Algunas breves precisiones al post anterior, que podrán ser corregidas y aumentadas por los lectores:
1. Me parece que hay una idea equivocada de la contemplación. Ha pasado mucho jesuitismo y devotio moderna bajo el puente. La contemplación no es la oración o el estilo de vida propio de los monjes. Ese podrá ser un modo de ella. Considero, como lo afirmo en el post, que la contemplación es el proceso de transformación en Cristo, único modo de entrar al paraíso. Es lo que dice San Pablo. Y propongo la escultura de Chartres como ilustración. Por eso mismo, lamento comunicarle, amigo Jacobita, que si Ud. no está llamado ni a la ascética ni a la mística, me parece que tampoco está llamado al purgatorio sino a un lugar bastante más profundo. No hay modo "normal" de entrar al cielo sin pasar por esos dos estados de vida.
2. No solamente pasaron los jesuitas bajo el puente, sino también el bendito Royo Marín. Durante mis años de juventud creía firmemente que la vida espiritual se desarrollaba en etapas perfectamente identificables y consecutivas, como una copia de la evitable "Teología de la perfección cristiana". La vida espiritual consiste en encontrarse con uno mismo, que es el camino -como dice San Agustín-, de encontrar a Cristo y hacernos uno con Él. Es decir, de hacernos Él. Y, como dice el Jacobita, hay miles de modos de alcanzar esta semejanza, pero todos pasan por la contemplación.
3. Resulta muy simplista que, cuando se habla de contemplación, enseguida alguien cante truco diciendo: "!Quietismo!". Yo le puedo cantar quiero retruco gritando: "!Voluntarismo!". Amigo Jacobita, el Reino no es de este mundo, y ahora menos que nunca. La cuestión es engancharse en la merkabah, e ir contemplando las espaldas del conductor del carro, que es el mismo Dios, mientras ascendemos, o tratamos de hacerlo.
4. Benigno: Yo también tuve una formación católica clásica como la suya, y creía que la contemplación era lo que hacían las monjas carmelitas. Para mí, que era un laico, la salvación se alcanzaba haciendo muchas cosas, desde via crucis hasta asistiendo regularmente a las reuniones con el cura de la parroquia. Después me di cuenta que esas cosas hay que hacerlas, pero ellas no salvan y no sirven si no somos, antes que nada, contemplativos.
Te aseguro que esta misma noche estarás conmigo en el paraíso....
ResponderEliminarMuy de acuerdo. Iba a hacer un comentario similar siguiendo a Garrigou. Respecto a "creía firmemente que la vida espiritual se desarrollaba en etapas perfectamente identificables y consecutivas", Pinkaers recuerda que Garrigou hace una aclaración medio marginal que muchos pasan por alto cuando leen su clásico "Las tres edades de la vida interior", y donde justamente niega que estas "edades" o "etapas" sean compartimentos estancos sino que pueden darse en una misma persona muchas veces en la vida y con distintas duraciones, notas, etc.
ResponderEliminarEn cualquier caso, como bien recuerda W., al Cielo se llega santo o no se llega. Y eso implica contemplatio, donde ya no somos nosotros los que "hacemos", sino Dios quien hace en nosotros, pues (como nos advirtió) sin El nada podemos hacer... y lo que hagamos por nosotros mismos será nada.
De hecho, en "los perfectos" (los santos), toda la vida es una contemplación continua. Lo cual no implica estar sentado como un Buda inalterable por el exterior, sino "simplemente" dejar actuar a Dios.
Finalmente, una cosa. No apuntemos a llegar al Purgatorio, no sea cosa que nos quedemos a mitad de camino y nos vayamos p'abajo. Apuntemos al Cielo y si cuando El nos llame, nos queda algo por purgar, Dios dirá.
Estimado W.:
ResponderEliminarNo entiendo bien a dónde apunta con la crítica al bueno de Royo Marín. Cierto que sus obras son sintéticas, esquemáticas, con varias limitaciones que el propio autor reconoció, en su humildad de buen fraile.
Pero recuerdo que advierte contra la división artificiosa de las vías y señala que hay un llamamiento universal a la contemplación.
Saludos.
"Al cielo o se llega santo o no se llega" (Coronel)
ResponderEliminarEntonces, casi toda la humanidad parece que acabará condenada.
Acabo de ver en la televisión que Simone Weil, según los de la editorial que publica sus libros, fue quien "logró que se derogue el aborto" y quien "presidió en parlamento europeo".
ResponderEliminarHay algo de eso cierto?
Si así fuera, esa autora les gusta y citan?
Porqué?
Gracias anticipadas.
Matías.
"Ve, pues, y come gozoso tu pan, y bebe con alegre corazón tu vino; porque Dios mira ya complacido tus obras. Sean tus vestidos en todo tiempo blancos; y no falte en tu cabeza el perfume. Goza de la vida con tu amada esposa todos los dias de tu vida fugaz que Él te ha dado debajo del sol, durante todos los dias de tu existencia caediza, porque ésta es tu parte en la vida, y en los trabajos que has de sufrir debajo del sol.
ResponderEliminarTodo lo que pueda hacer tu mano ejecútalo con tus fuerzas, porque en el scheol a donde vas no hay obra, ni plan, ni ciencia, ni sabiduria" (Ecl 10,7-10)
A veces,me siento tentado pensar que estas discusiones entre los así etiquetados (¡cuánta necesidad seguimos teniendo de las "etiquetas" para reafirmarnos en "nuestras" míseras verdades!) "quietistas contemplativos" y "voluntaristas jesuíticos" se asemejan más y más a una disputatio bizantina sobre la trascendencia cósmica de nuestro pupo como centro, ya no del Universo todo, sino de la misma Historia de la Salvación.
Pero no; seguramente debe ser solo eso: una simple tentación. Confiando que de todo siempre algo bueno sale, a rezar un Salve y la jaculatoria del bípedo caído:
"San Jonás ballenero, patrón de los vuelteros, del botellón de Matrix, líbranos y haznos veros".
Carmelo, el guelfo.
A Royo Marín lo leían las viejas para enterarse de pecados que ni siquiera sabían que existían.
ResponderEliminarEl Séptimo Rey Mago
Resulta improcedente que hable de lo que no sé ni vivo, pero me suena medio surrealista hablar de que en la vida de contemplación no somos nosotro quienes hacemos sino Dios. Me expreso mal: me parece surrealista pretender experimentarlo, o poder afirmarlo. Me parece algo tan incomprensible, lejano, inasible, para mi experiencia cotidiana. Jamás podría decir que Dios está actuando en mí. ¿Qué es dejarlo actuar a Él? Una hermosa frase, pero en nuestra vida concreta, ¿osaríamos afirmar que Él está actuando en nosotros?
ResponderEliminarLo mismo, eso de que hay que conocerse a uno, para por este camino, llegar a conocer a Cristo. ¿Será por oposición total? La verdad, no he leído más que las Confesiones de San Agustín, y por ahí él lo explica en otras obras, o a lo largo de toda su obra. No sé qué quiso decir con eso, si pudiera aclararlo un poco. Uno con dificultad se conoce a sí mismo, un poco, pero desde un punto de vista humano.
En fin, es lo que me surge como escéptica práctica.
"Simplemente" dejar actuar a Dios. Bien entrecomillado. Ya bastante poco simple es actuar de acuerdo a nuestra personalidad y reconocer nuestras necesidades en el niverl meramente humano...
En fin, todo me suena como un hermoso cuento de hadas. Hermoso, pero cuento al fin, e inaplicable en nuestra vida.
Mi única remota y lejana esperanza es que Dios, que murió por mí y tengo que creer que me ama, me salvará como al buen ladrón. También está aquello de que quien te creó sin ti, no te salvará sin ti. Pero supongo que desde siempre supo que no podría contar conmigo.
Escéptica
PS: no pongo en duda que para otros sea una realidad experiencial, es sólo lo que me pasa a mí. Y supongo que a unos cuantos. Pero oír (mejor dicho, leer) hablar así, es como contar plata ante un mendigo. Con tanta naturalidad escriben sobre cosas que la gran mayoría estamos a años luz de poder siquiera entrever vaga y lejanamente.
La lectura de los santos Escéptica corresponde precisamente a esa atenta mirada que observa a años luz obra salvadora en un pecador tocado especialmente y puesto como ejemplo para los otros pecadores.
ResponderEliminarVaya, vaya, ahora me ha salido una comparación peligrosa... no se crea Wanderer que lo tomo por santo.
(Ya lo sabe...)
Pero vale la aclaración para no caer en una retórica retorcida que subida al caballo de la imposibilidad de ser auténticamente uno no mira los ejemplos que Dios nos regala, ni toma el ejemplo de lo que uno tiene a la vista, aunque no sea perfectamente ejemplar.
En resumidas cuentas, no convence la excusa de Escéptica. Usted es, srta. más conciente de los cree de lo que hace o deja de hacer.
Matías: hay dos mujeres francesas que compartían el mismo nombre, Simone Weil. La primera, la cristiana, falleció en 1950 y pico. La otra, la abortera, creo que aún vive, o murió hace poco.
ResponderEliminarLa primera fue un don de Dios. La segunda, una típica jugada del diablo (el mono de Dios).
Aun así, resulta muy difícil confundirlas.
L. P.
Estimada Escéptica, debo decirle que es peligroso cierto grado de humildad. Usted ya es partícipe de la contemplación cuando inicia su amor a Dios, porque el amor es unitivo, y tiende a semejar quien se ama. Así que no estamos hablando de alturas inalcanzables, sino inaccesibles para quien lo intenta por sus propias fuerzas -como Íkaro-, pero de ninguna manera imposibles para Dios y su Gracia.
