En tiempos tumultuosos y desconcertantes como los que estamos viviendo, sirve recurrir a los consuelos que las Escrituras y la misma Iglesia nos indican. Y uno de ellos es la esperanza cierta en la segunda venida en gloria y majestad de Nuestro Señor. A fuerza de visionarios y trastornados, hemos dejado de lado esta verdad de la fe, tan válida como el dogma trinitario, y la hemos convertido en una cuestión individual o mística: “No hay que pensar en la segunda venida ni en el fin de mundo. Eso ocurre cuando llega tu muerte”, o bien: “La segunda venida de Cristo es cuando se manifiesta en tu corazón”. Y aunque todo esto es cierto, lo es también que Él viene; que Él está viniendo y que en el día que nadie conoce y en la hora que nadie sabe, Él volverá tal como sus apóstoles los vieron alejarse.
Para volver sobre estos temas y hacerlo con la imprescindible cautela que exigen, recomiendo vivamente la lectura de un libro que acaba de editar Vórtice: El que vuelve, y que reúne tres trabajos de autores diversos: uno homónimo al título del libro, de Madeleine Chasles; “La venida del Señor en la liturgia”, del P. Johannes Pinsk y “La Parusía o Segunda Venida de Jesucristo al mundo”, del P. Juan Rovira.
El primero de los textos es el más extenso y, a mi entender, el más rico de los tres trabajos. Escrito por una mujer francesa que vivió en la primera mitad del siglo XX y que posee numerosas obras, varias de ellas traducidas al español, en las que alienta a los fieles a leer la Sagrada Escritura. En su libro El que vuelve relata al inicio de qué manera cayó en la cuenta, a partir de un versículo bíblico, que los católicos modernos pasamos por alto la Segunda Venida, que ha dejado de ser el punto de tensión de nuestra fe como ocurría durante los primeros siglos. Es así que hace un repaso detallado de lo que significa esta venida gloriosa en tres partes: “Volverá”, “Reinará” y “Las señales”.
Pero el suyo no es un estudio bíblico escrito por un biblista -¡Dios nos libre!-, sino que es la lectura hecha por un alma piadosa de los textos de la Escritura que se refieren a la temática. Es una suerte de cadena de textos inspirados, con algunos breves comentarios personales, siempre pertinentes, y que como es lógico que suceda al tratarse de la Palabra de Dios, dejan semilla en el alma y hacen bien al espíritu.
No es sin embargo, un libro piadoso más. Tiene su peso y su valía, y la prueba está que el prólogo lo escribe el famoso dom Fernand Cabrol, abad de Farnborough. Además, según refiere el P. van Rixtel, a fines de la década del ’30 se juntaban en casa de Juan Antonio Bourdieu, socio de Gustavo Martínez Zubiría, Mons. Straubinger y el P. Diego de Castro para estudiarlo y debatirlo.
El segundo de los textos pertenece al P. Pinsk, conocido como uno de los representantes más significativos del Movimiento Litúrgico a partir de una serie de trabajos que enriquecieron el conocimiento de la liturgia latina. En este caso, lo que hace es recorrer todos los textos de la liturgia -del Misal y del Breviario Romano-, mostrando el modo diáfano y permanente con el que la verdad de la Segunda Venida se encuentra en ellos. Se trata de un trabajo que solamente puede ser hecho por un erudito como lo fue el Pinsk pero que no escribe un libro de erudición sino más bien un texto breve (originalmente fue publicado como artículo en Revista litúrgica) destinado a la lectura de cualquier católico a fin de alimentar su fe y su intelección de la lex orandi que, por ser también lex credendi, nunca debe ser descuidada.
El último de los textos que integra el libro pertenece al P. Juan Rovira y originalmente fue publicado en la ya legendaria enciclopedia Espasa bajo la voz “Parusía”. Y es esto lo que concede mayor valor a este trabajo. En primer lugar, porque las exigencias del espacio le impusieron sintetizar lo que se conoce sobre la Segunda Venida del Señor, y lo hace aportando a los lectores un visión global que resulta muy útil para tener una perspectiva de conjunto de un tema que no es fácil ni sencillo de abordar. Y, en segundo lugar, porque podemos ver en esa síntesis un reflejo de lo que fueran sus obras más importantes: De opere messianico, de 1920 y publicado en español como El Reino mesiánico en 2013, y De consummatione Regni messianici in Terris, monumental obra en cuatro tomos, el primero de los cuales acaba de ser publicado en España como El Reino de Cristo consumado en la tierra.
Como decía al comienzo, para los tiempos de confusión y dolor, el Espíritu Paráclito, el Consolador, nos ha dejado la palabra divina y, a través de ella, nos recuerda y nos instruye en las enseñanzas que el Logos predicó en la tierra. El que vuelve sintetiza muchos de esos consuelos que ayudan a sanar el corazón de los lectores.