¿Felipe, tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido?
Jn. 14,9.
Hace pocas semanas publiqué un post en el que argumentaba una vez más mi opinión según la cual al Papa Francisco no le importa el tema litúrgico y, consecuentemente, quienes defendemos la liturgia tradicional, debemos considerarlo más bien un aliado que un enemigo. El texto removió el avispero no solamente en Argentina sino también en Italia, donde fue publicado y respondido. Y para colmo de mis desventuras, el sábado pasado el Papa dirigió un discurso a los profesores y estudiantes del Pontificio Instituto Litúrgico de San Anselmo en el que hace un fuerte encomio a la reforma litúrgica de Pablo VI, critica a los tradicionalistas y hasta pareciera que se mofa de la liturgia tradicional. Algunos lectores del blog, muy razonablemente, consideraron que este discurso era una lapidaria refutación de mi hipótesis. Y yo creo que no lo es. Y espero demostrarlo.
En primer lugar, tengamos presente quien habla y quiénes son los receptores del discurso. San Anselmo es el nido en el que se refugia el modernismo más rancio en cuestión litúrgica; es el reino de los fundamentalistas de la reforma del Vaticano II. Y quien les habla, Jorge Bergoglio, es Zelig, como hemos dicho más de una vez. Es decir, es el personaje de Woody Allen que por un extraño síndrome, adquiere la personalidad y las características de su interlocutor: si habla con un gordo, se transforma en gordo; si habla con un chino, se transforma en chino y si habla con un científico se transforma en científico. Los argentino tenemos para este trastorno otro nombre más criollo y no se lo adjudicamos sólo a Zelig: peronismo en estado puro. Juan Perón le decía a cada cual lo que éste quería escuchar, y ese tal se marchaba contento de haber sido comprendido y su postura respaldada por el líder. Néstor Kirchner le dijo a José María Aznar, jefe del gobierno español, lo siguiente: “No mires lo que digo sino lo que hago”. Y esta es la máxima peronista que sigue Bergoglio, y lo ha demostrado centenares de veces a lo largo de su pontificado. Dice lo que el o los interlocutores quieren escuchar; luego hace lo que le parece. Testigos privilegiados son los obispos alemanes, cuyos votos le consiguieron el pontificado: les hizo promesas que nunca cumplió, y ahora están tratando de cobrarse con el sínodo.
La distorsión entre lo que dice y lo que hace es permanente. Y lo vemos en el mismo discurso. En un momento dice:
Sobre estos quiero destacar el peligro, la tentación del formalismo litúrgico: retroceder a formas, a la formalidad más que a la realidad, como hoy vemos en esos movimientos que buscan un poco retroceder y niegan incluso al mismo concilio Vaticano II. Entonces, la celebración es recitación, es una cosa sin vida y sin gozo.
Son palabras sin duda durísimas con respecto a todo el amplio espectros de los movimientos reaccionarios a la reforma, desde la FSSPX a los grupos Ecclesia Dei. Pero lo curioso es que él mismo, hace pocos días, le dijo a los obispos franceses que era su voluntad que esos grupos pudieran seguir celebrando, o mejor, recitando ese liturgia triste y aburrida; y fue él mismo quien ordenó la confección de un decreto para dejar fuera de las prescripciones vitales y gozosas de Traditiones custodes a la FSSP. Y fue él mismo quien autorizó a que exactamente una semana antes a su discurso se celebrara nada menos que en la basílica papal de Santa Maria Maggiore —donde, por otro lado, es canónigo el obispo Piero Marini, secretario de Annibale Bugnini— una misa solemne según el rito tradicional en la fiesta de San Pío V. Como dijo Néstor, en el Papa Francisco hay que ver lo que hace y no lo que dice. Mañas que aprendió en la escuela peronista.
