El aire eclesial se pobló de “diakonías”, de “presbíteros”, de “agapes”, de "koinonías". Fue entonces que hizo furor la parresía, en una versión rebajada del contestatarismo vulgar. En el tiempo (¿habrá que decir kairós?) de la Iglesia sesentista, la parresía era un carnet para la insubordinación, la denuncia, en definitiva, el lío contra el orden establecido, contra el obispo, contra Roma. Es el clima de nuestra infancia, asociado inconfundiblemente con el aroma del mate cocido y los escarchados vidrios del colegio: el poster de Martin Luther King, las estrofas mal traducidas del “We shall overcome” mezcladas con Simon & Garfunkel, y el espíritu de tantas monjas y curas camaradas de ruta o idiotas útiles de todas las rebeldías sin causa. Al menos reconozcamos que, a veces, algún peligro corrían. Tontería y coraje pueden ir de la mano.
Pues todo vuelve, aunque no de la misma manera. El río heraclíteo nos trae ahora una versión articulada desde el poder de la parresía, mencionada varias veces en los atípicos Sermones Martones. No es ya la franqueza evangélica para someter a juicio al mundo y a sus pompas, la sinceridad para resistir de frente a un jerarca cobarde o sostener una verdad incómoda. Porque la parresía se funda en Dios como en su centro: el Espíritu Santo que gime en nosotros con gemidos inenarrables, que le regatea, que logra la liberación de los justos por amor de su Nombre. El Dios Hombre que se queja ante Dios porque El lo ha abandonado. Las quejas de Job. La parresía es algo muy serio, que no admite caricaturas ni bastardeos antrópicos, referencias baratas al Flaco y al Barba ni liturgias de pelotas de fútbol sobre los altares. Es luchar toda la noche con Dios como Jacob, y que El se deje vencer. La parresía deja atrás el temor servil, para entrar en la condición de hijo. De hijo, no de compañero de chichoneos maradonianos.
Y aplicada al orden humano, el sentido de esta virtud despojada del temor servil es la valentía para proclamar sin respetos humanos la verdad frente al poder. En cambio, ahora la parresía es del que gobierna y de sus asistentes y secuaces, del oficialismo, y se espeta contra los subordinados y contra el marco dogmático e institucional que sustenta formalmente al parresista, para poner en tela de juicio a la misma verdad. Innovación que hubiera sorprendido hasta al mismo Foucault, autor de un ensayo memorable sobre la cuestión, donde señalaba que siempre el parresista arriesga cuando habla con franqueza, incluso su vida. Que la parresía es, precisamente, el instrumento más acerado contra la adulación y el conformismo.
La parresía de hoy es una síntesis dialéctica entre ese sesentismo y su polo opuesto, la glasnot de los ochenta, articulada desde el poder. Se usa para denunciar o difamar la Institución desde el vértice de la Institución: su historia, su prestigio, su doctrina, sus integrantes. Se emplea para cuestionar las mismas bases institucionales y doctrinarias de la Iglesia: jamás se oyó que cuestiones definidas ad nauseam por el Magisterio se pudieran poner a debate por la jerarquía. No hay límites de contenido para esta glasnot, para este replanteo, más que el capricho y la “autenticidad”. No hay límites tampoco institucionales, porque “el Papa no puede ser juzgado por nadie”, ni siquiera cuando pone en tela de juicio el Papado, en un monstruoso ouróboros que se asoma al abismo de la contradicción. Es que la parresía, contra lo que quería Foucault, se convierte en un arma más del canibalismo institucional, clave de bóveda para entender esta gestión, por así llamarla.
Porque la parresía hodierna tiene un límite: la persona del Parreso. Precisamente el objeto propio de la sana parresía –las actitudes prudenciales, los actos de gobierno, la disciplina- encuentra aquí una valla infranqueable. Quien cuestiona no la Institución sino al personaje y sus manejos se arriesga a ser depuesto, trasladado, acusado de desleal y de “ultracatólico” (curiosísima expresión en boca de católicos y aún más de consagrados).
