Reportaje de Tollers a Ludovicus (I)
Aquí el resultado de una entretenida tarde con Ludovicus,
rodeados de libros, discos y del silencio de su confortable atélier. De fuera
sólo se oían los zorzales de una primaveral tardecita porteña. La cosa fue así.
Tollers: ¿Por qué “Ludovicus”?
Ludovicus: Es mi nombre, solidificado por el latín. El
latín marmoliza las palabras, les da solemnidad, un cierto carácter. Es un poco
pobre el monosílabo, bastante light somos y me parece que nos movemos en un
medio de por sí bastante light como para llevar un nick tan frágil; como si
usted firmara Jack, ¿no? Le faltaría algo.
Tollers:
¿Qué opinión le merece este “medio light” que es el blog de Wanderer? Hay
quienes lo impugnan por excesivamente denso…
Ludovicus: Bueno,
hay como una contradicción entre el medio, forzosamente light y los temas, ¿no?
Pero Wanderer no es un blog, Wanderer es una tertulia. También es un refugio
para especies en extinción, y una necesidad para los que intentamos huir del
PUCO (Pensamiento Único Católico Oficialista) sin renegar de la Ortodoxia , al
contrario. Ocurre que la religión es algo peligrosísimo, máximamente nocivo
cuando no hay cabeza y corazón. Si le falta cabeza, es fanatismo y estupidez,
si le falta corazón, fariseísmo. Pero tiene que haber inteligencia, deseo de
entender sin beaterías. Por eso Wanderer expresa esa necesidad de apuntar a la
religión (“nuestro” tema) a la cabeza, para estar seguro de no pegar nunca
debajo del corazón, como decía Bloy.
Tollers:
Sí, me recuerda una frase del otro
francés, Maritain, que decía que hay cuatro tipos humanos, combinando cabeza y
corazón de todas las maneras, (ambos fríos, ambos calientes, etcétera). Y que
lo propio del cristiano era un corazón caliente con una cabeza fría. Que es,
supongo, una especie de comentario a aquello de que “el Padre quiere adoradores
en espíritu y verdad.” Ahora, me parece que la categoría de cristianos con
mente afiebrada y corazón helado rebasa las categorías de progre o tradi, no sé
si está de acuerdo… son tantos.
Ludovicus: Las
categorías de progre y tradi son ideológicas, y esa tipología de Maritain no,
es pre-ideológica y muy acertada. Es parecida a la categorización de ese
general prusiano ―creo que Moltke― que decía que a los oficiales estúpidos y
voluntariosos, lo que correspondería a la categoría mente y corazón afiebrados,
directamente había que fusilarlos. Mientras que para las otras tres
combinaciones posibles (inteligentes-abúlicos, inteligentes-voluntarios,
estúpidos-abúlicos) tenía alguna posición en su ejército. Por descontado que en
Wanderer abundan los inteligentes-abúlicos –los que Moltke reservaba para
consejeros del Estado Mayor-, qué se le va a hacer.
El problema de la religión, antes que un debate sobre los
contenidos doctrinarios ―que no voy a menospreciar, desde ya, porque la
ortodoxia es la raíz de la ortopraxis― de lo que se cree, es la actitud,
praxis, con la que se cree, con la que se aborda el ―ponga comillas, por favor―
“objeto” Dios; usted recuerda mejor que yo, Jack, esa cita de Castellani que a
su vez recuerda a Kierkegaard: se puede adorar al verdadero Dios como a un
ídolo y a un ídolo como…
Tollers:
…como a Dios, sí, cómo no. Me trae a colación una frase de Gerson que hablaba
de la importancia de los adverbios, la gran cuestión del cómo uno reza, adora,
estudia, trabaja, etcétera. Es algo que los de la “inmensa parroquia de la
ortodoxia infantil” (Castellani) desconocen enteramente―sobre todo por un
cierto automatismo que domina en sus cofradías voluntaristas. A mí, por
ejemplo, siempre me escandalizó que los del Opus se vieran obligados a hacer su
acción de gracias sentados… de tal modo que uno los podía identificar en misa
por eso sólo. Y sí, todos adoran al mismo Dios, pero da la impresión de que
tienen un Dios inerte y no “mi” Dios que dice el salmista, el Dios vivo...