Por otro lado, nadie podía esperar que frente al Pontificio Instituto San Anselmo el Papa hiciera un reivindicación de la liturgia tradicional. Y eso no lo podíamos esperar ni de Francisco ni de Benedicto, y probablemente tampoco ningún otro Papa por más simpatías tradicionales que tuviera. Ningún gobernante quiere crearse enemigos inútilmente, y no es cuestión de provocar a los modernistas por el solo gusto molestarlos.
Además, en mi argumentación siempre he sostenido que Francisco no sabe de liturgia y esta ignorancia es signo manifiesto de su desinterés por ella. Esta punto queda confirmado en el discurso. Allí dice hacia el final:
Me acuerdo, cuando era niño, cuando Pío XII comenzó con la primera reforma litúrgica, la primera: se puede beber agua antes de la comunión, ayuno de una hora… ‘Pero esto va contra la santidad de la eucaristía”, se rasgaban las vestiduras. Después, la misa vespertina: ‘Pero cómo es posible, la misa es a la mañana’. Después, la reforma del Triduo Pascual: ‘Pero cómo, el Señor debe resucitar el sábado, ahora lo pasan al domingo, al sábado a la noche, el domingo no suenan las campanas… ¿Y las doce profecías dónde van?”.
Cualquiera que sepa un poquito de liturgia sabrá que ninguno de estos puntos que nombre el pontífice mofándose no sólo de las “mentalidades cerradas” sino de la liturgia anterior a Pío XII, tienen que ver estrictamente con la liturgia. Son cuestiones de disciplina: el tiempo de ayuno para recibir la comunión se redujo a tres horas, y fue Pablo VI —y no Pío XII como dice equivocadamente Bergoglio— el que lo redujo a una hora. Y fue esta reducción la que permitió que la misa pudiera celebrarse por la tarde: antes era imposible porque exigía a los sacerdotes y fieles que quisieran comulgar guardar ayuno desde la medianoche anterior. Y lo mismo debe decirse del cambio de horario de la vigilia pascual, que antes se celebraba el Sábado Santo por la mañana: fue simplemente una cuestión de disciplina que no tiene que ver con una reforma litúrgica. Confundir estos dos ámbitos era un error craso, que solamente puede cometerlo quien no sabe de liturgia.
En fin, que a este discurso que ha pasado sin pena de gloria, que es como pasan todos los actos y las palabras de Bergoglio en los últimos tiempos, no hay que darle más importancia que la que tiene: palabras que se las lleva el viento. El peso, como siempre, lo tienen los hechos.
Don Wander, le confieso que al terminar de leer el post casi le doy la razón, pero lo leí por segunda vez, y qué quiere que le diga, quedé lleno de dudas.
ResponderEliminarComparto plenamente que la primera verdad nunca escrita del peronismo -esa de decirle a cada uno lo que le gusta- es la hipocresía que Bergoglio aprendió del General, por eso en el Instituto San Anselmo dijo lo que dijo. Pero como usted bien advierte, a los obispos franceses los dejó pagando cuando les aseguró que personalmente había autorizado a la FSSPX y a los grupos de Ecclesia Dei a seguir celebrando según la liturgia tradicional.
Aún así, me parece que eso no confirma del todo su teoría.
Me explico mejor, para que yo quede plenamente convencido de que a Bergoglio la liturgia tradicional no le hace ni fu ni fa, así como fue al Instituto San Anselmo a darle con un palo, así también tendría que ir a alguno de los grupos de Ecclesia Dei o a la FSSPX a defenderla y a darle con un palo a la reforma de Pablo VI.
Sinceramente, no sólo yo creo que eso Bergoglio nunca lo haría, me parece que usted tampoco.
El bloguero, muy acertado en muchas ocasiones, no acierta con sus reflexiones sobre Francisco y la liturgia y se empeña en defender lo indefendible. Roche es el Prefecto de Culto y con eso está todo dicho.
