En las épocas clásicas, las instituciones morales, políticas o religiosas superaban y sostenían a los hombres que las representaban. La monarquía era más que el rey, el sacerdocio más que el cura, el matrimonio más que los esposos. Este hecho hacía posible que a veces se despreciara a un rey o a un papa sin que el principio de la monarquía o de la potestad pontificia se debilitara. Pensemos en las invectivas de una santa como Catalina de Siena contra el clero de su tiempo, o en un gran católico como Dante que ubica en el infierno al papa reinante. Hoy, como en todos los periodos de decadencia, asistimos al fenómeno inverso: las instituciones no son toleradas y se aman solamente en sus individuos.
Gustave Thibon
Coincido.
ResponderEliminarQue claridad!!! La inversion de los principios o las verdades a medias.
ResponderEliminarSi lo miramos de la Teologia: Teocentrico Vs Antropocentrismo o Creacion( creador ) Vs Hombre
Si lo miramos en Filosofia: Universalismo Vs Nominalismo
Si lo miramos en Moral: Humilidad Vs Soberbia
Si lo miramos en Economia: Moneda Vs Dolar
Si lo miramos en Deportes: Futbol Vs Messi
Si lo miramos en Arte: Belleza Vs Artista
Si lo miramos en Argentina: Ser Argentino Vs Yo Argentino
Si lo miramos en Psicologia: Realismo Psicilogia Vs Psicoanalisis
Si lo miramos en Educacion: Integral Vs Ideologia de Genero
y asi tenes en todo un ejemplo, si me equivoco pido perdon y por favor corrijan, con caridad que soy colerico.
En Xto
Muy buena reflexión
ResponderEliminarDefinitivamente, conservadores y tradicionalistas, dentro y fuera de la Iglesia, ya sea en Estados Unidos, Europa o Argentina, no entendemos lo que sucede en el mundo. No hay más que releer los posteos y la mayoria de comentarios del blog bajo las 40nas 2020 y 2021 cuando agitamos el encierro y acusamos a los rebeldes de todo tipo de cosas. Estamos bajo un régimen de control total de la circulación de información, bajo el imperio absoluto de la ingeniería comportamental, y creemos que aún vivimos en una democracia que ya no es ni liberal, donde todo se puede ganar en base a la persuasión amistosa. Vivimos en la luna.
ResponderEliminarEl "Qi sociológico" del ciudadano medio, su capacidad para comprender lo que sucede en la sociedad en la que vive, es en general bajísimo: la mayoría no tiene continuidad de atención ni siquiera para seguir una línea de razonamiento. Es el mayor activo de la política globalista.
EliminarPara que la "derecha" sirva fielmente a los izquierdistas, no es necesario que nadie en ella apoye el programa izquierdista entero. Basta con que cada uno apoye un pedacito, y el efecto de conjunto es devastador. El papa está en contra de abortismo, pero favorece la inmigración masiva. Los libertarios son a favor del libre mercado, pero aplauden a gayzismo, los nacionalistas locales son estadocéntricos, callando sistemáticamente cuando los gobiernos peronistas saquean las arcas públicas, los pastores protestantes negros combaten el abortismo y el gayzismo, pero ayudan a difundir las leyendas anti-occidentales, y así sucesivamente. El resultado general es que, entre tantos puntos de vista diversos, el programa de mayo del 68 es el único consenso restante.
ResponderEliminarSi pensamos que Gustavo Thibon murió en 2001 bien podríamos imaginar que aquellas luminosas palabras las escribió en las décadas del 60' ó '70, cuando la Iglesia ya había entrado en un cono de sombras que nadie sabía en qué podía terminar.
ResponderEliminarLamentablemente la cosa fue de mal en peor porque hoy, cincuenta años después, es evidente que aquella sincera reflexión de Thibon se quedó corta. Hoy nos tenemos que pellizcar para saber que lo que vemos con ojos atónitos no es una pesadilla sino el festín de los lobos porque las ovejas se han quedado sin pastores.
Qué otra cosa podemos pensar cuando vemos a las grandes potencias convertir en leyes el derecho al aborto para asesinar a los niños en el vientre de sus madres; el derecho a la eutanasia para matar a los viejos o a los deshauciados que ya no les interesa seguir viviendo; cuando vemos en los diarios las fotos de los homosexuales que salir felices del Registro Civil y mostrando con orgullo la libreta de matrimonio; el cambio de sexo en los niños y la persecución a los padres que se oponen; la ESI; las manifestaciones callejeras por el día mundial del Orgullo Gay; la ideología de género y hasta a un Papa como Francisco proclamando a los cuatro vientos la Fiducia Supplicans y adhiriendo con entusiasmo a la Agenda 2030 de la ONU que nos promete que dentro de seis años seremos todos felices como esclavos porque no nos faltará nada en un mundo sin Dios y sin luz.
