La discusión sobre la muerte, su deseo y su temor, es interesante e insoslayable. Siempre me he preguntado acerca del modo de percibir la muerte que tenían, por ejemplo, los medievales, toda vez que ella era mucho más "cotidiana" de lo que es en la actualidad. Por ejemplo, era mucho más común que hoy que murieran niños de corta edad por una simple y común infección, o que murieran mujeres en el momento de dar a luz. Lo que hoy se nos aparece como una enorme tragedia, no sé si lo sería tanto en otras épocas, y no sé tampoco si podremos saber cómo era esa relación del hombre con la muerte.
Quizás ayuda, aunque muy lejanamente, la experiencia que se tiene de la muerte durante una guerra. Y para eso, quizás nada mejor que el libro de Ernst Jünger, Tempestades de acero, en las que el autor narra el espanto que significó para Europa la Primera Guerra Mundial. Y lo hace a partir de las notas que él mismo tomó durante los largos años del conflicto en los que sirvió al ejército alemán durante la interminable guerra de trincheras.
El libro en formato PDF pueden bajarlo de este enlace. Está alojado en Scribd que, si bien tiene la desventaja de que hay que registrarse gratuitamente, sus enlaces nunca se vencen.
Y dejo también el enlace de la Antología wanderiana, que no podía ya bajarse del servidor original.
Lo pueden bajar también en epub o mobi para los ebooks en
ResponderEliminarhttp://m.papyrefb2.net/
De paso se pueden bajar varios más gratarola.
Wilfredo.
Y ahora, ciertas mentes abyectas, devastadas por la inmundicia de nuestras ciudades, surgen para decir que nuestro nacimiento es un juego del azar, y que “habríamos podido nacer, perfectamente, franceses lo mismo que alemanes”. Cierto, este argumento vale precisamente para quienes lo piensan así. Ellos son hombres de la casualidad y del azar. Les es extraña la fortuna que reside en el sentirse nacido por necesidad en el interior de un gran destino, y de advertir las tensiones y luchas de un tal destino como propias, y con ellas crecer o incluso perecer.
ResponderEliminar-- Junger
Podríamos decir que es también lo que diferencia a un "catolico" de un "catolico liberal". Dos cosmovisiones en conflicto.
Degrelle
determinismo de L.Degrelle...
ResponderEliminarEstimados:
ResponderEliminarProcedo a realizar un grosero offtopic, pero ¿han visto esto?
http://www.lanacion.com.ar/1598462-el-papa-francisco-autorizo-la-canonizacion-de-juan-pablo-ii-y-juan-xxiii
¿Ya ni siquiera van a esperar los tres milagros? ¿El hecho de haber sido Papa otorga un "plus", un "bonus extra" o un free pass a los altares?
Vamos de mal en peor...
El Profesor de Worms
En JPII no espera a los 3 milagros, y en el caso del Gordo Roncalli ni siquiera espera al segundo: dice que no hace falta: http://www.mdzol.com/nota/475385-francisco-aprueba-la-canonizacion-de-juan-pablo-ii/
ResponderEliminarCuando se muera Bergoglio, lo van a canonizar al mes siguiente: no va a ser necesario ni siquiera un solo milagro (empresa que, por lo demás, sería imposible).
Lo de canonizar por fast-track a los papas debe ser para combatir la autorreferencialidad...
ResponderEliminardeterminismo de L.Degrelle...
ResponderEliminarO no...
Degrelle
Cual es el problema ....uno , dos , tres , o diez milagros , ...no es lo mismo ......
ResponderEliminarEs que el espíritu del CVII es santificador.
ResponderEliminarHumildemente creo que el hombre moderno ha dejado de lado la concepción de la muerte, le escapa, voluntariamente o involuntariamente al tema, ocupado con las preocupaciones diarias de la rutina y dormido por el golpeteo constante de la propaganda consumista se olvida de la muerte (todo esta armado para que asi sea, en el mundo moderno). Y cuando se olvida de la muerte se olvida de su propia naturaleza.
ResponderEliminaruna pregunta... si se reconoce un milagro, cuál es la necesidad del segundo o del tercero?? es decir, uno no es suficiente??
ResponderEliminarSaludos.
“Es necesario que el exilio opere en toda su intensidad, en todo su horror. Si no, uno hipoteca la muerte, le quita su aspereza, su desgarramiento; uno hace de ella la prolongación del tiempo y no la entrada de la eternidad”. (Thibon, quien siendo uno de los grandes humanistas del arraigo junto a Gambra, De Corte, Marcel y Saint Exupery, no podía tener para la muerte palabras angelistas)
ResponderEliminarEl Gordo Roncalli , el Mago Blanco ...falta el Flaco Barbudo para que se parecen a los progres.....
ResponderEliminarAnónimo de las 17:02: la necesidad la establece el propio derecho canónico. Es decir, Bergoglio no le hace caso a lo que dice el derecho. Vale aclarar que está en todo su derecho de hacerlo, pero...
ResponderEliminarEstuve leyendo Lumen fidei.Excepto un par de cosillas, como el
ResponderEliminarparrafo 25,inciensos al Vaticano II y alguna bergogliada suelta, para mi es entera de Benedicto, y se lee con provecho y deleite. Ambas cosas.
Sugiero que se comente
El Aedo de Haedo
En mi opinión, es preocupante el agravio comparativo que se produce precisamente por parte de la autoridad que dispone las canonizaciones respecto de sus antecesores. Cuando la conducta de los últimos siglos era exactamente la contraria: se aplicaba la mayor acidez para canonizar pontífices, al punto que no hubo papas canonizados del siglo XVII, XVIII y XIX.. Un mínimo de fair play exige no apartarse de lo usual y normado en estos casos. De lo contrario, corremos el riesgo de que ésto empiece a parecerse a una Academia donde los miembros se premian entre ellos.