EliminarPodemos mantener a modo de hipótesis que a Francisco no le importa el tema litúrgico en teoría pero en la práctica, aunque no sea por motivos litúrgicos sino ideológico políticos, sólo ha combatido lo tradicional, entendiendo a los fines de este comentario por tradicional, cualquier cosa que no sea marcadamente modernista o progresista, lo que incluye lo denominado equívocamente como neocon, quizás a esto último más que al primero (ejem. San Rafael, Livieres, etc). Por consiguiente, aunque el motivo no sea litúrgico, lo tradicional (lista) es persiguido sin miramientos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con usted en que, cuando a la liturgia tradicional de une algún tipo de ideología política contraria a los gustos de Bergoglio, éste la ataca. Una interpretación posible de las razones de Traditiones custodes, es el aborrecimiento que guarda el pontífice por el conservadurismo americano, mayoritario entre los obispos y, además, cercano a la misa tradicional.
EliminarNo estoy de acuerdo, en cambio, que considerar a los medios "neocones" como San Rafael, San Luis o cualquier otro, como cercanos al mundo tradicional. En general, suelen ser sus más feroces enemigos, peores aún que los modernistas.
Sin mayor importancia por cierto, pero no afirmé que los "neocon" sean cercanos al mundo tradicional; sólo son dos objetivos de Francisco aunque entre ellos se pueda hablar de una enorme distancia. Los uniría sólo un factor ajeno, el encono del Papa, posiblemente por motivos ideológicos. Saludos
Eliminar¿A que se refiere cuando dice "las doce profecías?
ResponderEliminarEn la vigilia pascual anterior a la reforma de Pío XII se cantaban doce profecías que hablaban de la venida de un Redentor.
EliminarLas "lecturas" de la Vigilia Pascual, antiguamente eran llamadas (con mayor razón), "profecías".
EliminarDifícil tema Wanderer. Es lo mismo que me pasaba con Perón cuando intentaba interpretarlo, que según algunas declaraciones era poco menos que un seguidor de la doctrina social de la Iglesia, pero que explicaba que la doctrina consistía en cabalgar el caballo según el rumbo de la Historia. Estos tipos son pragmáticos, zeligianos por temperamento y táctica, pero en el fondo desprecian cualquier cosa que esté por encima del pragma, "en el Principio era la Acción". Por ende, de preferir, prefieren una liturgia pragmática(la gran innovación de la nueva liturgia) a una que, pura gratuidad, refleje la adoración, la belleza y la verdad, cosas que no sirven para nada. Por supuesto que si puede instrumentalizar la liturgia tradicional para algunos de sus fines, lo hará sin problemas, porque a quien está obsesionado con comerse la torta todo le resulta tenedor, y ahí sí se distanciará de los ideólogos bugninianos.
ResponderEliminarEstimado Ludovicus, creo que tiene razón. Sin embargo pienso que nadie es, ni podría ser -de hecho- totalmente pragmático. Aunque antepongan la acción, y sus posibles efectos convergentes, por encima de la contemplación (un mal que no es precisamente moderno), los pragmáticos siempre tienen un propósito, oculto las más de las veces tras la deliberada cantinela de "pienso lo mismo que Ud." Creo que podría ser suscitar simpatía o adhesión personal, para rabajar al terreno de lo meramente emocional, el rechazo que generaría de exponer abiertamente sus intenciones. O sea, afirmo lo que Ud. dice por ahí, que estos tipos son así "por táctica", vale decir, es un pragmatismo instrumental, aunque exista, por supuesto, el "agradable" temperamental, que a todos desea complacer.
EliminarCreo que Bergoglio detesta profundamente a los seguidores de la Liturgia tradicional, aunque el motivo de este desprecio sea mejor no analizarlo en profundidad, por ahora. Viví 70 años en Buenos Aires y lo traté a Bergoglio lo suficiente como para conocer su doblez e histrionismo.
Yo pensé en otra anécdota de Perón.