Todo se puede discutir, salvo al Discutidor y al objeto de sus discusiones. Ahí aparece todo el peso del pensamiento único, de la Inquisición progre, de los respetos verticales y rectilíneos propios del totalitarismo. En ese contexto, un libro de corte académico, escrito por un grupo de cardenales para exaltar la doctrina católica amenazada por un lobo al cual elogia la Autoridad –un acto de parresía por excelencia-, se convierte en un acto de subversión. Una discrepancia con los modos pastorales, en una traición. Una falta de entusiasmo con el líder, en tibieza. Mientras tanto, la Verdad se rifa en el ágora de un Sínodo. Los aduladores, pronto perseguidores, seguirán invocando la parresía, pero quien busque otra palabra más de origen griego la encontrará enseguida: hipocresía.
Ludovicus
Muy bueno, Ludovico ! Y agrego que, de parresía a parricida no hay mucha distancia.
ResponderEliminarLindas líneas de Ludovicus. Con el grado de degeneración reinante, como no se iba a degenerar este término y su contenido, tan filoso,incisivo y "polémico". Les viene como anillo al dedo....
ResponderEliminarPor ello es que se dice que luego de Pentecostés los cristianos salieron (y deben salir) a hablar con “parresia”. El término viene relacionado con la forma como hablaba Jesús (Juan 7, 26; 11,14), es decir, con franqueza, con arrojo, sin temores de incomodar a las autoridades civiles o religiosas; en definitiva, parresia es hablar con libertad. Esta es otra expresión de origen griego, compuesta de dos palabras: “pan”, que significa todo, y “réhsis”, que significa discurso.
ResponderEliminarEl significado que parresia tenía en la Antigua Grecia era el de libertad para decirlo todo, de hablar sinceramente, un derecho que gozaban los ciudadanos como reconocimiento de su dignidad, y que en realidad su ejercicio era un deber en aras del bien de la polis. (En 1983 Michael Foucault dedicó un interesante seminario al tema). El término viene enfatizado por Juan Pablo II en su encíclica Fides et ratio (“a la parresia de la fe debe corresponder la audacia de la razón...”).
Es la revolución cultural de Mao, trasladada a la iglesia.
ResponderEliminarLudovico, además del grupo de cardenales que escribieron contra las tesis de Kásper antes del Sínododel 94, ahora saltaron otros en la misma Germania contra las innovaciones doctrinales, según este artículo de Infocatolica del dia de ayer
ResponderEliminarhttp://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=24047
Pero ya sabemos que hay un divorcio entre la docrina y la praxis. Ud fue discípulo de Renaudiere OP y yo también
.
Magnífico análisis, Ludovicus. Pero yo le haría una objeción terminológica. Ya que estamos denunciando una falsificación, deberíamos evitar llamar parresía a lo que esos falsarios hacen pasar bajo su nombre. Es lo mismo que está pasando con el concepto de misericordia. La parresía es un término bíblico, revelado, que designa a una virtud cristiana: una virtud de la que Cristo da ejemplo supremo. Más aún: la parresía es una perfección divina, un atributo del Dios que se comunica como Palabra, y como una Palabra de parresía. Por tanto, pervertir o envilecer el significado de la parresía es una horrible blasfemia que no se puede tolerar. A esa parresía fraudulenta no se le puede llamar parresía, ni siquiera «la parresía hodierna». Hay que desenmascararla como falsa: la falsa parresía, la pseudo-parresía, el sucedáneo que estos mistificadores hacen pasar por parresía; la perversión, adulteración o suplantación de la verdadera parresía.
ResponderEliminarAnónimo de las 12.35. De acuerdo. Habría que ponerle comillas a prácticamente todas las palabras muletillas de You Know Who.
ResponderEliminarSaludos.
Nos miramos con mi mujer, miramos a nuestros hijos nos preguntamos...¿qué vamos a hacer? ¿a dónde ir?
ResponderEliminarEs el Silencio de Dios. La abominación de la desolación en el Lugar Santo.
Primero pensé que los SERMONES MARTONES era una obra clásica que yo desconocía, y ni siquiera encontraba en internet....qué dobolu ! Cómo no imaginé las homilías de Santa Marta ?
ResponderEliminarA propósito de Foucault y la Parresía, encontré esto, muy interesante
http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-37442-2004-07-01.html
Con relación al Anónimo de las 12:35y la respuesta de Ludovico....Vale la pena leer lo que dice Foucault, a saber:
ResponderEliminarParresiazesthai significa “decir la verdad”. Pero, ¿dice el parresiastés lo que él cree que es verdadero, o dice lo que realmente es verdadero? En mi opinión, el parresiastés dice lo que es verdadero porque él sabe que es verdadero; y sabe que es verdadero porque es realmente verdadero.
