por Eck
Con tantas injurias, deshonrras i vituperios: sabido está que pecado comete el que deshonrra i disfama a uno, i más el que disfama a muchos, i mucho más el que disfama a una república o nación (…) yo no sé porqué razón por lo que hizo uno quiere el de las Casas condenar a ciento; i lo que cometieron diez, por qué lo quiere atribuir a mill, i disfama a cuantos acá han estado i están...
Fr. Toribio de Benavente, Historia de los indios de la Nueva España,
Herederos de J. Gili, Barcelona, 1914, pg. 270
En el año del Señor de 1555 un humilde fraile franciscano de Tlaxcala envió una misiva al Emperador Carlos I de España. Esta epístola, la Carta de Fray Toribio de Motolinía al Emperador Carlos V, es uno de los documentos históricos más extraordinarios jamás escritos. Es la refutación absoluta de la Leyenda Negra sobre la Evangelización de América y contiene la mayor filípica concebida contra el hipócrita y embustero Las Casas, escrita nada más y nada menos que por fray Toribio de Benavente, llamado Motolinía “el pobre” por los indios, uno de los Doce primeros apóstoles que evangelizaron México e incansable defensor y evangelizador de sus naturales.
Hoy vuelve a levantarse la atroz sombra de la Leyenda Negra contra España y sus hermanas americanas, una mezcla de ignorancia culpable, falsedades y uso político para someterlas. Pero la sorpresa se encuentra en que uno de los mayores promotores es un papa católico, hispanoamericano y de habla española: Francisco, para más inri con el nombre de la mayor orden evangelizadora del continente americano. Hoy es menester volver a oír y a traer a nuestros días estos testimonios del pasado para disolver las tinieblas de la mentira y que resplandezca la luz de la verdad pues en ello nos va el futuro, el futuro de todos nosotros.
La Leyenda Negra, instrumento neocolonial
que no hay hombre humano de qualquier nasción, ley o condición que sea que los lea, que no cobre aborrecimiento i odio mortal i tenga a todos los moradores desta nueva España por la mas cruel i mas abominable i mas infiel i detestable gente de quantas nasciones hay debajo del cielo i en esto paran las escripturas que se escriven sin caridad i que proceden de ánimo ageno de toda piedad i humanidad
Fr. Toribio de Benavente, Op. cit., pg. 269
El Aconcagua de falsedades vertidas sobre España y América no es inocente. Bien lo saben sus promotores que no han cejado en propagarla desde el siglo XVI a pesar de que hoy España no es más que el nombre de la sombra de lo que fue y que las naciones americanas están hundidas, desmoralizadas y esclavizadas. Sin embargo, la mera idea de un renacimiento de la antigua Monarquía Católica junto con su civilización pone en espanto a los poderes globalistas, herederos de la revuelta protestante germana y del imperio plutocrático anglosajón. Aunque nosotros no lo recordemos, ellos bien se acuerdan de que el Imperio Español estuvo a punto de acabar con esas nuevas Cartagos de Manmón y Baal. Como Catón el Censor, gritan Hispaniae delendae sunt! y desean sembrar sal y azufre sobre nuestra historia y cultura para que no haya ni la más mínima posibilidad de renacimiento del verdadero occidente de la Cristiandad como lo intentan con Rusia, su oriente.
La clave nos la da el propio Motolinía que hasta previó sus consecuencias futuras: “i el de las Casas los desonrra por escripto i por carta impresa: pues ¿cómo así se ha de infamar por un atrevido una nación Española con su príncipe que mañana lo leerán los Indios i las otras naciones?” (pg. 264). Hoy ya ocurrido y no sólo entre los ajenos somos las naciones más aborrecibles y abominables de la tierra y por ello nos alegran llevar cadenas, nos fustigamos y, sobre todo, nos hace querer ser otros, en esa especie de suicidio a cámara lenta de nuestra propia degradación. América soñando con haber sido colonizada por anglos y gabachos o en ese paraíso artificial que era el infierno precolombino, y España rompiéndose en pseudonaciones y cayendo en servidumbre voluntaria.
Sentencia: La Españas no merecen vivir.