ResponderEliminarCuando dijo que para él, ser masón era como ser socio de Boca.
Bergoglio, como Perón, no es que sea inmoral. Es AMORAL.
Creo que el articulista aún no ha hecho la siguiente distinción que aclararia la cuestión: una cosa es que Bergoglio se desinterese de la liturgia y otra cosa es que se desinterese porque la desprecia. Y si la desprecia quiere decir que la odia. Y si la odia quiere decir que intentará destruirla en su expresión más Sagrada y bella. Hay otro desarrollo de la argumentación que parece contradictorio. Si a Bergoglio no hay que creerle lo que dice sino lo que hace, como buen peronista que es, ¿porqué se le cita al final del artículo sus palabras como si valieron de algo? Muchas gracias por el artículo.
ResponderEliminarEstimado, yo continúo su argumentación: y si quiere destruir la expresión más sagrada y bella de la liturgia, querré destruir a los fieles que en ella participan; y si quieren destruir a estos fieles, querrá contratar grupos armados para los asesinen; y como necesitan gurpos armados, entrará en negociaciones con Al Qaeda.... ¿No le parece que el exceso de lógica le está haciendo un poco mal?
EliminarEl problema que ve en algunos amigos es que están convirtiendo a Bergoglio en una especie de mal ontológico: todo, absolutamente todo lo que hace está mal y no puede haber en él nada bueno. Una suerte de Hitler del mundo eclesiástico.
Sería interesante discurrir porque algunos “necesitan” ver y configurar a Bergoglio en esa “especie de mal ontologico”. Esta actitud habla más de las taras en el mundo tradi que de las eventuales patinadas de Francisco. Las cosas nos miden. Existe una especie de necesidad morbosamente de victimizarse permanentemente, usando como excusa la liturgia y la Tradición; cuando más importante o poderoso es el que imaginamos que nos pega, más auto-satisfacción y conmiseración engendramos porque nos ilusionamos que somos muy importantes y grandes: el “resto fiel” “la resistencia” y tanta otras solemnidades vacías (no se si en esto algo de razón tendrá JMB). Esta actitud,(“nos pegan y nos persiguen porque somos los buenos y ortodoxos”), casi siempre emana de dos fuentes: la vanidad orgullosa y el afán de particularidad. Lejos de honrar cualquier lucha por una causa justa como es la de la Tradición, esta victimización feminoide la denigra y la transforma en un lamento plañidero de quién busca justificar sus posturas y sus posibles errores; es decir, busca justificarse asi mismo. Pateado está el hormiguero; ahora a aguantar la picazón
EliminarTotalmente de acuerdo con usted. Tantas veces hemos escuchado el famoso: "Me persiguen porque soy bueno"; "Me persiguen porque soy tradicionalista", y no. Lo perseguían porque era un mediocre o cosas peores aún.
EliminarComo usted dice, en ocasiones aparece una extraña libido de ser víctima de los malos, que siempre son los otros.
"...quiere decir que intentará destruirla en su expresión más Sagrada y bella."
EliminarExcesivo.
Hay muchos ritos católicos (dejando afuera al Novus Ordo, que es deficientemente católico como mucho). ¿De verdad puede decir tajantemente que el Rito Romano es la "expresión más sagrada y bella" de la Liturgia? No creo que en ese punto pueda argumentarse de ese modo.
Algunos recuerdos e ilaciones que me suscita el artículo:
ResponderEliminarEs posible que ninguno de los participantes alcance mi edad, bastante avanzada. De los disparates que dijo Bergoglio acerca de las reformas de los años 50 no recuerdo a nadie que las mirase con espíritu crítico o airado; más bien al contrario, muchos las vieron con alivio, en especial, el aligeramiento del ayuno eucarístico a 3 horas solas. Siguiendo a Castellani, muchos éramos partidarios de una simplificación de algunas rúbricas -no de la Liturgia. En mi casa, mis padres estaban encantados con la Misa vespertina y mi padre no cesaba de recordar que la Primera Misa de la historia, había sido vespertina. Por otra parte, Bergoglio no era un "niño" como él dice, a la época de las reformas disciplinares, sino un adolescente. Nació en 1936.
