Mons. Víctor “Tucho” Fernández es el Rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina. Fue propuesto para ese cargo por el entonces cardenal Jorge Bergoglio pero la Sagrada Congregación para la Educación Católica lo rechazó en varios oportunidades no sólo por el más que escaso nivel académico del candidato, sino por las dudas en cuanto a la ortodoxia de su doctrina. El en ese momento P. Fernández había hecho declaraciones públicas bastante vidriosos y ambiguas cuando se discutía en el Congreso la ley de matrimonio igualitario.
Pero el arzobispo porteño no se dio por vencido. Movió cielos y tierras romanos y, a pesar de su desagrado por lo viajes, se allegó a misma Ciudad Eterna para presionar personalmente, y finalmente consiguió que el Tucho reemplazara a Mons. Zecca en el rectorado de la UCA. Habrá sido por este motivo que, el primer acto de su pontificado, fue nombrar al P. Fernández arzobispo in partibus, es decir, sin diócesis asignada, casi como un premio para él y una humillación para quienes se habían opuesto a sus intenciones. Mons. Tucho es ahora, además de amigo y consejero teológico de Bergoglio, “padre sinodal” y vicepresidente de la comisión que redactará el mensaje final del sínodo.
Ayer brindó una conferencia que pueden leer aquí en la que, entre otras cosas afirma: “El matrimonio cristiano es un «ideal hermoso», pero cuando se habla de «gradualidad» se pretende decir que hay que tomar en consideración «la realidad concreta de las personas que no pueden llegar a aquel ideal», por lo que hay que recordar esa categoría del «bien posible» evocada por Papa Francisco en la “Evangelii gaudium”, a la que hay que aspirar «incluso con el riesgo de ensuciarnos en el lodo del camino».
Pasemos en limpio: a la perfección cristiana a la que todos estamos llamados se llega gradualmente. Es un camino que los místicos dividen en tres etapas. Las mismas virtudes, que son hábitos, se adquieren gradualmente, y a veces lleva años el adquirirlas. Sobre estoy no dudas.
Pero pareciera que Tucho el Teólogo confunde el estado de perfección cristiana o el estado de virtudes adquiridas con el estado de gracia. A la gracia –el Dios Uno y Trino habitando en el alma-, no se llega gradualmente: se llega o no se llega; se posee o no se posee; se encuentra o se pierde. El cristiano está en gracia o está en estado de pecado; nunca la teología católica escuchó que se puede estar “gradualmente” en gracia: media gracia o un cuarto de gracia no son medidas vigentes, hasta ahora.
Lo que pretende hacer el Tucho es explicar por qué un divorciado que contrajo nuevas nupcias civiles y que, por tanto, vive en adulterio, puede comulgar: no ha llegado al grado de “matrimonio perfecto” sino que se está acercando gradualmente a él. Esto quiere decir que su alma en un estado gradual de gracia, inferior al máximo deseable, pero la suficiente para poder recibir la Sagrada Eucaristía sin cometer sacrilegio.
“Cuando Jesús salía para irse, vino un hombre corriendo, y arrodillándose delante de Él, le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?” Jesús le respondió: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios. Tú sabes los mandamientos: ‘No mates, no cometas adulterio, no hurtes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre.’” (Mc. 10, 17-19)
¿Hace falta la exégesis? El Señor no le dijo al joven rico: “Gradualmente deja de matar; gradualmente deja de cometer adulterio; gradualmente…”. Lo de Mons. Tucho es, a mi entender, lisa y llanamente una falsificación del mensaje evangélico y una traición al depósito de la Fe, tal como la recibimos de nuestros padres.
Pero no terminan aquí las noticias del día. Como nos advierte el blog In Expectatione, en la homilía diaria en Casa Santa Marta, el papa Francisco afirmó que: “Dios no existe: ¡no se escandalicen! ¡Dios así no existe! Existe el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: son personas, no son una idea en el aire… ¡Este Dios spray non existe! ¡Existen las personas!”.
