Púlpito de St. Mary, la parroquia universitaria de Oxford desde el que predicaba Newman.
No sé cuándo comencé a considerar que la antigüedad era la verdadera fuente de las doctrinas de la cristiandad... Estas doctrinas se basaban en el principio místico o sacramental, y hablaban de varias dispensaciones o economías del Eterno. Entendí que estos pasajes querían decir que el mundo exterior, físico e histórico, era sólo manifestación para nuestros sentidos de realidades más grandes que él mismo. La naturaleza era una parábola; la Escritura, una alegoría; la literatura, filosofía y mitología paganas habían sido mera preparación para el Evangelio. Los poetas y sabios griegos habían sido, en cierto sentido, profetas, pues a estos sublimes bardos les fueron dados pensamientos más allá de su pensamiento.
Cardenal John Henry Newman, Apología pro vita sua, p. 49.
Bueno, hay que distinguir la intervención de Dios en la historia humana que puede realizarse de dos formas: conforme a la voluntad del hombre y con mérito como los profetas, de manera involuntaria y sin mérito como Caifás; de lo que constituye la participación de los seres humanos en la Ciudad de Dios antes de la venida del Salvador para formar parte de la Iglesia. Por otra parte, una cosa es afirmar, como lo hace Joseph Pieper que hubo cierta providencia en la filosofía pagana que alcanzó ciertas verdades de orden sobrenatural por una gracia extraordinaria no salvífica dada a Sócrates, Platón o Aristóteles y otra es afirmar que estos últimos forman parte de la ciudad de Dios y son salvos y que en los mismos intervino la gracia salvífica como en los profetas. Como la Salvación forma parte de los planes divinos no es extraño que esos planes divinos fueran preparados pero de manera gratuita y sobrenatural y no de manera necesaria y natural, algunas expresiones de Newman parecen coincidir con la teoría de Henry Lubac sobre que de la naturaleza puede extraerse la necesidad de la intervención de Dios en la historia y, esto último, es un grave error y una herejía porque la intervención de Dios en la historia es gratuita y no puede ser prevista por la razón natural sin el auxilio de una gracia especial sea ésta salvífica o extraordinaria.
ResponderEliminarCon respecto a la contestación del cardenal Müller a la dubia. Müller habla como la máxima autoridad en materia de doctrina después del papa pues representa como Prefecto a la Congregación para la Doctrina de la Fe, su contestación a la dubia debe ser entendida como la contestación de Bergoglio a la dubia salvo que este último lo niegue. Los cardenales sobre la base de la contestación del Prefecto Müller pueden preparar un documento no para corrección de Bergoglio sino para corrección de los obispos y sacerdotes que están interpretando la Amoris Laetitia en contra de la tradición de la Iglesia y en contra de la revelación. A esta respuesta de Müller hay que darle el valor de la respuesta última del Vaticano y de la Iglesia a la dubia mientras no haya otra y apoyarla y utilizarla para corregir la herejía aunque sea ninguneado Müller por Bergoglio. Si Bergoglio rectifica este punto y no agrega errores más graves lo prudente sería, sin dejar de señalar otros errores, reconocerlo en el sitio que ocupa.
ResponderEliminarAlgo muy similar dice Santo Tomás en la Suma de Teología sobre los antiguos: llegaron paulatinamente y como a tientas, pero conocieron la verdad.
ResponderEliminarSaludos
Pablo Paz
Disculpeme don Alberto, pero Roma no habla o no debería hablar por medio de entrevistas. Mañana Burke & Co. salen a apoyarse en Muller y pasado éste dice: "yo no dije eso", o "la entrevista no fue grabada" o "yo no corregí la transcripción"...y se quedan colgados del pincel. Por otro lado, la interpretación no "corrige" el texto claramente heterodoxo de los amores de leticia. El intérprete no puede modificar, por eso aún se impone una corrección. La respuesta debería ser dada o hecha por el propio Papa o incluso por Muller, pero por una vía oficial, por ejemplo, publicando una fe de erratas o un nuevo texto en el que se supriman las heterodoxias del documento anterior. Ahí si podríamos declarar cerrado el capítulo. Lo de Muller no es oficial, es oficioso, es una vía de hecho, perfectamente impugnable por parte de los obispos pretendidamente corregidos. En el caso de Fenoy & Co. frente a Muller, pueden esgrimir el autógrafo de Francisco y le tapan la boca. Me parece que todavía es necesario el chancletazo.