Otra cosa: los párrafitos "[de la Misa Tradicional] la celebración es recitación, es una cosa sin vida y sin gozo"; [de quienes la desean] " mentes cerradas. También ocurre hoy. De hecho, estas mentes cerradas utilizan los esquemas litúrgicos para defender su propio punto de vista. Utilizar la liturgia: es el drama que vivimos en los grupos eclesiales que se alejan de la Iglesia, cuestionando el Concilio, la autoridad de los obispos..., para conservar la tradición". No entro en la contradicción que encierra esta última frase, pero el ataque de Bergoglio es frontal y tremendo contra las personas, no contra sus ideas, y denota un rencor muy complejo de definir y no solamente el deseo de agradar a sus accidentales visitantes, que seguramente habría podido conformar con mucho menos que esto.
En cambio estoy muy de acuerdo con él cuando dice: "Cuando la vida litúrgica es un poco la bandera de la división, está el olor del diablo allí, inmediatamente....", por que, en efecto, para él "la liturgia es una ...bandera de división". Así pues, obra en consecuencia.
Por lo tanto creo que a este hombre le interesa mucho la Liturgia, en la medida en que resulte funcional a sus planes; no halaga a todo el mundo por una mala costumbre sino por un propósito, como lo hacía Perón.
La condescendencia es un medio, no un estilo.
Y por cierto, muy exitoso.
El chacal de San Isidro
El arresto del cardenal Zen, de 90 años, plantea una seria vergüenza para la Santa Sede, cuya primera reacción es un silencio clamoroso. Por mantener el acuerdo secreto con China se parece dispuesto a sacrificar la libertad de un cardenal y de la Iglesia. El hecho de que quedara en libertad bajo fianza no resta gravedad y brutalidad al gesto. Es legítimo hacernos preguntas sobre las razones de China y mucho más intentando entender las reacciones del Vaticano porque Zen es una molestia incluso para Roma. Sus críticas al acuerdo secreto chino-vaticano sobre el nombramiento de obispos, firmado hace apenas 4 años, fueron muy duras y reiteradas, sobre todo contra Parolin que es considerado el principal artífice de este acuerdo. En septiembre de 2020, Zen se presentó en Roma pidiendo en vano poder reunirse con el Papa y tuvo que regresar a Hong Kong humillado y con las manos vacías. El comunicado oficial de la Santa Sede sobre la detención es de vergüenza: «La Santa Sede ha recibido con preocupación la noticia del arresto del cardenal Zen y sigue la evolución de la situación con extrema atención». Parolin dejó entrever que en el Vaticano empiezan a surgir dudas sobre la efectividad del acuerdo. El arresto ¿es una clara respuesta del lado chino?, ¿una prueba de fuerza, la demostración de quién manda y dicta las condiciones?
ResponderEliminarTomado de Specola, Infovaticana. Vergüenza y más vergüenza la actitud del pontificado de Francisco.
Insisto, el pragmatismo es la causa final, el núcleo de la reforma litúrgica, que se hizo "para" lograr la participación de los fieles, "para" enseñarles, "para" que entendieran, "para" simplificar (la famosa noble sencillez plagiada de Winckelmann y Goethe por los obispos alemanes) "para" facilitar el ecumenismo, "para" adaptarse al hombre moderno, etcetera etcetera,
ResponderEliminarSería antinatural que un pragmático patológico no prefiriera esta liturgia plagada de pragmatismo a la tradicional, cuyo "para" es el "no-para" latréutico. Es como si un joven puro y enamorado le pidiera escribir una carta expresándole su amor a su novia a un tío verde y degenerado. No va a funcionar.
