Lo único que sé es que tengo que cuidar a mis hijos y encargarme de que crezcan y se eduquen más o menos bien en la Fe y para una vida naturalmente sana. Estoy en un barrio comun y corriente, alquilo depto, tengo un sueldo comun y corriente... Pensar en un San Ireneo me parece no solo imposible sino hasta ingenuo. No tengo idea que pasará en el futuro. Tendremos que confiar en Dios y pedirle ayuda para perseverar en la Fe con lo poco (o mucho...) que tenemos a nuestro alrededor.
Al: ¿Escuchó el reportaje? Y si lo escuchó, ¿lo entendió? Porque su comentario "Pensar en un San Ireneo me parece no solo imposible sino hasta ingenuo" queda bastante bien explicado en él.
Uno de los aspectos más paradójicos de San Ireneo de Arnois (y que hasta ahora no había visto señalado aquí ni en otros sitios tradis donde comentaron el libro) es que su población es más bien, como dice la misma autora, una «colonia» formada por aluvión de inmigrantes (o exilados). No una población de naturales sino la resultante de un proceso artificial.
7:00 "Se aprenden muy pocas cosas; las que se aprenden normalmente son bastante inútiles."
La educación argentina ha sido a partir de 1908, por diseño expreso, una instancia cabal de esa afirmación, como muestra Carlos Escudé en su libro de 1990 "El fracaso del proyecto argentino: educación e ideología", recomendable para quienes quieran entender la dimensión del lavado de cerebro sufrido por generaciones de argentinos.
Permítanme el atrevimiento de corregir un comentario anterior. En la novela, la autora se refiere a una "colonia" de inmigrantes, es cierto. Pero quiero destacar lo que, a mi juicio, es muy importante sobre el origen del pueblo de esta historia: "El hombre del Sillón" está vinculado al lugar porque muchos de sus antepasados vivieron allí. Pero lo que es aún más importante es que la idea, digamos, o mejor, la inspiración, de San Ireneo de Arnois surge en el ámbito de un monasterio (benedictinos tradicionalistas, dice por allí). Creo que aquí la autora da en una clave sobre la fundación de las comunidades. No hay nada artificial allí, como dice el comentario arriba. Lo sagrado es lo fundante, no la mera voluntad humana de arreglar las cosas a capricho. Y de paso, aprovecho para contestar otra opinión arriba expuesta. No sólo no es ingenua, y mucho menos imposible, la realización de una comunidad como la que imagina la autora, sino todo lo contrario. Fijense si no es posible: -¿Hay monasterios en la Argentina (por ejemplo)? -Sí, los hay. -Pues bien, diganme uds., ¿qué impediría que muchos hombres, algunos con sus familias, emigraran a las cercanías de los monasterios, conservaran sus profesiones y vivieran una vida alejada o con mínima dependencia de las grandes urbes? ¿Es posible? -Es posible. -¿Es descabellado? ¿Es artificial? - No, no lo es. No es imposible ni ingenuo ni artificial. Es más, preso de una agradable ensoñación hasta me imagino a esta comunidad virtual que somos los seguidores de Wanderer viviendo una comunidad real en las cercanías de algún monasterio. No faltarían allí hombres cultos, ni caballeros, entre los que cuento a los dos escépticos con los cuales disiento, pero a los cuales respeto. ¡Piénsalo!
-Entonces debería hacerlo. Debería hacerlo ya, antes de que sea tarde. -No creo que sea posible por el momento- respondió, inquieta ante la posibilidad de que aquella repentina invitación ocultase el deseo de librarse de sus servicios.
La risa de la forastera, alegre y cristalina, rompió la calma que reinaba en la habitación.
-Cuando llegue ud. a mí edad sabrá que todo es posible. Mire a mi hijo, hace unos años tenía por delante una brillantísima carrera académica, era un hombre inteligente y encantador, con un futuro deslumbrante. ¿Y que ha quedado de eso? Aquí le tiene enterrado en este minúsculo pueblo, atrincherado en la vieja casa de la familia paterna, con cuatro niños a su cargo y empeñado en caminar tres kilómetros todos los días hasta un viejo monasterio antes de desayunar. Créame cuando le digo que todo es posible, vaya si lo es." ( El despertar de la señorita Prim; Cap.II, "Es invierno en la Estepa rusa"). ¡ Y vaya si lo es!