ResponderEliminarAlthaus: Acaba de mandar al infierno a unos cuantos Padres de la Iglesia. Por mi parte, como en la Edad Media, prefiero creer en el limbo de los filósofos de la Antigüedad.
ResponderEliminarMe sumo al comentario de Dn. Walter......
ResponderEliminarCreo recordar que en uno de sus libros, Ratzinger le da al desarrollo de la filosofía clásica griega carácter de milagroso, y casi rango de segunda revelación.
ResponderEliminarpieper pan says:
ResponderEliminarAlberto lo que dijo Pieper no es de él sino que está en la Biblia cuando dice que en la antigüedad Dios permitió que lo buscaran aunque sea a tientas.
¿No es que en la antigüedad la justificación les venía de la creencia en el Mesías? así que los padres justificados están.
ResponderEliminarLa herejía de De Lubac es confundir gracia con naturaleza.
ResponderEliminarAclaremos algo quienes están en el limbo no forman parte de la Iglesia, no hay en mi comentario ninguna mención al limbo ni me refiero a él. Los que están en el limbo no forman parte del Cuerpo Místico de Cristo, no recibieron el bautismo ni la gracia santificante. Con respecto al anónimo del 1 de febrero de 2017, 18:16 tiene razón en lo que dice, en mi apreciación estaba equivocado, pensé que de alguna manera podía servir la entrevista de Müller para una corrección, independiente de lo anterior, creo que tal vez la entrevista de Müller pueda servir para mejorar la posición de los cardenales para explicar y justificar la necesidad de la dubia.
ResponderEliminarMe pregunto, D. Wanderer, si el correo gibelino1@gmail.com es un correo suyo de contacto. Me gustaría enviarle a usted un escrito, saludos.
ResponderEliminarY el papel de los Mithos antiguos como anunciadores del Gran MItho?
ResponderEliminarAl loro como se cuenta la noticia en le portal Francisquita español
ResponderEliminarhttp://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2017/02/02/religion-iglesia-vaticano-vida-religiosa-roma-quiere-cerrar-el-caso-de-los-franciscanos-de-la-inmaculada-dentro-de-un-ano.shtml
Y junto a esa noticia la defensa de la "monja de clausura" que está constantemente en TV y niega la virginidad de María.
A este portal concede entrevistas afectuosas en arzobispo de Madrid, y este portal recoge firmas para ayudar a Francisco en sus reformas.
Por si alguien tenía dudas.
Capitan Ryder
El singular es mithos, el plural mithoi. O mejor ponerlo en castellano, mito singular y mitos plural.
ResponderEliminarHomero.
Yo soy un ignorante, pero en algún lugar leí, que a la filosofía griega se la llegó a llamar, incluso, con el nombre de protoevangelio, dándole con ello un gran título de nobleza ¿puede ser? Agradecería que alguien con más memoria y conocimiento me confirmara, o no, en esa idea.