Ludovicus: Al PUCO
le falla la apófasis, decididamente. “Más bien podemos decir lo que no es que
lo que es”, dice Tom, ¿no? Y eso del Dios vivo… “es terrible caer en las manos
del Dios vivo”, dice San Pablo. Pero no, lo queremos objetivado, delimitado,
inerte: es un ídolo, no es Dios. Junto con un catálogo de dogmas y quasidogmas
inflacionado y un ringlero de normas para tener controlada la salvación. No se
quiere perder el control ante Algo que me supera enormemente, que me deja
literalmente anonadado, el Terribilis, bah, la actitud del “awe” newmaniano.
Que no es miedo por la salvación o por los pecados personales, es algo
infinitamente más hondo, al punto que son los Ángeles (tan a resguardo de
cualquier condenación) quienes lo experimentan con mayor fuerza.
Para no hablar de “Jesús, mi amigo” de los progres.
Tollers: Hablando de los progres. Tengo para
mí que se terminó su ciclo, por lo menos en el orden intelectual, me da la
sensación de que se les terminaron las ideas y no saben cómo seguir. Pero
siguen y tienen un gran poder que lograron desde Vaticano II acá… Me pregunto
qué será de ellos y hasta cuándo los tendremos que soportar. Y otro tanto con
los progres del orden secular…
Ludovicus: Bueno,
los progres seculares son los “hermanos mayores” de los progres cristianos.
Creo que la deriva lógica de éstos últimos conduce al ateísmo o por lo menos a
la extinción de la fe. Hace veinte años, un progre cristiano estaba contra el
aborto, no apoyaba el matrimonio gay, creía en la otra vida. Hoy
prácticamente sostienen lo mismo que los progres ateos, con lo que el adjetivo
cristiano se ha vuelto cada vez más decorativo. La Iglesia se va depurando,
vegetativamente, de estos progres. Esto es lógico, la ideología que sustentó el
progresismo cristiano era el “Humanismo cristiano”, lo que constituye un
oxímoron, es como pretender que Jacob luche con el ángel toda la vida en vez de
una noche. Es imposible, la tendencia lleva o al teocentrismo o al
antropocentrismo, los términos finales se disocian. Los tropismos religiosos
son muy fuertes, esto se evidenció rápidamente en la liturgia.
En cuanto a los progres seculares, no comparto los
pronósticos de extinción.
Tollers: Ah, eso es interesante. Yo daba por
descontado que el Anticristo sería un tipo de derechas, un tipo serio…
Ludovicus: Sí,
probablemente será un progre serio. Pero la gran corriente progresista es
hegemónica desde hace siglos. Como dice Jünger, son diversas formas de
izquierda, pero el élan secular, casi incontrastable, es la izquierda.
Entendida como la creación de un orden inmanente humano, al margen de un
Creador: la generación de una nueva naturaleza. Habrá discusiones por el ritmo
o las velocidades, pero todos son progres, comparten esa fe. Como cuando los
conservas dicen que “la sociedad no está preparada” para el gaymonio; o que
“hay otras prioridades”. Están profesando la fe progre.
Tollers: Hmm, bueno, en cualquier caso ya nos
enteraremos de cómo será el tipo. Pero cambiando de tema, ¿cuáles son sus
autores preferidos y qué libro elegiría si pudiera llevarse uno solo a una
isla?
Ludovicus: Difícil
superar la respuesta canónica de Shaw: “Cómo construir una balsa” (risas). Pero
Shaw era casi inglés, decididamente progre. Digamos, más idiosincráticamente,
“Cómo vivir tranquilo en una isla”, escrito por algún habitante del Monte
Athos.
La pregunta –lo sabe todo lector- es especialmente
torturante, porque los libros, aún cuando no se lean, tienen una gravitación
especial cuando uno los tiene a mano… Cada vacación o viaje es un suplicio
decidir qué llevar. ¿No le pasa algo parecido, Jack?
