lunes, 12 de abril de 2021

Los untadores y diez preguntas de Roberto de Mattei

 

La inesperada reacción de muchos lectores del blog al post de la Cigüeña de la Torre que publiqué también en esta página la semana pasada, me lleva a una reflexión y a publicar nuevamente un trabajo ajeno, esta vez del Prof. Roberto de Mattei.


La reflexión tiene que ver con la previsibilidad de las teorías conspirativas cuando alguna desgracia asola a una comunidad, y el caso de las pestes es el mejor ejemplo. Copio aquí apenas un párrafo de la crónica de José Ripamonti sobre lo ocurrido en la peste de Milán del siglo XVII. El día 11 de junio de 1640, aunque con cierta reticencia, el cardenal Federico Borromeo presidió una gran procesión que recorrió el centro de la ciudad implorando el fin de la epidemia. Y dice: 

Y he aquí que, al día siguiente, precisamente mientras reinaba aquella presuntuosa confianza, más bien, en muchos, la fanática seguridad de que la procesión debía de haber acabado con la peste, las muertes aumentaron en todas las clases, en todas partes de la ciudad, a tal exceso, con un salto tan súbito, que no hubo quien no viese la causa, o la ocasión, en la procesión misma. Pero, ¡ah, fuerzas admirables y dolorosas de una superstición general!, no ya al encontrarse juntas tantas personas y durante tanto tiempo, no a la infinita multiplicación de los contactos fortuitos, atribuían los más aquel efecto; lo atribuían a la facilidad que los untadores habían encontrado para llevar a cabo, a lo grande, su impío proyecto. Se dijo que, mezclados entre la multitud, habían infectado con su ungüento a cuantos habían podido. Pero, como esto no parecía medio suficiente, ni apropiado para una mortandad tan amplia y difundida en toda clase de personas; como, por lo que parece, no había sido posible al ojo tan atento, y aun obcecado, de la sospecha vislumbrar pringues, manchas de ninguna suerte, sobre muros ni en otro lugar, así se recurrió, para explicar el hecho, a aquel otro invento, ya viejo, y recibido entonces en la ciencia común de Europa, de los polvos venenosos y maléficos; se dijo que tales polvos, esparcidos a lo largo del camino, y especialmente en los lugares de las paradas, se habían pegado a los bajos de los vestidos y tanto más a los pies, que en gran número habían aquel día andado descalzos. «Ved, por lo tanto —dice un escritor contemporáneo—, el mismo día de la procesión, la piedad topar con la impiedad, la perfidia con la sinceridad, la pérdida con la ganancia». Y era, en realidad, el pobre sentido humano el que topaba con los fantasmas que él mismo había creado. (Josephi Ripamonti, De peste quae fuit anno 1630, lib. V, Mediolani, 1640, 235).

Nada nuevo bajo el sol. La peste del Covid tiene también sus untadores.


Roberto de Mattei, sobre quien no hay sospechas de que actúe por cuenta y orden de Bill Gates, publicó junto al P. Richard Cipolla un extenso artículo en Rorate Coeli con respecto a la pandemia y a las vacunas que despertó también oleadas de críticas. Responde a las mismas formulando una serie de preguntas a los partidarios de conspiraciones y denostadores de vacunas que aquí reproduzco:

El debate sobre la vacunación COVID-19: 

El profesor De Mattei responde a los críticos con 10 preguntas


Mi posición en defensa de la licitud moral de las vacunas anti-Covid actualmente disponibles ha atraído la aprobación de algunos cardenales, teólogos y sacerdotes, a los que doy las gracias aquí, pero también la previsible desaprobación de muchos que mantienen una posición “antivacunas”. Habiendo publicado recientemente un estudio sobre la licitud moral de la vacunación que examina la cuestión de forma más amplia (Sobre la liceidad moral de la vacunación), me limito aquí a plantear algunas preguntas a los que mantienen la posición "anti-vax". Les pido que las respondan de forma precisa y, de ser posible, educada. 

1) El libro de cabecera de la posición anti-vax es Vaccination: a Catholic perspective (Vacunación: una perspectiva católica) de Pamela Acker, publicado por el Kolbe Center en 2020. En este libro, la autora argumenta que los riesgos de cualquier vacunación son mayores que los posibles beneficios (en las páginas 80-81 pone el ejemplo de la rabia y el tétanos). Quienes consideren este libro como un texto de referencia también deberían rechazar las llamadas vacunas éticas por considerarlas perjudiciales para la salud. Más allá de las vacunas contra el Covid, ¿es lícito que un católico se vacune?

2) Algunos trasplantes de órganos, como los de corazón, son moralmente ilícitos porque se acogen al falso criterio científico de la “muerte cerebral” y en realidad provocan la muerte [del donante]. Sin embargo, la Iglesia considera lícitos los trasplantes de donantes realmente muertos (por ejemplo, de córneas) o de donantes vivos (por ejemplo, de riñones), al igual que permite la transfusión de sangre. En todos estos casos, las células de otra persona entran en el cuerpo humano. ¿Aceptan [los antivacunas] la enseñanza de la Iglesia sobre los trasplantes?

3) En caso afirmativo, ¿consideraría lícito un trasplante de córnea para devolver la vista a un ciego, si, con el consentimiento de la familia, esta córnea se extrajera de una víctima de asesinato? Del mismo modo, ¿aceptarías una transfusión de sangre anónima que pudiera proceder del cuerpo de un hombre malvado y no te sintirías contaminado por su maldad? ¿Aceptaría usted un trasplante o una transfusión de sangre que haya estado remotamente implicada en un crimen?

 4) Las células HEK [línea celular proveniente de células de embriones humanos abortados] utilizadas en algunas vacunas contra el Covid se usan ampliamente en la investigación farmacéutica y en la industria alimentaria. Considerando ilícito el uso de líneas celulares derivadas de fetos abortados, ¿renunciaría al uso de otros medicamentos producidos o probados con células fetales, como la insulina, las vacunas contra la rubeola, la hepatitis y muchas otras?

5) La Santa Sede reafirmó la licitud moral de la vacunación en los documentos de la Academia Pontificia para la Vida (2005 y 2017) y de la Congregación para la Doctrina de la Fe (2008 y 2020). ¿Por qué rechaza hoy estas declaraciones magisteriales pronunciadas entre 2005 y 2020, mientras que durante estos años no ha expresado ninguna forma de desacuerdo con ellas?

6) Quizás la razón de este aparente cambio de opinión respecto a las vacunas derivadas de células fetales se deba al cambio de contexto histórico en 2020, cuando la pandemia se convirtió en un pretexto para la “dictadura sanitaria” sobre la humanidad incluyendo la vacunación como parte de este plan. ¿Cree usted que el mal está en la propia vacunación o en la “conspiración” que ésta expresa?

7) Más concretamente: ¿cree que el fin último de la vacunación es bueno, pero los medios que se han utilizado (el uso de células fetales) son malos, o comparte las teorías conspirativas de que no sólo los medios sino el fin último de la vacunación es malo, que sería el exterminio de la humanidad?