ResponderEliminarWanderer, en verdad necesitamos recuperar la centralidad del Divino Rostro. La contemplación implica adorarlo, amarlo y anhelarlo, como en las liturgias más antiguas. La Cruz y el divino ikono de la sindone, deberían recuperar su centralidad litúrgica, como aún lo preservan entre los católicos orientales. Porque el destino nuestro no es mirar espaldas, ni aún el gozo de los ángeles que contemplan al Dios-Hombre como amadísimo soberano, sino esa contemplación que nos hace uno con el objeto de contemplación.
Por ese mismo motivo me parece una abominable y maldita herejía la fealdad litúrgico-arquitectónico contemporánea. ¿Con qué nos une algo inspirado en el bau haus o las Iglesias reducidas a SUMS (salones de usos múltiples)? Reitero que en el Espíritu no hay matices: o es Dios o es el demonio. Es decir: p´abajo, como usted dice.
AMDG
Crux Australis
PD: No le pegue tanto a los jesuitas. ¿También duda de la beatitud de San Ignacio o San Francisco Xavier?
Wanderer:
ResponderEliminarPuede que haya sufrido una educación religiosa "jesuítica-voluntarista", es seguro que soy un lerdo... pero si usa la palabra "contemplación" creo que bastante gente que pueda entrar a leer su artículo pensará que se está refiriendo a la "oración contemplativa", del mismo modo que si usa la palabra "místico", pensarán en San Juan de la Cruz. No ayuda a aclararlo el hecho de que en la continuación utilice lenguaje deiforme: "hacernos Dios". Es cierto que las almas que han alcanzado el cielo "serán eternamente semejantes a Dios". Es cierto que ciertas almas excepcionalmente privilegiadas han usado ese lenguaje para describir sus experiencias místicas en vida (a las que llegaron en la oración contemplativa). Pero ese lenguaje es muy resbaladizo, porque bordea el Panteísmo. Lo usó Santa Catalina de Génova, pero también lo usó James Nayler. Knox lo explica bien en "Enthusiasm".
Benigno:
No guarde rencor a sus catequistas, profesores de religión y párrocos. Seguro que le dijeron que el primer mandamiento es: "Amarás a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo". Ahí esta todo, la ley y los profetas: la oración, el arrepentimiento por los pecados y el deseo de no cometerlos, los Sacramentos, el perdón de las ofensas recibidas, las obras de misericordia... Todo lo que se necesita para la salvación.
La oración contemplativa es una vía a la que son llamadas algunas almas, pero no es una vía que pueda o deba ser transitada por miedo a las llamas del infierno, sino sólo por amor a Dios.
Coronel: No creo que se deba "apuntar al purgatorio" y me disculpo si parece que he querido dar esa idea. Al amar a un Padre no se puede andar con cálculos, como si se tratara de un examen en la universidad: "Podría sacar matrícula dehonor si me preparase bien todos los temas, pero mejor me los leo un poco por encima y voy por el aprobado". Pero creo que pensar en el Purgatorio es un remedio contra dos enfermedades del alma contrarias (o quizás no): el orgullo farisaico y la desesperación.
El Santo Cura de Ars pidió a Dios la gracia de poder contemplar el estado de su alma. Le fue concedida y quedó horrorizado. Yo, grandísimo pecador, ¿voy a pensar que tengo un puesto en el cielo directamente, sin pasar por una purificación previa que me libre de todas mis miserias? Sería ignorar la Justicia de Dios.
¿Voy a desesperar, en cambio, y creerme destinado al infierno? Sería el pecado de Judás, ignorar la Misericordia de Dios.
Creo que se habla poco y mal del Purgatorio, sólo en referencia a los terribles dolores y se olvida que es una enorme muestra de la Misericordia de Dios, que esas almas, que en justicia deberían estar en el infierno ("Si de los delitos te acordares, Señor/Señor, ¿quién te resistirá?"), ya están salvadas por la Misericordia de Dios, a la espera de poder contemplarlo eternamente.
Respuestas rápidas:
ResponderEliminarAnónimo 21:34: O Ud. no entendió qué es el cielo, o Ud. no entendió qué es la santidad.
Escéptica: Estuve pensado qué responderle, pero ya lo hicieron otros por mí, y mucho mejor que yo. ¿Ud. piensa, quizás, que las obras buenas que hizo y hace, y sus horas de oración, etc., las hace por Ud. misma? Es Dios que está obrando en Ud.
Jacobita: Es verdad que "hacernos como Dios" es un lenguaje resbaladizo y peligroso, y fue usado por herejes. Claro, también fue usado por San Pablo y por el mismo Redentor. Tengamos cuidados con ellos también, y evitemos sus escritos.
Y aplique Chesterton cuando lea a Knox, no sea que absolutice las verdades, y se le vuelvan locas.
Wanderer, muy de acuerdo con su primer post y todavia mas con las aclaraciones de este segundo. Es mejor que a Benigno y a Jacobita los corrija Uds.
ResponderEliminarPero cuando pone que "La vida espiritual consiste en encontrarse con uno mismo, que es el camino -como dice San Agustín-, de encontrar a Cristo", me rechinan los dientes. Si alguna vez lo acusaron de gnóstico aquí lo pueden acusar de New Age.
Entiendo que lo que dice San Agustín, los Padres, los Medievales y los místicos sobre el buscar a Dios en lo interior se refiere a lo que ellos llaman la centella del alma (otros lo llaman Ápice del alma y otros sindéresis). Entiendo que esto es el lugar en el cual el alma del hombre se toca con el actuar divino. Hay mucho de mi mismo que no es de Dios. Lo que debo buscar es aquello que tengo a "imagen y semejanza" de Dios.
Por otra parte dejo otrss dos alcaraciones.
Para Santo Tomás todo actuar que se ordenaba a la contemplación era en si mismo contemplativo (Sth II-II, 181, a1, ad 3.) y tambien por eso para que Aquinate lo mas perfecto no es contemplar sino trasmitir a los otros lo contemplado.(Sth.II-II, 188, a6 c.)
Wanderer, no contestaste al anónimo primero, el de las 18:30....
ResponderEliminarBueno, se me borró lo que estaba escribiendo,mejor para ustedes. No pretendía unas respuestas, que agradzco, era sólo expresar lo que uno no siempre dice. A esta altura, ya no busco respuestas lógicas, porque toda la lógica no sirve para una cuestión vital. Salvando las distancias, piensen en Job..., hay cosas delante de las cuales toda explicación es inútil. Claro, hace falta ser justo como Job y una epifanía extra de Dios...
ResponderEliminar¿Cómo podemos decir con sinceridad amo a Dios? Sería hermoso eso de que cuando empezamos a amar a Dios, ya estamos unidos a Él. Sí, es una obra de Él que lo amemos, pero tal vez hayamos rechazado ese amor, o tal vez, aún no nos ha llegado más que como "inoculación" del bautismo, que tal vez hayamos cuasi perdido, y ahí estamos, vacilantes como ciegos, que creen sin embargo que algo ven.
Todas nuestras obras son, como lo dice en alguna parte la Escritura, como el paño manchado de una mujer menstruada, con perdón de la mayoría de los participantes varones de este blog.
¿Cuándo son nuestras obras buenas? ¿qué son? producto de la costumbre, la educación, la rutina, de la mirada ajena que nos lleva a congraciarnos con los demás, en fin, mil cosas. La asistencia a Misa, una práctica casi rutinaria, a la que por ahí, uno se aferra más por ritual que otra cosa. Bienvenido sea si, sea por el motivo o no motivo que fuere, vamos.
Pero en mi opinión (no pongo humilde porque no lo es, y es otra frase hecha más), más que tanteos para lograr cierta estabilidad meramente natural, no podemos hacer. Lo sobrenatural está más allá de nuestra capacidad y es muy difícil no engañarnos.
De todos modos, qué bueno es tener una fe simple, auténtica y fuerte como la de Asia Bibi, por ejemplo; tal vez sea mejor no hacerse muchos planteos, y ser más sencillo, creer como los niños. Pero esto también es un don, y tal vez no todos estemos abiertos a recibirlo. Y ya ni siquiera estoy muy segura de que no sea más que lenguaje florido esto último.
Con respecto a los santos, sí, hace poco caí en la cuenta de que son tan miserables como nosotros, pero Dios quiso, en algún momento, transformarlos. De alguna manera, nosotros y ellos hablamos dos lenguajes distintos, y la distancia no hace más que acrecentarse. Es un cambio cualitativo demasiado abismal.
Encerrada en mi escepticismo
Ya se trate de viejas, o de varones, el que se resiste a formar rectamente su conciencia, padece ignorancia afectada. Lo material se vuelve formal.
ResponderEliminarLa mejor manera de elevarse en la contemplación de las cosas del cielo es con los místicos y los poetas. A ellos hay que recurrir como ayuda.
ResponderEliminarLo que sigue es del gran Whiskerer, tan místico como poeta:
Carreteando
como el carancho....
Remonta vuelo alma mía,
asciende sobre las cumbres,
¿No ves que todo se pudre?
¿No ves que nada es fecundo
anclada en lo más profundo
de este mundo avaro y cutre?
Levanta ya la mirada,
ponte de pie, varonil,
aléjate del cubil
donde rugen las pasiones,
domina las emociones,
desecha la carne vil.
Elévate a las alturas,
eres hija de la luz,
con alas, como de cruz,
ízate sobre la aurora,
sube los rayos que doran
el camino de Emaús.
Verás cómo resplandeces,
te iluminas y fulguras,
no hay mal que no tenga cura,
ni pecado sin perdón,
retírate en oración
al pie de la Virgen pura.
