Conclusiones I
Luego de esta apretada síntesis histórica, pasemos a algunas conclusiones:
1. El Movimiento litúrgico se cuece al calor de un contexto reformista en lo civil y en lo eclesial
Como todo hecho histórico, no puede estar desligado del contexto en el cual nació y se desarrolló. En lo civil, las primeras etapas se dan en un mundo que, aunque había dejado atrás la Revolución Francesa, la Tercera República con el gobierno especialmente de Émile Combes (1902-1905) había desatado un feroz anticlericalismo, circunstancias todas que habían provocado una pérdida del poder y de la influencia de la Iglesia. El Movimiento litúrgico será uno de los modos de reacción frente a esta situación, que buscaba detener la sangría de fieles.
La segunda etapa se da en la posguerra, con una sociedad volcada a las ideas progresistas y en el ingenuo optimismo de la nueva humanidad nacida luego de la derrota de los regímenes fascistas. En ese ambiente, todo debía cambiarse porque el mundo había entrado en una nueva etapa, había superado las guerras y se avecinaba la hermandad universal de la que la Iglesia, “experta en humanidad”, debía convertirse en líder.
Este contexto se replicó también, en un registro distinto, en el ámbito eclesial. El Movimiento litúrgico no podría haberse desarrollado sin pontificados reformistas como lo fueron los de San Pío X y de Pío XII, y es necesario detenerse para justificar estas afirmaciones.
La iniciativa de dom Beauduin y de la mayor parte de los que lo acompañaron en la primera etapa del Movimiento litúrgico, no fue más que una réplica obediente al mandato de San Pío X, quien fue un pontífice que propició activamente la reforma litúrgica. A lo largo de su pontificado se publicaron treinta y tres decretos y otro tipo de documentos orientados todos ellos a reformar de algún modo u otro los usos, costumbres y libros litúrgicos. Recordemos los cuatro más importantes en este sentido:
- El motu proprio Tra le sollecitudini del 22 de noviembre de 1903, sobre la abrogación de la tradición musical previa en el mundo occidental y la imposición del canto gregoriano al modo de Solesmes.
- El decreto Sacra tridentina, del 20 de diciembre de 1905, que superando un uso más que milenario, instauró la comunión frecuente y, por este medio, una mayor participación sacramental de los fieles en la Santa Misa.
- El decreto Quam singulare del 6 de agosto de 1910, sobre la edad de la primera comunión de los niños.
- La bula Divino afflatu, del 1 de noviembre de 1911, que reformó el calendario y el breviario romano.
No se trata de hacer una valoración de los hechos sino solamente de llamar la atención acerca de la profundidad de estas reformas que, aunque menores a las perpetradas luego del Vaticano II, provocaron un fuerte impacto en la Iglesia. Aunque hoy puedan parecernos secundarios, los cambios que promovió la bula Divino afflatu fueron, en cierta medida, análogos —nunca similares—, a los de la reforma de la misa en el Vaticano II, ya que se trató de una reforma que modificó las fiestas del calendario y, sobre todo, el orden del salterio en su estructura y en sus particiones, deshaciendo lo que se había hecho en la Iglesia desde el siglo VI. Es decir, se cambió radicalmente un uso eclesial de la iglesia latina de mil cuatrocientos años. Estos cambios, además, fueron realizados por una pequeña comisión, independiente de la Congregación de Ritos y bajo las órdenes directa del Papa. De entre sus miembros, el único que tenía alguna cualificación litúrgica era Mons. Pietro Piacenza; el resto eran rubricistas oficiales de la Curia. Se impidió la participación de indiscutidas autoridades como Mercati, y de otros grandes liturgistas como Cabrol, Quentin y Batiffol quienes sólo fueron consultados por cuestiones totalmente secundarias. ¿No es esto, acaso, un lejano recuerdo del Consilium? (Cfr. Honoré Vinck, Pie X et les réformes liturgiques de 1911-1914 Psautier, bréviaire, calendrier, rubriques, Aschendorff, Münster, 2014).
Veamos el caso del papa Pío XII y sus reformas:
- Constitución apostólica Christus dominus del 6 de enero de 1953 y motu proprio Sacram comunionem del 19 de marzo de 1957, que disponían la mitigación del ayuno eucarístico y la posibilidad de celebración de las misas vespertinas.
- Introducción de la lengua vulgar en algunas partes de la liturgia, con rituales bilingües en Alemania el 21 de marzo de 1950, y en Francia el 28 de noviembre de 1947. Además, la misa en idioma chino en 1949 y en hebreo.