8) El teórico de la conspiración antivacunas más conocido es Robert F. Kennedy, un político demócrata, que financió a Hillary Clinton. Kennedy se presenta como el enemigo número uno de Bill Gates, pero es un miembro del establishment que a través de la Children's Health Defense ha financiado la difusión de la mayoría de las informaciones falsas sobre las vacunas en las redes sociales. ¿Comparte las teorías de Robert F. Kennedy sobre el origen ecológico y new age? Si no es así, ¿no sería importante distanciarse públicamente de él y de su movimiento antivacunas?

9) Los documentos de la Santa Sede que afirman la licitud de la vacunación no son infalibles, pero son ciertamente pronunciamientos del Magisterio ordinario de la Iglesia. ¿Cuáles son los criterios según los cuales se puede estar en desacuerdo con este Magisterio? Los que critican Amoris laetitia, por ejemplo, no basan su juicio en su propia conciencia, sino en el Magisterio perenne de la Iglesia. ¿Cree usted que la conciencia de un solo laico, sacerdote u obispo puede oponerse al Magisterio ordinario de la Iglesia sin basarse en otra enseñanza de la Iglesia que se haya expresado directamente con continuidad y claridad sobre el mismo punto?

10) Algunos sacerdotes presentan el rechazo a la vacunación contra el Covid no como un consejo espiritual, sino como una obligación moral. Sin embargo, la única autoridad que puede definir lo que es pecado y lo que no, de manera vinculante para un católico, es la Iglesia Católica. Si un obispo o un sacerdote asume la responsabilidad de imponer una obligación moral no dada por la Iglesia, ¿no corre el riesgo de crear una “nueva iglesia”? ¿Y no es paradójico que esto ocurra precisamente por parte de quienes acusan al Papa Francisco de haber instituido una “nueva iglesia”?


Fuente: Rorate Coeli

45 comentarios:

  1. Extraño en De Mattei el punto n° 8. Es una falacia ad hominem

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que pasa es que el vulgo recurre a la opinión de figuas conocidas por lo medios. Falta que la pongan a opinar a alguna vedette. Mas allá de eso Kennedy sabe lo que dice, pero hay enormísima cantidad de personas y agrupaciones en número creciente contra esta movida del Covid y el Reinicio, que la gente que mira TV no considera porque no aparecen en la tele.Claramente, porque los científicos no son actores de cine.Pero tampoco buscan saber, sino que esgrimen las fobias y no salen de ahí: son los zombies que deben despertar como masa crítica para despedazar esta infamia.

      Eliminar
  2. No me considero anti-vacunas (hace dos años me di la de hepatitis B y de nuevo la BCG) ni tampoco anti-covid (mi tía y madrina murió el año pasado por covid), pero el argumento anti-conspiración de De Mattei me parece demasiado lineal y, si uno hilvana fino, termina argumentando de manera conspiracionista.

    Si los veganos y este Kennedy son anti-vacuna, no se sigue que todo aquel que tiene dudas sobre la vacuna sea parte de la conspiración vegano-kennediana.

    Creo que De Mattei, en su manera de argumentar, nunca se ha podido sacar de encima el virus tefepiano de su juventud.

    ResponderEliminar
  3. Estimado Wanderer. Parece que la cuestión de la pandemia es muy cara a su corazón, o tal vez no está tan seguro de lo que cree o no acerca de ella que recurre al argumento de autoridad: antes lo decía Paco Pepe, ahora lo dice De Mattei. Sepa que hay gente que cuando está en juego su pellejo no le concede ninguna autoridad ni a Paco Pepe ni a De Mattei, ni a nadie. Y entre ellos me encuentro. Las preguntas de de Mattei no me parece que pongan ninguna encrucijada, ni sus dictámentes en materia moral son concluyentes. Lo mismo aplica a los de los moralistas, sean del Verbo Encarnado o de la FSSPX. En primer lugar quiero dejar en claro que no conozco la obra de Pamela Acker. Tampoco adhiero a ningún movimiento antivacunas ni cuestiono la licitud de que, más allá de las que ud. insiste en llamar vacunas contra el Covid, un católico se vacune. Las preguntas 3 a 5 siguen centrándose en la cuestión de las células abortivas incluídas en algunos de los experimentos en ejecución, ya quedó demostrado en los comentarios al artículo de Paco Pepe, replicado en su blog, que la cuestión moral en juego excede ampliamente ese dilema. El dilema es otro, aunque no del todo bien planteado, de Mattei lo introduce en su pregunta 6. La respuesta podría ser afirmativa, aunque incluso si fuera negativa y no hubiera ninguna conspiración, igualmente sería lícito el rechazo a participar en este experimento.
    Confieso que desconozco cuál es el último fin del experimento llamado vacunación COVID 19, no sé si es bueno o es malo, pero por lo que conozco hasta ahora, es manifiestamente innecesario y sería gravemente imprudente participar en él no habiendo verdadera necesidad.
    No conozco al Sr. Kennedy. Nunca manifesté mi adhesión a sus ideas así que tampoco necesito distanciarme ni privada ni públicamente de él. Causa risa la apelación de de Mattei al magisterio ordinario de la Iglesia. Me parece verlo formado en aspa, rezando el rosario públicamente contra el magisterio ordinario invocando el magisterio perenne, como si el magisterio ordinario de hoy no fuera a ser el magisterio perenne de mañana, si alguien tiene que dar explicaciones, en todo caso es él. Sin embargo, no se trata de magisterio, Wanderer, me extraña. Se trata de poner en juego la propia vida en un experimento de resultados inciertos. Si a Ud. el Papa o un ángel bajado del cielo le mandara inyectarse una droga experimental de efectos desconocidos, ¿lo haría? Desconozco qué dice el Magisterio al respecto, pero me juego un pleno por la negativa. El argumento de la Neo-Iglesia parece sacado de un libro de ciencia ficción. La Neo Iglesia, creía yo, era precisamente la que de rodillas ante el mundo se plegaría a todas sus invenciones y rebajando con agua el vino nuevo, cambiaría el sentido de todos los dogmas e impondría nuevos, entre ellos, el acatamiento a las órdenes del amo del mundo, bajo pena de pecado, demostración suprema de impostura y apostasía. Cualquier parecido con la realidad NO es mera coincidencia. (sigue)
    Hilbert

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hilbert, usted se estrella contra una roca.Parece que acá la verdad es lo que menos importa, sino la opinión del dueño de casa.