Tollers: ¿Dónde se crió? ¿Tuvo una infancia
feliz? ¿Dónde hizo la secundaria?
Ludovicus: No sé si feliz, pensaba
demasiado, y eso es fuente de infelicidad: "No quieras ser demasiado sabio
ni demasiado justo", aconseja la Escritura. Y siempre me acompañó la
sensación de llegar a una fiesta que había empezado hace mucho, y cuyos códigos
no entendía. En eso no he hecho muchos progresos, sigo teniendo una
impresión análoga. Supongo que hay tipos que nacen instalados y tipos que no se
terminan de instalar. O quizás nadie se instale, y la diferencia sea sólo entre
buenos y malos actores.
Por lo demás, he sido un chico de departamento, y como buen
porteño nací en la Provincia. El secundario, en un colegio religioso ―sit venia
verbo. Un colegio raro, donde colusionaba el viejo estilo sulpiciano-jesuítico
en decadencia y el progresismo adveniente. Como era previsible, adherí al
primero para atacar al segundo, y sólo muchos años después comprendí la
dinámica de ambos enemigos, que también son los míos.
Tollers:
"Chico de departamento que pensaba demasiado" suena a niño aislado,
libresco, un poco raro. ¿No había amigos, deportes, primos, hermanos, fiestas,
música y esteee... chicas?
Ludovicus: Sí, tal
como suena. En cuanto a las chicas, nunca tuve mucha fortuna, a pesar o quizás
a causa de cierta concepción del amor cortés, bastante platónico, para lo cual
el colegio no mixto ayudaba. Lo que fue compensado con creces cuando
conocí a mi mujer, que reúne en sí todo lo que desde muy joven quería en una
chica: belleza y homonoia, “que un varón y una mujer sientan juntos,
compartiendo los mismos pensamientos”, como dice aproximadamente la Ilíada.
Tollers: Y sus hijos, ¿cómo salieron?
Ludovicus: Bueno,
con sus dificultades y circunstancias tan diferentes a las nuestras van
saliendo. Nunca como imaginamos, y eso es lo bueno.
Yo tengo un axioma: todo lo que es inesperado, lo que se impone a nuestros deseos y nuestra voluntad, es más divino que lo que deseamos, más digno de esperanza. Por eso, los hijos son máximamente divinos (risas).
Yo tengo un axioma: todo lo que es inesperado, lo que se impone a nuestros deseos y nuestra voluntad, es más divino que lo que deseamos, más digno de esperanza. Por eso, los hijos son máximamente divinos (risas).
Tollers: ¿Le cuesta rezar?
Ludovicus: Creo que
como a muchos, me cuesta ponerme a rezar, sobre todo cuando "se cierra el
Cielo", que dicen que son los mejores tiempos. Para esos momentos,
aprendí―o Alguien me enseñó―un truco: presentar la propia acidia, la
nada y la devastación interior, ofrecerla. Ofrecer la nada de uno,
exponerla como se expone una ciudad bombardeada. Otro truco es reorientar
"a lo divino" las canciones de amor profano: increíble cómo sirven.
También aplicar a la situación propia pasajes de la Escritura o del breviario,
como decía Merton, "un arte delicadísimo", para el cual la poética
ayuda mucho. Fue un descubrimiento el día en que entendi que la Misa no era
prosa sino verso, que la liturgia era lenguaje metafórico, que había que
representar las imágenes como en poesía: el Ángel ofreciendo el sacrificio ante
el Trono del Altísimo, los muertos que duermen el sueño de la paz marcados con
el sello de la fe, etcétera.
Igual, rezo mucho menos de lo que debería y lo lamento.
Pero cuando todo se hace muy difícil, siempre tenemos el Rosario, o directamente repetir el Padrenuestro, o la oración del Nombre de Jesús. Hay un mantra muy bonito, de santa Catalina de Siena: "Yo soy el Que Soy, tú eres la que no es". Lo importante es ex-ponerse, como si Dios fuera un sol y nosotros un témpano. Imaginarse como algo que está brotando permanentemente de la nada, sostenido por la energía de Dios, por su Amor.