El parresiastés no sólo es sincero y dice lo que es su opinión sino que su opinión es también la verdad. Dice lo que él sabe que es verdadero. La segunda característica de la parresía es, entonces, que hay siempre una coincidencia exacta entre creencia y verdad.
Desearía señalar que nunca he encontrado ningún texto en la antigua cultura griega en el que el parresiastés parezca tener ninguna duda sobre su posesión de la verdad. Y, en efecto, ésa es la diferencia entre el problema cartesiano y la actitud parresiástica, pues antes de que Descartes obtenga la indudable evidencia clara y distinta, no está seguro de que lo que cree sea, de hecho, verdadero
articulo completo en
http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-37442-2004-07-01.html
anonimo de las 13.11
ResponderEliminarAmigo, hay que rezar y rezar.y pedir por nuestra Fe, Esperanza Y Caridad
El Señor manda estas pruebas. a donde ir? a la trinchera que cada uno tiene. Su hogar.su flia y sus amigos. Esta abominación de la que usted habla pasará o no. Pero en el mientras tanto a cuidar cada uno lo suyo, especialmente la flia y todo lo que dependa de uno mismo. Abzo.
http://www.lavozdelpueblo.com.ar/nota.php?id=27095
ResponderEliminarUn cristiano restauracionista, legalista, que lo quiere todo claro y seguro, no va a encontrar nada. La tradición y la memoria del pasado tienen que ayudarnos a reunir el valor necesario para abrir espacios nuevos a Dios. Aquel que hoy buscase siempre soluciones disciplinares, el que tienda a la “seguridad” doctrinal de modo exagerado, el que busca obstinadamente recuperar el pasado perdido, posee una visión estática e involutiva. Y así la fe se convierte en una ideología entre tantas otras. (Entrevista del Papa con Antonio Spadaro s.j., 19 de agosto de 2013)
ResponderEliminarLudovicus: Ud se refiere justamente a este espíritu en el párrafo que habla de la Parresís de los '60 y la Glasnost de los '80
Yo asocio este espíritu modernista de Francisco con los versos de Borges:
EL PASADO ES ARCILLA QUE EL PRESENTE
LABRA A SU ANTOJO, INTERMINABLEMENTE
.
anónimo 26 de mayo de 2015, 13:11 a lo de un buen sacerdote, que Dios proveerá...¡que no nos deje sin sacramentos!
ResponderEliminarHay una cuestión central en toda esta problemática, y es que la Iglesia no se encuentra hoy enfrentada a un mundo pagano, como se dice a veces, porque ese mundo estaba lleno de dioses y de creencias, o sea que era permeable a la fe.
ResponderEliminarLo que tenemos ahora es un mundo racionalista y secularizado que ha decretado la muerte de Dios (Nietzsche), un mundo adoctrinado por Kant en el relativismo de las verdades subjetivas, y un mundo donde el choque de culturas resulta el pan cotidiano por causa de la globalización. En 5 décadas la ciencia y la tecnología han logrado lo que 5 milenios no lograron. Me maravillo y temo a la vez.
Hoy sabemos del universo (o multiverso) casi infinito, de los millones y millones de galaxias en expansión, y también de la relatividad y la física quántica, de la genética y de las bacterias...en fin...nos hemos convertido en seres inteligentes asomados a abismos descomunales. Más se sabe, más se ignora. Apenas rascamos la epidermis de la realidad, como dice Schopenhauer (el mundo fenoménico)
La ciencia y la exégesis han colisionado, y el Coronel Kurtz sabe algo del pantano que se ha creado. No estamos en tiempos patrísticos o escolásticos, sino en un mundo bien distinto (verdad de Perogrullo), que entiende lo sobrenatural como mera superchería. Esto es cierto para las clases ilustradas, porque el evangelismo parece avanzar entre los que no razonan (eso decía el emperador Juliano en el s.IV)
Los tradicionalistas, si pretenden ser sensatos, tampoco pueden aspirar al "cambio nulo", porque siempre hay que adaptarse a las circunstancias (en lo accidental, se entiende). Desde hace 100 años (particularmente desde hace 100 años!) el problema sigue siendo cómo predicarle el misterio de Jesucristo al mundo, cuestión que se ha agudizado en los últimos 50. Por múltiples y complejísimas razones. El Concilio habrá sido un desastre, pero no sabemos lo que hubiera sido sin él.
