La discusión que sostenemos en este blog desde hace
algunos días deja al descubierto el notable grado de ingenuidad -por decir lo
menos-, de muchos buenos católicos con respecto a las técnicas deshonestas de
reclutamiento utilizadas por algunas nuevas fundaciones. Pensé entonces que,
como católicos, lo que debemos hacer es mirar cómo fue tratado este asunto al
comienzo. Es decir, de qué manera se comportaron los primeros religiosos con
respecto a sus vocaciones. Y por el motivo que siempre aduce la Iglesia para
recomendar y apoyarse en los Padres para su magisterio: su santidad y cercanía
temporal con el Señor y con quiénes los conocieron.
La vida religiosa se inicia con San Antonio Abad y los
monjes del desierto egipcio en el siglo III. Para conocer las enseñanzas y
costumbres de estos santos varones que poblaron las caldeadas arenas cercanas
al Nilo en eremitorios y cenobios, tenemos los maravillosos Dichos de los Padres del Desierto, o la Filocalia. Y será a partir de estos
centenares de breves textos que se redactarán las reglas monásticas
posteriores. Veamos qué dicen:
Un joven se presenta al monje Agathon y le dice:
"Déjame habitar contigo".
Pablo el Simple le dice a Antonio:"Quiero ser monje", y
Pacomio a Palamon: "Haz de mí un monje". Dos jóvenes extranjeros
llegan junto a Macario y le dicen: "¿Dónde está la celda de abba Macario?
Hemos escuchado hablar de él y de Scetes, y hemos venido para verlo".
Cuando el venerable monje se da a conocer, le dicen: "Queremos vivir
aquí".
Una primera cosa que llama la atención es que los
monjes egipcios, padres de la vida religiosa, no hacían campañas vocacionales
ni trataban de convencer a nadie. Los interesados se presentaban solos ante
ellos sin ninguna invitación. Aún sin Internet u otros medios de comunicación,
la Providencia se las arreglaba para que la fama y estilo de vida de estos
santos varones alcanzara a todo el ámbito de la cristiandad en ciernes. Esta
característica, que nos puede resultar extraña acostumbrados como estamos a los
raid vocacionales o a los retiros predicados arteramente a jovencitos en edad
de decisión, es común al monacato oriental y occidental posterior. Dom Paul
Delatte, sucesor de Dom Guéranger como abad de Solesmes, al comentar la Regla
de San Benito, observa: "No es sabio querer tener una gran cantidad de
vocaciones a cualquier precio; Dios no tiene necesidad de grandes batallones;
los trescientos soldados de Gedeon fueron suficientes". Observemos que es
el discurso opuesto al del Carnicero: "Dios tiene necesidad de vos”, dice
él. “Tenés que sumarte a su ejército con nosotros. Muchas almas se perderán si
no ingresas al Instituto, aquellas que Dios tenía dispuestas que se salvaran
por tu futuro ministerio". ¡Majaderos y mentirosos! Esa es la presión que
imponen a las inexpertas conciencias de los adolescentes que se acercan a
ellos, muchas veces incautamente empujados por sus padres.
Sigamos. Otra de las características que quiero
señalar sobre el tema es la reticencia que se observa en los Padres a recibir
vocaciones. Cuenta la Historia Láusica
de Paladio que, cuando San Pablo el primer Ermitaño, se acerca a platearle su
vocación al abad Antonio, éste le dice: "Eres demasiado viejo. No podrás
resistir la dureza de la vida del desierto...". Y este es el espíritu que
tomarán las reglas monásticas más antiguas. Veamos algunos ejemplos. La Regla de Pacomio escribe: "Si quien
se acerca a la puerta del monasterio quiere renunciar al mundo y agregarse al
número de los hermanos, que no tenga libertad para ingresar, sino que primero
se anuncie a los Padres del monasterio, y permanezca algunos días afuera, junto
a la puerta". Otra de las reglas más antiguas, llamada De los Santos Padres, dice:
"Permanezca una semana afuera, y que ningún hermano le haga compañía, y se
le exijan labores duras y pesadas. Si persevera en el deseo de ingresar, no se
le niegue". San Juan Casiano, introductor de la vida monástica en
Occidente, escribe en las Instituciones:
"Quien se acerque al monasterio, que no ingrese antes de los diez días o
más, a fin de que demuestre su perseverancia". Es por eso que el patriarca
de monjes, San Benito, escribe en su Regla: "Al que se acerca a la vida
monástica, que no se le haga fácil su ingreso, sino que, como dice el Apóstol: ‘Probad
a los espíritus para ver si son de Dios’. Si el que ha llegado persevera en
golpear a la puerta durante cuatro o cinco días, y se muestra paciente en
soportar los desprecios que se le hacen y las dificultades que se oponen a su
ingreso, y persiste en su pedido, se le concederá el ingreso, pero pasará
algunos días en la hospedería".
Otra vez la diferencia es notable. Es nuestros casos
autóctonos, al jovencito que se está cuestionando el ingreso a la vida
religiosa, antes aún de que tome su decisión y para convencerlo, se le ofrece
el oro y el moro. "¿A vos qué te gusta?", le preguntan. "A mí me
gustaría ser misionero", "A mí me gustaría estudiar"; "A mí
me gustaría ser párroco". “Vení con nosotros que lo vas a tener”, le
responden. Sé de un caso concreto en que un joven que había obtenido ya su título
universitario y que inocentemente hizo un retiro espiritual con el Carnicero,
le manifestó en su momento sus deseos vocacionales pero, al haber sido él
formado en la liturgia tradicional, no quería ingresar a la fundación cuyana.
Ni lerdo ni perezoso, el Carnicero le respondió: "A vos te manda la
Providencia. Yo quería tener en el Instituto la liturgia tradicional. Vos serás
ordenado y celebrarás esa liturgia". Por supuesto, jamás cumplió su
palabra.