Estimado Jacobita:
ResponderEliminarHabía escuchado decir que Platón era un Místico, pero la verdad no lo veo muy monje a Aristóteles, que habla de que todo hombre está llamado a la contemplación puesto que para eso fue hecho.
Me parece que W tiene razón (uy hace un montón que no coincidimos) se malentiende lo que es la contemplación.
Es que la pregunta que uno debería hacerse antes de descartarla como una forma de vida, es si uno se casaría con alguien que jamas ha conocido.
La contemplación es conocimiento amante de Dios, conocimiento amante de Cristo, y en esto lamento que no hablemos griego porque habría un hermoso participio que mostraría el sentido activo de lo que estoy tratando de decir.
Nadie ama lo que no conoce y si a Dios no contemplamos no podemos conocerlo. La oración que nos pone en contacto con Dios, que nos hace contemplarlo engendra en nosotros la semejanza de Él, aún cuando no nos demos cuenta (sí amiga escéptica, aún en medio de más remoto desierto de nuestra alma). Es por ello que no debemos vivir ni un minuto sin contemplar."Orad sin cesar" sentencia que se le repite al peregrino Ruso. Y esto es tan necesario, que si no tuviéramos la contemplación en nuestra vida la vida activa y cotidiana sería imposible.
Ojo con esto no se niega que haya personas que estén llamadas a hacer de la contemplación su modo de vida, pero eso es otro tema, tema que habla de cómo Dios nos llama a cada uno a amarle y servirle. Como bien entendió Teresita no todos pueden ser rosas algunos somos simples Margaritas, pero todos somos plantas que necesitan del Sol.
Atentamente
Mary Lennox
Estimado Wanderer gracias por la respuesta en el blog principal, lo mismo gracias por el consejo que me dio Jacobita.
ResponderEliminarEntonces en funcion a lo que Wanderer, el Coronel y el Jacobita dicen la idea es (disculpen por mi ignorancia) "a Dios orando y con el mazo dando" y "haciendo el bien sin mirar a quien" (esto parece un libro de Bucay).
Apuntemos alto y recemos por misericordia el dia del juicio.
Wanderer, a lo mejor no entendí qué es el Cielo y la santidad, pero me lo puede explicar si quiere, según la frase del Coronel.
ResponderEliminarA mi esta conversación me recuerda a una charla ente aficionados al deporte o el atletismo, por eso comprendo en el plano de la experiencia a Escéptica.
W: me parece q toda dialectica sobre el tema es no sólo perniciosa sino demoníaca. A riesgo de ser obvio y torpe una vez màs no puedo dejar de notar que nos estamos topando de bruces ante el misterio de la libertad humana y la Voluntad de Dios; creo que sobre este tema solo queda postrarse ante tamaña oscuridad, pues eso es lo que vemos, una sombra al mejor estilo platonico.
ResponderEliminarEl Anónimo lo ha notado. Claro que sí.
ResponderEliminarWhiskerer, afirmaría Disandro, es la lengua poética del español y su llaneza, con un cierto sabor a palabra primeramente pronunciada, de solplo que renueva en cada instante la origineidad de su vínculo de cielo y Pampa. Con él, es como si retornáramos, en medio del ruido de tanto lenguaje vacío, al silencio que mora en la raíz de cada palabra substancial y es como si a través de ese silencio recuperáramos la intacta virtud de lo que significa: el carancho como alas que se despliegan hacia el infinito y el whisky como agua bendita.
Otro tanto se podría decir del poeta de Ens, quien cantó:
"Para las noches sin luna
tengo una copla estrellera"
Es que hay cosas que no se pueden decir mejor.
El Carlista.
L.P.: no, no hay dos Simone Weil. Hay una sola, la filósofa muerta en la primera mitad del siglo XX.
ResponderEliminarLa abortera, promotora de la nefasta "Loi Veil", es Simone Veil.
Lo que sí es cierto es que, en francés, ambos apellidos se pronuncian igual
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarVarias cosas de un viejo acidioso que apenas puede hablar de estas cosas.
1. Como dice el querido Estagirita, para hablar de una virtud a veces es conveniente considerar el vicio contrario. Hablar de contemplación en este siglo es hablar de la particular acidia de nuestra hora. De las dificultades que la civilización moderna opone a todo conato de contemplación. De nuestra propia configuración antropológica o formateo anticontemplativo.
2. Es propio de cierta consideración barroca entender la contemplación como un fin cronológico de nuestra vida espiritual, cuando en realidad es un telos, un fin perfectivo que gravita a lo largo de toda nuestra existencia. La analogía con las edades biológicas es simplemente una metáfora. La contemplación está antes, durante y después de la ascesis, de la oración más rudimentaria y de la meditación. Me atrevería a decir que está incluso en el pecado, pero me van a acusar de luterano.
Es el mismo Dios operante en el ápice de nuestra mente. Comienza en la niñez. Como el grano de mostaza, debe estar sembrado desde el principio.
3. La contemplación sucede en nosotros, pero no gracias a nosotros. Podemos incluso desconocer sus fases más oscuras. El cirujano anestesia para operar. No creo que Escéptica esté tan lejos del bisturí, digo de la contemplación.
4. La palabra contemplación sugiere un estado rarísimo y excepcional. No hay que confundir perfección de la vida mística con la vida mística en sí, que surge en la infancia. Herencia de la teología espiritual barroca, donde la mística era una rara flor que se cosechaba en los claustros más oscuros. Es, por el contrario, lo más normal del mundo, lo más llano, incluso a nivel metafísico y natural, como vemos en los chicos -como el Kim de Kipling- cuando se hacen preguntas de neto corte metafísico (¿que es ser? ¿qué soy yo? ¿qué hay en realidad?). Prueben a escuchar canciones de amor y relacionarlas con Dios. El amor humano siempre se queda corto cuando de cubrir las aspiraciones del corazón se trata. Prueben ver las cosas como puntas de iceberg de una realidad que las sustenta y les da continuamente existencia, como brotando de la nada, como las muestra San Ignacio en la semana más valiosa de sus Ejercicios. Prueben ponerse frente a Dios "como un mendigo", como dice Benedicto XVI. Prueben con ofrecerle a Dios la nada, la desidia y el desaliento total que sienten. Estarán contemplando, si Dios da la gracia. Porque no se llega con simple esfuerzo humano.
No hay ninguna Simone ni Weil ni Veil católica. Simone Weil era de familia hebrea. Para escándalo de algunos visitantes del Blog defensora del anarquismo y de la república española. Estuvo cerca de la conversión pero nunca fue bautizada.
ResponderEliminarNo se...sería una de los cristianos anónimos de Rahner, pero con culpa.
Eso si, es muy revalorizada por cierto humanismo cristiano. Muy humanista y no tan cristiano.
Gelfand: Le acaba de mojar la oreja a Larvatus Prodeo. Ahora, agárrese.
ResponderEliminarLa verdad que se tocan tantísimos temas que es imposible responder a todo. Además, tampoco es que uno la tiene tan clara ("experiencialmente" hablando, todo lo contrario), a lo sumo (como dijo alguno) podemos aspirar a amateurs.
ResponderEliminarPor eso, que nadie lo tome como pedantería, pero me permito recomendar algunos autores básicos: Réginald Garrigou-Lagrange O. P., que, de la mano del Aquinate, tiró abajo con toda la "espiritualidad" barroca decadente, recordando que la santidad es vocación de todos los cristianos y única puerta de entrada al Cielo, y que todas las concepciones "elitistas" sobre la mística, la contemplación, la santidad son contrarias a la doctrina católica. Servais Pinckaers O. P., siguiendo a su maestro G-L y con la aplicación del método histórico y la relectura de los Padres a la luz de Sto. Tomás, restauró la unidad fundamental entre espiritualidad y moral [basada en el eterno "sine Me nihil potestis facere"] que estaba presente en los Padres de la Iglesia y en los Doctores medievales, pero que la modernidad separó artificialmente.
La vida del cristiano que asciende a la santidad pasa por tres etapas desde la conversión, que (por tradición desde Dionisio Areopagita) se han llamado Purgativa, Iluminativa y Unitiva (aunque distintos autores suelen cambiar los nombres la idea es la misma). [La proposición contraria, que niega estas etapas, ha sido condenada por Inocencio XI en Coelestis Pastor de 1687.] G-L, ayudándose en S. Juan de la Cruz, pero en realidad retomando un tema que viene desde mucho antes, dice que entre estas etapas se dan dos "noches oscuras" que funcionan como purificaciones, la de los sentidos (entre la Purgativa e Iluminativa) y la del espíritu (entre la I. y la Unitiva). Por supuesto que, en este esquema (que, en realidad, no es tan rígido, cronológico y sucesivo como parecería; sólo lo es con fines pedagógicos) juegan en distinta proporción la ascética, la práctica de las virtudes en el obrar diario, la lectura espiritual, la oración, la acción del Espíritu, la frecuentación de los sacramentos, etc.
En los "perfectos", los que transitan la vía unitiva, toda su vida es una constante oración (aunque más no sea mera presencia o constancia en el "sabor de lo sagrado" o caminar bajo la mirada del Señor como Abraham). Como bien dice W., cuando obramos el bien no somos nosotros sino que es Dios en nosotros el que lo hace.
¿¿¿¡¡¡Wanderer, qué pasa con el buen ladrón!!!???. Se fue derechito al cielo por agachar la cabeza en el último instante de su vida.
ResponderEliminarEl primer Anónimo.