Buscar salvarse en la u-tópica San Ireneo de Arnois (o hacerse amish o menonita) puede ser la solución para algunos. Pero olvidemos la electricidad y sobre todo el diario de la mañana y el avance de ISIS y los migrantes que mueren en el Mediterraneo y los enfermos de ébola en Africa, y los tsunamis y terremotos lejanos o los asesinatos en la esquina de mi casa.
La inseguridad nos rodea. El mundo se ha vuelto un lugar inhumano. Dios parece ausente, como decía Teresa de Calcuta. Mientras nosotros hacemos disquisiones, millones sufren desamparados. Lo que tiene el Papa en la cabeza, más allá de sus formas berretas, es cómo hacer de la Iglesia un hospital de campaña y no una torre de marfil. Ya sé que la Iglesia (casi) siempre fue Madre y Maestra, pero el problema es que el mundo de hoy rechaza (le repugna) esta tutoría. Ergo: el problema es bien complejo. TRATEMOS DE NO CAER EN SIMPLIFICACIONES (muchas veces litúrgicas). Va con onda (o parresía)
Se las dejo picando. Quiero lío, como dijo YOU KNOW WHO.
al anónimo de las 16.30:
ResponderEliminarEstimado, me he tomado el trabajo de leer su parrafada, me voy a tomar el trabajo de contestarle. Brevemente:
Esto no es una "problemática", ni es "compleja". Esto es muy simple: si damos medio paso más nos quedamos sin Sacramentos, y sin salvación. Con un Hospital de Campaña, pero sin Iglesia. Porque la Promesa de que el Señor va a permanecer con la Iglesia es verdadera y será cumplida. ¿Pero vamos a saber con seguridad dónde está la Iglesia y si estamos en Ella?
Usted simplemente no ve lo que está pasando, quizás se cree que esto es un juego. Una "problemática" (Por Dios! esa palabreja es detestable)
Fdo: el de las 13.11
El Anticristo (escribe Soloviev y es citado por Benedicto)
ResponderEliminarserá experto en exégesis y graduado en Tubinga.
En suma, biblista embustero.
ver
https://www.google.com.ar/?gws_rd=ssl#q=soloviev+anticristo
Excelente el artículo de Ludovicus, excelente el blog de Wanderer. Es muy cierto lo del griego: el franeleo documentero-catequístico-parroquial ha logrado el milagro de convertir palabras bellas en irredimibles grasadas.
ResponderEliminarEn el orden político, la falsa parresía es ejercida y multiplicada por el poder a través de los medios de difusión, la industria del espectáculo y el sistema educativo, que son sus instrumentos de propaganda; de este modo se hace surgir en la opinión pública una serie de «demandas emancipatorias» que los políticos, brazo ejecutivo del poder, se encargan de institucionalizar. En tiempos de la Guerra Fría, la experiencia a ambos lados de la Cortina de Hierro le demostró a la Revolución que los métodos persuasivos son más eficaces que la violencia. El aborto y el "matriomonio gay", impuestos por la fuerza en los inicios de la Revolución Rusa, son aplaudidos como hitos liberadores gracias a una larga y persistente tarea de propaganda. Hace unos años Alain Badiou describió y ponderó este mecanismo en un reportaje sin demasiados eufemismos; Ernesto Laclau, otro chanta argentino que logró convencer a muchos europeos de su genialidad, hizo su teorización a posteriori mediante el sencillo expediente de traducirlo a expresiones cursis como «momento hegemónico», «multiplicidad de antagonismos» o «significante vacío».
Lo que cuesta terminar de digerir es el encumbramiento de esta fingida rebeldía del poderoso en la Iglesia, quizá motivada aquí por el narcisismo más que por las convicciones.
Algo sobre el interesante comentario del Anónimo de las 16:30: uno de los problemas de nuestro tiempo es que la inteligencia y la sensibilidad están profundamente impregnadas de falsas concepciones respecto del conocimiento, del lenguaje, de la relación entre el alma y el cuerpo, de la naturaleza del mundo espiritual, etc, de modo que para una asimilación genuina y realista de las verdades de Fe es necesaria una previa o simultánea reeducación humanística, aun en aquellos que fuimos formados como católicos, algo que no sucedía en el mismo grado con los antiguos paganos. En consecuencia, se trata no tanto de adecuar la predicación de la Fe a la mentalidad del público actual cuanto de reeducar a los receptores para que puedan comprender el lenguaje de la Fe sin deformarlo. Y está claro que esto no obstaculiza sino que es parte de la ayuda a los desamparados, especialmente a los que tenemos más cerca.