ResponderEliminarEs conveniente aclarar la diferencia entre naturaleza de la gracia santificante o salvífica y la naturaleza de la gracia extraordinaria. Esto lo debe explicar un sacerdote pero lo hace con limitaciones un abogado. Primero, la gracia santificante da lugar a la existencia en el hombre un "organismo sobrenatural" de índole accidental, o sea, es accidental al alma, el alma es la sustancia del cuerpo pero ese "organismo sobrenatural" que constituye la gracia santificante está constituido por una como parte que es y otra como parte que permite obrar y que la constituyen, a esta última, las virtudes sobrenaturales (caridad, esperanza y fe) y los dones del Espíritu Santo. Todo este "organismo sobrenatural" es lo que nos da la relación de hijos adoptivos de Dios, somos por la gracia santificante hijos adoptivos de Dios y por ella pertenecemos a la Iglesia, esta gracia permanece mientras no exista pecado mortal, luego del pecado mortal se necesitan los sacramentos de la penitencia y la eucaristía para recuperar nuestra condición dentro de la Iglesia sin la cual no podemos acceder a la visión beatífica. Por otro lado, existen gracias extraordinarias para las cuales no se necesita pertenecer a la Iglesia o no estar en pecado mortal como el caso de Caifás que profetiza o de los filósofos antiguos a los que Dios le da a conocer ciertas verdades sobrenaturales pero que no por eso pertenecen a la Iglesia, los filósofos antiguos no son profetas ni forman parte del Pueblo de Dios y su sitio es el limbo. También están los profetas, reyes y patriarcas del Antiguo Testamento que se beneficiaron de la Salvación de Cristo algunos dicen como cierto comentarista porque creyeron en el Mesías otros dicen que porque formaron parte de la ciudad de Dios o de los predestinados, quizás a ellos les fue dada la gracia santificante oportunamente. Lo cierto es que ningún Doctor ni Padre de la Iglesia puso nunca en el mismo lugar a los profetas, reyes y patriarcas del Antiguo Testamento y a los filósofos antiguos, los filósofos antiguos no son santos, los nombrados como hombres de Dios en el antiguo testamento son santos porque sólo un santo puede entrar en el Reino de los Cielos de allí la necesidad que tendremos algunos de un largo purgatorio si tenemos suerte.
ResponderEliminarA Sócrates por ser Sócrates, y a Platón y Tucídides porque vieron de la democracia todo lo que se puede ver de ella hace ya muchos siglos, haciendo inoficiosas discusiones sobre lo prudencial y otras nadas, los tengo en mis letanías. Justo después de M. Lefebvre.
ResponderEliminarY al que no le guste, que se vaya a rezar a otra casa.
La IV Égogla de Virgilio profetiza a Cristo. También lo pongo en las letanías.
ResponderEliminar19:49-12:43-en la antigüedad Dios permitió que lo buscaran aunque sea a tientas.
ResponderEliminarCapitán Ryder:
ResponderEliminarEstas prisas con los FFI explican la noticia en Messa In Latino, que básicamente narra que no se respeta nada en este asunto, ni siquiera el Código Canónico: misericordean por las bravas a un obispo filipino que había acogido a huidos de la persecución, anunciando su dimisión cuando no lo había pedido. El obispo se entera que ha dimitido por internet. Es hasta grotesca la maniobra, están desaforados.
http://blog.messainlatino.it/2017/02/breaking-news-fuori-un-altro.html
Lo quieren cerrar como sea porque se les está pudriendo, es una persecución satánica y ya no se puede disimular.
Alberto Althaus:
ResponderEliminarSe olvida de los Justos, la redención es universal, no sólo judía. Cuando Jesucristo murió y descendió a los infiernos, abrió las puertas del Hades y sacó a todos los que lo aceptaron como salvador. Es la última fase y pleno cumplimiento del anuncio evangélico.
El CIC lo trata bien en los puntos 631-635, comentando «descendió a los infiernos».
Dice Newman: Los poetas y sabios griegos habían sido, en cierto sentido, profetas...
ResponderEliminarAlthaus: ¿Sabe Ud. lo que es la analogía?
El condonero maltés Böselager ataca de nuevo: no sólo no se queda contento con que vuelve a ocupar su poltrona, sino que se escarrancha y defeca en el misericordeado frey Felsing y el cardenal Burke. Este tío no es que no sea católico: es que ni siquiera es caballero.
ResponderEliminarDespués de ser reestablecido en su puesto
El Gran Canciller de la Orden de Malta señala al card. Burke como responsable de la crisis
http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=28459
(Comentario 1 de 2)
ResponderEliminarSegún Newman, parecería que la antigüedad es "la verdadera fuente de las doctrinas de la cristiandad".