      Eliminar
  4. Me parece, humildemente, que ni Paco Pepe ni De Mattei han acertado y que a De Mattei le falta sentido común en las alambicadas cuestiones que plantea. La cosa es más simple: A diferencia de la pintura de Ripamonti, en que había “una mortandad tan amplia y difundida en toda clase de personas”, en el presente caso no estamos ante ninguna amplia y difundida mortandad. La mortandad es mínima, tan mínima que en el Siglo XV, XVI o XVII no hubiera justificado ni una procesión parroquial. Sin embargo frente a una mortandad que sólo existe en la propaganda mediática, los amos del mundo han instaurado un régimen de terror, impidiendo no sólo el derecho humano a migrar (tan caro al corazón del magisterio ordinario del Papa infelizmente reinante) sino incluso al de reunirse con sus parientes y amigos, responsabilidad social lo llaman. Detalle de color, con mi mujer tenemos 9 hijos, por lo que en casa somos 11 así que violamos permanentemente la orden de no reunir más de 10 personas, estoy pensando si no debería mudar a uno de mis hijos a lo del vecino para no pecar contra el magisterio ordinario que al parecer me manda obedecer todos los mandatos sanitarios del régimen. En próximo comentario le paso las preguntas que me atrevo a plantear: (sigue)
    Hilbert

    ResponderEliminar
  5. Las preguntas que me atrevo a plantear son las siguientes:
    1) ¿es lícito llamar pandemia o siquiera epidemia a la aparcición de una nueva enfermedad con una mortandad ínfima?
    2) ¿Es lícito encerrar a todo el mundo en cuarentenas infinitas, tales como nunca jamás existieron en la historia de la humanidad por el peligro a contraer una enfermedad, que según los amos de la comunicación, que no mata más que al 0.31% de los enfermos, que a su vez son una ínfima proporción de los contagiados, que a su vez son una ínfima proporción de la población?
    3) ¿es lícito instaurar un aparato de propaganda masivo y global con el conteo constante y permanente de los muertos con el obvio objetivo de generar pánico y que la gente no pueda escapar a la tiranía del “COVID” dominando la escena pública?
    4) ¿es lícito usar del propio poder, sea religioso, político, económico, de presión mediática, de lobby o de la naturaleza que este sea para domesticar las conciencias para llevarlas a que crean que viven en una situación de excepcionalidad?
    5) ¿es lícito ocultar la falta de inversión en infraestructura sanitaria con la excusa de la pandemia? En el caso argentino la salud está colapsada desde siempre. ¿Es lícito descartar tratamientos de probada eficacia para proponer como única solución la vacunación masiva de gente sana?
    6) ¿Es lícito que un laboratorio llame vacuna a un experimento de resultados inciertos? ¿Es lícito establecer mecanismos de aprobación de “vacunas” de emergencia, sin respetar los cánones más elementales de la medicina y del principio “no dañar”?
    7) ¿es lícito que los estados llamen planes de vacunación a experimentos de resultados tan inciertos y que convoquen a toda la población a participar de ellos?
    8) ¿es lícito otorgar un bill de indemnidad completa a los laboratorios de tal manera que no puedan ser demandados frente a los posibles daños que generen sus masivos experimentos?
    9) ¿es lícito que la propaganda induzca a error a los pobres incautos, haciéndoles creer que estas son vacunas o medicamentos de probada eficacia como pueden serlo la vacuna contra la hepatitis o la insulina?
    10) Me pregunto, finalmente, si es lícito el silencio de los pastores frente a todas estas dudas, más aún, me pregunto si, en general, no están los pastores tan aterrados (véase que ni atienden a los enfermos, ni en muchos casos, rezan misas más que virtuales) que no tienen ya la lucidez de hacerse estos cuestionamientos. Peor aún, me pregunto si, al menos en las más altas esferas, no son cómplices de esta perversa maquinación.
    ¿Podrán Paco Pepe y De Mattei ser tan gentiles de responder mis preguntas?
    Hilbert

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado Hilbert
      Me parecen muy interesantes y atinadas sus reflexiones, excepto aquella en la que dice que esta enfermedad tiene una mortandad bajísima.
      Puede ser que en su país sí, pero en el caso de México, al menos en los primeros meses del fenómeno, moría el 10% de los infectados.
      Y lo mismo sé que pasó en otros países.
      Saludos.
      Isaac

      Eliminar
  6. Nadie podría acusar de Mattei de ser un siervo de iluminatis, masones o reptilianos. Es más, se mantiene firme en su discurso de “reinado social” y ello lo ha hecho criticar duramente posturas que el denomina “catacumbalistas” como la Benedict Option.

    Sin embargo, en sus columnas sobre la pandemia me ha parecido muy prudente. En una columna anterior dijo “Sea cual sea el origen del virus, es cierto que las fuerzas de la Revolución están tratando de manipular la situación en su provecho. Es probable que en su seno existan líneas diversas, dado que el campo revolucionario está dividido. Eso sí, el fin último de la Revolución no es crear un nuevo orden mundial, sino el caos organizado”. Y me parece que es la actitud correcta: discernir los signos sobrenaturales en la pandemia sin pretender comprender o conocer todos los fenómenos (un poco de humildad nos vendría bien).

    Ahora, en la columna que Wanderer reproduce acá, el autor no juega a experto, sino que pone a prueba la lógica detrás de muchas posturas escépticas o simplemente discordantes del discurso oficial, haciendo presente la urgencia de distinguir los temas en debate que son esenciales para un cristiano: la licitud de las vacunas en si mismas, la licitud de las actuales vacunas contra el coronavirus y finalmente, quien tiene la autoridad para imponer prohibiciones morales en la Iglesia. Y lo cierto es que la Iglesia ya se pronunció en 2008 sobre este tema, sin que escucháramos las aireadas protestas de los clérigos que ahora -presumo que de buena fe establecen condenas.

    ResponderEliminar
  7. Aquí le paso un comentario de facebook (¡de gente católica!) para apreciar el nivel de conspiración:
    "... es el protocolo el que mata, no el supuesto Covid, ya no se trata al paciente como antes, no se lo examina, no le dan remedios para desinflamar, tampoco antibióticos por si tiene una neumonía bacteriana, lo que se hace es intubar y sedar, lo que termina matando a la persona. Además que muchas personas llevan todo el tiempo barbijo, eso hace un cultivo de bacterias".


    ResponderEliminar
  8. Señor Wander, parece que ud. insiste con la conspiranoia y para ello recurre al paralelismo histórico y al argumento de autoridad. Puede que la superstición inventara los untadores en el Siglo XVII. Y lo más probable es que no existieran. La cuestión no es esa, sino si los untadores existen hoy. En el Siglo XVII nacía la masonería, hoy tiene todo el poder en el mundo. En el Siglo XVII todavía quedaban coletazos del orden cristiano, hoy ni en los Estados Vaticanos impera el derecho cristiano. En el Siglo XVII, la iglesia, el clero, tenían todavía un enorme poder secular. En el Siglo XVII todavía no había hecho estragos el iluminismo. En el Siglo XVII no había ocurrido la Revolución Francesa, Napoleón, la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, no se había inventado la televisión ni internet ni los celulares, ni el SMS, ni Whatsapp. En el Siglo XVII los medios masivos de comunciación no eran amos y señores de la teledirección del pensamiento. En el Siglo XVII el Papa jamás habría podido decir simultáneamente para todo el orbe que vacunarse era obligatorio. El paralelismo histórico que pretende para ridiculizar a los supuestos conspiranoicos sólo lo pone en ridículo a Usted.
    Elcon Spira Noico.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mas claro, agua. Pero cuando no hay sed...