- Motu proprio In quotidianis precibus, del 25 de mayo de 1945, por el cual se permitía abandonar la traducción de los salmos de la Vulgata y adoptar una nueva traducción preparada por el P. Bea, confesor del Sumo Pontífice, y los eruditos del Pontificio Instituto Bíblico, conocida como Psalterium pianum. Es importante calibrar la magnitud de este cambio que, afortunadamente, no dio buen resultado pues se abandonó en los ’70. Por un lado, se dejaba de lado la versión de los salmos que recorría toda la literatura eclesiástica de los últimos mil quinientos años, y por otro, se adoptaba un latín de estilo clásico, más ciceroniano que cristiano, propio de la Antigüedad Tardía.
- Cambios en la administración de varios sacramentos: ministro extraordinario de la confirmación el 14 de septiembre de 1946, modificación de la forma del sacramento del Orden, con la constitución apostólica Sacramentum ordinis del 30 de noviembre de 1948 (A diferencia de los teólogos medievales que consideraban que el rito esencial de la ordenación era la entrega de la patena y el cáliz, por esta Constitución se restableció la primacía de la imposición de manos como único rito esencial.), y simplificación de las rúbricas del breviario y del misal el 23 de marzo de 1955.
- El más relevante fue sin duda, el decreto de la Sagrada Congregación de Ritos del 16 de noviembre de 1955, Maxima redemptionis nostrae mysteria, por el cual se reformaban profundamente todos los ritos de la Semana Santa, que era, y son, las ceremonias litúrgicas más importantes del rito latino. El real impacto y significado de esta reforma, que muchas veces es minimizado incluso por los grupos de posturas más tradicionalistas, puede ser dimensionado por los comentarios de dos de sus protagonistas. El P. Carlo Braga, en ese momento joven secretario de Bugnini, escribió: “La reforma del Sábado Santo fue un ariete que introdujimos en la fortaleza de nuestra liturgia que hasta ese momento era demasiado estática” (Carlo Braga, “Maxima Redemptionis Nostrae Mysteria 50 anni dopo (1955-2005)”, en Ecclesia Orans 23 (200), p. 11). Y el P. Ferdinando Antonelli, decía: “Fue el acto más importante en la historia de la liturgia desde San Pío V” (“La riforma liturgica della Settimana Santa: importanza, attualità, prospettive”, en La Ristaurazione liturgica nell’opera di Pio XII. Atti del primo congresso internazionale di liturgia pastorale, Assisi-Roma, 18-26 settembre 1956, Genova, 1958, pp. 179-197.). Es relevante señalar que esta profunda modificación se hacía sobre un misal que, en principio, no podía ser ser modificado ni siquiera en una iota...
Debemos agregar la encíclica Mediator Dei de 1948, que fue vista por los protagonistas como “un hecho capital”, y se la consideró como una suerte de legalización del Movimiento litúrgico, alentando a sus miembros a retomar la reforma litúrgica que había sido iniciada por San Pío X y frenada por el inicio de la Primera Guerra Mundial. Hasta qué punto llegarían estos aires de reforma que Pío XII, seis años más tarde, decía lo siguiente al Congreso de Pastoral Litúrgica celebrado en Asís en 1956 con respecto a la práctica de la concelebración de la misa: “Incluso si la consagración se desarrolla sin fastos y en la simplicidad, es el punto centro de la la liturgia del sacrificio, el punto central de la actio Christi cuius personam gent sacerdos celebrans , donde los sacerdotes concelebrantes, en caso de verdadera concelebración [...], y lo mismo vale en la concelebración en sentido propio. No es suficiente de tener y manifestar la voluntad de hacer suyas las palabras y las acciones del celebrante. Los concelebrantes deben ellos mismos decir sobre el pan y el vino: ‘Este es mi Cuerpo”, ‘Esta es mi sangre”; en caso contrario, su concelebración es pura ceremonia” (Discours du pape Pio XII aux participants au Congrès international de liturgie pastoral, 22 de septiembre de 1956).
2. El Movimiento litúrgico no fue monolítico y es injusto generalizar un juicio sobre él
Es claro y evidente que no podemos poner en el mismo sitio y establecer las mismas opiniones para la primera etapa y la segunda etapas del Movimiento litúrgico. Fueron momentos históricos distintos, fueron personas distintas y, sobre todo, estuvieron animados por motivaciones distintas.