Por el contrario, la Constitución Dogmática Dei Verbum dice en su sección 9: "Así, pues, la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura están íntimamente unidas y compenetradas. Porque surgiendo ambas de la misma divina fuente (ex eadem divina scaturigine promanantes), se funden en cierto modo y tienden a un mismo fin."
La identidad de la fuente, que ya es clara a partir de su calificación como "divina", es explicitada en la sección 7: "Por ello Cristo Señor, en quien se consuma la revelación total del Dios sumo, mandó a los Apóstoles que predicaran a todos los hombres el Evangelio, comunicándoles los dones divinos. Este Evangelio, prometido antes por los Profetas, lo completó El y lo promulgó con su propia boca, como fuente de toda la verdad salvadora y de la ordenación de las costumbres. Lo cual fue realizado fielmente, tanto por los Apóstoles, que en la predicación oral comunicaron con ejemplos e instituciones lo que habían recibido por la palabra, por la convivencia y por las obras de Cristo, o habían aprendido por la inspiración del Espíritu Santo, como por aquellos Apóstoles y varones apostólicos que, bajo la inspiración del mismo Espíritu, escribieron el mensaje de la salvación."
Concediendo entonces que Newman erró en el parecer anterior, todavía parecería, según él, que "la literatura, filosofía y mitología paganas habían sido mera preparación para el Evangelio" y que "los poetas y sabios griegos habían sido, en cierto sentido, profetas, pues a estos sublimes bardos les fueron dados pensamientos más allá de su pensamiento".
Por el contrario, el Apóstol dice a los cristianos de Corinto: "Porque dice la Escritura: 'Destruiré la sabiduría de los sabios, e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes.' ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el docto? ¿Dónde el sofista de este mundo? ¿Acaso no entonteció Dios la sabiduría del mundo? De hecho, como el mundo mediante su propia sabiduría no conoció a Dios en su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la necedad de la predicación. Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles;" (1 Cor 1,19-23). Y también: "Sin embargo, hablamos de sabiduría entre los perfectos, pero no de sabiduría de este mundo ni de los príncipes de este mundo, abocados a la ruina; sino que hablamos de una sabiduría de Dios, misteriosa, escondida, destinada por Dios desde antes de los siglos para gloria nuestra, desconocida de todos los príncipes de este mundo - pues de haberla conocido no hubieran crucificado al Señor de la Gloria -. Más bien, como dice la Escritura, anunciamos: 'lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman.'" (1 Cor 2, 6-9).
Nótese que el segundo pasaje paulino se aplica también a "los príncipes de este mundo" que, a semejanza de aquéllos que crucificaron al Señor de la Gloria, mataron en los siglos posteriores a los miembros de su Cuerpo Místico. Nótese también que esos príncipes, entre los cuales estuvo el emperador y filósofo estoico Marco Aurelio, conocían "la literatura, filosofía y mitología paganas" y las obras de "los poetas y sabios griegos".
(Comentario 2 de 2)
ResponderEliminarPara aquéllos a quienes todavía les pareciese que el fracaso de esas obras en predisponer a algunos a aceptar el Evangelio no permite deducir que no posean un valor intrínseco para ello, citaré la Didascalia Apostolorum - escrita por supuesto no por los Apóstoles sino por un obispo en Siria alrededor del año 230 - la cual se refiere a la literatura mitológica en términos no precisamente elogiosos, para ser eufemísticos, en dos pasajes.
1. Uno es cuando habla del cristiano que no concurre a la asamblea litúrgica, o sea a Misa, pero va a representaciones teatrales de fábulas paganas. Más allá de la reprobación por lo que no hace, hay una reprobación explícita por lo que hace, precisamente por los contenidos que en el teatro oye:
"And hath gone to the assembly of the heathen, because he desired the spectacle of the theatre? Therefore he will be considered as one of those who enter there because he desired to hear and receive the fables of their words, which are those of dead men, and of the spirit of Satan; for they are dead and cause death, they cause people to tum from the faith, and bring near to everlasting fire."
