Minutas del Cuppolone

Dall'ombra del Cuppolone

El desarrollo del encuentro con Simon Peres y Mahmoud Abas, junto con el patriarca Bartolomé, le dejó íntima y notable satisfacción al Papa. No se hace ilusiones de efectos inmediatos, pero confía en el poder de la oración y en el mensaje simbólico que se ha dado en orden a la paz . Pero para empañar un poco las cosas están los breves párrafos que se le acercan sobre novedades intraeclesiales de distintas partes del mundo (la minuta de cada dicasterio) 
Sobresale el increíble conflicto público entre dos obispos paraguayos. Mons. Livieres de Ciudad del Este y Mons. Cuquejo de Asunción. El prelado capitalino se hizo eco de las denuncias sobre homosexualidad respecto a un sacerdote argentino, muy activo y sobresaliente, que está en la diócesis de Ciudad del Este. Para muchos del blog sería un neocon paradigmático. El clérigo ya fue denunciado e investigado en USA, sin condena. Pero como hay una campaña en redes sociales que insiste nuevamente sobre el asunto, el obispo Cuquejo se manifestó públicamente diciendo que debía volver a investigarse, ahora en Paraguay. Pero dicho sacerdote es muy apreciado y defendido por el obispo Livieres (un argentino de nacimiento, del Opus Dei, actuó en la Universidad Austral). Así las cosas, en una arenga a jóvenes en una marcha pro-vida, Livieres no encontró nada mejor que acusar públicamente al obispo Cuquejo de Asunción de ser homosexual. De haber sido investigado por ello por la Santa Sede y de haber estado apunto de ser exonerado de la sede episcopal. Le dijo que no tire piedras porque él (Cuquejo) tiene el techo de vidrio y que ya prontito en setiembre se va de jubilado !!! Lo que increíble es que mons. Livieres es doctor en derecho !!! Pueden leer la crónica del caso en: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/interior/fuerte-acusacion-de-livieres-contra-el-arzobispo-cuquejo-1252317.html
Al lado de este escándalo, el informe de que el obispo de Oran (en el norte de la Argentina) mons. Zanchetta protagonizó un incidente con la Gendarmería Nacional queda como una anécdota de un desubicado. Resulta que por rutina, en una zona muy caliente por el narcotráfico y otras beldades, unos gendarmes detuvieron en la ruta el vehículo que guiaba Su Excelencia y quisieron hacer el control habitual. El prelado se sintió afectado en su dignidad y pretendió ser exceptuado. Los uniformados manifestaron que debían proceder como es usual con todos. El obispo dice que le faltaron el respeto en el tono de voz y delante de sus subordinados (los seminaristas que lo acompañaban), lo que aumenta el agravio a su investidura !!. Los gendarmes dicen que no es cierto. Que el obispo pretendía ser una excepción y que él les faltó el respeto insinuando posibles sanciones a los uniformados. Suena a que a mons. Zanchetta se le volaron la humildad y la identificación con los pobres. Parece que le saltó la cuarta y quiso un privilegio que ya no existe ni corresponde. Al menos así surge de la minuta. 
Otro día les cuento un sucedido simpático y genial, el caso del padre Urbano.