Se dieron, todas juntas, varias cosas, varios factores.
Primeramente creo que es importante recordar que el catolicismo
"militante" preconciliar dejaba muchísimo que desear en nuestras
pampas. Antes del Congreso Eucarístico del 34 ir a Misa era de señora gorda y
los grupúsculos de derechas (desde la legión cívica, prefascista, hasta la
mismísima "Nueva República") estaban alejados por varios trancos del
catolicismo. Todavía, de más está decir, no había aparecido esa cosa rara que
inventó España en el 39: el "Nacionalcatolicismo", que sazonado un
poco de Juan Manuel de Rosas se torna en Nacionalismo Católico argento.
Pero vino el 34 y vino el Congreso y vino el futuro Papa, y
todo en sintonía con el auge de los fascismos en Europa... y el mix de
neutralistas y católicos generó, en los 40´s y 50´s (en la posguerra ya, pero
sin los embates del Dogma de la Shoá todavía) cosas como la UNES y TACUARA.
Y acá se complica.Tacuaras hubo varias, pero todas juntas.
La "oficial" y "A class" del joven Alberto Ezcurra, con los
cursos de la Summa, los escritos del Capitán Codreanu, los discursos de José
Antonio, el nacionalsindicalismo como respuesta a un conservadurismo liberal
que mantenían en la generación anterior (aunque hayan leído a de Maeztu e tutti
quanti), el saludo romano, el corte marcial, etc. Otros tacuaras se
incorporaron al "fenómeno" tacuarista que, mal que me pese, describe
(eso eh!, no todo!) bien el paisano Gutman en su libro al respecto.
Llegaron los 60s con Fidel devenido en comunista (recordarlo
con sus quichicientos rosarios entrando en la Habana, su "We are not
communists" en EEUU una vez derrocado Batista, etc), con la revoluta en
las universidades yankees (luego en Paris, y no antes, como bien muestra
Esparza), Camus, Sartre, cassettes de Perón, etc. Pero vino también, y MUY
PARTICULARMENTE el Concilio que se llevó puesto todo lo que encontró en el
camino (V.G: La Iglesia). Acá, en Argentina, se combinó con lo que había:
jesuitismo.
De ahí un Padre Mujica Echagüe dando clases de Teología
Moral a los "fachos" del Salvador (historia y filosofía), recordado
aún con su motito-ciclomotor y su cara de nene bien, después de que los
"fachos" venían de cursar con Vicente Sierra, Peco Ibarguren, Sánchez
Albornoz, etc. No eran "tacuaras" ya esos muchachos, eran
nacionalistas a secas, con mucho saludo romano, mucho libro mal digerido, mucha
intención de ser revolucionario sin ser de izquierdas (al principio al menos),
con una Iglesia que, desde sus soldados jesuitas y jesuitizantes los instaban a
leer bazofia y a pensar bazofia. En la UCA, mientras tanto, la Democracia
Cristiana (Los peces colorados flotando en agua bendita como decía el Pocho)
sumaba a roletes jóvenes estudiantes a sus filas.
Llegó Perón como opción política (70, antes ni él se creía
volver), feneció la "posibilidad Onganía" y al tacho con todo eso. De
Royo Marin a Thomas Merton, de Merton a Cué, de Cué a...al carajo. En política,
creo que fue igual.
Sin Concilio y sin Compañia, esto no se entiende.
Bueno, se pusieron prolíficos.
ResponderEliminarMe alegro!
No jodan más con el nacional-catolicismo, exportado a estas tierras por el Perro.
ResponderEliminarInvento de una sobrina de Garrigou-Lagrange en polémica con Cité Catholique.
Linda etiqueta para que la sigamos usando como unos buenos pelotudos.
Saludos