Tollers:
A menudo ando con eso, yo también, eso de “reorientar las canciones de amor
profano a lo divino”; pero luego, hay que tratar de “reorientarlo” todo, como
que todo apunta hacia arriba. Es muy divertido hacerlo con las frases y
eslógans publicitarios, que a veces ni falta modificar su redacción, como
aquella, vieja, que promovía una bebida: “El interminable sabor del mundo”.
Claro se puede traer a la memoria muy, muy, antiguas (hay veces que me imagino
a Dios Padre diciéndome “Momentito, pluma, pluma…”). Pero lo admito, lo de las
canciones es lo más fuerte, como que creo que Teresa de Jesús y San Juan de la
Cruz no hacían otra cosa.
Ludovicus: ¡Y Escrivá con los boleros! (risas).
Lo volvía loco “Solamente una vez”. Cabría dar vuelta la famosa expresión de
los descreídos, aquello de que "la mística es una carta de amor con el
sobre equivocado". En el fondo, todo gran amor es una mística con el sobre
equivocado. Lo único que justifica un amor, las declaraciones desmesuradas y
sobre todo ese alud de aspiraciones propias de los enamorados es el amor a
Dios. Por cierto que siempre que ese amor esté orientado verdaderamente hacia
Dios, y no a una humanidad de Cristo arrianizado o a María como una gauchita o
un sustituto de la mamá de uno. Eso sí puede convertirse en una carta de amor
con el sobre equivocado. Una mala sublimación, como dirían los freudianos, y
que amenaza a la espiritualidad semiarriana de hoy en día, como herencia
del barroco.
Y tiene razón, Tollers, todo se puede reorientar. Abajo de
todas las cosas creadas asoma el piolín, la raíz del Creador, "Deus rerum
tenax vigor" como dice el Himno.
"Un colegio raro, donde colusionaba el viejo estilo sulpiciano-jesuítico en decadencia y el progresismo adveniente. Como era previsible, adherí al primero para atacar al segundo, y sólo muchos años después comprendí la dinámica de ambos enemigos, que también son los míos".
ResponderEliminarSiempre imaginé a Ludovicus como un ex lefe.
Ya no, ahora estoy seguro.
Feliz Pascua de Resurrección.
ResponderEliminarComento un caso real aunque no tenga relación directa con la entrevista. Un familiar regresó ayer de un retiro en una comunidad de carmelitas. El director negó la doctrina de la expiación. Así que lo que dijo Isaías sobre el Redentor: "Ha sido traspasado por nuestros pecados, triturado por nuestras iniquidades; el castigo, precio de nuestra paz, cae sobre él, y a causa de sus llagas hemos sido curados" es doctrina medieval, ya superada. La película "La Pasión" de Mel Gibson fue objeto de críticas furibundas (supongo que por ser, traducido en lenguaje wanderiano, "barroca"). En el retiro ese mismo carmelita incluyó citas y textos de Simone Weil y Bonhöffer. No he leído nada de los susodichos, las citas pueden ser completamente correctas y sé que incluso las palabras de Jesucristo y San Pablo pueden ser tergiversadas. Más que la ortodoxia o heterodoxia de Weil lo que quería comentar es que en la raíz de los desvaríos teológicos de ese carmelita creo que se encuentra una especie de orgullo intelectual, un desprecio hacia la teología que ha sustentado a millones de almas Católicas durante siglos, una visión de que el pensamiento del pasado es completamente tosco, que nosotros somos mucho más listos. "Teología medieval" es una etiqueta vergonzante, con utilizarla queda todo dicho (pobre Santo Tomás). En resumen, esnobismo teológico. Todo esto habitualmente pensamos que sólo se aplica a los progres, los que se paseaban en los sesenta con libros de Rahner en la mano, pero es algo en lo que podemos caer todos.
Bueno, espero que esto no suponga una ruptura de hostilidades después de la tregua del triduo Pascual y confieso que mi ignorancia en estas cuestiones es prácticamente total. Y mi estilo artístico favorito es el románico.
