Anoche vi el programa de Lanata. El gordo no es santo de mi
devoción: progre, zurdoide y manipulador de la información pero, hay que
decirlo, es inteligente, lo cual no es poco en un periodista argentino. En el
informe que presentó muestra entrevistas sobre de la situación del país
realizadas a Tomás Abraham, Martín Caparrós y Guillermo Raffo. Ninguno de los
tres caen en mi círculo de simpatías pero, una vez más, hay que reconocer su
agudeza y capacidad de análisis.
Quiero comentar aquí una frase de Abraham que me pareció muy
acertada: “Son pocos los que se bancan la verdad; es más fácil embarcarse en
las epopeyas”. La dijo como respuesta a la pregunta de Lanata acerca de por qué
gente inteligente y buena se embarcaba en discurso K. Creo que la sentencia
puede ser aplicada también a otros ámbitos, como el nuestro. Veamos.
¿Quiénes se embarcan en epopeyas? Entiendo por tal un “relato”
que brinda un marco de justificación a las propias acciones y elecciones dentro
de una épica natural o sobrenatural. Creo yo que los inmaduros, los incapaces,
los cortos, los oportunistas y los que no se bancan la verdad.
Cuando ocurrió la guerra de Malvinas yo tenía quince años.
Por supuesto, me embarqué con entusiasmo en la epopeya patriótica que nos
vendía un gobierno militar agonizante y que cualquier persona madura y pensante
podría haber percibido que, más allá de la justicia de la causa, la decisión sería
un error trágico e irremontable. Yo tenía la inmadurez propia de la
adolescencia, y compré el relato.
Nadie puede reprocharle a los villeros y demás especímenes oscuros
que compren del relato K. Son incapaces para pensar y discernir y compran lo
que le ponen delante, si viene acompañado de unos pesos.
Llamo “cortos” a los incapaces de juzgar el momento y las
circunstancias presentes. Es decir, a los faltos de inteligencia entendida como
virtud o, mejor aún, a los faltos de prudencia y de todas sus virtudes
derivadas. La persona que transcurre su vida entre el trabajo durante el día y
Tinelli durante la noche, no puede poseer demasiada capacidad de juicio
crítico, o de prudencia con respecto a la realidad concreta y particular.
Simplemente, sobrevive o gasta su vida hasta que se le acabe. Si los K. les
dieron la posibilidad de comprarse la pantalla de LCD para ver mejor a las
bailarinas de M.T. cuando llega cansado a su casa, comprará el relato sin
pensar demasiado, o sin pensar nada.
Oportunistas son los que se embarcan en las epopeyas porque
les conviene y hasta que les conviene. Durante el último gobierno militar,
Primatesta, Aramburu y la mayoría de los obispos se embarcaron en el relato de
la represión ilegal porque les convenía. Cuando vieron que empezaba a hacer
agua, saltaron del bote, dejaron a los militares solos y se subieron a la
epopeya de la democracia. No creían nada más que en sus prebendas y
comodidades. Podemos estar poco o nada de acuerdo, pero hay que reconocer que
Tortolo y Bonamín compraron la epopeya y la sostuvieron, y que Hesayne, Novak y
De Nevares nunca la compraron. Al menos fueron coherentes.
¿Y los que no se bancan la verdad? Aquí es más difícil de
encontrar una definición. Son los que viendo, cierran los ojos porque no
quieren ver. Es más fácil y tranquilizador. Porque ver implica actuar en
consecuencia. Mejor entonces es no ver, escudándose en obediencias y
humildades, y sosteniendo sobre los hombros la epopeya. Muchas veces hemos
hablado con amigos, y en este blog, acerca del asombro que nos causa que gente
buena e inteligente permanezca en ciertas fundaciones religiosas cuando a ojos
vistas no deja de hacer estrago tras estrago, dejando un tendal de vidas
destrozadas de sacerdotes, religiosas y laicos. ¿Es que no ven lo que es
evidente? Es comprensible que no lo vean los seminaristas porque aún son
inmaduros; es comprensible que no lo vean los cortitos que acarrean a paladas
pero, ¿cómo no lo ven los otros (y
aquí podríamos poner muchos nombres que todos conocemos)? Oportunistas
ciertamente no son. Es gente buena. Creo que no ven porque no se bancan la
verdad. Ver les exigiría actuar, y actuar en ese ámbito puede ser muy
peligroso.