Había escuchado ya a la Señorita. Muy interesante! ¿Cuántos hombres se inflan de erudición, y no nos capaces de ver la realidad con esta frescura y equilibrio? Lo de la educación me parece hermoso y posible. Son cada vez más y más los que se animan a romper los moldes modernos y aventurarse en una educación clásica y tradicional que, hoy, no ofrece ninguna "oferta educativa". Suyo,
Es tal como dice El Muerto y esa fue la historia de la Cristiandad. Se formaban pequeños burgos alrededor de monasterios preexistentes. No es "artificial" mudarse cerca de un monasterio, pues es lo obvio y necesario para un cristiano el acercarse a las fuentes de la gracia cerca de ellas. Puede haber sacramentos en las grandes urbes, pero nunca acercarse a ellos aún haciendo muchos kilómetros lo puede hacer artificial, dado lo esencial que conlleva. Máxime cuando los sacramentos se administran como sabemos que se administran, la sociedad ignora el latín, las mujeres no tienen amigas para cocinar juntos buñuelitos y deliciosas tortas a las que pueden llamar "pasteles" y tantas otras cosas que reivindica la novela y eso, todo junto, si no te mudás donde se encuentren esas cosas, es porque de casualidad naciste allí o no tendrás esas cosas cerca. Muchos lo hicimos y cuando había obispo dicíamos que teníamos un "abad", pero luego de Willamson los superiores fueron sacerdotes y la abadía que nunca lo fue tanto, quedó más bien seminario puro y duro. No obstante, de puertas afuera su impronta y trabajo local es suficiente, correcto, discreto, respetuoso de la intimidad de las familias y otras cosas más.
A pesar de lo anterior, debo decir que en orden a la educación de los niños, vivan donde vivan, pasa que nada termina siendo demasiado determinante para su futuro: un hombre que nació y vivió en la ciudad llega a detestar tanto como el más alejado de los atascos de tránsito el feminismo y el resto de los ismos, en especial al peronismo si es buena persona. Un niño que se educó en la "escuela normal" habitualmente llega a los 30 abriles siendo más listo, educado y buen mozo que el criado entre millares de libros de la biblioteca familiar y no es menos habitual ver que aunque no haya tenido muchos hermanos él luego tenga una parvita de hijos y no más de 2, 3 o 4 tienen los criados en grandes casas solariegas con papá, mamá y 10 hermanitos que armaban columpios, casas en los árboles y les pedían nísperos a la vecina.
A los hijos se les debe dar lo mejor, siempre; no obstante, a eso de los 20/25 años encaran para el lado que encaran y ahí se definen sus vidas, al menos los grandes rasgos. Por ello, es tan normal ver que de 8, 10 o 12 hermanos, salgan unos más listos, otros menos, unos menos píos, un par quedan medios paganos, no todos son aptos para la supervivencia atento al modo de interiorizar el "tradicionalismo", etc.
Luego, vivan donde se les cante. Donde sea, no va a cambiar demasiado. Personalmente no podría vivir en la ciudad, a la que identifico con "trabajo" y odio trabajar, pero quien no, no.
Me permito con cierta cautela llamar la atención sobre los monasterios y presuntas bondades.
Quien esto escribe, hace ya unos doce o quince años, escuchó en un sermón en el monasterio benedictino sito en Luján, Buenos Aires, al entonces abad referirse a Teilhard de Chardin como "ese gran teólogo".
Traigo a colación este recuerdo para contribuir a que no se generen falsas expectativas: la barbarie modernista también llegó a ellos; no son garantía.
Sí es artificial. Y eso resulta paradójico precisamente en un cuento o apólogo de intención contrarrevolucionaria. Porque uno de los asaltos más deletéreos de la Revolución moderna (en la empeñada guerra que ha movido contra la Cristiandad y a la que se opone el espíritu irenita) se ha concentrado en destruir los vínculos naturales que ligan a los hombres entre sí, con las generaciones pasadas y futuras, con la tierra, y con las cosas de naturaleza y de cultura... Y en las primeras etapas de esa guerra (antes de llegar a la disolución total), la Revolución ha intentado sustituir los vínculos naturales (como son los de la sangre y la oriundez, que corresponden a la idea evangélica del prójimo/próximus) por vínculos voluntarios y convencionales (y revocables), resultado de una elección libre y de un pacto suscrito entre un sujeto que se adhiere a un grupo (o secta) y los demás miembros que le cooptan.