ResponderEliminarCuriosamente, insisto, esto ocurre después de que un papa ganó su pontificado deplorando la autorreferencialidad y clamando por salir a las periferias.
Comparto el comentario del Aedo. Ni bien comienza la encíclica uno se da cuenta que Francisco jamás podría haberla escrito: citas a San Justino, San Clemente de Alejandría, Nietzsche, Dante y las Actas de los mártires en las primeras siete páginas.
ResponderEliminarEl Profesor de Worms
Con dos milagros alcanza (los dos post-mortem por supuesto): uno para la beatificación y otro para la canonización. Una pregunta, ¿hasta qué papa se puede decir que dura el magisterio como intérprete auténtico de la tradición?
ResponderEliminarWanderer, mi pregunta no va a eso. Lo del derecho es verdad, y como Ud. aclara no es óbice absoluto para que el Papa canonice igual. Pero mi duda es otra, y de ningún modo pretender ser una pregunta irónica. La cuestión es: si le reconocemos a alguien que intercedió ante el mismo Dios y que por medio de esa intercesión se produjo un hecho milagroso: ¿eso sólo no alcanza para decir que la persona en cuestión es santa?
ResponderEliminarSaludos, el anónimo de las 8.36
Anónimo de las 20:18:
ResponderEliminarUna respuesta: Hasta que duró esa extraña manía de basarse en lo afirmado armónicamente por toda la Tradición al momento de "magisterear".
El Profesor de Worms
A mí también la nueva enciclica me parece buena lectura aunque comparto lo que se dice en otros sitios, sobre algunos aspectos que pueden leerse de manera doble. No se si debido a la doble mano llego a esta interpretacion. Por lo demas, nada especial, simplemente buena.
ResponderEliminarHabra que ver si una proxima, si la hay, se la escribe Benedicto, si vive, o algun otro, o entramos de lleno a la misericordienda y la periferia.
Cacho Williams
... y ademas, en lo que tiene de buena o muy buena, es de estilo completamente ajeno al papa F.
ResponderEliminar¿No estaria mejor blanquear por completo y ponerle el nombre del co-autor? El co seria el nuevo pope, claro. Para despues, una enciclica colectiva.
Cacho
¿Y eso cuándo sería? ¿No marca el fin del papado?
ResponderEliminarHago votos para que la próxima la escriba Dolina.
ResponderEliminarAlgunas cosas de la encíclica pueden leerse de manera doble, por no leerla en la línea de la tradición de la Iglesia o por mala intención. Igual pasa con muchos pasajes de la Biblia
ResponderEliminarAnónimo de las 21:15: Una encíclica es firmada por el papa (actual, se entiende). Si fuera lo que tú dices sería un libro de Benedicto XVI, papa emérito, que tiene como co-autor a Francisco, papa actual. Pero entonces ya no sería una encíclica
ResponderEliminarProfesor de Worms,
ResponderEliminarDe todos modos hay párrafos casi firmados por el Jesuita, por ejemplo:
Por eso, la idolatría es siempre politeísta, ir sin meta alguna de un señor a otro. La idolatría no presenta un camino, sino una multitud de senderos, que no llevan a ninguna parte, y forman más bien un laberinto. Quien no quiere fiarse de Dios se ve obligado a escuchar las voces de tantos ídolos que le gritan: «Fíate de mí».
La fe, en cuanto asociada a la conversión, es lo opuesto a la idolatría; es separación de los ídolos para volver al Dios vivo, mediante un encuentro personal. Creer significa confiarse a un amor misericordioso, que siempre acoge y perdona, que sostiene y orienta la existencia, que se manifiesta poderoso en su capacidad de enderezar lo torcido de nuestra historia.
- El Ucaboy
Para quien le interese, habiendo recién aprobado "Teología Fundamental" en la UCA, hice un breve resumen de esta experiencia. http://www.scribd.com/doc/144522826/Teologia-UCA
Anónimo 20:18: leelo en el catecismo de Alan García Pérez.
ResponderEliminarUCABOY: sería bueno que digas quién la profesora de teología que enseña esos disparates y en qué carrera. Para alertar a los hijos y nietos. Obviamente, si ya aprobaste y no te arruinan la vida. Aunque también se puede pensar en accionar de manera que seas respetado y se proteja el interés de los estudiantes que van buscando la enseñanza católica.
ResponderEliminar"Vale aclarar que está en todo su derecho de hacerlo...."
ResponderEliminarPerdón, pero de que derecho habla ¿del derecho de abusar de su autoridad?
Anonimo del 6 julio, 10:57: vos sos anonimo, yo no. Yo soy Cacho.
ResponderEliminarEso es lo que digo: que si esta es una enciclica, no lo es de este papa. La proxima viene y dice: "aca los 8 cardenales me van a presentar 8 proyectos para la proxima". O si no agarra un capitulo de un libro que le gusta. Mejor hubiera sido una nota inicial: "A partir del siguiente parrafo, una larga cita de un texto del Emerito. Yo me despido ahora".
Cacho
Producción fenomenal de encíclicas postconciliares que taparon toda la enseñanza anterior.
ResponderEliminarBueno amigos, ahora viene lo que uds quieren: ataque de la ONU contra el papa, podrían unirse y lo derriban juntos. Amigos, la batalla está afuera no adentro
ResponderEliminarNo atacan a F, sino al vaticano; y la lucha es también desde adentro pues el error se metió por las ventanas que abrieron hace algunas décadas.
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