A ver: el sucesor de Pedro, encargado por el mismo Verbo de Dios hecho hombre de “confirmar a sus hermanos en la fe”, dice lo que ustedes acaban de leer. Si lo tomamos al pie de la letra, debemos decir que el papa Francisco no cree en la naturaleza ni en la esencia divinas. “Eso”, en lo que él no cree, no sería más que un “spray”. Él solamente cree en las personas divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, pero no en la Trinidad como unidad de personas.
Le aconsejo a los tomistas que no se les ocurra hablarle del Ipsum Esse Subsistens porque, debido a que no entiende el concepto, seguro que les da una misericordiación de esas que él sabe dar.
Es un negro cabeza.
ResponderEliminarLo primero, lo de Tucho, es casi herético, comprometiendo la doctrina de la justificación del Concilio de Trento. Pero, además, tal "gradualidad" fue expresamente condenada por Juan Pablo II en muchas oportunidades, por no irnos más lejos.
ResponderEliminarLo de Bergoglio, si no fuera un "efecto" de los que tanto le gusta, diríamos que ha caído en la herejía triteísta. Estoy seguro que si se lo pusiera entre la espada y la pared, repetiría la doctrina tradicional. El problema es que es afecto a la sanata efectista que termina minando la doctrina por el lado pastoral.
Ahora bien, si según el Puntero Máximo los cristianos adoramos al mismo Dios que los mahometanos, ¿se atrevería a repetir la sanata de Sta. Marta frente a sus amigos jihadistas?
Disculpe Wanderer, pero Francisco aludió, aunque de una manera desprolija, a un concepto correcto. La naturaleza o esencia divina no existe "anterior" a las Personas divinas, "por encima" o "aparte" de Ellas, sino solamente como Paternidad Subsistente (o Plenitud Fontal y Paternidad Subsistente, según S. Buenaventura), como Filiación Subsistente y como Procesión Subsistente.
ResponderEliminarCito de "El Dios vivo y verdadero: el misterio de la Trinidad", por Luis F. Ladaria, 1998, pp 297-298:
Sabemos que no hay una divina esencia "anterior" a las personas, no hay una naturaleza divina que esté "por encima" de ellas (cf DS 803-804). ... Sabemos ya también que cuando el Nuevo Testamento habla de Dios se refiere en general, aunque no exclusivamente, al Padre. Con el Padre hay que identificar, en este sentido, al Dios del Antiguo Testamento. Dado que no hay una esencia divina anterior, es claro que se habla sobre todo de Él cuando se habla del Dios infinito, eterno, omnipotente (cf. el Credo).
La cita del Denzinger es del Concilio Ecuménico Letrán IV, de 1215:
804 Dz 432 Nosotros, empero, con aprobación del sagrado Concilio, creemos y confesamos con Pedro Lombardo que hay cierta realidad suprema, incomprensible ciertamente e inefable, que es verdaderamente Padre e Hijo y Espíritu Santo; las tres personas juntamente y particularmente cualquiera de ellas y por eso en Dios sólo hay Trinidad y no cuaternidad, porque cualquiera de las tres personas es aquella realidad, es decir, la sustancia, esencia o naturaleza divina;
Juan, estoy de acuerdo con usted. Es por eso que digo en el blog "si tomamos al pie de la letra" lo que dijo Bergoglio.
ResponderEliminarEl problema es que confunde, un lujo que un Papa no puede darse, a fin de obtener el "efecto" sanatero al que es tan afecto, como dice Kurtz.
Ya había comentado en otro momento que el doctor Miravella, me dijo que Bergoglio, cuando estudiaba no podia entender las procesiones de las Personas en la Santisima Trinidad.
ResponderEliminarParece que sigue sin entender.
En realidad la gradualidad a la que apunta Tucho no es la opuesta al hecho de que una persona está en gracia o no lo está, sino la opuesta al hecho de que una relacion sexual es, con respecto al estado conyugal de las partes, o lícita si están unidas en matrimonio, o pecado grave si no lo están.