Tal vez haga falta leer un poco más a Santa Teresita (sí a una mujer, monja, que murió joven y hace más de 100 años). No sé, se me ocurre que su "caminito" es tan sencillo y nosotros nos andamos estrujando los sesos para saber qué es la contemplación, si contemplamos o no contemplamos, qué se yo. ¿Qué tal si nos hacemos como niños en los brazos de la mejor de las madres, acurrucados en sus brazos y mirando para arriba vemos su rostro y admiramos lo bella que es, sin esperar o desear otra cosa que permanecer ahí siempre?
ResponderEliminarNo hay que olvidar que la vida terrenal es el primer purgatorio, y habiendo pagado las culpas con sufrimiento aceptado y entregado a Dios, el camino al cielo puede llegar a ser non stop.
ResponderEliminarGracias, Ludovicus. Faltaban sus palabras llenas de luz.
ResponderEliminarQuería añadir dos puntos, para intentar centrar el tema.
ResponderEliminar1- ¿Qué es la contemplación? Puede parecer una pregunta muy tonta, pero no me queda claro. Me han dicho que la contemplación no es oración contemplativa, pero no qué es. Se puede leer en los comentarios: dejar actuar a Dios (=gracia?), conocimiento de Dios (=teología?), amor a Dios (=caridad?). Creo que no es mucho pedir que si alguien afirma que quienes carezcan de algo van a ir derechos al infierno, intente al menos dar una explicación de qué es ese algo.
Pueden pensar: "Yo podría explicártelo, pero tú eres tan sonso que no podrías entenderlo". Ese es el problema, que la Iglesia Católica no es una secta gnóstica. Dios quiere que todos se salven, incluso los sonsos como yo. Si algo es esencial para la salvación tiene que estar en la Revelación Pública. Si algo es esencial para la salvación tiene que estar en el Catecismo. No lo tengo que buscar en las obras de Aristóteles o Simone Weil. Ni siquiera en la Summa. La Iglesia Católica tiene que cansarse de repetirlo, a tiempo y a destiempo.
2- Benigno protestaba: “A mí no me han contado eso” y en una reacción perfectamente entendible pensaba: la crisis, los cambios, etc.... Pero es que yo tampoco recuerdo haber oído nada así en las homilías, en Misas celebradas según el Rito Romano Tradicional... en un convento de monjas contemplativas.
Si alguien va a hacer una afirmación tan seria, tiene que estar dispuesto a demostrar que ése ha sido el sentir unánime de la Iglesia siempre, en todo lugar: Santos Padres, Doctores, místicos... afirmando que la contemplación no es UN camino hacia Dios, sino EL camino, único e ineludible. Sus palabras, no las interpretaciones que otros puedan hacer de ellas.
Admito que tengo serías dudas de que a mis abuelos, bisabuelos, tatarabuelos... sí se lo mencionaran. Se puede dar a eso dos explicaciones:
- Como no vivían en el mundo moderno, no hacía falta que se lo recordasen. Obviamente cuidar y alimentar a diez niños, tres vacas, un cerdo y dos docenas de gallinas no implicaban ningún tipo de distracción que pudiera obstaculizar la contemplación. Quien opte por esta explicación tiene una idea del pasado algo romántica.
- La Iglesia, a partir de cierto momento (la Contrarreforma), se dejó llevar por una corriente jesuítica-voluntarista y se olvidó de predicar algo esencial para la salvación. Es decir, 400 ó 500 años y cientos o miles de millones de almas. Y el Espíritu Santo no le dio un toquecito para recordárselo. Quien opte por esta explicación tiene una eclesiología muy peculiar.
Gelfland, da la impresión de que nunca la leyó.
ResponderEliminarO que la leyó mal. Más cristiana que ella, difícil encontrar. Puede que en su largo "iter" hacia Dios, desde su infancia judía, pasando por su amistad con Thibon y recalando en aquellas discusiones con el P. Perrin, haya tropezado aquí y allí, pero ya querría yo tropezar como ella... (tropezar, tropezamos todos).
Y a la larga, siempre se levantó con provecho. Por ejemplo, cuando dice que si por un imposible se le diera a elegir entre Jesucristo y la verdad, elegiría esta última... como que no la podría conducir sino hasta Él.
Si quiere llamarlo "humanismo", a mí no se me mueve un pelo. Eso es cristianísimo.
Esa pasión por la verdad estaba inspirada por el Espíritu Santo, y a fe mía muchos cristianos de letrerito andan mancos de esto.
Y, por si hiciera falta, sepa que se convirtió en el lecho de muerte y que recibió cuatro sacramentos de una...
Quiera Dios darnos un cachito de la santidad de ella, maestra de vida, sabia, santa y de una inteligencia sobre Dios y sus cosas como pocas veces se han visto.
¿Simone Weil? ¡Dios mío! Y pensar que hay cristianos que no la consideran cristiana, ¡Dios mío!, ¿Qué hace falta para que los cristianos caigan en la cuenta de que el amor a la verdad, con pasión, en serio, está por encima de todo, de todo...?
L. P.
Jacobita,
ResponderEliminarRespondo algunas de sus observaciones. Ud. se pregunta si dejar actuar a Dios es la gracia; yo le pregunto ¿qué es la gracia? La gracia es un hábito que nos predispone a la acción de Dios en nosotros; por eso, lo importante no es la gracia, sino que lo importante es el Santificador que nos convierte en imagen del Hijo. Ud. se pregunta si el conocimiento de Dios es la teología. Si entiende por tal a la teología sistemática, sea de quien sea, les respondo que no. El conocimiento de Dios, como bien lo explican los Padres, particularmente Clemente, es el modo de camino de salvación. Lo esencial para la salvación no debe estar necesariamente en el catecismo. Es suficiente que esté en el símbolo de Nicea y Constantinopla.
Ludovicus dijo
ResponderEliminarSimone Weil es grande, enorme en todo, hasta en los errores.
Otros oscurecen hasta las verdades que enseñan, ella ilumina en todo, incluso cuando se equivoca.
Esceptica, usted es más crédula de lo que cree, y para nada escéptica. Deje de creerse esos versos que se autocuenta, y créale a otros y a Otro.
ResponderEliminarEn todo este tema de la contemplación late un riesgo que puede jugar una mala pasada. Si hablamos de contemplación teorética nos acercamos peligrosamente el modelo helenista y creo que indefectiblemente se cae en la devotio moderna, con lo que ya todos sabemos...
ResponderEliminarPor eso pienso que no se debe perder de vista (paradójicamente) la cuestión de la audición, ya que para la fe de humus judeo-cristiano es más importante "escuchar" (Shemá) que "ver" ('orao)
Bueno, yo hace mucho que no leo nada de lo poquito que leí, pero tenía entendido que la gracia era una participación que nos daba Dios en su propia vida; eso del hábito que nos dispone a la acción de Dios en nosotros, ¿será la gracia habitual? Como se ve, al final, acá también se ve que es necesaria algo de teología sistemática.
ResponderEliminarEn todo caso, para gente del común, resultan de lo más entendibles la pregunta de Jacobita, a la que no se dio respuesta (sobre qué es la contemplación). Al final de 36 comentarios, esa cosa tan fundamental que es la contemplación, no fue ni descripta, ni ejemplificada, ni definida, ni esbozada.
Sí, ya sabemos que la mayoría de los cristianos no somos en nada diferentes del resto de los demás, y que no ahondamos en autores ni cristianos ni cristianos de espíritu, y que a duras penas sabemos el Credo. Pero parece que, por un lado, guay de no haber leído a Pinckaers, G-L, Weil, etc., etc. Pero por otro lado, sólo basta con saber el Credo. En fin, son muy graciosos, porque son súper intelectuales, y se hacen los ingenuos a quienes sólo basta el Credo. Por ahí tienen razón en muchas cosas, pero en la forma de decirlas, me parecen muy sobradores.
Y yo no tengo nada contra el estudio, lo intelectual, ni mucho menos. Pero ustedes parece que vivieran bastante cortados del común, entre el que me encuentro, de todos los tiempos, que, por empezar, no sabía leer, así que no iba a leer nada de cuanto ustedes citan.
Yo, personalmente, después de leer sus respuestas bastante altaneras a preguntas formuladas por cristianos de base (no es por descalificar, pero creo que no se ofenderá Jacobita, porque lo que usted pregunta me parece que bien lo podría preguntar yo, y me considero apenas eso), me quedo con ese campesino (probablemente analfabeto) que todas las mañanas se iba ante el Sagrario, lo miraba a Dios y Dios lo miraba a él. Ese buen hombre habrá transitado por las 3 vías sin saberlo o no, no sé, pero creo que a muchos nos deja a leguas de distancia. Ojalá que ahora que ha de estar ante la visión de ese Dios a quien miraba aquí, rece por nosotros, los que dudamos y vacilamos, y también por los que saben tanto y están tan fiers de su saber, que no se dignan esclarecer a otros. O por lo menos, a mí no me queda muy claro que se hagan todo para todos.
Perdón, pero si de verdad quieren transmitir a otros lo contemplado, no es con ese trato que parece bastante soberbio -tal vez estoy prejuzgando, pero es como yo lo siento, y sólo hablo por mí- como lo lograrán. Si no,parece que están queriendo lucirse con sus boutades pour épater le bourgeois.
Por supuesto, si este es un blog donde sólo itneresa el diálogo entre los que saben, están en todo su derecho. Pero por ahí, sería bueno aclarar: Ignorantes, ajenos al círculo de iniciados esclarecidos por la luz que enceguece, abstenerse de preguntas, porque no pueden pretender respuestas adecuadas a su nivel infra-lumínico. Así uno sabe a qué atenerse.