No tiene que ver directamente con el post .Pero estamos todos ( sin querer ) en el ambito cultural global " posverdad o posfactual " . Es interesante ese video ...
Perdón el off-topic: Dos grandes intelectuales piden al Papa que condene ocho errores derivados de Amoris Laetitia A Francisco se le acumula la correspondencia: Los prestigiosos profesores John Finnis y Germain Grisez piden a Francisco que aclare y condene las interpretaciones incorrectas de Amoris Laetitia que no son conforme al magisterio de la Iglesia, y piden a los obispos que se adhieran a su petición.
El Anónimo de 11:15, para no ser revoluvionario, prefiere quedarse a vivir en el barrio del Once, donde nació (supongamos). Y de ese modo permanecería fiel a la sangre y la tierra. Me pregunto si hay algún lugar urbano hoy que valga la fidelidad a la tierra... Balbanera?, Barracas?, Belgrano?, Devoto?, Villa Luzuriaga?, San Miguel?, Villa Crespo?
La autora lo explicó varias veces. San Ireneo es un estado de ánimo más que un lugar físico. En el caso argentino ya se probó varias veces: éxodo a San Rafael, éxodo a La Reja. No está prohibido mudarse, incluso tampoco está prohibido cambiar de hábitat, si es que uno lo ve conveniente. Recordemos que en todos lados hay pecado original.
Sí, leí e interpreté bien lo que dijo la autora. Con "un San Ireneo" me refería a un lugar concreto como se está proponiendo por ahí arriba. Vuelvo a afirmar: me parece imposible e ingenuo. Por qué? Por lo que se decía en este post: http://caminante-wanderer.blogspot.com.ar/2016/11/no-somos-como-ellos.html
El hombre de hoy, católico y todo, es un panqueque. Es muy dificil encontrar gente que de la boca para afuera pueda sostener un modo de vida realmente arduo, cerrado a las mil posibilidades de la vida moderna, sin dejarse conquistar por el capricho del instante. Y esto lo digo por algo que cada vez se me hace más claro: la molicie es un vicio muy grave que tenemos todos, o casi todos. Es dificil darse cuenta, porque uno está muy metido adentro. Quizás los problemas de tantos curas que salen a la luz de indole sexual tengan su raiz en este vicio. Y la raiz de esta molicie sin duda es la acedia que todo lo pudre.
Ahora piense por Ud. mismo, ¿es artificial un grupo de amigos? ¿Eran "artificiales" los poblamientos y fundaciones de ciudades en tiempos de la conquista? ¿Es "artificial" un monasterio y la gente que se congrega a su alrededor?
Verdad es que muchos monasterios no producen ya la miel de sus bondades, es decir, el rebalse de los frutos de la contemplación. Y algunas colmenas están infestadas, pues no han cerrado convenientemente sus muros. Verdad es también que la revolución dio lugar a las sociedades contractualistas e individualistas actuales con leyes ideadas, como dijo alguno, para hombres nacidos huérfanos que vivieran solteros y murieran sin hijos. Leyes destructoras de vínculos. Ahora bien, algo que merece destacarse en la novela es, por un lado, el carácter fundante de lo sagrado (el monasterio) y que los vínculos sociales se originan y restablecen a partir de allí. No es poco para una novela actual, además de la frescura y el equilibrio que señala el Poeta en su comentario. Pero si esta novela no le satisface, les recomiendo la grandiosa obra de José María de Pereda ("Peñas arriba") muy superior y que apunta a lo mismo que la autora española. Tiene momentos sublimes. Y ese color y sabor tan hermoso de la España eterna.
Al, pare la moto, que al menos yo no estoy proponiendo nada. Les digo, por el contrario, que vivan donde les guste. Sea bueno, vuelva a leer. Ni estoy seguro que todo sitio sea para todos por igual. El verano y la primavera son como Eurodisney, pero hay otros meses que no.