Anónimo de las 16.30, intenté abordar la cuestión en este post:
ResponderEliminarhttp://caminante-wanderer.blogspot.com.ar/2013/08/el-dilema-por-ludovicus.html
Claro que el problema básico es la Iglesia y el mundo moderno. Y claro que desde hace ya doscientos años la cuestión no se aborda con eficacia. Ni el Syllabus ni el Vaticano II funcionaron.
No suelo disentir con las opiniones de Ludovicus, pero esta vez voy a expresar algunas diferencias. Por ejemplo cuando afirma que el Papa promueve la demolición del Papado (e ilustra a la sierpe que se come la cola). Me parece una exageración. Quizá propone en la Chantae Gaudium una mayor colegialidad, eso es todo, pero no deja de ejercer su Monarquía a diestra y siniestra. Lo que dice Ludovicus es solo el anhelo de unos cuantos teólogos pasados de rosca, filo-protestantes que solo quieren comunidades de base.
ResponderEliminarEn cuanto a las cuestiones definidas "ad nauseam" por el Magisterio, hay que aclarar el punto. Si Ludovicus tiene en mente el Sínodo de la Familia y las tesis de Kasper, coincido que no se puede innovar sin socavar los cimientos, pues se estaría produciendo una re-interpretación de la Biblia, y de la Tradición bimilenaria. Hecho que le haría perder a la Iglesia toda autoridad a futuro, por causa del relativismo. La verdad no va a ser rifada en el agora de un Sínodo, como Ud dice.
Se me ocurre que legalizar, por ejemplo, las uniones homosexuales es cosa más grave que permitir la ordenación sacerdotal de mujeres. Porque contra esto último no encuentro mayores razones de peso, más allá de "la Tradición". Mientras que lo primero equivale a abrir la puerta a cualquier modelo de familia, la que se le ocurra imaginar.
En cuanto al así llamado "Magisterio", hay cosas que se han enseñado para una época, y cosas para otra... por ejemplo en materia de exégesis. O en temas sociales, políticos o científicos opinables. También hay, por supuesto, Magisterio infalible y dogmático. Y en el otro extremo, muy en el otro extremo, tenemos la Chantae Gaudium y la pxma encíclica ecológica de Francisco, ambas cosas sí "ad nauseam" y "ab Tucho". Idem para los Sermones Martones.
También dice Ludovicus que "ahora la parresía es del que gobierna y de sus asistentes y secuaces", y se ejerce contra los subordinados más fieles. Discrepo. Porque al Cardenal Burke lo premiaron mandándolo a una isla paradisíaca en el Mediterraneo.
El Anónimo de las 14:11 nos remite a una entrevista de ayer, concedida por Francisco al periodista Juan BERRETTA (sic)...y el Papa dice que quiere salir del Vaticano para comerse una pizza ! qué berreta !
ResponderEliminarConsulta:
ResponderEliminar¿alguien sabe si hay alguna provisión del Derecho Canónico que permita nombrar Papa a este rabino?:
Rabino Jonathan Cahn
Gracias, Ludovicus, por mandarme a leer el post sobre "Iglesia para muchos o Iglesia para pocos". Me pareció muy bueno, y recomendable para el Anónimo de las 13:11 y de las 17:48, a quien me dirijo ahora, de este modo:
ResponderEliminarQuerido hermano en Cristo: entiendo perfectamente que hablar de "problemática" suena a vocabulario de Congreso Interdisciplinario de Monjas Educatrices Renovadas... no sé si me explico. Acepto cambiar de palabra. También hago mi autocrítica. Lo que escribí a las 16:30 quizá manifiesta demasiado un cierto "espíritu de la Ilustración", porque no enfatiza que Dios y el mundo son irreconciliables, y que a nosotros toca esparcir la semilla, pero no hacerla crecer durante la noche, lo cual es obra de la gracia. Uno a veces cae en un discurso demasiado humano, y olvida que una monja de clausura es Patrona de las misiones (paradoja de Lisieux). Seguramente debemos orar más y confiar menos en nuestro ingenio. Dicho lo cual, vuelvo a recomendar la lectura de EL DILEMA de Ludovicus. Lástima que los comentaristas derivaron hacia el tema de la política !