      Eliminar
  9. Por lo visto, la catarata de observaciones, dudas, hechos comprobados, sospechas fundadas, datos confrontados, etc, les entran por un oído y les sale por el otro.
    No creo que sea posible ponerse de acuerdo en este tema. El tiempo dirá quién estaba dando en el clavo. Por lo pronto, y como siempre deberíamos hacer, habrá que seguir poniendo el foco en lo Esencial. El problema es que estas cuestiones muchas veces repercuten en aquello y ahí se complica la cosa.
    En fin, es gracioso ver como el propio Wanderer fue de un lado al otro en este asunto desde que todo comenzó el año pasado. Basta hacer un repaso por los artículos del 2020 para notar estos vaivenes.
    Evidentemente se trata de un tema complicado que tiene sus aristas de ambos lados.
    Por eso es que me resulta tan imprudente la postura de criticar y ridiculizar de "antivacunas", "conspiranoicos", y ese tipo de linduras, a aquellos que razonablemente se inclinan hacia uno de los lados. Como también resulta temerario pretender que todas las conjuras que se plantean sean hechos comprobados y que ABSOLUTAMENTE TODO sea una gran mentira.
    Como humilde aporte, diría que el Covid es un tema escabroso sobre el que hará falta que pasen varios años para poder dilucidar mejor cómo fue la historia. Sin embargo, es claro que por todos los datos que se han expuesto sobre el tema, me inclino más por entender que se trata (sin negar el bicho) de un experimento de ingeniería social global, en el que se tergiversó maliciosamente mucha información.

    Jorge C.

    ResponderEliminar
  10. La reciente muerte de Mauro Viale tiene mucho que ver con estas dudas que plantea Roberto de Mattei.
    En efecto, del Covid se pueden decir muchas cosas, desde que es una simple gripe hasta que es más peligroso que el cáncer. Y de hecho se dice. Lo que nunca se dijo es que mate en 48 hs.
    Es así porque los infectólogos enseñan que ante cualquier síntoma hay que hacerse un PCR o hisopado, y si da positivo, puede haber tres etapas:
    1) aislamiento en habitación común o en un hotel, como hace el Gobierno de la Ciudad.
    2) tratamiento en terapia intermedia, algo que puede durar alrededor de una semana.
    3) terapia intensiva entre 15/30 días hasta curarse o ir a parar a la quinta del Ñato.
    Nunca se dijo que el Covid mata en 48 hs.
    Hace unos meses murió un médico de la Policía de la Ciudad y su hermano declaró en sede policial que pocos días antes se había vacunado.
    Como entonces aún no habían llegado al país ni la vacuna rusa ni la china, lo más probable es que se hubiera vacunado con la AstraZeneca. Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad dijo que murió de Covid y nunca se había vacunado. Y punto, el caso se cerró y se olvidó.
    Ahora se supo que la Unión Europea suspendió la aplicación de la AstraZeneca porque en Austria dos mujeres jóvenes murieron de trombosis 48 hs. después de haberse vacunado, algo que después se repitió en otros países de la UE. Luego se comprobó que existe "un vínculo" entre esa vacuna y las trombosis.
    Ante esa evidencia, el Reino Unido salió a decir que había vacunado a 18 millones y no tuvo ningún problema, de modo que 30 muertes entre tantos millones es un vínculo tan remoto que de ninguna manera invalida los grandes beneficios que produce.
    Por otra parte, si es sabido que todos los remedios tienen contraindicaciones y aún así la gente los toma, ¿de qué se quejan entonces?
    Qué linda explicación, no? porque es lo mismo que decir, al que le toca, le toca. Nadie tiene derecho al pataleo.
    Cuando acá murió ese médico de la Policía de la Ciudad no se sabía nada de las trombosis ni de nada, así que es muy probable que haya muerto por culpa de la vacuna de AstraZeneca. Tuvo mala suerte, pobre tipo.
    Hoy escuché decir a un médico que la muerte de Viale demuestra lo peligroso que es el virus del Covid, ¿acaso tiene pruebas? No, ninguna. ¿Por qué no le hicieron la autopsia a Viale para saber de qué murió? ¿Por qué no le hacen la autopsia a nadie pero aseguran que hasta muere de Covid mucha gente que se murió de cualquier otra cosa? ¿No es raro eso? Claro que es raro, porque si bien es cierto que no hay pruebas de que a Viale lo mató la vacuna, menos pruebas hay de que lo mató el virus.
    Y si estamos en esa, ¿por qué hay médicos que hablan por hablar? ¿No se dan cuentan que lo único que logran con eso es meterle miedo a la gente?
    Aunque pensándolo bien..., tal vez sea eso lo que están buscando, meterle miedo a la gente.
    De estos tipos se puede esperar cualquier cosa.



    ResponderEliminar
  11. Elcon Spira Noico, buscar culpables a las desgracias es una reacción psicológica natural del hombre. Cuando alguien muere en un accidente de tránsito, lo único importante para los familiares, y para los medios de comunicación, es encontrar al conductor.
    La historia lo prueba. Las pestes anteriores a la del siglo XVI siempre tuvo culpables. Generalmente eran los judíos, a quienes se acusaba de envenenar las fuentes públicas.
    Y usted no argumento; simplemente presenta datos históricos que no prueban nada fehacientemente sino solamente en su imaginación. Es a eso que se llama conspiranoia.

    ResponderEliminar
  12. Al final, mucho cacareo pero NADIE ha respondido ninguna de las preguntas de De Mattei.

    ResponderEliminar
  13. Ya comenté en el otro artículo. Ante todo pido disculpas si ofendo a alguien pero entiendan que, habiéndolo tenido cerca, en ocasiones pueda excederme en alguna de mis afirmaciones. No es mi intención molestar a nadie. Si lo hago discúlpenme todos.

    Un lector llamado Hilbert, que expone su punto de vista muy educadamente y es de agradecer, afirma que
    "¿es lícito llamar pandemia o siquiera epidemia a la aparición de una nueva enfermedad con una mortandad ínfima?"