ResponderEliminarLa propuesta de Tucho es que, entre relacion conyugal lícita y fornicacion (con el caso particular de adulterio) gravemente pecaminosa, existiria una hipotetica "via media" que sería solo pecado leve, y que se daría, según la propuesta de Kasper apoyada por Vesco, cuando las partes, si bien no estan unidas en matrimonio sacramental, han establecido una realidad familiar que merece ser protegida.
En esa propuesta, al ser esa relacion pecado tan solo leve, las partes podrian estar en gracia.
Exégeta tuchiano, es posible que en este caso concreto tenga razón. El problema es que ese principio lo aplican a todo. Me consta que en casas de formación religiosa de Córdoba se eneseña esa doctrina moral desde hace 20 años. "Lo ideal, le dicen al joven seminarista, es que te mantengas casto. Pero lo real es tu bien posible. Hacé lo mejor que puedas, y vamos andando". Y así, las masturbación deja de ser pecado mortal, y lo mismo pasa con amagues con otras persona, e via dicendo.
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ResponderEliminarDejan entender , que el problema no es el mundo , ni la Iglesia ..
El problemo es ..La Argentina y los Argentinos ......
La gradualidad es una medida prudencial que sólo puede aplicarse al caso concreto, cuando existe ignorancia en el fiel que puede excusar la advertencia de la gravedad del pecado, y el confesor no es inquirido sobre su bondad o maldad. Ante esa realidad, y para que la persona no rechace sin considerar siquiera la ilicitud del pecado objetivo que comete, el confesor puede ir gradualmente formando la conciencia y conduciendo al fiel a comprender la ilicitud de su conducta. Pero hay un límite, porque toda persona tiene derecho a la verdad, y si el penitente pregunta, habrá que decírsela.
ResponderEliminarPor eso, es absolutamente contradictoria la gradualidad, que es una medida prudencial, con el ejercicio del munus docendi. Es como si los jueces dictaran leyes en sus sentencias.
bergoglio es un efecto de las "condenaciones" de woytila ...
ResponderEliminarhipotética hipotenusa de la truchada media ..... ay ay ay ay
ResponderEliminarCoronel Kurtz, su último punto es muy bueno. Mas generalmente, la cuestión es si en el conocimiento natural o filosófico de Dios hay un conocimiento, aunque sea parcial, del Padre.
ResponderEliminarLa respuesta a esta cuestión está ligada al significado de la noción de "innascibilidad" del Padre, sobre el cual hay dos líneas teológicas.
En la primera, que se origina en los Padres griegos, tiene sus representantes principales en Ricardo de San Víctor y Alejandro de Hales, y alcanza su punto cumbre en S. Buenaventura, esta noción comporta un aspecto negativo, el Padre no tiene principio, pero también un aspecto positivo, su plenitud fontal. Para S. Buenaventura, la distinción propia del Padre consiste ante todo en la innascibilidad ("podemos concebir la hipóstasis del Padre incluso sin concebir ninguna otra persona, y entonces esa hipóstasis se concibe sin la paternidad"), y culmina o se cumple plenamente por la paternidad. Con más precisión aún: para S. Buenaventura "por ser innascible es por lo que la hipóstasis del Padre engendra [al Hijo]".
En la segunda, que se origina en S. Agustín, fue desarrollada por Pedro Lombardo y S. Alberto Magno, y encontró su formulación definitiva en S. Tomás, esta noción comporta solamente un aspecto negativo: "Ingénito significa el que no es engendrado". Así, para S. Tomás "si no tenemos en cuenta la paternidad, ya no podemos concebir la hipóstasis del Padre".