Al: Pero vea y escuche a la autora en el video que comparte Wanderer. Ahí se le responden todas sus dudas, objeciones y peros. Después puede tener otros, obviamente; pero no le haga decir a la Srta. Prim lo que ella no dice.
Hay que formar Cristiandad, huir lo que se pueda a las montañas, huir de la ciudad, pedir a Dios sacerdotes formados según Su Corazón, verdaderamente católicos, para que no deje de celebrarse la Santa Misa, para que tengamos siempre en nuestros templos la Sagrada Eucaristía, para que no falte quien nos dé a Jesús en la comunión. Para que haya intermediarios entre Dios y los hombres, abogados que nos defiendan ante el divino acatamiento y padres que nos perdonen nuestros pecados. Para que sean bautizados nuestros hijos, santificado el amor de los esposos y auxiliados los que dejen este mundo. Para que alejen a los demonios, para que rescaten a las almas del purgatorio, para que alegren a los cielos. Para que los niños aprendan la fe salvadora, para que los jóvenes reciban protección y los adultos adquieran fortaleza. Para que los pecadores puedan reconciliarse con Dios, para que las almas buenas tengan prudentes consejeros, y las consagradas a Dios celosos directores. Para que nuestros hijos vean a Jesús en su ministro, para que nuestros oídos escuchen su divina palabra, para que nuestras almas reciban su consuelo... Para que todo esto se dé es preciso suplicar a Dios que nos conceda vocaciones enamoradas del Amor Sacerdotal de Cristo, que nos provea de muchos y santos sacerdotes, que alcen el Altar del verdadero sacrificio y entorno a él se forme Cristiandad. Eso existe, lo hay, no es sueño ni utopía, es realidad, aunque pequeñita, esa pequeña grey vive y crece a lo católico...¡no temas pequeñita grey!
El libro responde a una necesidad de estos tiempos locos. Responde de manera imaginativa y poética, claro. Pero la necesidad es muy real y concreta. Solo eso quería decir. No se enojen ch´amigos. La acedia se potencia en las urbes hormigueantes y decrece en espacios menos artificiales. Saludos
No entiendo por qué consideran "artificial" como sinónimo de malo. Es lo producido por el arte. Por supuesto que puede ser fruto del racionalismo, pero puede ser bueno.
Fabulosa la entrevista. Tengo más o menos la misma edad de la escritora, y una infancia muy parecida (aunque luego no escribí nada famoso), pero tampoco nos olvidemos de Don Quijote, que leía y leía -y leía buenos libros- y salió con jumento, armadura y escudero,un poquito a contramano de la realidad.
Estimado VOLODIO: con todo respeto, me parece que usted no entendió el Quijote.
Gracias W por compartir esta entrevista. Lo de Natasha trae la seguridad de las pocas verdades de siempre dichas con pneumática frescura. Ojalá ese pneuma se anime a cruzar el atlántico!
Excelente don Wanderer, no more comments. Una pregunta nomás..¿falta una parte de la entrevista?
ResponderEliminarAgradezco que la haya compartido.
Suyo
A.G.
Al fin algo interesante....
ResponderEliminarLo único que sé es que tengo que cuidar a mis hijos y encargarme de que crezcan y se eduquen más o menos bien en la Fe y para una vida naturalmente sana. Estoy en un barrio comun y corriente, alquilo depto, tengo un sueldo comun y corriente... Pensar en un San Ireneo me parece no solo imposible sino hasta ingenuo. No tengo idea que pasará en el futuro. Tendremos que confiar en Dios y pedirle ayuda para perseverar en la Fe con lo poco (o mucho...) que tenemos a nuestro alrededor.
ResponderEliminarAl
Al: ¿Escuchó el reportaje? Y si lo escuchó, ¿lo entendió? Porque su comentario "Pensar en un San Ireneo me parece no solo imposible sino hasta ingenuo" queda bastante bien explicado en él.
ResponderEliminarUna delicia.
ResponderEliminarUno de los aspectos más paradójicos de San Ireneo de Arnois (y que hasta ahora no había visto señalado aquí ni en otros sitios tradis donde comentaron el libro) es que su población es más bien, como dice la misma autora, una «colonia» formada por aluvión de inmigrantes (o exilados). No una población de naturales sino la resultante de un proceso artificial.