    Siendo verdad que efectivamente la enfermedad producida por covid no es una enfermedad con una tasa de letalidad no especialmente significativa podemos dar gracias de que no sea así. ¿Por qué? Porque con esa tasa los ingresos hospitalarios y en intensivos se han multiplicado desde que se inició la pandemia enormemente y esto lo saben especialmente los profesionales sanitarios. Ya conté el caso de un familiar mío. En mi país en cada comunidad se proporcionan los datos de ocupación hospitalaria diariamente -no sé en otros países- y se evalúa el nivel de riesgo valorando estos datos y otros factores. Actualmente el nivel es medio pero aquí hemos llegado a extremo en varias ocasiones. ¿Eso en qué se traduce? En un sistema sanitario verdaderamente desbordado. Me duele cuando veo en Internet vídeos de médicos bailando que para algunos prueban que no existe la pandemia y luego se descubre que fue en una fiesta hace años. La realidad es otra. Y la conocemos de cerca. Y no, esto no es una gripecita. Claro que muchos, afortunadamente a Dios gracias, han pasado la covid sin síntomas graves o siendo asintomáticos pero esa no es la realidad de la enfermedad. Ni la tengo yo la realidad. Está en los hospitales colapsados y los sanitarios que sufren esta pandemia.

    Perdonen por haberme extendido.

    ResponderEliminar
  14. Que los untores existen ! Yo los he visto ! en las iglesias, en los supermercados, en las zapatillerías, apenas te ven te rocían con un líquido, puf .. puf . En todos lados. En otras partes te hacen pasar por un arco de plástico y te cae una llovizna, se activa cuando pisas la plataforma-. Están los untores de nuevo, que yo los vi y nadie me puede negar !!!
    Artemio Flacon

    ResponderEliminar
  15. Que extraño que De Mattei no se haya referido a los que creen que el barbijo o la vacuna sean la marca de la bestia. Para mí esos son los peores de todos y no hay que darles bolilla. Bueno, por ahí, por la si De Mattei no habla de eso.

    ResponderEliminar
  16. Es que son muy elementales las preguntas de De Mattei!!! (con todo el respeto que me merece).
    Un poco de lógica no vendría mal a este asunto. Coincido que aquí se recurre al argumento de autoridad y a una especie de falacia por "generalización apresurada" con la invocación del caso del siglo XVI (ambas falacias no formales de fácil apreciación).
    Por otro lado, De Mattei cree que se está haciendo doctrina sobre las vacunas (tal vez algunos lo hagan, no sé, desconozco). Pero lo que aquí se esgrime es la falta de confianza "técnica" (por la falta de pruebas suficientes, y el largo etc que han dejado en los comentarios del post anterior) y moral (no es conspiranoia desconfiar de los nuevos señores del mundo) de quienes están llevando este dislate a cabo.
    Ergo: es un tema "prudencial", del razonamiento práctico, y tal cual enseña (disculpen el "tomismo duro") Santo Tomás al tratar esta virtud, el razonamiento práctico del prudente está compuesto por una premisa mayor (que sería el "ppio universal" en juego) y una premisa menor (que es el caso en concreto, sujeto al análisis y posterior acto de imperio).
    Es precisamente sobre la premisa menor que hay dudas, no sobre la mayor.
    Cuando uno apresuradamente juzga que todos nos equivocamos porque la "antivacunidad" no está contemplada en el Denzinger o en un escrito de Hipócrates o en el Magisterio de no sé qué Papa, entonces quien no es lógico y razonable es el juzgador, pues no entiende que la discusión versa sobre la menor de las premisas.
    Creo que es de sensatez elemental el permitirse la duda y no estigmatizar de necios fanáticos a los que hemos optado por mantener una posición al menos de sospecha, ante la falta de certeza moral y técnica del asunto en cuestión.
    Cordialmente!

    ResponderEliminar
  17. Caro Wanderer, usted tampoco argumentó. Se limitó a hacer un paralelismo histórico y con ello a tildar de untadores a los que a su vez tilda de conspiranoicos. El hecho de que las pestes antiguas tuvieran falsos culpables no demuestra que las pestes nuevas no tengan culpables reales. No parece que su tesis tenga más demostración que la que sostienen los que tilda de conspiranoicos. Tal vez usted está imaginando untadores inexistentes.
    Elcon Spira Noico

    ResponderEliminar
  18. Yo digo que cada quien es libre. Si se quieren vacunar,que se vacunen. Pero traten de ponerse la de Astrazeneca , por favor.

    ResponderEliminar
  19. Un comentarista pidió que se respondieran las pregutnas de de Mattei. Va un ensayo:
    1) Respondo: La pregunta va dirigida a quienes consideren ese libro como un texto de referencia. No es mi caso. Igualmente contesto: Es lícito que un católico se vacune. Si, lo es. Tan lícito como que tome una aspirina, salvo, por ejemplo, que sea hemofílico y la aspirina pueda dañarlo. La respuesta aplicable es que no es lícito ni ilícito en absoluto y en abstracto sino según.
    2) Respondo: habría que preguntarle a los antivacunas. Me extraña igualmente lo capcioso del planteo. Una cosa es sostener que es lícito recibir el transplante de la córnea de una víctima de un homicidio y otra muy distinta es aceptar someterse a un experimento médico sin verdadera necesidad, o someterse a una cirugías estética. Se trata de planteos morales distintos.
    3) Respondo: No es válida la pregunta en abstracto. Supongamos que ud. no necesita ni el transplante ni la transfusión de sangre porque es un persona sana, sino que éstos constituyen parte de un experimento para evitar que la población contraiga, por hipótesis, el HIV en el futuro, ¿sería lícito en ese caso? ¿Aún a riesgo de que ud. contraiga actualmente el HIV con la transfusión? (sigue)
    Hilbert