2. El otro pasaje, más relevante aún al tema en discusión, es cuando exhorta directamente a no tocar los libros paganos:
"Keep far then from all the books of the heathen. For what hast thou to do with foreign words or with false laws or prophecies, which also easily cause young people to wander from the Faith. What then is wanting to thee in the Word of God that thou throwest thyself upon these myths of the heathen? If thou wishest to read the tales of the fathers, thou hast the Book of the Kings, or of wise men and philosophers, thou hast the Prophets, amongst whom thou wilt find more wisdom and scripture than [amongst] the wise men and the philosophers because they are the words of God, of one only wise God; if thou desirest songs, thou hast the Psalms of David; or if the beginning of the world, thou hast the Genesis of great Moses; if law and commandments, thou hast the Book of Exodus of the Lord our God. Therefore keep entirely away from all these foreign things which are contrary to them."
Cité la Didascalia en inglés porque no estoy al tanto de la existencia online de su texto en castellano. Las citas son de:
http://archive.org/stream/didascaliaaposto00gibsuoft/didascaliaaposto00gibsuoft_djvu.txt
El segundo pasaje es citado en castellano en la p. 230 del libro "Hermenéutica de la Palabra, Volumen 2" de Luis Alonso Schökel, Ediciones Cristiandad, 1987, del cual no copié texto porque no es posible hacerlo desde Google Books.
http://books.google.com/books?id=3tpJgExmJWIC
"La herejía de De Lubac es confundir gracia con naturaleza."
ResponderEliminarNada que ver. Pero nada.
El error de De Lubac no es confundir gracia con naturaleza, sino afirmar que la naturaleza dotada de intelecto tiene una necesidad absoluta de la elevación sobrenatural conducente a la visión beatífica para no quedar radical y totalmente frustrada. Pero esa de Lubac afirmó siempre que esa elevación sobrenatural sólo puede alcanzarse recibiéndola directamente de Dios como gracia.
Por otro lado, para de Lubac esa necesidad absoluta de la criatura con intelecto de recibir - exclusiva y directamente de Dios - la participación de la naturaleza divina para no quedar radicalmente frustrada no implica de ninguna manera que la criatura tenga ante Dios un derecho a esa elevación sobrenatural, de la misma manera que nuestra necesidad absoluta de oxígeno no implica que tengamos ante Dios un derecho a que nos lo provea. Para de Lubac, necesitamos absolutamente la elevación sobrenatural y la visión beatífica pero no tenemos ningún derecho a ella, paradoja que para él no implicaba problema alguno. En términos del pasaje siguiente de "Humani Generis" de Pío XII, escrito justamente para censurar la posición de de Lubac, éste diría que lo segundo en ese pasaje no implica de ninguna manera lo primero: la necesidad absoluta de algo no es obstáculo para la gratuidad absoluta de su concesión.
"Otros desvirtúan el concepto del carácter gratuito del orden sobrenatural, pues defienden que Dios no puede crear seres inteligentes sin ordenarlos y llevarlos a la visión beatífica." ("Humani Generis", 20)
Por lo tanto, una cosa es decir que De Lubac estaba equivocado al afirmar la necesidad absoluta de la criatura intelectual de ser ordenada a la visión beatífica, y yo de hecho sostengo con Pío XII que lo estaba (*), y otra cosa muy distinta es decir que confundía gracia con naturaleza. Para despejar cualquier duda al respecto, citaré un párrafo de "El misterio de lo sobrenatural", en inglés porque no lo tengo en castellano y no quiero discrepar con traducciones establecidas:
“Between nature as it exists and the supernatural for which God destines it, the distance is as great, the difference is as radical, as that between non-being and being: for to pass from one to the other is not merely to pass into ‘more being,’ but to pass into a different type of being. It is a crossing by grace of an impassable barrier. [...] In short, for Christians created nature is no kind of divine seed. [...] The longing that surges from this ‘depth’ of the soul is a longing ‘born of a lack’ and not arising from ‘the beginnings of possession.’”