Jacobita, yo creo que en la raíz de los desvaríos del carmelita está la falta de fe.
ResponderEliminar¿Ludovicus lefebvrista? No, es demasiado inteligente.
ResponderEliminarLa culpa no es del carmelita. La culpa es de su amigo que se le ocurre ir a un retiro predicado por curas. Los retiros, hoy en día, deben ser predicado por libros. Ahí tiene don Wanderer, un buen tema para un post.
ResponderEliminarUn reportaje con mucha miga. Me quedé con ganas de más. ¿No hay segunda parte?
ResponderEliminarWanderer, al día de hoy es muy dificil explicar que somos Católicos. Casi parecemos miembros de una secta o algo así.
ResponderEliminar¿A qué Misa o a qué comunidad aconsejaría ir a alguien que está buscando la Religión Verdadera?
Una vez más, solo por Gracia de Dios se salva quien se salva. Aún con todo en contra, y sino, aún con todo a favor no se salva.
Crux Australis
Coronel, con tanta miga se va a empachar. Son tres partes.
ResponderEliminar"¿A qué Misa o a qué comunidad aconsejaría ir a alguien que está buscando la Religión Verdadera?"
ResponderEliminarNo Crux, nada de eso.
Ni una misa, ni una feligresía, ni una institución. Nunca jamás.
Es necesario salirse del "esquema" y pararse solo, frente a Él, sin que te banque el malón y sus inconvenientes combos. Es necesario ser responsable frente a Él, sin la institución mediadora que nos hace bobos en busca de una seguridad que tarde o temprano hace agua.
Y si no saber dónde ir a parar es para muy probablemente meterse de cabeza en la boca modernista, hágase usted un anti-modernista, pero sin depender de nadie. Hágalo a su manera, pues tomarlo de otros es para muy probablemente terminar en un tomismo disecado, en la escolástica decadente que olvida al Pascal del "corazón", o la "interioridad" de Agustín, del que habla Ludovicus, para trocarte en silogismo. Importa el modo. Mucho.
Y cuánto importa, cuando vemos que a fuerza de modernistas devinieron en herejes y otros por anti-modernistas se perdieron el cristianismo...
La mediación es del cura que sea para que te dé le sacramento. Nada más. Luego, salvo algunos pocos, más bien tenerlos lejos, bien lejos.
Ludovicus=triple de miga.
ResponderEliminarSi no le ponés un vino es intragable.
SP5: Me parece que volcó.
ResponderEliminarTodo esto tiene consecuencias gravísimas e incomensurables. Yo creo que SP5 debe disculparse o ser expulsado del foro, porque luego de sus malas acciones, está fuera de todo lugar.
ResponderEliminarEl amigo de BV
Con la salvedad de que, cuando SP5 habla de "institución" se refiere a las instituciones eclesiales (léase Opus Dei, carismáticos, IVE, neocatecumenales, grupos parroquiales, Legión de María, etc.) y no a la Iglesia, esposa de Cristo, estoy en un todo de acuerdo con él.
ResponderEliminarWanderer:
ResponderEliminar¿no se le vá un poco la mano a SP5?
Yo no soy muy "comunitarista" que digamos, pero me parece que del Evangelio surje que los discípulos de Cristo deben formar comunidad, deben amarse, deben ser uno, etc...
¿Como hacemos para vivir esos textos del Evangelio?
Juancho.
Juancho, Tiene razón. La comunidad es necesaria, pero yo creo que se forma con los amigos y con la familia. No me parece que, en las circustancias actuales, haya que buscarlas en grupos "mediadores de la redención" que terminan siendo escuelas de adoctrinamiento de soldaditos, que marchan todos al mismo paso, según la orden del fundador.
ResponderEliminarLos 2 últimos comentarios de Wanderer explican bien lo que quise decir y no creí necesario mencionar.
ResponderEliminarCreo en la Iglesia visible. Otra cosa es lo otro: la cobardía de sentirse "en casita", la irresponsabilidad que eso supone, lo bobo que terminás, etc.