Y ni hablar, claro, de la disposición de San Benito de
que no solamente se tenga fuera del monasterio al postulante sino que, aún cuando
se le permita el ingreso, se lo haga permanecer en la hospedería un buen tiempo.
Lo que dice, en el fondo, es "Hay que esperar". En nuestro caso, en
cambio, las cosas son bien distintas. Conozco muchos casos -y cuando digo
muchos, son muchos- en que el Padre
Fundador o sus secuaces se dedicaban a predicar ejercicios espirituales a
grupos de universitarios en el mes de mayo, por ejemplo. Y el lunes siguiente a
la finalización del retiro, ingresaban al seminario -a mitad del año académico-,
cinco o seis nuevos frutos vocacionales que habían dejado su carrera
universitaria de años, y en muchos casos una brillante carrera. De estos
grupos, muy pocos perseveraron. Salieron siendo aún seminaristas y ya
sacerdotes y, en todos los casos, destruidos humana y espiritualmente. (By the
way, estamos preparando un dossier sobre casos de deserción y destrucción de
personas por manos de estas nuevas fundaciones primaverales).
Ya sé que muchos dirán: "El problema es de ellos que
no perseveraron. No fueron fieles. No resistieron la tentación".
Exactamente. Era esa la cantinela que le repetían sus directores espirituales durante
años cuando el muchacho se daba cuenta que la vida religiosa no era lo suyo:
"Es una tentación". Y frente a la decisión tomada a dejar la casa
religiosa, se lo impedían de diversos modos, aún físicos. Para analizar esta
conducta de los superiores, les pido que relean el texto que cité más arriba de
la Regla de San Benito. Son estas palabras del Patriarca las que dan pie a Dom
Delatte para afirmar que es en el vigor de la voluntad en lo que consiste el
elemento formal de la vocación religiosa y, por tanto, la indagación de los
superiores debe ejercerse sobre la voluntad del candidato (p. 426, de la edición
francesa del Comentario, edición
1985). Es decir, si la voluntad del seminarista, luego de un sensato
discernimiento, dice "Me quiero ir", hay que dejar que se vaya y, aún
más, ayudarlo a que se vaya lo mejor y más pronto posible.
Esta es la enseñanza de la Iglesia al respecto. Esto
es lo que han dicho los Padres, Santo y Doctores. Los demás, son embaucadores.
PS: Conozco una nueva fundación que me causa una muy
favorable impresión. Aún siendo muy pocos, siguen a pie juntillas la
recomendación de los Padres, y a los interesados en ingresar que se presentan a
sus puertas, y que no son pocos, le echan Flit durante un buen tiempo, y
después deciden. Son como Gedeón; no les interesa ser muchos.
En la foto, a los vagos esos, les falta el manto del poder jajaja
ResponderEliminarHace unos años una de estas organizaciones falsamente apostólicas me medio captó, concretamente la afamada prelatura personal. Estuve el tiempo necesario (afortunadamente escaso) para ilusionarme, desengañarme y salir de un portazo tras conocer como se las gastan.
ResponderEliminarEn primer lugar, en contraste con lo que expone The Wanderer de los monjes del desierto, en la Prelatura no te ponen obstáculos para probar tu vocación, sino que al más puro estilo comercial te venden (literalmente) un producto inexistente. Esto incluye algo especialmente grave: no dan a conocer todo lo que implica la "vocación", sino que te lo van revelando poco a poco una vez te han captado, lo que me parece una usurpación del discernimiento que tiene que hacer en conciencia la propia persona. ¿Cómo se puede tener vocación a algo que no se conoce? No sólo ocultan lo necesario sobre las exigencias que puede implicar, que a la postre incluye entregar tu conciencia a su organización hasta en los detalles más cotidianos de la vida. También se callan o distorsionan las metas para la que existe tan instituto, de modo que ellos venden que su misión es apostólica, cuando llaman apostolado a hacer proselitismo para captar adeptos a SU organización entre católicos ya piadosos. O sea, hacer apostolado entre católicos, toma castaña.
En segundo lugar, y en relación con lo que decían en otros posts, un argumento que emplean es que Dios te puede ofrecer la vocación sólo una vez y perdida la oportunidad se esfuma el ofrecimiento desde lo Alto. Ya se sabe, como si una vocación fuera una gracia que pasa en tren una vez en la vida y si no la aceptas no vuelve a presentarse, con la consiguiente amenaza que supone para la salvación del alma, advierten ellos. Esto, hay que decirlo, es ante todo una estupidez. Una vocación está íntimamente anclada en la persona para la que va dirigida, por lo que ya está, por así decirlo, ofrecida desde la misma concepción del individuo. Se puede rechazar una vocación, pero ésta no se ofrece desde fuera, sino que la ofrece Dios desde dentro del mismo alma: no es una ráfaga de viento que hay que aprovechar para no hundirse.
Podría contar más aspectos completamente perniciosos, pero los resumiré diciendo que cualquier persona mínimamente racional tiene tres alternativas ante este tipo de grupos. 1. Quedarse y ver como su conciencia, ese tesoro regalado por Dios que nos hace únicos, va menguando en aras de una obediencia que entumece la sensibilidad espiritual de la persona. 2. Salir rebotado con la dicha organización y de paso con la Iglesia. 3. Salir rebotado de la secta, pero habiendo ganado cierta libertad de espíritu que le hace conocer mejor a Dios, la Iglesia y el camino que el Señor le está labrando a su alma.
sigue siendo el ejemplo lo que arrastra y solo jesus el que llama !!!!
ResponderEliminarEXCELENTES APRECIACIONES SOBRE LA GENUINA VOCACIÓN... DIOS QUIERA QUE SIRVAN PARA DAR FIN A ESTA CARNICERÍA SINIESTRA QUE NO ES MÁS QUE UN SARCASMO DEL DEMONIO...