VER http://caminante-wanderer.blogspot.com.ar/2013/08/el-dilema-por-ludovicus.html
Se me ocurre que legalizar, por ejemplo, las uniones homosexuales es cosa más grave que permitir la ordenación sacerdotal de mujeres. Porque contra esto último no encuentro mayores razones de peso, más allá de "la Tradición". Mientras que lo primero equivale a abrir la puerta a cualquier modelo de familia, la que se le ocurra imaginar.
ResponderEliminarDiscúlpeme que me meta, pero no puedo dejar pasar este párrafo.
La ordenación de mujeres atenta contra el sujeto del sacramento del orden: cf. Decretalium III, 2, 1 y V, 38, 10.
Agradezco a Tomas Fisher lo que me escribió a las 19:52....Soy el de las 16:30 y concuerdo con lo que dice sobre la reeducación del hombre postmoderno. Por lo demás, también es muy acertado lo que dice sobre la estrategia enemiga de abandonar la "imposición" para transformarla o dibujarla en "conquista libertaria". Recomiendo este video del padre Saenz SJ sobre Gramsci
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=nU2jVGAR2kw
Anónio de las 20:54
ResponderEliminar"Se me ocurre que legalizar, por ejemplo, las uniones homosexuales es cosa más grave que permitir la ordenación sacerdotal de mujeres..."
Para mi es al revés
Las uniones homosexuales, "matrimonio gay", son simplemente una abominación de los Estados modernos, que no impiden la practica del cristianismo a los cristianos, no olvidemos que el cristianismo fue por siglos una religión minoritaria en un Estado con culto religioso obligatorio a los césares y con peleas de gladiadores, animales, hombres contra animales, y crucifixiones financiadas por el Estado, y a pesar de eso el mandato es darle al cesar lo que es del cesar.
No es raro que el Estado sea monstruoso, aunque es triste que ya no quede nada de Cristianismo en los Estados occidentales.
Lo de tener mujeres sacerdotes sería mucho más terrible porque sería una abominación no del Estado, sino de la Iglesia.
Muy bueno el comentador de 26 de mayo de 2015, 11:29.
ResponderEliminar¿Quién no pensó abandonar la filosofía por la filología?
Si entendí algo fue gracias a ese comentario. Todo está alrededor de esa virtud de la parresia.
El post de ludovicus es de los más wanderanianos y de los más enfocados en el centro de la cuestión sobre el Papa que se han escrito hasta ahora en el blog, y que he leído por ahí en otros sitios web. El "mas enfocado" es imperfecta expresión. Llanamente dió en el centro.
Creo que el anónimo del 26 de mayo de 2015, 16:30 no entendió nada; no conoce qué es una verdad eterna.
Pensar en lo opuesto a la parresía aplicado a la curia romana prácticamente explica todo y al mismo tiempo es generosa interpretación, pues más que camuflar la verdad (evitando el escándalo) los discursos del Papa y compañía son herejía, pero camuflada etc etc... he ahí el cerrojo dialéctico que no capta el anónimo del 26 de mayo de 2015.
Excelente post.
Saludos
Anónimo de las 0:05.... si te sirvió de algo lo que mandé a las 11:29, te aclaro que soy el mismo de las 16:30 que supuestamente no entiende nada lo que es una verdad eterna. Por supuesto que lo entiendo, y acaso no me expresé correctamente. Pero Ludovicus captó lo esencial del mensaje, y yo estoy esencialmente de acuerdo con lo que él escribe.
ResponderEliminarEn cuanto al tema de las uniones homosexuales (anónimo 23:58) y el sacerdocio femenino, intento expresar lo siguiente: 1) si la Iglesia legitimara lo primero, entonces cualquier modelo de familia sería posible, la poligamia, el incesto, y cuantas fantasías se le ocurran. 2) contra la ordenación de las mujeres sólo he leído argumentos de tipo jurisprudenciales, como que Jesús eligió solo varones, o que San Pablo era medio machista, etc. Quizá me falte mucho para aprender al respecto, pero juzgo que el tema 1 es muchísimo más grave. - Saludos.
Che, Wander....a qué hora te vas a dormir ? Le mandé un comentario a Walter Kurtz pero no apareció. El Coronel y este Walter son padre e hijo ? O la misma divinidad ?