    ResponderEliminar
  20. 4) Respondo: Es dudoso. Sin embargo, la pregunta contiene parte de la respuesta, porque señala que se trata de medicamentos producidos o probados. No es el caso presente, en que se trata de tratamientos experimentales. ¿Existe la obligación moral de participar en tratamientos experimentales? Si la respuesta es afirmativa ¿en qué circunstancias?
    5) Respondo: Yo no rechazo esas declaraciones de 2005, 2008 y 2017 en abstracto ni en general. En ellas simplemente no se habla de este experimento, sino tan sólo de las vacunas que usan líneas celulares de fetos abortados. Ahora bien, ¿por qué centrarnos sólo en ellas? Yo rechazo la vacunación masiva experimental con supuestas vacunas cuya eficacia, seguridad e inocuidad na esté suficientemente comprobada, provengan o no de lineas celulares de fetos abortados. En ese sentido, el enfoque del documento de 2020 es incompleto. Aún así, no se sigue de él la moralidad, y mucho menos la obligación moral, de vacunarse con estos experimentos. El documento dice, claramente, que “es evidente para la razón práctica que la vacunación no es, por regla general, una obligación moral y que, por lo tanto, la vacunación debe ser voluntaria” y que desde el punto de vista del bien común la vacunación puede ser recomendable, no dice que sea obligatoria. Dice también que “existe también un imperativo moral para la industria farmacéutica, los gobiernos y las organizaciones internacionales, garantizar que las vacunas, eficaces y seguras desde el punto de vista sanitario...”, ninguna de esas condiciones está garantizada con este experimento. Si de Mattei, el Papa, o Wanderer creen que sí, no están leyendo los diarios.
    6) Respondo: Desconozco cuáles son los planes de lo que de Mattei llama dictadura sanitaria. Según la información disponible ninguno de estos experimentos da garantías sanitarias de eficacia y seguridad. El mal, por lo tanto está en la propia mal llamada campaña de vacunación, que más bien debería llamarse, campaña de experimentación.
    7) Respondo: No sé con quién comparto mis ideas. Tampoco me interesa. No sé cuál es el fin últmo de la vacunación, no se si es bueno o es malo. Lo que se es que esto es un experimento con vacunas que no han cumplido los habituales procesos exigidos por la profesión médica para considerarlo seguro y eficaz. Desconozco si puede o no llevar al exterminio de la humanidad. Me basta con que pueda llevar al exterminio de mi persona para prescindir de él y sospechar que el ocultamiento generalizado de la idea de que es un experimento masivo esconde algo malo.
    8) Respondo: No conozco las ideas de Kennedy, así que no considero importante distanciarme ni pública ni privadamente de él ni de su movimiento antivacunas. Pero ya que estamos, ¿conoce de Mattei el pensamiento íntimo de la TFP sobre la inmortalidad que se atribuía a Plinio Correa de Oliveira o sobre su presunta inerrancia y su ascensión en un carro de fuego al cielo o su vuelta como Elías al fin de los tiempos y otros tópicos semejantes? El escribió un libro dedicado a su persona donde lo llama “el cruzado del siglo XX”. ¿No sería importante que se distanciara públicamente de él, de ese pensamiento y del movimiento por él creado en vez de dedicarle libros panegíricos?
    9) Respondo: La situación es inédita. No conozco ningún registro histórico de un caso en el que los organismo internacionales hayan propiciado la aplicación de vacunas experimentales en todo el mundo y a toda la población. De tal manera que difícilmente el magisterio ordinario de la Iglesia se haya expresado antes sobre esto. Si se refiere a lo de las células fetales abortivas, ya está respondido anteriormente.
    10) Respondo: que cada uno responda por sus propios actos. Al final, todo será patente a todos y todos los montes serán aplanados.
    Hilbert

    ResponderEliminar
  21. De Mattei tiebe cui qui,por eso salió a abrir el paraguas antes de que llueva. https://www.aldomariavalli.it/2021/04/12/vaccini-aborti-giudizio-bioetico-e-mondo-pro-life/amp/

    ResponderEliminar
  22. Wanderer ha sido un blog que, entre otras cosas, se caracterizaba por enseñar a pensar. Hace un tiempo que dejó de serlo. Además, con tal de decir algo distinto, termina sutilmente denostando a los buenos como Mons. Schneider. A su vez dogmatiza la opinión de De Mattei.
    Parece que fuera de las cuestiones eclesiales, entiende poco. Lo lamento.

    ResponderEliminar
  23. Yo lo que creo es que pueden darse cuatro perfiles en todo esto y este tipo de artículos de centran en los extremos y se olvidan de los medios, es decir, los prudentes.
    A saber, tenemos a los extremos de un lado a las ovejas bobas que son legión y que tragan y repiten las consignas de los gobiernos y de otro los fanáticos anti lo que sea que ven untados y untadores por todos lados. Yo creo que por aquí no hay ni de uno ni otro y por lo tanto no termino de entender el empeño de don W en sacudir a gentes que no pasean por aquí.
    Vayamos al medio, están los que sospechan y se vacunarán y los que sospechan y no se vacunarán. Creo que don W está entre los primeros de estos medianos y Hilbert entre los otros...
    Lo que no veo es a qué discutir, sin decisiones prudenciales y hacemos flaco favor señalando nos unos a otros.
    Creo que el deber cristiano es poner sobre la mesa la Verdad, al menos las certezas que tengamos (por desgracia pocas), formar rectamente las conciencias, y pedir discernimiento al cielo.
    Y amar, mucho

    ResponderEliminar
  24. Anónimo de las 17:00 hs.
    Le agradezco que considere, o haya considerado, que este blog enseña a pensar.
    Me parece, sin embargo, que sus juicios son un poco apresurados. Yo le preguntó en qué se basa para decir que "denosto" a Mons. Scheneider. De ninguna manera es así. Lo considero, como usted dice, uno de los pocos "buenos" que nos quedan. Pero que lo considere tal, no significa que deba estar de acuerdo en todo con lo que él dice o sostiene.
    En cuando a Roberto de Mattei, le pido que me explique por qué considera que la "dogmatizo". ¿Será porte reproduzco un artículo suyo? Eso no es dogmatizar; eso, en todo caso, es adherir a la opinión de una persona con la que, generalmente, tengo muchas diferencias, y el historial de este blog puede ayudarle a corroborar lo que digo.
    De eso trata el pensar. Y es lo que intento con más o menos éxito: disntinguir. Distingo y apoyo en Mons. Schneider en casi todo, y distingo y apoyo a de Mattei en poco.

    ResponderEliminar
  25. Completamente de acuerdo con los comentarios de Hilbert. Poco más puedo añadir. Creo que está enfermedad no es lo suficientemente grave cómo para plantear la necesidad de una vacunación universal con unos medicamentos que están en fase de experimentación (las de ARNm nunca antes usados en humanos) de los que todavía no conocemos ni su seguridad ni su eficacia. Creo que el riesgo que estamos asumiendo es enorme ¿No estaremos, cómo el hombre insensato, construyendo una casa sobre arena al depositar toda nuestra esperanza en una vacuna en vez de confiar en la naturaleza que nos ha dado Dios? El hombre ha superado pandemias mucho más terribles que esta, es verdad que con un sufrimiento enorme. Pero el sufrimiento es consustancial a la vida. Quizás la diferencia de esta pandemia con otras es precisamente esa: nos creemos dioses capaces de superar cualquier problema con nuestra ciencia, rechazamos el sufrimiento y tenemos pavor a la muerte. Creo que rezamos poco, estamos demasiado apegados a este mundo y escuchamos "cantos de sirena".

    ResponderEliminar
  26. En algún momento, todos hacemos agua. El pecado original nos limita...