Cada vez más escéptica
o como diría Wanderer, la de las ironías fáciles y baratas
Dice Escéptica: "me quedo con ese campesino (probablemente analfabeto) que todas las mañanas se iba ante el Sagrario, lo miraba a Dios y Dios lo miraba a él". Bueno, ahí lo tiene. ¡Tanto lío y Ud. sabe perfectamente lo que es la contemplación!
ResponderEliminarPara Escéptica:
ResponderEliminarQue acá abunda mucho el "épater le bourgeois", no la sorprenda...
Ahora, no hay contradicción entre lo necesario para salvarse desde el punto de vista del conocimiento(creer que Dios existe y es remunerador, dice San Pablo), y que según los talentos recibidos debamos hacerlos fructificar.
Si alguien tiene capacidad de estudio, que estudie. Y que se siente delante del sagrario más tiempo, si Dios le dona ese tiempo.
Muchas veces quisiera no saber lo que sé. Tendría muchos menos problemas. Pero, esa es la raíz del escepticismo, según Komar. No querer los "problemas" que nos trae el conocimiento sobre nosotros mismos, sobre los demás, sobre Dios, sobre la Iglesia, sobre lo que sea...
Dice Castellani que Aristóteles, pagano y todo, sostuvo que la felicidad está en la contemplación.
Un camino de aproximación contemporáneo para "entender" el sentido de que la contemplación es la llave de la Vida, está en D. von Hildebrand y lo que él y su esposa Alice llaman "reverencia". Solamente contemplamos lo que inspira reverencia, lo que es más que nosotros en sí o por participación.
Saludos
Llego tarde. Agotan los comentarios que no se pueden leer todos.
ResponderEliminarEstimo que en en materia de vida sobrenatural hay que leer a los grandes. Caso contrario, se habla de lo que no se sabe.
Estimado Coronel: antes que a G.L. lea al P. González Arintero. Un grande de verdad. "La evolución mística" es buenísima y en nada se la puede acusar de esquematismo (comparto la opinión -aunque no la cara- de Martín E. sobre Royo Marín; si se ve esquematismo, es el riesgo propio de los manuales, criticables, pero necesarios para introducirse). Ahora estoy leyendo "Cuestiones Místicas".
Don Wanderer: lea precisamente "Cuestiones Místicas" y verá cómo superar el jesuitismo. Convierte el anhelo de vida espiritual en algo agradable y, simultáneamente, anima a llegar hasta los más altos grados de la contemplación. Consuela aún a quienes somos enanos espirituales.
Hernandarias
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarla verdad, no entiendo esta suerte de resentimiento intelectual que surge cada vez que se toca un tema vital.
Aquí hay varias intervenciones que se han tomado la molestia de explicar la contemplacion. La pequeña Mary dio una buena definición. El coronel ha dado bibliografía, wanderer aclaraciones precisas, un servidor alguna pista muy poco teórica de la cuestión. Y la respuesta es cierta agresión, cierto resentimiento, cierta típica acusación de intelectualismo. Parece que late cierta hostilidad a la contemplación, que hace surgir el clásico aut aut de la devotio moderna, la postura antiteológica, la exaltación de la acción y la caridad sobre la contemplación y la fe. "Más deseo sentir la contriccion que definirla; de qué te aprovecha escribir sobre la Trinidad si desagradas a la Trinidad". Como si lo mejor no fuera el connubio de conocimiento y acción, "conocimiento amante" como definiò precisa Mary Lennox: et et.
Es un misterio. Me parece que el tema de la contemplación remueve la conciencia más de lo que uno cree, porque involucra un modelo teológico y antropológico muy determinado. Di Sandro aquí ha dicho cosas definitivas.
Y por cierto, ante esta ofuscaciòn del concepto e importancia de la contemplacion, no puedo menos que repetir el axioma,
ES LA LITURGIA ESTUPIDO.
Ludovicus tiene razón.
ResponderEliminarLa resistencia a la contemplación "emerge" en todas las rebeldías.
"amathía" es una herida del pecado original.
Herida exacerbada a nivel teórico y práctico por el nominalismo, voluntarismo, obediencialismo. Que en el fondo es escepticismo.
Cada vez me convenzo más de que estamos viviendo las últimas consecuencias de solucionar con obediencialismo la desobediencia.
Obediencia entendida en sentido "moderno": Sí, buana.
No como ob audire...
Saludos
Esceptica:
ResponderEliminarEn realidad, aquel hombre rústico que se sentaba a mirar el sagrario y que no sabía leer en nada se parece a usted. No solo porque usted dice no saber lo que es la contemplación, o que no la entiende, o lo que sea. (Podría empezar por imitarlo tal vez... es la manera de aprender.)
La diferencia fundamental es que aquel hombrecillo, contento con mirar al Señor, jamás se hubiera interesado en la discusión de unos intelectuales que hubiera encontrado en algún lugar discutiendo sobre la contemplación.
No comprenderé jamás el empecinamiento de algunos de querer entender todo y sentirse llamados a emitir opinión o mostrar que ellos quedaron afuera... No lo comprenderé jamás.
Cada cual tiene su lugar...
"Jamás podría decir que Dios está actuando en mí. ¿Qué es dejarlo actuar a Él? Una hermosa frase, pero en nuestra vida concreta, ¿osaríamos afirmar que Él está actuando en nosotros?"
ResponderEliminarPara escéptica:
Si no eres una asesina, una promiscua y/o depravada sexual, y una mentirosa (por la forma como escribes se nota que no lo eres), lo más probable es que Dios está actuando en ti sin que te des cuenta, como suave brisa... (1Re 19, 11-12).
Yo estoy convencida que si no caigo en gravísimos pecados es por pura gracia, habitual o como quieran llamarla. Pienso en esto, pienso en Dios, pensamiento amante como dijeron más arriba.
Saludos
Beatriz
1.- qué qiere decir épater le bourgeois?
ResponderEliminar2.- Coincido con que si no estás entre los iniciados del blog, no te dan mucha pelota.
Querida Esceptica:
ResponderEliminarMenos mal que lo tuyo como buena Esceptica es el Francés, porque si me lo hubieras dicho en Italiano dirías que soy Fiera y eso sí que no te lo perdono (C.A.F.).
Por otro lado, si bien te entiendo hace rato que había dejado de participar porque los temas me parecían cansinos y hasta amarillista, en estos post te debo decir que no, volvió un poco esa brisa clara, de diálogo que tanto por mi parte extrañaba, ese desafío intelectual, que a uno lo hace repensar sanamente una y otra vez las cosas que sabe. En ningún momento nadie ha ninguneado a nadie y si estas participando en la discusión, como lo estás haciendo, es porque estas a nivel, e intuyo que hasta en mucho me pasas el trapo.
Pero me parece que en tu enojo has acertado con la cura a lo que te aflige, a mi entender, como te han dicho, el viejito ante el sagrario es la mejor definición de contemplación, porque es el conocimiento amante en acción. Quizás lo bueno sería despojarse de nuestras alergias intelectuales, de todo lo que sabemos y decir "Quiero Olvidarlo todo Señor y Conocerte, Quiero ignorarlo todo por saberte". Decía San Agustín "Si Sapientia est Deus verus philosophus amator Dei est" O sea si Dios es la sabiduría el verdadero Filosofo es el que Ama a Dios, y una imagen simple la tenemos en los que eligieron la mejor parte como María. Pero no desesperemos si somos como Marta pues aunque el Señor le tuvo que dar una lección sobre la importancia de la contemplación ella llegó a ser Santa. (Para el Jacobita que me exigía un testimonio de la Iglesia, ¿Qué mejor que nuestro Señor?)
Por lo demás querida Amiga Escéptica te pido disculpas si en mi intervención te ofendí, fue sin querer queriendo como diría el Chavo del 8 (C.A.F) (Para los que no lo conocen pueden buscar en you tube)
Atentamente
La pequeña Mary Lennox
Querida Esceptica:
ResponderEliminarMenos mal que lo tuyo como buena Esceptica es el Francés, porque si me lo hubieras dicho en Italiano dirías que soy Fiera y eso sí que no te lo perdono (C.A.F.).
Por otro lado, si bien te entiendo hace rato que había dejado de participar porque los temas me parecían cansinos y hasta amarillista, en estos post te debo decir que no, volvió un poco esa brisa clara, de diálogo que tanto por mi parte extrañaba, ese desafío intelectual, que a uno lo hace repensar sanamente una y otra vez las cosas que sabe. En ningún momento nadie ha ninguneado a nadie y si estas participando en la discusión, como lo estás haciendo, es porque estas a nivel, e intuyo que hasta en mucho me pasas el trapo.
Pero me parece que en tu enojo has acertado con la cura a lo que te aflige, a mi entender, como te han dicho, el viejito ante el sagrario es la mejor definición de contemplación, porque es el conocimiento amante en acción. Quizás lo bueno sería despojarse de nuestras alergias intelectuales, de todo lo que sabemos y decir "Quiero Olvidarlo todo Señor y Conocerte, Quiero ignorarlo todo por saberte". Decía San Agustín "Si Sapientia est Deus verus philosophus amator Dei est" O sea si Dios es la sabiduría el verdadero Filosofo es el que Ama a Dios, y una imagen simple la tenemos en los que eligieron la mejor parte como María. Pero no desesperemos si somos como Marta pues aunque el Señor le tuvo que dar una lección sobre la importancia de la contemplación ella llegó a ser Santa. (Para el Jacobita que me exigía un testimonio de la Iglesia, ¿Qué mejor que nuestro Señor?)