A esto ha caído las naciones americanas que se creen que fueron colonias y esclavas cuando fueron libres y reinos y España, hija y heredera de Roma, madre de pueblos y ciudades, evangelizadora del mundo, se cree desecho del mundo, piltrafa de la humanidad, dechado de monstruos.
Que esto lo propague el Papa y sus colaboradores a sabiendas de su mentira y falsedad no tiene más remedio que llamarle…
Francisco el Fariseo, a unos digo blanco y a otros negro
Yo me maravillo como V. M. (…) han podido sufrir tanto tiempo a un hombre tan pesado, inquieto e importuno, i bullicioso i pleitista en ábito de religión, tan desosegado, tan mal criado i tan injuriador i perjudicial i tan sin reposo (…) Para con unos poquillos cánones quel de las Casas oyó, él se atreve a mucho, i muy grande parece su desorden y poca su humildad; i piensa que todos yerran i quel solo acierta...
Fr. Toribio de Benavente, op. cit., pg.260
¿Qué decir de un hombre que pasa de decir esto...
“Somos hijos de una gran conciencia. Porque la obra de España en América, más que una empresa, fue una Misión. Una misión del pueblo español que se volcó en estas tierras con lo mejor que tenía: su cultura y su fe. Misión de los conquistadores que en cincuenta años recorrieron a pie el continente, fundando pueblos y mezclándose, sin miedo, con los indios”.
Jorge Mario Bergoglio, Discurso del 27 de mayo de 1975 con motivo del Día de la Patria en la Universidad de El Salvador
para pasar a afirmar esto otro...?
El Bicentenario de aquel grito de independencia de Hispanoamérica. Ese fue un grito nacido de la conciencia de falta de libertades, de estar siendo exprimidos, saqueados, sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno.?
Francisco, Discurso del 7 de julio del 2015 en el Parque del Bicentenario de Quito
Por no hablar continuamente de su petición de perdón por la evangelización de América y hasta de crímenes inventados como las fosas de niños asesinados indígenas del Canadá. ¿En qué quedamos, Francisco? ¿No será que vas cambiando de discurso según tus intereses mundanos y conveniencias? Claro ¿Dónde están las grandes denuncias de las masacres de cristianos de África, del Oriente Próximo, de la India? Silencio ¿Dónde está las filípicas contra la plutocracia mundial y sus planes tiránicos? Diálogo y abrazos con Rothchild. ¿Dónde está la condena de la opresión de la iglesia martirial de China? Acuerdos secretos con Xi. “A moro muerto, gran lanzada”, que dicen en mi tierra. Esto es lo de hogaño, no antiguallas falsas de antaño. Los muertos ni contestan ni amenazan, leña al mono aunque difames a santos, a naciones enteras, a la propia Iglesia y al propio Dios. Con los poderosos de ahora no hay redaños sino incienso.
¿Y qué decir de la sarta de chorradas, de imbecilidades, muy políticamente correctas, de invenciones históricas, trolas y disparates que contiene ese delirio de documento vaticano llamado: Nota conjunta sobre la “Doctrina del descubrimiento” del Dicasterio para la Cultura y la Educación y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, publicado con la anuencia del pontífice?
¡Queda tan cool citar la Sublimis Deus de 1537¡ Pero se olvidan que ya en 1497 se prohibió la esclavización de los indios, que en 1504 Isabel la Católica les otorgó derechos de ciudadanía plena en su Testamento, que tenían rango de ley del Reino, y que las Leyes de Burgos de Fernando el Católico son de 1512. Ahora bien, no sé por qué le iban a interesar a las potencias protestantes o a la galicana Francia el otorgamiento de esas tierras descubiertas por parte de Vicario de Cristo para su evangelización cuando la doctrina de la predestinación daban mayores derechos sobre esos países, por no hablar de la falta de melindres de todos los imperios antiguos sin tanta cháchara justificativa. Pero la perla del fariseísmo e hipocresía es ésta: “La Iglesia también es consciente del hecho de que el contenido de estos documentos ha sido manipulados para fines políticos por las potencias coloniales que competían entre sí, para justificar actos inmorales contra las poblaciones indígenas (…)”. Los Papas del Renacimiento eran tontos de baba políticos: los Borgia, Farnese, Medici...que no enteraban de nada o, peor, no querían hacerlo.