El "tío verde y degenerado" vendría siendo James Martin esejota... al menos, es el más reciente avatar del "tío verde y degenerado", ya que hubo otros.
EliminarCreo que lo de Bergoglio es más simple. Siente antipatía por la liturgia tradicional, porque promoverla implicaría reconocer que su generación se equivocó con sus innovaciones, y los sesentistas/setentistas suelen tener una visión muy heroica de sí mismos. Beatriz Sarlo no cree que su generación arruinó a Argentina. Caparrós cree que los que iban a la facultad en los 60s o 70s y no eran militantes de izquierda en contra de la democracia burguesa, eran boludos.
ResponderEliminarEl progresista acepta innovar, pero no acepta volver atrás.
Con Francisco cometemos el error de creer que es un modernista convencido y que todo lo ve sub specie ideologica cuando es un político puro, un drogadicto del poder. Lo he dicho alguna vez, si le beneficiase, sería un Pio IX redivivo y radicalizado. La preguntas que se hace Bergoglio son más bien de este tipo:
ResponderEliminar1) ¿Esta medida aumenta o disminuye mi poder, mi control?
2)¿Me hace ganar más partidarios o más enemigos dentro de los grupos de poder eclesiástico?
3) ¿Me beneficia o me compensa más que me perjudica?
¿El TC cumple esto? Desgraciadamente si:
-Aumenta su poder como demostración de voluntad (te lo digo Pedro para que lo entiendas Pablo).
-Le hace ganar partidarios entre el progresismo y entre muchos de los conservadores (ningún grupo a la derecha), el resto son indiferentes o están tan poco ligados al tradicionalismo que prefieren abstenerse.
-Le benefició: muestra de poder, regalito al progresismo, apoyo encubierto de varios grupos conservadores mientras que no perdía nada, el tradicionalismo ya lo tenía perdido, son cuatro gatos sin poder, dinero y prestigio y ganarse su apoyo le es perdida más que ganancia.
Más allá de esto, no actuará sino que podremos ver apoyos discretos. Estamos pagando los fallos del exclusivismo tradicional, que ni siquiera ha sabido ganarse apoyo entre los católicos orientales, a los que se ve por encima del hombro, cuando son partidarios objetivos en el terreno litúrgico de la cortedad de miras intelectuales, repitiendo viejos manuales apolillados en vez de aceptar el reto del modernismo y la modernidad para profundizar en la fe como hicieron los Padres y la Edad Media, el elitismo y el clasismo cuando la religiosidad popular está de nuestro lado y la crítica social de un S. Jerónimo o S. Juan Crisostomo no tienen que envidiar a un marxista cabreado, etc. Estamos solos porque hemos querido ser los puros cuando deberíamos habernos ganado a todos los demás grupos que conservaban la misma fe y los sacramentos.
Muy de acuerdo.
EliminarY esta semblanza es sólo para el Tradicionalismo vernáculo o usted piensa que es una característica mundial?
Del mundial no le puedo responder porque apenas conozco el mío propio. La impresión la he sacado más de lecturas, de opiniones y de conversaciones publicadas de muchos de los dirigentes e intelectuales, que son los que dan el tono (la inmensa mayoría de los fieles solo quieren rezar a Dios, no están en estas batallas). Y de los nulos apoyos, más allá de cierta conmiseración por ser los perseguidos de Bergoglio.
EliminarGracias a Dios cada vez hay mayor apertura a la verdad, mayor profundidad de conocimiento de los males propios y ajenos y mejor defensa de la verdadera Tradición, que no es un volver pura y mecánicamente a la Iglesia del XIX.
Estoy muy de acuerdo con Fuenteovejuna. Para que Francisco fuese realmente peronista en material litúrgica, también tendría que reunirse con los "tradis" y despotricar de la reforma litúrgica de Pablo VI, pero nunca lo ha hecho ni lo hará. Sólo ha dado el decreto para la FSSP, que ni siquiera se extiende a los demás institutos de la antigua "Ecclesia Dei", porque su idea es que la liturgia tradicional quede confinada en una especie de reserva india.