Pero este no es un post sobre los kukeses. Es sobre quienes
compran las epopeyas.
Creo que hay una sola epopeya que merece ser comprada. La
única verdadera. La que Cristo nos dejó en su Evangelio.
Ludovicus dijo,
ResponderEliminar"Creo que hay una sola epopeya que merece ser comprada. La única verdadera. La que Cristo nos dejó en su Evangelio"
Y es una epopeya que termina en una Cruz desnuda. Como para que no se suban ni inmaduros, ni incapaces, ni cortos ni oportunistas, y mucho menos los que no se bancan la verdad. Probablemente la vida consista en abandonar nuestros cobardes, sórdidos, vergonzosos relatos por la verdad.
En lineas generales estoy de acuerdo con este post, W. La verdad, venga de donde viniere... ya sé, pero no sé... Vea que lo estimo a ud, y sin embargo no sé qué diferencia hay entre ver a Tinelli y rescatar una idea infimamente dichosa de T. Abraham, y sobre ella sostener este planteo.
ResponderEliminarMadurga
IMPECABLE!
ResponderEliminarLitle Jack.
El otro día vi un par de jóvenes, muy jóvenes seminaristas. A simple vista se ve que eran un par de tontos. Habría que pensar un poco más esta verdad: todos tenemos vocación religiosa, pero de modo general. O bien, la vocación puede despertarse en cualquier momento. Quizás tal situación se da cuando un hombre recibe una fuerte dosis de cultura, cosa que aparentemente los seminaristas deberían recibir.
ResponderEliminar¿No hay una solución psicológica para casos de seminaristas ordenados que después descubren que su vocación era otra, puesto que lo que cuenta es la decisión espiritual?
Del periodismo y el gobierno no se puede hablar. Ambas son un negocio, y por lo tanto una mentira.
No se puede ser bello dando un cuadro del error. A veces los post de Wanderer apestan.
Saludos
Claro, pero la "Epopeya de la Cruz" supone una inmensa cantidad de pequeñas epopeyas colindantes: la de cuidar los buenos amigos que son copañeros de ruta al Cielo (los malos al Infierno), la de darle buenos ejemplos a nuestros hijos, la de impedir que se profanen los templos de Cristo, la de combatir gobiernos impíos, en su tiempo la de luchar contra la masonería, en las dos Guerras de la Reconquista las de evitar que el inglés hereje se haga con nuestra Patria y en 1982 lo mismo.
ResponderEliminarDiría que estoy de acuerdo con usted, solo que veo a Cristo en más lugares.
.
Comparto plenamente la reflexión "Creo que hay una sola epopeya que merece ser comprada. La única verdadera. La que Cristo nos dejó en su Evangelio". Y es mi convicción que las penurias que vivimos desde siempre en este mundo se deben -precisamente- a habernos apartado de esa, la única epopeya digna. He llegado a comprender a los adherentes a la "epopeya K", ya que en nuestro país políticamente ¿hay otra?. Lanata, Tomás Abraham y demás corifeos de Héctor Magnetto son la expresión decadente de una Argentina ya muerta y que fue peor (a juzgar por sus frutos). Sólo considero válido retornar de corazón a la reyecía de Cristo, porque en nuestra Argentina desde 1810 escapamos de Pilato y vamos a manos de Herodes, de él a las garras de Caifás y de éste volvemos a los pies de Pilato. Y de allí al Gólgota...
ResponderEliminarMadurga, creo que hay alguna diferencia, no muy grande, pero alguna hay. Abraham, nos guste o no, es inteligente y piensa y sus asertos excitan en todo caso la inteligencia y no la concupiscencia.
ResponderEliminarSi alguien entendió lo que quiso decir el Anónimo de las 12:16 hs., que lo explique.
