Ver todos juntos algunos casos de intervenciones o medidas
de la autoridad puede dar la impresión de que se produce todo junto. No
es así. Hay procesos que vienen de larga data y recién tienen un principio
de resolución. Hay otros que ya están concluidos. Otros en pleno
desarrollo.
En mi informe anterior
sólo he tenido en cuenta aquellos sobre los que hay una intervención en
la Santa Sede (o en sede diocesana pero con informe a Roma), en los que
hubiera algún argentino vinculado y que me hubiera sido accesible la
información.
Algunos
comentadores mencionan otros casos argentinos (Miles Christi, Torres Pardo,
fraticelli), que no identifico ni tengo datos disponibles. Esto no
significa que no existan o que el informe los quiera ocultar, simplemente
no me resultan en las actuaciones romanas que conozco. Me llama la atención que
exista en la Argentina alguna congregación que se llame “fraticelli”, porque
ese fue el nombre de una secta herética del siglo XIV. Pero, en fin, la
iniciativa fundacional religiosa es muy activa.
Fuera de los casos mencionados, en distintos países hay
otros casos problemáticos. El esquema es siempre muy semejante: atentado a la
libertad, a la integridad sexual y desórdenes económicos. Es posible pensar
que, instalado el dominio sobre las personas, está dado el escenario para que
se activen las otras tendencias desviadas, cuando existen.
Si tomamos en cuenta no sólo el caso de fundadores, podemos
hacer algunas consideraciones. Como hemos tenido dos cambios de papa en poco tiempo muchos procesos vienen
de la época de Juan Pablo II. Es cierto que a este papa le costaba
admitir algunas denuncias, porque valoraba los frutos apostólicos positivos
y/o tenía la duda de que fueran tramadas por los enemigos de la Iglesia
(especialmente el comunismo). También es posible que él hubiera confiado más en
la estructura de los dicasterios, que en ocuparse de dar un impulso
personal al asunto.
Al papa Benedicto, en cambio, le costó y le dolió
admitir los problemas que se escondían en asociaciones muy afines a su aprecio
por la tradición en la liturgia y en las formas.
Por ejemplo el caso del alemán David Berger, que fue
promovido sucesivamente en tareas intelectuales y doctrinarias vaticanas,
incluso en la Congregación para la Doctrina de la Fe, por su vigorosa
militancia tradicionalista en el contexto progresista teutónico. De nada
sirvieron las observaciones a su poco científico abordaje de las cuestiones
filosóficas y teológicas (con un tomismo simplificado y repetitivo) y lo
extraño de su personalidad. Finalmente emergió declarándose homosexual y
actualmente es un líder de movimientos contestatarios pro gay.
Otro caso es el de una asociación para el cultivo de la
lengua latina en un país europeo. A
pesar de las alarmas que existían, gozó del apoyo del nivel más alto y casi
adquiere un status oficial vaticano ligado a la nueva Academia para la Lengua
Latina. En algún momento salió a la luz que si bien formalmente se
manifestaba como una iniciativa filocatólica y devota del papa Benedicto,
en su interior el núcleo era de un neopaganismo clásico, muy crítico del
cristianismo, considerado como una corrupción de la antigüedad clásica, y
con el cultivo de la efebofilia en sus miembros (como parte de la recuperación
de un pretendido ideal antiguo).
Es cierto que hay
procesos que podían haber alcanzado resolución más rápidamente. Además
de la lentitud de las actuaciones, donde se debe probar objetivamente la
acusación, hay otras razones de mentalidad que entorpecieron las cosas.
Una de ellas es la sospecha de que fueran infundios de
los enemigos externos (masonería, comunismo, regímenes dictatoriales) o
por celos y fantasmagorías internas. También existió el criterio ingenuo de
confiar en la fácil enmienda después de un arrepentimiento; no se medía
la gravedad de la estructura de personalidad que se mostraba, ni se ponía
suficientemente la atención en los sujetos-víctimas. Otro factor ha sido la
mentalidad de evitar dar curso a lo que podía mancillar el nombre de la
institución (cuando en verdad ya estaba dañada más que en su nombre, en la
realidad eclesial de las personas). Por otra parte, también del lado de
las víctimas ha existido una actitud de no denunciar por diversos motivos
(vergüenza, temor reverencial, acostumbramiento, inercia, etcétera)
Aquí me parece
oportuno advertir que, al estudiarse la situación de los delicta graviora
(abusos sexuales a menores), muchos de ellos datan de la década del 40, 50 y 60
(Irlanda, Holanda, Inglaterra, USA). Es decir, de contextos muy anteriores a la
indisciplina y al pansexualismo que hoy penetra los ambientes.
A los lectores que asocian las medidas de intervención a la
orientación tradicionalista o conservadora de las asociaciones les hago
presentes algunas consideraciones. La primera, que no hay fundaciones de tipo
progresista o secularista. La segunda, que rasgos de personalidad desviados
pueden acompañar o incluso enmascararse con cualquier definición religiosa
(sucede en otras religiones). Muchas veces personalidades patológicas
ideologizan algún tipo de espiritualidad, llevando sus rasgos a extremos, que
pueden ser atractivos pero no dejan de ser síntomas.