Por lo demás querida Amiga Escéptica te pido disculpas si en mi intervención te ofendí, fue sin querer queriendo como diría el Chavo del 8 (C.A.F) (Para los que no lo conocen pueden buscar en you tube)
Atentamente
La pequeña Mary Lennox
Estoy verdaderamente podrido de los cristianos que tienen que buscar en un ateo o en un judío la Verdad como si la tradición de 2000 años del cristianismo no les fuera suficiente. Estoy cansado de los que me quieren explicar la modernidad con la escuela de Frankfurt, la biblia con Ricoeur, las relaciones subjetivas con Levinas, o la mística con S.Weil.
ResponderEliminarSi lo de la verdad y Cristo (que habría contestado a la pregunta que le hizo Cristo a Pilato) lo hubiera dicho para decir uno, J.Laguna, estaríamos empujándonos para prender la hoguera, pero lo dijo S.Weil, que no era cristiana y que ademas, óigame, era francesa, y todos hacemos cola para sacarla a bailar.
Estoy también cansado de las supuestas conversiones en el lecho de muerte que la historia oficial no recogió. Solemnemente declaro que solo creo en la del buen ladrón.
Si el cristianismo es el simple amor a la verdad, nosotros le tendríamos que rezar a Sócrates y no a Cristo. Ese amor a la verdad es un simple deseo natural del hombre que no tiene nada que ver con el llamado que hace Dios a compartir su vida divina. Que es la contemplación? Defino así al voleo, es un actuar de Dios en nosotros que nos produce un nuevo conocimiento de El y que genera un siempre mayor amor hacia El.
El cristianismo no es una moral, no es un simple amor a la verdad, no es una caridad indefinida hacia la humanidad.
Ojalá se haya convertido! Ojalá! Si es así demos gracias a Dios que es así de misericordioso de seguir ofreciendo la gracia a alguien que toda su vida lo rechazo porque creía que comprometía su libertad de buscar la verdad y su deseo de universalidad.
Bueno, como nadie me explicó que quiere decir épater le bougeois, lo buesqué y la traducción al castellano sería "escandalizar al burgués". Está bien don Wanderer?.
ResponderEliminarNo entendí por qué usaron esa expresión.
El ninguneado.
San Socrates Ruega por nosotros
ResponderEliminarErasmo de Rotterdam
Estimado Gelfand:
ResponderEliminar¿Usted está podrido?, yo particularmente estoy más podrida aún, de los católicos cuadrados que cuando uno quiere hacer una tesis de cualquier autor que no sea de la "tradición" y pongo tradición entre comillas porque para esta gente la tradición termina y empieza con Santo Tomás, lo clasifican a uno de demoníaco. ¿Pregunto cuál es la dificultad en encortar las semillas del Logos en hermanos que quizás no tuvieron la oportunidad que nosotros tenemos de hacer el camino derechito que nosotros tenemos? Y me atrevo a aventurar que aún en su espinado camino de curvas han sido aún mejores que nosotros.
El buscar la Verdad no es sólamente una cuestión moral, es itinerario de la Mente hacia a Dios que nos participa en distintos grados, ¿por que debemos descartar a un autor o su vida porque vino antes de Cristo o porque no tuvo otra más que ser protestante o se bautizado por cuestiones personales en el lecho de muerte sin público conocimiento? Sí Cristo vino en el la plenitud de los tiempos, eso significa que del tiempo de su venida participan todos los tiempos y por eso mismo somos tan discípulos nosotros como San Pedro.
Ahora quizás a usted no le hace provecho ninguno de estos autores y eso es perfectamente entendible pero sepa que esa es otra historia distinta y va en lo que le puede edificar personalmente a cada uno.
Atentamente
La pequeña Mary Lennox
San Sócrates, ruega por nosotros.
ResponderEliminarCoincido con el último comentario de ludovicus, pero noto algo distinto: que no entienden qué es lo que se esta diciendo, por respuestas como: soy cristiano, no se nada de la contemplación, entonces ¿no me salvo?; el buen ladrón se salvo, etc etc. Parecieron caprichos. Los que no entienden que lean La Republica de Platón, el mito de la caverna. Digo, que arranquen por lo básico. El cristiano convertido llama al mundo de sombras aparentes que describe Platón, como toda una mierda llena de errores y perdida de tiempo.
ResponderEliminarPor aportar algo:
Lean la hoja de Niggel de Tolkien.Presten atención al vecino, que molestaba a Niggel con boludeces practicas.
saludos
Mucha teoría …..…pongamos en practica .
ResponderEliminarLa practica esta en los ejemplos de los Santos …..nos sobra para elegir
Sacerdotes religiosos religiosas ………….
Laicos : Emperadores . Carpinteros , Pastores , Reyes , Reinas , Príncipes , Princesas , Mendigos , Filosofos , Teologos , Artesanos , Artistas , Comerciantes , Agricultor , Pescador , Legistas , Medicos , Maestros , Consejeros de Reyes y de Papas , Guerreros , etc…………un sin numero de ejemplos ., todos magnánimos ,todos humildes , todos contemplativos con las obligaciones de su estado .
Obaldo
Voy a decir la idea que me he formado de los últimos comentarios sobre lo que podría ser contemplación: un sentimiento de reverencia (awe) hacia Dios, por la consciencia de nuestra propia insignificancia, y dejar actuar a Dios en nuestra vida para que nos transforme a su imagen. Lo que no se tiene que traducir en un desprecio Quietista a toda acción. Sí es eso, la contemplación baja del nivel que parecían indicar algunos comentarios (que como decía Escéptica, parecían dar la impresión que no había salvación para los que no hubiesen leído a Garrigou-Lagrange) y se convierte en algo natural a todo Cristiano que practique su religión.
ResponderEliminarEl problema me lo sigue dando la idea que se puede uno formar leyendo algunos comentarios (repito que no he leído obras espirituales) de que el proceso se puede completar aquí, en la tierra ("hacernos Dios"). Que es incluso necesario que se complete, para la salvación.
La Santísima Virgen fue la mayor contemplativa, la que meditaba y guardaba todo en el corazón. No cometió ningún pecado, se vio libre del pecado original por su Inmaculada Concepción, siempre estuvo "llena de gracia", siempre hizo la voluntad de Dios, como su esclava. Está, por tanto, infinitamente por encima de cualquier santo. Y sin embargo: "Al verlo se maravillaron y su madre le dijo: "Hijo, ¿por qué nos han hecho esto? Mira cómo tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando". Y él les dijo: "¿Por qué me buscabáis? ¿No sabíais que debo ocuparme de las cosas de mi Padre? Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio."
Casi parecería una blasfemia, sino fuera Palabra de Dios. La Santísima Virgen, en una ocasión, no entendió a Dios. Y no creo que ningún ser humano haya estado en la tierra más cerca de Dios en ninguna sola ocasión (ni Santa Teresa de Jesús en sus éxtasis, ni ningún místico) que la Santísima Virgen. Ni siquiera esa vez que perdió al Dios-Hombre en Jerusalén y al encontrarlo, no entendió su respuesta.
Anónimo de las 08:39:
ResponderEliminar"¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."
No voy a negar que es probable que yo cojee un poco (o un mucho) de mundano, pero lo que usted dice, ¿no suena un poco maniqueo?
¿No fue el primer milagro público de Cristo convertir el agua en vino en unas bodas? ¿Acaso Nuestra Señora en Caná molestó a Cristo con una "boludez práctica" cuando le comentó que los novios se habían quedado sin vino?
¿Cuándo los discípulos dijeron a Cristo que ya era tarde y que la gente que había acudido a oírle llevaba tiempo sin comer, les replicó que eso eran "boludeces prácticas" y que "no sólo de pan vive el hombre"?
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarLeyendo algunos comentarios, concluyo, como siempre:
1. Que Wanderer no es para cualquiera. No es óbice ser ignorante para leerlo, pero si se ignora que se ignora, con la típica soberbia de quien desconoce y se burla de quien sabe, Wanderer es inasequible. Y aquí hay gente que sabe, sí señor, qué le vamos a hacer, no es una tacha advertirlo.
2. Que hace falta una Selecciones del Wanderer'Digest, a nivel didáctico para quienes quieren aprender y no discutir sin saber.
Estimada Mary Lennox:
ResponderEliminarEl problema no es si a mi me aprovecha o no me aprovecha. El problema es utilizar calificativos como "santo" o "don de Dios" a partir de nuestras opiniones y gustos personales. El problema es buscar siempre el destino por los caminos tortuosos y rechazar sistemàticamente los transitados. El problema es no ver que de aquellas tierras "humanistas naturalistas" hemos llegado a los actuales lodos "humanistas anticristianos". El problema es querer algo justamente porque no es cristiano y ver en eso una virtud.
El buscar la verdad puede llegar a ser un itinerario para encontrar a Dios, pero como primer paso para una conversiòn que puede quedarse en un conocimiento natural. Si leyò el itinerario bonaventuriano lo debe saber bien.
Por otra parte en los ùltimos 40 años hemos tenido varias experiencias de cristianos que han buscado semillas del Logos en pensamientos humanistas no cristianos y en todos los casos, el resultado fue peor que malo.
Frente a la conclusión de Ludovicus, estimo que deben tomarse algunas medidas, que pueden ser algunas de las que siguen:
ResponderEliminar1. Habilitar una membresía que admita a leer el blog solamente a los que saben.
2. Editar paralelamente un "Wanderer Companion" para los de conocimientos intermedios, y un "Wanderer for dummies" para los que recién se inician.
3. Cerrar el blog.
4. Seguir tal como estamos, y el que pueda entender que entienda.
Gelfand:
ResponderEliminarUsted confunde Jugo de Limon con Ser citrus...
Una cosa es la desesperación por leer todo autor que no sea Cristiano o tradicional por el hecho de que no lo es y de que es nuevo, mal que sufren muchos dentro de la Cristiandad establecida (podría citar muchos ejemplos en mi tan amada alma mater)y otra muy distinta es asombrarse y aprovechar los aportes que han hecho distintos autores aún estando fuera de la así llamada tradición.