ResponderEliminarUn reproche que le hacia al IVE , era de hacer ordenar a cuasi ... " niños "
ResponderEliminarEstá bien, Wanderer; tenés razón hermano. Pero a estos tipos no les entran las balas. Ellos no fabrican vocaciones y las suman porque no hayan leído a los Padres o porque estén imbuidos de cierta hagiografía ramplona. Simplemente no son religiosos. Me explico: la religiosidad no es su virtud, debiendo serla.¿Y con que la reemplazan? Con el proselitismo partidocrático. El que tiene más afiliados gana.Ergo, ¡a la caza de afiliados!
ResponderEliminarWanderer, revisando su blog de usted, me impresiona comprobar que este tópico es el que más veces se ha tratado. Tratado humorísticamente, seriamente, reiteradamente.
ResponderEliminarCasi podríamos decir, hasta el hartazgo. Con argumentos de la tradición (como en este formidable post), del magisterio, de los Padres, de sentido común... con argumentos psicológicos, morales, teológicos y lógicos... con razones
humanas y divinas... con lenguaje simple o escolástico... invocando a Newman, a Castellani, a Santo Tomás de Aquino...
Y también comprobamos que una y otra vez aparecen comentadores (jóvenes, seguramente, como lo delata su pésimo castellano, con abundantes faltas de ortografía, sintaxis, etc.) que no lo entienden, que no lo quieren entender.
Pero yo creo, Wanderer, que tenemos que insistir con esto, que no tenemos que bajar los brazos, que el diablo no nos gane por cansancio: sobre todo por las vidas que están en juego, la de tantos chicos y chicas que terminan en cualquier cosa, en cualquier lado, puerilizados, estupidizados y... perdidos.
Por eso, sólo por eso, vuelvo a poner este link que remite a una cosa escrita hace casi 20 años:
http://www.cuadernas.com.ar/miscelanea.php/el-espiritu-sectario
A ver si alguno se desayuna todavía.
Sursum corda,
J. T.
Tiene razón el Anónimo de las 7,58. Por algo el Carnicero es peronista, al igual que su hermano, el "filósofo". Estos tipos no se mueven con categorías superiores a las de una Unidad Básica. Nosotros les tiramos con la Patrología, con Newman, Castellani y la mar en coche, y ellos ni los entienden. Lloro por esos chicos y chicas a los que se refiere Tollers. ¡He conocido a tantos! ¡Tantos, ay, han pasado cerca mío con sus anhelos a cuestas, y hoy los veo hecho trizas!De mil modos los contemplo descompuestos. ¿Quién pagará por estas almas? Maldito seas Carnicero, en tí mismo y en tus imitadores. Pero llegue la maldición a Roma, que en autos de estos males, no es capaz de ponerles remedio pronto, firme,expeditivo,ejemplar.
ResponderEliminarEl aedo de Haedo
Pregunto (desde el desconocimiento): ¿Hay que imputarles necesariamente al "carnicero" o al "marqués" como aquí se los llama, la destrucción anímica de esos jóvenes?. ¿No tienen estos últimos responsabilidad alguna?. ¿No serà que no estaban a la altura de las circunstancias?. Veo como una especie de mito del "buen seminarista engañado" ...
ResponderEliminarHAY UN EXABRUPTO,JACTANCIOSO, INAPELABLE, Y LAPIDARIO, DEL CARNICERO... PROFERIDO ALLÁ POR 1993 ANTE JÓVENES SACERDOTES Y SEMINARISTAS ADICTOS... QUE NOS AHORA INCONTABLES DISQUISICIONES DE DEFINICIÓN MÁS FINA SOBRE LA MANIPULACIÓN DEMONÍACA DE LA VOCACIÓN SACERDOTAL POR PARTE DE ESTE SUJETO: "... EL QUE TIENE LAS VOCACIONES, TIENE LOS FIERROS..." (SIC) VALGA ESTE APORTE AL BLOG PARA TENER BIEN EN CLARO EL TENOR BRUTO & GROSSO DEL ASUNTO...
ResponderEliminarAl anónimo de las 12:28, yo creo que la responsabilidad es difícil de medir en cada persona. Muchos jóvenes aún no tienen la madurez suficiente para confiar antes en su criterio que en el de figuras que se presentan como referentes. Otra cosa son individuos ya talluditos de veintipico, treinta o casi cuarenta años que entregan la conciencia en bandeja de plata.
ResponderEliminarPara mí la responabilidad de un adulto está en respetar su conciencia lo suficiente para que no la deformen unos extraños. Y eso requiere saber distinguir entre tanta práctica de piedad de la Caridad. Por muchas Misas, genuflexiones al pasar por el Sagrario, Rosarios, etc., si el individuo no ve verdadero respeto y caridad por el prójimo está en el deber de coger la puerta e irse. Si no, se entrega a esos marqueses que, por muy puritanos que sean, no son otra cosa que violadores de almas. Así de sencillo.
Silvestre, en este caso concreto argentino, creo que sería mejor hablar de "tomar la puerta e irse".