Wanderer, sospecho que este Tomás Abraham, es nieto del Príncipe Radziwill-Habsburgo. Y por eso, es un zurdo bastante trucho. Sobre todo porque esa ascendencia le viene por madre, y siguiendo más atrás que el lituano, es Alvear. Así que, quizá, algún día vuelva por el buen camino. Si fuese un osky promedio, sería solo otro doctrinal más.
ResponderEliminarMark Snob
A mi me preocupa algo que dijo Raffo, sobre una mujer que conocía y era buena y normal que dijo una ridiculez en el funeral de su padre estilo "murió en una fecha tan cercana al aniversario de la muerte de Él quien derrotó al odio con el amor" siendo él Néstor Kirchner.
ResponderEliminarCuando desaparezca el krichnerismo esa gente va a volver a la normalidad, como cuando matás a un vampiro y sus víctimas vuelven a su estado normal de humanos, o vamos a tener que convivir con toda esa gente que el kirchnerismo volvió loca por siempre?
Ex-Luterano
Ex-Luterano: No se si van a volver a la normalidad. Lo que si creo es que sería mejor no tratar de sacar a nadie de su "locura". En el siglo XX estuvimos 18 años tratando de "desperonizar" la nación para que después ganara por más del 60%.
ResponderEliminarY si quiere algo mejor, siga el consejo de Wanderer y compre la Epopeya Mayor, todo lo demás viene por añadidura.
Ex-Luterano: No se si van a volver a la normalidad. Lo que si creo es que sería mejor no tratar de sacar a nadie de su "locura". En el siglo XX estuvimos 18 años tratando de "desperonizar" la nación para que después ganara por más del 60%.
ResponderEliminarY si quiere algo mejor, siga el consejo de Wanderer y compre la Epopeya Mayor, todo lo demás viene por añadidura.
Buena pregunta Ex Luterano: ¿se corta el kirchnerismo si no se reelige a Cristina, o no?
ResponderEliminarCreo que sí, es demasiado personalista para sobrevivir sin él ni ella; pero puede que no, que esto es Argentina, donde todo tiene una vuelta más de rosca, nada es lo que parece al primer golpe de reflexión, donde el misterio se atrinchera, y más...
Mons. Rocca.
Hoy murió Leonardo Favio. Su problema y el de la Argetina, fue el peronismo.
ResponderEliminarMons. Rocca.
Interesante el planteo de Abraham.
ResponderEliminarTiene su lógica. Si el hombre está por naturaleza llamado a La Epopeya, tiene sentido que al no encontrarla/rechazarla, adopte otra en su lugar.
En térmicos farmacológicos sería algo así como que tenemos receptores para las epopeyas.
Tampoco yo entendí lo del anónimo de las 12.16 hs.
Hay en estas consideraciones wanderianas un punto que no me cierra. Y es esa tendencia que se presenta a menudo en estas "comarcas" de saltar de lo particular a lo general, sin escalas. O mejor dicho, cargándose el abismo que separa de algún modo (no definitivo) la idea de la acción, el cielo de la tierra, lo eterno de lo efímero, lo espiritual de lo carnal, la Fe de la obra, en definitiva Dios del hombre. El problema existencial que se le impuso al hombre es el de resolver este Puente, el de establecer la Relación que pueda sortear este abismo: Cristo mostró el camino por medio de una Epopeya cruenta. Pero exigió a cada uno asociarse a Su esfuerzo, realizar su propia epopeya, tender su propio puente; buscar a Dios; y esto no es soplar y hacer botellas.
ResponderEliminarEsa epopeya se libra en el presente, mejor dicho en el Instante, donde el abismo entre lo eterno y lo temporal parece acortarse hasta desdibujarse :"Cada día tiene su afán". Eso es lo unico de lo que realmente somos dueños (y no estoy muy seguro). Y frente al problema del Instante siempre existe la gran tentación del "escapismo" sobrenatural, mas consolador y soporífero cuanto mas piadoso parece.
Creo que pocos no coincidirán en que la única gran epopeya es la de Cristo; pero si no acertamos a resolver nuestro Instante (el aqui y ahora con los K o sin ellos, por ejemplo ), como Dios prevé que lo resuelva, de poco sirve que sepa aquello. Y no errar en esto ya es toda una epopeya.