ResponderEliminar7:00 "Se aprenden muy pocas cosas; las que se aprenden normalmente son bastante inútiles."
ResponderEliminarLa educación argentina ha sido a partir de 1908, por diseño expreso, una instancia cabal de esa afirmación, como muestra Carlos Escudé en su libro de 1990 "El fracaso del proyecto argentino: educación e ideología", recomendable para quienes quieran entender la dimensión del lavado de cerebro sufrido por generaciones de argentinos.
PDF: http://conicet-ar.academia.edu/CarlosEscudé#elfracasodelproyectoargentino
Online: http://www.argentina-rree.com/documentos/fracasoargentino.htm
Resumen: http://www.argentina-rree.com/documentos/cultura_escude.htm
Nótese que el libro fue escrito cuando el autor era agnóstico, muchos años antes de su conversión al judaísmo.
Permítanme el atrevimiento de corregir un comentario anterior. En la novela, la autora se refiere a una "colonia" de inmigrantes, es cierto. Pero quiero destacar lo que, a mi juicio, es muy importante sobre el origen del pueblo de esta historia: "El hombre del Sillón" está vinculado al lugar porque muchos de sus antepasados vivieron allí. Pero lo que es aún más importante es que la idea, digamos, o mejor, la inspiración, de San Ireneo de Arnois surge en el ámbito de un monasterio (benedictinos tradicionalistas, dice por allí). Creo que aquí la autora da en una clave sobre la fundación de las comunidades. No hay nada artificial allí, como dice el comentario arriba. Lo sagrado es lo fundante, no la mera voluntad humana de arreglar las cosas a capricho. Y de paso, aprovecho para contestar otra opinión arriba expuesta. No sólo no es ingenua, y mucho menos imposible, la realización de una comunidad como la que imagina la autora, sino todo lo contrario. Fijense si no es posible: -¿Hay monasterios en la Argentina (por ejemplo)? -Sí, los hay. -Pues bien, diganme uds., ¿qué impediría que muchos hombres, algunos con sus familias, emigraran a las cercanías de los monasterios, conservaran sus profesiones y vivieran una vida alejada o con mínima dependencia de las grandes urbes? ¿Es posible? -Es posible. -¿Es descabellado? ¿Es artificial? - No, no lo es. No es imposible ni ingenuo ni artificial. Es más, preso de una agradable ensoñación hasta me imagino a esta comunidad virtual que somos los seguidores de Wanderer viviendo una comunidad real en las cercanías de algún monasterio. No faltarían allí hombres cultos, ni caballeros, entre los que cuento a los dos escépticos con los cuales disiento, pero a los cuales respeto. ¡Piénsalo!
ResponderEliminar"-¿Quiere decir que ha vivido Ud. allí?
ResponderEliminarLa señorita Prim aclaró que no había vivido allí.
-Entonces debería hacerlo. Debería hacerlo ya, antes de que sea tarde.
-No creo que sea posible por el momento- respondió, inquieta ante la posibilidad de que aquella repentina invitación ocultase el deseo de librarse de sus servicios.
La risa de la forastera, alegre y cristalina, rompió la calma que reinaba en la habitación.
-Cuando llegue ud. a mí edad sabrá que todo es posible. Mire a mi hijo, hace unos años tenía por delante una brillantísima carrera académica, era un hombre inteligente y encantador, con un futuro deslumbrante. ¿Y que ha quedado de eso? Aquí le tiene enterrado en este minúsculo pueblo, atrincherado en la vieja casa de la familia paterna, con cuatro niños a su cargo y empeñado en caminar tres kilómetros todos los días hasta un viejo monasterio antes de desayunar. Créame cuando le digo que todo es posible, vaya si lo es." ( El despertar de la señorita Prim; Cap.II, "Es invierno en la Estepa rusa"). ¡ Y vaya si lo es!
Había escuchado ya a la Señorita. Muy interesante!
ResponderEliminar¿Cuántos hombres se inflan de erudición, y no nos capaces de ver la realidad con esta frescura y equilibrio?
Lo de la educación me parece hermoso y posible. Son cada vez más y más los que se animan a romper los moldes modernos y aventurarse en una educación clásica y tradicional que, hoy, no ofrece ninguna "oferta educativa".