Y pongo "así llamada" por el hecho de que si ese autor dice cosas que son verdades, son automáticamente parte de la tradición porque participan del logos.
Me parece que por querer dibujar lineas muy finitas se va a quedar afuera, piense en lo que pasó con San Justino y Taciano. Uno aceptando la filosofía griega en lo que ella tenía de verdad llegó a Santo el otro rechazándola en su totalidad por lo que tenía de falso terminó en hereje.
Por eso le digo no confunda el jugo de limón con ese preparado raro y light que es la ser citrus...
Atentamente
Mary Lennox
Varios comentarios hablan Simone Weil . Me parece bueno recordar a su gran amigo Gustave Thibon . Asistí a varias de sus conferencias hace mas de cuatro décadas . Thibon es siempre un símbolo de la sabiduría , como pocos hombres …….. apenas Thibon tenia escuela primaria completa , me parece una excelente referencia para algunos comentaristas .
ResponderEliminarObaldo
Si alguien de los de acá "sabe" que enseñe a los que no sabemos, la lampara es para ser puesta arriba de la mesa, y un blog publico es un tablón enorme. Una tara de los intelectualoides es querer guardarse "lo contemplado" en vez de darlo a conocer, nada evangelico.
ResponderEliminarVoto la opción 4.
ResponderEliminarAunque le agregaría "Borrar comentarios boludos".
Cristina K.
Si la contemplación no sirve para alcanzar la humildad, esa certeza de nuestra propia indignidad y de la necesidad absoluta que tenemos de Dios, ¿para qué sirve? Fue esa humildad la que hizo que la Santísima Virgen alcanzara gracia a los ojos del Padre, que la escogió como Madre de su Hijo. Fue esa humildad la que justificó al centurión (Domine, non sum dignus), al publicano en el Templo, al Buen Ladrón.
ResponderEliminarEl Diablo es un ser completamente espiritual y está en un estado continuo de contemplación... de sí mismo.
Creo que en este blog hay una tendencia a algo así como un “entusiasmo gnóstico”: un sueño acerca de una iglesia pequeñita, para una élite, para “los que saben”, los iniciados.
“¿Rezas novenas a San Judas Tadeo, le pides a San Antonio que te encuentre las cosas que pierdes? ¡Vete de aquí, supersticioso ignorante! ¿Lees a Simon Weil y a Garrigou-Lagrange? ¡Pasa, pasa, adelante!” Si se trata de excluir a los ignorantes o “dummies” del blog, no creo que importe demasiado. Nos acabaremos yendo solitos, a nadie le gusta la actitud de “Tú eres un ignorante: te callas, te quedas ahí quietito y nos escuchas a nosotros, los que sabemos”. No fue la de Jesucristo, ni la de Santo Tomás, ni la de ningún santo contemplativo. Pero si se trata de pensar en hacer eso en la Iglesia Católica, ya es mucho más serio.
Quizás en estas fechas no es mal momento para recordar quienes fueron los primeros en venir a adorar al Logos encarnado. Los pastores de Belén: sucios, malolientes e ignorantes analfabetos. Luego llegaron de Oriente los tres Reyes Magos, “the Three Wise Men”, pero eso fue después. La primicia de la Buena Nueva fue para los ignorantes piojosos. Los sabios de Grecia, ni se presentaron.
¿Anti-intelectualismo, devotio moderna, gloriarse en la propia ignorancia? Puede ser, en mi caso. Pero, “ Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños (parvulis). Sí, Padre, pues así te agradó.” (Lc X, 21). ¿Acaso estaba imitando Cristo a la “Imitación de Cristo”? ¿No sería más bien al revés?
Un dummy.
Jacobita.
ResponderEliminarDe los comentarios anteriores no se desprende lo que usted concluye.
No obstante ello, por su último comentario, sí es fácil darse cuenta de la impresión que le ha quedado.
Si fuese como usted dice, los doctos o supuestos doctos del blog hubiesen criticado al Carlista (o sea a mí) que habló de "pequeñas cosas" al alcance de todo el mundo y a Tollers por haber hecho alusión a la "contemplación terrena", esto es, "de las cosas", y nadie lo ha hecho.
Le marcaré (permítamelo) 3 temas en donde creo que se equivoca o al menos lo hacen enojar por pretender "más" de lo que la contemplación, pura y dura, es:
1.- Para contemplar "las cosas" hay que "ver con los ojos" serenamente. Eso pide Pieper. Nada más. No pide un título de iniciado.
2.- La explicación detallada de "qué es" la contemplación, nadie se la dará. Se llega por aproximación y se la intuye. No se la explica como una suma o resta. No se puede, ni es pedantería no hacerlo.
3.- Pieper también aclara que la contemplación se da en "instantes". Luego, cuando un tipo le afirma que contempló, no se pone frente a usted como un "experto que logró lo imposible y ahora levita a dos centímetros del piso". Salvo que sea San Francisco o San Juan de la Cruz, son pocos instantes a la semana, encontrando su momento crucial, la más de las veces, en la misa. Hasta no dudo en afirmarle que a veces, a lo sumo, llego a eso no más que por 5 segundos al ver la espalda del celebrante y la Hostia que éste eleva. Y más de una vez, muchísmas más, ni 5 segundos.
Estas pocas cosas que le digo creo que podrían encarrilar algo que no es más que un mal entendido que parte de que usted y algún otro/a pretenden de la contemplación y de quien contempló alguna vez, más de lo que eso mismo es.
Usted, sin ir más lejos, debe haber contemplado un toco de veces.
Si alguien cae en angelismos yo le aviso, pero hasta ahora no ha pasado.
El Carlista.
Dado que el que trajo a Garrigou a colación es un servidor, no puedo evitar sentirme tocado por los comentarios. Por lo que me permito aclarar algo.
ResponderEliminarSi traje a G-L a pasear fue porque se dijo en el post anterior que la contemplación era algo de unos pocos afortundados. G-L no fue el primero ni el último pero sí tal vez fue el que más claro dejó el tema de que no se puede llegar al cielo sino santo y que para llegar a santo es necesario recorrer un camino espiritual que, necesariamente, involucra la contemplación. Si ésta fuese cosa de unos pocos privilegiados, parecería que Dios es un sádico que pide imposibles. Pero dado que no lo es, existe una forma de contemplación para cada uno de nosotros. En nosotros está o no recorrer ese camino.
Y, como recordé antes (y lo hicieron muchos otros en este post y el anterior), la contemplación no es el ohm del Yoga, algo así como la búsqueda de la impasividad, sino algo que está al alcance de la mano de todos, especialmente de los más sencillos y humildes. [NB: Sencillez y humildad que no tienen nada que ver con decidia o negligencia en la formación -quietismo-, ni con anti-intelectualismo voluntarista -pelagianismo-.] Por eso, lejos de mí (lo dije antes y lo repito), un "elitismo" donde la santidad esté sólo al alcance de los que más saben. Puesto que, al final de la jornada, "aquél que se salva, sabe; y el que no, no sabe nada".
Por las dudas aclaro que la reverencia para von Hildebrand no es un sentimiento...
ResponderEliminarLo que une a los que rechazan a los autores de "afuera" y los que los buscan precisamente por ser de "afuera", es una misma visión (¿?) de lo que significa estar "adentro".
Unos quieren "acatar" a toda costa, y los otros quieren "desacatar". Estos últimos también quieren "acatar", pero la moda, el mundo o lo que sea.
Unos quieren quedar bien adentro y los otros, afuera.
"¿Qué es la verdad?", preguntó Pilato.
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarJacobita, salga de la dialéctica de la devotio moderna, prolongada por el pensamiento barroco en sus dos variantes: neocon o progre. La sabiduría no se opone jamás a la humildad, la inteligencia no es óbice a la piedad. Si la ciencia sin caridad hincha, la ciencia con caridad agranda el corazón. No hay caridad sin fe. Et et, et et...
Es et et, no aut aut. Santo Tomás tenía la conciencia de un niño de cinco años en su última confesión.
Toda oposición a usar el intelecto en su más amplio espectro, con excusas moralistas (humildad, pequeñez, etc), esconde un tremendo resentimiento. Y el ignorante que desprecia al sabio por sabio es el más incurable ejemplo de soberbia.
Medítelo.
Para Beatriz que dijo,Si no eres una asesina, una promiscua y/o depravada sexual, y una mentirosa, que paso con el buen ladrón y la promiscua de María Magdalena. Para el sr. Gelfand si le molestan los autores judíos no lea el evangelio ni a San Pablo ni le rece a como dice Castellani, a esa mama judía a la cual en el libro de las oraciones le dedico tan hermosa suplica, ni que hablar de Soren Kierkegaard, que para este caso de contemplación, en el capitulo que Castellani traduce, sobre los tres estadios de la vida viene bien para para comprender un poco mas sobre este tema. INDEC
ResponderEliminarQuerida escéptica, como usted me quedo con el grado de contemplación de san Isidro Labrador, o san Martín de Porres, no por que desconosca a los mas altos, si no por estar mas cerca a mi estado de laico y laburante ,que no tenemos tiempo mas que para el trabajo para poder dar de comer a una familia numerosa. Saludos INDEC
ResponderEliminarLudovicus , le tenia mucho respeto por sus intervenciones, pero con la de seleccionar me lo tiro por tierra, menos mal que Cristo no selecciono como usted ante quien predicó, ni a quien eligió para formar a su Iglesia, todos brutos pescadores y no ilustres sabiondos, pero la falta de humildad es la peor cosa, le dejo esto para que piense Sobre La Arrogancia...