ResponderEliminarLa estola que lleva el Santo Padre seguro que será para Pascua FLORIDA; Y el sari con que lo han revestido será para Pascua de Gandhi (probablemente otro s.j. avant la Lettre)
ResponderEliminarOtro esfuerzo ecuménico multicultural.
Por eso celebra con el misal de San Pío V -para Pascua latina-
Doble esfuerzo ecuménico, multicultural e indigenista.
Es que a esfuerzos s.j. no le gana nadie.
Podríamos tener en cuenta la siguiente posibilidad y es que Francisco se debe a quienes lo eligieron. Es decir, él obviamente no le debe nada a los "tradis" y por eso no va a despotricar de la reforma litúrgica de Pablo VI pero sí les debe y mucho a los que litúrgicamente son todo lo contrario y por eso se mueve en esa dirección. Tengamos en cuenta que sus apoyos son los que son, él no fue elegido por cardenales como Burke sino por Kasper o Maradiaga y eso da para lo que da. Bergoglio se limita a devolver los favores que él considera y él sabe, y más a estas alturas, que por triste que sea en la Iglesia actual cotiza al alza más ser antitradi que tradi y lo aprovecha en su beneficio. Porque no seamos ingenuos: ¿cuando BXVI promulgó el Summorum Pontificum vigente se hicieron en masa todos los obispos de todos los países tradicionalistas? Más bien muchos todo lo contrario.
ResponderEliminarEfectivamente.
EliminarEl problema es que el pontificado de Pablo VI duró demasiado y los que no compartían sus cambios litúrgicos (porque en efecto eran otra religión y por tanto les estaba imponiendo otra religión sin su consentimiento ) se marcharon.
Es decir, que los obispos que hay los creó Pablo VI u obispos creados por éste.
Sólo ordenaron a los que tenían las mismas ideas litúrgicas, teológicas y políticas, como es natural.
Y ellos controlaron los profesores y las materias de los seminarios.
Bergoglio es un ejemplo claro:
Él es el único que quedó de su promoción. Dios sabe por qué no se marcho también como hicieron sus compañeros.
Y esa uniformidad es lo otro que ha matado la Iglesia:
Nadie ha querido ver el problema y se han consolado con que era el "signo de los tiempos". Mientras que han seguido con los mismos errores y rechazado a los que no pensaban como ellos.
Lo mismo ha pasado con las órdenes y congregaciones religiosas.
"Como dijo Néstor, en el Papa Francisco hay que ver lo que hace y no lo que dice".
EliminarSi todo el mundo conociese el truco e interpretase correctamente su lenguaje no habría problema.
Pero el caso es que cuando "Nestor", Perón o Bergoglio usan a propósito la estrategia de decir una cosa para hacer otra, no sólo están engañado (¡a sus seguidores!); es que están fomentando públicamente una ideología, opinión o tendencia en la que no creen o por lo menos no creen en ese momento.
Además de intentar quedar bien con Dios y con el diablo ("nadar y guardar la ropa")
Eso es un comportamiento indigno de un estadista de una nación moderna y cristiana y eso es un comportamiento indigno y pecaminoso para un líder espiritual (aunque al mismo tiempo sea también Rey absoluto de un Estado de bolsillo)
Ni siquiera Maquiavelo lo recomendaría (salvo para casos muy especiales ) porque un dirigente sin palabra no puede dirigir ni obtener libre obediencia; esto es, deja de ser efectivo y esas mismas artimañas se vuelven contra él y contra lo que representa.
Al menos ese comportamiento inmoral ha desprestigiado aun más al que lo utiliza y su política de fracasados j.s. pasada de moda.
No hay mal que por bien no venga.