Los jerarcas de la Iglesia y los poderosos del mundo están jugando con fuego y van a morir carbonizados. Que nadie lo dude, de Dios no se burla nadie.
Es así. Tal cual. Las instituciones son "flatus voci". Y la idolatría campea. Vean si no las santerías y puestitos callejeros en Roma: estatuitas del siniestro. Y do los anteriores cuando aún vivían o no habían sido beatificación.
ResponderEliminarEn tiempos de persecuciones todos viven como si no existieran. Se acomodan al ambiente y lo que más anhelan es que el rigor de la persecución no caiga sobre sus espaldas. Es por ello, que con tal de salvar su seguridad están dispuestos a tolerar y aceptar cualquier cosa.
ResponderEliminarNo es fácil dirigirse a oscuras y la lucidez en épocas sombrías no es para todos. Para saber orientarse primero hay que saber adonde quiere uno ir. Y luego, hay, a tientas, que ir buscando el camino.
Para aceptar ser perseguido hay que mirar más allá de uno mismo. En la historia, los únicos que lo lograron son o los locos o los santos. Que muchas veces eran ambos a la vez.
Para el romano de la gens Julia, los católicos eran un divertimiento más en el circo máximo. Una diversión, y para el más curioso tal vez una curiosidad extravagante. La mayoría, abrumada por los vapores de la lujuria y de sus falsas seguridades, no veía que delante de sus ojos se recreaba el drama cósmico del que da Su vida por los demás. No la veían, como está de moda decirlo hoy.
Tampoco lo vieron los judíos pese a que el Hijo de Dios estaba clavado en la Cruz.
Ni la vemos nosotros, cristianos póstumos cuando vamos a Misa, con la misma frivolidad con la cual los romanos se dirigían al Circo Máximo, y no vemos al Cristo sufriente y crucificado.
Es por ello que cuando todo va muy mal, a la mayoría le parece que todo sigue estando bien. Buscan consuelo, buscan seguridades materiales y afectivas, buscan pasarla bien y no denotar en un mundo que camina al revés.
Cuando no se clavan los ojos en la Cruz, cuando se olvida que para resucitar debemos acompañarlo a Cristo crucificado, cuando nos resistimos a ser despojados de nuestras vestiduras y falsas seguridades, entonces no pasaremos la puerta estrecha. Desnudo he venido y desnudo me he de ir. Lo único que podremos conservar y entonces lo único que vale la pena buscar es la Verdad.
"... lo único que vale la pena buscar es la Verdad"
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, pero lamentablente es lo contrario de lo que emerge del último documento 'El obispo de Roma...' dejando de lado la Verdad por la 'unión' con los no católicos.
Sara
Según Thibon, “en las épocas clásicas, las instituciones morales, políticas o religiosas superaban y sostenían a los hombres que las representaban. La monarquía era más que el rey, el sacerdocio más que el cura, el matrimonio más que los esposos.[…] Hoy, como en todos los periodos de decadencia, asistimos al fenómeno inverso: las instituciones no son toleradas y se aman solamente en sus individuos”.
ResponderEliminarEn mi opinión esto sucede porque la comprensión de la realidad hoy se efectúa con mirada de ave de corral, tan subjetiva como historicista e inmanentista, donde ya no cabe la mirada profunda que mira a las cosas desde las últimas causas, esto es, “sub specie aeternitatis”. Y entonces cada autoridad, poniéndose la capa de gran salvador, creerá que, apoyado en el corto criterio de su propia mirada individual, cortando con toda forma de verdad universal, y de modo especial, con el egregio legado de la tradición cristiana, podrá salvar el planeta. Y así es, como hoy, desprendidos del sano tronco de la vid cristiana, la amplia comunidad de la humanidad va cayendo cada vez más y más en el profundo abismo del relativismo cultural y de la nada misma. Y si eso mismo ocurre en el seno de la misma Iglesia católica, que por su misión tendría que ser faro de la humanidad, entonces, al renegar de sí misma, no hay modo de que pueda evitar el correr una suerte distinta a la que correrán quienes estén fuera de ella. De ahí la necesidad, siguiendo el maravilloso ejemplo de nuestros padres en la fe, y de los providenciales santos de todos los tiempos, de volver nuestra mirada hacia lo alto para reencauzar nuestros pasos tras los luminosos pasos de nuestro Señor.
¡Dios guarde a la Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!
Leí que partió a la Casa del Padre Mons. Marcelo Martorell. No le conocí, pero al margen de cualquier cuestión espero que Caminante Wanderer y los lectores oren por su alma.
ResponderEliminarEn España el caso paradigmático es el de "yo no soy monárquico, soy juancarlista".
ResponderEliminarParadigmático también de cómo acaba.
me compré de oferta un librito sobre Weil, ¿algún texto que nos ilustre sobre su amistad con Simone Weil?
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