Encontré un interesante texto de Newman. Habla acerca de las diferencias de opinión, sobre materia opiniable, que existen entre los cristianos. Nos viene bien a nosotros, redactores y lectores del blog:
"Pues siempre ha habido tales diferencias y siempre las habrá en la Iglesia; entre los cristianos habría dejado de haber vida espiritual e intelectual, si tales diferencias no existieran. Es parte de su estado militante. Ningún poder humano lo puede impedir y, si lo intentara, habría que llamarle soledad a lo que llaman paz. Y así, pensando que el hombre no lo puede impedir, por mucho que lo intente, no siente gran asiedad ni preocupación. El hombre no puede y Dios no quiere. Sino que desea que estas diferencias sean un ejercicio de caridad. Por supuesto que yo deseo tanto como sea posible estar de acuerdo con todos mis amigos; pero, si a pesar de todos mis esfuerzos, me superan o no me alcanzan, no puede evitarlo y lo tomo con calma".
Muy bueno. Gracias. De provecho. Atenúa las "termocefalias".Mea culpa!
ResponderEliminarSaludos.
En materia de doctrina, en materia de fe, no podemos conformarnos con que no es posible pensar igual.
ResponderEliminarQue nos tomemos con calma que de momento no sea así con mis hijos y amigos, no significa que renuncie a que algún día, con la ayuda de Dios, lo logremos.
...............ejercicio de caridad .
ResponderEliminarEstimado Wanderer, por un amigo me enteré de su blog y comencé a leer los post. Diría que en el último tiempo leí casi todos, y parejamente las interesantes discusiones que se arman. Uno llega a imaginar las caras y caracteres de los comentaristas. Para un recién llegado al mundo de los blog, es algo muy interesante. Dicho esto, y en relación a este post, debo decirle que en multitud de los anteriores eché de menos la humildad del sabio. Me responderá que aquí nadie pretende serlo. Pero trás leer al menos 12 o 13 post en los que se explaya sobre las cualidades risibles de los zombis papólatras, sólo porque no conocen los últimos resquicios de la doctrina del Vaticano I acerca de la infalibilidad, o porque cometen el increíble error de pensar que cuando el papa dice algo en general es conveniente pensar que tiene razón, ya la disculpa no corre. Podrá ud. o alguno de los comentaristas tener razón respecto a estos y otros temas, o quizá no, y conviene explayarse sobre todas estas cosas (estos blog no abundan). Pero ¿es necesaria la ironía corrosiva hacia todos y cada uno de los que no tuvieron la suerte de leer un par de libros de Castellani, echar una ojeada ocasional al Denzinger o a un manual tomista?. Digo por ejemplo, cuando se manda al frente con nombre y apellido a un pobre lector que opinó que la obediencia al Papa es virtud sobrenatural... Si Tomás de Aquino se cuidaba de hacerlo con Maestros que públicamente enseñaban mal, y él tenía el oficio y la autoridad para hacerlo, creo que todos aquí podríamos tener más discreción, y, repito, humildad. Porque los temas que aquí se tratan no son muchas veces sencillos, y las más, opinables. Como insinúa la cita de Newman, si faltamos a la caridad en estas cosas, ya nos apartamos de la Verdad, que es Dios mismo.
ResponderEliminarDe todos modos, le debo agradecer a ud. y a varios de los comentaristas (y a mi amigo) el descubrimiento de esta joya en internet, espero que las discusiones sean cada vez más interesantes.
Un saludo,
Pinzón.
Pinzón.
ResponderEliminarSi llegó a imaginar entre otras mi cara y caracteres, hizo bien si me ubicó en el llerta, impidiendo que los niños pispeen las fotos femeninas de los almanaques de las fábricas de bujías. Ese es el hábitat, donde con el Flaco Traverso, somos como peces en el agua.
Por lo demás, no niego que se pueda pecar y hasta cometer pecadazos desde acá, pero tampoco veo que haya que cambiarle el tinte el blog. Aquí se ironiza las más de las veces y con eso nos divertimos sanamente. La ironía o el trato duro pueden ser faltas de caridad, pero desde el anonimato y a otro anónimo ... no sé cuánto, ni lo veo grave.
Cuando escriben algunos nos conocemos el nombre, apellido, de lo que saben y de lo que no, ¿pero eso entre cuántos? ¿Tal vez 10? (yo extraño las intervenciones de Gandalf) Esto lo leen muchas más de 10 personas, y que se diviertan y hasta enojen haciéndolo es parte de la idea; que el que no se divierte, ante lo que no es imprescindible, se las toma, y tal vez se pierda de algo que mañana le clarifique o anoticie.
Por lo demás, es precisamente al revés: los que leyeron el D., un par de libros de Castellani y algún que otro manuel tomista son los que nos consideran duros a nosotros. Si somos nosotros los que coincidimos con Gilson, Pieper o Gambra y su amistad, reivindicación y respeto intelectual hacia un Gabriel Marcel, por caso, y nos salimos así del cuadrilatero silogístico que ofrece el manual; o de un Caturelli, que se ha consado de decir "ese tomismo no es de Tomás", aunque vía San Agustín, Rosmini y Siacca.
A esos manuales los llamó Pieper "manuales de tercera clase ad mentem Divi Tomae, de sistematización escolar, que han quitado el gusto y cerrado el acceso al mismo Doctor Communis a generaciones enteras"...(La fe ante el reto de la cultura contemporánea, Rialp, pág. 68).
Recuerde que la discusión de aquella vez era precisamente anti manualera y con Santo Tomás en mano se refutaba la papolatría cómodamente, ese Tomás que intuyó el Vaticano I siglos antes.
Wanderer, porqué no se escribe un post sobre "El Vaticano I, ese Concilio que la pudrió y que ahora nos salva".
Suyos, digo, de los dos.
Por cada persona que ha sido perjudicada por seguir la dirección de otro, cientos de personas se han arruinado guiándose por su propia voluntad. Pero éste es otro tema.
ResponderEliminar(John Henry Cardenal Newman, Sermones católicos, Ed. Nelbi, Madrid, 1959, p. 126-142