    ResponderEliminar
  27. Estimado Wanderer, he visto que hay al menos dos comentarios que, en referencia a alguno mío, consideran desacertado mi criterio sobre la baja mortalidad del virus. Le pido a Ud. y a sus contertulios de este blog un poco de benevolencia adicional y paciencia para seguir de dónde sale mi razonamiento. No me considero experto en nada, sólo trataré de aplicar el sentido común a los datos de que disponemos. En primer lugar, tengo que decir que siempre me basé en los últimos datos aportados por la propia OMS, en la que no confío demasiado pero de la que sospecho siempre infló las estadísticas para su beneficio. Según sus últimos informes, a nivel global (por eso habla de “pandemia”) la mortandad promedio de la enfermedad ronda el 0.31%. En ese promedio debería estar comprendido el 10% de que habla el comentarista desde México. Pero me permito señalar que con ser terrible y dolorosa cada muerte, ni al muerto ni a su familia le interesan las estadísticas, para ellos la estadística es 100%, lo cierto es que no estamos ante una plaga de proporciones bíblicas. Tengo varios amigos médicos y algunos de ellos están agobiados porque ven los efectos de la enfermedad sobre sus pacientes, y bajo esa impresión, hablan de una terrible epidemia. Sin embargo, no me parece que ni siquiera el 10% de mortandad medida sobre los enfermos, que serían el x% sobre toda la población, nos permite hablar de una epidemia o de una plaga, en nada comparable a las de siglos pasados. Si mi amigo médico me dice que con 27 pacientes internados en terapia intensiva en su hospital éste está colapsado, pues bien, será que el hospital es chico, lo cierto es que los cementerios no están colapsados, ni se apilan los muertos en las calles como antaño. Puede que pase circunstancialmente en algún país que vive más cerca del Siglo XVII que del XXI, pero no es la situación generalizada. Y estoy seguro que los comentaristas de este blog conocen más gente viva que muerta y más gente sana que enferma, cuando en las grandes pestes era, precisamente, al revés. Y por eso eran grandes pestes. El avance de las ciencias en general y de la medicina en particular parece habernos hecho olvidar que no podemos vencer a la muerte y que, más tarde o más temprano hemos de morir, de esta enfermedad o de otra. Es una consecuencia del pecado original. Si llega el día en que ésta se convierta en una verdadera peste, haré el juicio prudencial de si conviene o no entrar al experimento de la vacuna. Mientras tanto, con los datos existentes me permito dudar de la novedad del virus, de su virulencia, de que sea una epidemia, mucho más de que sea una pandemia, y de que en vista de ello, sea necesario y moralmente obligatorio vacuanrse como afirmó el Vaticano como autoridad secular para sus empleados. Como dice la glosa de Lope, a su “Yo, para que nací”: “De tierra soy y tierra he de volverme y, a siete pies de tierra reducido y una pobre mortaja en que envolverme, tendré del mundo el pago merecido. No puedo de este paso defenderme: ni el césar puede ni el jayán temido.¡Miseria general, caso terrible!:que tengo de morir es infalible”.
    Me parece que, hace tiempo, está faltando esa perspectiva en la visión de esta cuestión. Cordialmente.
    Hilbert

    ResponderEliminar
  28. Ah, los untadores... desde mi adolescencia imposible olvidar esa palabra que descubrí en el libro Los Novios, en cuanto surgió esta nueva-vieja peste me volvió a la mente, eso y la conmovedor relato de la piedad del santo (no recordaba cuál era, lo tuve que buscar) durante la epidemia, en un libro con autor anticlerical, eso me provocó una ensalada mental en su momento, que todavía no resuelvo. Perdón por la disgresión, pero de la Peste estoy harta de hablar.
    PD: Excelente blog, lo sigo diariamente.

    ResponderEliminar
  29. Creo que es muy bajo tildar de antivacunas, burros, negacionistas y conspiracionistas a todos los que se atrevan a cuestionar lo que nos están haciendo. Y no hablo del problema moral del origen de estas vacunas.
    Simplemente no sabemos qué efectos tienen y hay científicos serios cuestionando mientras son refutados por periodistas y políticos...y por el Wanderer que es tan ignorante como estos y como nosotros sobre el tema. Pero ya veremos dónde nos lleva este asunto de tener que presentar pasaportes sanitarios y aplicaciones de los gobiernos. Ahora la OMS y la industria farmacéutica quieren salvarnos. Qué risa.
    Nunca creí ver esto. No en este blog.

    ResponderEliminar
  30. Don Wanderer, hace aproximadamente un año escribí un comentario a uno de sus artículos . Recuerdo que decía algo así como que esto no era ninguna tontería y que tendrían que ver los hospitales de Madrid con la gente muriéndose en las salas de espera de las urgencias . Por aquel entonces a ustedes ( y digo ustedes porque últimamente tengo la impresión de que hay al menos dos wanderers ) las medidas sanitarias, me refiero a los confinamientos, les parecían una exageración .
    Ahora nos plantea la disyuntiva de ser terraplanistas o acudir a vacunarnos. Me estoy perdiendo.
    En cuanto a las vacunas, ciñéndonos a lo que es el viejo método científico , veo motivos de preocupación . Esto es una fase 4 aplicada a la población general. De momento sabemos que estas vacunas no confieren inmunidad esterilizante, no se sabe cuánto tiempo dura la inmunidad que proporcionan y se desconoce todo sobre posibles consecuencias a largo plazo.
    Es curioso que para el SIDA no se haya encontrado aún una vacuna pero para este sars cov 2 llevemos un montón . Sin embargo,ayer leí que unos médicos alemanes han encontrado resultados muy esperanzadores para tratar la covid utilizando un fármaco contra el asma. Hay, o deben buscarse, otras salidas que no sean la inoculación masiva de fármacos que han sido autorizados para uso experimental.
    Mientras tanto, siempre que se explique a los que se van a vacunar que ni siquiera así podrán librarse de la mascarilla , no veo que haya plan B.
    Me vacunaré cuando me toque, con la pócima que me asignen. Pero que no esperen que me ponga a aplaudir.

    ResponderEliminar
  31. https://www.lifesitenews.com/opinion/the-public-health-agency-documents-that-explain-the-exaggerated-covid-death-numbers?utm_source=telegram

    ResponderEliminar
  32. Yo no sé si el blog de Wanderer enseña a pensar.
    Pero sí es un excelente tubo de ensayo para observar el comportamiento social del catolicismo tradi.
    Otra que vacuna contra el COVID: contra la rabia es lo que se necesita cuando se leen algunos comentarios.
    Me he terminado de convencer que no hay cosa más fácil en esta tierra que hacer la guerra a la “gente del palo”
    ¡Qué “conspiraciones” ni ocho cuartos!, ni falta que hace: basta con tirar una materia opinable controvertida para que reviente todo por los aires.
    La estrategia es tan simple como lanzar una banana dentro de una jaula de gorilas hambrientos. Y para esto no hace falta ni retorcidos Illuminatis ni sabios mefistofélicos de Sion.

    Considerándolo bien, más que a pensar, el blog ayuda a interpretar.
    Por fin entendí aquello de San Pablo a los gálatas retobados:
    “Pero si mutuamente os mordéis y devoráis, mirad que no os aniquiléis unos a otros”.

    En eso estamos

    Luis Pasteur

    ResponderEliminar
  33. De hecho, la vacuna contra el SIDA se en encuentra en fase 3.

    https://www.google.com/amp/s/elpais.com/sociedad/2020-12-01/una-vacuna-contra-el-vih-llega-a-la-ultima-fase-de-ensayos-por-primera-vez-en-mas-de-10-anos.html%3foutputType=amp

    Sebastián M. S.

    ResponderEliminar
  34. Isaac, los porcentajes de muertos por COVID en México están calculados a partir de los contagiados conocidos.