Suyo,
el poeta.-
Es tal como dice El Muerto y esa fue la historia de la Cristiandad. Se formaban pequeños burgos alrededor de monasterios preexistentes.
ResponderEliminarNo es "artificial" mudarse cerca de un monasterio, pues es lo obvio y necesario para un cristiano el acercarse a las fuentes de la gracia cerca de ellas.
Puede haber sacramentos en las grandes urbes, pero nunca acercarse a ellos aún haciendo muchos kilómetros lo puede hacer artificial, dado lo esencial que conlleva.
Máxime cuando los sacramentos se administran como sabemos que se administran, la sociedad ignora el latín, las mujeres no tienen amigas para cocinar juntos buñuelitos y deliciosas tortas a las que pueden llamar "pasteles" y tantas otras cosas que reivindica la novela y eso, todo junto, si no te mudás donde se encuentren esas cosas, es porque de casualidad naciste allí o no tendrás esas cosas cerca.
Muchos lo hicimos y cuando había obispo dicíamos que teníamos un "abad", pero luego de Willamson los superiores fueron sacerdotes y la abadía que nunca lo fue tanto, quedó más bien seminario puro y duro. No obstante, de puertas afuera su impronta y trabajo local es suficiente, correcto, discreto, respetuoso de la intimidad de las familias y otras cosas más.
A pesar de lo anterior, debo decir que en orden a la educación de los niños, vivan donde vivan, pasa que nada termina siendo demasiado determinante para su futuro: un hombre que nació y vivió en la ciudad llega a detestar tanto como el más alejado de los atascos de tránsito el feminismo y el resto de los ismos, en especial al peronismo si es buena persona.
Un niño que se educó en la "escuela normal" habitualmente llega a los 30 abriles siendo más listo, educado y buen mozo que el criado entre millares de libros de la biblioteca familiar y no es menos habitual ver que aunque no haya tenido muchos hermanos él luego tenga una parvita de hijos y no más de 2, 3 o 4 tienen los criados en grandes casas solariegas con papá, mamá y 10 hermanitos que armaban columpios, casas en los árboles y les pedían nísperos a la vecina.
A los hijos se les debe dar lo mejor, siempre; no obstante, a eso de los 20/25 años encaran para el lado que encaran y ahí se definen sus vidas, al menos los grandes rasgos. Por ello, es tan normal ver que de 8, 10 o 12 hermanos, salgan unos más listos, otros menos, unos menos píos, un par quedan medios paganos, no todos son aptos para la supervivencia atento al modo de interiorizar el "tradicionalismo", etc.
Luego, vivan donde se les cante. Donde sea, no va a cambiar demasiado. Personalmente no podría vivir en la ciudad, a la que identifico con "trabajo" y odio trabajar, pero quien no, no.
ResponderEliminarMe permito con cierta cautela llamar la atención sobre los monasterios y presuntas bondades.
Quien esto escribe, hace ya unos doce o quince años, escuchó en un sermón en el monasterio benedictino sito en Luján, Buenos Aires, al entonces abad referirse a Teilhard de Chardin como "ese gran teólogo".
Traigo a colación este recuerdo para contribuir a que no se generen falsas expectativas: la barbarie modernista también llegó a ellos; no son garantía.
Atentamente
El Aprendiz II
Anónimo de las 21:59
ResponderEliminar¿Eso es de cuando Escudé cantaba "Star spangled banner" en el programa de Newstadt?
Sí es artificial. Y eso resulta paradójico precisamente en un cuento o apólogo de intención contrarrevolucionaria. Porque uno de los asaltos más deletéreos de la Revolución moderna (en la empeñada guerra que ha movido contra la Cristiandad y a la que se opone el espíritu irenita) se ha concentrado en destruir los vínculos naturales que ligan a los hombres entre sí, con las generaciones pasadas y futuras, con la tierra, y con las cosas de naturaleza y de cultura... Y en las primeras etapas de esa guerra (antes de llegar a la disolución total), la Revolución ha intentado sustituir los vínculos naturales (como son los de la sangre y la oriundez, que corresponden a la idea evangélica del prójimo/próximus) por vínculos voluntarios y convencionales (y revocables), resultado de una elección libre y de un pacto suscrito entre un sujeto que se adhiere a un grupo (o secta) y los demás miembros que le cooptan.