S. Tomás ve en la tesis de S. Buenaventura una concepción pre-relacional del Padre, y ese es exactamente el caso y la razón precisa por lo que yo adopto la línea de S. Buenaventura. Porque si así no fuese, o sea si no se pudiese conocer por la razon, aunque sea parcialmente, al menos una persona divina previamente al conocimiento por la fe de las relaciones trinitarias, entonces la razón humana no podría llegar, sin la Revelación cristiana, a conocer que Dios es personal. Lo cual se opone a lo enseñado por Pio XII en Humani Generis: "A pesar de que la razón humana, sencillamente hablando, pueda verdaderamente por sus fuerzas y su luz naturales, llegar a un conocimiento verdadero y cierto de un Dios personal, ...". (*) En cambio, en la línea de S. Buenaventura es posible conocer por la razón, aunque sea parcialmente, una persona divina que es la del Padre, solamente como plenitud fontal pero no como Padre.
Fries 1979, "Conceptos fundamentales de la teología" 2a edicion en castellano, p. 356.
http://books.google.com/books?id=hCarrQ_Yo_QC
Emery 2008, "La teología trinitaria de Santo Tomás de Aquino", pp. 242-248.
http://books.google.com/books?id=a-mjyChyB_MC
(*) Alternativamente, podria entenderse que por la razón sólo se podria conocer una persona "inexacta", inexistente, que no correspondería al Padre sino a la esencia, y que deberia ser desechada y reemplazada, no mejorada o completada, por la persona "exacta", real, del Padre. Esto implicaria que por la razon se llegaría necesariamente a un conocimiento erróneo, y no sólo incompleto, de Dios. A mi juicio esto no es compatible con la doctrina católica.
Toda esta seguidilla de impagables posts que ha generado Wanderer en estos últimos días es impagable (muchas gracias don W). Las mismas me han llevado a pensar lo siguiente,
ResponderEliminarSi yo que soy un bruto importante en la materia puedo claramente discernir el error en todo lo que JB y sus secuaces plantean, y si a eso le sumo que varios de los foristas de este espacio (que son mucho mas sabios que yo) no solo lo ven sino que además refutan con mucha altura.
No puedo evitar preguntarme, si esto esta pasando en otros lugares del mundo?
Somos solo nosotros?
Es mas, será posible que no haya ningún cura, Obispo o Cardenal con los pantalones bien puestos que le marque la cancha a este pelandrún?
Tan solos estamos?
En fin.
En esa propuesta, al ser esa relacion pecado tan solo leve, las partes podrian estar en gracia.
ResponderEliminar..
Padre Pío le dijo cochino a un concubinario. Igualito a los conceptos que manejan estos...
Puede que Dios los sostenga con su gracia para que no se pierdan del todo pero no por eso la jerarquía puede presentar lo que está mal como una especie de bien.
En cuanto a la afirmación teológica, es inútil encontrarlr mayor contenido especulativo. Lo que preside estas manifestaciones es el viejo anhelo de épater les bourgeois, diciendo algo que produce una disrupción en la expectativa del oyente. El efecto se logra tomando más distancia aún que un observador agnóstico (Dios no es católico, Dios no existe) para después recoger velas con una explicacíón de bajo nivel que no logra compensar el terrible efecto de la afirmación paradójica. Para ser apofático hay que ser muy sabio. No es el caso. Mañana, cualquier diario podrá titular "El Papa dice que Dios no existe". Bergoglio tiene cero aversión al escándalo, una sensibilidad muy baja respecto de la fe de los sencillos.
ResponderEliminarEn la época de Baudelaire los poetas bohemios de teñían de violeta el pelo; los surrealistas sacaban a pasear con correa una langosta.
Todo sea para espantar al burgués.
Anónimo de las 20:17 - no, el problema no es la Argentina. Como no argentino (pero sí residiendo acá hace 10 años), les sugiero que dejen de mirar tanto al propio ombligo. El mundo solo no se olvidó totalmente de Perón gracias a Andrew Lloyd Weber, mientras que acá siguen perdiendo el tiempo amándolo u odiándolo. Hay millones con la misma mentalidad que Bergoglio en la iglesia, por eso no sorprende todo el apoyo que él recibe de parte de fieles, sacerdotes y obispos de todo el mundo. No hubiera sido muy diferente si elegían a Scherer, Schönborn o Kasper; podría inclusive ser peor - pueden imaginar a Daneels como Papa?