Sin embargo, la distinción es necesario realizarla incluso sobre la segunda, y más polémica, de las etapas. Escribe Louis Bouyer: “Era claro que la mayoría de los sacerdotes que se interesaban en el nuevo movimiento [se refiere al Centro de Pastoral litúrgica a fines de los ’50], no lo hacían de ninguna manera desde la perspectiva de devolver a la liturgia tradicional todo su significado oscurecido, toda su realidad de vida, sino de sustituirla poco a poco por otra liturgia o, como se decía en ese momento, por una ‘paraliturgia’ más conforme a los gustos y hábitos de un espíritu que ellos denominaban ‘del hombre de hoy’ [...] y aquello que se llamó ‘apertura al mundo’ terminó siendo lo opuesto a la conversión al Evangelio” (Bouyer, Mémoires, p. 150).
Paradojas de la Iglesia posrevolucionaria y preconciliar: mientras más afirmaba su rechazo vehemente y hasta furioso a la modernidad, más actuaba según sus criterios.
ResponderEliminar- Rechazaba la soberanía popular, mientras afirmaba la soberanía absoluta del Papa sobre todos los cristianos en todo orden de cosas.
- Decía añorar el orden social de la Edad Media, mientras convertía la Iglesia en un aparato centralizado, monolítico y uniforme, tal como los Estados del estilo borbónico y prusiano.
- Afirmaba la Tradición contra el racionalismo y el fideísmo, pero al mismo tiempo creía manejar voluntariosamente la liturgia y la doctrina con equipos de expertos cuyos juicios se harían cuasi dogmáticos solo por contar con la rubrica papal.
- Se oponía a los movimientos políticos de la modernidad, pero los enfrentó con técnicas similares: el blog Ex Orbe retrataba muy bien como la Acción Católica y sus subsidiarias fueron en muchos casos mera copia de las estructuras totalitarias de entreguerras.
- Oponía la vida contemplativa a la “herejía de la acción”, pero promovió un modelo de vida sacerdotal -particularmente el jesuita- entregado de modo frenético y absorbente al trabajo juvenil, sindical, femenino, etc..
Y como dijo el Wanderer años atrás, la izquierda eclesial solo cambió la orientación.
A esto me refería pero mejor explicado cuando hablaba del fondo liberal de Pio IX. Si me permite añadiré otros 3 a su lista y que considero muy importantes:
Eliminar-Coduficación del Derecho Canónico al modo napoleónico y liberal que lo convierte en casi un derecho puramente positivo y dependiente casi totalmente del Legislador, en este caso el Papa en vez de una asamblea. Se arrasó con 1800 años de tradición jurídica, heredera de los mejores frutos del derecho de Roma y los grandes concilios ecuménicos y provinciales, llena de un espiritu de equilibrio, libertad y equidad como muestra la maravillosa cita de Brandmüller del Decreto de Graciano en su escrito sobre el TC. Antes era una concepción del derecho como algo creado por la comunidad eclesial a lo largo de siglos en diálogo entre sus miembros con carácter de Fuero, ahora hay un único legislador competente, el Papa, que puede mandar lo que quiera cuando quiera y un conjunto de subditos que sólo pueden obedecer.
-A imagen de los Estados modernos, especialmente la III República, se impone una ideología de estado, especialmente en la enseñanza, en nuestro caso una teologia de Iglesia: el tomismo a través de la Aeterni Patris (que es lo más alejado del corazón de Sto Tomás que existe). Se impone por decreto en un acto totalmente voluntarista en algo que es totalmente del intelecto cuya única soberana es la Verdad. Los frutos los vemos hoy.
-Se crean instituciones nunca vistas y tan contrarias al espiritu evangélico como el Sodalitium Pianum y otros a imagen de los estados contemporaneos y sus servicios secretos. Nada que ver con la Inquisición. Clima de delación, espionaje, doble vida y moral, hipocresía, etc.
Dice un verso de la S. Escritura: los padres comen agraces y los hijos sufren dentera. La dentera de aquellos agraces la estamos sufriendo ahora.
GASTÓN: Supongo que lo de León XIII, el Papa de más documentos antimasónicos, imponiendo a los católicos franceses la alianza con la república sería un ejemplo más de esas contradicciones. Teniendo en cuenta lo que es la república en Francia.
ResponderEliminarDice Peretó: "Es claro y evidente que no podemos poner en el mismo sitio y establecer las mismas opiniones para la primera y la segunda etapas del Movimiento litúrgico. Fueron momentos distintos..." Y citando a Bouyer: "aquello que se llamó 'apertura al mundo' terminó siendo lo opuesto a la conversión al Evangelio".
ResponderEliminarDa la impresión de que por más que se quiera suavizar la responsabilidad de San Pío X y Pío XII en el desastre litúrgico que sobrevino después, los juicios de Peretó y Bouyer igual son muy fuertes. Lo dicho dicho está.
Se comprende el esfuerzo por entender que esos dos grandes Papas nunca pudieron imaginar lo que estaba por venir, pero igual queda abierto el interrogante por saber si el terremoto posterior al Vaticano II hubiera ocurrido si ellos no hubieran sentado las bases que lo posibilitaron.