ResponderEliminarEx-seminarista
ESTIMADO WANDERER: VIENE MUY
ResponderEliminarAL CASO EN ESTE CONTEXTO DE REFLEXIONES SOBRE LA VOCACIÓN MENCIONAR LO SIGUIENTE: ALLÁ POR LOS NOVENTA, EN LOS EJERCICIOS DE SAN IGNACIO QUE PREDICABA CON CIERTA REGULARIDAD, EL MENTADO "MARQUÉS" SOLÍA SENTENCIAR ROTUNDAMENTE EN LA PLÁTICA SOBRE ELECCIÓN DE ESTADO QUE -EN RIGOR- NO EXISTE PROPIAMENTE UNA "VOCACIÓN" AL MATRIMONIO... CON LO CUAL UN DESTINO PERSONAL DEFINIDAMENTE ORIENTADO A LA VIDA MATRIMONIAL APARECERÍA, PARA EL CRISTIANO COMO UNA OPCIÓN MERAMENTE "PRIVATIVA" ... UNA ESPECIE DE "VÍA MUERTA" SACRAMENTAL PARA "MATERIAL DE DESCARTE"... ME PREGUNTO, EN PERSPECTIVA ESTRÍCTAMENTE TEOLÓGICA, ¿ACASO SAN JOSÉ NO TUVO UNA NÍTIDA E INEQUÍVOCA "VOCACIÓN" A LA VIDA MATRIMONIAL ? O BIEN ¿SE TRATÓ DE UN AVENTURERO ESTRAFALARIO QUE SE EMBARCÓ EN EL MATRIMONIO CON LA SANTÍSIMA VÍRGEN A INSTANCIAS DE SUS PROPIOS ANTOJOS Y CAPRICHOS? ... BIEN SABIDO ES CON EL AVAL DE LA MÁS SÓLIDA DOCTRINA QUE LA UNIÓN VIRGINAL DE MARÍA Y JOSÉ FUE RIGUROSAMENTE UN "MATRIMONIO" CON TODAS LAS LETRAS... Y QUE (SEGUN EL ÄNGÉLICO) EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN NO ADMITE NADA FICTO NI POSTIZO... QUEDA AQUÍ GROSERAMENTE DELATADO EL GRADO DE CEGUERA DE ESTOS RECLUTADORES DE PSEUDO-VOCACIONES QUE LOS LLEVA A DESBARAR EN TEOLOGÍA CON TAL DE INCREMENTAR EL CAUDAL NUMÉRICO DE LAS ESTRUCTURAS DE PODER QUE REGENTEAN CÍNICAMENTE DENTRO DE LA IGLESIA... QUOS DEUS VULT PERDERE, PRIUS DEMENTAT... SEPA PUES SEÑOR "MARQUÉS" QUE SÍ HAY UNA DIGNÍSIMA VOCACIÓN CRISTIANA A LA VIDA MATRIMONIAL, Y QUE DIOS ES DUEÑO DE SUSCITARLA AUN EN PERSONAS INTENSAMENTE SIGNADAS POR FINOS ESTÍMULOS DE VIDA DE PIEDAD... VALGA LA PUNTUALIZACIÓN...
Al anónimo de las 12:28, creo to que de todas formas una cosa no quita la otra. Más allá de la madurez o no necesaria para poder afrontar la situación, si yo ejerzo presiones, manipulación moral y psicológica, y el otro no aguantó...puede ser que no estaba a la altura de las circunstancias, pero Dios mío, ¿quién puede estarlo? Si golpeo reiteradamente una silla, por poner un ejemplo burdo, y esta se rompe, ¿podría decir acaso "que silla trucha, no estuvo a la altura de las circunstancias"? Hay sillas de álamo y otras de roble.
ResponderEliminar"PS: Conozco una nueva fundación que me causa una muy favorable impresión" Podrías compartirnos????????
ResponderEliminarAnónimo de las 15:34 hs. Gracias por su aporto.
ResponderEliminarDestaco solamente una cosa. Cuando hablamos de el "Marqués" nos referimos al P. José Escrivá, fundador de una movimiento religioso hace ya varias décadas, al que después hicieron prelatura personal.
Creo que usted se refiere a quien en este foro llamamos el "Carnicero de Haedo" o, simplemente, el "Carnicero", por su refinamiento, distinción y capacidad de moler personas.
Es verdad, disculpas. Olvidé que en Argentina c... significa otra cosa.
ResponderEliminarPuede hacerse cura un viudo?
ResponderEliminarPor ejemplo, un hombre de 55 años, viudo, con hijos que ya formaron su propia familia y se mantienen solos.
Hay casos así?
Saludos
Ex-Luterano
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ResponderEliminarAl anónimo de las 15:34, no grite, che.
ResponderEliminarDick Williamson volvió a sus andanzas...
ResponderEliminarhttp://www.eccentricbliss.com/2013/01/of-wars-and-rumours-of-wars/
Al menos tendremos un obispo más por esa línea.
Focio
Insisto: alguien me podría explicar por qué tanta saña con el IVE. Y por qué se escudan en apodos o el el "anónimo". Si es tan cierto lo que dicen porque no lo firman con nombre y apellido.
ResponderEliminarSr. González Céspedes, lo que usted llama saña no es más que un fuerte y necesario anhelo de justicia que, hasta el momento, no se ha hecha con las víctimas de ese instituto religioso.
ResponderEliminar¿Llamaría usted señalar en si alguien señala los delitos de un delicuente? ¿Es que el Santo Padre, o las víctimas de Maciel, actuaron con saña cuando hicieron lo que hicieron?
Estamos en presencia de delitos, para Dios y para la sociedad civil, y los delitos deben ser castigados y las víctimas reparadas.
En cuanto al anonimato, ha sido un tema discutido hasta el hartazgo en este foro. Relea las entradas de los años anteriores.
Escribe Mr. W.: "... los monjes egipcios, padres de la vida religiosa, no hacían campañas vocacionales ni trataban de convencer a nadie...".
ResponderEliminarEn Francia, hace unos cuantos años, no pensabamos lo mismo.
Bernie de Fontaines.
http://www.dinoscopus.org/espa%C3%B1ol/espa%C3%B1olprincipal.html
ResponderEliminarSi les interesa...
Wanderer, reitero mi comentario una vez más: "PS: Conozco una nueva fundación que me causa una muy favorable impresión" Podrías compartirnos????????????
ResponderEliminarDe joven tuve contacto con seminaristas y sacerdotes del IVE y del seminario de San Rafael, como así también con sacerdotes afines, pero nadie me llevó, ni intentó convencerme para que ingresara al IVE o al seminario...o no me dí cuenta o no les di pelota, vaya a saber.
