia lavanda. Rusia resiste y nosotros nos tragamos el cuento de que acá somos buenos y allá malos pero lo cierto es que allá ponen a Dios en la Constitución y acá nos burlamos de Él en los juegos olimpicos. Trump sabe esto y por eso quiere acabar con esta locura de la Otan.

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  14. Este artículo de "Paix Liturgique" parte de un error de base: considerar "bergogliano" a Parolin. La procedencia, la formación y la trayectoria de Bergoglio y Parolin no tienen nada que ver. Bergoglio es un populista hispanoamericano, mientras que Parolin es un curial refinado, formado en la Escuela Diplomática de la Santa Sede. Qué ambos sean liberales moderados no convierte a Parolin en "bergogliano".

    Por otra parte, si Parolin fuera elegido papa, sería el primer pontífice elegido sin experiencia previa como obispo diocesano desde Pío XII. Resultaría muy extraño en la Iglesia del Concilio pastoral Vaticano II.

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    1. "un curial refinado, formado en la Escuela Diplomática de la Santa Sede", es decir, un mafioso y corruptor, como Sodano, y como tal, un tumor en seno de la Iglesia, como Bergoglio y Tucho. En otras palabras, un Bergogliano, pero refinado.

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    2. Prefiero mil veces a Bergoglio y al Tucho que a Parolin. Los argentinos son la fiebre y el italiano la enfermedad. Puedo entender a Francisco y a su Tucho pero el italiano es maldad pura y refinada. Que se prefiera a Parolin por las formas solo me refuerza en mi creencia de que la sátira Quincey es muy real.

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    3. Pablo VI no tuvo realmente experiencia diocesana; fue más bien testimonial y seguramente fue para redondear su curriculum para ser elegido Papa.

      Ahora mismo no recuerdo, pero debió de ser como un año como arzobispo de Milán; el resto del tiempo hasta el cónclave que le eligió PM lo pasó en Roma.

      Un año no es nada, especialmente para una persona formada como curial y con amplia experiencia en la Secretaría de Estado.

      En este sentido Milán era una buena escuela, porque la archidiócesis es muy grande y tiene de todo, desde una metrópolis hasta zonas obreras pasando por campo. Es una manera de ver los problemas de una diócesis europea de cerca, ¿pero su tiempo allí puede considerarse como verdadera experiencia diocesana?

      Es que solo tuvo tiempo para conocer gente, hablar y poco más, porque no pudo tener gobierno real (ej no tuvo que enfrentarse a nadie; no tuvo que pasar por ninguna crisis; no tuvo que dirigir ninguna campaña de evangelización). Agravado esto porque él sabía que esto era temporal y para cubrir el expediente. Él además fue allí de jefe; su carrera real no empezó allí ni tenía nada que ver con el gobierno de una diócesis.

      Lo bueno para su carrera es que Milán es una diócesis famosa (la conoce todo el mundo) y con mucho prestigio (no todos pueden ser arzobispos de Milán). Me pregunto si de verdad aprendió la liturgia ambrosiana.

      Montini tuvo muy buenos padrinos.

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    4. Infórmese mejor. Montini fue Arzobispo de Milán durante ocho años y medio: desde enero de 1955 a junio de 1963.

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  15. Su participación en la reunión (o tenidas, lo mismo da) de los habituales participantes a las reuniones del grupo Bildeberg, ¿fue para evangelizarlos y convertirlos o para acompañarlos en sus creencias de siempre y pensar y actuar como ellos?
    Sería muy interesante que lo explique.
    Nuestro Señor Jesucristo se reunía con lo peor de Israel, pero lo hacía para que dejaran de serlo, no para que profundizaran en su malicie.

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  16. Monaguillo sinodal13 de julio de 2024, 0:49

    Interesante planteamiento lógico. Pero yo, en mi humilde opinión, diría que veo poco probable a este Parolin: sabido es que la mayoría del colegio Cardenalicio y Obispos (aunque caniches de Bergoglio en vida), están hartos de él. No creo que vuelvan a votar a un "Bergogliano riguroso". Es muy cierto que Parolin juega a ser moderado-liberal, pero allí dentro todos saben muy bien que no es así, son máscaras.
    Yo me pregunto, ¿no es más posible que en vez de un Juan XXIV, salga un tibio Juan Pablo III?
    La Iglesia esta cada vez más cerca del fondo, y necesario es que llegue un "Papa Católico", que restaure, pero no creo que sea abruptamente eso sería milagro sólo en manos de Dios. Pero si se puede dar progresivamente pasos atrás con un tibio liberal.
    Ahora bien, sabido es que muchos papas armaron "su colegio", pero así todo, de un Pio XII salió Juan XXIII, y de un JPII salió BXVI, y de este un Francisco. La lógica por ahi es contraria, pero prefiero inclinarme por la Providencia Divina a que la cosa cambiará para bien (o al menos a un mal menor del actual).

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  17. No me extrañaría nada que el próximo Papa sea el famoso Trucho.

    Eso sería el ACABOSE!

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    1. A mi tampoco, viendo como los enemigos de Cristo están tan desfachatados.

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  18. Le speranze cardinalizie di mons. Vittorio Francesco Viola, soprannominato «mons. Nada, Nada, Nada…», il cui obiettivo, insieme al card. Pietro Parolin, è abolire definitivamente la liturgia tradizionale #MiL #Messainlatino #MTL
    https://blog.messainlatino.it/2024/07/le-speranze-cardinalizie-di-mons.html

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