La exposición de Peretó ha sido estupenda y muy esclarecedora, pero tiene un final imprevisto que deja un sabor amargo en la boca...
Fuenteovejuna
A propósito del post “El Movimiento litúrgico y la reforma del Vaticano II- Parte V”
ResponderEliminarDon Wander:
“Era claro que la mayoría de los sacerdotes que se interesaban en el nuevo movimiento [se refiere al Centro de Pastoral litúrgica a fines de los ’50], no lo hacían de ninguna manera desde la perspectiva de devolver a la liturgia tradicional todo su significado oscurecido, toda su realidad de vida, sino de sustituirla poco a poco por otra liturgia o, como se decía en ese momento, por una ‘paraliturgia’ más conforme a los gustos y hábitos de un espíritu que ellos denominaban ‘del hombre de hoy’ [...] y aquello que se llamó ‘apertura al mundo’ terminó siendo lo opuesto a la conversión al Evangelio” (Bouyer, Mémoires, p. 150).
Como lo prueba esta serie de valiosos spots que dan alguna cuenta de las reformas litúrgicas de la Iglesia Católica impulsadas por el Concilio Vaticano II, además de promover la buena formación doctrinal de los fieles católicos, cumple en hacer tomar conciencia a dichos fieles acerca de importantes sucesos que han ocurrido en la Iglesia, de modo especial, desde la segunda mitad del siglo XX a esta parte. Y, sin caer en los excesos de un determinismo historicista, anulador, tanto de la libertad humana como del plan que Dios tiene para la humanidad, desde luego, una tal iniciativa apostólica y también, se apoya en una gran verdad: "si quieres entender el presente, mira el pasado". Algo que, al menos en lo que a mí respecta, buena falta me hace, por la vergonzosa ignorancia que tengo respecto de todos estos delicados aspectos de la cultura católica.
Y, como ya lo ha hecho en la inmensa mayoría de los post anteriores, lo que aquí, el Dr. Peretó quiere mostrar, de un modo tan explícito como didáctico, es que las reformas que se efectuaron en la Iglesia, sobre todo a partir del CVII, si no totalmente, sí, al menos, en buena parte, se explican, no tanto en virtud de una profundización del esplendor de una liturgia que se vio cada vez más ennoblecida con el gradual perfeccionamiento con que ella fue enriquecida con el paso de los siglos sino, de un modo alcanzado en virtud de una sospechosa prioridad del espíritu de acomodación de los padres conciliares a los nuevos hitos marcados por los acontecimientos acaecidos en la esfera del mundo pagano, antes que a la verdad siempre novedosa del Evangelio. Con lo cual, una vez más, se pone en evidencia el espíritu francamente rupturista que algunos prominentes hombres de Iglesia han abrigado respecto de la tan preciada como insustituible tradición de la Iglesia.
Como pedía San Pablo a Timoteo: “Guarda el depósito”.
¡Dios salve a la Iglesia! ¡Alabado sea Jesucristo!
¿Habrá manera de corroborar ésto?:
ResponderEliminarhttps://forocatolico.wordpress.com/2011/09/26/la-nueva-misa-ya-se-practicaba-en-el-bilbao-republicano-1936-1937/
Odo Casel, tan caro a Disandro, como alguien recuerda ahí mismo en los comentarios.
Armando T. R. I. Fulcas
El tema de la reforma del rito de semana Santa lo leí en un texto reciente de Sebastián Domeyko L. Hace una acusación muy fuerte no sólo contra el Cardenal Bunigni sino también de Pio XII a quien califica de ingenuo, cuando no de un anciano incapaz de poner coto a las aspiraciones d los revolucionarios. El libro, de la editorial DSV, si bien desprolijo, contiene toda clase de datos sabrosos e hilarantes sobre los intervinientes.
ResponderEliminarPor favor anónimo, puede indicar la referencia de ese texto. Me parece un tema muy interesante y conviene conocer esos detalles
EliminarAnnibale Bugnini no fue nunca Cardenal.
EliminarEl Papa Pio XII nombra a Bugnini secretario de la Comisión para la Reforma Litúrgica, justamente para revisar la Vigilia Pascual y las ceremonias para el resto de la Semana Santa.
El Papa Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II y le nombra secretario para la preparación de la Pontificia comisión de Liturgia. Posteriormente fue nombrado experto para la comisión Conciliar para la sagrada liturgia.
El Papa Pablo VI le nombra Secretario de "Consilium" para la puesta en funcionamiento de la Sacrosanctum Concilium y más tarde le nombra Secretario de la Congregación para el Culto Divino.