ResponderEliminarMons. Livieres se manifestó sobre el Sinodo (I)
ResponderEliminarEsperanza frente al peligro de Cisma
Por Mons. Rogelio Livieres
En la Misa de Apertura del Sínodo Extraordinario sobre la Familia el Papa Francisco llamó a los Obispos a colaborar con el plan de Dios y formar así un pueblo santo. Ofrezco estas reflexiones con el deseo de servir al Papa de la mejor manera que puedo.
La Iglesia, fundada sobre la roca de Pedro, espera del Sínodo la promoción de la familia cristiana. Pero lo que la Biblia llama «el mundo» tiene una expectativa muy distinta: los medios de prensa vociferan cada día para que la Iglesia «se ponga al día». Un eufemismo para exigir que bendiga, y no condene, los desvíos morales cada día más frecuentes –entre otras razones, por la promoción sistemática desde la prensa y la industria del entretenimiento.
La Iglesia sin embargo no fue establecida para sancionar lo que el mundo pretende, sino para enseñarnos lo que Dios quiere de nosotros y acompañarnos en el camino de la santidad. Porque es en la voluntad de Dios, que todo lo sabe y no puede engañarse ni engañarnos, donde nosotros encontramos la verdadera paz y felicidad. Ni la doctrina de la fe ni la práctica pastoral –consecuencia de esa doctrina– son el resultado de consensos de curas, aunque sean cardenales u obispos.
Ya desde los primeros tiempos del cristianismo los Apóstoles y sus sucesores fueron presionados por poderosas élites religiosas y políticas para que tergiversaran la verdad y la misión evangélica que habían recibido de Cristo. Pero en vez de inclinarse ante otros dioses nos dejaron un testimonio de fidelidad incondicional a la verdad derramando su sangre. Porque «hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hechos 5:29). Estos días me consuela pensar en el ejemplo de san Atanasio. Fue expulsado de su Diócesis no una sino cinco veces, debido a las maquinaciones de sus hermanos obispos arrianos con los que no estaba «en comunión», precisamente porque quería promover «la fe católica y apostólica», como dice la Plegaria Eucarística I, o Canon Romano.
Mons. Lievieres se manifestó sobre el Sínodo (II)
ResponderEliminar....
Bendecir y aceptar «lo que todo el mundo quiere» no es ni misericordia ni amor pastoral. Más bien, es pereza y comodidad, porque estaríamos renunciando a evangelizar y educar. Y respetos humanos, porque nos importaría más el qué dirán que increpar proféticamente en la obediencia a Dios. Ya san Benito resumía, en otra época también signada por mucha confusión, el principio de vida eterna de la obediencia: «mi palabra se dirige ahora a ti, quienquiera que seas, para que renuncies a tus propias voluntades y tomes las preclaras y fortísimas armas de la obediencia…», «…así volverás por el trabajo de la obediencia a Aquel de quien te habías alejado por la desidia de la desobediencia» (Regla, Prólogo).
Dentro de la Iglesia, y últimamente desde algunas de sus más altas esferas, «soplan vientos nuevos» que no son del Espíritu Santo. El mismísimo cardenal prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, entre otros, ha criticado la pretensión utópica de hacer cambios de fondo en la práctica pastoral sin por ello afectar la doctrina católica sobre la familia. Sin juzgar sus intenciones, que presumo las mejores, y con la tristeza de tener que mencionarlos por nombre, ya que son de público conocimiento, el cardenal Kasper y la revista jesuita Civiltà Cattolica son activos propulsores que lideran esta confusión. Lo que antes estaba prohibido como una grave desobediencia contra la ley de Dios ahora podría quedar bendecido en nombre de su misericordia. Justifican lo injustificable por medio de sutiles interpretaciones de textos y hechos históricos. Pero los que realmente conocen de estas materias han reducido a polvo estos sofismas. No olvidemos lo que nos aseguró el Señor: «El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán» (Mateo 24:35).