Por cierto, como son una panda de zotes o, peor, de manipuladores sin escrúpulos, no pían que esa presunta doctrina del descubrimiento ya fue refutada y destruida por la Escuela de Salamanca en el siglo XVI en sus bases, y además con Santo Tomás y no con Boff. Claro que admitirlo sería el derrumbe de las teorías políticamente correctas y el fin de la pretensión de ruptura con la Iglesia del pasado que tanto cura liberacionista, tanto teólogo modernista, tanto obispo progresista, tanta conferencia sinodal y tanto papa globalista nos quieren vender.
Solo nos resta una pregunta que hacer y es
¿Qué han hecho ustedes, qué han hecho de utilidad?
mostrándose que ama mucho (...) i quel solo los quiere defender i favorescer más que nadie; en lo que acá muy poco tiempo se ocupó si no fue cargándolos i fatigándolos.
Fr. Toribio de Benavente, op. cit. pg. 261
Hablar y difamar, nada y humo, muerte y esclavitud. Mucha denuncia, mucho perdón embustero, mucha difamación contra los miles de frailes, sacerdotes, laicos, reyes, gobernadores y no les llegan a los talones. Motolinía estuvo cuarenta años perseguido por su defensa de los indios mientras evangelizaba a miles. Sus hermanos de religión y de otras órdenes, las autoridades civiles y el pueblo daban a conocer a Cristo, bautizaban y catequizaban, erigían iglesias, eliminaban practicas como la antropofagía, los sacrificios, el maltrato a la mujer y el aborto, construían hospitales, levantaban escuelas, hacían caminos, fomentaban la agricultura, la ganadería y las manufacturas, defendían la justicia y el derecho, creaban cultura y belleza sin par, salvaban las lenguas y culturas. ¿Y ustedes se atreven a insultarles, a escupir sobre su memoria, a despreciar su labor desde cómodos despachos universitarios, cátedras episcopales y aplausos del mundo?
¿Qué han hecho ustedes? ¿Qué han hecho? Hipócritas que miráis la paja del ojo ajeno y nos vuestras vigas. Chilláis histéricos por las presuntas matanzas del pasado pero calláis cuando organizábais milicias y grupos terroristas que ensangrentaron toda Iberoamérica por vuestros sueños revolucionarios totalitarios, atacáis con furor a las naciones americanas con vuestro indigenismo pret-a-porter de universidad que atomiza a los países y los deja al albur de las multinacionales y los globalitarios. Matáis las únicas esperanzas de renacimiento de nuestros pueblos, de su unidad y de nuestra historia con aplauso de plutócratas y halcones. Y, sobre todo, destruís la Fe que da vida en abundancia, que redime a todo hombre y lo eleva a ser hijo adoptivo de Dios restaurando lo peor del paganismo y de las tiranías de antaño. Bien lo previó Motolinía pues los estáis cargándolos i fatigándolos con vuestras locuras y mezquindades.
Canibalizáis la Iglesia, así que no me extraña que vuestras simpatías vayan a los cultos antropófagos en vez de por sus víctimas...
Conclusión
Sólo la verdad nos hace libres; toda la carta de Motolinía es una exigencia de ella al pedir que todo abuso se diera con nombre y fechas. América, España y la Iglesia están enfermas por la mentira, veneno que mata el alma. No se confundían los Papas cuando llamaban a Iberoamérica el Continente de la Esperanza, que con sus luces y sombras es el único germen vivo de la Cristiandad, pues la única cultura que se opuso frontalmente a la modernidad destructora fue la hispana en Occidente. Nuestra mera sombra les llena de pánico y espanto. Por eso intentan dividirnos y destruirnos, difamar nuestro pasado, sembrar de azufre nuestras posibilidades de futuro y acabar con nosotros para siempre. Para que no vuelva a alzarse como el katejón que fue y que puede volver a ser. En nuestras manos, con la ayuda de Dios, está el que no lo consigan, pese a quien pese, incluido a Francisco y su Corte de los Milagros en busca de la capellanía mundialista.