ResponderEliminarSOBRE LA ORDENACION DE LAS MUJERES: creo que debo retractarme, después de haber leído el link de abajo, donde JPablo II y Ratzinger declaran como perteneciente al "depositum fidei" la doctrina tradicional en contrario, o sea DE MANERA INMODIFICABLE
ResponderEliminarver
http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/1112301045-ipor-que-las-mujeres-no-puede
Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia.
El Cardenal Secretario de Estado (Pietro Parolin) también desaprueba las uniones gay votadas favorablemente en Irlanda. Y afirma que el pxmo Sinodo reafirmará los valores de la familia. O sea que Francisco viene a ser un "arma de distracción masiva", como dijo Wanderer.
ResponderEliminarTodo bien, Anónimo. Ahora, no podes ser tan nabo de decir que a Burke "lo premiaron con una isla paradisíaca".
ResponderEliminarLo de la isla fue una ironía. Obvio.
ResponderEliminarEn Rorate se reproduce el último artículo de de Mattei sobre la aprobación del casamiento homosexual en Irlanda con el voto mayoritario de los católicos y el silencio cómplice de la jerarquía local (y seguramente sus votos) y el de Bergoglio. Todos los caminos conducen a Roma, ya no solo al porteño canyengue hablador de güevadas a granel.
ResponderEliminarAl inicio del mismo una proyección extraordinaria del populacho de acuerdo a como es el clero y un final trunco que copio debajo.
El problema, creo, que tienen todos estos grandes "vaticanólogos" es que no terminan de dar el paso que se debe dar y señalar a la madre del borrego, o sea, los culpables directos, (i)responsables y a sus obras mas selectas: (san?)Juan XXIII, (pronto san?)Pablo VI, (santo?)CVII y (santa?)Reforma Litúrgica.
Hasta que los key players no señalen claramente el origen de la apostasía actual, la Iglesia seguirá debatiéndose perdidosamente entre un gran sincretismo gnóstico-humanista y una expresión mínima perseguida por extraños y también propios.
..." Yet isn’t the application of laws regarding the vice against nature incomparably graver than the sins that the Pope recalls so frequently? Why didn’t the Pope launch a vigorous and heartfelt appeal to the Irish in the days prior to the vote, reminding them that the violation of the Divine and Natural Law is a social sin which the people and their pastors will one day have to give account to God for? With this silence, has he not also been an accomplice to this scandal? ".
SI, Bergoglio fue y es cómplice. Y le importa un CA RA JO.
Estimado Alfonso Richter...hay que ser realistas.
ResponderEliminarEuropa ya no tolera que la Iglesia le diga cómo debe votar o cómo debe actuar.
Todo intento de querer imponer la autoridad hará crecer la animadversión del mundo. Por eso creo que hay que apostar a una "Iglesia para pocos",
según plantea Ludovicus en su post
http://caminante-wanderer.blogspot.com.ar/2013/08/el-dilema-por-ludovicus.html
Es más que evidente que la política quiere circunscribir a la religión
al mero ámbito privado, sacando cruces, estatuas, monumentos, etc.
La culpa no es solo de los pastores, porque la cultura hoy depende mayormente
de los mass-media. Ya nada es como antes. - Saludos -
Alquien que me explique esto:
ResponderEliminarhttp://infocatolica.com/blog/oportune.php/1505200708-discurso-del-rabino-jonathan
Sencillamente, IM-PRE-SIO-NAN-TE!!!!!Definitivamente, estamos en tiempos finales...
La gran humildad de Bergoglio, se autocita:http://traditiocatholica.blogspot.com.ar/2015/05/quinto-centenario-della-nascita-di-san.html
ResponderEliminarInfatti, «con Gesù Cristo sempre nasce e rinasce la gioia» (Evangelii gaudium, 1).
Estimado 27 de mayo de 2015, 12:02, gracias por su comentario.
ResponderEliminarVea, estuve mirando el video este del rabino hablando ante el Capitolio: lo único que hace falta es tener pelotas para decir lo que hay que decir y la Iglesia ha perdido hace rato las pelotas. Y las ideas y parece que a Cristo también.
El rabino Jonathan Kahn es un "judío mesiánico", alguien que ha aceptado
ResponderEliminara Jesús como el Mesías, pero continúa con ciertas prácticas rituales
del judaísmo. Hay diversas corrientes, como en todos los credos,
pero en general son pentecostales, me parece.
No sé si todos creen en la divinidad de Jesús, o si tienen una teología trinitaria.