En 1972 Pablo VI le nombra arzobispo de Diocletiana.
En 1976 Pablo VI, a pesar de que no tenía ni los estudios ni la experiencia diplomática, le nombra pro-nuncio de Iran, lo que algunos interpretan como la típica patada a lo alto para apartar de la Curia a este personaje cuando ya era manifiesto que la nueva misa era un desastre y que había vaciado de la noche a la mañana los seminarios y las órdenes religiosas ("el humo de Satanás se había colado por las rendijas de la Iglesia" diría famosamente Pablo VI)
Es en Irán donde le sorprende la Revolucion Islámica de Khomeini y la crisis de los rehenes norteamericanos. Bugnini intenta mediar sin éxito entre el nuevo regimen y los norteamericanos.
Su responsabilidad en la destrucción de la Iglesia Católica hizo que desde 1976 se diga que "es un masón" (Tito Casini en su libro "Nel Fumo di Satana. Verso l'ultimo scontro" (la prueba -el viejo truco- del "maletín encontrado con documentos incriminadores" parece más falsa que Judas)
Como suele suceder en estos casos el fracaso de un hombre que fue la mano derecha de Pablo VI hizo que sus enemigos reaccionasen sin piedad en cuanto cayó en desgracia.
Quisiera hacerle una pregunta a Eck. O mejor dicho, pedirle una explicación o profundización de dos afirmaciones que realizó en su comentario:
ResponderEliminarLa primera: "el tomismo a través de la Aeterni Patris (que es lo más alejado del corazón de Sto Tomás que existe)".
La segunda, referido al misma tema del tomismo, dice: "Los frutos los vemos hoy".
Si bien tengo alguna intuición de por donde van, quisiera que se explayara en esos dos interesantes puntos.
Muchas gracias,
Sanctus Anselmus
Espero que le sirva, querido Sanctus Ansemus, y que me haya podido explicar bien:
EliminarAntes de ello me gustaría decir que soy un enamorado de Sto Tomás pero cuya labor ha de ser continuada porque la Verdad no puede ser encerrada para siempre ni en la obra de una persona por muy santa y sabia ni en un método, el escolástico, por muy perfecto que nos parezca. Viendo la obra del Ángel de las Escuelas, con su amor a la Verdad por pequeña y humilde que fuese y donde se encontrase, a S. Agustín y los Padres estoy seguro de que tenía este punto de vista. Impagable para entender esto es ese milagro que constituye la biografía de Chestertón. A esto me refería con el corazón del tomismo.
1º. Sobre la Aeterni Patris Me estaba refiriendo a la imposición mediante decreto de la escuela tomista como se impuso, salvadas las distancias, en la URSS el marxismo-leninismo en toda su vida intelectual. En la Iglesia siempre se había respetado la libertad de escuelas hasta el punto de levantar cátedras al escotismo y al nominalismo (v.g. la Complutense), se habían dado debates entre platonismo, estoicismo, escepticismo y aristotelismo y hasta se había defendido a..Epicuro siempre que se respetase la Regla de la Fe y la Suprema Autoridad de la Iglesia y ahora se arrasaba toda esta tradición liberal (en sentido generosa) para imponer de manera voluntarista un punto de vista, que por muy bueno y sabio que fuese, violentaba el intelecto de muchos al hacerles tragar en este campo aquello ignaciano del donde veo negro y la iglesia blanco, etc. Siendo León XIII, Papa en otros conceptos admirable, no se nos puede escapar las similitudes con el desastre del Ralliement en los católicos monárquicos franceses.
Con S.Pio X se ahondó aún más en el desastre con sus métodos contra el modernismo. Pareció en algún momento que escogió como lema el famoso falso dicho de la Universidad de Cervera a Fernando VII: Lejos de nosotros la funesta manía de pensar. Creo que fue en este blog donde se dijo del clero francés que este Papa los prefería zoquetes pero fieles a instruidos pero difíciles de manejar.
En el fondo late una vena irracional, fideista y voluntarista, muy moderna, que sospecha del logos dando un premio al modernismo impagable porque se le adjudicaba la razón, la ciencia y el intelecto (cuando es lo contrario). Si se quería haber combatido al modernismo en serio se debería haber fomentado la piedad junto a la ciencia, el saber junto a la adoración. St. Tomás venció el averroismo así, no solo con condenas, siguiendo al Apostol S. Pedro: dad razones de vuestra esperanza.
Nota: Esto no quiere decir que sea un bluff el renacimiento del tomismo en el sg. XIX y XX sino que se aprovechó su prestigio y su acrisolada fidelidad a la verdad cristiano para imponerlo. Con ello a la larga lo ahogo cuando podía haber sazonado muchos frutos.
