¡Oh mi Cristo y mi vida: fuiste depositado en la tumba.
Todos los ejércitos angélicos deslumbraron
y glorificaron tu divino entierro!
¡Cómo puedes morir, oh mi vida, cómo puedas yacer en una tumba!
Por tu muerte, has destruido el poder de la muerte
y resucitado a los muertos de sus sepulcros.
¡Oh Rey y Dios, nosotros te glorificamos!
Te honorificamos y nos postramos ante tu entierro
a través del cual nos salvaste de la caída.
¡El más bello de los hombres es visto hoy sin belleza!
El Señor Jesucristo es depositado hoy en una tumba
a fin de devolverle a todos los hombres el esplendor de Dios.
Oh Jesús, Rey y Maestro de todos, bien sabemos
que Tú aceptaste la muerte por la vida de todos nosotros.
¡Oh maravilla, oh divina condescendencia!
En el momento de tu muerte, toda la tierra se estremeció con temor.
En el momento de tu divino sepelio, el sol escondió sus rayos,
porque Tú, oh Cristo, eres el Señor de la naturaleza.
Tú fuiste como un grano de trigo en el seno de la tierra:
el grano murió y el trigo brotó cien veces.
Verdaderamente, Tú eres el Pan y la Vida de los hombres.
Oh Jesús, la más Pura derramó sus lágrimas sobre Ti.
En gran agonía, expresó su amor de madre:
"¡Oh hijo mío! ¿cómo podré dejarte?"
Canto fúnebre del entierro de Cristo, liturgia bizantina.
Desde aquí pueden bajar el archivo con la reflexión sobre el episodio del Huerto de los Olivos.
Ahora sí, gracias
ResponderEliminarPara quienes no puedan asistir a la Liturgia de la Vigilia Pascual, las lecturas bíblicas y sus comentarios en la Biblia de la Univ. de Navarra están en este blog, luego de las tres lecturas del Domingo de Pascua:
ResponderEliminarhttp://bibliadenavarra.blogspot.com
ResponderEliminarPensaba que habiamos terminado con Georgium Marium ....