Me han pasado un documento reservado que se ha manejado,
hace ya algunos años, en algunas curias en torno a la investigación del caso
del controvertido fundador de un instituto religioso cuyos seminaristas,
durante algún tiempo, estudiaron junto a otros jóvenes en un mismo seminario.
Aquí se informa el modo en el cual dicho fundador “pescaba en la pecera” y
manipulaba a los seminaristas.
DOCUMENTO N° 4
ACTUACIÓN DEL P. AAA CON LOS SEMINARISTAS
Se han dado:
Casos
incontestables de proselitismo directo y personal del padre AAA. Es frase suya
a un seminarista: “El Corazón de Jesús me ha dado a sentir claramente que te
necesito en mi Instituto” y otras semejantes.
Casos de
verdadera conquista, llevada a cabo por seminaristas que ya tenía apalabrados
para ingresar, entre los demás compañeros.
Casos de
clara insinuación vocacional.
En otras
ocasiones, táctica de lograr amplia simpatía y acercamiento a su obra, pintando
sugestivamente con caracteres deslumbradores y de gran atractivo apostólico. Si
algún seminarista le manifestaba sus ilusiones por algún apostolado particular,
le ofrecía grandes facilidades para su especialización en aquel orden si ingresaba
en su instituto. Cuando un seminarista se le acercaba, o se le acercaban, con
algún modo de vocación, unas veces pintaba las dificultades porque había de
pasar su obra, otras todo lo hacía ver de color de rosas. Siempre lo rodeaba de
un ambiente de sobrenaturalidad y providencialismo verdaderamente arrastrante
para un corazón juvenil.
(…) (Al seminarista que) se ponía
en contacto con él con posibilidades de atraérselo, pedía no tratara de este asunto
con el director espiritual.
XXX, siendo seminarista, hizo
entre algunos compañeros labor de desprestigio de los superiores del seminario
porque, según él, se oponían a la obra del P. AAA.
El P. AAA ha manifestado a
seminaristas diversas actuaciones de los superiores del seminario de BBB en
contra de su obra, siguiéndose de estos el desprestigio de estos superiores que
se aumentaba por lo siguiente: cuando al P. AAA los seminaristas le preguntaban
qué pensaba de dicha actuación, contestaba que ni siquiera había formulado el
juicio interno, lo consideraba como una prueba del Corazón de Jesús, que por
otra parte le proporcionaba los elementos necesarios para defenderse, lo cual
le rodeaba de una aureola de sobrenaturalidad grande y automáticamente la mente
del seminarista se enfrentaba con la manera de obrar de los superiores que así
se oponían a la obra de un santo.
(…)
Clave de lectura:
AAA: P. Marcial Maciel
BBB: Universidad Pontificia de Comillas
En efecto, antes de leer las claves, muchos pensamos que se trataba
de otro fundador más cercano y bastante más grasa que Maciel, y que la pecera
donde pescaba era un autóctono seminario de provincia.
Lo notable es que las recetas que emplean estos “fundadores”
manipuladores, perversos y, en algunos casos, también pervertidos, son
exactamente las mismas. Nada nuevo sub
sole. Y sin embargo, los chorlitos siguen cayendo y las autoridades, a
sabiendas o no, siguen permitiendo estos experimentos fundacionales.