Por supuesto, los judíos ortodoxos los tienen por herejes,
y el Estado de Israel ha tenido que considerar su particular condición
con relación a la legislación vigente, pago de impuestos, ayuda ocial, etc.
Respecto del voto de Irlanda y el silencio de la jerarquía: ha salido a la luz que el Cardenal Danneels intentó convencer al Rey Balduino de que firmara la legalización del aborto. Y Danneels fue invitado especialmente por el Papa al Sínodo de la Familia. No hay mucho más que agregar.
ResponderEliminarYo no siento tanta admiración por un rabino mesiánico
ResponderEliminarque se despacha con un discurso fundamentalista
ante un auditorio de conservadores dispuesto a ovacionarlo.
Puedo conseguir 50 Pastores evangélicos que hagan los mismo.
Para más datos, vean otros videos del rabbí acá
https://www.youtube.com/results?search_query=jonathan+cahn
Oraciones por Mons. Aguer.
ResponderEliminarQueridos sacerdotes:
Mons. Aguer, quien no se sentía bien durante esta mañana, ha sufrido una caída en su dormitorio (resbaló con la alfombra). Fue llevado a la Clínica Mater Dei para su atención, allí las radiografías muestran una fractura de cadera y doble fractura en la mano izquierda. En cuanto se cuente con la prótesis necesaria lo operarán.
Confiamos al Señor el pronto restablecimiento del Arzobispo. Cordialmente.
Cancillería
http://diariohoy.net/interes-general/internaron-de-urgencia-a-monsenor-aguer-51535
ResponderEliminarAl anónimo del 27 de mayo de 2015, 0:31:
ResponderEliminarMe alegro que usted sea sí mismo, pero sigo pensando igual, salvo que el segundo comentario sea una gran ironía.
Quizás en el primer comentario dice más de lo que usted mismo logra ver.
saludos
ResponderEliminarPara
Anónimo del
27 de mayo de 2015, 15:37
Al contrario de lo que Ud dice , la jerarquia no quedo muda , por el tema de Irlanda . Pues se manifesto el Cardenal Parolín ...
Anónimo de las 20:18,
ResponderEliminar¿así que la Iglesia Católica tiene un Cardenal que se opone públicamente al matrimonio gay?. Pues me alegro muchísimo, y no dejo de sorprenderme, y muy gratamente.
Imagino que a continuación el Papa echará de su sede al Arzobispo de Dublin, Mons. Diarmuid Martin, quien a raíz del voto dijo: “The church needs to take a reality check”. “It’s very clear there’s a growing gap between Irish young people and the church, and there’s a growing gap between the culture of Ireland that’s developing and the church.”
ResponderEliminarSe viene la segunda noma'
http://www.ncregister.com/daily-news/confidential-meeting-seeks-to-sway-synod-to-accept-same-sex-unions/
Soy el de las cuatro menos cinco que contesto al de las ocho y diez sobre lo que dijo el de las diez y veinte......tan dificil es ponerse un nombre???!!!!!.....aunque sea inventado. Vaya lío -sin segundas- tienen montado.
ResponderEliminarEste post de Ludovicus es para la antología wanderiana.
ResponderEliminarNo hay peor tirano que un liberal
ResponderEliminarJuan Pablo II en su encíclica Fides et ratio (“a la parresia de la fe debe corresponder la audacia de la razón...”).
ResponderEliminar¿la audacia de besar coranes y ponerse la marca de shiva?
Voy a establecer otra equivalencia: parrhesía de los sermones Martones (no confundir con los hermanos Pinzones)= prodosía. Aporto así mi grano de arena a la jerga flautisto-camelística para idiotizar fieles y "épater les bourgeois" haciendo creer que uno sabe más patrología griega que San Jerónimo, Agustín y Migne juntos. Explico mi "palabro": prodótes=traidor; prodosía=traición; es un pro-dotes el que entrega dolosamente algo a cambio de obtener provecho personal o por vana presunción, sin que le importe causar mal y perjudicar a otros. Sin embargo, albergo serias dudas sobre el hecho de que estos parrésicos-prodotai estén entregando la esencia de la Iglesia dolosamente, cuando probablemente lo estén haciendo porque son auténticos mentecatos (véase a algún cardenal haciendo "palmitas" para arrullar el sueño del Pontífice) y no dan más de sí (como diría alguna de esas lumbreras pseudo-parrésicas, ne donnent pas de oui)
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