ResponderEliminar
ResponderEliminarLe puede interesar ....
http://www.monastere-mesnil.fr/
http://www.stloup.fr/
ResponderEliminarNo tiene que ver directamente con el post .Pero estamos todos ( sin querer ) en el ambito cultural global " posverdad o posfactual " . Es interesante ese video ...
https://www.youtube.com/watch?v=RVaHBWBb3EQ
https://francais.rt.com/international/30587-onu-journaliste-dement-rhetorique-presse-syrie
Perdón el off-topic:
ResponderEliminarDos grandes intelectuales piden al Papa que condene ocho errores derivados de Amoris Laetitia
A Francisco se le acumula la correspondencia: Los prestigiosos profesores John Finnis y Germain Grisez piden a Francisco que aclare y condene las interpretaciones incorrectas de Amoris Laetitia que no son conforme al magisterio de la Iglesia, y piden a los obispos que se adhieran a su petición.
http://infovaticana.com/2016/12/10/3146196/
El Anónimo de 11:15, para no ser revoluvionario, prefiere quedarse a vivir en el barrio del Once, donde nació (supongamos). Y de ese modo permanecería fiel a la sangre y la tierra.
ResponderEliminarMe pregunto si hay algún lugar urbano hoy que valga la fidelidad a la tierra... Balbanera?, Barracas?, Belgrano?, Devoto?, Villa Luzuriaga?, San Miguel?, Villa Crespo?
Las cosas que hay que leer...
La autora lo explicó varias veces. San Ireneo es un estado de ánimo más que un lugar físico.
ResponderEliminarEn el caso argentino ya se probó varias veces: éxodo a San Rafael, éxodo a La Reja.
No está prohibido mudarse, incluso tampoco está prohibido cambiar de hábitat, si es que uno lo ve conveniente.
Recordemos que en todos lados hay pecado original.
Sí, leí e interpreté bien lo que dijo la autora. Con "un San Ireneo" me refería a un lugar concreto como se está proponiendo por ahí arriba. Vuelvo a afirmar: me parece imposible e ingenuo. Por qué? Por lo que se decía en este post:
ResponderEliminarhttp://caminante-wanderer.blogspot.com.ar/2016/11/no-somos-como-ellos.html
El hombre de hoy, católico y todo, es un panqueque. Es muy dificil encontrar gente que de la boca para afuera pueda sostener un modo de vida realmente arduo, cerrado a las mil posibilidades de la vida moderna, sin dejarse conquistar por el capricho del instante.
Y esto lo digo por algo que cada vez se me hace más claro: la molicie es un vicio muy grave que tenemos todos, o casi todos. Es dificil darse cuenta, porque uno está muy metido adentro.
Quizás los problemas de tantos curas que salen a la luz de indole sexual tengan su raiz en este vicio. Y la raiz de esta molicie sin duda es la acedia que todo lo pudre.
Al
Anónimo de las 11:15,
ResponderEliminarSe ha aprendido de memoria el versito "facho".
Ahora piense por Ud. mismo, ¿es artificial un grupo de amigos? ¿Eran "artificiales" los poblamientos y fundaciones de ciudades en tiempos de la conquista? ¿Es "artificial" un monasterio y la gente que se congrega a su alrededor?
Verdad es que muchos monasterios no producen ya la miel de sus bondades, es decir, el rebalse de los frutos de la contemplación. Y algunas colmenas están infestadas, pues no han cerrado convenientemente sus muros. Verdad es también que la revolución dio lugar a las sociedades contractualistas e individualistas actuales con leyes ideadas, como dijo alguno, para hombres nacidos huérfanos que vivieran solteros y murieran sin hijos. Leyes destructoras de vínculos. Ahora bien, algo que merece destacarse en la novela es, por un lado, el carácter fundante de lo sagrado (el monasterio) y que los vínculos sociales se originan y restablecen a partir de allí. No es poco para una novela actual, además de la frescura y el equilibrio que señala el Poeta en su comentario. Pero si esta novela no le satisface, les recomiendo la grandiosa obra de José María de Pereda ("Peñas arriba") muy superior y que apunta a lo mismo que la autora española. Tiene momentos sublimes. Y ese color y sabor tan hermoso de la España eterna.