(*) A mi juicio, una buena exposición de por qué de Lubac estaba equivocado en este punto puede hallarse en obras del teólogo español Juan Alfaro, todas escritas antes de que se mezclara con la teología de la liberación.
Alfaro 1957. "Trascendencia e inmanencia de lo sobrenatural". Gregorianum Vol. 38, pp. 5-50.
http://books.google.com/books?id=XsnS9PibDQIC
Alfaro 1972. "Naturaleza y gracia" en "Sacramentum Mundi: enciclopedia teológica" párrafo 4.
http://mercaba.org/Mundi/4/naturaleza_y_gracia.htm
Al Sr. Althaus le recomendaría que leyeran un poco más a los Padres. Por ejemplo, la opinión que le merecía a Clemente de Alejandría la filosofía griega, en particular, la de Platón. Y lo puede encontrar fácilmente en los primeros capítulos de los Stromata.
ResponderEliminarFlequillo stone, es usted muy dueño de poner en sus letanías incluso a Arquímedes que, a fin de cuentas, alguna relación tiene con el bautismo. Pero El Niño que profetiza Virgilio no tiene nada que ver con Cristo . Además, fue niña.
ResponderEliminarCon respecto a los Padres de la Iglesia hay como dos corrientes aquellos que rechazaron la filosofía pagana que se parecen mucho a la posición de Johannes cuyos comentarios son muy interesantes y verdaderos y, por otra parte, están los Padres que trataron de utilizar la filosofía pagana para la teología católica y entre ellos destaca San Agustín y luego el Doctor de la Iglesia Santo Tomás. Hay conocimientos de verdades sobrenaturales que Dios puso entre los paganos para que pudieran ser evangelizados con mayor facilidad, también, hay que reconocer que la filosofía pagana generó admiración entre algunos Padres y Doctores de la Iglesia, de allí no se deduce que los paganos pudieran ser llamados profetas sino de manera más bien equívoca que análoga porque si bien algunas verdades sobrenaturales les fueron dadas, no fue con otro objeto que para que sirviera al proceso de evangelización pero no fueron santos ni justos que en el Evangelio es lo mismo que santo ni ningún doctor los ubicó en el Reino de Dios o formando parte de la ciudad de Dios y de la Iglesia. Es cierto que algunos quieren ser más justos y misericordiosos que Dios poniendo a la diestra del Altísimo a algunos de aquellos que no fueron predestinados, que le vamos a hacer son épocas en las que los hombres se creen superiores a Dios, capaces de juzgar sus decisiones y de modificar sus leyes y sus mandamientos. No puedo decirles que cada cual crea lo que quiera sobre este punto porque sería mentir.
ResponderEliminarClemente de Alejandría atribuye erróneamente el conocimiento de ciertas verdades reveladas por parte de Platón a su conocimiento de los hebreos, dice: "Ahora bien, Platón: ¿De dónde te viene esta alusión a la verdad? ¿Quién te proporciona la abundancia de razones con las que vaticinas la religión? Las razas bárbaras, dice, tienen más sabiduría que éstas (cf. Fedr. 78a; id. en Clem Strom. I, 15,66,3). Aunque quieras ocultarlos, conozco a tus maestros. Aprendes la geometría de los egipcios; la astronomía de los babilonios; tomas de los tracios los encantamientos saludables, y aprendes mucho de los asirios. Pero en lo que se refiere a las leyes verdaderas y a las opiniones acerca de Dios, has encontrado ayuda en los mismos hebreos...14"
ResponderEliminarWanderer bien corrige a Herr Althsus que confiesa ser abogado y permite que entendamos su impericia en teología pero no su osadía. Otra excelente corrección es la de Johannes sobre De Lubac. Aunque de mi parte lo prefiera a él antes que a Alfaro es linda discusión y bien propuesta. Hay un integrismo o como se llame católico que da escozor (delicadamente dicho). Gracias a los que se esfuerzan en estudiar, pensar y si se puede saber.