    En cualquier país (y a nivel mundial) le informan "cuantas personas tienen COVID" (y lo saben porque se hisoparon) y cuantas murieron. Hacer el cálculo a partir de esos dos únicos datos, le arrojará un resultado erróneo porque no se contabiliza el 100% de los contagiados (que se desconocen). Hay muchos que tienen que COVID y no lo saben porque son asintomáticos.

    Según la OMS, la letalidad del COVID varía según la zona, pero dentro de estas variables:

    https://www.who.int/bulletin/volumes/99/1/20-265892-ab/es/

    Tirosa Laire

    ResponderEliminar
  35. Hilbert no exagere, la mortalidad (muertos por habitantes) no es tan alta 3 millones de muertos a nivel mundial sobre 7000 millones de habitantes a mi me da 0.042$. La letalidad( muertos por infectado) en Italia es practicamente inexistente por debajo de 50 años, 1% de 50 a 59, 3% de 60 a 69 9% de 70 a 79 y 20% de 80 a 89. Cuantas enfermedades hay con esta letalidad? No será una gripe, pero no está muy lejos. La proporción de camas de terapia intensiva ocupadas es siempre alta. Nadie invierte un abundante capital para que no sea utilizado, si así no fuera habría que pensar mal.(Como en el caso del ex Castex con siete camas en uso y siete nunca usadaas). Con lo que los países llevan gastado en tampones de PCR hubiesen por lo menos duplicado las camas de TI.
    Ya lo comenté en el otro post. En este tema se empezó mintiendo sabiendo que se mentía. Para eso no hace falta una conspiración.

    ResponderEliminar
  36. Esimado Anónimo de las 8:34, No tengo cómo corroborar los números que cita, pero el promedio que ud. da es muy similar al que calculé yo en base a los datos de la OMS, me parece que estamos fundamentalmente de acuerdo. No sé en qué pude haber exagerado. Saludos cordiales.
    Hilbert.

    ResponderEliminar
  37. Las vacunas son experimentales, Parece que hay pocos casos de reacciones adversas a corto plazo, pero al que le toca le toca (como a Viale p. ej.) A largo plazo, ni los que las hacen tienen idea de los efectos.
    Así que cada uno calcule para su rango etario y su condición física si es mayor el riesgo que el beneficio de vacunarse en lugar de tener el covid. A nadie lo pueden obligar legalmente a vacunarse, así que eso de que "Me vacunaré cuando me toque, con la pócima que me asignen" no es así, la decisión es individual e indelegable. Se habla de que hay una exigencia moral de vacunarse en razón del bien común de la inmunización general de rebaño (justo esa palabrita). Siempre es un concepto escurridizo el bien común, difícil calcular donde está y quién lo determina, tendría que estar absolutamente claro cual es el bien común y no se da el caso, para nada.

    ResponderEliminar
  38. Parece que Trump dejó algun "tradi" en la FDA:

    https://750.am/2021/04/13/estados-unidos-suspendera-de-forma-temporal-la-aplicacion-de-la-vacuna-johnson-johnson/

    ResponderEliminar
  39. El problema de este virus es su capacidad de contagio. La inmensa mayoría de personas pueden no sufrir síntomas graves si se contagian pero una pequeña parte sí los sufre y si se expande este virus son cada vez más quienes acaban en el hospital. Porque ese es otro asunto. Se incide mucho en la letalidad y en la mortalidad pero muchos también ingresan y luego se recuperan pero deben ingresar en los hospitales. Esto no colapsará los cementerios, amigo Hilbert, pero sí los hospitales, grandes o pequeños -mi tío ko está en uno pequeño precisamente- y esto es terrible. Tengan en cuenta también las enfermedades no covid que no pueden tratarse debidamente. Hay personas que te dicen: "todo se centra en la covid ahora. No se atiende al resto e enfermos." Claro que se les atiende pero con enormes dificultades. El covid lo ha puesto todo patas arriba y no entiendo que se ponga en cuestión ni su existencia ni su gravedad. Esto podía entenderse cuando todo estaba empezando pero a estas alturas...

    ResponderEliminar
  40. "I Promessi Sposi", Alessandro Manzoni, (Los novios). ed. 1827, cap. XXXIV.

    - “...l’untore! dagli! dagli! dagli all’untore!”

    “Chi? Io! Ah bugiarda strega! Taci lì” gridò Renzo; […] Allo strillar della donna, accorreva gente dalle due bande; […] Renzo deliberò in un baleno essere miglior partito sbrigarsi da coloro: […] gittò l’occhio di qua e di là, da che parte fosse men popolo; e da quella la dette a gambe. […] ma dietro le spalle sentiva egli risonarsi più e più forti all’orecchio quelle grida amare: “dagli! dagli! l’untore!; sentiva il calpestio dei più veloci ad inseguirlo […]

    Scerse dinanzi a sé, e non molto discosto, (chè il gran turbamento non ne lo aveva lasciato accorgere un momento prima) un carro che s’avanzava, anzi una fila di que’ soliti carri funerei, col solito accompagnamento; e al di là, a qualche distanza, un altro drappelletto di gente che avrebbe pur voluto dare addosso dal canto suo all’untore, e prenderlo in mezzo; ma erano anch’essi rattenuti dall’impedimento medesimo. Vistosi cosí tra due fuochi, gli cadde in mente che ciò che era di terrore a coloro, poteva essere a lui di salute; […] prese la rincorsa verso i carri, passo il primo, e avvisò nel secondo un buono spazio sgombro. Toglie la mira, spicca un salto; è su, piantato sul destro piede, col sinistro in aria, e colle braccia alzate.

    «Bravo! bravo!» sclamarono, ad una voce, i monatti,

    I nemici, all’appressar del treno, avevano, i più volte le spalle, e se ne tornavano gridando pure: «dagli! dagli! l’untore!» Un qualcheduno si ritraeva piú lentamente, sostando tratto tratto, e volgendosi con un digrignar di denti e con gesti di minaccia, a Renzo; il quale, dal carro, rispondeva loro dibattendo le pugna in aria.

    ResponderEliminar
  41. Suelo leer este blog, pero no suelo hacer comentarios. En esta oportunidad querría solamente remarcar dos aspectos:
    - se destaca la experiencia personal como fundamente para evaluar la situación, lo cual es correcto, pero en parte. Justamente aca radica una de las peculiaridades de lo que estamos viviendo: las experiencias personales, por transitar la enfermedad o por seres allegados es muy disímil. Por tanto uno a partir de la experiencia puede comprender que esta enfermedad es grave/muy grave y otro que es leve/muy leve. Ambas opciones son aún válidas.
    - se observa que no hay evidencia para afirmar que existe una conspiración. Pero para "detectar" una conspiración en marcha justamente lo que se carece es de evidencia, sino ya no sería una conspiración; la menos no una verdadera conspiración o una al menos bien diseñada. Lo propio de la conspiración es desarrollarse a la sombre, luego no se obtiene evidencia alguna. Esto solo bien puede resolverlo el paso del tiempo.

    ResponderEliminar