ResponderEliminarSi naciste en el Once y no te mudás, más que con oriundez terminás con hurañez.
ResponderEliminarSi Charles Ingalls pudo nosotros podemos.
ResponderEliminarSí se puede!
Mauricio
Al, pare la moto, que al menos yo no estoy proponiendo nada. Les digo, por el contrario, que vivan donde les guste. Sea bueno, vuelva a leer.
ResponderEliminarNi estoy seguro que todo sitio sea para todos por igual. El verano y la primavera son como Eurodisney, pero hay otros meses que no.
Al: Pero vea y escuche a la autora en el video que comparte Wanderer. Ahí se le responden todas sus dudas, objeciones y peros. Después puede tener otros, obviamente; pero no le haga decir a la Srta. Prim lo que ella no dice.
ResponderEliminarHay que formar Cristiandad, huir lo que se pueda a las montañas, huir de la ciudad, pedir a Dios sacerdotes formados según Su Corazón, verdaderamente católicos, para que no deje de celebrarse la Santa Misa, para que tengamos siempre en nuestros templos la Sagrada Eucaristía, para que no falte quien nos dé a Jesús en la comunión. Para que haya intermediarios entre Dios y los hombres, abogados que nos defiendan ante el divino acatamiento y padres que nos perdonen nuestros pecados. Para que sean bautizados nuestros hijos, santificado el amor de los esposos y auxiliados los que dejen este mundo. Para que alejen a los demonios, para que rescaten a las almas del purgatorio, para que alegren a los cielos. Para que los niños aprendan la fe salvadora, para que los jóvenes reciban protección y los adultos adquieran fortaleza. Para que los pecadores puedan reconciliarse con Dios, para que las almas buenas tengan prudentes consejeros, y las consagradas a Dios celosos directores. Para que nuestros hijos vean a Jesús en su ministro, para que nuestros oídos escuchen su divina palabra, para que nuestras almas reciban su consuelo...
ResponderEliminarPara que todo esto se dé es preciso suplicar a Dios que nos conceda vocaciones enamoradas del Amor Sacerdotal de Cristo, que nos provea de muchos y santos sacerdotes, que alcen el Altar del verdadero sacrificio y entorno a él se forme Cristiandad. Eso existe, lo hay, no es sueño ni utopía, es realidad, aunque pequeñita, esa pequeña grey vive y crece a lo católico...¡no temas pequeñita grey!
Jeanna Marie
El libro responde a una necesidad de estos tiempos locos. Responde de manera imaginativa y poética, claro. Pero la necesidad es muy real y concreta. Solo eso quería decir. No se enojen ch´amigos. La acedia se potencia en las urbes hormigueantes y decrece en espacios menos artificiales. Saludos
ResponderEliminarNo entiendo por qué consideran "artificial" como sinónimo de malo. Es lo producido por el arte. Por supuesto que puede ser fruto del racionalismo, pero puede ser bueno.
ResponderEliminarFabulosa la entrevista. Tengo más o menos la misma edad de la escritora, y una infancia muy parecida (aunque luego no escribí nada famoso), pero tampoco nos olvidemos de Don Quijote, que leía y leía -y leía buenos libros- y salió con jumento, armadura y escudero,un poquito a contramano de la realidad.
ResponderEliminarVladimir.
Estimado VOLODIO: con todo respeto, me parece que usted no entendió el Quijote.
ResponderEliminarGracias W por compartir esta entrevista. Lo de Natasha trae la seguridad de las pocas verdades de siempre dichas con pneumática frescura. Ojalá ese pneuma se anime a cruzar el atlántico!
In Domino!
Hay algo que me hace ruido, resulta que todos estos "medios modernos" que nos sacan de la realidad, son nuestra realidad.
ResponderEliminarYo diría que Ud. no entendió el comentario.
ResponderEliminarV.
Kurtz,
ResponderEliminarDonde dije que mi comentario es lo que dice la autora?? Lea bien.
Al
Al: Pensé que en este hilo se comentaba el video de Natalia. Ud. no lo aclara y lo asumí. No me haga caso, entonces.
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