ResponderEliminarLe falta nada más agregar la visión clarividente de la fe ajena, como don generalizado (¿del Espíritu Santo?), si me habré revuelto internamente al escuchar frases como: "ese pibe tiene vocación"....
ResponderEliminarAntes que nada, les aclaro que el Carnicero (como le llaman aquí) no es un "santo de mi devoción" y estoy de acuerdo en que no se deben forzar las conciencias para suscitar vocaciones.
ResponderEliminarPero no es concluyente el argumento de este post por dos motivos al menos:
1 - Se usan unos pocos Padres de la Iglesia;
2 - Son monjes del desierto los autores citados y debe entenderse en ese contexto sus enseñanzas. Monjes contemplativos que no levaban vida comunitaria. En la faz práctica son distintas vocaciones la del sacerdote misionero y la del monje contemplativo.
Además, el tema de "demostrar la perseverancia" es peligroso. Hay lugares donde se usa el "agere contra" al extremo para probar las vocaciones y se cae en el otro extremo. Se destruyen personas haciéndoles el camino más difícil de la misma manera que haciéndoselo más fácil. Es un término medio difícil de lograr.
Por otra parte, en la antigüedad también se llegaron a ordenar obispos por aclamación popular presionándolos para que se dejen ordenar. También se ordenaban sacerdotes diocesanos sin demasiado discernimiento, total solamente importaba que celebraran la Santa Misa y nada más.
Además, no se pueden tratar todas las vocaciones de la misma manera porque cada persona es distinta. Por eso, es importante que haya buenos directores y formadores en un seminario, para que no se pierdan vocaciones.
Concluyo que me apena ver nuevamente en Ud., Güanderer, o grupo de Güanderers, que les falta un poco más de contacto con la realidad. El problema concreto es más difícil de lo que se imagina. Y pareciera que su único interés es dedicarse a hacer una carnicería con el Carnicero, valga la ironía, en vez de descubrir la realidad de la espiritualidad vocacional y así fuerza los argumentos para que encajen en su esquema o teoría. Le aconsejo que salga a tomar algo de aire fresco de vez en cuando para tomar contacto con la realidad, pero sin descuidar su sillón, su wishky y sus libros para elaborar una correcta doctrina en materia de vida espiritual vocacional a la luz de todos los Santos Padres y Doctores de la Iglesia.
Amicus Plato, sed magis amica veritas
Estimado amigo de las 17:35 hs., creo que el paseo que me sugiere deberemos darlo los dos juntos. Sus afirmaciones son –todas ellas- fácilmente refutables.
ResponderEliminarUsted dice que “no es concluyente el argumento de este post por dos motivos al menos:
1 - Se usan unos pocos Padres de la Iglesia”;
Bien, si ha caído en la cuanta, estamos hablando de un post, no de un libro. Es por eso que cito los lugares donde usted podrá abundar en ejemplos; en este caso, los “Apophthegmata Patrum” o, si prefiere leerlos en español, “Los dichos de los Padres del Desierto”;
“2 - Son monjes del desierto los autores citados y debe entenderse en ese contexto sus enseñanzas. Monjes contemplativos que no levaban vida comunitaria. En la faz práctica son distintas vocaciones la del sacerdote misionero y la del monje contemplativo.”
Diría que algunos de los autores citados son monjes del desierto, y le concedo que San Antonio y San Pablo eran ermitaños. Pero no todos los padres del desierto lo eran. Recuerde usted los asentamientos monásticos de Nitria y Kellia, que eran verdaderas, y enormes, comunidades monásticas en los siglos IV y V, y es allí donde se producen los Apohthegmatas, texto en el cual baso mi argumentación.
Pero el en post cito también las reglas monásticas de San Pacomio, de los Santos Padres y las “Instituciones” de Casiano, todas ellas dirigidas a monjes cenobitas, es decir, de vida comunitaria. Sabrá usted que es Pacomio quien comienza con este estilo de vida en Egipto y Casiano quien la traslada a Occidente.
Sin embargo, el argumento con mayor fuerza lo apoyo en la Regla de San Benito, claramente dirigida a monjes cenobitas y, en ciertas circunstancias, también misioneros. Recuerde que, por ejemplo, San Agustín de Cantorbery, apóstol de los ingleses era monje benedictino, al igual que san Bonifacio, apóstol de los alemanes.
Pero más allá de la comisión por parte suya de estos errores históricos y de lectura bastante gruesos, no sé a dónde quiere llegar. La discusión es acerca de la manipulación de las conciencias que ejercen los superiores de ciertas fundaciones primaverales, y la diferencia del tipo de vocaciones –contemplativa o misionera-, no cambia en absoluto el asunto. Es como si usted dijera: “Que el robo sea un delito no se prueba suficientemente porque usted aduce casos de robos perpetrado a abogados. Pero si la víctima es ingeniero, es distinto”. Amigo, estamos frente a la comisión de faltas gravísimas, no importa quién sea la víctima.
Sigue....
continúo:
ResponderEliminarSigue usted: “Además, el tema de "demostrar la perseverancia" es peligroso. Hay lugares donde se usa el "agere contra" al extremo para probar las vocaciones y se cae en el otro extremo. Se destruyen personas haciéndoles el camino más difícil de la misma manera que haciéndoselo más fácil. Es un término medio difícil de lograr”. De acuerdo, ¿Y? ¿A cuento de qué lo menciona?