¿Quien puede decir que tiene la precisa sobre este asunto.? Renunciar a la propia epopeya del Instante y refugiarse en la de Cristo por temor a equivocarse, es como el "disolverse en dios" de los orientales.
Con el diario del lunes seria mas fácil acertar en esto . Y estamos seguros que asi será: cuando ese Instante se vuelva definitivamente Eternidad.
A pesar de los K, los MT o la imberbes de la campora.
El sábado hice la peregrinación al Santuario de la Virgen, en el Valle Grande. Son 35 km. Evidentemente va gente joven, por la distancia. Pues bien, ahí tiene un cuadro del error: vi a la mayoría de los pibes tomando cerveza, escuchando cumbia, fumando porros algunos. Lo que sucede en todas las navidades. Tan cerca de la verdad y tan alejados. Por ejemplo, Borges era Chestertoniano y nunca lo entendió.
ResponderEliminarO por ejemplo, por aversión a los K uno puede aproximarse a la verdad, y estar absolutamente alejado, al ser democrático. No sé, le podríamos objetar a Caparros que necesitamos una epopeya, o de lo contrario acusarlo del mismo mensaje del gobierno: que el pueblo se vaya a la mierda. Siempre nos dicen que nos vayamos a la mierda. Así no te embarques en epopeyas quiere decir: el país está condenado, váyanse todos a la mierda. ¿Por qué no interpretarlo así?
Saludos
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarEs importante lo que dice Gelfand. Si el kirchnerismo está reproduciendo la matriz histórica del peor peronismo, no habría peor postkirchnerismo que uno que replique al gorilismo, con sus sevicias y locuras. Con eso, tendríamos asegurados veinte o treinta años de division social y la transformación del Relato en Mito.
La única alternativa singla entre Scylla y Caribdis: asumir la realidad historica de estos últimos diez años, sobre todo en los aspectos positivos de inclusión social y económica, digamos la etapa duhaldista-lavagnista del kirchnerismo. El próximo gobierno debe ser progresista en serio en lo económico, derechista en lo cultural, legqlista en lo institucional, nacionalista realista sin chauvinismos en lo internacional. Es decir, deberá reproducir la matriz histórica del mejor peronismo, if any.
Anónimo de las 23:58 hs.: Interesante su comentario que merece una respuesta. En eso estoy.
ResponderEliminarEl problema está en aceptar la verdad con espíritu sobrenatural. Creo que la crítica de W. se enfoca en aquellos que buscan las epopeyas como evasión. En lugar de levantarse temprano para rezar antes de ir a trabajar, están buscando una persecuión para poder ser mártires. Se dedican a pelear guerras que no existen, donde ellos son potenciales héroes.
ResponderEliminarPero esta visión es errónea por alejada de la realidad. El gramscismo no hace mártires físicos; ataca el alma pero no el cuerpo. No permite otra epopeya que la de la paciencia, ni otra lucha que la que se libra en el alma contra el mundo, el demonio y la carne.
Efectivamente, los que no se bancan la realidad, andan buscando epopeyas ruidosas y restauraciones con caudillos providenciales. Hoy se nos pide la fe pura, y victorias espirituales sin espectáculo, como la de Nuestro Señor en la cruz.
Está claro que estamos en el plano de lo prudencial, lo que hoy resulta muy difícil, dado que el postcristianismo actual no tiene antecedentes. Y no se ven los santos que nos muestren el camino. Eso hace que avancemos a tientas, buscando santificarnos en el día a día (como dijo un comentarista), sin tener en claro un horizonte a largo plazo.
Saludos cordiales,
Provincianito
Decía Bulgakov que el bolchevismo era "él" pecado colectivo ruso. Así también el personalismo al estilo Domingo de Irala, Rosas, Irigoyen, Perón, etc. es la manifestación de nuestra mugre interna.
ResponderEliminarMás que políticos y política, necesitamos un Clero que limpie por dentro nuestros corazones, y lo otro se dará por añadidura.