¿Es que aun hay tipos que creen que se salvarán en masa?
ResponderEliminar¡Y otros que crean que negar lo anterior sea negar a la Esposa!
¡Vamos muchachos!, ¡religión en serio!, como la de Bloy, cuando afirmaba: "A propósito del molde deprimente usado por la Compañía de Jesús y que se llama "Ejercicios", yo afirmo que la santidad no es otra cosa que el esparcimiento feliz y completo de la individualidad, y que el estrangulamiento de ésta, es una obra demoníaca. Cuanto más santo, más singular, empezando por San Ignacio de Loyola, que fue el más grande original de su tiempo" (Diario. Del 6 de Julio de 1908).
Hay algo profundo allí. No se bancan la religión de veras, a la singularidad, y apelan al malón. Entonces no se acerquen a Kirkegor, ni a uno mismo, que les dará pavor.
Está el problema de la institución y está el problema del último parrafo. ¿Es el cura solo un "productor" de sacramentos? ¿Una especie de surtidor para saciar a los fieles? ¿Es este el lugar que debería ocupar?
ResponderEliminarMe parece que no.
...y cuando saben que tenés varios hijos, o que vas a Misa, o lo que sea, ¿no van y te preguntan en qué grupo estás?
ResponderEliminarLo de "católico a secas" no conforma a casi nadie, como si todos necesitaran de un paraguas adicional.
Pero, más allá de las apariencias, la cosa es al revés: frecuentemente el católico a secas está en comunión con los santos, el que milita en una cofradía en particular, no.
Dije "frecuentemente", y dije bien.
Larvatus Prodeo
Amigo de BV, porqué no nos hablás de las consecuencias inconmensurables?
ResponderEliminarQuién es BV?
Lucio.
Che Wandy te olvidaste de la Fraternidad S.P.X, que después de monseñor tiene mucho de estos grupetes
ResponderEliminarLa parroquia. La comunidad es la parroquia.
ResponderEliminarMal que nos pese. Y sin intermediarios. Y si los hubiere, que no la instrumentalicen.
Y párrocos como el Santo Cura.
Wanderer agradezco la publicación de la entrevista de Ludovicus, como las cuatro primeras letras de su nick indican ha respondido casi jugando...
ResponderEliminarMi vía crucis personal de esta semana santa, y con pesar lo digo, fue encontrar un lugar doctrinalmente saludable al menos, medianamente, no reclamo grandes cosas y por otro lado con una dosis de belleza estética y buen gusto... lo encontré por breves momentos, pero no puedo dejar de pensar en lo dificultoso del caso.
Andrea
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ResponderEliminarLo que cambia está caput. Fijate en la Iglesia Católica. Yo soy católica apostólica romana e iba a la misa siempre. Pero hoy en día no voy. Antes se cantaba en latín y me daban la ostia en los labios. Hoy, no. Esa no es mi religión. La religión es la misma pero el dogma ha cambiado. A ese dogma lo rechazo. Aquí, en mi corazón tengo al templo de Dios. Porque estoy hecha a su imagen y semejanza. Y no voy más a la Iglesia. Veo a Dios en la belleza, en la naturaleza de los árboles, de los pájaros, de las nubes, de las estrellas, de la vía láctea, de la luna… Todo eso es el pincel de Dios. Dios existe. Lo amo con toda mi alma. Pero mi religión me ha defraudado.
ResponderEliminarPublicado en "Hola".
Gelfand, ¿Para qué otra cosa quiere al cura? ¿Para que le predique? ¿Para que lo "dirija" o gobierne espiritualmente? A los curas hay que largarlos los domingos para que celebren misa y confiesen, y después, encerrarlos de nuevo en la sacristía.
ResponderEliminarCreo que entendimos el punto condesa, aunque lástima que su padre era un mayordomo de un conde.
ResponderEliminarWanderer, usted siempre convocando gente tan pintoresca...
Debería saber que el Minotauro le tiene un gran aprecio.
Ser magnánimo es señal de palomas voladoras.
Enrique Z. K.