Aprovechemos la extraordinaria oportunidad que nos ofrece el Sínodo para reafirmar de modo positivo lo que la Iglesia siempre y en todas partes ha creído sobre la familia y ha puesto en práctica en su disciplina. Esto nos exige, al mismo tiempo, defender la verdad frente a los que están dividiendo y confundiendo al Pueblo de Dios. La situación es gravísima y no soy yo el primero en advertir que desgraciadamente estamos frente al peligro de un gran cisma. Exactamente lo que el Señor y su Santísima Madre nos han prevenido en apariciones reconocidas y aprobadas por la autoridad de la Iglesia.
Frente a los que están queriendo «dibujar» consensos y manipular estadísticas, como si el Pueblo de Dios estuviera pidiendo lo que en realidad se le quiere gravar por la fuerza de una autoridad abusiva, recordemos que la Iglesia no vive ni se define a partir de las opiniones de los hombres y el cambio de los tiempos sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. La historia de cómo se terminó imponiendo a todo un pueblo católico el cisma de la Iglesia de Inglaterra, junto con el testimonio martirial de san Juan Fischer y santo Tomás Moro, son una lección que hoy vale mucho profundizar.
Roguemos por el Papa, por los Cardenales y los Obispos, para que todos estemos dispuestos incluso a derramar la sangre en la defensa y promoción de la familia contra las tormentas del engaño y la idolatría de la libertad sexual del hombre frente a Dios. No nos dejemos engañar ni apartar de la fe y de la práctica moral que Jesucristo nos enseñó. Sabemos que el mundo odió a nuestro Señor. El servidor no puede ser más que su amo. El mundo nos perseguirá, incluso invocando falsamente el nombre de Dios. Y a los eclesiásticos que hablen como el mundo quiere, los aplaudirá y los amará, «porque son de los suyos», no de Dios.
(tomado de www.pagina-catolica.blogspot.com.ar)
No soy teologa,
ResponderEliminarPero si puedo explicar un poco de mi experiencia, existe el hombre viejo o el hombre nuevo en nosotros. El de la Gracia es el que estamos llamados a ser . Soy separada y llamada a vivir la castidad, asi como lo seria para un sacerdote. Lo de la gradualidad , es un estado de infelicidad , de daño y destruccion propia y de terceros. No se puede justificar un bien que no es Verdadero. Con el tiempo, cada persona en su propia historia, se podra alegrar que alejandose de las dificiles situaciones misericordiables, se dio un paso adelante y no atras.
Yo creoq ue todo esta conectado, el daño o el bien, una familia, una pareja de hecho, un divorciado que sale con otro..para no sentirse solo, el daño o el tomar lo que no es propio sino de otro esta alli. Es como el robo, tomar lo que no nos pertenece , es un daño esclaviza al que roba y hiere al dueño.
Stronzate lo ha llamado el Cardenal Müller; sanata el Coronel Kurtz; bullshit, mumbo-jumbo... Propongo el neologismo chamuglio.
ResponderEliminarEsto es otro signo de los tiempos, que me hacen ser un tanto "apocalíptico", como me dicen por acá. Antes se consideraba que una vida moralmente sana era nada más que el primer paso, el de "purificación", como decía Dionisio el Aeropagita - pero también imprescindible para alcanzar el Reino de los Cielos. Hoy se considera que ser monógamo, estar casado con el otro progenitor de los propios hijos, lejos de ser lo mínimo que se espera de un cristiano, es una "vida perfecta", y que hay que "entender" que hay mucha gente que "no pudo" alcanzar un nivel "tan elevado". En fin, San Pablo ya había dicho a Timoteo como serían los hombres al final de los tiempos, y se está cumpliendo.