Me parece que en varios lectores hay un error de apreciación en el "peso" del así llamado mundo tradicional. Por eso dicen que el Papa debería darles signos de estar con ellos y despotricar contra los bugninistas. Con eso demostraría que es un verdadero seguidor de Perón.
ResponderEliminarPero lo cierto es que el mundo tradicional es insignificante numéricamente hablando y en factores de poder. Estamos hablando de un número reducido de cardenales y obispos. Más sacerdotes y fieles que no llegan al 1 por mil de los católicos del mundo.
Esto no le quita razón a sus reclamos, pero no da -en términos políticos- un peso para ser interlocutores en el diálogo.
Sobre el valor que tiene la liturgia en las preferencias del Papa puede servir esta imperfecta analogía. Pensemos en un nacionalista católico argentino de pura cepa. Detesta la democracia. Muchos creen que si el Pro le gana a los "K" el nacionalista puede estar más contento a que si ganan los K. Y no es así. No cree en las elecciones, le parecen perversas y sea el Pro que los K son detestados por igual por él. Por más que muchos le digan que el Pro es más afín a sus ideas. A esto hay que agregarle la cuota de cinismo y el mostrarse con quien mejor convenga y ahí sale Bergoglio.
¿Bergoglio sería el nacionalista de pura cepa más el cinismo y el mostrarse con quien mejor convenga?
EliminarAlgo así
Eliminar"Y esta es la máxima peronista que sigue Bergoglio, y lo ha demostrado centenares de veces a lo largo de su pontificado. Dice lo que el o los interlocutores quieren escuchar; luego hace lo que le parece."
ResponderEliminarMi padre me lo decía, no se fiaba de un peronista ni de un argentino, en los 1970 en Barcelona, España, fueran emigrados políticos antiperonistas o antiderecha, fueran emigrantes económicos, todos padecían del síndrome del espejo: se convertían en clones de quien les hablaba, como si no quisieran crearse enemigos, desaparecía su personalidad, y ni siquiera viendo lo que hacían se podía adivinar nada, algo tan patológico como incurable, pero razones sociológicas haylas... Y de eso ya van 50 años...💐💐
Quizás esa “herencia sociológica”, ese virus de la “despersonalización” cobarde habría que buscarlo en el aporte generoso de la España decadente de posguerra; o antes aún: Fernando lamiendo las botas de Napoleón. Buen ejemplo han dado de como un gran Imperio puede transformarse en la fregona de Europa: clones de baja estofa del NOM europeo, mimetizándose con cada imbecilidad que les imponen desde afuera.
EliminarCoincido con usted, Wanderer. En mi opinión Francisco no detesta la liturgia tradicional (ni le importa) sino a los grupos tradis que él identifica con una cierta clase social, por eso cobran tanto los europeos donde el tradicionalismo es más de la nobleza y de la aristocracia, especialmente de la Europa Central e Italia, y cobran menos los norteamericanos donde, salvo Burke y sus Capas Magnas, es un fenómeno más campesino (digamos) y popular. Los europeos difícilmente pudieran entender el artículo suyo. IMHO.
ResponderEliminarCardo Ruso
Interesante, al menos, que Alcuin Redi rememore las ordenaciones de Mons. Lefebvre para el monasterio de Dom Gerard como antecedente de su ordenación secreta: http://www.monasterebrignoles.org/news/statement-communique
ResponderEliminarCoincido plenamente con the Wanderer. Esta persona a quien desconozco intenciones pero me da la clara impresión de que no le importa la liturgia en sí y por ello no se preocupa si comete errores al referirse a cuestiones relacionadas. Solo le importa el poder parece bastante claro. Si se alinea ahora un poco más con los progres es porque tienen más poder ahora en este momento si le tocara estar en la Alemania nazi no creo dudara en adular a Adolfo y si estuviera en la tv argentina me adularía a mi.
ResponderEliminarMarcelo Hugo.