Continúa usted: “Por otra parte, en la antigüedad también se llegaron a ordenar obispos por aclamación popular presionándolos para que se dejen ordenar. También se ordenaban sacerdotes diocesanos sin demasiado discernimiento, total solamente importaba que celebraran la Santa Misa y nada más.” ¿Y? ¿Pretende que porque eso se hacía en los primeros siglos del cristianismo –y no en la Antigüedad -, debamos hacerlo ahora también? Y si lo que pretende es hacer una analogía, debería repasar un poco su conocimientos sobre este método del conocimiento. Una cosa es que el pueblo cristiano compela a un hombre probo y maduro a ser ordenado obispo –el caso de San Ambrosio, por ejemplo-, y otra que un sacerdote compela a un adolescente de 18 años, inmaduro como cualquier adolescente del siglo XXI, a ingresar a la vida religiosa.
Sigue: “Además, no se pueden tratar todas las vocaciones de la misma manera porque cada persona es distinta. Por eso, es importante que haya buenos directores y formadores en un seminario, para que no se pierdan vocaciones”. ¿Y? ¿Qué quiere argumentar con esto?
Y finaliza usted: “Concluyo que me apena ver nuevamente en Ud., Güanderer, o grupo de Güanderers, que les falta un poco más de contacto con la realidad. El problema concreto es más difícil de lo que se imagina”. Probablemente tenga razón. Sin embargo, déjeme decirle que a usted le falta un poco más de contacto con los libros de historia de la Iglesia y de lógica, por lo menos.
“Le aconsejo que salga a tomar algo de aire fresco de vez en cuando para tomar contacto con la realidad, pero sin descuidar su sillón, su wishky y sus libros para elaborar una correcta doctrina en materia de vida espiritual vocacional a la luz de todos los Santos Padres y Doctores de la Iglesia”.
No se preocupe. El whiskey, que no wishky, no falta nunca en mi pequeño bar.
¡BRAVO! WANDERER POR SU ÚLTIMO COMENTARIO... JAMÁS PODRÁ TOMARSE A LA LIGERA NI SOSLAYARSE CON PSEUDO-FUNDAMENTOS ESPECIOSOS LA CRUDA "VIOLACIÓN DE CONCIENCIAS" QUE SUELE PERPETRARSE EN ESTAS FUNDACIONES PRIMAVERALES QUE SUELEN OSTENTAR COMO PATENTE DE ACREDITACIÓN EL CRECIMIENTO EXPONENCIAL DE NÚMERO DE ADICTOS... QUE SE ENCARGAN DE RETROALIMENTAR COMO META PRINCIPAL DE TODO SU DESENVOLVIMIENTO ENGAÑOSO... URGE PUES DESENMASCARAR ESTA SINIESTRA IMPOSTURA, Y "LLEVAR EL TORNO HASTA EL NERVIO"... ALLÍ RECIÉN SALDRÁN A PLENA LUZ LAS TARAS MORALES DE MUCHO MAYOR CALIBRE QUE SE SUELEN APAÑAR EN ESOS MARCOS ASFIXIANTES DE RELIGIÓN FALSIFICADA Y MANIPULADA COMO "ESTRUCTURA DE PODER" POR ALGUNOS LOGREROS ADVENEDIZOS... TODO ESTO NADA TIENE QUE VER CON EL AMOR DE DIOS... Y CON ESTA CONSTATACIÓN MUY FUNDADA ME BASTA Y ME SOBRA PARA DAR LIBRE CURSO A UNA SANA REVULSIÓN CRISTIANA ANTE EL ASUNTO...
ResponderEliminarEl paseo ya lo di, estimado Guanderer. Hoy ya me dí un buen paseo por las afueras de mi madriguera. Así que no puedo aceptar su invitación. Además va contra su consejo que me haya invitado a que me recluya en mis aposentos a leer libros de los Santos Padres.
ResponderEliminarPongamos las cosas en claro. Yo no estoy afirmando que sea bueno manipular conciencias en ningún tipo de vida religiosa, sea contemplativa o sea secular. Mi crítica va por otro lado.
El argumento en contra fundamental es este: Usted trae a cuento textos de monjes ermitaños o cenobitas. Las congregaciones a las que Ud. critica no son ni ermitaños, ni cenobitas. Por lo tanto, son vocaciones diferentes con diferentes llamados y diferentes espiritualidades. Así de simple, no tiene muchas vueltas las cosa.
Además, muchos de los que podrían ser sus detractores siempre citan la obediencia ciega que tenían los discípulos con el Abba del desierto para justificar con ella la manipulación de conciencias que realiza algún superior de algún instituto religioso. Es decir, los Padres del desierto no lo favorecen por ese lado. Tenga cuidado, no todos los apotegmas favorecen su argumento.
Le aconsejo que no se circunscriba a estos únicos testimonios y busque más argumentos en otros Doctores y Padres de la Iglesia que tengan más que ver con el clero secular.
Con la frase: "el tema de 'demostrar la perseverancia' es peligroso" quiero decir lo que sigue:
Ud. intenta demostrar la reticencia de los Padres del desierto a recibir vocaciones y cita algunos textos donde se manda poner a prueba la perseverancia de la vocación. Pues bien, ése también puede ser un exceso. Se pueden pasar de mano y destruir una vocación por "probarla" demasiado. Es sólo eso lo que quiero decir.
Si Ud. me critica porque mezclo las cosas al poner en el mismo plano a un San Ambrosio ordenado con un jóven de 18 años que entra a un instituto religioso, permítame a mí criticarlo a Ud. por mezclar las vocaciones contemplativas con las vocaciones misioneras. La manipulación de la conciencia es la misma, tanto en San Ambrosio adulto como en un jóven de 17 años. Cambia el sujeto pero la manipulación es la misma. Como Ud. dice: "Amigo, estamos frente a la comisión de faltas gravísimas, no importa quién sea la víctima".
Supongo que no estaré al nivel de su erudición y elocuencia, estimado. Pero al menos espero haberle sido útil para que publique próximos post más interesantes sobre el tema y sepa considerar las recomendaciones que le deje si son pertinentes. Hasta la próxima.