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ResponderEliminarAtención al poco frecuentado texto de San Basilio incluído en el segundo enlace:
http://infocatolica.com/blog/notelacuenten.php/1608290109-ipor-que-la-iglesia-debe-volv-2
http://infocatolica.com/blog/notelacuenten.php/1608290138-ipor-que-la-iglesia-debe-volv-2
Don Corleone
No, niño.
ResponderEliminar¿Que nos hacemos con el prólogo al Evangelio de San Juan sin filosofía?
ResponderEliminarNo es hebreo...
¿Y qué me dice don Althaus de Lactantio y su mención de las profesias paganas sobre la venida del Redentor? Y no lo hace en una sola de su obra, sino en varias. ¿Se habrayconfundico también como Clemente?
ResponderEliminarDon Althaus, en sus comentarios Ud mezcla tres planos, lo cual es innecesario, inconveniente porque debilita su argumento, y más importante aún, erróneo. Llamando los planos A, B, y C, ellos son:
ResponderEliminarA: si una persona llegó o no, y en qué medida, al conocimiento de las verdades religiosas y morales que están dentro del alcance de la razón humana;
B: si Dios se sirvió de una persona para transmitir una revelación, ya sea de una verdad que está más allá del alcance de la razón humana, ya sea de una verdad que está dentro de ese alcance para que ésta pueda ser conocida "con facilidad, con firme certeza y sin ningún error" (Humani Generis 2);
C: si una persona ya fallecida ha sido salvada o condenada.
Los planos son independientes entre sí. Una persona puede haber llegado a un conocimiento correcto de las verdades al alcance de la razón y no haber sido usada por Dios como profeta. Una persona puede haber sido usada por Dios como profeta y no haber llegado al conocimiento correcto de algunas verdades al alcance de la razón (pensemos en los profetas hebreos, incluyendo al rey David, y la poligamia). Y que una persona se haya salvado o condenado es conocido solamente por Dios, porque solamente Él conoce cuáles fueron las cartas con las que tuvo que jugar esa persona y cómo vivió sus últimos momentos.
Creo conveniente agregar un par de acotaciones a mi comentario anterior sobre los dos aspectos en que la doctrina del limbo es discutible: su existencia y su alcance.
ResponderEliminar1. A mi juicio, dadas las definiciones magisteriales sobre el tema, la existencia del limbo de los niños puede evitarse solamente si es fáctica la hipótesis conocida como "teoria de la iluminacion", según la cual Dios, momentos antes de la muerte, hace una revelación directa al alma del niño de Sí mismo y de su amor y le da la oportunidad de dar una respuesta, tal que si el niño acepta y corresponde al amor de Dios, recibe la gracia santificante por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, similarmente al caso del bautismo de deseo de un adulto.
Nótese que la objeción de que en un segundo no hay tiempo para todo eso serviría solamente para poner en evidencia que el objetor ignora que Dios puede cambiar la escala de avance del tiempo de una parte del universo con respecto al resto, lo cual de hecho se da permanentemente en la naturaleza, usualmente en menor grado.
2. Louis Billot SJ, en una serie de artículos publicados en "Etudes religieuses" en 1919-1925, sostuvo la hipótesis de que un gran número de hombres adultos permanecen en el plano teológico-moral en la misma situación que los niños antes del uso de razón, porque han adquirido el uso de razón en cuanto a los fines prácticos de la vida pero no en cuanto al fín último, al Cual no han tenido oportunidad de conocer y así orientarse a Él, y que por lo tanto su destino final es también el limbo.
A quien le interese conocer más sobre el segundo punto, sugiero pp. 165-167 de:
https://books.google.com/books?id=CXDrglOdbhMC
Obviamente la hipótesis de Billot es compatible con la de la "teoría de la iluminación", simplemente extendiendo el universo de personas que reciben tal iluminación a su muerte.
Wanderer, si no habilita mi comentario sobre la mezcla de tres planos en los comentarios de Althaus, mi comentario posterior sobre el limbo queda medio descolgado.
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