Crux Australis
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarhay una particular rareza en todo esto (cuando no los argentinos), y es que mientras el mundo avanza a pasos agigantados hacia el "fiscal, social, politic, moral cliff" apocalíptico, a nosotros nos agarra la situación en una lucha provinciana contra una forma extrañísima de fascismo de izquierda, en la que los bandos están mezcladísimos y son transversales, podríamos decir entre gente con la inteligencia averiada y gente con sentido común.
El fin del Mundo nos encontrará discutiendo si Rosas o Perón tenían razón. O si Clarín es peor que Cristina.
Me voy a desviar un poco del tema de la entrada, y espero que esto no sea considerado una grosería por el autor. Hay un tema que me inquieta, y tal vez alguien en este foro lo tenga ya meditado: ¿cuál es el basamento filosófico de esto que ya ganó y gobierna el mundo?. Hay algo que ya ganó, una Idea, que es la que para todo el mundo es el Sentido Común, lo obvio. A saber: la vida hay que vivirla y disfrutarla, nada sexual es malo, los impulsos libidinosos deben ser seguidos, familias ensambladas y reensambladas, matrimonio gay, bueno, ya saben.
ResponderEliminarEl asunto es: si uno va y le pregunta a un porteño medio hoy en que cree, la respuesta será: "en nada, no creo en nada". Es decir, una confesión concisa de materialismo crudo. Pero será una confesión totalmente falsa, porque el porteño que confiesa esa fe materialista, a su vez cree que existe un Yo propio, que puede contemplar sus pensamientos y decidir seguirlos o no. Y cree en las responsabilidades y la culpas. Cree que los nazis y los militares del proceso merecen ser juzgados por sus actos, pues libremente decidieron cometerlos. Pero resulta que en un modelo materialista, la mente es una máquina deterministica (o a lo sumo probabilística, si nos ponemos esotéricos con la física cuántica). Es decir, mi pensamiento surge del cerebro como la bilis del hígado. Y si así fuera, no tendría sentido hablar de libertad, de culpas y de responsabilidades. Por tanto, no son materialistas.
Pero entonces, ¿en qué creen?.
Crux parecería que un sutil clericalismo asoma de su comentario, el cual, quizás,ejemplifique muy bien lo dicho sobre el "escapismo sobrenatural" y el problema del "Instante",tratado mas arriba.
ResponderEliminarEl clero no limpia nada "per se". Ni el estar "limpios" es garantía de que nos gobiernen lo "prudentes". No se puede saltar el "abismo" de ese modo, sin más. La Religión es lo mas importante; pero la Política es lo más urgente (por lo menos en la Argentina que nunca la tuvo) Y entre ambas, el famoso "Puente", es decir Cristo y nuestro obrar libre.
La "añadidura" no significa "yapa". Al contrario, el Reino y la "añadidura" están íntimamente ligados en, por y para el Verbo. Cuando muy "piadosamente" se aniquila lo "natural", lo que queda no es lo "sobrenatural"; sino lo "antinatural".
Y es que después de la Encarnación nada hay en la Creación que pueda declararse "inútil" sin caer en la tentación del maniqueísmo, por más que vista sotana; tal como el representado por el retablo de Magdeburgo, que tanto aterrorizó a Lutero y lo llevò a hacerse religioso para "limpiar corazones", desgraciadamente para él y todos nosotros.
ceg
Ludovicus, quizás así se imaginó Chesterton el "Acabóse": tomando cervezas con amigos y discutiendo sobre religión y política, en una "taberna del fin del mundo".
ResponderEliminar"asumir la realidad historica de estos últimos diez años, sobre todo en los aspectos positivos de inclusión social y económica".
ResponderEliminarLudovicus, lo dice por los planes que crían vagos que se acostumbraron a no trabajar?
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarAnónmo de las 20.12, le sugiero consultar a su mucama. En caso de no tenerla, puedo arreglarle una cita con la mía.
Toto corde,
Desde Barcelona, Espana: aqui están comprando otra epopeya romántica que nos llevara a lo de siempre...
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