2º El fruto venenoso fue el que muchos sencillamente dejaron de pensar y solo repetían como loros lo aprendido en esos manuales sequísimos por mandato de los superiores. Cuando cambiaron los tiempos y como ya tenían metido en las cabezas que se podía cambiar el pensamiento por decreto, lo que hicieron fue tirar los viejos manuales y ponerse como cotorras a repetir los documentos conciliares y las afirmaciones papales.
EliminarOtros como habían vivido en una burbuja-invernadero intelectual (otra consecuencia) en tal que se hundió se pusieron como locos a cualquier chorrada moderna como Clodoveos: Quema lo que adoraste y adora lo que quemaste. Sin anticuerpos e intuyendo lo que me refería como el gran problema de S.Pio X, acogieron como la razón a todas las chaladuras del sg. XX y XXI.
Como no relacionar esto con el machaqueo del hombre moderno, adaptarse a lo contemporaneo y demás lemas similares que a los fieles, porque no han vivido en esa burbuja, nos parece en el mejor de los casos una chorrada de campeonato.
Pero el peor fruto es ese voluntarismo sectario de Autós ephas o Papa dixit (pongase aqui cualquier cargo con pito) en temas de los que ni siquiera tienen conocimiento. Pongo un ejemplo: he leido a gente que se ha vacunado del Covid-19 no porque la vean buena por su salud, este convencida de su seguridad, etc. (razones prudenciales o de ciencia) sino por el siguiente razonamiento: las autoridades de la Iglesia dicen que es buena,ellos están asistidos por el E. Santo ergo la vacuna es buena porque Dios lo ha dicho. Por esa regla de 3 el Vaticano puede arreglar su desaguisado económico: que el Papa invierta en bolsa y loterias porque está asistido por el E. Santo ergo ganará siempre.
La Verdad es Señora y no sierva de nadie porque participa de la esencia de Dios. No se puede manipular ni ordenar solo servir con humildad y reconociéndola. Si no se hace así viene el desatre.
Siento haberme explayado tanto.
Yo entiendo el problema así:
EliminarEl "tomismo" no es importante por ser la obra de un santo.
El tomismo es la versión más famosa de la filosofía y metafísica griegas (aristotelismo) aplicadas o adaptadas al catolicismo, esto es la "escolastica" o "filosofía de las escuelas".
En la medida en que el clero necesita de una formación intelectual para realizar su función. Es lo que queda de la paideia griega.
Si usted lee Santo Tomás, que es verdaderamente exhaustivo con preguntas, respuestas, contrapreguntas...eso que le da su carácter excepcional y su relevancia pedagógica es también su perdición, porque utiliza interpretaciones de las escrituras que ya no son válidas y porque tiende a basar sus opiniones en los escritos de los Santos Padres.
Esto, que es lo que forma la cultura católica, es al mismo tiempo lo que lo condena, porque tiende a dar el mismo peso a todas las opiniones para fundamentar algo. Ahora bien, como cualquier abogado sabe, no puede tener el mismo valor jurídico una ley que un decreto o una orden ministerial.
Es decir, que no todas las opiniones valen igual, tengan o no un "san" delante. Y eso cuidando que haya entre ellas una unidad de razón...
A finales del siglo XIX y principios del XX se hacen unas versiones de Santo Tomás adaptadas a los gustos y modas de la época, esto es, dejando el sistema causistico y elaborandolo como tratados científicos. Esto es el "neotomismo".
Como tal no deja de ser filosofía católica más o menos aristotélica, más o menos escolastica...y con algunos toques personales de Santo Tomás, porque después de todo esta filosofía se llama "tomista".
(seguro que los jesuitas hicieron algo similar con Suarez y lo convirtieron en un "neosuarismo")
Naturalmente los especialistas en este "neotomismo" son dominicos; probablemente porque Santo Tomás fue dominico y porque tienen facultad de teología propia en Roma (el Angelicum -por Santo Tomás- )
Esto, que en sí no deja de ser una mejora, como cualquier otra sistematizacion (como el Código de Derecho Canónico de 1917, por ejemplo), también tiene problemas, que es lo que critica por ejemplo John Senior en sus libros sobre la destrucción y la reconstrucción de la cultura cristiana, de modo general, (denuncia que no hay pensamiento occidental innovador, sino de "clasificación", como el fichero manual de una biblioteca). Con toda la razón, hay que decir.