ResponderEliminarCada vez más seguido me vuelve a la cabeza la sensación de horror, terror y pasmo que me asaltó apenas verlo salir al balcón. Qué digo, cuando el Cardenal con aspecto de heraldo del Anticristo pronunció el fatídico Yoryusmarius.
ResponderEliminarEs como que lo vuelvo a vivir y cada vez me convenzo más.
Hay algo que está muy mal. Muy, pero muy mal.
Y es del demonio.
Anónimo de las 10:33, esa sensación me ha sido referida por mucha gente. Es curioso.
ResponderEliminarPara el anónimo de las 1033. Nunca, como usted, voy a olvidar el escalofrío, literalmente, que sentí en la espalda al verlo aparecer vestidito de blanco. Ya me había paralizado emocionalmente cuando lo anunció el francés. Pero cuando apareció y pidió la "bendición del pueblo" es que sentí la sensación de horror.
ResponderEliminarEl Sacerdote Paul Kramer dijo en su cuenta de Facebook:
ResponderEliminar''Bergoglio no cree en Dios, en el sentido propio de profesar la naturaleza y atributos de Dios dogmáticamente definidos. No es de extrañar que él dice que el no cree en un Dios católico. Realmente ni siquiera cree en el Dios que profesamos en el credo católico.
En su libro "Sobre el cielo y la tierra", en el Capítulo 3 - "sobre los Ateos'' :
"Podemos decir lo que Dios no es ... pero no podemos decir lo que Él es. Yo clasificaría como arrogantes esas teologías que ... tenían la pretensión de decir quién era"
Aqui se Niega la infalibilidad de la Iglesia:
ResponderEliminarWalter Kasper al igual que Hans Küng no cree que la Iglesia guarde infaliblemente la revelación divina.
« Dialogar no significa renunciar a sus propias ideas y tradiciones, pero sí a la pretensión de que sean únicas y absolutas. » (cf. § 11 :FRANCISCO)
«Hay que progresar, jamás retroceder en la vida espiritual.
ResponderEliminarSiempre adelante! En la vida espiritual, cuando no se adelanta se retrocede.» Padre Pío de Pietrelcina
Ah, respecto a la confusion sobre el termino Dios no es un dios spray, me parce que es lanzar comoun acertijo para los preparados ( en potro foro avisan de que es cabalah judia en el que se pudo iniciar el pontifice que argumenta que la dios en una idea de la mente),
ResponderEliminarPero si este discurso es dirigido al cristiano que va a Misa a Santa Martha, empeora la confusion, porque se trata de una verdad aprendida en el catecismo, es el Misterio de la Santisima Trinidad, donde no se niega que Dios exista por si.
Pero si acudimos a Benedicto, homilia 2009 queda mas que claro y endulza el alma, es un misterio del que participa todo el cosmos.
Hoy contemplamos la Santísima Trinidad tal como nos la dio a conocer Jesús. Él nos reveló que Dios es amor "no en la unidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia" (Prefacio): es Creador y Padre misericordioso; es Hijo unigénito, eterna Sabiduría encarnada, muerto y resucitado por nosotros; y, por último, es Espíritu Santo, que lo mueve todo, el cosmos y la historia, hacia la plena recapitulación final. Tres Personas que son un solo Dios, porque el Padre es amor, el Hijo es amor y el Espíritu es amor. Dios es todo amor y sólo amor, amor purísimo, infinito y eterno. No vive en una espléndida soledad, sino que más bien es fuente inagotable de vida que se entrega y comunica incesantemente.
Lo podemos intuir, en cierto modo, observando tanto el macro-universo —nuestra tierra, los planetas, las estrellas, las galaxias— como el micro-universo —las células, los átomos, las partículas elementales—. En todo lo que existe está grabado, en cierto sentido, el "nombre" de la Santísima Trinidad, porque todo el ser, hasta sus últimas partículas, es ser en relación, y así se trasluce el Dios-relación, se trasluce en última instancia el Amor creador. Todo proviene del amor, tiende al amor y se mueve impulsado por el amor, naturalmente con grados diversos de conciencia y libertad.
"¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!" (Sal 8, 2), exclama el salmista. Hablando del "nombre", la Biblia indica a Dios mismo, su identidad más verdadera, identidad que resplandece en toda la creación, donde cada ser, por el mismo hecho de existir y por el "tejido" del que está hecho, hace referencia a un Principio trascendente, a la Vida eterna e infinita que se entrega; en una palabra, al Amor. "En él —dijo san Pablo en el Areópago de Atenas— vivimos, nos movemos y existimos" (Hch 17, 28). La prueba más fuerte de que hemos sido creados a imagen de la Trinidad es esta: sólo el amor nos hace felices, porque vivimos en relación, y vivimos para amar y ser amados. Utilizando una analogía sugerida por la biología, diríamos que el ser humano lleva en su "genoma" la huella profunda de la Trinidad, de Dios-Amor.
Pues si les sirve al anomino de las 10:33, la misma sensacion me dio de inseguridad , era ocomo si supiese que estab usurpando el trono de San Pedro, y no soy de la Argentina, ni tan siquiera conocia al hombre. No he podido acercarme a una sola bendicion, siento rechazo.... ese es el sentimiento pero se une con la tristeza y asombro de cada palabra de confusion que siembra.
ResponderEliminarEfecto proporcionalmente contrario de sus predecesores, a quienes busque para pedir milagros, su sola sombra, dos matrimonios pedimos la gracia de concebir o de la salud.
Exactamente. Escalofrío en la espalda. Sensación de caída libre en el vacío. Inexplicable.
ResponderEliminarY eso que lo conocía a Bergoglio, y bien. No lo podía ver como Arzobispo, pero cuando apareció allí fue totalmente distinto.
Como una transfiguración invertida.
Una presencia... no, mejor no lo digo.
Anónimo de las 10.33
La carta de Monseñor Livieres es el documento más fuerte contra el actual papado, salido de un obispo, jamás escrito hasta ahora.
ResponderEliminarSi se lee con cuidado, esta diciendo que toda la sarasa de la "misericordia" de Francisco tiene como objetivo, demoníaco, destruir mediante la pastoral la fe de la Iglesia.
Saludos,
¿que pastoral?¿la pastoral sarasa vaticanosegundista?¿la pastoral en la que con los muslims y judíos adoramos al mismo dios?¿la pastoral de la libertad religiosa (del error) en concomitancia con la prohibición de la verdadera religión??
ResponderEliminarjajaja ahhh ...Livieres... Livieres...
Ya lo dije en el blog de Página Católica. La Universidad Católica Argentina, desde que asumió Bergoglio como cardenal, dejó de ser católica. Comenzó su destrucción con Zecca y después siguió este Trucho. Se resistió mucho para que Devoto no se fagocite a la Universidad. Hicieron rodar muchas cabezas y al final lo consiguieron. Lamentable. Da vergüenza ajena. Y me cansa estar aclarando cada vez que me toca hacerlo que yo estudié en la UCA cuando era una Universidad Católica.
ResponderEliminarEn realidad era "Pontificia Universidad Catòlica Argentina" (PUCA), hoy es solo UCA...
ResponderEliminarSe quiere poner como elevado ideal, el punto de partida.
ResponderEliminarEl cardenal del habemus es la Iglesia enclenque...
ResponderEliminarTengo la sensación de que usurpa la sotana blanca, hasta me parece un disfraz. Y tiene otro aspecto... como inflado...
Desde ese día hay mucha ebullición en el mundo espiritual, como si los demonios estuvieran mas inquitetos.
Yo no duermo bien desde ese día y he perdido cabello... ja ja ja, eso a parte.
No se como... si viene o no viene ahora, pero roguemos a Dios para que sea acortado este tiempo.
Ahora, suponiendo que las cosas son mas terrenales, hay a ser... para iniciar toda una serie de medidas TAN DRAMATICAS teniendo a otro que viste de blanco a unos metros...