ResponderEliminarEn la facultad de Medicina, el profesor se dirige a un alumno y le pregunta: “¿Cuántos riñones tenemos?”
“¡Cuatro!”, responde el alumno.
“¿Cuatro?”, replica el profesor, un arrogante de esos que sienten placer en pisotear los errores de los alumnos.
“Traiga un fardo de pasto, pues tenemos un asno en la sala”,
le ordena el profesor a su auxiliar.
“¡Y para mí un cafecito!”, replicó el alumno al auxiliar del maestro.
El profesor se enojó y expulsó al alumno de la sala. El alumno era el humorista Aparício Torelly, conocido como el Barón de Itararé (1895-1971)
Al salir de la sala, todavía el alumno tuvo la audacia de corregir al furioso maestro:
“Usted me preguntó cuántos riñones ‘tenemos’.
‘Tenemos’ cuatro: dos míos y dos suyos. Porque ‘tenemos’ es una expresión usada para el plural. Que tenga un buen provecho y disfrute del pasto”.
La vida exige mucho más comprensión que conocimiento. A veces, las personas, por tener un poco más de conocimiento o ‘creer’ que lo tienen, se sienten con derecho de subestimar a los demás...
saludos INDEC
En otras oportunidades hubo reproches a algunos comentaristas del blog de querer ser herméticos , casi esotéricos, de querer ser " doctores " en ciencias ocultas religiosas ....
ResponderEliminarOtro dummy
1. Se trata de contemplar y dar a los demás lo contemplado. Caso contrario, el autor del blog no perdería su tiempo publicando cosas, y administrando comentarios.
ResponderEliminar2. Pero la participación en la verdad, siempre se da según el modo del que la recibe. Todos somos recipientes limitados, en más o en menos.
3. Está en la prudencia del lector calibrar si un determinado blog lo supera, y por tanto no le conviene leerlo, y además decidir sobre los comentarios que agrega.
Dummy,
ResponderEliminarNo parece Ud. ser tan dummy.
Eso si, le reconozco que no hay nada que objetar a lo que ha dicho en el comentario último, pero...
Evidenciándose, a todas luces, que lo que salva es, en la Iglesia, la Fe en Cristo y que quien salva es Cristo-Jesús únicamente, no se sigue necesariamente que el desarrollo de una vida intelectual y de una "espiritualidad intelectual" sea un mero gnosticismo. Ud. trajo a colación al gordo Tomás, santaso intelectual por un lado, humilísimo cristiano por el otro (que no son, al final, tan un lado y el otro, sino lo mismo).
Le reconozco aquí, y públicamente (aunque detrás de un seudónimo)que me produce harto escozor el desarrollo espiritual que inició su decurso a partir de la Devotio Moderna. Alguien ya citó a Disandro al respecto: no puedo más que adherir.
Respecto los piojosos y sucios pastorcillos de Belén pues, mi amigo, permitame dudar de la falta de higiene de aquellas gentes: palestino/hebreos si, pobres si, faltos de técnica/tecnología moderna, si, sucios... no necesariamente. Por mis pagos hay gentes ignorantísimas y desposeídas aunque jamás sucias.
La ignorancia (Ojo con el Cardenal Cusano!) no es sinónimo de brutalidad y mucho menos de suciedad, crotesa o pediculosis.
Le reconozco, como dije, eso si, que por estos pagos Wandererianos se exalta quizás de más "lo intelectual" pero...a aguantarse... (incluyendome!) pues eso ES este blog su autor o autores y sus comentaristas en reglas generales. Que quiere que le diga, todos puteamos a Wanderer pero bien que entramos acá.
En fin, yo, que soy recién el séptimo, llegué tarde y no pude vislumbrar al Verbo Encarnado. Me queda la oración (el rezo bah!), el rito y el intelecto (el poco que tengo) eso si, CREDO UT INTELLIGAM, como San Agustín, que si era un intelectual.
Aún después de todo lo dicho le reconozco, junto a Nuestra Señora que El Señor "Deposuit potentes de sede, ex exaltavit humiles".
El Séptimo Rey Mago
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarINDEC, no pretendo seleccionar a nadie. Se seleccionan solos. Insisto: mucho cuidado con la soberbia de los sabios, pero mucha más con la de los ignorantes. Mucho cuidado con la suficiencia de los ricos, pero mucho más con la de los pobres. La pobreza de espíritu es otra cosa. Vivimos en un país donde cualquier insolente opina de cualquier cosa, donde en el catolicismo todo se liquida en dos patadas con un par de lugares comunes ("mejor ser bruto y santo que sabio y fariseo"; "santa Teresita era humilde y santa y no estudió nada"; "exigir contemplación a los laburantes es elistista", etc.). Lo gracioso es que vivimos de la contemplación como pez en el agua. A Jacobita y a otros les vendría bien leer el artículo de Pieper sobre la contemplación natural. Es imposible no contemplar, como dice la pequeña Mary somos contemplación, es como que una persona intente vivir sin el hábito de los primeros principios o sin synderesis. No se puede. Esto es experiencia, no libros, pero para reflexionar sobre la experiencia hacen falta libros o maestros, maestros y libros, reflexión...
Aquí, en Wanderer, nadie que viene con las manos vacías es despedido. Pero no se puede regalar a quien las cierra, ni a quien pretende impugnar a los maestros sin un mínimo de atención y conocimiento.
Efectivamente, como dice el carlista, la contemplación es una experiencia propia de los pobres, pero pobres en serio. Efectivamente, como dice el carlista, no se puede definir la contemplación, porque está transida de los Trascendentales, hay que experimentarla, pero para eso hay que reconocerla, no confundirla con un mero conocimiento teorético. Y para reconocerla, es decir, poder hablar sobre ella, se tiene que tener un buen Maestro.
Los maestros orientales lo saben bien, la iluminación no se explica, el satori no es explica, lo inefable no se define, por eso lo primero que se enseña es el sonido del aplauso con una mano. Y el koan tiene una solución fácil: un buen cachetazo.
Celebro que me haya perdido el respeto. Es la mitad del koan.
Toto corde,
Ludovicus dijo
ResponderEliminarY por cierto, el alumno de los riñones me parece un arrogante imbécil, de una imbecilidad que se detecta fácilmente en la Universidad entre alumnos ignorantes. La costumbre de burlarse de quienes saben, con una parodia falsa de la verdadera paradoja. Eso es lo contrario de la sabiduría, es una patología que podríamos llamar "ligereza" y que destruye la verdadera studiositas.
Santo Tomás dijo que la Summa era paja, después de escribirla y tener una experiencia iluminativa. Algún burro aparece y dice que es paja, antes de leerla. He ahí la diferencia.
"Para Beatriz que dijo,Si no eres una asesina, una promiscua y/o depravada sexual, y una mentirosa, que paso con el buen ladrón y la promiscua de María Magdalena."
ResponderEliminarLe respondo con la misma pregunta que hizo Wanderer a escéptica:
¿Cree que el buen ladrón era bueno por sí mismo? Los protestantes suelen citar al buen ladrón para decir que las buenas obras no son necesarias para salvarse, sin embargo el buen ladrón hizo un acto de amor al defender a Jesucristo de los insultos del ladrón malo:
"Uno de los malhechores colgados lo insultaba: ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti y a nosotros. El otro le reprendía: Y tú, que sufres la misma pena, ¿no respetas a Dios? Lo nuestro es justo, pues recibimos la paga de nuestros delitos; éste en cambio no ha cometido ningún crimen."
y además hizo un acto de fe:
"Y añadió: Jesús, cuando llegues a tu reino acuérdate de mí. Jesús le contestó: Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso"
Cuando a Jesús le dijeron "Maestro bueno" él respondió: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios" (lucas 18, 19) ¿acaso no era bueno Jesús? Sí lo era, con esta respuesta quizo enseñarnos una cosa: Dios ES el Amor, y oor eso puede darlo a otros, es Manantial de amor, Fuente de amor. O como dicen los teólogos: Dios es causa primera de la buena obra, el hombre es causa segunda.
Decir que el buen ladrón fue bueno con Jesús por propia elección sin ningún influjo de la gracia, es pelagianismo.
Entender cómo actúa la gracia ayuda para observar la acción de Dios en uno mismo. Le recomiendo este blog: http://charlemossobrelagracia.blogspot.com/2010_12_01_archive.html
el autor es el cardenal Charles Journet.
La samaritana dejó de ser promiscua cuando Jesús se le acercó y le ofreció una gracia: el don de Dios (el Espíritu Santo).
Aquí también se ve que Dios es causa primera de la buena acción (Jesús se acerca a la samaritana y le ofrece el don de Dios), el hombre causa segunda (la samaritana dice "sí" y actúa).
Beatriz
Gente para los que quieren aprender basta con leer y observar ademas de ocacionalmente comentar. Si quieren aprender hagan silencio y como decía Simone Weil.
ResponderEliminarPresten Atención
Fotizomena
Si perdemos el humor y la caridad , el blog se va parecer a Radio C.
ResponderEliminarLudovicus, toto corde!
ResponderEliminarLa peor soberbia es la del asno que desconoce q no conoce, pero convengamos que con ambas nos condenamos, con la soberbia ya sea del sabio o ignorante, ambos accidentes, rubios o morochos, de bella vista o san rafael, del accidente que se quiera...
Dejemos la dialectica idiotizante del "ojo con lo tuyo q puede ser peor" y enseñe carajo!
Cordialmente!
Dummy autodidacta.
Me quedé pensando...
ResponderEliminarDe un lado los devotos, del otro, los intelectuales...
Y donde quedó el Culto Mistérico?
El Séptimo Rey Mago