Eso no quita que Santo Tomás (no "Neo Santo Tomás") no sea de lectura obligada para cualquier católico que se diga "culto". Muy al contrario, precisamente su casuística favorece su inteligencia. Sin embargo no es necesario que sea una lectura sistemática (aunque en el programa de Great Books de las Universidades de Chicago, Columbia y Boston, que no está pensado para católicos, es de lectura (y comentario) obligados)
No se preocupe por tanto si un escrito pontificio es tomista o neotomista, sino si está dentro de la dogmática católica, de la doctrina oficial de la Iglesia (ortodoxia) y de si cumple los fines que dice que quiere cumplir.
Ahora, ?es necesario que un sacerdote tenga una sólida formación filosófica y metafísica?
La pregunta no es baladí, porque según nos alejamos de la influencia cultural griega, enorme cuando surge el cristianismo y mucho menos importante hoy, surge tanto por el carácter de lo que debe ser el cristianismo y las funciones que profesionalmente debe realizar un sacerdote (recuerde a Okham y en el mundo protestante con el ramismo y más tarde con el cartesianismo)
Porque esta enseñanza es mucho tiempo, mucho dinero y descarta a personas que pueden ser muy validas, pero que no tienen inteligencia para el estudio.
El estudio de la filosofía y metafísica aristotélicas (no la filosofía moderna, que son opiniones más o menos fundadas y sobre una parte muy pequeña de la realidad) desarrolla la inteligencia y da seguridad (racional) al que lo estudia.
Creo, Sanctus Anselmus, que le he respondido a sus preguntas.
Me llama la atención que en todos estos artículos de la conferencia del Dr. Peretó, no se mencione el sesgo claramente modernista de los "grandes" promotores del Movimiento Litúrgico Pius Parsch, Odo Casel, Dom Beauduin, el mismo Jungmann, la mayor parte de los cuales no creían que la Misa fuese un Sacrificio Real, el mismo de la Cruz, pero realizado de manera incruenta sobre el Altar. Muchos, como Jungmann lo afirma en su famosa historia de la Misa, decían que era solamente un "acto de Alabanza" y no una verdadera inmolación. Es más, Jungmann tiene un libro sobre eso, que es una proposición condenada por el Concilio de Trento, canon III.
ResponderEliminarYo no estoy tan seguro que los Papas Pío X y Pío XII hayan animado a los revoltosos, sino que los revoltosos se dijeron animados por los Papas. Es evidente que un reacomodamiento de los salmos para que se leyeran todos durante una semana, como pedía san Benito, manteniendo todo lo demás igual, no es una "reforma litúrgica", como no lo es tampoco permitir la Primera Comunión a los niños o reducir el tiempo del ayuno eucarístico. Son cuestiones disciplinares, no litúrgicas. América tuvo desde el siglo XVI un indulto para no cumplir la abstinencia de los viernes del año, indulto que, dada su naturaleza, debe seguir vigente, pues las leyes especiales como los indultos solo pueden derogarse de manera especial ¿Se puede llamar a eso "reforma litúrgica"...? A mi me parece que se carga la romana sobre los Papas que ejercieron un poder disciplinario sobre aspectos secundarios sin tocar la Sagrada Liturgia y que son substancialmente distintos a lo que hizo Paulo VI y a lo que intentan los modernistas, que es protestantizar los Sacramentos, suprimiendo, inventando y cambiando los textos litúrgicos. Algo que ya hacían los "próceres" del Movimiento Litúrgico bastante antes de las Segunda Guerra, poniendo siempre el acento en el "sacerdocio común de los fieles" como contraposición al sacramento del Orden, idea de cuño calvinista.
En fin, la conferencia del Dr. Peretó me parece excelente, pero la crítica a los papas del siglo XX que consintieron o dispusieron pequeñas reformas disciplinares, no litúrgicas, no la comparto, aunque en el caso de Pío XII una indagación más profunda llevaría a pensar que fue engañado por sus allegados, como lo fue por Montini en el caso de Allighiero Tondi.
Gracias.
Estimado Luis P., algunos de los aspectos que ustedes señala aparecen en la última parte de la conferencia, que publicaré la semana próxima.
EliminarPor otro lado, no conozco la evidencia en la que usted se basa para afirmar que Casel o Parsch no creyeran en la misa como sacrificio. Acentuaban, es verdad, otros aspectos, tan reales como el de sacrificio, pero eso implica que negaran éste.
Ese indulto a que hace referencia se dio por ser "tierras de misión" (para favorecer a los nuevos fieles conversos).
EliminarPor eso los obispos filipinos, donde también tenían este indulto y por las mismas razones, a mediados del siglo XX piden a la Santa Sede la eliminación de este indulto; alegando que ya no eran tierra de misión, sino que eran una nación católica.
Los indultos dependen de la Sagrada Penitenciaria o como se llame hoy, que es quien declara su vigencia o los anula.