Amicus Plato, sed magis amica veritas
San Ignacio de Antioquia sobre la
ResponderEliminarATENCIÓN A TODOS LOS ESTADOS
"Evita las malas artes, o más bien evita incluso la conversación o plática sobre ellas. Di a mis hermanas que amen al Señor y estén contentas con sus maridos en la carne y en el espíritu. De la misma manera encargo a mis hermanos en el nombre de Jesucristo que amen a sus esposas, como el Señor amó a la Iglesia. Si alguno puede permanecer en castidad para honrar la carne del Señor, que lo haga sin jactarse. Si se jacta, está perdido; y si llega a ser conocido más que el obispo, está contaminado.(...)"
Que quieren que les diga: cada día desconfió mas de los que se jactan de la seguridad que les proporcionan sus propias certezas
Pepe Galleta, (maestro infalible)
"doctrina correcta en materia de vida espiritual vocacional..."
ResponderEliminarAl anónimo de las 16:35 también se le rebela el lenguaje.
Y esa clase de locuciones no pueden sino funcionar a modo de tapadera. Nos recuerda lo de Nietzsche: "hay quienes remueven las aguas para que parezcan más profundas".
"Vida espiritual vocacional"? I ask you...
J.T.
Tampoco hay que olvidar el caso contrario del que fui objeto, teniendo una vocación, creo que sincera, a carmelita, me despacharon rápidamente sin hacerme ni caso, solo con ver mi actitud ya dijeron "serías un azota claustros" y me lo creí, no me creí digno para esa vocación, pero el Padre en cuestión no me propuso ningún discernimiento al uso, él saco esa conclusión de su impresión y condiciono mi vocación, y doy fe de que no actuaba como Gedeon para probarme.
ResponderEliminarSalo
Don Anónimo, le concedo que los apotegmas -y muchos de ellos-, pueden ser usados para probar exactamente lo contrario que yo propongo. Quienes manipulan conciencias, no tendrán escrúpulos en manipular escritos.
ResponderEliminarSin embargo, el problema suyo de fondo es otro. Usted cree en una "espiritualidad vocacional", y Tollers señaló ya la punta del hilo. Su pretensión es que Dios llama a una joven a ser misionero entre los esquimales, o a cuidar ancianos, o a enseñar, o a ser contemplativo, y eso es un disparate más grande que una casa, diría mi abuelita. O es barroquismo residual y decadente, diría Ludovicus.
No hay duda que Dios llama, y que cada uno "siente" ese llamado de un modo particular. Dios llama a la vida consagrada, o a la práctica perfecta de los consejos evangélicos, pero cada uno encarnará ese seguimiento según sus cualidades naturales y circunstancias personales, es decir, según su temperamento, su carácter, sus posibilidades físicas, su educación, su historia personal, etc.
Usted plantea que Dios llamaría con la particularización de un congregación determinada y, dentro de esta, de un apostolado determinado. Y eso es teología musulmana.
Usted hiperprovidencializa e hipersupernaturaliza lo que es natural. La gracia supone la naturaleza, y Dios cuenta con la naturaleza. Dios, cuando llama, no le envía al candidato un formulario con todas las especificaciones del llamado, ni tampoco le manda un link a Google Maps para que sepa dónde debe ingresar.
Como dice Dom Delatte, el elemento formal de la vocación es la voluntad del consagrado, no el llamado milagroso de Dios.
Es llamativo que personas vinculadas a fundaciones primaverales que practican el "reclutamiento" vocacional no se remitan siquiera a Royo Marín. Esquemático y manualista, Royo no puede ser acusado de laxo. Con todo, está lejos del voluntarismo rigorista que suele presentarse como el horizonte de ortodoxia que legitimaría el proselitismo agresivo e imprudente que practican algunos.
ResponderEliminarDos ejemplos:
1. "Uno de los problemas más difíciles que se pueden plantear en torno a la vocación religiosa o sacerdotal es el relativo a la obligatoriedad de la misma, o sea, a si es o no obligatorio
seguirla bajo pena de verdadero pecado. Teólogos y autores espirituales han discutido largamente este tema y todavía no se han puesto de acuerdo."
¿Me gustaría saber si los reclutadores primaverales tienen en cuenta este criterio cuando sentencian sobre las personas que reclutan o que resisten a sus presiones?
2. "Creemos—en efecto—que, de hecho, en la práctica, apenas se concibe que pueda rechazarse o desatenderse la divina invitación—por parte del que claramente la advierte—sin
cometer una grandísima imprudencia y una verdadera infidelidad a la gracia, que puede traerle graves consecuencias temporales y eternas. Sin que con esto queramos decir, ni siquiera
insinuar, que todo aquel que abandona el seminario o la casa religiosa—o, simplemente, que no se decide a entrar— haya incurrido en esa imprudencia e infidelidad a la gracia: puede tratarse de una vocación dudosa, o claramente inexistente, cuyo abandono no solamente sea lícito, sino que lo imponga la más elemental prudencia."
¿Por qué los reclutadores suelen pensar que todo candidato que se les presenta tiene un clarísima vocación? ¿Acaso poseen el don de la cardiognosia?
Saludos.
Don JT, perdone lo enrevesado del texto que se presta a pensar cualquier cosa. Con "vida espiritual vocacional" quise decir "interioridad espiritual del sujeto que tiene vocación" y aparejado a ella la "dirección espiritual vocacional". Tómelo en ese sentido. Y no buscaba enredar las cosas. Concédame el indulto por poca capacidad de expresión, no hay mala intención en mi comentario como dice el texto de Nietzsche que Ud. cita.