¿qué culpa tiene Ludovicus de todo este kilombo?
ResponderEliminarPara los que pugnan entre parroquias, cofradías y chiqueros, no está de más recordar un viejo comentario:
"Mira que estoy a la puerta y llamo
La palabra de Cristo está, pues, todavía en la Iglesia, no sustentada por hombres, sino por sí misma. Sustentada en la Piedra Fundacional:
“[porque] Yo te digo que eres Piedra, y sobre esta Piedra edificaré mi Iglesia”.
(Que sean Uno, Alonso de Escobar).
Alonsito
¡Me gusta esta entrevista!
ResponderEliminar¡Feliz Pascua de Resurección a todos los participantes de las tertulias
Wanderianas!
Mary Lennox
El latín, no las vuelve duras las cosas sino que les da la apariencia de las cosas de antaño, esas cosas que son verdaderas, y no de plastico.
ResponderEliminar¡Si tan solo pudiera darles esa forma mentis a mis alumnas! ¡Descubrirían
todo un nuevo y maravilloso mundo!
Creo que la cosa es mucho mas sencilla: estar en una buena cofradía puede ayudar a algunos a crecer en la Gracia. Hacer unos buenos ejercicios espirituales con un buen cura pueden ayudar a algunos. Hablar con un buen cura, tener un buen Director Espiritual, son usualmente un camino interesante y de provecho hacia Dios. Pero, claro, se presupone el adjetivo "bueno". Sin embargo, los hay: buenas cofradías, grupos de oración, institutos, fundadores (tan denostados en general aquí), curas y Directores.
ResponderEliminarSi no se admite esto se cae en error similar al de los impíos, asquerosos y salvages neocones: no es ya "o pertenezco o mi salvación peligra" sino "si pertenezco...".
Muy interesante la entrevista, realmente de provecho...
Uno que pasa de vez en cuando por aquí...
Wanderer: espero que solo este buscando escandalizar.
ResponderEliminarPropóngaselo a sus amigos ortodoxos a ver que les parece.
No mando Cristo a predicar a los apóstoles? No los mando a ser pastores?
No dice Gregorio Nacianceno que la misión del sacerdote es ser guía de las almas e intermediario entre Dios y los hombres (De Fuga, 91)?
Claro que hoy lo hacen mal. Pero no se porque me parece que los laicos no lo harían mejor.
Gelfand, no busco escandalizar sino que exagero. Como bien dice otro comentarista, el secreto está en encontrar buenos curas. Y eso, cada vez es más difícil. Yo apenas si conozco un par, y eso que conozco muchos.
ResponderEliminarLas formas (instituciones) son instrumentales y no suplen al hombre. Por tanto no son esenciales, pueden caducar, corromperse o devenir inconvenientes.
ResponderEliminarNo abrogan la responsabilidad, ni subrogan en ningún caso a la persona humana.
El pensamiento mítico coloca al mito por encima de la persona y libera a ésta de responsabilidad moral. Y así, por ejemplo, se afirma absurdamente que basta "pertenecer" para ser mejor, o salvarse, o ser puro, y estar fuera para ser réprobo.
El mito no admite opuestos, se transforma en ídolo que crece hasta la dimensión teratológica. Así nace la superstición y el fanatismo. La gran amenaza es el mito. Es tenebroso, monstruoso y cruel.
A todo chichipío le llega su hierofante.
Vieron el video que puso natalio ruiz? Ahí aparece un cura como Dios manda.
ResponderEliminarLa entrevista a ludovicus me aburrió soberanamente..
ResponderEliminarPor favor Wanderer, quienes son estos buenos curas ( el par ) no sea egoista , no te lo guardes ...
ResponderEliminarJuan
W: agree. Los curas que celebren Misa y confiesen y que nos dejen a los laicos ser.
ResponderEliminarLos laicos (por una agudización del ingenio frente a la necesidad y por Gracia de Dios principalmente)hemos venido a tomar las riendas en el apostolado.
Don Luis: excelente cada vez que habla de oración! Gracias. El resto no le entiendo.
Dummy.