La Santa Sede tiene claro que las nuevas fundaciones
proceden del ámbito tradicional o conservador. Incluso reconoce y apoya a
aquellas tipo la Fraternidad San Pedro (que son varias), las cuales tienen como
rito propio la misa tridentina. Las comunidades que vienen del anglicanismo
también son de matriz tradicional. Ciertamente,
no puede admitir que se desconozca la validez del Concilio Vaticano II. Pero
en las intervenciones que he elencado en mi informe anterior la razón de las
actuaciones (todas de más o menos larga data) giran en los problemas que he
señalado.
Obviamente los puestos bajo examen no suelen admitir los
problemas, sino cuando explotan de modo imparable hacia afuera (especialmente
en los medios de comunicación). Es fácil el recurso de decir: nos persiguen
porque somos fieles a la tradición o porque tenemos éxito con las vocaciones
(así los Legionarios, el Opus, los IVE, et
via dicendo).
Mi informe anterior se limitaba casi exclusivamente a las
asociaciones masculinas. Hoy puedo dar una novedad respecto a la rama femenina
de la Communauté Saint Jean (del p.
D-M. Philippe). Se ha trasladado a
Vergara (España) la cúpula de la
Congregación para los Religiosos junto
con varios obispos de sedes donde está la comunidad, y se ha dado un paso
adelante. Se ha reafirmado el actual buen rumbo de la
congregación, manteniendo su espiritualidad, despejando hacia un pasado no
iterable los puntos de acusación y ajustando las normas internas. Curiosamente
su defensor más activo es el obispo de Saltillo (México) Raúl Vera López op (de
neto corte progresista y no muy bien recibido en Roma).
La constante en la mirada de la Santa Sede es respetar el
pluralismo en las iniciativas fundacionales, clarificar el carisma propio
dentro de la ortodoxia y el derecho canónico, resolver los focos de
irregularidad que existiesen, y relanzar la vida de la congregación en su
identidad. El caso más claro es el de los Legionarios, que ya están relanzados
autónomamente; la Santa Sede sólo le aportará ahora un asesor sin voz ni voto.
Para esta tarea se designó al P. Ghirlanda sj, canonista octogenario de gran
experiencia.
Por otra parte, la Santa Sede no ha sido benévola con la
Conferencia de Superioras Religiosas de USA de neto perfil progresista, a pesar
del apoyo que le dio el card. Kasper. Tampoco con Martha Heizer y su marido Eheman Gert, líderes del
movimiento internacional Wir sind
Kirche (Nosotros somos Iglesia), que fueron excomulgados por el obispo de
Innsbruck, en consulta y con apoyo de Roma. Todo esto en los últimos
meses.
Dall’ombra der Cuppolone
Dall'ombra der Cuppolone
ResponderEliminarAmplío un detalle que se me olvidó en el caso de las hermanas contemplativas de la Communauté saint Jean. Parte importante del nuevo rumbo de la Congregación es que la Santa Sede autorizó a que un grupo de las hermanas dejara de pertenecer a la Comunidad y pudiera fundar una nueva, pero sin ninguna referencia al fundador de la original( elya fallecido p. Philippe).
"...Me llama la atención que exista en la Argentina alguna congregación que se llame “fraticelli”, porque ese fue el nombre de una secta herética del siglo XIV..."
ResponderEliminarChiste de sacristía?
LoL
Don Wanderer Fraticellis se les dice a los seminaristas de Fasta, otro grupo neocon igual que Miles, Cristo Rey o Ive. Saludos. Juan
ResponderEliminarCuppolone:
ResponderEliminarEn otro informe dijo que a Luis Figari del Sodalicio lo condenaron. Lo que yo sabía es q renuncio y q los sodálites guarden silencio. Puedes contarnos mas?
Si todo esto es para justificar la intervención a los Franciscanos de la Inmaculada, se sigue sin explicar lo riguroso de las medidas y la rapidez de su ejecución. El corresponsal menciona la supuesta severidad en la actuación contra las religiosas gringas de la LCWR, pero no resiste la comparación con la utilizada contra los FF.II.
ResponderEliminarOficialmente no se ha mencionado nada más que tradicionalismo, lefebvrismo, uso exclusivo de la liturgia tradicional y hostilidad a vaticano ii. Si busco una explicación a las medidas tomadas por Volpi et al y considero los ejemplos citados por el corresponsal, tengo que imaginar que el p. Manelli organizaba orgías en los noviciados, operaba casinos clandestionos y/o traficaba con heroina.
Juan, a los fraticeli los conozco solo mediante Umberto Eco, así que quizá mi precepción está muy torcida. ¿Cómo se parecen a los de Fasta?
ResponderEliminarA quienes se refiere con la asociacion para el cultivo de la lengua? La academia Vivarium Novum, en Italia?
ResponderEliminarGracias por el dato