ResponderEliminarDon Guanderer, estoy perfectamente de acuerdo con su último comentario. Pero se equivoca en pensar que mi pretensión "es que Dios llama a una joven a ser misionero entre los esquimales". No. Dios da el llamado vocacional y uno tiene condiciones naturales que debe descubrir y tener en cuenta para elegir dónde concretarla. Es una mezcla de gracia y naturaleza, como lo es toda la vida humana donde se conjugan lo sobrenatural y lo natural. No puede venir alguien de afuera y decirte "tenés vocación de misionero" o "tenés vocación de cartujo". Puede aconsejar según señales externas pero la decisión la toma el candidato teniendo en cuenta el elemento sobrenatural del llamado y el elemento natural de las circunstancias y sin presiones externas de posible condenación ajena o propia por desaprovechar el llamado vocacional.
Justamente lo que más me preocupa es que se tengan en cuenta lo que Ud. dice "cualidades naturales y circunstancias personales, es decir, según su temperamento, su carácter, sus posibilidades físicas, su educación, su historia personal, etc.". No me gusta que se generalice y se arme como una especie de "protocolo de discernimiento de las vocaciones" y de métodos para "probarlas" sin tener en cuenta las particularidades de cada persona.
Mi crítica iba por el lado de que dado que no son iguales la vida que lleva un ermitaño o un cenobita con la vida de alguien que está en medio de la gente misionando, no son los mismos métodos para discernir si el candidato tiene las cualidades requeridas para llevar adelante ese modo de vida particular. Y esto no quiere decir que esté de acuerdo con los métodos de los chañarales. Solamente que no quiero que se mezclen los criterios de la vida eremítica o cenobita con la misionera o el clero secular en general.
Aunque mejor dejo de aclarar porque parece que se oscurece más la cosa. Además ya no le quiero hacer perder el tiempo descifrando lo que quiero decir. Es que, como ambos somos anónimos y nos conocemos poco y nada, poco y nada nos entendemos.
Disculpe que sea medio bruto, es que soy medio gaucho y me gusta tomar mate abajo de los árboles antes que tomar wishkies o como se diga en el sillón. Que tenga un buen día, don Guanderer. Saludos cordiales.
Amicus Plato, sed magis amica veritas
Es verdad, Plato. Para ir de misión se necesita además no ser liciado, etc, no así para monje. Ni qué decir para abad.
ResponderEliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Dolores_Hart
ResponderEliminar¿Alguien me explica cómo "se destruye" una vocación o cómo es eso de las vocaciones que "pasan de largo"?
ResponderEliminar¿La vocación es una llamada telefónica (de las viejas, donde ni siquiera quedaba registrada la llamada perdida)?
Quizá soy un hereje o un bruto, pero no sé, me suena muy raro que Dios actúe de esa forma.
De vuelta, en estas concepciones veo un dios que no es motor inmóvil, ¿no? Un dios sujeto al movimiento metafísico, sujeto al cambio, al tiempo intramundano. ¿O la pifio mucho?
El ejemplo no arrastra porque sino media india debería ser como madre Teresa.
ResponderEliminarDios no necesita batallones pero quién tenga vocación que no demore porque se puede perder muchas gracias y corre el riesgo de perder un bien mayor.
ResponderEliminarSilvestre que esa organización use ese argumento para manipular es otro tema pero cuando se tiene vocación mejor responder rápido hay muchos ejemplos al respecto solo falta que usted los encuentre y se de por enterado.
Un ejemplo de lo que dije antes es el de santa Faustina que se resistía y no porque alguien la manipulara con argumentos. Estaba haciendo muy mal y el Señor se lo reprochó.
ResponderEliminarAl anónimo de las 13:00
ResponderEliminarYa le han respondido a esto:
“Mi crítica iba por el lado de que dado que no son iguales la vida que lleva un ermitaño o un cenobita con la vida de alguien que está en medio de la gente misionando, no son los mismos métodos para discernir si el candidato tiene las cualidades requeridas para llevar adelante ese modo de vida particular.”
Pero si no hay nada común en la vida religiosa consagrada, nos quedamos sin racionalidad.
Por lo que me han contado, están ordenando Curas o Misioneros a gente que, con un poquito de visión de la realidad e intuición psicológica, bastan para darse cuenta que no deberían ordenarlos. Muchos Curas ya dejan dudas. No hay que forzar el pensamiento con palabras, sino partir de los hechos. O sea, Ud habla de discernidores ¿Dónde están los discernidores?
Wanderer, ¿podrías decirnos cuál es esa nueva fundación que conoces, y que te causauna muy favorable impresión porque, aún siendo muy pocos, siguen a pie juntillas la recomendación de los Padres"?????? Por favor, quisiera saber.
ResponderEliminarGracias. JJuan Carlos Dimetrio
No tenía intenciones de hacerlo para no transformar el blog en un "promotor vocacional", pero varios han preguntado.
ResponderEliminarEn el post scriptum del post, hago referencia a una nueva fundación monástica, llamada del "Cristo Orante", que se encuentra en Los Andes mendocinos, en la localidad de Tupungato. En medio de un paisaje majestuoso, se levanta una construcción de iglesia y claustros románicos que, me animo a decir, no tiene igual en Argentina.
Hago un rectificación a fin de no ser lapidado por los monjes: no se trata de una "fundación". Ellos aclaran muy bien que no han fundado nada, que no tienen fundador ni carisma y, mucho menos, un gurú iluminado que recibió una revelación celestial. Simplemente, son un grupo de hombres cristianos que decidieron continuar la tradición monástica milenaria de la Iglesia. Más que fundación, entonces, son "continuación".
Estimado Wanderer:
ResponderEliminarYa que ha estado publicando artículos "vocacionales" para tener cuidado respecto a caranchos eclesiales, podría seguir ampliando el tema? Me resulta de gran interés para poder compartir con mi comunidad, sacerdotes, vocaciones, movimientos que conozco. Además de lo expuesto por Knox y J.H.N, ¿qué tal si escribe más respecto a la llamada, al proceso de discernimiento, a los directores espirituales, etc? Yo se que es mucho, pero ya que tiene el interés le propongo encarar este tema con más ímpetu todavía. Muchas gracias