Lo que pasa es que entre el Concilio Vaticano II y la Teología Marxista de la Liberación Capitalista, América Latina ha ido atrás en el tiempo y se ha convertido otra vez en área de misión.
De modo que el que quiera convertir jesuitas, por ejemplo, es muy posible que necesite de este instrumento y de otros similares para convencerles y bautizarles.
Yo de todos modos les quitaba el grindr y apps similares. Sin indulto y con indulto.
Será cruel, pero es lo que funciona.
Luis P.:
ResponderEliminarla gran excusa de la reforma del breviario por parte de San Pío X fue la que Ud esgrime: que recen todos los salmos durante una semana. Pero para eso no hacía falta hacer una reforma del salterio abandonando el cursus romano y tomando como modelo los breviarios galicanos.
Esa falta de recitación semanal se produjo por los oficios votivos que introdujo León XIII y por una preponderancia del santoral sobre el ferial. Bastaba eliminar esos oficios y darle más importancia al oficio ferial (ambas cosas las dispuso San Pío X) y modificar el "mecanismo" de los oficios dobles, cosa que también hizo.
Pero la redistribución del salterio fue (además de romper con 1500 de cursus romano) abreviar el breviario. El tema de que se repitieran los salmos de las horas menos, más de la mitad de los de laudes (6 de 8) y los de completas diariamente hacía que el matutino fuera extenso. Y eso se quiso abreviar. Por esa razón se pusieron los oficios festivos (abreviaban el matutino) y por eso se multiplicaron las fiestas dobles.
Por otra parte la recitación semanal del salterio es importante... para San Benito. El breviario tradicional ambrosiano el matutino ferial (lunes a viernes) se decita en 10 decurias (o sea en 2 semanas).
En fin.
Motivos pastorales, hoy les dicen.
Es un problema de tiempo.
EliminarLos que se dedican por su carisma al canto de los salmos (ej. benedictinos) es normal que sigan en este punto la regla de...!San Benito!
Hay que señalar que si bien está muy pensado y teologicamente muy bien fundado (normal, porque esa es la vida del monje y su camino de salvación ), el canto de los salmos, junto con himnos y otras lecturas, se hace 7 veces a lo largo del día (una de ellas de madrugada)
?Pero quien puede dedicar TODA la jornada a recitar los salmos o lo que sea, salvo que profesionalmente se dedique a ello?
Pues los que viven en un monasterio en medio del campo, trabajan para ellos mismos y solo para lograr su subsistencia.
Los que tienen otras funciones no pueden hacer eso.
Por ejemplo, ?un hermano de San Juan de Dios o un camilo pueden organizarse como un benedictino sin perjudicar su carisma, ejemplo en medio de una operación quirúrgica?
De ahí que cuando a petición pontificia el cardenal franciscano Francisco de Quiñones y Enríquez, personalmente empeñado en las misiones y en la renovación católica, elabora su breviario, muchos lo adoptan, como los jesuitas, que no tienen obligación coral, porque favorece su labor evangelizadora.
Como es una abreviación de lo que había es normal que hubiera descontentos y que al final fuera prohibido por San Pio V.
Para poder juzgarlo hay que recordar que los protestantes anglicanos utilizan este breviario para hacer su Book of Common Prayer (es decir, para el rezo público de todos los parroquianos, que tienen sus propios oficios para ganarse la vida, y no solo de los profesionales del culto).
Por eso usted puede encontrar en Archive una copia de este breviario (naturalmente en latín ) publicado por los anglicanos.
..."la misa en idioma chino en 1949"...
ResponderEliminarSeguramente es chino clásico, que no lo habla nadie. No chino vulgar, que por otra parte no existe.
Existen varios dialectos chinos, el más importante de los cuales es el de Beijing
("mandarín") o "lengua común". Sin embargo donde hay más católicos históricamente no era en Beijing, sino en la zona de Shanghái, que tiene su propio dialecto y naturalmente en Macao, donde se habla patua, lengua criolla entre cantones y portugués.
Como se utilizan signos y no letras para escribir, se puede leer perfectamente un escrito que se pronuncia de diferentes maneras.
La puntualizacion es importante porque no estamos hablando de "inculturar" el Evangelio utilizando el vulgar, sino "inculturizar" utilizando la lengua de prestigio local
-equivalente al latín en Occidente-, que solo entienden los letrados.
De todos modos la lengua usada tanto por la Iglesia de las catacumbas como por la Iglesia católica patriótica China era el latín.
Es decir, que la traducción al chino no tiene nada que ver con este artículo y si con la cuestión de los ritos (entre jesuitas por una parte y dominicos y franciscanos por otra )